NA: Antes que todo quiero mencionar que esta temporada cuando la comencé fue aventurarme en algo nuevo, ya que jamás había escrito una historia así, al principio esta historia se ve como "wow" pero no lo es tanto porque cuando la comencé no tenía un objetivo claro, como que comencé a escribir por escribir (Por eso yo creo que es decepcionante La noche del 3 de Abril) Más pasional e intensa se volvió la segunda temporada "Superando el pasado" porque en ese minuto tuve una idea más clara y precisa (Esto es una pequeña acotación, pero no se decepcionen cuando lleguen al Capítulo 23 por favor) porque esta temporada sirve más como contexto que para otra cosa. En resumen, esta temporada siento que no es muy interesante, pero si quieren contexto haganlo.
Otro dato: El primer capítulo de esta historia se me perdió, entonces, ustedes ingresarán al capítulo 2 de esta historia, pero, supongo que ustedes ya conocen a los personajes, Yamato, Izumi, Mimi, Takuya, etc...
Mimi sintió todas las miradas sobre ella y no pudo evitar hacer una mueca, estaba nerviosa...¡Muy nerviosa! Y ahora que finalmente se encontraba en aquel lugar no sabía que hacer o decir. La última vez que había estado ahí ella guradaba un secreto...y ahora seguía siendo así, aunque, este secreto no era tan igual a como había sido en ese momento.
Solo rogaba al cielo no toparse con ese chico.
Suspiró aliviada, ya que, al ser "nuevos" debían ir a la oficina, así que, se habían ahorrado el registro con los demás en la sala central. Todavía era muy temprano para reencontrarse con ciertas personas.
—Departamento número veinte en el tercer piso lado A.— Musitó Takuya un tanto pensativo. Mimi volteo en dirección a su hermano.
—¿Ese fue tu departamento la última vez que estuvimos aquí? ¿no?— Preguntó la castaña y no pudo evitar ver como su hermano hacia cierta mueca. La última vez que habían estado ahí habían ocurrido muchas cosas ¿no?
—¿Qué departamento te tocó a ti?
Mimi observó sus llaves que tenían un llamativo colgante de madera donde estaba tallado un número 30 y unas letras pequeñas a un costado— Departamento treinta en el lado B del segundo piso.
—Vamos a estar bastante lejos.— Comentó Takuya— Pero, tu sabes que si ocurre algo solo debes mandarme un mensaje y yo estoy aquí en cinco minutos...—Hizo una pausa— ¡No! En dos.— Corrigió.
Mimi sonrió, su hermano era genial, el único que sentía que verdaderamente estaba con ella en ese momento, ya que, desde el momento en que había cometido ese "error" Sentía que sus padres se sentían decepcionados y de alguna forma los sentía lejos.
—Espero que este año sea bueno.— Musitó el chico.
—Lo mismo digo.— Suspiró la Tachikawa, aunque, sabía que si se encontraba con ciertas personas quizás algunas cosas podrían volver a ocurrir. Solo rogaba que pasase lo que pasase pudiera recuperar a aquellas personas como sus dos mejores amigas, Sora y Zoe, dos chicas que tanto apreciaba en su vida y que se había obligado a dejar por ocultar su secreto.
Rika hizo una mueca de disgusto al ver todo el equipaje que yacía en su cama. Luego de haber estado esperando más de dos horas para registrarse y recibir las llaves de su departamento ¡Al fin! En el lugar que había sido su cuarto los últimos cuatro años de su vida. Se recostó en el marco de la puerta, ya que, simplemente estaba un poco cansada. Había sido muy mala idea salir a una fiesta una noche antes de ingresar al Internado, estaba muy agotada.
—¡Vaya! Llegaste antes que yo a nuestro departamento.— Una voz llamó su atención, una voz que Rika Nonaka reconoció al instante, la voz de su amiga y compañera de departamento, Hikari Yagami.
Volteo y efectivamente ahí se encontraba de cabello hasta los hombros, castaño y ojos cafés.
—Eso no ocurre todos los días.—Comentó la Nonaka.
Hikari sonrió—Un año más juntas.
Inconscientemente Rika igual sonrió, sin poder evitarlo, de alguna forma se sentía a gusto con la chica Yagami, a pesar de que ambas eran muy opuestas lograban entenderse muy bien, debido a eso, siempre le rogaba a su madre que la dejara con ella al momento de organizar los departamentos.
