—¿Y donde planeas hacerla?— Preguntó Rika intrigada.

—Si te diste cuenta está lloviendo, así que, no podremos hacerlo afuera como de costumbre.— Habló Ryo—Pero, hoy debemos hacerlo si o si, ya que, la directora del Internado hoy no está, así que, no tendremos vigilándonos.— Comentó Ryo— Y tampoco a sus empleados por ser fin de semana los empleados tienen libre, la única que está es la cocinera, pero, ella más o menos a las nueve de la noche se va a su casa ¿no?

Rika asintió.

—Entonces, tenemos todo este lugar para nosotros.— Ryo sonrió— Pensaba en hacer la competencia en el comedor, ese lugar es espacioso y no habrá problema.

—¿En el comedor?— Cuestionó— Pero ¿si mi primo y uno de los otros hace algo como ayer?

Ryo hizo una mueca— Bueno, hay una gran número de personas en este lugar que quiere probar esta cosa, así que, les digo que los ignoremos y listo.

—No creo que eso funcione.— Admitió la chica.

—Bueno, buscamos la forma de deshacernos de ellos por unos minutos y listo.— Contestó Ryo— Pero, esto debe hacerse hoy, ya mañana llega la directora y luego viene la semana donde estaremos rodeados de miles de auxiliares del aseo, inspectores, entre otros.

Rika se mordió el labio.

—¡Vamos! Será divertido.— Animo el Akiyama— Así no solo probaremos esto, sino que ganaré más clientes en mi negocio.

La idea del chico era un tanto loca, pero, emocionante, además, como había planeado todo era bastante...impresionante. Pero, eso no quería decir que quizás no funcionara. Suspiró.

—Bueno, no tenemos nada que perder.— Comentó, finalmente si Yamato, Damar, Kouji o cualquier otra persona impedía que hiciesen eso no perderían nada más que tiempo.


—Se siente tan bien estar así contigo.— Comentó Takuya mientras Izumi descansaba tranquilamente en su pecho.

La rubia sonrió— Si.

A pesar de que el día estaba gris con lluvia y frío ninguno de los dos sentía que sería un día horrible, evidentemente el clima no reflejaba su humor, ya que, ambos estaban con una gran sonrisa en sus rostros. Izumi se acomodó en el sofá mientras su vestido se arrugaba levemente. Luego de que Sora y Mimi se retiraran ambos habían estado bastante tiempo besándose, riendo, hablando y la verdad es que habían olvidado que debían bajar a desayunar o que tenían hambre.

—¿Sabes?— Preguntó la rubia— Algunas veces en verdad lamento lo que sucedió, perdimos varios meses de este año en un discusión absurda y ahora que estamos juntos me arrepiento verdaderamente de no haberte escuchado.

Takuya besó la frente de la chica— No te preocupes, lo importante es que ahora estamos juntos ¿no?

—Si.— Contestó Zoe— Pero, aún así, te traté mal.— Sonrió de lado— Y aunque algunas veces lo merecieras no debí haber creído en unas fotos en vez de creer en ti.

—¿Cómo que algunas veces merecía que me trataras mal?— Preguntó el moreno sorprendido.

—Bueno, es que algunas veces enserio te empeñas en molestar a los demás.— Comentó la rubia recordando las veces en que hacia bromas pesadas no a ella sino a sus amigos.

— Yo nunca merezco que me traten mal, solamente soy un niño que hace travesuras.— Respondió el moreno sonriendo "tímidamente" mientras hacia ojitos de perrito.

Zoe miró enternecida el rostro del moreno, le encantaba cuando se hacia el niño pequeño, era muy tierno, se acercó y unió sus labios en un delicado y suave beso, que al principio comenzó siendo lento y despacio, pero, con el paso de los segundos se hizo más intenso. El chico tomó de su cintura y giró sobre ella para dejarla bajo él, mientras Izumi se abrazaba a su cuello. Los labios de ambos se movían a la par, sus lenguas se sincronizaban en un mismo compás y se acariciaban de vez en cuando. Verdaderamente estaban muy apasionados en ese beso, pero, la falta de aire provocó que ambos se separaran.

—Te quiero.— Le declaró la rubia.

