Disclaimer: Las Chicas Super Poderosas no me pertenecen. Son propiedad del señor Craig y sólo él puede decir como continua la historia. Yo escribo fanfics por diversión, para entretenerme un rato y entretener a otros en el proceso. Lo hago gratis, así que sólo obtengo felicidad de esto.

Advertencias: Todos los personajes en esta historia son OoC (Out of Character). La historia está trabajada con mi headcanon de los personajes. Los OC (Original Character) que aparecen en la historia son de mi total propiedad, así que no me parece agradable que los agarren sin permiso.

La canción de acompañamiento el día de hoy, es Better Without You, del grupo Evanescense, ya sé, un nombre que no se escuchaba desde el 2012, no hay un momento exacto para reproducirla.


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Capítulo 11 – Better without you

Las charlas con Molly nunca terminaban bien, eso era un hecho y un acuerdo silencioso entre todas las chicas en la fraternidad. Era la encargada, por supuesto, la presidenta también, y aun así se creía con el derecho de tratarlas como si estuvieran trabajando para ella. Últimamente estaba ensañada con Blossom, desde que comenzó a pasar más de una sola noche seguida en casa de Brick. De acuerdo se comportaba así con todas sin excepción, pero para ser justas, Blossom sí fue con ella y le dijo que si no volvía, era porque estaba en con él. No dejó de volver al dormitorio porque sí.

Molly no quería comprender esa parte.

En sus ojos sólo existía el problema de Blossom desperdiciando una habitación en la fraternidad, que bien podría entregarse a otra chica con deseos de unirse.

Alice intentó durante tres horas seguidas hacerla entrar en razón, no era que estuviera desperdiciando la habitación, simple y sencillamente daba la casualidad de que Blossom respetaba su privacidad y la de su amiga pasando la noche con su novio. Lo cuál no era tan seguido como Molly lo intentaba marcar, sólo sucedía durante los fines de semana porque siendo realistas, Blossom nunca pasaba las noches de semana fuera, se quedaba despierta hasta las doce y cinco de la noche, repasando y preparando sus sesiones de estudio para el grupo de los antipáticos.

Ninguna de sus razones las quiso escuchar Molly.

El plan que habían hecho inicialmente para ir de compras, estaba arruinado. No existía forma humana de poder salir de esa discusión a tiempo.

Y Blossom estaba tan ansiosa por acompañar a Jason y Magnus a seleccionar los muebles para tu nuevo departamento. Después de tres años sufriendo en el piso de mierda con goteras, plagas constantes y pésima plomería, los dos finalmente se podían permitir un mejor lugar para vivir, uno casi permanente para cuando ambos se graduaran.

Tendrían que mandarles un mensaje para disculparse por no estar ahí, en especial cuando Jason le pidió específicamente a ella estar a su lado, luego de insistir durante media hora Blossom accedió a ir con ellos. Aprovechó el momento de distracción de Molly para darle la espalda y escribir apresuradamente una disculpa. Magnus respondió en lugar de su novio.

«Mejor así, no me siento muy bien para salir hoy. Reprogramamos para otro día.»

Regresó su teléfono al bolsillo trasero de su pantalón, revisó la hora en el reloj de su habitación buscando una posibilidad de salir del lugar, si no podían acompañar a sus amigos, ella y Alice podían solamente darse una vuelta por el centro comercial. Todavía no tenían una fecha para su salida de noche, solo sabían que irían antes del cierre de semestre, de lo contrario sería muy complicado encontrar un lugar cómodo para sentarse, bailar y… quizá beber un poco.

Podía intentar volver a beber.

Sus recuerdos de la primera vez que salió de copas no eran tan agradables, tenía trozos repartidos por aquí y por allá.

—¡Y por último…!

