Disclaimer: Las Chicas Super Poderosas no me pertenecen. Son propiedad del señor Craig y sólo él puede decir como continua la historia. Yo escribo fanfics por diversión, para entretenerme un rato y entretener a otros en el proceso. Lo hago gratis, así que sólo obtengo felicidad de esto.
Advertencias: Todos los personajes en esta historia son OoC (Out of Character). La historia está trabajada con mi headcanon de los personajes. Los OC (Original Character) que aparecen en la historia son de mi total propiedad, así que no me parece agradable que los agarren sin permiso.
La canción de acompañamiento el día de hoy es Beauty has a Price del musical Cinderella de Andrew Lloyd Webber, interpretada por Carrie Hope Fletcher y Gloria Ontiri. Comiencen a reproducir cuando aparezcan los lyrics entre líneas.
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Capítulo 13 – Beauty has a Price
La carta llegó temprano en el correo, dentro de un pulcro sobre blanco con un pequeño sello en el centro capaz de desatar toda clase de emociones dentro de ella. Tanto así que resistir su deseo de subir la colina, otra vez, regresar a la casa y gritar por todos lados, treparse al techo y romper el sobre para leer su contenido, fue doloroso de reprimir.
Sólo le comentó al profesor su deseo de asistir a esa universidad, bueno, a él, a su novio y los hermanos de su novio porque nadie más parecía interesarse en su vida. Dio vuelta al sobre, leyendo la dirección de su casa como confirmación, de verdad era para ella esa elegante carta. Se llevó una mano al cuello, jugando con la plumilla que usaba como collar, un simple adorno que se terminó por convertir en un amuleto de buena suerte. Brick se lo regaló unos meses atrás, al volver de un concierto con sus hermanos.
Ella rechazó la invitación porque le provocaba migraña el volumen de la música, se irritaba con facilidad al estar entre tanta gente, y le saldría un horrible sarpullido en los brazos sólo de pensar en lo sucio que estaría el lugar. Fue lo mejor para los cuatro darle un largo beso a Brick para desearle suerte, abrazar a Boomer hasta escuchar como tronaba uno de sus huesos, y dejar que Butch le desordenara el cabello como despedida. Porque además de todo, no volvieron a casa en la noche, claro que no. Llegaron hasta la mañana siguiente; después de haber seguido a la banda hasta el aeropuerto.
Ni teniendo catorce litros de cafeína iba a mantenerse despierta tanto tiempo. Adoraba su obsequio, era una forma de mantener a Brick cerca de ella a cada momento del día, en especial durante esas ocasiones que se marchaba durante semanas, por mantenerse ocupado con su nuevo (y todavía ilícito) trabajo. Lo extrañaba tanto que le dolía el pecho.
Frotó los bordes de la plumilla tres veces, respiró profundo la misma cantidad de veces y guardó el sobre dentro de su saco, antes de volver a casa con el resto de la correspondencia. Lo ideal habría sido cursar unos años de universidad en una especialización que fuera semejante a la carrera deseada, entonces podría haber hecho el SAT con más seguridad y confianza de aprobar el examen.
Pero no, fue necia y quiso sobrepasar sus límites. Haría el examen apenas terminara la preparatoria y entraría a la escuela. Incluso si los resultados eran negativos, esa sería su última semana en Townsville, estaba segura de no ser capaz de soportar un día extra ahí. Sobrevivía a fuerza de voluntad, fingía sonrisas porque al final del día, Brick le frotaría compresas heladas en las sienes, para ayudar a disminuir sus migrañas. Su novio estaría a su lado para apretarle las manos cuando tuviera un ataque de pánico, evitando así que volviera a arrancarse las uñas.
El pensamiento hizo que se viera las manos, todavía no terminaban de crecerle las uñas completamente, había unas manchitas rosas de delicada piel que seguían expuestas, el hueso tardaba mucho en crecerle para cubrirle la punta del dedo. Hasta que el profesor terminó de vendarle las manos sangrantes, con una expresión adolorida, abandonó la manía de morderse las uñas… por desgracia lo sustituyó por algo todavía peor, mordisquearse la yema de los dedos. Brick tampoco estaba satisfecho con su comportamiento.
Buscó la plumilla, frotó tres veces los bordes y respiró.
Abrió la puerta de entrada, la mesa para el desayuno estaba puesta, sólo faltaba ella para comenzar a comer.
—¿Había mucha correspondencia, Blossom?
—No, lo de siempre y unas cartas para usted, del laboratorio.
El profesor aceptó los sobres que le dio su hija, usando su abrecartas con forma de florín de esgrima, procediendo a leerlos detenidamente mientras comían. Blossom acomodó las solapas de su saco al sentarse, procurando no mostrar el bolsillo interno dónde escondió su carta de ingreso o rechazo a Harvard.
—Blossom, hija, conoces mi opinión sobre los celulares en la mesa —le reprendió con voz suave el profesor.
La pelirroja se humedeció los labios con culpabilidad. Terminó de escribirle a los Rowdy sobre su carta y dejó el teléfono, con la pantalla mirando a la mesa, a un lado.
