Disclaimer: Las Chicas Super Poderosas no me pertenecen. Son propiedad del señor Craig y sólo él puede decir como continua la historia. Yo escribo fanfics por diversión, para entretenerme un rato y entretener a otros en el proceso. Lo hago gratis, así que sólo obtengo felicidad de esto.

Advertencias: Todos los personajes en esta historia son OoC (Out of Character). La historia está trabajada con mi headcanon de los personajes. Los OC (Original Character) que aparecen en la historia son de mi total propiedad, así que no me parece agradable que los agarren sin permiso.

Esta historia maneja crack-ships, desde este punto en adelante lees bajo tu propia decisión y elección.

La canción de acompañamiento el día de hoy es "Last Resort" de "Papa Roach". Pueden escucharla en cualquier momento del capítulo sin problemas.

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Capítulo 22 — Last Resort

Vio a Blossom retorciendo su cabello, como muchas otras veces antes, aunque era un hábito que apenas iba adquiriendo. Una manía, era la forma correcta de decirlo, no tenía nada que ver con el resto de sus hábitos, o las demás actitudes que tenía para expresar sus emociones. Cuando empezaba a enredarlo en sus dedos, apretarlo y acariciarlo con tanta fuerza era cuando comprendía la presión sobre sus hombros. Detestaba no poder hacer algo al respecto y sólo quedarse observando.

Lo peor era que ese gesto se estaba volviendo más frecuente desde que hizo el anuncio público de retirarse del trabajo de superheroína, ¿lo estaría culpando por tomar esa decisión? Seguramente, ella nunca sería capaz de decirle la verdad, Blossom era del tipo de persona que se guardaba todo hasta el punto de reventar. No iba permitir que su relación se volviera un intercambio incómodo de miradas y risas.

—Si algo te molesta —comenzó, intentando mantener su voz a un volumen bajo. Él siempre tenía la tendencia de gritar—, dímelo. No me voy a molestar por lo que digas, prefiero que me digas las cosas, ya sabré yo cómo lidiar con eso.

Blossom dio un respingo, no se había dado que él se iba acercando. Bajó la mirada a las manos de su novio, extendidas en su dirección para ofrecerle apoyo, Brick siempre hacía eso. Esperaba que ella agarrara sus manos y soltara todo lo que tenía guardado, porque siempre funcionaba. Se refugió en su abrazo, enterrando el rostro en su pecho mientras lloraba, entonces él rodearía su espalda apretando más y más hasta estar seguro de tenerla bien sujeta. Desde que regresó de su entrenamiento algo se sentía distinto entre ellos.

—N-no lo sé… siento como si la gente estuviera observándome, desde la conferencia de prensa —su voz se cortó, encogiéndose con un estremecimiento—, es cómo si hubiera defraudado a todos… les fallé, juré protegerlos por siempre y ahora…

—¿Y ellos que han hecho por ti? —interrumpió Brick, presionando los labios en su coronilla—. Antes de que nosotros llegáramos, incluso después de que Él nos revivió, ¿Qué han hecho ellos para merecer tu ayuda? Tu padre nunca les pidió arriesgarse por otros, fue una decisión que ustedes tomaron, ¿no es eso lo que siempre me contaste? La ciudad no tendría porque esperar que siguieran arriesgando su vida eternamente, también son frágiles, ustedes también tienen miedo y preocupaciones, ¿qué ha hecho esta ciudad para merecer tu desgaste físico?

Tiene razón.

Es lo que debería de responderle. Tienes razón. Fue elección suya y de sus hermanas ser las defensoras de la ciudad, al principio creyó que iban a ser las heroínas el resto de su vida, hubo una tarde dónde fantasearon sobre eso, crecer, enamorarse, formar una familia feliz y cuando las necesitaran salir a defender la ciudad. Por la noche volverían a casa para contarle a sus respectivas familias sobre su día, mientras acostaban a sus hijos.

Nunca hubiera imaginado que se sentiría abrumada por su trabajo tan sólo unos años después de comenzar.

