Disclaimer: Las Chicas Super Poderosas no me pertenecen. Son propiedad del señor Craig y sólo él puede decir como continua la historia. Yo escribo fanfics por diversión, para entretenerme un rato y entretener a otros en el proceso. Lo hago gratis, así que sólo obtengo felicidad de esto.

Advertencias: Todos los personajes en esta historia son OoC (Out of Character). La historia está trabajada con mi headcanon de los personajes. Los OC (Original Character) que aparecen en la historia son de mi total propiedad, así que no me parece agradable que los agarren sin permiso.

Esta historia maneja crack-ships, desde este punto en adelante lees bajo tu propia decisión y elección.

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Capítulo 19 —Arriesgaré mi vida por ti

En casa, cuando vivían en el departamento de mierda que invadieron en un edificio que iba a ser demolido, las noches eran acompañadas del constante goteo del grifo del baño y la cocina. Uno y luego el otro. Cocina y luego baño. Algunas noches cambiaba el ritmo, dependiendo de que tan desgastadas se volvían las tuberías, podía ser baño, baño, cocina. O cocina, baño, baño, cocina.

Lo desgastante era poder identificar con exactitud cuando grifo goteaba en qué momento. Quizá fuera por su super oído, la capacidad de escuchar a los vecinos quejarse de ellos en la calle quince pasos abajo. Podían adjudicar su desvelo e insomnio al silencio aterrador de la noche. Super oído o no, un humano también sería capaz de escucharlo cuando la ciudad cayera en un estado sepulcral de silencio. O quitándole el factor dramático que exageraba toda la situación, un momento de paz natural cuando todos dormían.

Blip. Blip. Plop.

Baño. Baño. Cocina.

Repitiendo el mismo patrón desde el crepúsculo hasta el amanecer todos los días por cuatro años. Tras convencer a un plomero de arreglar todo el edificio, pues sólo enfocarse en su departamento sería un desperdicio de dinero. La cañería se arruinaría con el uso, ellos tres eran los únicos habitantes ahí. Ese edificio fue desechado por el grupo Clover, al liberar el espacio del terreno iban a poder construir un nuevo centro comercial (como si la ciudad no tuviera demasiados). Sería la inversión del siglo, nuevos empleos, más oportunidades para eliminar el crimen.

Bla, bla, bla.

Abandonaron su proyecto y tiraron el dinero a la basura cuando el CEO se enteró que los Rowdy tomaron el edificio. No sin antes ordenar a los trabajadores destruir las tuberías. ¿Quién le permitiría al peor trío de villanos de la ciudad vivir en un lujoso departamento?

Exacto, nadie.

Pasar la noche en absoluto silencio era extraño, aunque ya hubieran pasado años desde la última vez que escuchó ese molesto blip, blip, plop. Una parte de su mente seguía esperando, al cerrar los ojos, volver a escucharlo como parte del ritual de cada noche antes de quedarse profundamente dormido.

No pensó que extrañaría tanto ese reconfortante goteo.

Blossom se quedó dormida en algún momento de la noche, se alegraba de haberla ayudado, la cantidad de energía que empleó en mantener los dedos fuera de su boca tuvo que haberla derribado, por lo menos, tres horas antes de que él la encontrara.

La reunión en la habitación de Princesa Morebucks terminó caóticamente en puertas siendo azotadas, pisotones a lo largo de los cinco pisos constituyentes de la mansión y gritos de extremo a extremo, seis horas antes de haber podido encontrar a Blossom en la bañera. Eso fue alrededor de las siete de la tarde, pasada la hora de cenar. Durante todo ese tiempo él y sus hermanos estuvieron preguntando a todo empleado que veían, o interceptaban mucamas camino a las habitaciones, preguntando si en algún lugar de la casa había alguna tina.

La mucama a la que él encontró (la única), salió corriendo cuando abrió la boca. No logró ponerse en contacto con sus hermanos para ver si alguno tuvo suerte, caminar sin rumbo y perderse en el laberinto de pasillos que era ese lugar fue la única solución. Eventualmente encontraría civilización, o una cama, o un mini refri, o un baño, porque empezaba a sentir la presión de haber bebido tres litros de agua en quince minutos. Dio con un medio baño al subir al tercer piso. Y encontró a Blossom minutos después, siguiendo el murmullo de su dialogo reconfortante.

