Disclaimmer: Los personajes de la siguiente historia pertenecen a Clamp, si no fuese así, Sak y Shao serían novios desde el primer capítulo. La historia es de mi propiedad.

Summary: Porque ella tenía una palabra de la A a la Z para describirlo.


Capítulo dedicado a: Sakura Kinomoto Amamiya 26; navesa77; DianaMounr; Alice2512; Sofitkm; RoseWhitPotter17; Ale; Kyary-Chan13; Cuarm SW; CarGian.

O de orgulloso

— ¿Kinomoto? —dejé de leer los apuntes de historia para prestar atención a la persona frente a mí—. ¿Puedo preguntarte algo?

El chico en cuestión era compañero mío del salón en la preparatoria. Era bastante amigable y extrovertido por lo que sabía, pero nunca habíamos hablado más que algunas palabras para saludarnos. Sin embargo ahora era diferente; ambos estábamos en la biblioteca estudiando para el examen de historia, y yo estaba siendo su tutora a pedido suyo.

—Claro que sí, Sora —le respondí sonriente—. Y ya te he dicho que puedes llamarme por mi nombre.

—Está bien, Sakura.

Y así estuvimos las siguientes dos horas. Ambos leíamos, él me preguntaba sus dudas, y yo se las intentaba esclarecer de la mejor forma posible. Era la primera vez que ayudaba a alguien a estudiar, por lo que estaba tratando de hacer mi mayor esfuerzo, después de todo, los resultados de sus futuros exámenes estaban dependiendo, de una manera indirecta, de mí.

Cuando sentimos que nuestro cerebro no podría retener más información, dimos por terminado el día de estudio, despidiéndonos y arreglando para volver a juntarnos el lunes próximo, dejando libre nuestro fin de semana. Él se fue rápidamente, y antes de poder siquiera emprender el camino a mi casa, fui sorprendida por Shaoran, quien no tuvo mejor idea que asustarme.

— ¡Dios, Shaoran! —exclamé agarrando mi pecho en un intento de que mi corazón no se me saliera—. Un día de estos me matarás si sigues apareciéndote de esa forma.

—Eres una exagerada, Sakura —se mantuvo en silencio unos segundos, mirando en la dirección en la que Sota se había dio—. ¿Quién era ese? —preguntó tan o más cortante de lo normal.

—Te conté acerca del compañero al que le estoy dando apoyo en historia, claramente no me escuchas cuando te hablo —suspiré y empecé a caminar siendo seguida por mi amigo—. ¿Vendrás a casa a cenar? No estará Touya —él asintió.

— ¿Y ustedes dos tienes algo?

— ¿Qué clase de pregunta es esa, Shaoran? —lo miré extrañada—. Somos compañeros de estudio solamente. Y si tuviéramos algo no le veo el problema —su ceño se frunció automáticamente y entendí todo al instante, por lo que no pude evitar reír a carcajadas—. No lo puedo creer, ¿el gran Shaoran Li está celoso?

—¿Qué? ¡No! —dijo rápidamente con un claro gesto de pánico—. ¡De dónde sacas tú esas locas fantasías! Es imposible que esté celoso. Eres mi amiga y solo te estoy protegiendo de los malintencionados.

—¿Malintencionados? —pregunté alzando una ceja—. Sora no es ningún malintencionado.

—Ese dices tú.

—Además —agregué ignorándolo—, ahora que lo dices, creo que podría invitarlo a tomar un helado.

—¿¡Qué?! —exclamó alzando demasiado la voz—. ¿Acaso no me oyes? No permitiré que eso suceda, Sakura.

—¿Por qué no?

—Por qué no y punto.

—Sabes, eres un orgulloso de lo peor que no quiere admitir que se está muriendo de celos.

Di por terminada la absurda discusión en ese mismo instante, y aceleré el paso, aunque sabía que Shaoran me seguiría por detrás sin perder el ritmo. Podía escucharlo maldecir y refunfuñar cosas que estaban lejos de ser entendibles, pero poca importancia le di.

Si bien me halagaba que él se pusiera celoso a la sola mención de cualquier chico, cuando se ponía en su plan de orgulloso desquiciado y demandante, tenía reales ganas de gritarle un par de verdades en la cara hasta que admitiese lo que le pasaba, que claramente era una invasión de celos, porque otra cosa no podía ser capaz de ponerlo tan irritante.

Mi padre nos dio la bienvenida apenas hubimos llegado a mi casa. Como siempre, para él fue un gusto encontrarse con Shaoran, ya que lo creía un chico interesante con el cual siempre se podía tener una conversación amena, y en eso debía darle la razón a mi progenitor.

La cena resultó ser tranquila, y la mejor parte fue cuando Fujitaka sacó del refrigerador un pastel de frutillas que él mismo había cocinado esa tarde. Era mi favorito y lo degusté sin importarme nada más. Luego mi padre se dirigió a su despacho para seguir trabajando, y mientras yo lavaba toda la vajilla, Shaoran se dispuso a buscar alguna película ya que, al parecer, en sus planes estaba quedarse hasta tarde.

—No es de terror, ¿cierto? —pregunté mientras me acomodaba en el sofá.

—Por supuesto que no, no soy tan mal amigo —respondió sentándose a mi lado.

