Disclaimmer: Los personajes de la siguiente historia pertenecen a Clamp, si no fuese así, Sak y Shao serían novios desde el primer capítulo. La historia es de mi propiedad.
Summary: Porque ella tenía una palabra de la A a la Z para describirlo.
Capítulo dedicado a CarGian… ¡acertaste!
E de esencial
Llegué a mi departamento totalmente exhausta. Arrojé las llaves a algún rincón y sin siquiera esforzarme por hacer otra cosa, me lancé al extenso sofá de la sala a descansar mis miembros. Era lunes, un lunes demasiado agotar para soportar… si realmente al levantarme tenía ánimos para hacer algo, esas ganas se habían despedido de mí y saltaron al excusado.
Cerré los ojos, totalmente quieta, y escuché ese sonido tan espeluznante… el sonido del silencio. Ese que me acompañaba hacía ya una semana, y que aunque realmente no me molestaba, ésta vez solo me decía que estaba sola, completamente sola. Me recordaba que Shaoran se había ido.
La noche del domingo de la semana pasada, mientras ambos mirábamos una película abrazados y recostados en la cama que compartíamos, Shaoran me había anunciado que debía viajar a China, su país de origen, junto a su madre. La razón me la había explicado muy por encima, pero lo que sí me había aclarado era que el viaje sería por tiempo indeterminado. ¿Conclusión? Estaría sola, sin siquiera saber cuándo volvería a ver a mi novio.
Pensé en llamar a Tomoyo, pero al instante descarté la idea. Ya la había agobiado lo suficiente el fin de semana como para molestarla ahora, cuando seguro debía de estar ocupada en asuntos más importantes.
Pero simplemente no estaba acostumbrada a estar sola. A estar sin él, cuando hacía ya varios años que estábamos juntos y pocos meses que habíamos decidido rentar un departamento para nosotros solos.
Shaoran se había vuelto parte esencial de mi vida, por ende, lo estaba extrañando horrores.
Ya me había acostumbrado a despertar tarde, algo que jamás cambiaría en mí, y encontrarlo a él preparando el desayuno para los dos. Cuando no era así, y se iba antes de que me levantara, dejaba pequeñas notas esparcidas por el departamento, en aquellos sitios donde sabía que yo las encontraría… porque con el tiempo, Shaoran se había vuelto mucho más tierno, mucho romántico, pero sin dejar de ser el mismo callado y serio chico.
Generalmente, a excepción de los fines de semana, no coincidíamos para almorzar juntos, pero a la tarde, cuando volvíamos a reencontrarnos, solíamos salir a caminar, o mirábamos alguna serie o película, o leíamos algún libro juntos en la sala, o simplemente nos limitábamos a estar con la presencia del otro, sin faltar las conversaciones acerca de nuestros días. La cena, en cambio, era un momento íntimo y especial que siempre, sin excepción, pasábamos juntos.
-Como te extraño –susurré al aire sabiendo que nadie lo escucharía.
Tomé el comando de la televisión y la encendí en un intento de no estar ni sentirme tan sola, el más mínimo sonido de ésta volvía las cosas menos espeluznantes, un poco más reconfortante todo, aunque el agujero seguía sin llenarse. Díganme exagerada, que no era el fin del mundo, pero me sentía vacía sin su constante presencia a mi lado.
"¡Hey! ¿Qué tal está yendo el viaje? Por aquí todo normal… te extraño. Mándale mis saludos a Ieran, y tú cuídate.
Te amo."
Luego de escribir sobre la pantalla táctil de mi celular, mandé el mensaje a Shaoran. Extrañamente era la primera vez en toda la semana que le escribía. Él no lo había hecho, y eso solo significaba que estaba sumamente ocupado, por lo que no quería interrumpirlo… hasta ahora, cuando ya no aguanté la incertidumbre.
¿Y si le había ocurrido algo malo?
Tan pronto como el pensamiento se me atravesó por la mente lo eliminé. No era momento de pensar en cosas malas, a Shaoran no podría ocurrirle algo malo, era imposible. Él simplemente estaba ocupado con cosas importantes y era esa la razón por la cual no daba señales de vida. Debía tranquilizar mi mente, ya empezaba a estar paranoica y eso no era bueno para mí.
En el transcurso de la tarde me distraje completamente; hice las compras para el almuerzo, renté una vieja película que amaba, y finalmente cociné al compás de alguna canción pop pegadiza que daban en la radio.
Pero sin embargo algo estaba mal, y esta vez no podía negarlo: Mi novio no contestaba el mensaje y eso ya era sumamente raro de su parte.
Empezaba a sudar frío cuando el repentino sonido del timbre me sobresaltó, enviando a mi cerebro la señal de que debía contestar a la puerta. Allí, un hombre vestido con el uniforme que identifiqué como el de aquellos que trabajaban en la correspondencia, me saludó.