Pasó la mano por el cabello de la chica, tardó cerca de media hora en desamarrar la liga, con todo lo que estuvo frotándose el cabello para no entrar en crisis, se enredó en ese molesto trozo de elástico. El resto de la madrugada, al darse cuenta de que no lograría quedarse dormido en tanto silencio, lo dedicó a tratar de desenredar la mayor cantidad de cabello posible sin un cepillo. Se trataba de una labor complicada, con una sola mano y sin perturbar el sueño de la chica debía de ir por secciones, comenzando por las puntas.

Recordaba eso, Blossom siempre mencionaba eso cuando él se ofrecía a cepillarle el cabello luego de ir a correr. Si no empezaba por las puntas, al deshacer los nudos de arriba todos se arrastrarían y al final cuando intentara bajar el cepillo sería horrible.

—Así me arrancaron el cabello mis hermanas una vez —comentó, jalando su larga y brillante cabellera sobre un hombro, acariciándolo como si se tratara de algún animal, con mimo y ojos cristalinos.

No sería él quien arruinara su hermoso cabello.

Además no quería soltarla. Si no estaba apretando su espalda temía despertarla, era muy complicado ayudarla a dormir. Después de encontrarla no pudo ponerse en contacto con sus hermanos, esperaba que el cerebro de Brick que sobre pensaba las cosas hubiera llegado a la conclusión de que él la encontró. Se lo diría a Boomer y los dos se irían a dormir sin más culpas. Confiaba en los traumas compartidos de Blossom porque fuera así, hasta el día en que ella y Brick empezaron a salir, su hermano comenzó a pensar las cosas hasta tres veces después de que su relación inició. Intentaría sacarle el mayor provecho posible a la situación en este momento.

Agarró un nuevo mechón de cabello, repitiendo el largo y tedioso proceso por desenredarlo, las puntas y los nudos que se habían hecho, uno por uno, moviendo las manos únicamente para no alterar el sueño de la chica. Cuando terminó de deshacer los nudos subió a la siguiente sección de cabello, otra vez se repetía el proceso. En las horas que llevaba dormida él había conseguido cepillar un tercio de su cabello, podría no considerarse como un gran avance, pero para él era suficiente.

Ya que no era capaz de conciliar el sueño algo tenía que hacer para no dejarse llevar por el insomnio y su sobrecarga de energía. No tuvo oportunidad de tomarse el medicamento antes de buscar a Blossom, la solución que quedaba a su alcancé era esa.

Terminó con el mechón en sus manos y lo unió con el resto del cabello que ya había desenredado, no necesitaba mirar o asomarse sobre el hombro de la chica, sus manos recordaban la rutina para hacer una trenza; separar el cabello en tres partes iguales, sujetarlo desde la base de la cabeza, pasar la parte izquierda sobre la del centro y cubrir ambos por el extremo derecho, izquierda al centro y derecha encima, izquierda, centro y derecha. Podría haber hecho una trenza francesa con los ojos cerrados, pero para poder hacer eso Blossom tendría que estar sentada de espaldas a él.

No recostada con la frente recargada en su pecho.

Lo máximo que podía hacer una trenza sencilla para evitar que todo se volviera enredar.

No le molestaba repetir el proceso una y otra vez… pero tampoco quería hacer lo mismo dos veces en el mismo lugar.

Deshizo una de las pulseras amarradas en su muñeca, las utilizaba para distraerse en el día a día y controlar la necesidad de mantener sus manos ocupadas con algo, no sería capaz de hacer una nueva trenza si no lograba amarrar la primera. Perder una de sus catorce vueltas de cordón no era una gran perdida.

—¿Butch? —gimió Blossom, frotándose los ojos mientras se desperezaba—. ¿Qué hora es? —arrastró las palabras a medida que hablaba.

—Temprano —respondió él, separando una nueva porción de cabello—. Todavía está oscuro afuera, y no creo que hayan despertado los trabajadores de Princesa —Blossom se estremeció entre sus brazos, estirando los brazos al frente para desperezarse—. Deberías dormir otro poco, te quedaste despierta mucho tiempo.

—N-no… no quiero, dejé mis pastillas para dormir en los dormitorios de la universidad. Sigo igual de agotada que hace… el tiempo que haya dormido.

