CAPÍTULO 24 (Arco II): Hermanas cercanas


Mientras la mayoría de hermanas Loud desayunaba en el piso inferior, en el segundo piso, Lynn también se estaba despertando, aunque no había dormido mal, había despertado mal, posiblemente se había acomodado mal anoche, y como consecuencia, se levantó sintiendo dolores en sus músculos, músculos que por cierto, se habían encogido considerablemente, lógicamente, por la falta de ejercicios durante esos años.

Se sobó la sien con los dedos de su mano derecha mientras que con la izquierda se apoyaba en la cama, procediendo a soltar un bostezo y llevarse su mano luego a la nuca. Entonces giró su cabeza y miro su reloj, para luego mirar la cama de su hermana.

-Lucy?-Pregunto, perdiendo su sueño en el progreso al ver que no estaba.-¿Lucy?-Volvió a preguntar mientras miraba a su alrededor.

Se puso de pie y decidió vestirse, tras acomodar su cabello, procedió a salir de su habitación y bajó las escaleras, posiblemente no sintió a sus hermanas en la cocina, pues entre que ya no eran las chicas ruidosas de antaño, y que su mente tenía otros planes, caminó hasta la puerta trasera que conectaba con el patio trasero. Además, pensó que Lucy podría estar con las demás al oírlas en la cocina.

Nuevamente, caminó hasta unas mesas de madera puestas allí y se sentó, poniendo las manos encima y mirándolas mientras pensaba, aún sentía como su pecho se estrujaba cuando veía a sus hermanas a la cara, aún tenía mucha vergüenza por sentirse responsable, y más aún por su pelea que tuvo en la escuela.

Una vez más, según su ella, por su culpa, había metido en aprietos a su familia de nuevo.

-¿Es que no puedes hacer algo útil, tonta?-Se dijo así misma.-Ya te metiste en una pelea, tonta, arrastraste a tus hermanas menores por tonta, y separaste a tu familia por tonta.

Se llevó las manos a la cabeza, agarrándose su propio cabello mientras dejaba su cabeza con la cara contra la mesa en la que estaba sentada, quería llorar, pero ya había llorado demasiado, no podía dejar de sentirse tan impotente, tan inútil, tan tonta. No se dejaba de culpar así misma, y lo había ocultado bien para no preocupar a sus hermanas, no quería llenarlas de más problemas de lo que, según su pensamiento, ya tenían.

Al igual que las demás, ella solo quería tener una vida normal, no tenían a donde ir, solamente el doctor que las atendió hace 4 años en el reformatorio, les abrió las puertas de su casa, nunca podrían expresarle la enorme gratitud que todas tuvieron cuando finalmente pudieron encontrar un hogar.

A pesar de que algunas heridas son difíciles de sanar.

Decidió ir a caminar un poco hacia el bosque, para despejar su mente, no iría muy lejos, además, Elías ya les había enseñado como guiarse allí, pues les contaba que solía ir a ese lugar para despejar la mente, ya que los entornos naturales siempre iban bien para alguien según sus palabras, ya fuesen para calmarse, sentir tranquilidad, inspirarse o aliviar el estrés, Lynn pensó que caminar un poco le ayudaría, no tenía apetito para comer, y si después sus hermanas preguntasen por ella, no iría lejos, estaría lo suficientemente cerca para oírlas.

Con todo lo que había pasado, Lynn solo quería olvidar, despejarse de todo ese dolor, poder intentar empezar de nuevo, pero con todo el daño que sufrió, y también pensando en el que sus hermanas también pasaron, le hacía muy difícil hacerlo.

-Tonta, eres una tonta.-Se dijo así misma.-Mira como quedó tu familia por tu culpa..."snif"... tu... yo... (suspiro) desearía poder regresar todo atrás... arreglar todo lo que hice... pero... espero poder hacer las cosas bien.-Dijo con tristeza.-Ya no quiero seguir causando problemas, menos a mis hermanas.

Se sentó en una roca frente a un arroyuelo, logrando ver su reflejo y llevándose su mano a su demacrado y cicatrizado rostro al verlo, aún podía recordar el filo de las navajas y el calor de estas de las demás reclusas y guardias del reformatorio cuando hacían esos cortes sobre su piel, recordaba aún los gritos que ella y sus demás hermanas daban por cada corte herido en ellas, así como los moretones que les daban por cada golpe... patada... pisotón...

Se cubrió entonces los ojos con su mano, agitando un poco su cabeza, no quería seguir recordando esos traumas, dejó que su mente se despejara y solo oyera el sonido del agua pasar por el arroyo, con los ojos cerrados, sintiendo la brisa del viento acariciando su rostro, dejando salir un suspiro hondo, los sonidos de la naturaleza, aunque no fueran muy impresionantes, si eran muy relajantes, Lynn logró calmarse aunque fuera un poco, necesitaba despejar su mente sin necesidad de tomar su medicina, pues esas no las estaría tomando para toda la vida, necesitaba poder, al igual que las demás, dejar atrás esos malos recuerdos para que estos dejasen de perseguirlas.