—Yo también a ti.— Comentó el chico antes de besar la frente de la chica mientras ella acariciaba su barbilla—Oye, Zoe...— Interrumpiendo el agradable silencio que se había formado.

—¿Si?— Preguntó la rubia.

—Disculpa la pregunta.— Habló el moreno— Pero...—Hizo una pausa.

Zoe hizo una mueca ante el silencio repentino— ¿Qué ocurre?

Takuya hizo una mueca, no sabía si hablar de eso o no, a diferencia de las otras chicas que había estado ella especial, fina, muy importante para él— No quiero hacerte incomodar, pero, cuando estamos así de cerca y en esta posición me pongo a pensar en que...

—En qué— Repitió la rubia esas palabras intrigada.

Takuya se mordió el labio inferior— ¿Tú nunca has estado con alguien o si?

La rubia rápidamente sintió como el alma se le iba del cuerpo al escuchar esa pregunta— ¿P-por qué preguntas?— Preguntó nerviosa.

—No te quiero incomodar con esa pregunta, es solo que cuando estamos así verdaderamente me dan ganas de estar contigo.— Suspiró— Tu sabes, recién estamos comenzando, pero, para chicos de nuestra edad estos temas...—Buscó la palabra adecuada.

—Normales.— Completó la rubia la oración.

Takuya asintió y observó fijamente a la rubia quién verdaderamente no sabía que decir, que responder, no quería todavía declarar que había cometido un error cuando se había entregado por un impulso al Akiyama.

—¿E? Pues...—Balbuceo la rubia— Pues yo...—Hizo una mueca— No me gusta hablar de eso.— Admitió. Todavía no era tiempo de decirle la verdad, o por lo menos ella todavía no estaba lista— Son temas muy privados y la verdad es que todavía no me siento lista para hablar de esas cosas.

—Entiendo.—Respondió el moreno— Discúlpame si te hice incomodar.

—N-no te preocupes.— Contestó la rubia intentando no demostrar su nerviosismo, cosa que el moreno podía notar, la chica estaba tensa. Evidentemente había cometido un error al hablarle de eso— ¿Qué tal si vamos a desayunar?—Zoe intentó cambiar el tema.

Takuya asintió— Bueno.

Ambos se levantaron del sofá del departamento de la rubia.

—¡Uh! Hace un poco de frío.— Comentó la chica cuando los brazos del chico dejaron de rodearla— Espérame aquí ¿si? Iré a buscar una chaqueta.

Takuya asintió y sin esperar más la chica se dirigió a su habitación a buscar una chaqueta. Takuya observó el lugar mientras esperaba a la rubia, pero, de repente...

¡Bip, bip!

Su móvil sonó, rápidamente lo sacó de su chaqueta y lo revisó.

Mensaje número desconocido.

Alzó una ceja sorprendido y presionó el mensaje para verlo, pero, lo que leyó verdaderamente lo dejó desconcertado.

La chica que quieres no aparenta ser la niña perfecta de
sociedad que aparenta.

—Estoy lista.— La rubia apareció en el lugar.

Takuya rápidamente alzó la mirada hacia la chica con un desconcierto en el rostro que la rubia pudo apreciar.

—¿Qué ocurre?— Preguntó Zoe.

Takuya hizo una mueca y su mirada volvió hacia su móvil— Es que...

El chico no pudo terminar de hablar porque la puerta del departamento se abrió y al lugar entraron Sora y Mimi quienes los observaron sorprendidas.

—¿Todavía siguen aquí?— Preguntó Sora.

—Seguramente se estaban divirtiendo mucho como para olvidar que no sirven desayuno luego de las once de la mañana.— Comentó Mimi pícaramente.

—Faltan cinco minutos para las once, si no llegan se quedaran sin desayuno.— Les advirtió la pelirroja.

Takuya hizo una mueca al escuchar esto, suspiró, era mejor bajar a desayunar, tenía hambre y si no llegaban justo a la hora se quedarían sin comer. Guardó su móvil, ignoraría por el momento ese mensaje, ya que, era de un número desconocido y no daba más información—Bueno, entonces, iremos rápido.

Izumi asintió y sin más, ambos se tomaron de la mano para salir del lugar.


Hikari y Damar tomaron asiento al lado de Rika quién recién había comenzado a desayunar.

