Los labios de Yamato se movieron sobre los suyos y ella hizo lo mismo, era como el día de ayer, pero, mucho más dulce, estaban coordinados, como si estuviesen hechos para estar unidos, eso sentían tanto la Tachikawa como el Ishida. El chico tomó de la cintura a la chica y la apegó hacia sí, mientras que Mimi abrazaba su cuello. Era una buena sensación, se estaban besando y evidentemente ambos lo disfrutaban.

Luego de unos segundos se separaron por falta de aire.

—D-disculpame.— Se atrevió a decir el Ishida con la respiración acelerada.

Mimi sonrió— N-no te preocupes.— Respondió sonriendo.

Yamato retrocedió un poco— ¡Soy un bruto! No debí besarte así como así.— Era como una chica inocente, no podía venir así como así a besarla. Observó a la castaña, pero, esta en vez de responderle con palabras plantó otra suave besó en los labios del rubio, beso que el chico correspondió, sin duda.

Mimi se sintió feliz, completamente, eso era lo que tanto había querido, besar a Yamato, lo quería demasiado, estaba enamorada de él desde que lo había conocido, porque no se conocían de hace poco, al contrario, se conocían desde que ella había entrado a primero de primaria y él en segundo, quizás, ella era la amiga de su hermana, pero, al rubio siempre le había llamado la atención, esa mirada inocente, esa forma de ser, todo, hasta esos gritos que daba al ver una araña le gustaban, a pesar de que en sí no le agradaba la gente que gritaba. Sus personalidades sin duda no eran iguales, evidentemente no, pero, quizás eso había provocado que ambos se atrajeran.

Nuevamente ambos se separaron por falta de aire, pero, Yamato junto sus frentes.

Mimi sonrió.

¡Era el momento!

—Yamato ¿quieres ir conmigo al baile?

Yamato abrió los ojos sorprendido de la propuesta, pero, no dudo ni un segundo en su respuesta— Me encantaría, preciosa.


El timbre del almuerzo sonó y los alumnos salieron de sus salones dispuestos a ir la cafetería, entre ellos estaba la rubia hermana de Yamato quién caminaba lo más rápido posible, no quería encontrarse con el hermano de Mimi y seguir con la conversación de hace rato.

¡Pero!

De repente alguien jaló de su brazo y supo al instante de quién se trataba.

—¡Suéltame Takuya!— Reclamó la chica.

—Tú y yo vamos a seguir con nuestra platica te guste o no, señorita Ishida.— Y sin más la alejó del resto.

—No quiero hablar contigo.

—Pero, yo sí contigo, quiero que aclaremos las cosas en este instante.— Contestó el moreno—Dime ¿Qué imágenes recibiste?— Preguntó Takuya verdaderamente intrigado por lo que decía la chica, y sin esperar más la chica sacó su celular y buscó en sus archivos ¡Efectivamente ahí estaba! Casi estampó el celular en la cara del hermano de Mimi para que viese la foto donde se encontraba él con una chica de cabello castaño y ojos violeta, la cual Takuya reconoció al instante—¿Quién te envió esas fotos?

Zoe frunció el ceño— Eso que importa.— Respondió— Tu ese día me habías jurado que me amabas, que querías que estuviéramos juntos, que te habías olvidado por completo de Nene, tu novia Estadounidense y yo quedé ilusionada, pero, a la primera que pudiste te revolcaste con ella.

Takuya negó con la cabeza— Te equivocas Zoe.

—¡Claro que no!— Respondió— Aquí tienes la evidencia.

Takuya suspiró, debió suponer que Nene, su ex-novia, no se daría por vencida luego de haberla rechazado a inicios del verano— Esas fotos son antiguas, Nene y yo no estuvimos juntos este verano, al contrario, con suerte nos vimos una vez y la rechacé al instante.

Zoe hizo una mueca— Enserio ¿crees que me voy a creer eso?

Takuya rodó los ojos, era terca sin duda y ciega a la vez— Puedo demostrarlo.— Contestó.

—¿Cómo?

El chico sin más subió la manga de su camisa dejando ver en su hombro una especie de tatuaje que tenía tres letras "SFF" -que eran las iniciales de Soccer, Family y Friends (Fútbol, familia y amigos) rodeados en un balón de fútbol— ¿Recuerdas que Taichi y yo nos hicimos estos tatuajes a espalda de nuestros padres para el campeonato del año pasado antes de vacaciones de verano?

Zoe asintió— ¿Eso que tiene que ver?

—Mira las fotos, en ninguna aparece mi tatuaje.— Respondió.

La chica observó con cierto pesar las fotos, pero, al hacer esto se dio cuenta de que ¡efectivamente no tenía el tatuaje!

—Esas fotos son antiguas, ya que, si fueran de este verano estaría el tatuaje, ya que, si no lo recuerdas es permanente.— Habló el chico.

Zoe abrió los ojos sorprendida, observó el tatuaje, luego las fotos, luego al chico, luego a las fotos ¡Takuya tenía razón!

¡Oh no!

Ella había desconfiado de él por unas simples fotos ¡y no se había percatado de revisarlas bien siquiera! ¡Había sido una idiota! ¡Había desconfiado de él! Lo había odiado y le había deseado mal por algo que no había hecho.

Takuya sonrió de lado— Ahora ¿si me crees?— Preguntó.

Izumi observó al chico totalmente avergonzada, se sentía una idiota, una estúpida. Había hecho todo mal, había desconfiado de él y él simplemente había cumplido su promesa, no había vuelto con su ex-novia de Estados Unidos. Mientras que ella lo había odiado con su alma y...¡Oh no! ¡Le había querido pagar con la misma moneda!

