Disclaimmer: Los personajes de la siguiente historia pertenecen a Clamp, si no fuese así, Sak y Shao serían novios desde el primer capítulo. La historia es de mi propiedad.
Summary: Porque ella tenía una palabra de la A a la Z para describirlo.
Capítulo dedicado a: Giselle Jay; Katya1710; Maria Angel SH; roxelanali; Sakura Kinomoto Amamiya 26; THEanimeGIRLS; Alice2512; Solchu02; DianaMounr; Ishy-24; parrazal30; Lizzie McCartney; Evyleen Ianlev; TommyZombie-chan; Eri eri-chan; Ale; Naty-chankawaii; Cubitho; Sofitkm; MoritaAzul; CarGian; RoseWhitPotter17.
U de único
Un día más de universidad había terminado. Durante todo el camino al departamento no pude evitar pensar lo agotadores que estaban resultando ser los últimos días. Había empezado nuevamente a cursar mis clases, Tomoyo seguía haciendo mil y una pruebas con el vestido de novia, mis amigas de la secundaria –a las cuales no veía tan seguido– exigían un poco de mi tiempo, y Shaoran estaba extrañamente histérico, lo que hacía que la histérica terminase siendo yo.
Pasé por una panadería en busca de algo dulce para comer para acompañar el café que me prepararía apenas arribara. Eso era lo que necesitaba, café, azúcar, algún libro que habría abandonado y quizás buena música de fondo; tiempo para mí misma. Shaoran no llegaría sino hasta después de la cena, por lo que tendría bastante tiempo libre y aunque sonara horrible decirlo, estaba feliz de estar sola por algunas horas.
Al llegar, lo primero que hice fue poner algo de música para acabar con el silencio sepulcral que inundaba el lugar a esas horas. Ya con el acompañamiento musical me di un merecido baño, para luego vestirme cómodamente con una camisa que me había apropiado de mi futuro marido. Con el agua calentándose en la cafetera y un libro en mi mano, del cual había leído tan solo tres capítulos, me dispuse a pensar mirando el poco interesante techo.
Era extraño recordar cómo se habían dado las cosas, cómo con lo que pareció ser de un día para el otro, el chico que me ignoraba en los recesos de la preparatoria terminó siendo mi prometido y el futuro hombre con la cual pasaría el resto de mi vida. Era muy extraño recordarlo, pero era lindo hacerlo.
Pensar en todos los buenos momentos, y también en los malos que habíamos pasado juntos. Como, a pesar de las discusiones, peleas y separaciones, siempre habíamos encontrado la forma de salir adelante. Juntos.
Debía admitir que era una chica con suerte, mucha suerte. Había encontrado el amor en mi mejor amigo, ése que conocía tanto mis defectos como mis virtudes, y que no me juzgaba por ninguna de las dos cosas. Había terminado completamente enamorada de ese chico que me molestaba y también me protegía; que borraba mis lágrimas y provocaba mis risas. El que siempre estuvo conmigo a pesar de que le dijera que se alejase.
El sonido del agua hirviendo sonó por todo el departamento, pero lo ignoré.
Debía admitir que éramos una pareja dispareja, porque sí, lo éramos. Pero esa era nuestra forma de complementarnos. Una vez había leído una frase en una revista que decía que "dos piezas iguales no pueden completar el rompecabezas", y era muy cierto. Shaoran era alto, yo enana; él tenía un humor ácido, el mío era sano; él permanecía más bien serio, mientras que yo sonreía casi todo el tiempo; él era introvertido, introspectivo y antisocial, en cambio yo era extrovertida, charlatana y amigable con todo el mundo. Él era el rebelde y yo la sensata. Él era Shaoran y yo Sakura, y así era como nos complementábamos.
Juntos éramos un perfecto rompecabezas. Y habíamos tenido la suerte de encontrarnos el uno al otro.
—Ya llegué —anunció el dueño de mis pensamientos en los segundos siguientes—. Hola, Sakura —sonrió—, pude liberarme temprano del trabajo.
—Hola, Shaoran —sonreí y besé la punta de su nariz en un gesto tierno antes de que se fuera a la cocina. El libro en mis manos no había sido leído, y no recordaba que era lo que había sucedido con mi café.
—Enana —llamó Shaoran—, ¿en dónde has tenido la cabeza hoy?
—¿Por qué lo preguntas? —cuestioné intrigada acercándome a él.
—Has puesto la cafetera a funcionar sin agua —dijo levantando el aparato para mostrarme que estaba completamente vacío—. No se ha descompuesto para suerte nuestra.