—Se demoraron bastante en bajar.— Comentó la Nonaka mientras revolvía su café.

Hikari hizo una mueca— Si, es que, Damar me esperó que estuviera lista para bajar.

Rika observó a las chicas de pies a cabeza— ¿Se vistieron a juego?— Preguntó la pelirroja al ver que ambas castañas tenían un short de jeans y un suéter, lógicamente la paleta de colores era diferente, el short de Hikari era amarillo y el sueter rosado, mientras Damar tenía un short negro y un sueter blanco.

—Quizás...—Musitó la Yagami.

Y sin esperar más las tres chicas comenzaron a comer de sus respectivos desayunos.

Damar hizo una mueca— La comida de este lugar está cada día peor.

—Deberían cambiar a la cocinera.— Comentó la Nonaka.

—No sean malas, la señora Ishikawa hace lo posible para alimentar a todos en este lugar.— Habló la Yagami.

Las tres chicas voltearon hacia una señora que se encontraba tras la barra de alimentos, una mujer de unos cuarenta y ocho años de cabello castaño con algunas canas y ojos verdes— ¡Ya son las once, así que, la cocina se cerrara!— Declaró la mujer a los presentes.

—¡Un minuto!— Al lugar llegaron corriendo Takuya e Izumi llamando la atención de todos.

La mujer observó su reloj— Justo a tiempo.

Takuya e Izumi sonrieron y se acercaron a buscar sus respectivos alimentos. Y cuando parecía que finalmente la señora ya había terminado con su labor en el lugar apareció Kouji quién no tenía buena cara, traía unas ojeras y evidentemente estaba enojado.

—Siempre llegan personas tardes a desayunar.— La señora Ishikawa rodó los ojos al ver al recién llegado.

Kouji hizo una mueca de fastidio ante el comentario de la señora, ignorando por completo que cierta chica de cabello castaño claro se sonrojaba por su presencia.

Rika al darse cuenta de esto no dudo en molestar a su amiga— ¡Hey! Solo entró, no es para que te pongas así.

—Cállate.— Damar le exigió a la Nonaka.

Rika observó a su primo, luego de recibir su bandeja este se había ido a sentar junto a Takuya y Zoe. Rika alzó una ceja extrañada al percatarse que no había volteado hacia ella ¿no le había ido a preguntar como había amanecido? Eso era extraño, siempre luego de una borrachera o ingesta de drogas su primo venía hacia ella y preguntaba como estaba o se acercaba a regañarla por haber hecho un acto tan desagradable, que no hiciera esto solo significaba una cosa: Verdaderamente estaba enojado. Volteo hacia su amiga que estaba totalmente ruborizada y recordó la conversación que habían tenido hace rato— ¿No ibas a ir a hablar con él?

—¿E?—Balbuceo— ¿Tú crees que daba hablar con él a primera hora?

—Bueno, si quieres puedes aplazar más esto y estar cada vez más sonrojada.— Contestó la Nonaka— Es cosa tuya finalmente.

Damar hizo una mueca, Rika tenía razón, mientras más aplazase ese momento más incómoda se sentiría. Cerró los ojos y respiró profundo, abrió los ojos y se levantó.

¡Hablaría con él!


—Buenos días, Kouji.— Takuya saludó a su amigo cuando este se sentó frente a ellos.

—Buenos días.— Respondió Kouji sin interés.

—¡Vaya! Por ese rostro yo diría que no dormiste bien.— Comentó Takuya.

Kouji hizo una mueca, lógicamente no había dormido bien, luego de recibir el mensaje de Koichi había recibido una llamada de él y la verdad es que el cargo de consciencia se hizo muy presente. Koichi le había dicho: "Me alegra saber que se divirtieron en la fiesta, supongo que cuidaste a mi novia...¡Ay! Para que preguntó si estoy seguro que la cuidaste, por eso quise que fueras con ella, porque confió en ti"

Ese

"confió en ti"

Enserio lo había dejado sin palabras, Koichi confiaba en él, le dejaba a cargo a la novia y él...¡La besaba! Y casi algo más. Se mordió el labio inferior.

—Lógicamente no iba a dormir bien luego de lo que ocurrió con su prima, Rika.— Izumi habló.