—Lo siento.
—Mira, hermana, sabemos que tus estudios son primero y todo, ¿pero tienes que hacerlo mientras comemos? —bromeó Buttercup, pasándose una mano por el cabello.
Hace poco había ido a la estética y volvió con la mitad de la cabeza rapada, el poco cabello que le quedó sobre el cráneo estaba cuidadosamente rasurado para formar una telaraña en esa parte. La otra mitad del cabello lo llevaba largo, constantemente con las puntas teñidas en colores fantasía.
Comiendo con una sola mano sobre la mesa, Blossom se aterró al descubrir otra manía más a la larga lista, enterrarse sus inexistentes uñas en las yemas. Le sonrió a su hermana, como si no se sintiera atacada por el mismo comentario de siempre.
—No existo sólo para la escuela, sabes eso, ¿verdad, Buttercup?
—Ya, claro, como tu digas.
No pudo controlar el impulso de su mano a tiempo, buscó la plumilla en su cuello y empezó a frotarla entre respiraciones. Ignoró las miradas de Bubbles en ella. Ignoró la forma en que Buttercup y Bubbles murmuraban entre ellas, viéndola y pretendiendo que no se rían en su cara. Siguió comiendo como si nada sucediera, haciendo una conversación corta con el profesor, preguntando por el trabajo y si llegaría tarde a casa esa noche. mientras intentaba fingir que Brick estaba a su lado, apretando su mano para recordarle que no estaba sola.
Se sentía abandonada.
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La parte divertida de ir de compras, supuso, involucraba amigas para charlar. Llamó a Robín para invitarla, le vendría bien la opinión de alguien más para renovar su guardarropa, por supuesto Robín declinó amablemente. Butterup la invitó al cine y no le rechazaría una cita a su novia. Helga, su compañera de mesa en la clase de química, declinó su oferta con menos elegancia, riéndose en su cara cuando la llamó.
Eligió no pasar una tercera decepción, agarró sus llaves de la casa, las llaves del coche que compartían los chicos en la ciudad, y que le dejaron para moverse mientras estuvieran fuera, y se encaminó al centro comercial. Se aseguró de buscar uno muy alejado del punto concéntrico dónde sus hermanas rondaban, lo último en sus planes era encontrárselas y arruinar el poco buen humor que le quedaba. Condujo una media hora, aproximadamente, antes de llegar al lugar que el GPS le marcaba, estacionó en la misma letra de cada lugar al que iba con Brick (G4), y empezó a caminar.
No tenía la más mínima idea de lo que buscaba, tan sólo que no deseaba arrastrar a la Blossom con ataques de pánico, trastorno obsesivo compulsivo, ansiedad y migrañas hasta la universidad ni a otro estado.
I want to be hot toenail to lash
El pasillo de perfumería le provocó nauseas nada más al caminar frente a él, su nariz no estaba hecha para soportar aromas suaves o dulces, o sintéticos en cualquier caso. Se acostumbró a la colonia de Brick a base de convivencia, despertaba en sus brazos, con la nariz pegaba en su pecho más veces de las que lo hacía en su propia cama. No era sorpresa poder vivir con él y su aroma sin que se le revolviera el estómago, caso contrario a los perfumes hechos para dama o niña.
I'm talking blazingly hot, I mean like volcanic ash
Respetuosamente caminó derecho en el pasillo sin hacer gestos, ni tampoco taparse la nariz. Contuvo la respiración con una sonrisa y nada más se alejó de los aromas, pudo respirar otra vez. Contó los segundos que contuvo el aire, intentando volver a relajarse, era su día libre, para ella y nadie más. Lo pasaría bien, se divertiría.
I wanna set men on fire and make them wild with desire
Observó desde afuera una tienda de ropa femenina en el tercer piso, parecía ser todo para adultos, o bueno, poniéndolo de otra manera, mujeres con más curvas y figura de la que ella jamás podría desear tener. Dieciocho años de vida y servicio a la comunidad le obsequiaron un pecho plano, cintura recta sin una bonita caída en la cadera como sus hermanas, ni siquiera podía decir que haber empezado a caminar durante un año le dio un trasero del cuál sentirse orgullo y poder presumir. Nada de ella era apto para comprar en ese sitio, mejor buscar en otro lado.
I wanna dress like a queen, turn all the other girls green
¿Entonces porqué, en nombre de todo lo sagrado, término entrando en la tienda?
Un momento estaba afuera, lista para ir a otro lugar, y al siguiente miraba un vestido hecho de hilos, preguntándose si acaso sería ridículo probárselo.
Please make a dream, you know the drill
Make like everyone else, only a lot better still
Bloss dentro de su mente, la voz de la razón, le dijo que ya era hora de cambiar de locación, buscar ropa en la cuál se sintiera segura y cómoda, ya existirían otras oportunidades para probar otros estilos, por ahora debía dar la impresión de ser una mujer seria. Eso es lo que buscaban todos en Harvard.