Él terminó con el siguiente mechón, ya podía empezar la siguiente trenza. En principio pensó que haría por lo menos tres trenzas, luego de haber terminado de desenredar su cabello y separarlo en secciones le alcanzó para dos aburridas trenzas. Ya no tenía nada más para distraerse.

—Yo tengo algunos calmantes en el bolsillo, ya sabes que nunca salgo sin ellos.

Blossom recogió las piernas contra su pecho, acurrucándose nuevamente en la tina.

—No creo que sirva, el Profesor hizo esas pastillas específicamente para mí, ¿recuerdas? Ninguna otra de las prescripciones de la terapeuta funcionaron —una largo bostezo termino su oración. Volvió a frotarse los ojos, o más específicamente, el ojo izquierdo. La cicatriz era casi irreconocible ahora, tenía que mirarla muy de cerca para darse cuenta de que algo malo había sucedido en su rostro—. Pero está bien, no tengo sueño.

—Mentirosa —se burló Butch. Seguía rodeándola por la espalda, así que ella no lo vería deshaciendo los círculos alrededor de su muñeca, torciéndolos de una mano a la otra, torciéndolo en su mano y quitándolo para pasarlo a la otra—. ¿Te incómoda el ojo? No has dejado de frotarlo.

—Un poco, se siente como si me hubiera dejado los lentes de contacto toda la noche… uhm… es incómodo y da comezón, se siente como si tuvieras una pestaña en el ojo, ¿me explico? —siguió frotándose el parpado, a veces con brusquedad otras de forma suave.

Butch agarró su mano antes de darle tiempo a usar el puño, desapareció debajo de las enormes manos del chico. Blossom se sobresaltó cuando él llevó su mano hacia su boca y empezó a dejar pequeños besos sobre sus nudillos y las articulaciones de sus falanges.

—Deja de hacer eso, aún no sabemos qué sucedió exactamente con su ojo, lo mejor es que no lo frotes demasiado.

Blossom abrió la boca para explicar, ella sabía con exactitud lo que sucedió, no haría daño ponerlo al tanto de la situación. Las palabras se quedaron atoradas en su garganta.

Su pecho comenzó a doler como advertencia del próximo ataque de pánico, temía la respuesta que pudiera darle si le decía la verdad, Kendall era un programa de computadora, una inteligencia artificial que ella ayudó a crear para no mostrar verdaderas emociones a los problemas, lo hizo así para no angustiarse cuando le informara de los resultados de sus análisis o experimentos. Butch, en cambio, era un chico de carne y hueso con emociones complicadas y reacciones, sólo en algunas ocasiones, exageradas.

Además era incapaz de mantener la boca cerrada, si es que eso no había cambiado en los últimos años. Contarle a él lo que sucedía significaría arriesgarse a que dentro de diez minutos, desde que salieran del baño, Brick y Boomer estuvieran frente a ella gritando (Brick al menos) exigiendo una explicación detallada de lo que sucedió. A los Rowdys les seguiría el Profesor, con su larguísimo historial médico y una pluma haciendo nuevas anotaciones respecto a su condición. Princesa y sus hermanas serían las últimas en enterarse del problema, una de ellas mostraría preocupación genuina por el estado de su vista. No sabía cuál sería la reacción de sus hermanas.

Imaginaba algo parecido a Butch cuando se lo dijera.

—No es nada que unas gotas de ojos no arreglen —mintió.

Gotas para los ojos le irritarían. Intentó utilizarlas cuando empezó a usar los lentes de contacto, escuchó que eran buenas para calmar el ardor después de quitarse los contactos, sólo necesitó utilizarlas una vez para decidir jamás usarlas de nuevo.

—Igual, no deberías hacerlo.

Cerró los ojos disfrutando del cosquilleo en la base de la nuca, desde aquel día dónde Buttercup y Bubbles le arrancaron el cabello, y trataron de seguir con su vida sin decirle la verdad, no se sentía tranquila cuando alguien más le tocaba el cabello. Se encogía y mantenía su cuerpo a la espera de lo peor. Dedicó horas completas del día a aprender cómo hacer un despunte, como utilizar unas tijeras de estilista para ser ella quién se hiciera sus propios cortes. Quería pensar que era buena en ello, nadie se daba cuenta de que no hacía citas con un profesional para mantener su largo cabello perfectamente cuidado.