Se puso de pie y comenzó la ida de vuelta luego de unos 5 minutos, caminando bajo los árboles con las manos dentro de sus bolsillos y mirando hacia abajo, al llegar cerca de la casa, vio una banca caída al lado de un árbol, cosa que la dejó algo confundida al principio, pero acabó horrorizada al mirar hacia arriba.

-LUCY, NO!

Sin pensarlo 2 veces, tomó la banca, y con ella se subió y tomó a su hermana, quitándole la soga de su cuello, para luego recostarla en el suelo y haciendo las técnicas de reanimación, por fortuna luego de la segunda vez, Lucy soltó aire y empezó a tocer mientras recuperaba el aliento.

-Cough!... cough!... cough!... ... ...Ly... Lynn?-Preguntó la gótica al recuperar el conocimiento.

La ex deportista no dijo nada al principio, solo se mordió el labio y abrazó a su hermanita, aliviada de que no hallase muerto, soltando unos sollozos en el proceso.

-Lucy... gracias a dios...-Decía.-Por un momento pensé que te había perdido.

La gótica solo correspondió al abrazo lentamente luego de aquellas palabras, dejándose querer, ver a las 2 hermanas que eran opuestas casi igual que Lola y Lana, abrazarse con tal afecto, era algo que nadie creería si estuviera allí de testigo, más tomando en cuenta las veces que tuvieron conflictos en el pasado. Más aún con la actitud que Lynn tomaría a continuación.

-Lucy...-Decía ella luego de terminar de abrazarla y tenerla de frente, sin mirarla todavía, estando cabizbaja.-¿por que?...-Preguntó para luego mirarla y tomar un tono de voz serio, pero preocupado.-¿Por que rayos hiciste eso? ¿en que estabas pensando?

Ella no respondió, a pesar de que su cabello ocultaba sus ojos, su boca estaba temblorosa, no había que ser muy listo para ver la vergüenza que Lucy sentía en esos momentos frente a su hermana mayor.

-¿Por que?-Preguntó ella, casi gritando sin dejar de mirar con preocupación e indignación por lo que había pretendido hacer.-¿Por que hiciste eso, Lucy?-La gótica no respondió y giró la cabeza, Lynn sabía lo que estaba haciendo así que puso su mano en su mentón e hizo que la mirara nuevamente.-Lucy, mírame, respondeme ... por favor.

Eso último lo dijo mostrando claramente su temor de que, si no hubiera actuado a tiempo, seguramente la habría perdido, mostrando lo mucho que la ex deportista había cambiado, ya no era esa chica ruda y enérgica que antes la gente conoció.

Pero aún así, Lucy parecía no conseguir juntar las palabras adecuadas para excusar lo que había estado a punto de hacer, pero que por fortuna no logró consumarla gracias a la intervención de su hermana mayor.

-Yo... y-yo... -Decía la gótica.-... ... solo quería... que mi sufrimiento acabara.

-¡¿Quitándote la vida?!-Le cuestionó Lynn.-Eso es lo más cobarde y horrible que podrías haber pensado! ¿pensaste siquiera en como eso nos habría afectado a nosotras? ¿que seríamos sin ti, Lucy? ¿Cómo pudiste pensar en algo así?

Como una niña tras recibir un regaño de su madre, Lucy solo bajó la mirada, avergonzada y entristecida, pues su hermana mayor tenía un punto, quitarse la vida y hacerle daño a sus demás hermanas por aquella acción que estuvo a punto de concretar de no ser por Lynn? ¿en que estaba pensando?

No pudo evitar abrazarla también, solo sentía vergüenza ante su hermana, pues sentía un hoyo tan profundo en su corazón, que a pesar de que conservaba ese peluche que Lincoln le regaló, y que le ayudaba a aliviar el dolor, este parecía no irse, porque aún podía recordar el infierno que vivió, las caras de desprecio de la gente antes de ello, como sus amigos se alejaban de ella, cuando sus padres fueron arrestados, y cuando los separaron de Lincoln y de Lily.

Era demasiado para una niña como ella, hubiera deseado haber dicho la verdad antes cuando tapó el inodoro de la casa, a pesar de que su hermano la cubrió, dados los acontecimientos ocurridos, hubiera deseado ser ella quien haya recibido las burlas.

-..."snif"... "snif"... Lo... lo siento...-Dijo apenas audible, pero dado a que tenía su rostro cerca del de Lynn, porque aún no habían roto el abrazo, esta pudo escucharla.-Lo siento mucho.

