Disclaimer: Las Chicas Super Poderosas no me pertenecen. Son propiedad del señor Craig y sólo él puede decir como continua la historia. Yo escribo fanfics por diversión, para entretenerme un rato y entretener a otros en el proceso. Lo hago gratis, así que sólo obtengo felicidad de esto.

Advertencias: Todos los personajes en esta historia son OoC (Out of Character). La historia está trabajada con mi headcanon de los personajes. Los OC (Original Character) que aparecen en la historia son de mi total propiedad, así que no me parece agradable que los agarren sin permiso.

Esta historia maneja crack-ships, desde este punto en adelante lees bajo tu propia decisión y elección.

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Capítulo 23 —The Boogieman

Haberse acercado al hombre con la cicatriz en el labio, después de desaparecer de su casa años atrás, fue una abierta declaración de guerra. Se decía que nadie traicionaba a Lion y vivía para contarlo, Brick fue el único que tuvo éxito. Empezó a trabajar para la familia Mancini apenas terminó su entrenamiento con Él, dos días luego de reponerse del desgaste que sufrió dentro de aquella dimensión, sentía sus extremidades como gelatina y vivía aterrado de sus pensamientos. Reviviendo las pesadillas que esa criatura lo obligó a vivir día tras día hasta que logró completar sus pruebas.

Necesitaba la distancia para poner sus pensamientos en orden, se convenció de que era lo que hacía falta. Sólo así le podía dar un verdadero cierre a su entrenamiento, desconfiaba de sí mismo al punto de no dormir por las noches, Blossom ya había empezado a vivir con ellos en ese tiempo, su cuarto en la casa que construyeron para los Utonio permanecía sin alterarse, la pequeña habitación de huéspedes en el departamento de los chicos se convirtió en su cuarto. Y él parecía ser el único de los tres que no conseguía dominar el sueño. Según escuchó de Boomer, Butch fue el primero en terminar su entrenamiento. Estuvo una semana despierto antes de poder retomar sus hábitos, no se veía afectado en lo absoluto. Brick incluso llegó a pensar que no la tuvo tan difícil.

Abandonó el pensamiento antes de darle tiempo de asentarse.

Él no tenía favoritismo. Constantemente repetía lo fácil que sería reemplazarlos si uno dejaba de servir a sus propósitos, hasta el momento en que los arrastró a esa condenada dimensión, ninguno de ellos consideró la amenaza como una realidad.

Boomer seguía tratando de conciliar el sueño algunos días, él y Blossom se acurrucaban en el sillón, cubiertos por el mismo cobertor viendo películas. Brick solía vigilarlos desde su habitación, necesitaba darse la tranquilidad de que su hermano no tenía recaídas. No quería volver a escucharlo gritar de la forma en que lo hizo la noche en que él terminó su entrenamiento; apareció en la sala y Blossom se acercó para abrazarlo, dudando de sí aceptaría el gesto. No tuvieron oportunidad de comprobarlo, pronto el edificio completo comenzó a temblar, ella recogió los brazos contra su pecho dirigiéndose de inmediato al cuarto de Boomer.

Cuando entraron ya estaba despierto, cubriéndose las orejas. Quejándose del ruido. Demasiado, era demasiado ruido y no lo dejaba dormir. Nada lo dejaba dormir.

Eventualmente aprendió a controlarlo sin la ayuda de los audífonos que le regaló Blossom años después. Butch ya no parecía afectado en lo absoluto, como si aquel aterrador mes dónde estuvieron a punto de morir, nunca hubiera sucedido.

Menos él.

No había planeado volver al despacho de Lion Mancini luego de llevarse su último pago y dejarlo en vergüenza. Debió de haber considerado la única constante de su vida, Blossom. Haría todo cuanto estuviera en su alcance por ella, incluso ponerse en contacto con su antiguo jefe.

