Disclaimmer: Los personajes de la siguiente historia pertenecen a Clamp, si no fuese así, Sak y Shao serían novios desde el primer capítulo. La historia es de mi propiedad.
Summary: Porque ella tenía una palabra de la A a la Z para describirlo.
Capítulo dedicado a: Maria Angel SH; Solchu02; Naty-chankawaii; Evyleen Ianlev; roxelanali; Ishy-24; DianaMounr; Sakura Kinomoto Amamiya 26; Guest; serenity-princess; Martu-De-Li; Yuki90; naomi-quintana44; Camili; Coraline T; Sofitkm; Cloudy Nights; Alejandra Darcy; jesloga; SakuXShaoForever; chococat815; RoseAllyWhitPotter17; mango morrison; MoritaAzul; CarGian; Kyary-Chan13; Alice2512.
X de Xiao Lang
Shaoran había nacido en Hong Kong, China, al igual que toda su familia. A la edad de tan solo ocho años, y tras la muerte de su padre, Hien Li, había llegado junto a su madre, Ieran Li, y sus cuatro hermanas, Fuutie, Fanren, Feimei y Shiefa, a Japón, su país actual de residencia, donde hacía unos años se había inscripto en la primaria de Tomoeda; y donde finalmente yo lo conocí.
Quien no supiera la historia detrás de Shaoran, era muy poco probable que se diera cuenta de su verdadero origen chino; a pesar de que sus rasgos eran un tanto más afilados, hablaba perfectamente el japonés, por lo que únicamente alguien con un muy buen oído podría escuchar el acento casi imperceptible que tenía al hablar.
Me gustaba ser una de esas personas que tenían el placer de escuchar esas sutilezas.
Pocas veces hablaba su idioma natal, siendo estas cuando se comunicaba con algún familiar lejano, o por el contrario, cuando se enojaba y descargaba toda su bronca, rencor e ira con insultos y otras barbaridades pronunciadas en chino, que, para suerte mía, jamás me habían sido dedicadas. Aunque jamás me atreví a preguntar que era exactamente lo que decía, por alguna razón me imaginaba que la respuesta no me agradaría.
A pesar de sus orígenes y de que gran parte de su familia fuese muy apegada a las costumbres, él, particularmente, parecía no querer seguir esas reglas ancestrales que existían desde antes de que naciera, demostrando una vez más lo rebelde que podía llegar a ser. Aquello también suponía un problema, sobre todo para su madre: Shaoran pertenecía al clan Li, quizás uno de los más antiguos, importantes e influyentes de todo China, y tras la muerte de su padre, él quedaba como heredero del puesto en la cabeza de su familia, lo que le daba enormes responsabilidades.
Durante su adolescencia, cuando me había hecho amiga y luego novia del castaño, Shaoran se encontraba bastante reticente ante esto, negándose a toda costa, pese a los intentos de convencerlo por parte de su madre, de sus hermanas y hasta de mi misma. Luego de cumplir la mayoría de edad y con el pasar del tiempo, terminó por resignarse, encargándose de sus tareas; tareas que al fin y al cabo terminaron por gustarle, dedicándoles el tiempo que se merecían sin rechistar, si dolores de cabeza y sin males humores.
Siendo yo su novia y futura esposa, los viajes a China acompañando a Shaoran para cumplir con su trabajo, se hicieron cada vez más comunes, y en uno de esos tantos viajes fue cuando escuché por primera vez el "verdadero" nombre de mi novio.
Xiao Lang era la forma por como lo llamaban en China. Nunca antes lo había escuchado, ni siquiera dicho por Ieran o alguna de mis cuñadas, por lo que mi sorpresa ante ese apelativo le resultó graciosa a él.
—¿Xiao Lang? —pregunté extrañada y confundida—. ¿Qué significa eso? ¿Por qué te llaman así?
—Mi nombre es Xiao Lang, Sakura —explicó con una tierna sonrisa dibujada en su rostro ante mi ignorancia.
—¿Xiao Lang? ¿Entonces no te llamas Shaoran? —cuestioné hecha un enredo, aún más confundida, tratando de acomodar la nueva información en mi cabeza—. No entiendo nada, ¿cómo se supone que debo llamarte ahora?
—Shaoran es la pronunciación japonesa de mi nombre chino Xiao Lang, tú puedes llamarme como te guste, aunque sería extraño que luego de tantos años empieces a referirte a mí como "Xiao Lang".