Boomer intentó ayudarle un día con su fleco, creció tanto su cabello que empezó a sujetarse el fleco con broches, no soportaba tenerlo sobre los ojos y tenía demasiado miedo para agarrar las tijeras y hacerlo ella misma. Llevaba varias semanas practicando con una peluca, lo cierto es que no le quedaba mal el estilo, si era correcto decirlo ella misma, se veía perfecto y simétrico, justo como le gustaba a su paz mental. El problema comenzaba cuando se sentaba frente al espejo para hacerlo en el cabello que debía mostrar todos los días. Estirar el brazo para agarrar las tijeras le provocaba uno de los peores ataques de pánico, su cuerpo entero comenzaba a temblar, el corazón le latía con fuerza y su temperatura bajaba hasta sentir como se le entumían los dedos. Y Boomer, el paciente de Boomer que podía imitar todo lo que veía una vez, se ofreció a hacerlo por ella.

Aceptó la ayuda sin pensarlo dos veces, se trataba de Boomer después de todo, el chico que la dejaba sentarse en un banco en la isla de la cocina mientras él hacía de comer. El mismo que permanecía callado durante horas hasta que ella desahogara todo el estrés del día. Nada malo podía suceder mientras estuviera con uno de los Rowdy.

Excepto que ella no podía superar el trauma.

Tan pronto vio las manos de Boomer acercarse con las tijeras se alejó, fue un acto impulsivo que la obligó a mantener tanta distancia como le fuera posible del chico. Se quedó quieta en el suelo al caerse del banco en el movimiento, al menos hasta sentir como su corazón se calmaba. Abrió los ojos sólo para ver a Boomer, todavía con las manos alzadas, igual de sorprendido que ella.

No encontraba una explicación de porque sentía esos cosquilleos cuando era Butch quien agarraba su cabello.

—Haré lo posible —murmuró, rodeando la espalda del chico con los brazos. Un bostezo salió de su boca mientras recargaba la espalda en su pecho—, lo prometo.

Butch sonrió al ver su respiración regularse hasta ser un pequeño y constante suspiro. Se quedó dormida al instante. Eso no le sorprendió, pasó los últimos dos días despierta, con dolores, entrando y saliendo de operaciones y tratamientos médicos que le ayudarían a recuperarse de las heridas. Sin tener en consideración el desgaste emocional que debería estar sintiendo por las semanas que estuvo secuestrada.

Sostuvo su cabeza contra su pecho, asegurándole que se quedaría a su lado hasta que ella se sintiera segura para salir de la tina. No tardó en quedarse dormido él también.

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Bubbles arrastró su silla hacia la mesa cuando Boomer terminó de servir los platos y los colocó en los extremos de la mesa. Princesa había pedido a los empleados que le dieran acceso a la cocina a Boomer, y si lo pedía Bubbles también lo podía usar. Comprendió de dónde salía la orden, por lo que podía ver del chico pasaba más tiempo que ella en la cocina, y ella hacía repostería. En teoría debería de acumular más tiempo de cocina que él. Y de alguna forma seguía ganándole.

Brick y Buttercup ya habían ocupado su lugar en la mesa, él estaba junto a Boomer en el extremo izquierdo de la mesa, mientras que Buttercup se sentó entre ella y Princesa. Si lo que su hermana quería era pretender que no le molestaba su presencia, no estaba haciendo un buen trabajo. Era evidente.

—¿Butch no vendrá a desayunar? —preguntó, llenando su vaso con el jugo de toronja que preparó Boomer—. Creí que todos desayunaban temprano.

Brick apiló tres salchichas en el tenedor y las mordió al mismo tiempo.

—Todavía está con Blossom, seguro —su respuesta fue neutral, a Bubbles le sonó casi sin emociones—. O está haciendo algo más y se le olvidó que necesita comer —picó tres salchichas más y las devoró en un bocado.

—¿Eso no te molesta? —Bubbles observó a Brick masticar las últimas salchichas de su plato—. Que estén juntos, quiero decir.

Dentro de su mente, la pregunta era curiosidad genuina. Quería empezar a conocer la relación que tenía Blossom con los Rowdy, la forma en que ellos veían a su hermana y por ende como las veían a ella y a Buttercup. Haría un pequeño esfuerzo por hacer las paces con Blossom.

Por eso no pensó que su pregunta podría interpretarse de otra forma.