Eso era el otro motivo por el cual no había dormido, pensar en esa situación simplemente hacia que se preocupara, pero, tristemente más tiempo había gastado sintiéndose culpable que en pensar en el tema de las drogas.

Suspiró.

De repente sintió unos pasos tras él y una voz irrumpió en el lugar— Buenos días.— Kouji se mordió el labio inferior al saber de quién se trataba.

—Buenos días hermanita.— Contestó Takuya.

—Buenos días, Damar.— Saludó Izumi.

Kouji simplemente observó su café, y no respondió, se había propuesto así mismo no cometer el mismo error de ayer y para eso se había propuesto como meta estar lo más lejos posible de la hermana de Takuya.

—¿Cómo amanecieron?— Preguntó la castaña.

—Muy bien.— Contestó la rubia de ojos verdes.

—Excelente.— Respondió Takuya— Tu sabes que me encantan los sábados.

Damar sonrió.

—¿Y tú, Damar? ¿Cómo amaneciste?— Preguntó la rubia.

—También amanecí bien.— Respondió la hermana de Takuya.

Kouji le dio un sorbo a su café.

—Disculpen por interrumpir su desayuno, pero, necesito hablar con Kouji.— Habló la chica.

Kouji hizo una mueca ante esto, si quería hablar lo de ayer no era buena idea en lo absoluto, él se había propuesto olvidar lo que pasó y alejarse de ella.

—¿E? Kouji ¿podemos hablar?— Le preguntó la castaña.

Kouji apretó su puño ¡Necesitaba una excusa! No quería o mejor dicho debía hablar con ella, debía escapar—Disculpa pero no puedo.— Respondió— Koichi está próximo a entrar a su clase de pasantía y debo llamarlo.— Contestó sin siquiera mirarla a la cara.

Damar bajó la mirada desilusionada, al parecer no iba a poder hablar con él— Está bien, pero ¿después podemos hablar?

Kouji sacó su móvil— Podría ser.

Takuya e Izumi intercambiaron miradas ante esto.

—¿E? B-bueno.— Contestó Damar— Que tengan buen día.— Dijo antes de volver a su puesto junto a Hikari y Rika.

Kouji tecleo su móvil y se levantó del lugar— Llamaré a Koichi.— Dijo antes de salir del lugar.

Takuya e Izumi simplemente ignoraron el momento y volvieron a centrarse en sus respectivos desayunos.


—¿Qué película podríamos ver esta tarde?— Preguntó Mimi pensativa.

—¿Una romántica?— Preguntó la Takenouchi.

—Podría ser...— Sonrió la castaña.

Sora hizo una mueca al recordar algo— ¡Pero!— Suspiró— a Taichi no le gustan.

—¡Verdad! Y a mi novio tampoco.— Comentó Mimi.

Sora alzó una ceja sorprendida— ¿A tu qué?

Mimi llevó una mano a su boca al darse cuenta de lo que había dicho, había rebelado que Yamato y ella eran novios— ¡Ou! Tenía planeado decírselos esta mañana en el desayuno a Izumi y a ti, cuando estuviésemos juntas, pero, no pude.

—¡Un minuto!— Exclamó la pelirroja— ¿Estás diciendo que Yamato y tu son novios?

Mimi asintió.

—¡Wow!— Exclamó la Takenouchi— ¡Felicidades!

Mimi sonrió— Muchas gracias, no sabes lo feliz que estoy con esto.

—Claro que lo sé, este ha sido el sueño de toda tu vida ¿no?— Le comentó Sora.

Mimi asintió— Bueno, quizás, si lo sepas.— Suspiró— Apenas llevamos unas horas, pero, soy la chica más feliz de la tierra, Yamato es lo que siempre quise.

—Suspiras como enamorada, hablas como enamorada miras como enamorada, evidentemente ese chico te tiene loca.— Comentó la pelirroja.

—Si.— Contestó la Tachikawa— Creo que estoy enamorada.

Yamato.

Yamato.

Yamato.

Ese era el nombre que venía a su cabeza, su rubio favorito, lo quería demasiado, llevaban poco, pero, no se imaginaba la vida sin él, luego de tantos años tras él, luego de tantos intentos por llamar su atención, luego de tantos intentos por hablar con él ¡Al fin eran novios! Suspiró.

