Disclaimmer: Los personajes de la siguiente historia pertenecen a Clamp, si no fuese así, Sak y Shao serían novios desde el primer capítulo. La historia es de mi propiedad.

Summary: Porque ella tenía una palabra de la A a la Z para describirlo.


Capítulo dedicado a: Maria Angel SH; CarGian; roxelanali; Solchu02; martu-de-li; chococat825; Giselle Jay; Cloudy Nights; RoseAllyWhitPotter17; Naty-chankawaii; Evyleen Ianlev; Yuki90; DianaMounr.

W de whisky

Podía decir, sin exagerar, que mi cabeza se encontraba retumbando. El estridente sonido de la música que salía de los parlantes -que al parecer estaban situados en todos los rincones de la casa-, entraba por mis oídos, amenazando con destrozar mis tímpanos y prometiendo un fuerte dolor de cabeza durante el día siguiente.

Había visitado cada habitación del lugar en busca de un sitio tranquilo donde pudiera al menos escuchar mis pensamientos, pero la música llegaba a todos lados, y a aquellos donde no, estaban ocupados por parejas demasiado melosas. Ir afuera no era una opción; a pesar de estar a fines de invierno, las temperaturas en la noche podían ser bastante bajas y lo que menos quería era sufrir de hipotermia o neumonía.

—¡Sakura! —escuché milagrosamente a Tomoyo, quien caminaba en mi dirección entre un montón de cuerpos que, más que bailar, parecían estar convulsionando—. Al fin te encuentro, te desapareciste durante más de media hora. Creí que te habías ido con algún chico.

—Intentaba buscar un lugar más pacífico.

—¿Pacífico? Sakura, estamos en una fiesta.

—En la fiesta del demente de tu novio, lo sé. Pero dime, ¿es sano escuchar música tan fuerte? En cualquier momento algún vecino podría llamar a la policía.

—Eriol no tiene vecinos que se quejen —calmó mi amiga—, si no querías venir podrías habérmelo dicho.

—Ese es el problema, que te dije que no quería venir.

—¡Arriba esos ánimos, Sakurita! —exclamó haciéndose la incomprendida ante el hecho de haber sido quien me extorsionó para venir—. He visto como un montón de chicos te miran, podrías aunque sea considerar bailar con alguno.

—No me interesa ningún chico, sabes que solo…

—Li no vino esta noche —cortó sutilmente—, disfruta con cualquier otro de nuestros compañeros, ¡diviértete que la noche es joven aún!

Sin decir más, se fue dejándome completamente sola nuevamente entre toda aquella multitud que no paraba de bailar y cantar al ritmo de las canciones que se iban sucediendo.

Realmente odiaba ser tan débil con mis decisiones ya que de no haber sido por eso, en ese momento podría encontrarme acostada en mi cama, disfrutando del calor que me daban mis cobertores y de la suavidad de mi almohada. En cambio, estaba en una fiesta, muriendo de sed, de dolor de cabeza y de calor. Mejor no podía ser.

En busca de poder calmar algunas de mis tantas quejas mentales, fui a la barra improvisada que habían armado en el salón de la casa de Eriol, para conseguir algo para tomar y que en lo posible no tuviera demasiado alcohol; lo que menos quería era terminar haciendo algo vergonzoso frente a toda la preparatoria.

—¿Tienen cerveza? —pregunté a uno de los chicos que estaba encargado de las bebidas. Asintió—, ¿podrías traerme una?

—¿Realmente tomarás eso? —la voz a mis espaldas hizo que sonriera automáticamente. Se suponía que él no vendría, sin embargo ahí estaba con su sonrisa burlona, colocándose a mi lado—. Olvida la cerveza —le dijo al chico—, tráenos una botella de whisky, sé que Eriol compró algunas.

—¿Qué haces aquí, Shaoran? Se suponía que no venías. Aguarda un momento… ¿whisky? —miré con horror como ya habían ido por la famosa bebida sin poderlo yo evitar—. Yo no quiero whisky, no me gusta.

—¿Lo has probado?

—No, pero…

—Entonces no sabes si te gusta.

—¿Por qué viniste de todos modos?

Cuando el novio de Tommy nos había invitado a su famosa fiesta, el noventa y nueve por ciento de los invitados habían aceptado asistir; mirando la cantidad de personas dentro de la casa se podía comprobar que la mayoría había cumplido su promesa. Shaoran, en cambio, por primera vez perteneció a ese uno por ciento que se negó. Esa noche debía tener una cena importante con su madre y una familia conocida que, por lo que tenía entendido, estaba relacionada a los Li en los negocios. Encontrar a mi amigo en ese lugar, me causaba más intriga y sorpresa que cualquier otra cosa en ese momento.