Mientras la otra vocecita, la que siempre ignoraba por miedo al que dirán, la impulsaba a probárselo. Sólo tenía que agarrarlo, ir al fondo de la tienda, pedir un momento el probador y se podría mirar en todos los ángulos en el espejo. Si le gustaba o no tendría que ponérselo para ser capaz de dar su opinión.
Just like that Godess from Greece, you know, who launched all the ships
So when men stare in my eyes it's like solar eclipse
—¿Necesita ayuda con su compra señori…? —mirando por encima del hombro, reconoció la nariz respingada y los labios perfectamente centrados en el rostro de Princesa—, Blossom, casi no te reconocí. ¿Buscabas algo en especial?
—¿Princesa, trabajas aquí? —no era su intensión sonar burlona, y se tapó la boca al reproducir la oración en su mente.
—Sí, papi insistió en que era hora de aprender como funcionaban los negocios, eso si quería seguir insistiendo en crear mi propia línea de ropa —explicó, cambiando el peso de su cuerpo de un pie al otro—. No es que hayas preguntado.
I know what you're wishing for, beauty has a price
It's well worth the squishing, for corsets are a vice
Blossom miró sus manos, aferradas al vestido para controlar sus nervios. Miró a Princesa, con su postura perfecta, espalda recta y manos quietas, aunque incómoda con su encuentro. Mantenía la compostura en todo momento.
—Eso suena fantástico, que gusto que hayas encontrado algo que deseas. Perdona por la rudeza pero… ¿qué te hizo cambiar?
Princesa se quitó el fleco de la frente, mirando al suelo.
Dont' think twice, in a trice you get what your whished for
Buckle up, don't forget, beauty isn't cheap
—Bueno, luego del berrinche que monté porque no me dejaron ser parte de su grupo, mi madre exigió el divorcio y se quedó con mi custodia. Ella me mandó a una merecida terapía por… bueno, estar en prisión a los cinco años y ser prácticamente ignorada por papi con tal de mantenerme quieta —carraspeó, agitó la cabeza un par de veces y su sonrisa volvió a su rostro—. Entonces, ¿buscabas algo?
—Oh, no… no realmente yo… —soltó el vestido—. Tan sólo buscaba renovar mi ropa un poco. Viajo a Massachussets en unos días.
Princesa ni siquiera preguntó, golpeó su hombro en un gesto amistoso.
—¡Felicidades! La cerebrito va a la universidad de cerebritos. En ese caso, buscas algo de aquí, sígueme.
It can cost you all you own and your beauty sleep
But forewarned and adorned, I will grant your wishes
Guio a Blossom tomándola de la mano al otro extremo de la tienda, la dejó de pie en el pasillo, estirando sus brazos en posición "T", poniéndole varias playeras en frente. Entrecerraba los ojos y fruncía los labios al verla.
—¿Quieres algo excesivamente sobrio o buscabas un punto medio?
Las mejillas de Blossom ardieron al pensar su respuesta.
I need a new look to be erased
A lotta flash and some glitz with just a smidgeon of taste
—¿Blossom? —insistió Princesa.
—Pensaba algo distinto a lo que acostumbro, así como me ves, me visto siete días a la semana —mentalmente frotó la plumilla—. Quería probar… algo.
Princesa siguió sobreponiéndole ropa, buscando tonos que le quedaran bien, pensó, o algo para ocultar su escases de curvas y figura femenina.
A sexy blonde or brunette, someone that I've never met
Let's go for way OTT, I wanna disappear me
—Recomiendo que te pruebes esto primero, algunas playeras y camisetas, estos van de esta forma, para ayudar a resaltar tu figura… —explicó, mostrándole con su uniforme como usarlas, luego puso en sus manos unas faldas y shorts, dándole indicaciones también de como debía de usarlas correctamente—. Si puedes irlos mezclando, mejor, así descubres lo que te agrada. Anda, ve, ¡vístete! —amistosamente golpeó entre sus omóplatos, metiéndola en los probadores.
I can take care of this, let me first explain
Get a metamorphosis, beauty equals pain
Frente al Espejo Blossom hizo todo lo que Princesa le indicó, primero se puso una de las camisas, amarrando la parte baja, los últimos cuatro botones, justo debajo de sus costillas, un nudo flojo, nada apretado para arrugar la tela. Luego se puso una de las faldas que le dio, siguiendo todas las instrucciones.
Redesigned and refined, you won't recognize you
Cerró los ojos antes de verse. La imagen que le regresó el espejo casi la hace gritar, llevaba tanto tiempo acomplejada, obligándose a creer lo que todos los chicos murmuraban a su espalda, que ya comenzaba a creérselo. Y ese no era en caso, en lo más mínimo. La chica que tenía enfrente estaba deslumbrante, mostraba más piel de la que acostumbraba y sentía que su atuendo seguía estando en el rango elegante. La falta no llegaba más allá de sus rodillas, un punto media que la hizo sonreír. Oh, y esa camisa era simplemente perfecta, sólo si levantaba los brazos podría ver su estómago.