-Entrega para Sakura Kinomoto –dijo entregando una pequeña caja y una planilla-, por favor firme aquí –señaló.
Lo hice, y luego de corroborar que todo estuviera bien, se alejó con rumbo al ascensor, dejándome en silencio, con una caja entre mis manos, que contenía algo realmente desconocido para mí. La curiosidad fue mayor, por lo que pronto entré y me encontré desgarrando el papel que cubría todo.
Dentro, escondida entre muchos papeles picados, una pequeña caja de terciopelo esperaba a ser abierta. El corazón pareció detenerse en mi pecho. Busqué desesperada algún remitente, algo que me indicara de quien era el paquete, pero parecía no haber rastro de nombre alguno. Todo estaba resultando muy misterioso.
Con cuidado de no dañarla, la tomé entre mis finas manos y la abrí con extrema delicadeza, encontrando dentro una joya. Un pequeño anillo coronado con una hermosa esmeralda. Sentí como el aliento escapaba de mis pulmones y ahora, con más ímpetu que antes, deseaba saber quién era el responsable de aquel detalle tan grande.
El timbre volvió a sonar, sacándome de mis cavilaciones. Sin dejar el estuche, caminé hasta la puerta, sin preguntar ni ver quién era, y la abrí, creyendo que allí estaría el mismo hombre que hacía unos minutos. Cuan equivocada estaba.
-¿Shaoran? –pregunté incrédula al verlo.
-Hola, Sakura –saludó aún desde el umbral de la puerta-. Veo que has abierto ya tu regalo –pronunció mirando lo que sostenía aun entre mis manos.
-¿Qué? –pregunté sin entender, para luego recordar el anillo-. ¿Has sido tú?
-Claro, la idea era sorprenderte… y veo que lo he hecho –sonrió con autosuficiencia.
-Pero, ¿por qué?
-Lo vi hace unas semanas y supe que era ideal para ti –tomó el pequeño anillo y lo calzó en mi dedo anular izquierdo. Parecía hecho a la medida-. Lo compré inmediatamente y pensé que este era el mejor momento para dártelo. Yo mismo contraté al tipo de hace unos minutos.
-No tenías porque regalarme algo tan caro, Shaoran. Es encantador, pero creo que es demasiado.
-Para mí ningún regalo será suficiente.
Sin perder más tiempo me arrojé en sus brazos. Automáticamente me llene de su calor corporal que tanto había extrañado esa semana, aspiré su aroma, y me sentí completa nuevamente. Quería que ese momento durase toda la vida, se sentía tan bien.
-Te he extrañado muchísimo. No habías escrito ningún día, me estaba preocupando –dije regañándolo.
-Lo lamento, realmente estuve complicado –explicó-. Además si contestaba tu mensaje corría el riesgo de que sospecharas que ya estaba aquí.
-¿Por qué lo sospecharía?
-Sakura, eres distraída pero por alguna razón, pareces saber todo al mismo tiempo.
Sonreí ante el cumplido y besé suavemente sus labios, sintiendo la calidez y suavidad que siempre me transmitían. Definitivamente él estaba aquí… y no necesitaba absolutamente nada más para estar completamente feliz.
-Nunca me dejes, Shaoran –susurré-. Ya eres esencial en mi vida –confesé con un tierno rubor en mis mejillas.
-Y tú lo eres en la mía, pequeña.
N/A: Buenos días, tardes, noches.
Antes que nada… Una lectora preguntó si realmente iba a escribir de la A a la Z… por si el título no ha quedado claro e incluso las notas que escribí en los primeros capítulos no han quedado claras: Sí, va a ser de la A a la Z, un capítulo por letra. La misma lectora planteó el hecho de que "debería meterle prisa". Lamento decir que eso no va a ser posible. Creo yo, (y en mi opinión) que voy bastante bien con los tiempos… subo capítulo día por medio sin falta, no puedo hacer milagros, así que no los pidan… lo lamento pero no puedo conformar a todo el mundo.
Por otra parte y volviendo a lo que es realmente importante, ¿qué tal les pareció? Espero que les haya gustado. Ha estado un poco más corto, pero recuerden que eso va a ir variando dependiendo el capítulo, no se asusten.
Este capítulo lo relata la Sakura del "presente" por así decirlo de alguna forma. Una Sakura que por lo que se plantea ya terminó la preparatoria y vive con Shaoran. Si están en la universidad, trabajando o lo que sea, aun es un misterio… pero que de a poco vamos ir develando.
Shaoran me desarma por completo cuando se pone extremadamente cursi… porque aunque sea un seco y un bruto, con Sakura se vuelve un romanticón de primera. ¡Exijo mi Shaoran!
¡Gracias a todas aquellas personitas que siguen comentando! Las adoro :*
Próximo capítulo la F ¿Pista? Es una característica muy distintiva del castaño. Recuerden que a quien adivine será dedicado el capítulo.
Besos sabor a coco,
LadySuzume-Chan.