Boomer se tapó las orejas con las manos, al instante comprendió que intentaba ponerse sus audífonos para no tener que escucharlas. Princesa seguía utilizándolos porque sus tímpanos no se habían recuperado, el Profesor les explicó que la sustancia diluida que usaron para curar el derrame no fue suficiente para sus oídos, y no deseaba exponerla a demasiada sustancia X por la reacción que pudiera tener su cuerpo.

—¿Me preguntas si no me incómoda que mi ex y mi hermano estén juntos?

Bubbles inclinó su vaso de jugo, incapaz de responder.

—La respuesta es no. Conozco a mi hermano y él no haría un movimiento con Blossom mientras ella está teniendo una de sus crisis —Brick se sirvió más comida en el plato, acompañado con unas tostadas—. Lo que sea que haya sucedido entre Blossom y Butch esa noche sólo les atañe a ellos, yo no tengo porque meterme en medio.

Buttercup se burló dándole mordidas al pan con mantequilla en su plato.

—Seguro, es "problema" de ellos —se aseguró de enfatizar las comillas.

Bubbles conocía la opinión de Butter respecto a Butch engañándola con Blossom.

—¿Qué tu relación con Butch no era de esa forma? —las mejillas de Buttercup se encendieron al escuchar a Brick—. Eres tú quién le dice a Butch que entre ustedes no hay una relación, es solamente sexo y citas ocasionales. Y también eres tú la primera en echarle en cara que se fijó en alguien que no eres tú —Buttercup rechinó los dientes, no diría nada o una nueva pelea comenzaría—. Si vas a seguir criticando a Blossom por lo que pasó empieza a hacer lo mismo con Butch, porque él no es inocente en el acto.

—¿Y por eso puedes simplemente aceptar que tu novia puede estar enamorada de alguien más? —Butter dobló el tenedor bajo su mano. Seguiría esforzándose por no gritar.

—Por supuesto —su respuesta fue inmediata. Lo dijo de forma tan natural y apacible que Bubbles no pudo evitar ahogarse con el jugo. Buttercup soltó los cubiertos, observando a Brick con expresión incrédula—. Lo que sea que Blossom sienta por mí, los recuerdos y experiencias que tiene conmigo me pertenecen a mí. Ella es libre de amar a quien quiera, enamorarse o ilusionarse con quien desee, ninguna de esas emociones es mía. Lo único que yo poseo son los sentimientos que tiene hacia mí —vació su vaso de jugo en un trago—. ¿Qué clase de relación es la que monopoliza todas las emociones de su pareja?

—O sea que… ¿no te molesta? —la voz de Bubbles salió como un chillido. Tenía las mejillas rojas por la vergüenza, no era la respuesta que esperaba.

—Repito ¿por qué debería? —Brick recogió sus platos y los de Boomer, quién terminó de comer sin meterse en la discusión—. Como sea, el Profesor pidió que se reunieran en la sala con la chimenea, dijo algo de querer hablar con ustedes sobre el asunto de ser criminales y eso —su voz era burla cuando terminó de hablar. No pretendía suavizar el hecho de que ninguna de las tres tenía permitido dejar su hogar.

Princesa levantó sus platos cuando el pelirrojo estaba por alejarse de la mesa, los agarró sin decir nada y se metió a la casa. Boomer se levantó poco después, con las manos metidas en los bolsillos del pantalón, miró a Bubbles, roja hasta confundirse con el cabello de Princesa, a Buttercup todavía intentando recoger sus cubiertos, alzó los hombros hasta las orejas y se marchó con pasos mecánicos.

—¿Él dijo lo que yo creo que dijo? —Bubbles se cubrió las mejillas con las manos, era un pequeño truco para disminuir el color de su piel—. ¿No fui yo la que escuchó mal?

Por una razón que no comprendía Bubbles buscó a Princesa con la mirada, la chica terminaba de limpiarse la comisura de los labios con su servilleta, sintió como era observada, sus ojos giraron hacia Bubbles en un lento giro a la izquierda.

—¿Qué?

—Él no lo dijo en serio, ¿verdad? Sólo quería molestarnos —Bubbles dio sorbos chiquitos al jugo, sus manos no dejaban de temblar.

—Realmente no lo sé, a Blossom no le gusta hablar de su relación con Brick, y yo nunca pregunté para no molestarla —al levantarse de la mesa tocó los audífonos en su cabeza, dudó antes de bajar los brazos—. Pero si Brick dice que no le importa, ustedes no tienen por qué dudar su palabra. Si alguien conoce su relación con Blossom mejor que nadie, es él —intentó alejarse de la mesa, dio tres pasos antes de que se le doblaran las piernas. Los audífonos eran más pesados de lo normal, no era capaz de mantener el balance. Así que volvió a sentarse en la mesa.

