Disclaimmer: Los personajes de la siguiente historia pertenecen a Clamp, si no fuese así, Sak y Shao serían novios desde el primer capítulo. La historia es de mi propiedad.
Summary: Porque ella tenía una palabra de la A a la Z para describirlo.
Capítulo dedicado a: navesa77; Guest; Maria Angel SH; serenity-princess; roxelanali; Aien Li; Ishy-24; Naty-chankawaii; ValSmile; Coraline T; DianaMounr; Sakura Kinomoto Amamiya 26; Sofitkm; cyna; CarGian; FLEER 99; Ale; chococat825 y julietamarilyn.
K de Kerberos
Amaba a los gatos más que a mi propia vida. Tal hecho desencadenó que, luego de suplicas, y por fin logrando convencer a mi padre, éste accediera a comprarme uno para el día de mi cumpleaños número diecinueve. Había aparecido esa misma mañana con una diminuta caja que parecía tener vida propia. Dentro de ésta, un diminuto e inquieto gatito, que al primer instante logró robarse mi corazón.
Kerberos era la cosa andante, inquieta, glotona, peluda y más tierna que jamás pude tener, y estaba totalmente enamorada y embobada con aquel gato. Era de un hermoso tono dorado, con la punta de sus diminutas patas en color blanco, como si de guantes se tratasen. Tenía unos llamativos ojos amarillos, la nariz sonrosada, y emitía adorables ronroneos cuando le acariciabas detrás de la oreja. Era encantador por donde lo mirara, pero alguien no opinaba lo mismo.
—Saca a ese asqueroso animal de la habitación, Sakura.
— ¡Shaoran! —exclamé—. No es un asqueroso animal. ¿Verdad, Kero? —pregunté hablándole al gato que se había aventurado a entrar a la misma habitación en donde se encontraba mi novio.
— ¿Kero? ¿No se llamaba Kerberos eso?
—No le digas eso, es un gatito, Shaoran —tomé en brazos al diminuto animal que pedía por caricias—. Y si se llama Kerberos, pero es muy pequeño y le queda mejor Kero.
—Yo creo que está demasiado gordo —dijo mirándolo con desprecio.
— ¿Quién es el gatito más lindo y glotón? ¡Eres tú! —y como si entendiera lo que decía, maulló pareciendo divertido—. ¿Quieres alzarlo?
—Yo pref-
Pero antes de que pudiera negarse como sabía que lo haría, lo deposité en su regazo. Ambos, el gato y Shaoran, parecieron quedarse estáticos sin querer mover un solo centímetro sus cuerpos.
— ¿Qué les ocurre?
—Este gato no es de fiar, Sakura. Yo sé por qué te lo digo —dijo Shaoran mirándome con súplica, queriendo que saqué a Kero de encima suyo.
— ¡Eres todo un chiquillo, Li! —exclamé—. Iré por algo de comer. Quédense aquí y no hagan desastres.
Habiendo dicho eso, pareciendo más una madre regañando a sus dos hijos que una chica hablando con su novio y su gato, salí de mi habitación con rumbo a la cocina, en busca de algo para saciar el hambre que me estaba consumiendo. Mi hermano estaba allí, tomando una taza de café mientras leía el periódico.
— ¿Y el mocoso? —cuestionó al verme entrar sola—. Sabes que no me gusta que ande merodeando por la casa solo.
—No es un mocoso, es Shaoran. Y no es un delincuente, Touya, es tu cuñado —le expliqué mientras buscaba alguna fruta en el refrigerador—. Está en mi habitación, cuidando de Kero hasta que suba.
—Si en algo concuerdo con el mocoso, es en que ese gato es una abominación.
— ¡Touya! ¿¡Tú también hablarás mal de él!?
—Ese gato es diabólico, Sakura. Tú porque eres una despistada, además únicamente contigo se comporta como un ángel —hizo una pausa y una sonrisa maliciosa se asomó por sus labios—. Aunque si has dicho que está arriba con el mocoso, quizás cuente con suerte y haga el trabajo sucio por mí.
—Es un gatito, Touya. No un asesino —suspiré resignada—. Deberías dejar de ver tantas series y películas.
Con dos manzanas en mis manos, y un recipiente con comida para Kerberos, subí por las escaleras hasta mi habitación, que se encontraba demasiado silenciosa para mi gusto. Quizás Touya podía llegar a tener razón, y aquello podría convertirse en una masacre. O quizás yo estaba perdiendo la cabeza e imaginaba cosas demasiado increíbles.
Me detuve en el umbral de la puerta, porque sabía que si interrumpía la imagen que estaba viendo, no la vería nunca jamás en toda mi existencia y la de los dos seres dentro de mi habitación.