—Pero… se supone que yo debía proteg…

Brick la interrumpió antes de que pudiera seguir, besó sus labios sosteniendo su rostro por la barbilla y las mejillas. Estaba a costumbrado a sus besos salados, Blossom lloraba al menos unas tres veces por semana y al final lograba calmarse, antes de irse a dormir. Pero había algo extraño en ese beso.

—No necesitas ser perfecta para nadie —murmuró recargando su frente con la de ella—. Lo único que debería preocuparte es cuidar de ti —limpió las lágrimas de sus mejillas, repartiendo pequeños besos en su nariz—. Hay mucho más de ti de lo que otros quieren ver…

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—¿Tienes tus calzones puestos? —Brick lanzó una mirada molesta a Butch.

Habían pasado meses desde que Blossom se marchó sin despedirse, solo diciendo que si no subía al avión podría perder esa oportunidad. Por alguna razón su hermano seguía entrando a su habitación como si ella aún viviera con ellos. No lo culpaba hasta cierto punto, el idiota de Butch olvidaba con frecuencia tocar al abrir las puertas, pensaba que si él sabía que iba a entrar los demás también, después de que Brick amenazara con echarlo al piso de abajo aprendió a hablar antes de entrar.

—¿Qué quieres? —gruñó el pelirrojo.

Estaba sentado en la ventana del cuarto, el sillón que Blossom le pidió poner para que ella pudiera leer o hacer sus tareas sin molestar a Boomer. Butch sabía que cuando la chica no lo usaba, su hermano se sentaba ahí para esperarla, observaba el cielo pacientemente hasta distinguir el color rosa de su estela al volar. No era capaz de comprender como después de haber terminado su relación, seguía utilizando el mismo lugar todos los días. ¿Acaso esperaba que ella se arrepintiera un día y volviera? Butch no podía decirlo en voz alta, pero mantenía la esperanza de que no fuera así, que Brick no viviera con la expectativa de volver a la misma relación con Blossom.

—Butch, ¿qué quieres? —volvió a preguntar, esta vez apartando su atención del cielo.

—Algo pasó —murmuró, frotándose el plástico del brazo, su nuevo tatuaje tardaría unos días más en curarse—, algo pasó la última vez que Blossom salió —balanceó su cuerpo sobre los talones, evadiendo el contacto visual—. No fue algo peligroso, antes de que pienses eso. Pero verás… esa noche fui a un bar con Mitch y otros amigos, queríamos pasarla bien, ¿me entiendes? Necesitábamos relajarnos un poco por todo lo que había pasado y… conocí a alguien en el bar —Butch se frotó la nuca, su mirada estaba enfocada en el suelo, en contar mentalmente las hebras de la alfombra antes de distraerse. Podía escuchar los nudillos de Brick tronando—. Aunque en realidad debería decir que me encontré con alguien y…

—Butch —advirtió Brick antes de que él pudiera desviarse.

El chico se miró las manos, quería tatuarse los nudillos, o los dedos completos, había visto artistas de henna hacer unos diseños hermosos en las personas, la primera vez que escuchó sobre el tema fue con Blossom, ella le sugirió hacerse algo parecido en sus manos, como eran grandes se verían bien y luciría mucho el diseñ…

—¡Butch! —repitió su hermano, regresándolo al presente.

—MeacostéconBlossom —confesó encimando las palabras. Apretó las manos en puño encogiéndose. Entre ellos no era común sentir miedo, no consideraban a uno más letal que al otro, sabían que los tres estaban igualados en fuerza y resistencia, sin embargo, en ese momento, Butch temía la reacción de su hermano—. Yo… tal vez haya sido culpa mía que Blossom y tú terminaran. ¡Te juro que no sabía que era ella esa noche, jamás haría algo así! Pero cuando me di cuenta ya era demasiado tarde y yo… yo no pude… —ocultó el rostro entre sus manos, sintiendo sus músculos volverse gelatina.

Escuchó silbar el aire antes de recibir el golpe. Apretó la mandíbula y lo aguantó sin poner resistencia.