Con más confianza, intentó las demás combinaciones.
—¿Todo bien ahí dentro, Blossom?
—Sí, ya salgo.
Princesa sonrió al escucharla. Un buen atuendo le daba seguridad a cualquiera, ese sería su lema.
—¿Y bien? —preguntó, dando vueltas a su alrededor—. ¿Qué te pareció?
—¡Me encantó! —le entregó las piezas que no terminaron de gustarle—. Creo que me quedo en el rango de este estilo, ¿me recomiendas algo más?
I'll make you beautiful and it's worth the price
It's worth all you ever own, any sacrifice
Princesa la llevó por cada perchero en la tienda, mostrándole las distintas prendas que tenían, explicándole la forma de usarlas en beneficio de su cuerpo. Cuando otras clientas necesitaban ayuda, Princesa le pedía un momento para ir a atenderlas y volvía con ella, escuchando las preguntas que hacía respecto a su elección.
Con cierta ironía Blossom descubrió que le agradaba Princesa, no hablaban desde hace años, ciertamente, hubo un momento en el cuál sólo se marchó de la ciudad. Era bueno saber que uno de sus padres se preocupó por su hija y le buscó la ayuda que tanto necesitaba, sino jamás hubieran podido charlar de esa forma.
So my child, let's go wild, you shall go with bells on
There is no magic, it's no supernatural
—Espera… no puedo pagar todo esto —la expresión de Blossom se tornó ligeramente gris. Tan emocionada que estuvo al principio, sólo agarrando ropa sin mirar.
Todo para tener que elegir unas pocas prendas.
—Yo invito, como regalo por tu graduación.
You will see that beauty is brutal
Cold cremes and pumices, skin peels, astringents
—¿Harías eso por mí, después de todo lo que te hicimos?
Princesa sostuvo su barbilla. Una cosa era ayudarla a elegir ropa, conversar y darle consejos para cambiar su estilo completamente, otra muy distinta era la de gastar cientos de dólares en una chica que hasta hace unas horas, odiaba en el pasado.
—Dejemos el pasado dónde pertenece y hagamos un nuevo presente, ¿quieres? Además, insisto, seré tu madrina de estilo si eso suena mejor.
And tight-fitting garments that bind you and pinch you
And make your extremities numb
Tardó un poco en darle una respuesta, más de lo que se consideraba apropiado en una conversación. ¿Pero quién podía solo aceptar sin darle un poco más de consideración? No dudaba que Princesa cambió, se le veía en la mirada, esa suavidad de observar las cosas a su alrededor. En su cabeza balanceándose de un hombro al otro, esperando a que ella tuviera la educación de responder, no parecían la ser la misma persona, la Princesa Morebucks frente a ella, trabajando en una tienda departamental, con la niña llorona, exigente y prepotente con la que luchaba hace años.
No existía otra similitud entre ellas que no fuera su cabello rojo y rizado, junto a las pecas en su rostro y mejillas.
I do miracles, you want some curves?
Let's break a rib or two
Así que le sonrió con fluidez y honestidad, nada comparado a la forma en que se comunicaba con su familia, durante unos minutos sintió que podía confiar en ella, aunque al día siguiente no volvieran a hablarse, sentía tranquilidad entregándole sus inseguridades a Princesa y saber que estaría bajo buena compañía.
—Bueno, en ese caso, mucho gusto, Princesa, soy Blossom.
—Un gusto conocerte, Princesa Morebucks, futura gran diseñadora.
Estrechándose las manos, las dos chicas comenzaron a reírse. Ninguna de las compañeras de trabajo de Princesa comprendía la razón.
If unafraid to chance it, a surgeon with a lancet
Can bring about what you're wishing for
La siguiente media hora que Blossom permaneció en la tienda encontró dos atuendos más, un corto vestido de noche entre ellos.
Aunque Princesa lo desaprobó al instante, insistiendo en que el largo corte en V del pecho al estómago no luciría bien ella, Blossom insistió. Dentro del probador, ajustándolo de las formas más ingeniosas que se le ocurrieron, Princesa entendió lo que planeaba hacer con el vestido casi al instante. Su intervención marcando pinzas, cortes y nuevas costuras que ajustarían la prenda en su cuerpo, avivó el deseo de Blossom de probar.
Estaba segura de que a Brick le gustaría.
Though results are not guaranteed
I can achieve what you're fishing for
Though you're guaranteed to bleed
Una de las compañeras de Princesa pasó a Blossom a la caja, si tenía que juzgar la situación basándose en la expresión de la chica; estaba molesta. Viviendo con Buttercup aprendió a leer los gestos corporales de aquellos con piercings, una ceja alzada no siempre significaba burla, así como tampoco inflar las narinas era una señal de desagrado. Al menos con su hermana no era así, se atrevía a pensar que sucedía así con todos.
O quizá, juzgando el día que acababa de vivir, les pagaban extra a las chicas dependiendo de la cantidad de clientes que atendían, por eso hubo varios intentos de las otras vendedoras por atrae su atención, lejos de Princesa y ayudarle a encontrar ropa.