Además, esa chica guardaba su secreto desde...esa noche.
—¿Cuántos años son ya?— Preguntó Hikari— ¿Cuatro?
Rika asintió—Exactamente cuatro con este.
—Estaba revisando la lista y al parecer no tendremos una tercera compañera por el momento.— Contestó la castaña Yagami. Rika sonrió triunfante ante esto, ya que, eso significaba que no tendría que andar escondiendo sus dr...esas cosas.
—No tendremos que soportar a otra chica como Miyako entonces.— Musitó la Nonaka sin poder evitar recordar como el año habían tenido a una insoportable, gritona y chingona compañera, a la cual detestaba ya que simplemente era irritable, aunque Hikari le caía bien, a ella no le había agradado.
—Como todos los años ¿puedo tener la habitación de la izquierda?— Preguntó la castaña señalando una puerta.
Rika asintió— Ya es tuya.
Hikari sonrió y sin más se dirigió a la puerta que había señalado— Bueno, entonces, mejor empiezo acomodando mis cosas.— Dijo antes de ingresar a aquella habitación con sus maletas.
—Lo mismo haré.— Dijo Rika e ingresó a la habitación donde ya había dejado sus maletas cerrando a sus espaldas la puerta.
Sonrió de lado.
¿A quién engañaba?
Le cargaba ordenar su habitación, nunca lo hacia. Siempre que llegaba al Internado dejaba sus maletas y según iban transcurriendo los días sacaba su ropa.
Hizo otra mueca. Otro año comenzaba y la verdad no tenía ánimo. Este lugar era un asco, siempre lo había sido, desde que había comenzado a asistir ahí ese lugar le había parecido el peor lugar del mundo. Aunque bueno, aun recordaba que igual habían ocurrido buenos momentos en aquel lugar cuando...Suspiró, de vez en cuando recordaba esa noche, pero, sabía perfectamente que no sería ni un buen, ni un mal recuerdo, habían ocurrido muchas cosas. Todos habían cometido errores esa noche, eso era algo que nadie podía negar, aunque algunos ignoraran que otros habían cometido errores, aunque algunos se sintieran culpables, aunque otros no se sintieran culpables, aunque algunos aun lidiaran con las consecuencias, aunque algunos no lidiaran con consecuencias, habían personas contadas con los dedos que no habían cometido algún error esa vez.
Revisó los bolsillos de su chaqueta y de un bolsillo retiró un cigarro, el cual observó fijamente. Ahí estaba su consecuencia, su grave consecuencia. Aunque en realidad era una consecuencia de muchas, ya que, la noche más fuerte había sido ese 3 de Abril, pero, todas esas semanas, meses y año había estado lleno de cosas que nadie se hubiera imaginado.
—Departamento nuevo, vida nueva.— Musitó Koichi mientras abría la puerta del departamento en donde vivirían ambos gemelos junto a otro compañero.
¿Departamento nuevo?
Kouji observó detenidamente la entrada del lugar decía "Departamento n° 20" Él ya había estado allí, no era un departamento nuevo para él, en ese lugar hace tres años había cometido algo en...esa noche de 3 de Abril. Hizo una mueca y observó a su hermano ¿Algún día le diría?
—¿Quién crees que sea nuestro compañero este año?— Preguntó Koichi.
Kouji hizo una mueca— No se.— Ingresó al lugar— Solo espero que no sea alguien tan tonto como Daisuke.— Nunca olvidaría como el año pasado le había tocado el mismo departamento con un chico insoportable, gritón que vivía discutiendo con su otro compañero, Takeru Ishida, su cuñado, el hermano menor de Zoe. Simplemente ese año se había resumido en un infierno, el rubio le agradaba, ya que, respetaba su espacio, pero, el moreno Motomiya lo había odiado con su vida.
—¡Vaya! Miren quienes están aquí...—Alguien habló desde la puerta y ambos gemelos voltearon encontrándose con un chico castaño de ojos chocolates, piel morena aparentemente de la misma edad que ellos— Si son los gemelos Minamoto-Kimura.
Los nombrados intercambiaron miradas sorprendidos por la presencia del chico. Habían pasado varios años desde la última vez que se habían visto, pero, ellos nunca olvidarían a Takuya Tachikawa, el antiguo co-capitán de Taichi Yagami en el fútbol y mejor amigo de ambos.