—Sí, mira, muy interesante y todo, Molly. Pero queremos ocupar el tiempo mientras aún podamos —interrumpió Blossom—. Si lo que te molesta es que los fines de semana no duerma aquí, ¡ya entendí! Hice una promesa con Alice, y mientras ella siga viviendo en la fraternidad yo estaré con ella, así que no voy a salirme. Ahora, si no te importa —empujó a la presidenta de la fraternidad por el hombro, apartándola del camino—, tenemos un poco de prisa. Vámonos, Alice.

Salieron con prisa del edificio hacia el elegante coche estacionado frente a la puerta, Cayden, el novio en secreto de Alice, esperaba para llevarlas hacia la tienda dónde debían de reunirse con Jason. Cada año hacia un viaje de una semana antes de las vacaciones oficiales, su función era hacerle compañía durante la noche de descontrol de Blossom y al final, escoltarla hasta el aeropuerto dónde el jet esperaba para llevarla de regreso a Inglaterra. Alzó una mano para estrechar la mano de Blossom, antes de abrirle la puerta trasera, a Alice la detuvo por la cintura, besando largamente su mejilla.

—¿Al centro dijeron que iban? —preguntó al ponerse el cinturón.

—No, Magnus no se siente bien, irán a hacer las compras otro día. Vayamos mejor sólo a la plaza, caminar no me hará daño.

—A ti no, a tu bolsillo vaya que sí, querida B.

Cayden se rio con el comentario, encendiendo el motor sin esperar a que una de las dos le diera una dirección.

Aquella era el segundo "defecto" recurrente que se mencionaba entre los antipáticos, su debilidad a las compras. No lo negaba, todo lo contrario lo reconocía. El problema era cuando lo usaban para querer burlarse de ella, como ahora. Podía ir a pasear sin volver a casa con catorce bolsas de compras… bueno, ocho bolsas de compras eran lo mínimo a lo que estaba dispuesta a renunciar.

No se molestó con el comentario, tampoco se unió a las risas de Alice y su novio, solo se recostó en el asiento y se abrochó el cinturón. Brick todavía no respondía sus mensajes, lo que significaba mucho trabajo, no esperaba verlo antes de subirse al jet de los McAllister. Por mucho que se estuviera haciendo a la idea de llevarlo a su noche de locura, además de invitarlo a pasar las fiestas con ella.

—Antes de olvidarlo, B, ¿invitaste a tu papá a la cena? Mamá dijo que estaría encantada de recibirlo otro año.

—Lo hice, el profesor dijo que estaría encantado de ir, aunque no puede quedarse para la víspera de noche buena, debe volver con mis hermanas, ya sabes.

—Podemos organizar un almuerzo cuando vaya a la mansión, algo pequeño para incluirlo en la celebración y que tenga tiempo de volver a Townsville —Cayden apretó la rodilla de Alice al girar a la derecha en una calle—. La señora no tendrá problemas con eso.

—Nene, es mi mamá, no la llames señora cuando estamos juntos.

Las voces pronto se volvieron poco menos que un simple murmullo en la cabeza de Blossom.

Apagó la aspiradora al terminar la limpieza del librero, Bubbles insistió en que no era necesario, sólo pondrían unas luces por ahí y algo de escarcha falsa, sería suficiente para ocultar cualquier rastro de suciedad. Buttercup secundó la idea, diciendo que no dedicaría cuatro horas de su día reordenando los libros, eran demasiados y no iba a poder recordar dónde iba cada cosa.

Por eso terminó ella sola haciendo esa parte de la limpieza. Claro que era laboriosa, por supuesto iban a tardarse mucho en quitar todo el polvo, pero era necesario para que no creara humedad en las páginas. A ella no le agradaba la idea y sabía que el profesor tampoco estaría satisfecho de ver sus enciclopedias con hongos o moho. Tuvo que tomar el pequeño sacrificio de no adornar el árbol para hacer la tarea que nadie más deseaba tomar.