Era una teoría. No deseaba confirmarla, sobre todo cuando la chica en la caja levantó los ojos de la pantalla, esperando atravesar la cabeza de Princesa.
Slim her down, shape her up, beauty has a cost
We may need to tape her up but not all is lost
—¿A qué hora termina tu turno, Princesa?
—En una hora más, ¿por qué?
With some glue, staples to, it will do 'til midnight
Blossom apretó las bolsas contra su pecho. Cualquier cosa para evitar el impulso de buscar la plumilla de su cuello, frotarla y comenzar el ritual que controlaba sus ataques de pánico. Solo llevaba un día trabajando en sus manías, y ya empezaba a arrepentirse.
—Quería… quiero, si no tienes problemas… —respiró, guardando el aire en sus pulmones—, pensé en salir está noche, una salida, ¿sabes? Y tal vez querías, bueno, sobre todo si no me estoy entrometiendo… ¿querrías acompañarme?
Let's skip surgery, we haven't time
I tried something less extreme
—¿Me estás invitando a salir o quieres ir como amigas? —bromeó, deteniéndose en la puerta de la tienda.
—¿Cómo amigas? —ironizó Blossom, accidentalmente—. No hago esto, nunca, las personas en la escuela creen que no conozco el concepto de diversión —atoró un mechón de cabello detrás de su oreja—. Mi novio está fuera de la ciudad, y como estamos empezando desde cero… me pareció, ¿se dice apropiado? Creo que sí, eso es. Me pareció apropiado invitarte a ir a bailar, y beber un poco en un… ¿se les llaman antros o club nocturnos? No logro encontrar la diferencia de una y otro.
Princesa respondió con una sonrisa incómoda, aceptó su invitación y le pidió esperar sólo un poco para terminar su turno.
But come a little nearer and look into the mirror
This, I believe is what you're wishing for
El enorme gorilla en la entrada observó dos veces sus identificaciones antes de dejarlas entrar. Primero Blossom y luego Princesa, quién no tardó más de media hora en falsificarle una dónde dijera que era mayor de edad. Lo cual en sí mismo parecía ser toda una hazaña. Incluso con los años de ser super heroína era la primera vez que conocía a alguien tan eficiente a la hora de comer un crimen. Se dejó guiar hasta la segunda planta, dónde se hizo evidente que Princesa pasaba una gran parte de su tiempo.
Incluso había una mesa reservada solo para ella.
—Vienes seguido, supongo —Blossom intentó mantener las piernas cerradas al sentarse. No lo notó cuando las compras se hicieron, ni siquiera luego de dejar que Princesa le obsequiara tres pares distintos de zapatos. Ir de pie, con ese vestido, no era nada parecido a intentar sentarse.
—Algunas veces, aunque en realidad pago porque dejen esta mesa libre —explicó, a ella se le veía más en su ambiente—. ¿Te molesta algo?
—Tengo la sensación de que todos me observan… no sé si me agrada o incómoda.
Glitering, glamurous!
Princesa sólo se alzó de hombros.
—Dale tiempo, yo no dejé de ordenar a otros como si fuera su jefa hasta hace unos meses. Sólo acostúmbrate a tu ritmo.
God, these shoes are tight
Inevitablemente Blossom frotó la plumilla, mirando a su alrededor. ¿Qué había en esos sitios que a la gente le llamaba tanto la atención? Fue su idea ir, claro, salvo que en el plan original, Brick y sus hermanos estaban ahí para no sentirse abandonada. La conversación que inició Princesa era fascinante, se encontró a si misma charlando sin necesidad de levantarse a bailar, sin ordenar una bebida distinta a la soda en su mesa.
No imaginaba decirlo, pero le agradaba muchísimo pasar tiempo con Princesa.
He'll be feeling amorous, spellbound at first sight
Razón principal para inclinarse sobre la mesa cuando tuvo la sensación de haber visto a alguien conocido.
—¿Blossom?
I'm so fine, it's a sign, he'll be mine by midnight
—No, nada, ya vengo solo necesito ir al baño.
Princesa señaló el pasillo, dándole las indicaciones para encontrar la puerta correcta, ya que algún idiota pensó que era apropiado poner el cuarto de limpieza entre los baños.
La oración «tendré cuidado» quedó flotando en el aire tan pronto estuvo a unos metros de distancia, el cartel que decía damas fue poco más que un borrón en sus recuerdos, dio un salto hacia atrás al quitarse del camino del grupo de chicas, quienes sin fijarse o importarles, golpearon la puerta del baño. Escuchó un seguro cerrarse en el interior.
But my pet, don't forget, beauty has a price
Se habría tropezado, y probablemente torcido el tobillo, con los tacones al moverse así, de no haber sido asistida por las firmes manos del chico que detuvo su caída. Resguardando su cuerpo contra su pecho.
—¡Cuidado con eso! —se río—, ¿estás bien, guapa?