Los guardaespaldas de Lion apuntaron a su cabeza, un disparo no alcanzaba para matarlo, fue una de sus primeras pruebas al trabajar para él, demostrar que ser un "fenómeno", como le decía Lion, no era un intento por ganarse su simpatía. Pero le daba seguridad al italiano tener a sus hombres apuntar a su cabeza con un arma.

—Tienes agallas de volver —murmuró cortando la punta del puro—, te imaginaba lejos, muerto incluso —mordió el grueso tabaco entre los dientes, giró la silla y encaró a Brick.

El hombre había cambiado desde que lo abandonó, una vez fue atractivo, utilizaba ese encanto para engañar a sus clientes y conseguir más chicas para sus burdeles. Ahora presentaba canas en el cabello, cicatrices en las manos y en el rostro, una en particular que le atravesaba el rostro en diagonal, igual que su chica, Lion perdió el ojo izquierdo.

—Requiero tus servicios —comentó Brick. Las pistolas tocándole el cabello no lo alteraban—, no vengo a trabajar para ti. Quiero que trabajes para mí ahora.

La expresión de Lion no se alteró, el humo del puro ascendía lentamente al techo, si no avanzaba la conversación, pronto empezaría a sentirse la presión del aire sobre sus cabezas. Lion hacía eso con sus clientes potenciales.

—Interesante propuesta —soltó de pronto, sobresaltando a Brick—. Dame una buena razón para escucharte —agitó el puro en el aire, frente al rostro del chico—, ya sé que esos juguetes no te harán nada, pero me dará el gusto de verte como queso chédar.

Brick suspiró. Sabía que eso es lo que ocurriría, desde el momento en que le comentó a Blossom la posibilidad de ponerse en contacto con él, Lion demandaría una prueba de lealtad. La primera fue dejarse disparar. No quería pensar en lo que pediría ahora.

—Quedarte con el negocio del tipo que pienso encontrar —Lion arqueó su ceja partida, apretó el puro entre los dientes, tratando de no sonreír—. Un sujeto que ha secuestrado a mi novia y la drogó. Una droga que nos afecta, dame el nombre y podrás quedarte con lo que hace —Lion Mancini esbozó una larga sonrisa sin preocuparse por lo que sus guardaespaldas podrían pensar de él.

Para poder trabajar para Lion, además de dejar que lo perforaran hasta aburrirse, Brick también tuvo que contarle sobre su fisionomía, sobre la sustancia X que le dio vida y la forma en que Él lo revivió igual que a sus hermanos. A Lion no le interesaban sus superpoderes, pero sí su capacidad por causar dolor y eliminar a los estorbos del camino. Brick intuyó, por la sonrisa de Lion, que ya sabía muy bien de quién hablaba.

—No has perdido el toque del habla —se burló Lion—. He intentado degollar al tipo, sí, tiene una habilidad particular por escabullirse —sacudió el puro sobre el zapato de Brick—. Te diré dónde está y cómo llegar a él, a cambio —presionó el puro sobre el cuello del muchacho, aquello no le dolía, ya lo había hecho muchas veces antes. Disfrutaba con el sencillo acto de lastimarlo— quiero que me traigas eso que tanto daños les hace. Ya sabes, en caso de que intentes hacerlo algo como la última vez.

Brick apretó los puños al costado de los muslos.

La respuesta inmediata era no. Jamás. Alice le había asegurado que su familia podía deshacerse de esa droga, al menos Cayden sería capaz, nada volvería a amenazar la seguridad de las personas que amaba.

Tampoco conocía a nadie mejor que Lion Mancini para encontrar a alguien que se escondía en el centro de la tierra. Sólo debía decir que sí, eso sería suficiente para dar una orden, los guardaespaldas bajarían las armas dejando de apuntar a su cabeza. Volvería a recostarse sobre su lujosa silla, luego diría las condiciones para empezar a trabajar en una emboscada para ese sujeto en específico. No podía negar algo, Lion era un hombre de palabra, si decía que sabía exactamente de quien hablaba, es porque en algún momento cruzaron caminos.