Mientras pasaba el trapo por la madera, dándole brillo una vez más, observó a sus hermanas por encima del hombro, flotando alrededor del árbol con una tira de luces cada una. Notó una leve punzada en el pecho, se reían y bromeaban entre ellas sobre reuniones a las que no la invitaban, accidentes que ocurrieron con sus amigos y ella no pudo ver porque nadie pensó en que tal vez quería asistir al lugar. Flotó con suavidad al suelo, los libros estaban listos para volver a las repisas, primero acomodó los que quedaban cerca del suelo, después aquellos a los que podía acceder estirando los brazos.

No volvió a elevarse en el aire para acabar las últimas tres repisas, fue a buscar la escalera y realizó varios viajes subiendo y bajando hasta haber acabado, repasando mentalmente el orden en que había bajado los libros. Todo parecía estar en orden, nada fuera de lugar ni colocado en un sitio que no le pertenecía.

¿Ya terminas ahí? Nos vendría bien una mano aquí

Llamó Buttercup desde la sala.

Claro, ya bajo.

Tampoco voló para reunirse con sus hermanas, usó las escaleras.

¡Blossy! —Bubbles se acercó a ella, poniendo una caja en sus brazos—. Agarra esto y veme pasando lo que necesite.

Yo necesito que sostengas esto, tengo una visión y no quiero perderla.

Negándose a flotar para facilitarle el trabajo a sus hermanas, permaneció quieta en el centro de la sala de estar, de pie frente al árbol de navidad, las series de luz lo iluminaban lo suficiente para poder concentrarse en un foto apagado, un solitario led que no llegó a encenderse. ¿Sería así como todos la veían? ¿Una solitaria chica apartada de otros? Ella se sentía de esa forma sin dudarlo un solo momento, desde que la preparatoria comenzó tenía la sensación de alejarse más y más de sus hermanas con el paso de los días.

Lo peor era no saber cuál era la causa.

¿Podría ser que supieran de su relación con Brick?

¿Estaban apartándola a propósito porque sentía un tipo de traición de su parte?

No. No tenía lógica pensar de esa forma, era absurdo. Buttercup apenas dos meses atrás había echado a Ace a patadas de la casa cuando él la llamó por el nombre de alguien más. Incluso estaban esos rumores de que recientemente había empezado a salir con Butch, al menos alguien dijo que los había visto sentados en un restaurante sin querer matarse. No lo había hablado con el chico todavía, prefería esperar que fuera él quien iniciara la conversación.

¿Pero esa sería la razón de su desplante?

O-oigan, ¿puedo hacerles una pregunta?

Buttercup bufó al escucharla, descendiendo un poco.

Viendo la expresión en sus ojos, los brazos cruzados sobre el pecho, Blossom fue incapaz de encontrar las palabras necesarias.

¿Qué sucede, Bloss? —Bubbles fue a unirse a Buttercup, solo que en lugar de cruzar los brazos sobre el pecho, los metió en los bolsillos de su abrigo.

Blossom bajó la mirada.

¿Cómo podía siquiera pensar en preguntarles? ¿Y de qué forma debería de iniciar la conversación? Era obvia la razón para no incluirla en sus planes; le tenían rencor de algo, detestaban tenerla alrededor.

Porque ellas fueron obligadas a ir a las clases de verano para la clase de química y ella pasó el examen.

N-no, nada.

El gruñido de Buttercup resonó en su cabeza.

—¿Vas a comprar algo sexy para Brick?

Blossom parpadeó varias veces antes de intentar darle sentido a las palabras de Alice. Su amiga la observaba por encima de sus lentes, queriendo sacarle una respuesta satisfactoria. Casi era divertido saber identificar todas sus expresiones.

—Sólo porque estamos en una tienda de lencería no significa que estoy pensando en Brick —las mejillas de Alice se inflaron, inconforme con esa respuesta—, me estaba preguntando solamente… —regresó a su lugar el encaje negro que estaba observando—, pensaba en algo que me dijo alguien muy querido para mí una vez.

—¿Y qué era eso, B?