—¿Qué eres, una experta en mi hermana ahora?

—Tan sólo necesitas cerrar el hocico y escuchar —gruñó Princesa. Sirviéndose café en una de las tazas de la mesa—. Es la única forma de descubrir si Brick decía la verdad o mentía sólo para molestarte —vertió un chorro de leche en la taza, cuidando de ver el cambio gradual de color—, aunque por lo que escuché, es incapaz de mentir cuando se trata de Blossom. Y Brick tiene razón —puso dos terrones de azúcar en la taza, revolvió el contenido y dio un sorbo a la bebida—, ¿quién eres tú, Buttercup, para criticarlo por vivir su relación con Blossom cómo mejor les acomoda al os dos?

—¿Ahora sabes de mi vida?

La chica Morebuck asintió con una sonrisa.

—Mmhmm. Bloss me pidió mantener un ojo sobre ustedes, en caso de que quisieran usar sus poderes fuera de Townsville. Una mordidita alejaría a la prensa de ustedes y también al gobierno —arrugó el gesto en el siguiente sorbo, la bebida quedó demasiado dulce—. Nunca dejó de preocuparse, ni siquiera cuando se quedaba despierta por terminar sus tareas y cuidar que vivieran su vida despreocupadamente.

—Oh.

Bubbles no fue capaz de decir algo más.

—Hemos sido bastante duras con ella, ¿verdad? —fijó la mirada en el vaso vacío, no había más jugo para distraerse—. Sigo diciéndome que sólo necesitamos hablar para arreglar la situación, basta con una tarde de unas cuantas lágrimas y gritos para volver a ser las hermanas unidas de siempre —su barbilla tembló al hablar, intentando contener las lágrimas—. Lo único que hemos hecho desde que llegamos es… criticarla.

—Menos mal se dieron cuenta.

Buttercup pegó un respingo al escuchar la voz de Butch detrás de ellas. Era el mismo tono de voz de siempre, suave y coqueto, podía hacer sonreír a cualquiera con una de sus sonrisas, cada vez que abría la boca el ambiente se relajaba. Esa mañana no era la excepción, Princesa pareció liberar la tensión en sus hombros al escucharlo, incluso sonrió.

Frente al chico, con los pies bien clavados en la tierra, iba su hermana, parecía una estatua que alguien empujaba, con los ojos cerrados y manos apretadas en puño a la altura del pecho. No daba señales de moverse o querer dar un paso por su propia voluntad. Mientras Butch mantenía las manos en su espalda, sujetándola por los hombros, detrás de ellos iban marcando el camino de los pies de Blossom.

—Buenos días, mutación biológica, ¿pudiste dormir algo?

—Dormir y descansar son dos cosas diferentes —farfulló entre dientes, las venas de su frente brotaban a cada palabra.

—¿O sea que no? —preguntó Princesa, observando a Butch.

El chico intentaba hacer que Blossom se sentara, Bubbles intentó interpretar la situación por lo que veía. Su hermana no se quería sentar, parecía estresada por algo y Butch no dudó en agacharse y cargarla en brazos para obligarla a doblar las piernas, acomodarla sobre la silla y empujarla hacia la mesa. ¿Qué sucedió mientras nadie podía encontrarla?

—Durmió, eso es ganancia si me lo preguntas —respondió Butch.

Sin que alguien se lo pidiera, empezó a llenar un plato con comida para Blossom. Huevo, un poco de salchichas, pan tostado, algunos de los sándwiches que preparó Boomer y llenó un vaso con jugo. Empujando todo frente a su hermana. Ella arrugó la nariz al ver la comida, escuchó como rechinaban sus dientes mientras más los apretaba.

—Come —ordenó Butch, acercando el plato hacia ella—. Llevas tres días con el estómago vacío, y no me digas que no —añadió, al ver como Blossom se giraba en su dirección—. Escuché tu estómago haciendo ruido toda la noche, come.

Blossom se escurrió en la silla hasta recargar la cabeza en el respaldo. Butch siguió empujando el plato hasta dejarlo a la altura de sus manos. Un largo y helado suspiro salió de sus labios al agarrar el tenedor y empezar a masticar, las salchichas desaparecieron junto al huevo, Butch palmeó su cabeza con una sonrisa de oreja a oreja.