—No lo puedo creer.— Musitó Koichi totalmente sorprendido— ¿Enserio eres tú, Takuya?
—¡Vaya! Pensaron en que se zafarían de mi por mucho tiempo.—Bromeo el chico.
Los dos gemelos intercambiaron miradas y en sus rostros no pudo evitar aparecer cierta sonrisa.
—Bueno, debimos suponer que el futbolista se dignaría a volver algún día ¿no?— Bromeo Koichi y sin más los chicos se acercaron para saludarse de puño.
—Que coincidencia que hayamos quedado en el mismo departamento.—Comentó Takuya.
—O un castigo del mismo diablo.— Esta vez comentó Kouji.
Takuya rodó los ojos— Tú siempre tan buena onda.— Conocía a su amigo de toda la vida, así que, sus comentarios eran normales— Van a pasar los años y tú seguirás igual ¡Vamos! Admite que me extrañaste amigo.
—Ya te gustaría.— En el rostro del chico apareció un pequeña sonrisa.
Tantos recuerdos pasaban por su mente, mucha nostalgia en su interior, era como si ayer simplemente hubiera sido esa niña que había llegado al Internado, pero, que se caracterizaba por andar cantando en todos lados, andar bailando, siendo siempre una bomba de energía, pero, a la vez siendo una niña sofisticada. Pero, todo había cambiado cuando todo se había "revolucionado" esa noche.
Suspiró.
Algunas veces se preguntaba qué había ocurrido con su a...Hizo una mueca. Se preguntaba que había ocurrido con ese chico.
Cerró los ojos.
Estamos perdiendo el tiempo
Ven que quiero tus besos
De madrugada
Ven no te vayas
Estamos perdiendo el tiempo
Ven que te siento lejos
Ya me haces falta
Ven no te vayas
El rubio observó atentamente la puerta de su nuevo departamento "Número dieciocho"
Suspiró.
¿Por qué todo le recordaba a ese año?
Podría ser porque todo el Internado se había visto involucrado, bueno casi todo el Internado, ya que, los niños menores de doce años que habitaban en el edificio de al lado se habían librado, pero, los demás todos habían salido involucrados. Siempre se preguntaba como aquel lugar se había convertido en un mercado negro Habían miles de respuestas, pero, él las resumía en que los "hijos de familias adineradas" no eran perfectos.
Respiró profundo y sin más abrió la puerta con sus nuevas llaves rogando al cielo no encontrarse con un compañero insoportable. Sus súplicas fueron en vano, ya que, al ingresar lo primero que vio fue la cara de su desastroso y mejor amigo, Taichi Yagami.
—¡Yamato!— Exclamó el chico de cabello alborotado— ¡Un año más juntos!
Hizo una mueca— Al parecer si.— Ambos se saludaron con los puños.
—Otro año más tendrás que soportarme.— Bromeo el Yagami.
—Pobre de mi.— Se lamentó el rubio Ishida.
—¿Cómo te fue en Francia?— Preguntó Taichi.
—Bien.— Respondió— Me sirvió para respirar un nuevo aire, ir a fiestas y componer nuevas canciones para mi banda.
—¿Una nueva canción?.— Musitó Taichi— Será perfecta para la fiesta de inicio de clases, que por cierto estará excelente, por lo que me comentó Sora la organización de la fiesta está siendo un éxito.
—Ojalá así sea.— Comentó Yamato— Solo espero que no sea una fiesta loca.
—Tranquilo.— Habló nuevamente Taichi— Nunca volverá a haber una fiesta como...—Hubo un repentino silencio un tanto incómodo entre ambos. Tocar ese tema era bastante complejo, se habían prometido hablar lo menos posible de esa noche, ya que, las secuelas de aquella vez eran difíciles de comentar— ¿Cómo es tu nueva canción?— El Yagami cambió rápidamente de tema.
—Ya la escucharás.— Respondió el rubio.
—Ya llegué.—En el lugar apareció un chico de ojos azules, cabello castaño y piel morena llamando la atención de los presentes.
—Ryo...—Habló Taichi y el chico se acercó a ambos para saludarlos con los puños.
—Así que nos tocará vivir este infierno juntos este año.— Comentó el Akiyama.
Taichi sonrió— Al parecer sí.
—Será buen año entonces.— Comentó Ryo.
—Claro.— Contestó Yamato, sinceramente el Akiyama le caía bastante bien, era parte de su banda, así que, sería genial no tan solo verlo en los ensayos, sino también ahí— Solo espero que no seas un desastre, ya que, basta y sobra con el desorden de Tai.