¡Era increíble!

Se sentía feliz.

¡Toc, toc!

La puerta sonó.

Sora se levantó del sofá— Yo voy.— Y sin decir más se dirigió a abrir la puerta, pero, cuando la abrió quedó totalmente sorprendida al ver quién estaba ahí...—¿Ryo?

El chico sonrió— Hola Sora.— La saludó.

—¿Qué haces aquí?— Preguntó.

—Necesito hablar contigo un momento.— El chico observó que detrás de la pelirroja estaba la Tachikawa, hizo una mueca— Sin que alguien nos escuche.

Sora alzó una ceja sorprendida ¿que tenía para decirle que era tan privado? Bueno, ya lo sabría, así que, salió del departamento y cerró la puerta tras ella para que la Tachikawa no escuchara su conversación.

—¿Qué ocurrió?— Preguntó la pelirroja.

—He escuchado que últimamente andas muy ansiosa.— Le comentó Ryo. Sora abrió los ojos sorprendida ¿cómo sabía eso?— Y pues, tú sabes que soy una buena persona, entonces...—El chico sacó de su bolsillo una bolsa con polvo blanco— Tengo la solución para ti.

Sora observó el polvo blanco detenidamente ¿eso era heroína? Observó al chico, él solo venía a ofrecerle ese tipo de cosas cuando necesitaba algo, ya que, ella no era un público fácil de convencer. Hizo una mueca, ya que, tristemente como el había dicho últimamente andaba muy ansiosa por esas cosas y ahora tenía una enfrente, verdaderamente era una tentación esa cosa.

—¿Qué quieres a cambio?— Preguntó la pelirroja.

Ryo sonrió ante esto— Sabía que querrías esto.

Sora frunció el ceño y rodó los ojos.

¡Malditas ansias!

Se maldijo así misma en su mente.

—Tengo dos propuestas.— Contestó Ryo—Primero, necesito que alguien pague una deuda que tengo con el guardia Smith.— Sora entendió al instante lo que quería decir y su respuesta era un rotundo "No"— Y la segunda, es que en la noche con los chicos queremos hacer una pequeña fiesta en el comedor, ya sabes, ayer todo terminó tan temprano que nos quedamos con ganas de ingerir alcohol y todo eso, y como sabes, hoy la directora del Internado y sus empleados no estarán por motivos que ya conoces y todos tenemos prohibido salir, así que, queremos hacer algo aquí.

—¿Qué tengo que ver con eso?— Preguntó Sora.

—Necesito que distraigas a tu "noviecito"— Se refirió a Taichi— Tu sabes como es, si se entera que traeremos alcohol a el Internado quizás quiera impedirlo por su hermana, ya sabes, y la verdad es que no queremos tener discusiones con él, entonces ¿que tal si tu lo distraes?

—Pero, Ryo no creo que sea buena idea esa "fiesta post-fiesta fallida" de ayer.— Admitió la pelirroja.

—No será la gran cosa Sora, estamos prácticamente solos.—Comentó Ryo—Ningún adulto nos encontrará, tu sabes que ningún adulto regresará hasta mañana en la mañana y ya a esa hora todo estará igual que antes.

—Pero, hay personas menores como Hikari y no creo que deban participar de eso.— Comentó Sora.

—Pero, Sora, nosotros haremos esta pequeña "fiesta" de una forma responsable.— Ryo mintió muy descaradamente frente a la Takenouchi— Lógicamente no vamos a permitir que los chicos de primer año de secundaria participen, sabemos que son muy pequeños.

Sora hizo una mueca, no creía mucho en las palabras del Akiyama.

—¡Vamos, Sora!— Exclamó el Akiyama— No queremos estar todos el fin de semana aburridos, además, dime...—Señaló la bolsa— ¿Quieres la heroína si o no?

Sora hizo una mueca y la observó, últimamente sus ansias se la estaban comiendo viva, quería consumir aunque fuera un gramo de esa cosa. Pero, las palabras del Akiyama no le causaban mucha confianza.

—Por favor, será una fiesta pequeña, para reparar un poco lo que sucedió ayer y listo.— Rogó el oji-azul.