Minutos después descubrí que era una comedia. No era la primera vez que la miraba, ya que esa misma película era, quizás, mi favorita y también la del castaño, por lo que siempre que teníamos la oportunidad, preferíamos verla a tener que arriesgarnos con algún film de bajo presupuesto.

—Sakura —llamó en medio de la trama—, ¿en verdad le pedirás a ese chico de salir?

—Si tú admites que estás celoso, yo no iré con Sota a ningún sitio —propuse esperando, de esa forma, que Shaoran me dijera la verdad.

—¡Qué no estoy celoso!

—Encima de celoso, eres un orgulloso por no admitirlo —dije cruzándome de brazos.

—No soy un orgulloso, Sakura.

—Eres tan orgulloso que ni siquiera vas a admitir que eres orgulloso.

Siguió refunfuñando durante el resto de lo que duró la película, y hasta el momento en el que se fue de mi casa, lo seguía haciendo. Shaoran Li podía ser tan testarudo y cabeza dura que de seguro ni él mismo sería capaz de soportarse cuando se ponía en ese plan.

El lunes llegó rápido y luego de que las clases terminaran, me dirigí a la biblioteca donde Sora me esperaba en el lugar que ya habíamos declarado como nuestro. Estuvimos allí dos horas, estudiando durante la primera, notando los progresos que estaba teniendo él; conversando durante la segunda, acerca de cómo había ido nuestro fin de semana y que planes teníamos con respecto a lo que quedaba del día.

Y ahí fue cuando él mismo, sin que yo mencionara algo de la escenita montada por Shaoran, me propuso ir por un helado cuando saliéramos, con la excusa de aprovechar el tiempo y distendernos un poco luego de tantas fechas y guerras que habían pasado hacía ya unos centenares de años, y que teníamos que estudiar para el próximo examen.

Disfruté de una tarde diferente a las demás. Sora era muy simpático y claramente muy bueno para las conversaciones. Además, en ningún momento insinuó que la salida era con algún fin romántico, lo cual me alivió muchísimo, ya que ya empezaba a considerarlo un muy buen amigo.

Unas horas más tarde me acompañó hasta la esquina de la calle de mi casa, donde nos despedimos para luego cada uno seguir por su camino. Y allí encontré a Shaoran, sentado en las escaleras de entrada de mi puerta, pero el hecho no me sorprendió. No era la primera vez que hacía eso.

—¿Qué tal, Shaoran? ¿Vienes a cenar? —pregunté curiosa.

—Has salido con él —fue más bien una afirmación que una pregunta, sin embargo igualmente asentí—. ¿Saldrán de nuevo?

—No lo sé.

—¿Te gusta ese chico?

—No lo sé —repetí mi respuesta mientras entraba a la casa—, tal vez sí, quien sabe —y aunque aquello era mentira, Shaoran no lo sabía, y claramente no lo sabría hasta que él dejara de lado su orgullo.

—Mierda, Sakura —maldijo—. No puedes salir con ese chico, no puedes salir con nadie.

—¿Y quién eres tú para decirlo? Yo haré lo que quiera con quien quiera —dije tan testaruda como él podía serlo muchas veces.

—¿Estás jugando verdad? —escupió la pregunta—, haces esto para que reconozca que estoy celoso, ¿y sabes qué? ¡Estoy malditamente celoso!

No pude evitar lanzar un "awww" ante su declaración tan poco romántica, ya que, éramos amigos después de todo y aquello estaba lejos de ser una declaración romántica. Sin embargo en ese momento morí de ternura al saber que, mi mejor amigo, estaba celoso de que yo me frecuentara con otros chicos y que, además, había dejado su tonto orgullo de lado para decírmelo

—¿Ves que no hace mal dejar el orgullo de lado? ¡Mira! Hasta y te has sonrojado —señalé sus mejillas tiernamente coloreadas, mientras guardaba la imagen mental de ese momento.

—No empieces con eso otra vez, Sakura.


N/A: Buenos días, tardes, noches.

Lo sé, el título es O de orgulloso, pero sería más bien una O de Orgulloso/CelosO (?... y es que no pude evitar plantear el capítulo de ésta forma, amo cuando se pone en plan celoso posesivo.

Sakura es toda una malvada. En verdad hace enojar a nuestro castaño, pero como premio siempre se lleva los adorables sonrojos de él. Es tan estúpidamente cute.

¡Buena noticia! Estoy en vacaciones, y si bien debería aprovechar para estudiar, también usaré parte de mi tiempo libre para dormir (oh, sí) y para escribir y escribir y escribir. Intentaré adelantar capítulos de ésta historia, quizás comience a escribir algunos desde el punto de vista de Shaoran (aunque aun no los subiré) ya que tengo varias ideas rondando para determinadas letras. También estoy trabajando en un proyecto nuevo, pero no para fanfiction… así que, claramente, mis vacaciones serán dedicadas a la escritura.

Muchas gracias a todas por leer y por dejarme sus bellos comentarios que tanto me gusta recibir, leer y responder :)

Próximo capítulo la P: Es algo que Shaoran es con Sakura todo el tiempo.

Besos sabor a pomelo,

LadySuzume-Chan.