You will be in agony, let me be precise
Guapa. Miró la punta de sus pies, las uñas recién pintadas y arregladas para el propósito de darle un toque final al atuendo. Sintió el rubor subir en sus mejillas. En silencio agradeció la poca luz del lugar, así no podrían notar lo avergonzada que estaba.
—Bien, gracias por atraparme.
In this frock, by twelve o'clock, you will be in torment
Aquellas manos rodearon su cintura, haciéndola girar como si ambos estuvieran en un baile, mantenía la cercanía entre sus cuerpos sin estarse frotando contra ella. Como podía observar muchos chicos en ese sitio estaban haciendo. Si eso no era suficiente, seguía mirando fijamente su pecho, ni siquiera en los tacones que le regaló Princesa era competencia para los hombres altos.
—¿Estás sola, guapa?
Go ahead, knock him dead, just be home by midnight
Un paso atrás le permitió ver con claridad, al hacerlo sintió como su cuerpo se tensaba.
—S-sí, estoy con una amiga.
Aquel muchacho sonrió. Las cosquillas que sintió Blossom en su piel, cuando él retiró lentamente las manos de su cuerpo, le asustaron al mismo nivel que la excitaron.
—Bueno, si decides que tienes ganas de bailar un poco —no fue hasta el momento que se inclinó sobre ella, inclinando la cabeza hacia la izquierda, que reconoció la tinta del tatuaje en su pecho—. Me encantaría llevarte conmigo.
Volar era un viejo hábito a esas alturas de su vida, no lo hacía desde hacía años. Arrastró los pies la mitad del camino de regreso a la mesa, Princesa le agitó la mano al reconocerla, invitarla a volver a su lado. Sus pies se volvieron plomo con cada centímetro que cerraba de distancia.
—¿Qué sucedió en el baño? Perdiste tres tonos de color.
—Yo…
Like I said, knock 'em dead, beauty has a price
¿Ella, qué? ¿Cuál era el final de la pregunta?
¿Reconoció a alguien que no supo quién era ella?
Sí, eso sucedió. Pero no entendía porque haberlo visto llevó ese cosquilleo por su piel, su respuesta tuvo que haber sido completamente diferente. Alejarse, quitarle las manos de su cuerpo y no… no querer volver.
Just be home by twelve in bed, better yet on ice
—¿Te topaste con algún tipo desagradable? —Princesa cubrió sus manos, buscando señas de acoso o temblores incontrolables. Cualquier excusa para llamar al gorila.
—No, no, para nada. En realidad fue… —¿qué había sido?—, creí reconocer a alguien.
Admitió al final.
In those shoes she will bruise, best be home by midnight
Princesa suavizó su expresión, sólo para endurecerla en cuestión de segundos. Son soltarle las manos, enderezó la espalda, fijando su atención en alguien que estaba detrás de ella.
Debía de ser él.
Best be home by midnight
—Disculpa, no era mi intensión seguirte… me preguntaba si podía invitarte algo para tomar, y a tu amiga también, por supuesto.
No quería ser la persona a quien Princesa estuviera analizando con tal intensidad, y ahí estaba ella, agradeciendo tener una oportunidad para poner en orden sus pensamientos. ¿Qué estaba haciendo?
—Si tu tipo son las pelirrojas con pecas —ronroneó Princesa, obligando al chico a fijarse en ella—, yo estoy más interesada en una copa.
Verlo sonreír de esa forma, alzando la comisura de los labios dónde se le marcaba el hoyuelo (no), le pinchaba con unos celos incontrolables.
Princesa no fue la única que se sorprendió cuando, al verlo extender una mano para invitarla a bailar, la tomó en lugar de su nueva amiga. Se levantó del asiento por impulso. La misma descarga eléctrica recorrió su piel, su respiración se aceleró. Descubrió lo ansiosa que estaba por descubrir lo que sucedería cuando ella dijera que sí.
—Blossom, no habías dicho que tú…
—Yo… —interrumpió a Princesa—, sé lo que hago.
No, no lo hagas.
Percibió la incomodidad, el día comenzó muy bien para arruinarlo sólo por un impulso idiota (idiota, idiota, idiota). Tragó para humedecerse los labios.
—Está bien, de verás —intentó sonreír—, vuelvo dentro de poco.
No, no está bien, detente. No.
El plan, cuando le permitió a su cabeza formularlo durante tres segundos, era bailar con él unos segundos, disfrutar esa extraña sensación, la comodidad que sentía en sus brazos. Como piezas de un rompecabezas.
Una canción se volvieron dos, dos se hicieron cuatro. En la quinta volvió a la mesa con Princesa, bebieron un poco los tres, él sosteniéndola en todo momento. La voz en su cabeza le exigía detenerse, no estaba bien. ¡No estaba bien!
Nada de eso le importó.
Princesa volvió a casa antes de la media noche, sus clases iniciaban temprano y no le gustaba quedarse fuera hasta tarde. Le dio un besó en la frente antes de marcharse, deseándole suerte (no, no, no, no está bien). Se terminaron el siguiente vaso, sólo que no volvieron al centro de la pista, dónde todos los demás estaban bailando, Blossom cerró los ojos cuando él se inclinó hacia ella, quitándole el cabello del rostro, sosteniendo su rostro para besarla (mal, mal, mal, está muy mal).