Si Brick decidía que lo odiaba después de esto, si llegaba a la conclusión de que no necesitaba tenerlo cerca para hacer su trabajo, lo aceptaría. No eran hermanos amorosos, no hacían reuniones en la noche para hablar sobre su día, tenían un código que ayudaba a su convivencia. Una de esas reglas era no entrometerse en la vida del otro, o en el caso de Butch, no meterse con la novia de su hermano.

¿Por qué no pudo solo alejarse cuando la escuchó decir su nombre? De haberlo hecho las cosas serían más sencillas, podría justificarlo con el alcohol, su aliento no delataba cuando había bebido, a diferencia de él. Si le hubieran pedido soplar en un medido probablemente lo haría roto. Era tan simple, apartarla y decirle que no podían. Sería mucho más sencillo haberle explicado eso a Brick.

Perdió el sentido de cuantas veces lo había golpeado ya su hermano, sentía el amargo sabor de la sangre en los dientes, en la lengua y podía olerlo con claridad. No iba a resistirse, poner resistencia sólo le daría a entender a Brick que lo hizo con ánimos de molestar y arruinar su relación, no era ese tipo de bastardo. Una pequeña lucha como esa no sería capaz de matarlo… ¿verdad?

Dejó de tener esa seguridad cuando el mundo se volvió negro.

—¡…ck!

¿Por qué dejó de sentir tanto dolor de pronto? Esperaba algo más, seguramente eso no era suficiente para compensar el daño que hizo. Sabía que Brick era el que más sufrió de su relación, después de que Blossom se cortó las muñecas él no volvió a ser el mismo, ¿por qué entonces no seguía golpeando?

—¡…rick!

Ah, por eso. Su cabeza retumbo al escuchar a Boomer. Aunque tal vez fuera todo el edificio lo que estaba temblando, tosió varias veces antes de poder abrir los ojos. Seguía sanando con buena velocidad, así que eso no fue tan grave. Su respiración silbaba, o tal vez fueran sus pulmones los que estaban silbando, sentía el pecho como un saco de harina, si se sentaba podría clavarse una costilla en los pulmones.

—¡¿Estás demente?! Un poco más y realmente lo hubieras matado.

¿Matarlo?

Encontró los ojos de Brick cuando dirigió su atención a la puerta de la habitación, ahí estaba él, con las manos cubiertas de sangre y gotas salpicándole en el rostro. Boomer le seguía gritando, era una gritadera que no pudo comprender realmente porque su atención estaba concentrada en Brick. En Brick y sus ojos rojos e irritados.

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—¿Mmmh?

Una luz brillaba sobre su cabeza, demasiado cerca para poder ignorarla. Cubrió sus ojos con el brazo antes de aventurarse a levantar los párpados.

Intentó ver un poco del lugar dónde se encontraba, sus ojos no terminaban de acostumbrarse a la luz, por mucho que se esforzaba por hacerlo no era capaz. Todavía de seguir muy débil por la perdida de sangre. Además sentía el pecho pesado, como si le hubieran puesto un submarino encima mientras dormía, y no es que no pudiera con el peso sólo resultaba muy incómodo luego de pasar horas inconsciente.

Dejó caer el brazo a su lado, probablemente si hablaba Princesa se acercaría para ver que sucedió. Si tan sólo su brazo hubiera caído en la superficie dónde estaba recostado. Giró la cabeza buscando el obstáculo que no lo dejaba moverse. No supo que estaba sintiéndose caliente hasta sentir un escalofrío en su cuerpo.

—¿Blossom? —murmuró intentando sentarse.

Y como si ella no hubiera estado dormida, se levantó en su asiento empujando la silla al suelo, las ojeras en sus ojos demostraban lo que él ya había asumido, no estaba dormida y probablemente llevaba días sin pegar el ojo. Se sintió culpable de la tranquilidad que le dio verla llorar mientras se acercaba a él.

—¡Brick! Dios mío, me tenías preocupada, ¿qué te pasó? ¿Estás bien? ¿Te duele algo? —se movió hacia una pantalla detrás de él, luego volvió y empezó a palparle el rostro—. ¿Sientes mareos? ¿Nauseas? ¿No tienes nada entumecido? ¡PRINCESA!

