Disclaimmer: Los personajes de la siguiente historia pertenecen a Clamp, si no fuese así, Sak y Shao serían novios desde el primer capítulo. La historia es de mi propiedad.
Summary: Porque ella tenía una palabra de la A a la Z para describirlo.
Capítulo dedicado a: navesa77; cyna; Ale; DianaMounr; RoseWhitPotter17; Cloudy Nights; TommyZombie-chan.
M de motocicleta
—Estás demente si crees que subiré contigo.
— ¡Vamos, Sakura! No será tan malo.
—Claro que lo será —insistí—, ¿te imaginas si me viera mi padre o mi hermano? ¡Me asesinarían!
—Nadie te verá, no seas tan perseguida. Además —agregó—, estoy seguro que mueres por dar un paseo.
— ¿A la velocidad a la que siempre manejas? En verdad estás loco si crees que subiré en esa motocicleta contigo, Shaoran.
—Será divertido —prometió—. No andaré muy rápido y tampoco iré por los lugares que frecuentan Fujitaka y el imbécil de tu hermano.
—No lo sé, sabes que me da miedo.
Shaoran estaba sentado en su motocicleta, que tan imponente me había parecido siempre, y con la cual siempre asistía a la preparatoria. Yo, a un palmo de distancia suyo, veía lo bien que lucía en esa pose tan despreocupada. Parecía el chico malo de una película romántica, y yo la inocente chica que se negaba al placer de subirme tras de él para pasar mis manos por su trabajado estómago, a la vez que sentía como el viento despeinaba mis cabellos.
Como una tierna caricia, tomó mi mano sutilmente y me acercó a si, para luego rodear mi cintura con su brazo, sintiendo como una descarga eléctrica ocurría en todo el tramo de mi cuerpo que él tocaba. Shaoran jamás dejaría de tener ese efecto en mí.
— ¿En verdad crees que yo andaría rápido sabiendo que voy contigo? —preguntó suavemente—. Sé que crees que soy un salvaje, pero no te pondría en riesgo a ti. Anda, sube, que quiero llevarte a un lugar que te encantará.
Pese a que la parte racional en mí gritó que no lo hiciera, no pude evitar hacerle caso y dejarme llevar por sus palabras, sabiendo que lo que él decía era cierto, que todo estaría bien. Y con una fuerte inhalación para tomar las fuerzas suficientes que necesitaba, me monté en aquel vehículo que tanto adoraba mi novio, y esperé a qué, lo que tenía que suceder, suceda.
En el momento en que sentí como la motocicleta arrancaba, siendo anunciado por el rugido del motor, mis brazos se cerraron con más fuerzas alrededor de Shaoran, quien solo rió ante lo infantil y sumamente aterrada que me debía ver en ese momento.
Y de pronto sentí como el viento golpeaba contra mí, y sin la necesidad de abrir los ojos, supe que ya estábamos en camino al lugar al que el castaño quería llevarme. Mis cabellos se arremolinaban y temía que la falda del instituto se rebelara también, mostrando cosas que me avergonzarían a más no poder. Y aunque pensaba que aquello sería imposible, hasta podía llegar a creer que todo mi cuerpo saldría volando por los aires.
Sin embargo, Shaoran mantuvo su promesa y no condujo a las velocidades de vértigo a las cuales se sometía a sí mismo, que en sí, eran la principal razón por la que jamás antes lo hubiese dejado llevarme a cualquier lugar por más cercano que fuese.
Manejó durante varios minutos, quizás horas, o quizás no; había perdido la noción del tiempo tratando de concentrarme únicamente en la sensación de estar tan cerca de él. No hablábamos porque no nos escuchábamos por el ruido de la motocicleta, del viento y de todo a nuestro alrededor, por lo que tampoco pude preguntarle a donde es que nos dirigíamos.
Tiempo después lo sentí frenar, y finalmente pude sentir que todo a mí alrededor también se detenía. El vértigo en mi estómago me dio tregua y me animé a abrir mis, hasta ahora, cerrados ojos, encontrándome con que estábamos demasiado alejados de la ciudad, en un lugar al que nunca antes había ido porque por donde mirara, todo me parecía sumamente desconocido.
— ¿Dónde estamos? —pregunté aun sin soltarlo.
—Ya verás.
Bajó con un movimiento que me pareció de lo más sensual, para luego ayudarme a mí mientras bromeaba acerca de lo despeinada que me veía y de lo muy desacomodado que tenía el uniforme del instituto.
—Si hubiésemos ido hasta mi casa podría haberme cambiado por algo más cómodo —le respondí.
—Si hubiésemos ido hasta tu casa, lo más probable es que estuviese tu hermano y no hubiéramos podido venir —contradijo—. Y si hubiéramos contado con la suerte de estar solos, seguro hubieras encontrado la excusa para no querer venir.
—No es cierto —le dije cruzándome de brazos.
—Claro que sí, te conozco demasiado.
Deshizo mi pose ofendida, pasando sus manos por mi cintura para acercarme y robarme un sutil beso que robó mis suspiros y logró hacerme olvidar todos mis pensamientos coherentes. Sonreí como idiota, al igual que Shaoran, quien luego tomó mi mano para guiarme fuera del camino, metiéndonos en lo que parecía ser un pequeño bosquecillo.