—Tienes un atractivo único —un sostén casi transparente apareció en su camino, lo agarró y sin pensarlo lo puso en su pequeña cesta de compras—, me preguntaba si realmente se vería bien en mí algo así —eligió ignorar un conjunto que parecía hecho de sea para agarrar algo más neutro.

—Por supuesto —respondió sin dudar su amiga—, sólo porque tus hermanas sean más altas y con pechos enormes no significa que seas fea —detuvo a Blossom antes de que se marchara, poniendo en su cesta aquel sujetador negro que llevaba un rato viendo—. No deberías dudar tanto de tu atractivo, las chicas delgadas son guapas.

Alice esperaba una respuesta negativa, ya estaba acostumbrada a eso. El complejo de belleza de su amiga estaba muy enterrado en su mentalidad, era casi imposible hacerla pensar de otra forma.

—Es lo que me han dicho.

No tal cual la respuesta que esperaba, aunque mejor de lo que estaba acostumbrada.

Las chicas fueron al mostrador para pagar sus prendas, Alice nunca entregaba su tarjeta de crédito, ella era de la vieja escuela y usaba efectivo. Blossom siempre pensaba que iba relacionado con su familia, en definitiva eran una familia importante en Inglaterra y se arriesgaba a pensar, que tenían fuertes influencias con la realeza. Ella, por otro lado, sólo extendió el plástico a la cajera.

Fuera del lugar Cayden esperaba asomándose por el barandal hacia la planta baja, su sonrisa fue amplia y burlona al verlas salir. Blossom respondió con otra sonrisa cargada de burla, con eso su interacción término y se ahorró la incómoda sensación de coqueteo entre Alice y su pareja. El siguiente piso al que fueron mantuvo a Alice entretenida casi tres horas en la enorme tienda de chocolates, como alguien que ya había viajado a todos los lugares dónde preparaban el mejor chocolate, consideraba su objetivo personal comprar algo similar allá a dónde fuera.

Blossom sólo tardo quince minutos en gastar casi ciento cincuenta dólares en dulces que ella no iba a consumir. Seguía trabajando en su teoría, pero ella era alérgica al chocolate, estaba confuso el recuerdo sobre sus hermanas, ¿ellas también eran alérgicas o fue sólo ella quién salió con eso?

Revisó el teléfono antes de seguir a su amiga al siguiente piso, Brick todavía no le había enviado ningún mensaje, tenía ilusión de haber recibido noticias suyas de un momento a otro. Al menos saber que seguía vivo. Tampoco había recibido mensajes de Boomer en los últimos días, la última vez que habló con él había mencionado algo sobre un viaje, él ya no trabajaba como informante para ese mafioso que le contó alguna ocasión. Sin embargo no mencionó a dónde iba.

Butch también había desaparecido sin más.

Le dejaba una sensación de dejá vù.

—¿Me voy por unos minutos a comprar chocolate y tú ya saturaste tus bolsas?

La pelirroja bajó la mirada a sus manos. No había registrado en su memoria la compra del juego de té exclusivo en la tienda junto a la chocolatería. Tampoco estaba segura de haberse desviado en el camino para surtirse de una dotación de dulces, llevaba años sin consumir un solo caramelo. Desde aquel traumático día dónde el alcalde la llevó a ella y sus hermanas a la adicción.

—No sé que decir en mi defensa, juraría que sólo estaba esperándote aquí.

—Cayden, ¿por qué no la detuviste? —cuestionó Alice, entregándole su bolsa de compras a su novio.

—No soy su puto niñero, si quiere gastar dinero con los ojos cerrados, que lo haga.

Alice se enojó por su respuesta, golpeó su hombro para reprenderlo por hablarle a su amiga de esa forma.

Blossom ni siquiera puso atención, estaba revisando una de sus bolsas, dentro de la cuál parecía haber una botella nueva de perfume, aretes y collares acompañados con varios anillos. Ninguno de los accesorios que ella usaba. Antes usaba todos los días una plumilla de guitarra que le regaló Brick, él afirmaba que el guitarrista se la regaló por pura amabilidad, pero ella sabía que lo más seguro era que él lo hubiera aterrorizado para dársela. Por alguna razón dejó de usarla tan pronto Brick volvió a su vida.