Lynn consoló a su hermanita, y como si fuera una bebé, la tomó en sus brazos, se sentó en una roca que estaba ahí cerca, y la sentó en su regazo, haciendo que la mirara, Lucy se limpió una lágrima con el dorso de su mano.

-No... no quise hacerles más daño.-Dijo con tristeza.-Siento... siento tanto dolor en mi corazón... estar en la oscuridad... con frío, rechazada por todos, yo... yo no...

Aún con su flequillo, cerró sus ojos y volvió a bajar la mirada, avergonzada, más Lynn puso su mano en su mentón, haciendo que la mirara nuevamente.

-Lucy.-Dijo.-Se... (suspiro) créeme, para mi tampoco ha sido nada fácil.-Argumentó.-A pesar de que hemos estado bastante tranquilas estos últimos días... ... yo tampoco me he sentido bien.

Entonces la acomodó un poco mejor en su regazo, poniéndola frente suyo mientras Lucy escuchaba atentamente.

-Todo lo que nos ha pasado... verlas a ustedes sufrir por todo... solo me ha hecho sentir más culpable de lo que ya soy.-Dijo también con tristeza.-Pues fui yo la que empezó todo esto... "snif"... si no hubiera obligado a Lincoln a ir a mi partido, quizás nada de esto habría ocurrido.-Pausó un momento, tomando un suspiro.-No pasa un solo día en que no desee regresar en el tiempo, y arreglar las cosas... ... pensar que ha sido todo mi culpa ... y que por mi ahora nuestra familia está dividida...

Fueron sus palabras mientras su voz se quebraba y a su vez, ella aguantaba sus lágrimas, pues al ver a su hermana así de triste, al ser ella la mayor, necesitaba mostrarse fuerte, no por si misma o por mantener alguna apariencia, sino por su hermana menor, que necesitaba consuelo de alguien.

-Pero... no puedo cambiar el pasado, pero si puedo aprender de el.-Dijo limpiándose una lágrima.-y puedo cambiar mi presente, para tener un mejor futuro... y sé que ustedes también pueden, podemos hacerlo... pero mejor aún si lo hacemos.-Dijo tomando a Lucy de sus manos.-Juntas... como familia, como hermanas.

Unas palabras bastante maduras de la chica de ahora 15 años, ni Luna habría sido capaz de tal consuelo, pues Lynn, sintiéndose como la máxima responsable de las desgracias tanto de ella como de sus hermanas, vivió durante esos 4 años cargando un enorme sentimiento de culpa en su corazón, cosa que a pesar de tratarse de sentimientos negativos, tuvieron consecuencias que al menos trajeron algo positivo en ella, y eso fue hacerla madurar, algo que viniendo de una chica deportista, enérgica y orgullosa como ella, pocos se esperarían.

-Ti...tienes razón, Lynn.-Dijo Lucy, limpiándose sus lágrimas.-Por favor, perdóname.

Ella acarició el cabello de su hermana, brindándole consuelo, y Lucy se dejó querer, porque necesitaba ese sentimiento de afecto en aquel momento de debilidad, más cuando al abrir los ojos, teniendo su cabeza en el hombro de Lynn, pudo ver a cierta figura mirándola desde entre los árboles, dedicándole algunas palabras.

-¿Crees que olvidando lo que hiciste lo desharás?-Preguntó.-Estás equivocada, eres culpable, y es hora de que pagues, Lucy Loud, ¿por que no te suicidas de nuevo? cuando no esté nadie, al menos el mundo será un lugar mejor sin ti.

Pero la gótica no parecía intimidada, pero se aferró aún más al abrazo que compartía con Lynn, y al estar esa voz en su cabeza, con solo pensarlo pudo responderle.

-Todas somos culpables, pero sé que Lincoln no querría vernos así, el querría que sonriéramos, y que estemos juntas, como familia.-Respondió.-Yo tengo fe que algún día podremos vernos otra vez, y juntos, ni siquiera tu harás que nos echemos para atrás, pues no conoces lo que es el amor, Blame.

Y ella se desvaneció, no sin antes dedicarle una mirada de furia, pero a Lucy no le importó, solo le importaba estar con su hermana. Luego de un pequeño rato, ambas rompieron el abrazo y se pusieron de pie.

-Vamos a casa.-Dijo Lynn.-Las demás están desayunando, y podrían preocuparse por nuestra ausencia.

Lucy asintió.

-Pero...-Dijo ella.-¿Debería decirles la verdad de lo que intenté hacer?

-(Suspiro)... sería lo mejor.-Respondió Lynn.-Pero... cuando te sientas lista, estaré a tu lado.-Dijo.-Eso si, mientras más pronto, mejor.