Disclaimmer: Los personajes de la siguiente historia pertenecen a Clamp, si no fuese así, Sak y Shao serían novios desde el primer capítulo. La historia es de mi propiedad.

Summary: Porque ella tenía una palabra de la A a la Z para describirlo.


Capítulo dedicado a: Maria Angel SH; DianaMounr; roxelanali; Cloudy Nights; mango morrison ; Naty-chankawaii.

Y de yerno

Caminé por los largos pasillos del instituto completamente ensimismada, pensando en cuál debería ser la forma correcta de abordar cierto tema de conversación con Shaoran. Giré en una esquina y suspiré por el agotamiento mental que tenía; necesitaba hablar con el castaño sí o sí, no podía retrasarlo más. Ya vería después cual sería su reacción, solo esperaba que se lo tomara para bien y no se pusiera histérico.

—¡Sakura! —su característica voz hizo eco en el pasillo tomándome por sorpresa—. ¿Qué haces por aquí? ¿No deberías estar en tus clases?

—Supongo que tú te escapaste —concluí al verlo caminar con aire tan despreocupado—. Faltó uno de los profesores, estaba yendo al baño —expliqué.

—Estás en lo cierto con lo que a mí respecta —sonrió—. Es una linda sorpresa encontrarte, podré robarte un beso para aliviar mis penas por tu ausencia.

—Eres un dramático —dije divertida mientras él se acercaba a mis labios—. Tenemos que hablar, Shaoran.

—Arruinaste el momento —dijo alejándose como si de pronto yo quemara—. ¿Es bueno o malo?

—Ni lo uno, ni lo otro —me encogí de hombros—, es algo de lo que tarde o temprano íbamos a tener que hablar.

—Odio tener que admitirlo, pero realmente me estas asustando, enana.

—Hablaremos bien en la tarde —dije comenzando a caminar hasta que su mano tomó la mía para impedirme dar un paso más—. Shaoran ahora no puedo decirte.

—¿Por qué? Tu profesor no vino y yo no planeo regresar a clase hasta después del almuerzo. ¿Me dejarás con la duda carcomiéndome?

—Estoy con Tomoyo y le dije que no tardaría en volver, ya sabes cómo se pone ella cuando tardo más de la cuenta… es capaz de llamarme a través de los parlantes del instituto.

Con mala gana soltó el agarre y se despidió con un casto beso para luego seguir deambulando por los pasillos en dirección contraria a la mía.

Minutos después volvía a estar Tomoyo que pacientemente había esperado mi retorno bajo el árbol de cerezo al que ya se le estaban empezando a caer las hojas por el frío que iniciaba en la temporada de otoño. Sonrió al verme y con un ademán indicó que me sentara a su lado.

—Me he cruzado con Shaoran —le comuniqué mientras jugaba con el césped entre mis dedos.

—¿Y le has dicho? —preguntó curiosa observado a todos nuestros compañeros de salón que al igual que nosotras disfrutaban del tiempo libre.

—Aún no sé cómo.

—No es tan difícil, Sakurita —y tomando mi mano entre las suyas agregó—, creo que el joven Li será muy comprensivo.

—¿Tú crees? —pregunté irónica—. En cuanto le diga, saldrá corriendo lejos de mí.

—No seas exagerada, Sak —rió—, ya verás como todo saldrá bien.

Y quería creerle, pero realmente se me hacía muy difícil.

Las clases se sucedieron, y para cuando me di cuenta la jornada había llegado a su fin. Ya no había vuelta atrás, ya no tenía excusas para evitar a Shaoran, quien exigió en cada momento que me vio por que le dijera que era de lo que tenía para decirle.

Salí del instituto a paso lento, segura de que si un caracol competía conmigo éste ganaría; el castaño estaría esperándome en la entrada de la preparatoria y quería retrasar el momento. Por más que Tomoyo dijera que no era tan terrible no podía evitar creer que sí. De solo pensarlo un escalofrío recorría mi columna erizándome los vellos de todo el cuerpo.

—¿Qué tal la última clase? —preguntó cuando estuve frete suyo, fingiendo estar relajado, aunque ambos sabíamos que en el fondo la intriga lo carcomía—. ¿Quieres que lleve tu bolso? —y sin darme tiempo a responder me lo quitó, cargándoselo al hombro.

—Gracias —susurré jugando con el borde de mi falda mientras empezábamos a andar sin dirección—. Sobre lo que te dije…

—No te preocupes por eso —cortó—, entiendo si no quieres hablar de ello ahora. Perdóname por haberte insistido tanto.

—Es muy comprensivo de tu parte, Shaoran —sonreí y tomé su mano para que enredáramos nuestro dedos en un tierno gesto—, pero me gustaría hablarte de ello ahora.

—Adelante.

—Bueno —comencé—, la verdad es que no es nada preocupante, lo siento si te he hecho imaginar que así era. Es solo que es algo que me pone nerviosa, tensa. Tommy dice que debo relajarme, pero simplemente no puedo, es algo que me supera —terminé mi discurso con una risilla nerviosa.

—¿Y de qué trata todo esto que te pone en ese estado?

—Quiero presentarte ante mi padre…

—Sakura —rió—, ya conozco a tu-

—…como mi novio.

Habían sido nulas las veces que había visto a Shaoran pálido y con una pizca de pánico en sus ojos, pero hoy más que nunca comprendía el hecho de que se pusiera en ese estado. En su lugar, yo también me habría puesto así.