Comprendía un poco mejor porque Jason y Kyle insistían en que se convertía en otra persona, no era solamente un bajón de estrés. Quizá si fuera algo más que sólo eso.

—Kyle dice que su padre le dará libertad mañana, podríamos aprovechar para nuestra salida —Alice tomó a Blossom de la mano, arrastrándola con ella por los pasillos—, aunque si Magnus está enfermó no podrá venir… y Jason no sale de fiesta sin su novio.

—Basta con preguntarle si se siente mejor.

Blossom se detuvo frente a un aparador exhibiendo distintos juegos de vasos, unos con cristal esmerilado, transparentes y lisos, con texturas, inspirados en obras de arte. Los que estaban en la parte alta parecían ser de vidrio soplado. Había un juego en particular muy llamativo, con colores cambiantes dependiendo del ángulo en que se vieran.

Alice intentó apartarla de la tienda, sabia muy bien lo que sucedería de dejarla entrar, gastaría más dinero todavía y al día siguiente ¡gastaría el doble de lo que gastó hoy! Pero sin importar cuanto se esforzara por moverla, aunque Cayden fingiera jalarla del brazo, ninguno pudo siquiera empujarla un poquito. Fue inevitable su entrada a la tienda, verla dar vueltas frente al escaparate y luego salir minutos después, despidiéndose de la encargada del día, cargando una pesada bolsa en el hombro.

—Creo que mejor volvemos al dormitorio.

—Es la decisión más sensata que has tomado el día de hoy —Cayden rodeó a Alice por la cintura, dirigiendo el camino de regreso al estacionamiento—. Vamos, my lady, debe volver a la cama antes de que el monstruo venga a devorarla.

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Casi ocho meses sin utilizar sus poderes y depender de sus piernas, como la gente normal lo hacía, ya no era la labor tan agotadora que resultó los primeros días. Era capaz de caminar más lejos y llegar más rápido a su destino, también desarrolló resistencia, algo posiblemente imposible tiempo atrás. Ahora no se sentía ni tantito agotada luego de caminar hasta la escuela y de regreso a casa, en algunas ocasiones realizaba el recorrido en compañía de Robín, claro, eso siempre que su amiga no decidiera notificarle de último minuto que iba a una cita con Buttercup.

Tampoco es como si algo de eso fuera importante ahora.

Apagó la música de sus audífonos y guardó el teléfono dentro de la mochila. Se sentía agotada por los acontecimientos del día, regresaba de presentar el SAT y comenzaba a sentir la presión cayendo sus hombros como gotas de lluvia, constante y fuerte lluvia que no te permitía ver más allá del largo de tu brazo.

Ánimo, Blossom, se dijo, ya sólo quedan dos calles más.

Concentró el resto de su energía en sus piernas, cuando estuviera en Massachussets no podría confiarse en volar el resto del camino, era importante seguir caminando.

¿Diga? —murmuró al contestar la llamada entrante.

Hola, tú, ¿qué tal estuvo el examen?

Hola, yo —respondió, sonriendo—, no tengo la más mínima idea. Tendré que esperar a los resultados —tomó aire antes de continuar—. No vomité a mitad de la prueba, así que eso ya es algo, ¿no lo crees?

¡Olé! Te dije que iba a ir todo bien. ¿Cuánto hay que esperar por la respuesta?

Blossom se apartó del camino, dándole espacio a los niños en bicicleta para bajar la calle a máxima velocidad.

Unas semanas, al menos. Tan sólo espero que mi ensayo excelente, sin el ensayo no tengo muchas esperanzas —un gruñido salió del otro lado de la línea—. ¿Butch?

Exageras un poco, roja, tu ensayo está bien y tu examen fue excelente, ¿qué otra cosa puedes pedir?

La chica suspiró, buscando las llaves de casa en el bolso.