La hierba no estaba alta, apenas y llegándonos hasta los tobillos, y las hojas caídas, muestra de que estábamos en otoño, se hacían ver por toda la superficie, acompañándonos con el crujir que hacían cuando las pisábamos en nuestro camino hacia quien sabe dónde.
— ¿Me dirás a dónde es que vamos?
—No seas ansiosa, Sakura
Bufé molesta por tanto misterio. Y no es que no me gustaran las sorpresas, es solo que cuando la curiosidad me picaba, no había nada que pudiera hacer para tratar de saciarla. Él parecía divertido ante mi actitud, sin embargo no dijo nada y siguió guiándome entre los árboles, con la promesa de que estábamos cerca de nuestro destino.
Minutos después, un claro se abrió frente a nosotros, donde el sol alcanzaba el suelo sin ningún impedimento; en medio, una preciosa laguna de agua cristalina, donde algunos patos salvajes navegaban sin inmutarse por nuestra presencia.
—Es precioso —dije rompiendo el mágico silencio—. ¿Cómo has encontrado éste lugar?
—Lo conocía ya hace un tiempo y me pareció que te gustaría conocerlo a ti también.
—Es realmente hermoso.
Nos sentamos a la orilla y permanecimos así, en completo silencio y en la compañía del otro durante un largo rato, tan solo admirando el paisaje, oyendo el graznar de las aves y el ruido de las hojas cuando eran elevadas por el viento. Y aunque quise permanecer allí otro rato más, Shaoran creyó que lo más prudente sería volver antes de que anochezca, para evitarnos el frío que hacía cuando el sol bajaba. Y también evitarnos ambos el sermón que daría mi hermano.
Y ahí fue cuando el drama volvió a iniciar.
—Sakura, llegamos en la motocicleta sin ningún tipo de problema, ¿qué sucede ahora?
—Tengo miedo.
—Pero, ¿por qué? Realmente no te entiendo —dijo un tanto frustrado mientras esperaba a que me dignara a subir nuevamente.
—No sé, aunque me haya subido una vez me sigue dando miedo, ¿y qué ocurre si nos accidentamos? —pregunté miedosa.
—No habrá ningún accidente. Ahora sube, que si nos tomamos demasiado tiempo, empezará a refrescar… Y por lo que veo esa falda tuya no cubre demasiado.
Completamente inhibida de que Shaoran estuviese analizando el largo de mi falda y por ende, mis piernas, tomé coraje rápidamente y me situé detrás de él, tomándolo con fuerza como había hecho en el viaje anterior. Encendió la motocicleta e hizo rugir el motor fuertemente antes de voltear un poco para poder hablarme.
—Esta vez conduciré más rápido, no queremos perder tiempo, ¿verdad? —dijo divertido.
La sangre abandonó mi rostro. Quise responderle, pero ya era demasiado tarde y no me quedó de otra que agarrarme fuertemente a él y esperar a que se compadeciera de mí. Pude ver como todo a nuestro alrededor iba quedando atrás a rápida velocidad; el viento volvía a hacer su trabajo despeinándome y desacomodando mi ropa.
En pocos minutos el camino de tierra fue reemplazado con una carretera asfaltada que ayudó a que Shaoran pudiera aumentar la velocidad, pasando entre los demás coches, perdiéndolos y ganándonos algún que otro bocinazo de los conductores prudentes.
Quise gritarle que se detenga, pero no lo hice. En cambio decidí intentar eliminar ese miedo que le tenía al vehículo, intentar encontrar que era lo que tanto le atraía a Shaoran como para amar andar a altas velocidades sin importarle mucho nada.
Y no hizo falta que lo meditara durante demasiado tiempo para descubrirlo. El resto de los vehículos perdiéndose detrás de nosotros, el viento golpeando mi rostro haciendo que entornara los ojos, la sensación de vértigo al girar con tanta velocidad. Todo aquello lograba que la adrenalina corriera por la sangre y no había una sensación más excitante que esa. Cerré los ojos, aflojé el agarre liberando a Shaoran y simplemente dejé todo fluir. Dejé que la adrenalina se apoderase de mí, para así descubrir que andar en motocicleta no era tan malo después de todo.
Y ahora entendía porque a mi novio le gustaba tanto. Nada se comparaba a sentir como el viento te despeinaba a su modo.
N/A: Buenos días, tardes, noches.
Aquí reportándome con nuevo capítulo.
¡Muchas gracias a todos por sus buenos deseos! Me alegraron el día y la semana completa, haciéndome sonreír como tonta :B Tengo las mejores lectoras.
Vuelvo a aclarar: solo se permitirá que "apuesten" dos palabras, en caso de escribir más tomaré únicamente como válidas las dos primeras.
No hay mucho que decir sobre el capítulo, solo que envidio a Sakura… yo también quiero abrazar a Shaoran se esa forma ¬/¬
Gracias por su apoyo y sus opiniones, ¡no duden en seguir dejándome sus reviews!
Besos sabor a peras,
LadySuzume-Chan.