—La cena se canceló —explicó tamborileando los dedos impaciente en la madera—. En mi casa no ocurre nada interesante nunca, por lo que venir a la fiesta de Eriol fue mi mejor opción. No me la quería perder de cualquier modo… siempre pasan cosas interesantes. Mira, ahí viene nuestro pedido —el chico había vuelto para entregarle rápido a Shaoran aquella botella de líquido ámbar oscuro.

—Shaoran, yo realmente quería mi cerveza. Quiero calmar la sed, no emborracharme.

—Vamos, enana —posó su mano en mi cintura y empezó a guiarme entre la gente—. No seas aguafiestas. Hay que divertirse.

—Eres el segundo en decirme lo mismo.

—Por algo será.

De alguna forma que pareció mágica y milagrosa, Shaoran logró encontrar un sofá amplio para que quepamos los dos; lo bueno no era solo el hecho de que podría descansar mis pies de aquellos dolorosos tacos, sino que también podrías descansar los oídos de la fuerte música. Por alguna razón incomprensible para mi cabeza, allí parecía todo más calmo.

Suspiré de alivio cuando me lancé sobre el cojín, y durante los segundos siguientes me dediqué a cerrar los ojos y respirar tranquilidad. Claro está, hasta que Shaoran se propuso arruinarla.

—Shaoran, aleja esa botella de mi rostro —dije cuando sentí el aroma a alcohol demasiado cerca de mi rostro.

—No niegues que te ha tentado. Tiene un olor exquisito.

—¿Qué tienes en la nariz? Huele horrible —hice una mueca de asco para darle mayor veracidad a mis palabras.

—Pruébalo una vez, solo una, y dejaré de molestarte y me iré a un rincón a terminar la botella solo.

Dudé cuando vi que extendió el whisky en mi dirección con la clara intención de que lo tome y lo beba. En un instante pude recordar las mil y una amenazas que Touya me había hecho con respecto al alcohol y a las consecuencias que tendría si algún día llegaba a encontrarme en estado de ebriedad. Mi vida corría riesgo por más tonto que sonara, pero ver a Shaoran con su rostro retador y su sonrisa burlesca en plan "no lo beberás porque eres una miedosa", hizo que perdiera cualquier rastro de cordura y bebiera un sorbo largo, como si de agua se tratara.

Era amargo. Y quemaba.

Sentí mi rostro enrojecer y una tos que empezó a florecer de mi garganta, en busca de calmar el ardor que sentía por dentro. ¿Quién podía tomar eso en su sano juicio?

—¡Esto es horrible! —exclamé con la voz rasposa. No oí replica alguna, lo cual me extrañó; al mirar a Shaoran, éste fruncía los labios, aunque no lograron pasar dos segundos cuando su risa resonó, siendo escuchada aún por encima de la música—. ¿Y ahora que es tan gracioso?

—¿Nunca has tomado whisky, Sakura? —preguntó aún divertido—, ¡oh, Dios! Tendrías que haber visto tu rostro.

—No le veo lo gracioso.

—Créeme, lo es —respiró hondo recuperando todo el aire perdido por la risa—, en verdad eres una cría para beber.

—No lo soy —negué ofendida.

—Si lo eres.

En un arranque de locura y valentía por demostrar que no era lo que mi amigo decía, le quité la botella de whisky que anteriormente el me había sacado, y nuevamente le di un sorbo, pero esta vez no tan profundo. Seguía igual de amargo, sin embargo no quemó tanto como la primera vez, tal vez porque el segundo trago había sido más corto o porque mi garganta había quedado adormecida con el primero.

Shaoran no quitaba su mirada divertida de mí, y lo que al principio para mí resultó ser un desafío, luego perdió sentido. En algún momento de la noche todo pareció nublarse en mi mente y las paredes habían cobrado vida girando a mí alrededor; estaba mareada y la botella ya no tenía nada en su interior.

—¡Sha-o-ran! —dije tratando de no trabarme con las sílabas—, te has tomado todo el whisky, no sabía que te gustara tanto —le enseñé la botella que aun llevaba en mi mano—. ¡Está completamente vacía!

—Sakura —dijo suavemente quitándome el recipiente de mis manos y dejándolo lejos de mi alcance—, te lo has tomado tú.

—¡Quiero más! —hice un mohín—, ¡Shaoran, consígueme más!

—Si hubiese sabido que te emborracharías de esa forma te hubiese dejado con tu cerveza y yo con mi whisky…

Shaoran siguió hablando, lo notaba porque sus labios seguían moviéndose, pero yo ya no lo escuchaba. Me perdí observándolo; no podía explicar la razón, pero encontraba a mi amigo más atractivo de lo normal; quizás era por el efecto de todo el whisky que según Shaoran yo sola había bebido.