Él detuvo el movimiento de sus manos atrayéndolas hacia su pecho, Blossom entendió de inmediato lo que quería, levantó la silla y se acomodó junto a él en la camilla, sosteniendo sus manos con las de él en su pecho. Brick parecía tener algunas dificultades para respirar, Blossom se recostó en su hombro, estrechándole las manos.

—Diablos, tú si que tienes voz para gritar… oh, despertaste —tomó el estetoscopio de su cuello, buscando un espacio libre de todo lo que abarcaba Blossom—. ¿Cómo te sientes?

Brick suspiró, no quería responder, porque la verdad haría que la chica se preocupara.

—Te dije que no le llamaras —fue todo lo que respondió, mirando hacia Princesa.

—En realidad, Kendall me dijo que estabas aquí, cuando le pregunté a Princesa porqué no me había dicho nada me colgó —Blossom acarició la frente del chico, quitándole mechones de cabello que le caían sobre los ojos—. Le pedí a Boomer que me trajera sin decirle a nadie y que volviera casa —él gruñó—. ¿Por qué no me querías decir?

—Ya tenías demasiado con que preocuparte, no quería añadir más.

Blossom apretó los labios, sentía las lágrimas nublando su vista, y no iba a ponerse a llorar en ese momento, había cosas más importantes por hacer, como asegurarse de que el Rowdy no fuera a morir por el ataque, o el corte en su pecho, o la falta de sangre.

—¿Qué ocurrió? —preguntó suavemente.

Qué no pasó, era lo que quería responder Brick, porque muchas cosas habían sucedido mientras él buscaba una pista que los acercara al origen de sus problemas, sólo que ahí, en esa dura camilla de hospital no era momento para hacerlo. Con ayuda de Princesa pudo sentarse y bajar del metal para cambiarse al sillón, Blossom permaneció a su lado, ayudándole a moverse.

—Hablaré con Cayden —informó Princesa—, quiero saber cuánto tiempo tardará en traer ese suero que estaba haciendo —con eso salió del cuarto para dejarlos solos.

—¿Esta es otra de sus casas seguras? —Blossom intentó reírse.

—No, es la casa de Princesa, bueno, la compró para poder llegar con facilidad a la universidad. Además ella no es de las que comparte habitación —Brick asintió, su espalda le estaba matando, no iba a poder sostenerse por mucho más—. Recuéstate, no quiero que te lastimes más.

Brick obedeció, dejó que Blossom lo ayudara guiando su espalda y cabeza sobre los cojines del sillón. Suspiró al sentir la tensión desaparecer, cuando ella se acomodó a su lado, con la cabeza sobre su pecho, no hizo preguntas. La abrazó como muchas otras veces había hecho para calmarla.

—Pensé que iba a perderte —murmuró, su mano encontró la de él como un imán, entrelazando sus dedos—. Al verte tendido de esa forma, cubierto de sangre… pensé que no iba a volver a verte jamás —Brick apretó el brazo, estrechándola con la poca fuerza que podía reunir—. Se me ocurrió que tal vez fue lo tú sentiste, me imaginé entrando al baño y encontrando a mi novio en la bañera… perdona, perdona por haberte hecho pasar por eso.

—Shh, no me tienes que explicar nada, pequeña, nunca te he culpado de algo.

—¿Cómo eres capaz de perdonarme todo? Yo no puedo olvidar lo que pasó con Butch, me siento horrible cada vez que me veo las manos y recuerdo… ¿cómo me perdonas tú?

Brick cerró los ojos, buscó a tientas el hombro de Blossom acercándola a su pecho. Besar su cabeza fue una acción natural en ese punto.