Sin saber por qué, le echó los brazos al cuello. Él respondió a la iniciativa rodeando su espalda, pegando su cuerpo al suyo, deslizando su mano a lo largo de su columna.
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Prefería seguir inconsciente.
Concentró su energía en su aliento de hielo, no lo usaría para atacar a nadie, se enfocó en mantener su mano fría, helada, un perfecto bloque de hielo. Por lo menos eso mantenía el sangrado del dedo controlado, la segunda falange del meñique parecía ir sanando poco a poco, no es que necesitara atención médica para evitar infecciones, ni la más mínima atención para mantener el dedo protegido y, por lo menos, seguro de que no le dolería hasta que sus días terminaran.
Su mano seguía doliendo horrores, cada vez que intentaba moverse el brazo completo se quejaba en agudas punzadas. Obligándola a mantenerse quieta, con los dedos estirados hasta que su propio hielo volviera a entumecer su piel, una solución temporal, no serviría de mucho a largo plazo, no se animaba a usar esa nueva técnica durante mucho tiempo por miedo al daño. Estaba congelando su cuerpo, quemándose con hielo.
Aquello podría hacerle más daño que bien si no encontraba otra forma de evitar desangrarse. Porque en ese punto, era evidente lo que el tipo que la secuestro quería, verla sufrir.
—Oh, has despertado, fantástico, sería una pena perderme tu rostro cuando la droga haga efecto —frunció el ceño al escucharlo.
No tenía sentido del tiempo, si llevaba días o semanas o meses atada a esa dura camilla, con una venda en los ojos que le impedía usar sus poderes, ya no le importaba. Tan sólo esperaba encontrar el momento perfecto para poder liberarse, con una mano que tuviera libre sería todo, se quitaría la estúpida venda de los ojos y los convertiría a todos en queso chédar.
—Insistes en congelar tu mano, por lo que veo. No servirá de nada, si continúas negándote a los cuidados que te ofrecemos… bueno, todavía quedan más falanges por cortar.
Gimió contra la mordaza entre sus dientes. Relajó el cuerpo y el hielo sobre su mano se derritió.
—Buena chica, muy bien.
Las pisadas de alguien en la habitación alteraron su respiración. Después de años sin necesitarlo, de pronto tuvo una desesperante necesidad por frotar la plumilla que Brick le regaló. Incluso después de haber terminado su relación nunca se la quitó, porque era el recuerdo de la relación que la convirtió en la persona que era. El primer hombre al que le dijo que lo amaba, aún si él nunca le respondió.
No sabía cuanto tiempo más podía soportar con sus sentidos limitados. La persona extra untó algunas cremas en su mano, estaban cuidando su herida, por supuesto. De nada les servía una super heroína con gangrena en la sangre.
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El chasquido del seguro a sus espaldas alteró sus sentidos.
Tuvo que haber sido alerta suficiente para detenerse, escuchar, una vez más, la voz de la razón que seguía gritando en el fondo de su cabeza. Interrumpió el beso durante el tiempo suficiente para llenar sus pulmones de aire, él volvió a lanzarse a sus labios, enterrando la mano en su cabello y apretándole la cintura con cada paso que retrocedía. Pronto su espalda quedó pegada en la madera de la puerta.
Sin embargo no fue así, la voz se hizo más y más tenue hasta dejar de escucharla.
No había vuelta atrás, supo que eso era un viaje de una sola dirección desde la última copa que intercambiaron, antes de vaciar su contenido del vaso sus miradas seguían pidiendo más, mucho más de lo que en ese momento podían entregarse.
Y ahora lo tenía, las manos de él bajaron por su espalda hasta su trasero, levantándola del suelo sin ningún esfuerzo. Blossom se abrazó a su cadera con las piernas y le clavó los talones en su espalda baja, pegándose a él hasta que no quedó aire entre sus cuerpos. Pronto ni siquiera quedó ropa suficiente para impedirle tocarle el pecho, recorriendo con la punta de los dedos, callosos y todavía sanando, la tinta de la cobra real que lo abrazaba por las costillas hasta el estómago.
El tacto directo de sus dedos, manos que muchas veces había tocado para jugar guerra de pulgares, extremidades que él mismo llegó a frotar para quitarles la necesidad de morderlos y volver a abrirse las heridas, lo impulsó a besarla con mayor intensidad. Reconocer a la novia de su hermano entre sus brazos no lo aterró ni un poco, fue todo lo contrario. Inclinado al frente, deslizando su lengua entre los labios de ella, sintió que no era suficiente. Nunca sería suficiente de ella.
—Blossom… —murmuró, recargando su frente en la de ella—. Blossom… Blossom… Blossom —siguió murmurando, entre besos y caricias.
—Butch…
Respondió en un suspiró, metiendo las manos entre su cabello, jalando su rostro hacia ella una vez más para besarla.