Sí, como él había dicho, ya conocía a Fujitaka Kinomoto. El verdadero problema era que mi padre lo conocía a él como Shaoran Li, el "amigos de su pequeña hija", y no como el novio que ahora era. De las veces que me había ido a visitar a mi casa en las pocas semanas que llevábamos de relación, siempre hacíamos lo posible para disimular frente a mi padre. ¿La razón? Si bien él era tranquilo y extremadamente bondadoso, ninguno de los dos nos hacíamos con la idea de cómo reaccionaría al saber que su única hija tenía ya novio. Shaoran había sido el único con ese título, por lo cual no podíamos basarnos en historiales de mi antigua e inexistente vida amorosa.

El castaño fue recobrando poco a poco la compostura y el color en su rostro, para al final concluir con que era una buena idea contarle a mi padre sobre nosotros; no debíamos retrasar las cosas, por lo que era preferible que se enterara por boca nuestra y no por terceros o en algún descuido que pudiéramos tener cerca suyo.

Terminamos organizando para que mañana viniera a almorzar a casa, no solo porque estaría mi padre durante todo el día ya que no trabajaba, sino también por otra razón aún más relevante: no estaría Touya, y eso suponía un alivio para todos aquellos que no querían ver la sangre correr.

A la mañana siguiente compré todo lo necesario en el mercado y me dispuse a preparar la comida temprano para evitar cualquier improvisto. Mi padre estaba feliz con que Shaoran nos acompañara en el almuerzo, aludiendo con que era el mejor amigo que podía encontrar en Tomoeda y que estaba feliz de que nos lleváramos tan bien. Cabe destacar que cuando dijo eso me atraganté con mi propia saliva, casi muriendo en el acto.

—Un placer tenerte en nuestra casa, Shaoran —escuché desde la cocina como mi padre saludaba a mi novio.

—El placer es mío, señor Kinomoto.

—No tienes por qué ser tan formal, ya eres como parte de la familia. Sakura está en la cocina, por si la buscas.

Compartieron otro par de palabras que no alcancé a oír y a los pocos segundos Shaoran apareció a mis espaldas, caminando a paso lento. Pasó sus manos por mi cintura, abrazándome tiernamente y crispándome los nervios en el acto.

—Puede entrar mi padre en cualquier momento —susurré.

—Tarde o temprano se enterará de lo nuestro —dijo divertido besando mi cuello.

—¡Shaoran! —exclamé tratando de deshacerme de él—, harás que queme la comida.

Rió, pero para mí alivio decidió darme un respiro, ayudándome con el resto de las cosas que faltaban. Media hora después ya estábamos los tres sentados a la mesa comiendo, Shaoran y yo claramente tensos y un Fujitaka sumamente relajado que intentaba sacar tema de conversación cada vez que esta faltaba.

—Tenemos que contarte algo —le comuniqué cuando hubimos terminado el almuerzo, sabiendo que era el mejor momento para hablar, evitando que alguien muriera ahogado con un trozo de pasta.

—Cuánto misterio —dijo riendo—, ¿ha ocurrido algo malo?

—No —negué rápidamente—, no es nada malo, despreocúpate. Ambos queremos decirte algo importante —Fujitaka dirigió su mirada de forma rápida al aludido y sonrió tranquilo, señal clara de que estaba dispuesto a escuchar lo que sea que teníamos que decir—. Shaoran y yo somos novios —dije rápidamente y de manera concisa.

Automáticamente, tanto el castaño como yo miramos el rostro de mi padre para intentar adivinar que era lo que nos depararía, pero allí solo pudimos ver su relajada sonrisa que en ningún momento se había borrado y que no se veía en lo absoluto forzada.

—¿Era eso? —preguntó como si se tratara de un tema trivial—, pensé que me dirían otra cosa.

—¿No te molesta? —pregunté sorprendida, Shaoran no emitía palabra alguna.

—En lo absoluto. Ya sospechaba que ustedes se traían algo entre manos. Me alegra que hayan tenido la confianza de contármelo formalmente, eso habla muy bien de ustedes —sonrió ampliamente—. Estoy muy feliz de que estén juntos.

Si dijera que mi mandíbula había llegado hasta el suelo por la sorpresa, era claro que no exageraba; Shaoran estaba en las mismas condiciones, o quizás aún más sorprendido. Instantes después me había abalanzado sobre mi padre de la felicidad, mientras que el castaño, de manera respetuosa, agradecía la confianza que había depositado sobre él al aceptarlo como mi novio sin ningún tipo de problema.

—No tienes nada que agradecer, Shaoran. Es un placer tenerte como yerno.

—¡¿Qué?!

El estridente grito seguido de un fuerte portazo resonó por toda la casa. Sentí como perdía el color en mi rostro, quedando helada instantáneamente. Mi padre sonreía divertido, mientras Shaoran empezaba a respirar de forma acelerada. Touya había llegado antes de tiempo; el fin del mundo había llegado.


N/A: Buenos días, tardes, noches.

¡Oh, Dios! Llegó Touya cuando menos lo tendría que haber hecho… dejé un pequeñísimo final abierto para que sean libres de imaginar que fue lo que sucedió jajaja.

Y por segunda vez… ¡Oh, Dios! Queda sólo un capítulo, entraré en un estado inmenso de depresión.

Bueno, mis queridas y hermosas lectoras, no queda más que decir que espero que hayan disfrutado del capítulo, ya que es casi el último… la recta final se hace cada vez más corta.

Como siempre y aunque suene repetitivo: ¡Gracias por todo su apoyo! Realmente fui bendecida con un grupo de lectoras increíble (Lo sé, me estoy poniendo dramática… pero no, lo peor viene en la próxima actualización jajaja)

Para la última letra no daré pista, quiero dejarla al azar de sus mentes, después de todo es el último capítulo.

Sin más que decir, espero que tengan un muy buen comienzo de semana mis diablitas (?

Besos sabor a mousse de limón,

LadySuzume-Chan.