—No lo sé —confesó—. Al principio creía que era porque tenías demasiados problemas, no quería convertirme en una molestia para ti. Luego de lo de la bañera, dejaba pasar todo eso por lo mismo, yo debía apoyarte, no merecías que te echara en cara todo, y no era sólo culpa tuya —presiono la barbilla en su cabeza, su cabello seguía teniendo el mismo aroma dulce de siempre—. Cuando Butch me dijo lo que ocurrió perdí el control de mi mismo, entonces me di cuenta de algo, no me preocupaba la idea de que hubiera una pelea entre nosotros, porque eso se puede resolver. Lo que me aterra es la idea de perderte, nunca te he pedido seas mía y no mires a nadie más, porque eso borraría por completo la esencia de quien eres, cada vez que algo sucede y vuelves a mí sé que aún tengo el amor que sientes por mí. Eso es suficiente, no necesito promesas eternas, no necesito que te obligues a cerrar los ojos al mundo —Blossom se impulsó en el sillón, buscando su mirada, Brick sujetó su mejilla—. Además nunca puedo enojarme contigo, créeme, lo intenté después de que te encontré en la bañera.

Besarlo le dio una agradable sensación de protección. Sus brazos rodearon su cintura y una mano sujetó su nuca.

—¿Aún te duele algo? —murmuró rozando sus labios.

Brick tardó en comprender la pregunta.

—Ya que lo mencionas… no, ¿qué?

Bloss le dio un beso rápido antes de levantarse del sillón, él trató de imitarla, al momento de levantar la cabeza del brazo un dolor punzante recorrió su espalda, como si alguien estuviera esperando ese momento preciso para clavarle una tabla de clavos justo en la columna. Gruñó conteniendo un grito, cayendo en la misma posición.

—No te levantes, voy a ver con Princesa cómo va ese suero.

—¿Eso fue lo que me diste? —quiso saber él, tomándola de la muñeca para evitar que se moviera—. ¿Por qué no usar lo mismo que tu padre uso contigo?

—Es distinto —explicó, arrodillándose frente a él—, ese es un suero especial que hemos desarrollado para mí, en caso de que llegue a congelarme. Cayden estaban trabajando en uno que se pueda usar en cualquiera de nosotros, para cualquier cosa —se inclinó dispuesta a besarlo antes de levantarse, Brick la detuvo frotando su mejilla con los nudillos.

—Te queda bien —ella inclinó la cabeza a modo de pregunta—, el azul, te queda bien.

Se tocó la base de la cicatriz por reflejo, debajo del pómulo izquierdo. La transfusión de sangre de Boomer ayudó para que sus heridas sanaran normal, o lo más normal posible para ella y sus hermanas. No hubo forma de lograr que la cicatriz de su rostro o su ojo pudieran sanar, la teoría del profesor fue por el hielo, ya que ella cubrió su cuerpo la sustancia X no podía reparar un daño provocado por sí mismo. O algo así, su explicación fue muy vaga y sin detalles, porque él tampoco tenía la respuesta.

Alice propuso sus propias teorías, igual que hizo Cayden y Princesa luego de intercambias las hojas con sus análisis de sangre una y otra vez, probablemente se trata de algo psicológico, dijo Cayden, debes de sentir que no merece la pena que sanes o te echas la culpa por lo que pasó, por eso no hay mejoras. Princesa lo adjudicó a que iba perdiendo sus poderes poco a poco, tal vez eso había debilitado de alguna forma su curación, no sanaba como antes ni con la transfusión. Ella eligió no seguir pensando en eso. Ordenó un par de lentes de contacto nuevos, el izquierdo debía de ser más oscuro, así nadie podría pensar que algo malo sucedió. Por las mañanas Alice le ayudaba a maquillar la cicatriz.

Sonrió acariciando la irregularidad de su piel, empezaba a acostumbrarse a ella, igual que a la falta de un dedo. No sentía realmente que el meñique le fuera de utilidad al haberlo perdido, en principio lo consideró un inconveniente y ahora ni siquiera pensaba en eso.

—Gracias, quizá podría acostumbrarme a la neblina del ojo.

—¿Aún no logras ver nada? —Blossom negó suavemente con la cabeza—. Pronto, tu padre no dejará que te quedes así por siempre.

Cerró los ojos cuando Brick cubrió su mejilla con la mano, imitándola. Con el pulgar frotaba la cicatriz, aún era profunda y podía sentir la separación de piel, esperaba que con el tiempo se fuera cerrando poco a poco.

—Ya veremos, por ahora quédate quieto. Tendrás que decirme que pasó y ya veremos que hacer al respecto.