Apretando su trasero, sujetándola por las piernas se alejó de la puerta, tropezándose con los zapatos que cayeron al suelo llegaron a la cama dónde se dejaron caer. Las piernas de ella rodeando su cadera, manteniendo su cuerpo tan pegado como fuera posible, jalándolo por el cabello, mordiendo sus labios y murmurando su nombre entre besos. Cuando las manos de él, cubiertas de cicatrices, nuevas y antiguas por los peligrosos trabajos en los que los solía meterse, pasaron sobre sus pechos, hacia el estómago y elevando su cadera, deslizándose entre sus piernas; las escasas defensas que tenía cedieron.
La plumilla de la que dependía su estabilidad mental se entibio en poco tiempo, desapareció de su lugar habitual, sobre su esternón, perdiéndose entre el largo cabello de la chica, esparcido por las almohadas.
Y al despertar, con la vista cubierta por aquella venda que no le permitía usar sus superpoderes, una mordaza en la boca hecha de plomo incapaz de morder, sintió la punzada de dolor en la mano. Un hombre había atendido sus heridas la noche anterior, seguía atada por las extremidades, no supo si lo que ella pensó que pasó fue real. Recordaba la voz del tipo, el que llegaba para despertarla y mantenerla atrapada en, lo que sólo podía suponer eran drogas, para evitar que así ella pudiera presentar una lucha.
Esa debía de ser la explicación, no encontraba una razón lógica para recordar vívidamente la noche que puso en duda los sentimientos de su corazón. Cuando sus resultados llegaron y sus hermanas estuvieron obligadas a asistir a clases de verano, luego de reprobar un importante examen para el cuál sólo ella estudio con tiempo. Respiró profundo, su pecho se quejó en largas punzadas al hacerlo, no podía contar exactamente los lugares que le dolían. Eran demasiados para poder determinar el daño.
—¡Buenos días, hermosa princesa! —saludó el tipo, el hombre que seguía clavándole agujas en el brazo, todos los días—. ¿Has dormido bien?
Blossom se agitó, intentando soltar sus brazos.
—Eso es bueno, detestaría que te rindieras cuando hemos llegado tan lejos —escuchó las uñas del tipo golpeando la jeringa—, si puedo lograr que esto funcione contigo, no tendré ningún problema en deshacerme de tus hermanas.
¿Qué?
—Y cuando me haya deshecho de ellas… creo que puedo encargarme de los idiotas que fallaron en destruirlas.
¿Los chicos?
—En fin, el experimento avanza justo como quería contigo. ¿Seguimos?
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But my pet, don't forget, beauty has a price
Sisisisisisisisisi soy una persona impaciente, pero quería que este capítulo viera la luz YA
Ay, ya perdón, ando traumada con la canción y yo sabía, sabía desde que liberaron el álbum completo de Cinderella, querría usar esa canción en este exacto momento. ¿Por qué? Pues porque uwu soy una crack shipper.
Miss Purple 24: Owww, no sé si sentirme agradecida o feliz de que el capítulo te hizo llorar (?) Se siente como un logro desbloqueado en la misión de fanficker.
Gran parte del problema con haber apartado a Blossom, fue que las tres empezaron a crecer con mentalidades distintas, ellas, por un lado, querían disfrutar de su adolescencia, hacer cosas estúpidas de adolescentes estúpidos. Mientras que Blossom ya se había mentalizado de lo que quería hacer en la vida, por lo cuál empezó a prepararse desde antes.
Claro el asunto con haberse acostado con Butch es más bien algo de "nadie me obliga a hacer lo que quieran". Aunque en parte es mi headcanon, si es Canon en la serie que Blossom no es perfecta, tenemos el capítulo dónde todo le sale mal y termina trabajando en una tienda de HotDogs, el de MaskScara en el que al final termina por estrellarse en todos lados y queda peor que los demás con el maquillaje. AMO el contraste entre hacerlo todo sin fallos y tener días dónde nada funciona.
Me encanta que la historia te tenga enganchada, ¡de verdad! He trabajado en esto durante un largo tiempo. Y espero que esta actualización haya… ajam.. aumentado el hype *se ríe en gremlin*.
Aidil: La verdad no sé que decir… a veces siento que me tardo en publicar, y otros siento que sólo soy impaciente y publico un capítulo detrás de otro.
No sé si sea triángulo amoroso porque para poder cerrar el asunto uno de los Rowdys tendría que tener sentimientos por el otro… I mean, no estoy en contra de shippearlos gay, pero cómo que no funciona en el universo dónde son hermanos. Más bien sería un ángulo amoroso.
A su debido momento veremos la reacción de Brick al enterarse de lo que pasó esa noche, para poder comprender porque ahora reacciona como si no hubiese sido nada realmente horrible o para destruir el monte Fuji (?). La relación de Bloss con los Rowdy es algo super importante en la importante, en ambas versiones, porque ellos fueron un salvavidas para ella, y al mismo tiempo Bloss los mantuvo en la cordura (¿spoilers?).
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A gremling still singing