N-no, nada, Brick. Es sólo que… bueno… ¿y sí no soy tan buena como creo? —abrió la puerta principal, sus hermanas no parecían haber notado su ausencia—. No sé si pueda…

¡Hey! —gritó Brick, al otro lado de la línea—. Has estado preparándote para esto por meses, por supuesto que lograrás entrar. Sólo respira.

Cerró la puerta de su habitación recargándose en ella, la mochila cayó de su hombro hasta el suelo con un estruendo. Blossom siguió su camino lentamente, al sentarse en la alfombra las lágrimas invadieron su vista sin poder evitarlo.

¿Bloss?

¿Puedes venir a casa? No sé si sobreviva a la noche sin tratar de arrancarme las uñas, otra vez —la llamada quedó en silencio del otro lado—. ¿Brick? —llamó. Su voz se quebró al pronunciar el nombre de su novio.

Arrojó el teléfono al otro lado de la habitación.

¿Estás bien? —Brick apareció en la ventana. Era obvio que se puso lo primero que encontró para ir a verla, tenía un brazo metido por el cuello de la sudadera.

No…

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Blossom despertó gritando.

Estaba cubierta en sudor y sentía como si el pecho fuera a explotarle.

Alice ya estaba a su lado en la cama, en menos tiempo del que le hubiera tomado controlar su respiración. El abrazo de su amiga ayudó a tranquilizarla. Durante los minutos que estuvo entre los brazos de la chica, escuchando sus suaves palabras de consuelo, comprendió porque Kyle se sentía tan relajado cuando ellos hacían eso con él.

—Creo que estoy mejor, Al.

—¿Segura? Todavía estas temblando un poco.

—Si, descuida, un poco de té y estaré mejor. Vuelve a dormir… y gracias.

—Cuando lo necesites, B.

Alice volvió a su cama, cubriéndose hasta las orejas con los cobertores, tan pronto su cabeza tocó la almohada cayó dormida. Su respiración se suavizó en segundos y los ronquidos que siempre negaba tener, se hicieron escuchar. Blossom pensó en que tal vez ella debería imitarla, volver a meterse en las cobijas y dormir, pero el dolor en el pecho sumado al incontrolable temblor de sus manos se lo impidieron.

Cubrió su boca y sopló hacia sus palmas, esperando que el frío y la quemadura por el hielo pudiera ayudar para tranquilizarla.

Ni repitiendo el mismo proceso durante los siguientes veinte minutos logró encontrar la forma de disminuir el latido de su corazón. Su pecho dolía constante, como si estuviera preparándose para algo horrible, era la misma sensación que tuvo durante uno de sus primeros ataques de pánico, previos a la medicación. Las cicatrices en sus dedos jamás se curaron del todo, si ponía las palmas al aire, bajo la luz, podía ver el punto exacto dónde los doctores hicieron sutura.

El profesor dijo que aquello no se curaría, no se trataba de una herida normal como las que se hacían luchando contra villanos, tampoco era un hueso roto por haber atravesado el concreto. Ella misma se provocó esos cortes, algo muy profundo en su psique logró convencer al resto de su cuerpo de no sanar, seguir sangrando y cicatrizando hasta recibir atención médica.

Al menos eso dijo él.

Y seis años después del incidente seguía sintiendo los callos en sus dedos, cuatro puntos por yema. Cuarenta recordatorios distintos del tiempo en que vivir en las paredes de casa era aterrador, de los días dónde se sentía un invasor dentro de su hogar.

Salió de la cama, escribiendo una nota rápida para Alice, saldría a caminar hasta despejar su mente, en caso de que Molly preguntara dónde se metió; salió muy temprano a correr. Eso la callaría durante un tiempo. Se vistió con el pantalón de lana gris y la sudadera, cubrió su cabeza con la capucha, metió las manos en los bolsillos y comenzó a caminar. Miraba la punta de pies en todo momento, esperando que la distracción también alejara sus pensamientos del sueño.