Brick soltó una sarta de maldiciones en voz baja. Esperó en vano que Blossom olvidara esa parte de la conversación.

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Boomer cerró las llaves de gas en un giro de muñeca. En la barra ya había alineado los platos para el desayuno, un desperdicio de tiempo si alguien pedía su opinión. Mejor servir las porciones de todos, a tener a Bubbles lloriqueando por no poder comer junto a los demás, había una límite de cuanto podía soportar de alguien quejándose, la hermanita de Blossom había superado ese número en un día.

Los audífonos descansaban en sus hombros, muchas veces olvidaba que los tenía y se ponía a buscarlos en la habitación, o cuando los tenía sobre la cabeza, ya estaba acostumbrado a su peso. Al cambiarse a esa casa imaginó usarlos menos, los demás respetarían su deseo del silencio, como hacían Blossom y Brick cuando vivían en Townsville, o intentarían bajar el volumen a su música, su voz y quedarse callados, como hizo Alice al preguntarle porque llevaba los audífonos. Subestimo la empatía de las hermanas Utonio.

Butch entró primero a la cocina, frotándose el cabello con una toalla. Parecía haber llegado a penas de su trote diario, o justo salido de la ducha, se inclinaba más a la segunda ya que no le llegaba el desagradable aroma del sudor de su hermano.

—Hey, Boom-Boom —se burló el pelinegro, sentándose al centro de la mesa—, ¿has visto a Bloss? Fui a despertarla para ir a correr como siempre, pero no estaba en su cuarto.

Boomer no respondió al instante, concentrándose en repartir la comida equitativamente. Le daba la impresión de que Blossom no compartió con nadie más la condición de Brick, comprendía porque no quería poner a los demás al tanto ¿pero Butch? Le había dado la impresión de que su relación iba mejorando, Butch estuvo molestándolo toda la noche por eso, contándole cómo al fin se sintió seguro para contarle a ella sobre sus sentimientos (no es como si a él le importara en lo más mínimo). Y le pareció ver en Blossom que se sentía igual. ¿Entonces para que ocultarle que iría con Brick?

La respuesta le llegó de golpe al terminar la decoración de los platos.

Miró a su hermano por encima del hombro, estaba ocupado vaciando un galón de agua a la espera del desayuno.

Porque el cabeza dura de Butch no podría comprender si se lo decía. Él no tenía problemas en comprender que Blossom estuviera enamorada de dos personas al mismo tiempo, su explicación era lógica, podías querer a más de un familiar, querías a tus amigos al mismo tiempo sin perder uno. Amar a dos personas no era tan diferente, complicado de entender sí. Pensaba que tal vez ella ya se hubiera dado cuenta, o fue a donde Brick para intentar comprenderlo.

—¿Boomer, sigues ahí?

—No sé dónde está —mintió con calma. Si era ese el caso, si Blossom intentaba explicarse cómo se sentía, no le correspondía a él hablar en su lugar.

—Me preocupa que se haya ido, Brick tampoco ha vuelto y ya sabes cómo se pone con él —Boomer alineó los platos en la mesa, cambió las flores del florero y sirvió jugó fresco en todos los vasos. Al centro de la mesa dejó una percoladora con café humeante—. Oye ella no te mencionó nada, ¿cierto?

—Aún si lo hubiera hecho no te lo diría —Butch se golpeó la cara con las manos—, no me corresponde a mí hablar por ella.

—La cagué de nuevo, ¿verdad? Suena a que la cagué otra vez.

Boomer palmeó su hombro, era lo único que sabía hacer para ese tipo de situaciones. Llenó una pequeña regadera que encontró en la alacena, abrió la puerta del jardín y salió para regar las plantas.

—Avísale a las chicas que la comida está lista.

Los gruñidos de Butch subieron de volumen mientras se paraba, arrastrando los pies por la alfombra hacia la madera y las escaleras.

—No la cagaste —respondió—, esto puede sonar difícil de comprender para tu cerebro con déficit de atención; ella los quiere a los dos —cerró la puerta corrediza al terminar. Las plantas eran una prioridad en ese momento, o les daba agua o las dejaba deshidratarse el resto del día. No era una opción.