Luego de eso, muchas otras veces volví a escuchar su nombre pronunciado de aquella forma, y poco a poco comencé a tomarle el gusto, ya dejando de sonarle tan raro a mis extranjeros oídos.
También supe el verdadero significado de este. Cada vez que lo pronunciaba, las palabras "pequeño lobo" hacían acto de presencia en mis pensamientos.
Hay que admitir que, sabiendo eso, mi postura sobre que el nombre le quedaba perfecto era cada vez más fuerte. Era como hecho a su medida y no podía imaginármelo con ningún otro. Shaoran en verdad se veía como un pequeño lobo; con sus ojos ámbares a veces oscuros, otras brillantes, pero siempre igual de profundos, igual de misteriosos; con su personalidad callada y solitaria; con su aire de superioridad que parecía llevar consigo a cualquier lugar al que fuese… todo en él parecía encajar perfectamente con el significado del nombre que llevaba.
Y a mí me gustaba, me gustaba mucho. Quedaba bonito en él y se oía aún mejor pronunciado, ya sea en chino o en japonés.
—Xiao Lang —dije lentamente, como si estuviese saboreando cada sílaba.
—¿Qué ocurre? —preguntó él distraído mientras leía un grueso libro en nuestra cama.
—Nada —me encogí de hombros—, simplemente me gusta pronunciarlo. Xiao Lang. Suena lindo.
—Es extraño que digas mi nombre cada cinco minutos —dijo divertido—, voy a pensar que estas enamorada de mí.
—Por supuesto que no —negué seriamente—. Estoy enamorada de tu sensual nombre, es esta la verdadera razón por la que me casaré contigo, no por ti.
—Qué graciosa —hizo notar su sarcasmo—. Reconoce que te mueres por mí.
—Quizás le ponga tu nombre a mi hijo —dije ignorándolo.
—Querrás decir nuestro hijo.
—¿Nuestro? ¿Quién dijo que tú ibas a ser el padre? —le pregunté divertida ante las expresiones que cruzaban el rostro de Shaoran a medida que la conversación avanzaba.
—Me harás enojar, Sakura.
El tema quedó olvidado y él tomó su venganza haciéndome cosquillas durante cerca de quince minutos sin parar. Sentía mis ojos húmedos por las lágrimas que amenazaban con escaparse de mis ojos, las mejillas arder y la mandíbula adolorida por haber reído y gritado por clemencia durante tantos minutos. Había chillado y pataleado, sin embargo Shaoran no se había compadecido, sino hasta que se aburrió o se cansó de reír a mi par.
Minutos después todo el cansancio que tenía acumulado por todo el trabajo, yendo de aquí para allá, pareció consumirlo, quedando completa y casi instantáneamente dormido a mi lado en la cama.
Lo observé tan relajado y tranquilo, sin el ceño fruncido, como un ángel, y sentí que definitivamente podría enamorarme cada día más de aquel hombre que había llegado desde China dispuesto a robarme el corazón, aunque él no supiera esto.
Acaricié su castaña y suave cabellera, mientras imaginaba lo que minutos atrás le había dicho. Hasta el momento nunca habíamos mencionado el hecho de tener hijos, éramos muy jóvenes y aun nos quedaba un largo trecho juntos por delante, pero ahora que lo pensaba, sería en verdad un sueño ser madre de un pequeño, sabiendo que el castaño sería el padre.
Tener un mini Shaoran. Un mini Xiao Lang. Otro pequeño lobo en la familia.
Ante la sola idea sonreí.
N/A: Buenos días, tardes, noches.
Me tardé más de lo debido, más aun teniendo en cuenta que el capítulo fue un tanto corto, pero realmente estuve bastante ocupada con mis estudios y haciendo tareas y demases cosas. Pero mejor tarde que nunca, y aquí está la nueva actualización.
Al igual que Sakura, me la pase diciendo y escribiendo "Xiao Lang" y en verdad tampoco me canso, es tan hermoso *¬* Y sobre los últimos pensamientos de la castaña… definitivamente moriría de amor con un mini Shaoran *o*
¡Quedan dos capítulos! No quiero terminar T-T, estoy bastante negada con respecto a eso, pero me alivia bastante saber que aún falta la parte del castaño.
Y la anteúltima actualización será la Y, claramente. Es algo que, además de estar relacionado con Shaoran, se relacionará en cierta forma con Sakura.
Besos sabor a naranja,
LadySuzume-Chan.