¿Qué había soñado de todas formas?

Despertó con tal impresión que no fue capaz de aferrarse a las imágenes, no pudo haber sido algo relacionado con los años de secundaria, ella y sus hermanas se llevaban bien en ese tiempo, no pasaban todas las noches reunidas en una habitación hablando, pero en definitiva no la ignoraban y apartaban de sus planes como los últimos años de preparatoria. Lo cuál la llevaba pensar en esos días, el inicio de lo que ella llamaba «su psicosis» y las primeras medicaciones para el TOC. Muy malos años, en efecto.

¿Así que carajos pudo haber estado soñando?

¿Se relacionaba con Brick? ¿Era algo sobre Bubbles y la noche que intentó advertirle sobre Damien?

¿La noche que presentó el examen SAT? Aquel fue un día nefasto, la mañana fue fantástica, presentó su prueba, envío el ensayo y… caminó a casa desde la estación de autobuses, Butch le llamó y fue interrumpido por Brick. Volvió a casa para ser ignorada por sus hermanas entró al cuarto, cerró la puerta y luego de eso, ¿qué ocurrió después? Tuvo un severo ataque de ansiedad, para cuando su novio entró a su habitación ella ya había empezado a masticarse una uña. Brick logró detenerla, aunque ninguno de los dos pudo dormir cómodamente.

¿Habrá sido que eso fue lo que soñó? En parte tiene sentido, la psicóloga que tuvo en Townsville le repetía que los sueños podían revivir malos momentos, por eso al despertar uno podía gritar o llorar, porque no era más que nuestro cerebro recreando imágenes de algo que pasó. En ese casi realmente prefería no enterarse de lo que estaba soñando, no estaba dentro de sus planes revivir el dolor que sintió al… ¡no!

No vayas por ese camino, Blossom Utonio.

Levantó la cabeza al detenerse frente a un edificio.

Sin darse cuenta caminó hasta el edificio dónde vivía Brick, quién seguía fuera.

Cubrió su rostro conteniendo un gruñido. No quería volver a depender de Brick como lo hizo antes, no sólo terminó con él por haberse acostado con alguien más, fue despertar en brazo de otro hombre lo que iluminó su pensamiento. Dependía del abrazo de Brick para calmar sus ataques, necesitaba sus besos en la frente y sus firmes manos en su espalda para regresar a la normalidad su respiración.

No quería volver a necesitarlo para vivir. Quería estar con él, ya no quería necesitar su presencia alrededor suyo 24/7.

—¿Necesitas ayuda?

Un escalofrío recorrió su espalda.

—Es toda una sorpresa verte aquí.

El segundo que tardó Blossom en concentrar su energía en enfriar sus extremidades, y generar un área segura de bajas temperaturas alrededor de su cuerpo, fue el tiempo necesario del interlocutor para atravesar la capucha y enterrar una aguja en su cuello.

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—¡Y yo te estoy diciendo que no es normal en ella!

Butch pegó al brinco al escuchar su voz gritando. Alice nunca alzaba la voz, Brick estaba ahí para dar constancia de eso, sin embargo ahí se encontraba ella, de pie frente a los tres Rowdys y las dos hermanas de Blossom. Su mirada podría haber competido con la fiereza de Buttercup si ella tan sólo se hubiera dignado en voltear a verla.

—Vamos, pequeñit…

—¡No te atrevas a hablarme con ese tono condescendiente, Butch Him! —golpeó la encimera con tal fuerza que derramó los vasos de agua—. No soy ninguna niña criada en cautiverio para que quieras pretender sentir lástima por mí.

—Yo nunca dije eso, sólo estaba dicie…

—Tampoco te atrevas a llamarme loca. No he conducido por tres horas en medio del tráfico durante las fechas en que los estudiantes van a casa por las vacaciones navideñas, ¡para escuchar a un criminal retirado queriendo decirme que estoy perdiendo mi cordura!

Bubbles se apresuró a meterse en medio de los dos.