Sora se mordió el labio inferior— Lo haré.— Suspiró— Pero, debes prometer que los menores no participaran.

Ryo llevó su mano tras su espalda y cruzó sus dedos—Lo prometo.— Sonrió— Debes estar tranquila, todo lo haremos responsablemente.

Sora suspiró— Eso espero.


—¿Qué cosa planean hacer?— Preguntó Takeru sorprendido ante las palabras que la había dicho Henry hace un segundo.

—Lo que te dije, haremos una especie de mini-fiesta.— Respondió el chico de cabello azulado.

—Pero, eso no se puede hacer aquí.— Comentó el rubio.

Henry asintió— Lo sabemos, pero, bueno, ayer nos cortaron las alas.— Hizo una mueca— Y por eso pensábamos en divertirnos esta noche, no habrá nadie, ni la directora, ni la cocinera, ni nadie.

Takeru hizo una mueca— Pero, habrán algunos que no van a querer.

—Esas personas no importan.— Respondió Henry— Nosotros queremos divertirnos y consumir libremente lo que nos apetece.

Takeru se mordió el labio inferior, según Henry, sería una fiesta con alcohol y algunas sustancias -algo pequeño según él- pero, no estaba seguro, luego de ayer no quería meterse en más problemas con su hermano—No creo que sea buena idea.

—¡Ay, vamos!— Exclamó Henry— Tu dices que no eres un niño.— Posó una mano en su hombro— Pero, actúas como uno.— Hizo una mueca— Piensa esta es tu oportunidad para probar alguna sustancias mejores que el alcohol.

—Pero, Yamato...

—Olvídate de tu hermano— Sugirió el chico y se cruzó de brazos— Yo pensé que ya eras grande, o eso me hiciste pensar ayer.— Rodó los ojos— Por eso te informé sobre lo que queremos hacer.— Suspiró— Pero, bueno, si no nos quieres apoyar entonces sigue siendo ese niño cobarde.

Takeru apretó su puño.

¡Él no era cobarde!

Claro que no, él sí se atrevía a probar esas cosas.

—No soy cobarde.

—Entonces, demuéstralo y apoyamos a realizar esta pequeña celebración.—Animó el chico.

Takeru hizo una mueca, bueno, era una pequeña fiesta ¿no? Si, Yamato y uno de sus amigos estaba probablemente los detendría, así que, no había de que temer, y en todo caso si lograban consumir sus sustancias ¿qué podría salir mal? Esos chicos ya tenían experiencia Henry, Rika, Ryo y muchos otros, nada malo les ocurriría.

—Está bien, cuenten conmigo.— Respondió finalmente le rubio y Henry sonrió.


¡Chan, chan, chan!

Si se dan cuenta cada dos comentarios subo capítulo nuevo, eso se da principalmente porque los comentarios me dan la seguridad de que al menos dos personas leyeron y puedo continuar. En pocas cuentas es como la luz verde del semáforo que me permite avanzar.

mariacredenza02: Jajaj ya decía yo que faltaba tu comentario en el capítulo anterior Jiji Entiendo que haya ocurrido, no te preocupes ¡Llegamos al 3 de Abril! Pero debemos llegar a la noche jsjsj Sin duda, todos queremos golpear a Ryo jiji Ryo es la obra maestra y Rika si cómplice solo por el afán de las drogas veamos como sale eso. Si, pobre Damar tiene dos problemas y no sabe como lo va a solucionar, Kouji ahora está dispuesto a ignorarla, veamos como sale eso. Yo igual a Hikari y pues, me da mucha tristeza pensar en como se va a desilusionar de su hermano, me gustaría no escribirlo, pero, solo así se desarrollará la historia. Veamos que ocurre con Sora y si esta actua sabiamente o no. Espero que sigas leyendo, comentando y espero que te guste como va hasta el momento, un abrazo a la distancia nos estamos leyendo en el próximo capítulo.

Samy: De nada, me gusta actualizar jiji Me alegra que la encuentres interesante, esas tres parejas me gustan Takari, Mimato y Taiora, pero, también les sumo Takumi y Ryuki. Espero que te siga gustando esta historia, sigas leyendo y comentando, un abrazo a la distancia.