Shaoran seguía sentado exactamente en el mismo lugar, tal y como estaba cuando minutos antes había salido hasta la cocina. Kerberos, al igual que él, no se había movido en lo absoluto, permaneciendo quieto, sentado sobre su regazo. Y lo extraño no era eso, sino la mirada que ambos compartían, porque realmente no exagero cuando digo que entre esos dos parecían mandarse pensamientos asesinos. Casi y hasta podía ver como saltaban las chispas.
—Ustedes dos sí que actúan extraño.
Con mis palabras saqué a Shaoran de su guerra visual, logrando que me mirara a mí, distrayéndolo. En un lapso de lo que fueron dos segundos, Kero pareció volver a la vida, saltando sobre sus patas traseras, para así poder llegar al rostro del castaño, donde depositó un rasguño que a más de uno dolería.
— ¡Gato del demonio! —gritó, mientras Kerberos escapaba de sus garras, pasando por mi lado saliendo de la habitación—. ¡Lo ves! —aulló—, ese gato me odia, y el sentimiento es mutuo.
—Ha sido un accidente —traté de tranquilizar acercándome a analizar su mejilla—. Debería ir por el botiquín al baño. Se te puede infectar —porque esta vez sí que Kero se había pasado de la raya.
Busqué lo necesario, y mientras curaba la herida, que era más pequeña de lo que parecía, y soportaba a un Shaoran quejándose por el ardor, el pequeño gatito acusado de ser dañino para la salud física y mental de mi novio, hizo su aparición, asomándose tímidamente por el umbral de mi habitación.
— ¡Kerberos, ven aquí! —ordené, y él, tan obediente como siempre lo era conmigo, se acercó lentamente hasta mis pies—. ¿Qué es lo que has hecho? ¿Te parece a ti correcto arañar a las personas? —maulló levantando la cabeza, mirándome con sus amarillos ojos que me enamoraban. No aguanté mi enojo ni un segundo más—. ¡Mira lo que eres! ¡El más adorable de los gatitos! ¿Quién es un Kero bueno? ¿Quién lo es?
—Esto es el colmo —pronunció Shaoran mirando la escena perplejo—. Quieres más a ese macabro gato que a mí.
—Kero no te ha querido hacer daño, ¿verdad, Kero? —volvió a maullar—. No tienes por qué ser tan malo con él, Shaoran.
—Perfecto —ironizó—, ahora no solo tengo que lidiar con cualquier tipejo que se atreve a mirarte o dirigirte la palabra, sino que también con un estúpido gato.
— ¿Quién te mandó a ser el novio de la loca de mi hermana? —preguntó Touya haciendo una repentina aparición por el pasillo—. Te has metido en la boca del lobo.
— ¡Oigan, estoy aquí por si no recuerdan! —miré a mi hermano—. ¿Y tú desde cuando lo defiendes a Shaoran?
—Desde que siente la misma repulsión por la bola de pelos que tienes en brazos. ¿Vamos por unas cervezas, Li?
Y lo que más me había sorprendido del día no fue el hecho de descubrir que todos parecían odiar a mi nuevo gato, y que mi gato odiase a todo el mundo excepto a mí. Lo que más me había sorprendido, dejándome literalmente con la boca abierta, fue que Touya hubiese invitado a Shaoran a beber unas cervezas, y peor aún, que Shaoran hubiese aceptado.
Había días en los que realmente mi entorno parecía ponerse patas para arriba. Y esta vez había sido por la llegada de mi inocente Kerberos.
N/A: Buenos días, tardes, noches.
¡Menos azúcar y más situaciones extrañas en la vida de nuestros castaños!
No pude no imaginar la situación de esa forma. Kero odiando a Shaoran, Shaoran odiando a Kero, Kero odiando a Touya, Touya odiando a Kero, Kero amando a Sakura, Shaoran yéndose con Touya, Sakura perpleja, todos celosos, yo con ojeras (?
Solo espero que les haya gustado el capítulo, mis pequeñas y bellas criaturitas. ¡No olviden dejarme su tan hermoso y siempre bienvenido review! :*
El siguiente capítulo será, claro está, la L… peeeeeero esta vez tendrán que disculparme. No podré dejar pista porque sinceramente aun no me decido sobre que palabra tratará, estoy entre dos y realmente no sé sobre cual escribir. Igualmente son libres de hacer el intento de adivinar.
He dejado mi twitter (en donde no me conocerán como Suzu, sino como Mar) en mi perfil por si quieren comunicarse conmigo por ese medio. No tiene nada interesante realmente, publico idioteces generalmente, mostrando mi odio hacia el mundo (? Aunque también suelo publicar fragmentos de las cosas que voy escribiendo.
Como siempre, gracias.
Besos sabor a bananas,
LadySuzume-Chan.