Darle la espalda evito que viera la reacción de Butch. Dejó de jalarse el cabello para mirar la puerta de cristal, Boomer tenía razón: no lo comprendía.

Subió a despertar a la chicas, tocando la puerta y avisándoles de la comida. Aprendió a no entrar a los cuartos, incluso si había tocado antes, después de que Brick lo arrojara por la ventana demasiadas veces en Townsville. Malos hábitos, se repitió, malos hábitos. Bubbles fue la primera en salir, se colgó de su brazo antes de bajar las escaleras.

—¡Buenos días! ¿Dormiste bien?

—¿Dormí? —ironizó en su respuesta. No recordaba una sola noche dónde hubiera "dormido bien". Descansaba y con eso se daba por satisfecho.

—Yo no pude dormir nada, estaba muy preocupada por lo que leí en la investigación de Blossom, ¿sabías que estuvo tomando las drogas que me dio Damien para encontrar una cura? —Bubbles se sacudió para quitarse los escalofríos—. Quisiera poder ayudarla pero no sé cómo, no soy lista como Alice o Princes…

—¿Qué no eres lista? —la interrumpió—. Jamás digas eso, eres lista y brillante, recuerdo una vez que Blossom llegó al departamento, nunca la había visto tan feliz. Dijo que habías ganado un concurso de arte y manualidades, estaba muy orgullosa de ti —alborotó su cabello cuando entraron a la cocina—. Puede que las ciencias no sean lo tuyo, o la medicina, no quita importancia a tus capacidades, sigues siendo una chica lista.

—Gracias, Butch.

Butch abrazó su cabeza sonriendo.

—Cuando quieras, chiquilla.

Buttercup y Alice se unieron a ellos en la mesa minutos después, Boomer regresó del jardín sacudiendo la tierra de sus pantalones, se lavó las manos y se unió a ellos en la mesa.

—¿Alice? —Princesa apareció en la pantalla de la cocina—. ¡Ahí estás! Necesito que le digas a tu novio que el suero funciona, lo seguiremos probando unos días para ver las reacciones —Princesa volteó a su izquierda, parecía hablar con alguien más—. Y vamos a necesitar que lo mejore un poco, más potencia si es posible.

Alice trago su bocado antes de hablar.

—Seguro yo le paso el mensaje, ¿está Bloss contigo? No la vi en su cuarto esta mañana —intentó asomarse a la pantalla, aunque sabía que no conseguiría nada con eso.

—Eh… sí, está aquí. Larga historia, más tarde los ponemos al día, dice que le digas a los antipáticos que se sintió mal y por eso no fue a clase —Alice asintió sin replicar, sus amigos le creerían, no sabían que Blossom ya estaba más que recuperada de sus heridas—. Y también necesitamos que los cuatro se reúnan en la sala en unos… quince minutos, hay unas cosas que necesitan saber. ¿Qué más tenía que decirles? —Princesa se cubrió los labios con el puño, su expresión se oscureció los segundos que le tomó pensar—. ¡Ah, claro! Todos necesitan recoger una de las probetas de emergencia que dejé en el laboratorio, sólo funcionan con Blossom, es como una inyección de epinefrina pero ayudará en caso de que vuelva a congelarse. Eso es todo lo que debía decirles, desayunen y nos vemos un rato frente a la tele gigante, ciao.

Su imagen desapareció de la pantalla, dejando la cocina en un incómodo silencio.

—¿Blossom salió sin decirnos? —Buttercup buscó a Butch con la mirada—. ¿Tú lo sabías, verdad?

—¿Qué? No, fui a buscarla temprano para ir a correr y no me respondió.

Boomer suspiró, buscó los audífonos y los dejó caer sobre sus orejas sin parpadear. Las agudas voces de Buttercup y Bubbles gritando desparecieron. Lo único que quedó fue el movimiento de sus labios, los dedos señaladores y las cejas apretadas al centro de su frente. Acabó su desayuno, junto sus platos en silencio sin preocuparse por los gritos que las chicas pudieran estar intercambio. Lo llevó todo al fregadero para lavarlos antes de ir a la sala, ahí estaría lejos del griterío durante unos minutos.