—Bueno, no lo culpo, nos arrastraste a nosotras aquí también así que…

—¡Así que vamos a considerar a la chica que conoce a Blossom mejor que ustedes una lunática! —quien intervino evitando que siguiera gritando a todos, fue Boomer.

—Mensaje recibido, Alice. Dinos que sucede.

—Blossom desapareció.

—¿Segura de eso? ¿Revisaste si no se escondió en los pantalones del novio de alguien más? —se mofó Buttercup, levantándose del sillón para servirse un poco de whiskey en la barra personal de Brick.

—Adivino, ¿Buttercup? —la chica frunció el ceño al escuchar su nombre—. ¿Crees que entrar a Harvard es una decisión que tomas en dos días? No es una universidad comunitaria, querida. Prepararte sólo para el examen toma meses, lo cual también incluye la preparación del ensayo que es un requerimiento de ingreso —las mejillas de Buttercup parecieron enrojecer un poco—. Ella no huyó de ustedes, Blossom no usó su educación como chivo expiatorio con tal de ignorar el hecho de que cometió un error una noche. ¿Acaso puedes decir lo mismo, corazón?

—Cierra el pico… y deja de llamarme así —gruñó Butter.

—Ven y ciérrame el pico si tienes tanto valor, lo cual dudo mucho que puedas hacer. ¿Qué no fuiste tú quien pegó todas esas fotografías en la habitación de Blossom? Vaya amor de hermanas.

—¡Un momento! —intervinó Bubbles, plantándose frente a Buttercup—. No entiendo de que hablan, ¿qué está sucediendo?

—Blossom se embriagó una noche, la noche que llegaron sus resultados del examen y se acostó con Butch.

Soltó Alice.

Bubbles miró al aludido con sorpresa, él sólo alzó su vaso de whisky, luego volteó hacia su hermana, con incredulidad.

—Y antes de que quieras hacerte la sorprendida, esa noche engañó a Brick —el chico se cubrió la frente con una mano—. Ningún tema que pueda ser más importante, que la desaparición de tu propia hermana.

—No desapareció —reclamó Buttercup, parándose frente a Alice.

—Oh, ¿entonces sólo me ha pasado los últimos tres días tratando de llamarle sin éxito porque dejó su teléfono en el dormitorio, después de dejarme una nota en la mesa de noche diciendo que iría a caminar un poco? Me sorprende que con tu perspicacia no fueras la líder del grupo.

—No porque sea humana te salvarás de que te rompa la cara.

—¡Ya basta, Buttercup! —Brick sujetó su muñeca, levantándola por encima de su cabeza—. Alice es muchas cosas, mentirosa no es una de ellas y yo también encuentro la ausencia de Blossom preocupante. No es propio de ella sólo marcharse.

—¿Entonces venimos aquí para ayudarte a buscarla?

Brick negó con la cabeza, arrojando sobre la mesa un folder repleto de fotografías.

—Están aquí para explicarme porque carajo, ninguna de ustedes consideró contarle a Butch sobre las otras fotografías —su voz se quebró al término de la oración, su expresión era la de alguien dispuesto arrancar cabezas—. Y van a decirme, exactamente, que mierda le dijeron a mi novia para que llegara al extremo de arrancarse las uñas con los dientes.

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Miss Purple 24: Bueno, al menos fue mamma Monster quien se llevó tu atención y no otra cosa. Que bueno que las actualizaciones te encanten, porque a mi me llena de felicidad leer tus comentarios, muchas gracias por eso *corazoncito*. Yo espero que se vaya entendiendo más la historia, me enredé mucho para poder ir soltando información poco a poco y que algunas cosas fueran sorpresa. Bueno, supongo que al final *sí* pasó algo entre Blossom y Butch, baia... *finje sorpresa*

No te presiones para leer la primera versión, no pasa nada si no lo haces uwu. Y espero esta actualización también haya sido de tu agrado.

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A gremlin happy with the ending of the chapter.