—¡Oye!— Taichi exclamó un tanto "ofendido"— Ese desorden es la forma en que me organizo.
¿Si como no?
Yamato rodó con los ojos. Si su orden significaba dejar las medias en la entrada y los zapatos a mitad de camino, entonces, no se imaginaba como sería un verdadero desorden para él. Suspiró.
Ryo movió levemente la cabeza— No te preocupes por mi amigo, yo soy ordenado con mis cosas, así como soy ordenado con mi vida.— Esto último provoco que los tres intercambiaran miradas rápidas y luego los tres lanzaran una carcajada a coro, ya que, sabían perfectamente que la vida del Akiyama era un desastre, vivía en fiestas, vivía saliendo con chicas, algunas veces con dos o tres a la vez. Aunque en realidad todos sabían que la mirada del Akiyama siempre estaría en la chica Nonaka.
La rubia hermana de Yamato y Takeru observó atentamente su nuevo departamento donde viviría aquel año que recién comenzaba, bajó la mirada hacia sus llaves— Departamento número 30.— Musitó.
—¿Otra vez aquí?—Escuchó que alguien habló y no dudo en voltear para encontrarse con una chica de cabello rojo, piel bronceada y ojos ámbar.
—¡Sora!— Exclamó la rubia emocionada al ver a su mejor amiga y sin dudarlo ambas se abrazaron— No te vi en recepción, pensé que no habías venido.
—¿Cómo me ibas a ver si estabas abrazada a tu novio y habían más de cien chicos en un salón?— Preguntó la Takenouchi.
Zoe sonrió— ¡Je! Tienes razón.— Contestó.
—Me alegra saber que compartiremos el mismo departamento nuevamente.— Musitó Sora.
—Lo mismo digo.— Contestó la rubia— ¿Quién crees que sea nuestra otra compañera?
Sora alzó los hombros— No sé, pero, de seguro no será Eri, vi que estaba acomodándose en el departamento de enfrente.— Señaló la puerta.
—Es una pena.— Se lamentó la rubia— Me agradaba.
—A mi también.— Comentó la pelirroja haciendo una leve mueca, la verdad es que desde que su mejor amiga se había ido, Zoe y ella habían tenido tres compañeras de departamento y solo la pelirosa, Eri Karan, les había agradado, a diferencia de otras chicas acostumbraba a ocultar cuando ambas salían en las noches a escondidas o cuando las visitaban Kouji o Taichi, o también cuando tomaban algo para olvidar el estrés de los estudios— Ojalá nuestra nueva compañera sea tan buena onda como ella.
Zoe asintió— Lo mismo digo ¿te imaginas nos toca alguien como Airú?
Sora hizo una mueca al recordar a la chica rubia de piel pálida y ojos rosados, novia de Yuu Amano el DJ del Internado, quién había compartido habitación con ellas y después andaban en boca de todos por las cosas que hacían o decían, tanto así que una vez había salido un rumor de que Sora estaba embarazada, cosa que puso muy alerta a Taichi y que literalmente la obligó a ir a la oficina de la dueña del Internado e inventar que todavía seguía siendo "pura"
—Sería horrible.— Musitó finalmente, suspiró— ¡Por cierto! ¿Escuchaste las últimas novedades?
—¿Novedades?— Preguntó Zoe— Discúlpame, pero, desde que volví de Francia no he tenido tiempo para ponerme al día.
Sora sacó su celular— Al parecer la familia Tachikawa ha...
—¿Mi familia qué?—Una voz interrumpió a la pelirroja provocando que ambas voltearan a la puerta para encontrarse con una chica castaña de piel pálida y ojos miel— ¿Me extrañaron?
Sora y Zoe intercambiaron miradas—No lo puedo creer.— Murmuró la rubia.
—¿Mimi?— Preguntó Sora sorprendida.
Desde el próximo capítulo comenzaré a contar lo que ocurrió hace tres años atrás por recuerdos, pero, en este capítulo encontré que era muy pronto.
Mariacredenza02: Me alegra que te haya llamado la atención, el secreto lo irán sabiendo según avancen los capítulos, en realidad desde que empiecen los recuerdos. Ojalá sigas leyendo y comentando.
Hagan sus apuestas ¿Cuál creen que será el secreto de Mimi?