—Debería estar haciendo análisis ahorita… no comiendo —murmuró con la boca llena.

—Quizá —confirmó Princesa, dándole vueltas al café en su mano—, pero yo también te hubiera llevado a comer algo. En especial porque Alice vuelve mañana, ¿no es así? —Blossom gruñó al tomar el siguiente bocado—. Anda, come o harás que Boomer se ponga triste —el ojo sano de Blossom brilló peligrosamente al ver a Princesa.

—Manipuladora.

—Dejada —contratacó Princesa, enseñándole la lengua.

Blossom arremedó sus palabras, llenando la boca con comida para no responder.

—Um… ¿vas a estar en la charla con el profesor, Bloss? —tímidamente Bubbles se inclinó en la mesa, intentando mirar a su hermana.

Blossom sopló el mechón sobre su frente, quitándolo del camino.

—No. Yo ya sé lo que dirá —tomó el vaso que Butch mantenía frente a ella, dándole pequeños sorbos—. Tengo otras cosas que hacer antes de que comience el semestre, no podré ayudar a Cayden a descomponer la droga para descubrir sus componentes, así que debo hacerlo mientras aún tengo tiempo.

—Espera —Buttercup arrebató el jugo de sus manos, obligando a su hermana a ponerle atención—, ¿antes de que comience el semestre? ¿Acaso piensas volver a la escuela como si nada hubiera pasado? —Blossom y Princesa intercambiaron una mirada.

—Bueno, sí, no esperarás que vuelva a Townsville y me esconda, ¿o sí?

Buttercup suspiró, pasándose la mano por el cabello. Blossom recuperó su bebida, odiaba eso. Una vez que empezaba a comer no podía detenerse.

—¡Eso es suicida, Blossom! Quién sea que esté detrás de esto te estará observando.

—Lo sé —acabó su comida sentándose correctamente en la silla. Luego fue su turno de empujar platos llenos hacia Butch—, es lo que espero.

—¿Qué? —fue Princesa quién alzó la voz—. ¿Planeas hacerla de cebo para ellos?

Butch alzó un dedo, pidiendo la palabra al tragar su bocado.

—En realidad no es mala idea. Lo hablamos a eso de las tres de la mañana, durante la tercera repetición de la letanía —Princesa puso los ojos en blanco. Butter y Bubbles no podían comprender a que se refería—. Vuelvo a Massachussets con ella para mantener un ojo en los lugares que no puede ver, el juguete Kendall puede informar a los demás de lo que ocurra. Si alguien intenta atacarla de nuevo Boomer y yo lo tomaríamos de rehén para sacarle información.

—Suenas confiado, ¿qué si Brick dice que no? —Princesa miró a Blossom. Sabía la respuesta, Brick lo desaprobaría igual que ella. No aceptaría verla ponerse en peligro de esa forma sólo por la posibilidad de tener respuestas.

El silencio de Blossom dejó una sensación incómoda en los demás. Cruzó las manos sobre la mesa, girando los pulgares uno sobre otro sin mirar a nadie, Butch dijo lo mismo, su hermano no iba a dejarla exponerse así nada más. No cuando tardó tanto tiempo en recuperarse de su primer y único intento de suicidio durante la preparatoria. El Profesor tampoco estaría a favor. Hablando con seriedad, ninguna de las personas en esa mesa, excepto por Butch, estaría a favor de la idea. Y cuando Alice se enterara de lo que planeaba, sería la primera en poner un guardaespaldas vigilándola todo el día, asegurándose que no hiciera nada estúpido.

—Alguien tiene que hacerlo —respondió—, además ya han decidido que yo sería en quién probaran su droga, sería buena idea ver si el suero que hice para Bubbles aún es funcional o necesita modificaciones.

Bubbles se levantó de la mesa, ella diría algo. No se quedaría callada dejando a Blossom cargar con la responsabilidad de todo.

—La respuesta es no, Bubbs —añadió, sirviéndose una taza de café—. No voy a permitir que seas tú quién tome mi lugar como sujeto de pruebas —ella y Buttercup se sobresaltaron al escucharla—. Tu cuerpo está habituado a la sustancia, para ti sería como volver a consumir drogas, no quiero verte pasar por la abstinencia una segunda vez sólo para que "ahorrarme" el sufrimiento.