—Discúlpame Takuya, por favor, soy una tonta, nunca debía haber desconfiado de ti.— Se apresuró a decir— Pero, la verdad es que no me había percatado de ese detalle.— Bajó la mirada y llevó una mano a su cabello— Soy una estúpida.

Takuya observó a la chica.

—Te trate mal y no lo merecías.— Se disculpó la chica y levantó la mirada— De seguro debes estar odiándome en estos minutos, y lo entiendo.— Suspiró enfadada— ¡Fui una idiota!— Pero, antes que pudiese decir otra cosa el chico tomó su rostro entre sus manos y sin esperar más unió sus labios en un dulce beso.


Damar caminó en dirección a la cafetería, sola, extrañamente Koichi no había ido por ella y sus dos mejores amigos...Suspiró. Por más que quisiese no podía evitar que fumase ¿no? Era su vida, pero, no podía evitar sentirse mal por esto, tanto su mejor amiga, Rika, como su mejor amigo, Henry, habían caído en esos vicios.

Levantó la mirada y pudo divisar la figura del gemelo de su novio. Hizo una mueca, aunque las situación incómoda no podía ser mala educada, debía saludarlo, finalmente, eran amigos después de todo.

—Hola Kouji.— Lo saludó.

El chico volteo hacia ella— Hola.

—¿Has visto a Koichi?— No pudo evitar preguntar por su novio.

—Fue a ver esos papeles que debe llevar a la pasantía de la próxima semana.—Respondió el Minamoto.

—Ah entiendo.— Respondió la chica.

—¿Vas para la cafetería?— Preguntó Kouji.

La chica asintió.

—¿Vamos juntos?— Preguntó la chica.

Kouji asintió y sin más ambos se encaminaron a ese lugar.

—¿E?— Balbuceo la chica al recordar que debía hablar un tema con el Minamoto, él ahora sería su acompañante para el baile— Koichi me dijo que te había dicho que fueras conmigo al baile.

Kouji apretó los dientes nervioso ante esto— A si.— Contestó— ¿N-no te molesta? ¿no?

Damar negó con la cabeza— No ¿por qué me molestaría?— Preguntó— Porque estás enamorada de él, idiota.— Se respondió a si misma en la mente— ¿Y no te molesta ir conmigo, cierto?

—Claro que no.— Respondió Kouji— Eres mi amiga ¿no?

—Y tu cuñada.— Agregó la chica.

Kouji hizo una mueca, si fuera por eso entonces no la acompañaría, ya que, lo que más le molestaba era saber que la chica que tanto quería ya estaba ocupada por otro chico...su hermano.

—¿Vamos juntos o nos juntamos allá?— Preguntó la chica.

—Creo que lo más lógico es que te vaya a buscar ¿no?— Respondió el chico nervioso.

—¿E? Pues si.— Respondió la chica un tanto apenada.

—Paso por ti a las diez.— Comentó el Minamoto.

La chica alzó una ceja— ¿Estás seguro que estarás a esa hora en mi departamento?— Preguntó la chica y un recuerdo llegó a su cabeza, el día en que la chica había tenido su baile de gala al salir de la primaria, Koichi se había ofrecido en ir con ella, pero, le dio sarampión, así que, Kouji había tenido que reemplazarlo, algo parecido a esta vez, pero -en ese tiempo las cosas no eran incómodas, ya que, simplemente eran amigos y ninguno aún manifestaba interés amoroso en la chica- y Takuya -como no quería que ninguno de sus amigos fuera con la chica al baile- le cambió la hora al teléfono celular del Minamoto, ya que, para variar estaban en el mismo departamento esa vez y producto de esto finalmente la chica fue quién fue a buscarlo a él. Una situación muy vergonzosa, pero, de la cual había sacado dos lecciones, primero, ponerle contraseña a su celular, y segundo, nunca más asistir a un baile con parejas.

¡Pero!

Esta era la excepción.

—Revisaré que la hora de mi celular esté correcta.— Contestó el Minamoto— Y en lo posible intentaré que tu hermano no se entere de que iré contigo.

Damar carcajeo levemente— Muy bien.

Kouji sonrió ante la risa de la chica, le encantaba tanto verla sonreír, le recordaba a su madre biológica.

—¿La banda va a tocar? ¿cierto?— Preguntó la chica.

Kouji asintió— Así que, como mi acompañante espero que estés en primera fila gritando por nosotros.

—No hay duda en eso.— Contestó la chica— Pero, entre tantas fans no creo que mi voz importe.

Kouji sonrió— Las demás no me importan.— Admitió— Tú dijiste que siempre serías mi fan número uno cuando comencé con la banda ¿no?

Damar observó divertida al chico— Bueno, si tu me consideras como tu fan número uno, entonces, llevaré una gran pancarta con tu nombre.


Capítulo corto, pero, bueno, ya tenemos Takumi, Takari, Mimato, entre otros, ahora a esperar el día del baile y...¡Chan, chan!...El 3 de Abril.

Estoy actualizando muy seguido asi que atentos (Antes que me quede sin inspiración ~_~)

mariacredenza02: Si jiji también quise a matar cuando escribía jiji Bueno los hombres son unos sueltos al hablar de mujeres jsjsj creo que de a poco voy a dejando ver lo que se traen esos dos jiji tanto para el baile como para el dia siguiente aquí dejé ver lo que pasó en realidad y ya se viene lo más fuerte para esta pareja jeje Espero que sigas leyendo y comentando, se vienen más capítulos, una abrazo a la distancia.