La forma en que sus labios parecían danzar en su boca me estaba dejando hipnotizada. Tenía las mejillas sonrojadas, quizás por el calor, quizás por el alcohol o tal vez por la risa que lo había vuelto a contagiar en ese momento y que estaba alegrando mis oídos. Su cabello achocolatado, revuelvo y con algunos rastros de transpiración, lejos de parecerme asqueroso, me parecía lo más sexy que había visto esa noche.

—Shaoran —corté a lo que sea que estaba diciendo—. Sha-aoran —repetí su nombre que siempre me había parecido lindo.

—¿Qué ocurre, Sakura? ¿Te sientes mal?

—Sabes, Shaoran —mordí mi labio inferior—, hoy te encuentras sumamente apuesto —su rostro se tornó serio y sorprendido, sus ojos se agrandaron y su mejillas se colorearon aún más de lo que ya estaban. Se veía sumamente adorable.

—Sakura, no sabes lo que dices, tomaste todo el contenido de la botella de whisky tú sola. Estás borracha.

—Siempre me gustaste, Shaoran —continué ignorando sus palabras y tratando de que las mías no salgan arrastradas—, creo que estoy enamorada de ti.

—¿Enamorada de mí? —preguntó más sorprendido—, ¿hablas en serio?

—Eres tan lindo —susurré acercándome a él para abrazarlo de una manera un tanto extraña, un tanto incómoda—. Eres un excelente mejor amigo, y no pude evitar enamorarme de ti.

Con mi cabeza en su pecho, sentí como su respiración estaba más acelerada de lo normal, siendo esto algo poco común teniendo en cuenta que Shaoran era más bien tranquilo. Aspiré la fragancia varonil que siempre lo rodeaba, y una sensación de éxtasis me invadió. Se sentía tan bien estando así.

—Sabes qué, Shaoran —me enderecé para así poder mirar su rostro sin ningún tipo de impedimento—, ahora te besaré.

No le di tiempo a refutar o reaccionar; mis labios se habían posado sobre los suyos antes de que cualquiera de los dos se diera cuenta. Y el éxtasis que me invadía aumentó considerablemente. Me sentía flotando, no sabía si era el alcohol o porque Shaoran no me rechazaba, sino todo lo contrario. Sea lo que fuera, estaba feliz.

El pequeño detalle de todo esto era que al día siguiente yo no recordaba nada de eso… mi memoria llegaba hasta poco más de media botella del whisky; todo lo que pasó luego, desde mi declaración hasta el beso que le di a Shaoran se había borrado de mi mente sin dejar un pequeño rastro o una mínima pista para que yo descubriera con el tiempo que era lo que había sucedido.

Varios meses después de esa escenita montada en mi borrachera, Shaoran, para ese entonces mi novio oficial, confesó todo lo que había pasado ese día. El horror y el espanto de saber que yo era capaz de hacer ese tipo de cosas en ese estado de inconsciencia me invadió, por lo que le hice prometer a mi novio que jamás permitiría que yo vuelva a tomar.

Mi primer beso, al fin y al cabo, no había sido el que yo siempre había creído que era, pero lo seguiría catalogando así. Después de todo no recordaba cómo había sido realmente el primero, y eso me molestaba profundamente.

Shaoran también me comentó el hecho de que, desde ese día, en el que una atrevida Sakura hizo acto de aparición confesando sus sentimientos y robándole un beso, el whisky, razón por la cual yo había hecho todo eso, se convirtió en su bebida preferida y predilecta, hasta el punto en que en nuestro departamento siempre había una botella de él, de la misma marca incluso, del que habíamos bebido años atrás.


N/A: Buenos días, tardes, noches.

Y aquí un nuevo capítulo, que debo admitir, disfruté muchísimo escribir. Jamás había embriagado a Sakura (? por lo que fue realmente divertido hacerlo… sobre todo por sus "consecuencias".

Para alegría de todas hubo más de los sonrojos de Shaoran que tan locas pueden volvernos, es tan hermoso, tan adorable, tan asdfasdfasdf. Yo también quiero emborracharme y "aprovecharme" de él (/*-*)/

Espero que haya sido de su agrado, y si es así, me lo hagan saber :D ¡Llegamos a los 400 reviews! ¡Aplausos para todos! Y gracias por el apoyo incondicional que siempre me brindan.

Próximo capítulo la X: La respuesta es más simple de lo que ustedes creen ;)

Besos sabor a chocolate negro,

LadySuzume-Chan.