Blossom sonrió, no había señales de mentira en su rostro, sonaba sincera con lo que decía. Bubbles intentó obligarse a responder, tampoco le importaba volver al dolor unos momentos si con eso ayudaba a su hermana.

Le aterró darse cuenta de que su cuerpo no respondía. Tuvo escalofríos al recordar la noche que Buttercup tuvo que amarrarla a la cama como último recurso para que pudiera desintoxicarse. Comenzó a temblar y sudar con el simple recuerdo, bajó la mirada a la mesa obligándose a olvidar lo que podía suceder, no pasaría de nuevo. No lo permitiría.

—Tranquila —murmuró Blossom, cubriendo su mano con la suya—, no dejaré que vuelvas a pasar por lo mismo.

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Life begins after coffee

Nunca sé cómo iniciar esto, es culpa mía por haberlo hecho una vez, ahora tengo que seguir hasta acabar el fic o no seré feliz (?)

Aidil: Ayñs ¡ya sé! Ese momento dónde se queda para cuidarla por el simple hecho de ser su amiga y estas preocupado por ella, hasta yo sonreí cuando lo volví a leer al terminar el capítulo. Bueno, *suspiro* ¿qué te puedo sobre Blossom? Le cuesta decir las cosas que piensa realmente y cuando lo hace, pasa días arrepintiéndose de haber abierto la boca en primer lugar. Todo sería más fácil si tuviera un poquito de confianza… pero no.

Jajaja, feliz inicio y mediados de febrero.

The 1652: Yo no sé porque FF me dio problemas con los comentarios anónimos últimamente, tuve que ir a decirle que acepte todos los reviews, porque no me dejaba verlos. Se comporta raro a veces este.

Meowt así es (?). Ahora estará la oportunidad de ir viendo un poco más el lado de Bubbles y Butter con respecto a la situación, además de (por fin) verlas interactuar con los demás personajes y no quedarse solo ahí, como excusa para que Blossom tenga más traumas. Siento que en esta segunda parte de la historia me enfoqué más en explicar un poco de cómo va la dinámica entre Bloss y los Rowdy. Pero también están las hermanas, ellas también son importantes para la trama.

Boomer se ha convertido en uno de mis favoritos en los años que he trabajado en la historia (desde su primera versión), y trabajar esa dualidad de él, pasando del chico tranquilo que prefiere la paz antes que la violencia, al que no va a dudar en usar la violencia si no hay otra alternativa es una experiencia. Más porque al final el solo regresa al modo zen y dice "bye, nos vemos"

Y yo agradecida de escribirlos y poder leerlos para que no queden sólo en mi cabeza. El contraste entre Butch y Blossom es otra de mis partes favoritas, porque mientras él es el aventado a hacer las cosas que si se le ocurre una idea lo hace y ya, a diferencia de Blossom, por el otro lado, sacando su pizarrón de teorías conspiraciones para ver cual evento es más conveniente.

Tu descuida, escribe todo el texto que quieras, me encanta leer sus comentarios.

TsukihimePrincess: Exacto, no es como que sean discretas, pero es más fácil para ellas el "camuflaje" de humano normal.

Ummm, un entrenamiento muy feo, podría decirse que tuvieron su tiempo de ir y venir mientras apenas comenzaba su amistad con Blossom. En parte les ayudó a forjar carácter y acostumbrarse a la vida pesada, pero pues no es bonito para ellos recordar esos días.

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Güeno, yo me despido el día de hoy, espero que hayan pasado bonito Sam va lentin, yo lo pasé en mi camsita con mi café y soledad uwu (no soy una criatura muy sociable). Y aprovecho este segmento para anunciar que puede que las actualizaciones estén más separadas una de otra (si es que no eran ya así, repito, a veces creo que publico semanal y otras no). Ando algo atrasada en la edición de mi novela y quiero apurarme un poco. Apenas llevo 34 de 46 capítulos, y me faltan 133 páginas para acabar (jajaja *cries in pain* aiura). En fin, por eso, ya tengo el capítulo 20 terminado, así que lo guardaré para publicar si siento que ya pasó un mes y no hay noticias de mí.

Pásenla bonito y recuerden tomar awita y salir al sol, somos plantitas y necesitas agua y sol.

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A gremlin drinking hot chocolate