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Cut my pizza into pieces, this is my plastic fork (?)

Traía la canción dando vueltas en mi cabeza y no lo pude evitar, además la escuché para este capítulo, suena a que queda muy bien con todo. En fin, vamos a contestar sus reviews.

Aidil: Sí, eso suele pasar, te descuidas dos minutos y ¡bam! Hay beso. Y ahora otro beso. Ya sé, cambiarse de casa es de lo más complicado, entre que hay que guardar cosas y cambiar direcciones y así, pfff, ser adulto no es divertido. Créeme, cuando estas tres se reconcilien lloraremos juntas.

Y… nope, en realidad está muy segura de lo que siente por Brick, el problema es que no sabe si está bien que lo sienta. Este capítulo debería ayudar un poco para aclarar eso.

Anónimo: Si que triste. En fin.

No trato a Brick cómo el cornudo sin cojones que perdona todo, no sé de dónde te dio esa impresión, porque he explicado que en su momento se enojó con Butch y la situación entre ellos estuvo tensa unos años. En el punto dónde estamos de la historia ya han hecho las paces, y mis Rowdy si se quieren, son hermanos que se cuidan entre ellos, igual, no sé de dónde dio la idea de que se odiaban. En mi Headcannon Butch no es el macho alfa que se tira todo lo que ve, ya se debería de haber notado.

¿Y quién hablo de un final feliz? No es que esté dando spoiler del fanfic, ¿pero en que momento mencionó alguien un final feliz? Vamos, no es una película de Disney. En fin, que sad que no puedas ver el desarrollo de los personajes.

First Loser: De nuevo poniendo a prueba la destreza y paciencia de Morebucks, sí. Pero sólo lo hace por su crush (?)

Je, si casi como "agua bendita y sale" pero más bien "sustancia X bendita y sale". En justificación el pobre, él no se metió en problemas, los problemas fueron a buscarlo a él.

En un mundo tranquilo (o sea, no esté fanfic) BC es más zen y relajada, pero obviamente la trama de esta historia se descontrola un mucho. Bubbles exactamente el tipo de persona que diría la paz es una opción, si puede encontrar la forma de arreglar las cosas sin violencia pues lo hace. Y en su pequeña fantasía dónde nunca ocurrió nada malo, un abrazo lo soluciona todo, pero no te creas, si pudiera, Blossom también lo resolvería con un abrazo.

De los tres, Butch tiende a ser el que hace planes para todo y al final no hace nada porque se le olvida, a él se le escurre todo o se distrae con otra cosa. Por eso sus hermanos se han dado la tarea de recordarle las cosas, Brick fue quién empezó esto porque una vez se le cayó en pleno vuelo por no comer, lol. No son del tipo de darse abrazos o decirse que se quieren, pero se lo demuestran y eso es más importante.

Uy no… si hablamos de su entrenamiento lo pasó fatal, pero le ayudó mucho para forjar carácter, eso sí. Le da esa sensación de liderazgo pero sin abusar del poder, mi gusta. Y de hecho sí, jaja, algunos de los capítulos que vienen se enfocan más en la perspectiva de Brick, como en este. Quería explicar un poquito más de como es su relación con Bloss (ya que al parecer la gente nunca a escuchado sobre las parejas polígamas), y una de las razones por las que puede controlarse más en un momento de crisis.

El momento de trauma de Brick llegará en su momento, no creo que sea pronto porque (spoiler que no diré) y así.

Tú no te preocupes de escribir demasiado en los reviews, me encanta leerlo, es como platicar con alguien más 3. Además yo hago lo mismo con mis amigas, voy a dejarles un testamento de diez páginas. Nos estaremos viendo las siguientes actualizaciones.

PD: imagine que eras tú desde otra cuenta por cómo empezó el review.

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No recuerdo cuando actualicé la vez pasada, y literal este capítulo lo escribí de una sentada, tenía las ideas fluyendo y no lo quise desaprovechar. Si hay dedazos por ahí, una disculpa, ya vendré a revisarlo en la semana, nos estamos leyendo~~

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A gremlin enjoying the rain