—En realidad —comencé, recordando lo que había sido de lo que iba a ser mi café—, tenía agua. Solo que me distraje y olvidé prepararme el café —sonreí inocente.
—¿Tampoco has escuchado el agua hervir? —negué y él suspiro—. Eres todo un caso.
—Es que ya te dije que estaba distraída.
Shaoran sonrió ante la infantil excusa que había puesto, mientras comenzaba a preparar café, comprobando que la cafetera anduviera bien y observando, atenta y exageradamente, que el agua no se evaporase como me había sucedido a mí. Con esta última acción él solo buscaba hacerme enojar.
Y así, tan concentrado como él estaba, yo aproveché para admirarlo secretamente. Seguía igual de atractivo que hacía unos pocos años, pero mucho más maduro, a diferencia del adolescente de antes. Su rostro seguía serio, pero con rasgos más masculinos; su espalda era un poco más ancha e incluso debía admitir que había crecido algunos centímetros. No eran tantos los cambios que había sufrido, pero por alguna razón desconocida, a cada día que pasaba yo lo encontraba más y más atrayente a mis ojos. Shaoran era único para mí.
—¿Me dirás en que estabas pensando para que te olvidarás del café? —dijo invitándome a pasar a la sala con un gesto de su cabeza—, ¿es con respecto a boda? ¿Ha pasado algo? ¿Necesitas que te ayude?
—No es eso —negué rápidamente tomando una de las tazas que tan bien olían—, los planes van perfectos. Tomoyo se encarga de ello así que estoy más que tranquila. Tan solo pensaba —me encogí de hombros y sorbí el café. Caliente.
—Cuanto misterio.
—Soy una mujer misteriosa, puedo tener mis secretos, ¿o no? —observé el justo momento en que Shaoran enarcó una de sus cejas con el semblante más serio de lo normal. No evité en lo absoluto reírme, y eso pareció extrañarle más—. Todas tus caras son dignas de fotografiar —dije finalmente mientras eliminaba los rastros de lágrimas producidas por la risa.
—Sakura, te encuentras particularmente extraña hoy —dijo mirándome como si me hubiese vuelto completamente loca.
—Perdón, son los nervios prenupciales —suspiré pero sin borrar la sonrisa de mi rostro—. Para saciar tu curiosidad, pensaba en ti, en mí; en nosotros.
—¿Y qué es lo que pensabas?
—Nada en particular. Recordaba las viejas épocas de amistad, los momentos más lindos que hemos vivido; lo importante que eres para mí —sonrió con autosuficiencia.
—Y cuéntame, ¿qué tan importante soy para ti?
—Eres lo más importante que me pasó en la vida, Shaoran. Eres el único al que amo y al que voy a seguir amando.
—¿Único, único? —preguntó besándome.
—Único, único —respondí perdiéndome en sus labios—, jamás existirá alguien como tú.
N/A: Buenos días, tardes, noches.
Heme aquí con el capítulo veintiuno, y tan solo quedan cinco, para alegría o tristeza.
Mi Shao es único, único, único y único, no sé si queda claro jajaja. No pude evitar imaginarme a la despistada de Sakura olvidando el agua hasta el punto en que toda terminara evaporada, me da ternurita :3
Espero que hayan disfrutado el capítulo (háganlo, quedan pocos D:) y no duden en hacérmelo saber :D
Algo que nunca dije, pero mejor tarde que nunca, gracias especiales a todas las lectoras que a pesar de no tener una cuenta en FF me dejan su review. Sepan que los leo y los valoro muchísimo, ¡me encantaría poder contestarles como lo hago con las demás!
También gracias a todas aquellas lectoras fantasmas que se están apareciendo :* Es importante para mí saber sus opiniones, después de todo la historia la escribo para ustedes, mis amadas lectoras.
Próximo capítulo la V, y no dejaré pista porque la anterior ha sido demasiado fácil jajaja.
He estado pensando en hacerme un feisbuk como escritora y así tener más "relación" con ustedes para hablar de esta historia, otras historias, de nuestros castaños y especialmente de Shaoran (baba), pero realmente no se qué tan rentable sea jajajaja. ¿Ustedes que opinan?
Aclaración: Los besos con sabores son míos. Son mi sello personal, lo que uso como distintivo (¿dónde han visto -antes de mí- a otra escritora saludar así? Y si existe, jamás me la crucé) Cualquier otra escritora que los use es una plagiadora de saludos (? Yo soy la original.
Ahora sí, besos sabor a miel,
LadySuzume-Chan.