Aflojó las manos. Por Blossom, lo estaba haciendo por ella y por sus hermanos.

—La tendrás —accedió—. Pero —se adelantó a añadir, cuando Lion se disponía a formar otra de sus engañosas sonrisas— sólo hasta que tenga la cabeza de ese sujeto en una caja de regalo.

Lion chasqueó los dedos, sus hombres guardaron sus armas dentro de los sacos, como si nunca hubieran estado ahí. Todos, menos uno, retrocedieron a los puntos de la habitación dónde podían defender mejor a su jefe. Extendió una mano hacia Brick, extendiendo sus delgados labios a casa lado del rostro, la cicatriz que le atravesaba el rostro deformó su expresión. Al estrechar su mano Brick sintió un escalofrío. No comprendía porque después de tantos años tenía que recordar su entrenamiento.

Fiel a su palabra, Lion le entregó la información que correspondía a su objetivo. No incluía un nombre porque, de acuerdo a lo que sabía, siempre estaba cambiando de identidad, era un desperdicio de energía tratar de encontrar el correcto. En su lugar le entregó el nombre clave por el que todos lo conocían, "Boogie".

Frunció el ceño al leer el nombre, sabía, por una anécdota que Butch contó cuando no debería de haberlo hecho, que Buttercup solía asistir con cierta frecuencias a las fiestas organizadas por el Coco, aunque según lo que él había dicho, hacía algunos años decidió que todos deberían llamarlo "Boogieman". Cambió de página sin pensarlo demasiado, las probabilidades de que fueran la misma persona eran pocas, casi imposibles.

Pero nunca improbables.

En la última página encontró algo que le beneficiaba a organizar un plan. Tendría una fiesta dentro de poco, los medios la estaban cubriendo como un evento de caridad, un importante filántropo estaría reuniendo dinero para ayudar a los niños con cáncer. Clásico, pensó Brick. Usa la caridad como excusa y nadie sospechara de lo que ocurre tras bambalinas, el lugar dónde todos los negocios del bajo mundo se llevaban acabo sin preocuparse en ser descubiertos. Justo el tipo de sitio al que Lion Mancini asistiría para hacer negocios.

Una de las fotos llamó su atención, alguien que parecía tener un rostro conocido.

Lion arrancó la foto del perfil en el que estaba.

—Una pequeña ratita, ¿la conoces?

—Me recuerda a alguien —comentó Brick distraído. ¿Qué probabilidad había de que esa cara fuera el mismo Damien que él conocía?

—Se hace llamar Damien, es un chico eficiente si quieres expandir un poco el negocio —Lion regresó la foto al lugar dónde la tomo, ignorando la quijada tensa de Brick—. Nada confiable, debo decir. Igual que tú creyó que podía burlarse de mí —se encogió de hombros al palmear la espalda del Rowdy—. Su madre lloró con exageración cuando recibió su cabeza, le mandamos un moño del color de sus ojos. Poético.

Bueno, ahí llegaban las suposiciones de que era el sujeto fuera el mismo. Revisó el teléfono cuando la notificación de un mensaje llegó, Alice le informaba de como iban las cosas con ellos, lo que llamó su atención fue la mención de Damien, al parecer ellos también llegaron a la conclusión de que podía estar detrás de algo. Respondió en pocas líneas, Damien estaba muerto, si Lion le había dicho la verdad. Por el momento les diría que era sólo un señuelo, primero necesitaría asegurarse de tener los datos correctos.

Terminó de ajustarse el traje, se haría pasar por uno de los guardaespaldas de Lion para entrar al lugar, alguien ya le había ajustado la peluca sobre la cabeza, el color de su cabello llamaría demasiado la atención entre un grupo de morenos, los lentes oscuros serían suficiente para ocultar sus ojos. A menos que alguien mirara fijamente. Se guardo la pistola dentro del saco como le indicaron para mantener las apariencias. Lion no hacía trabajos a medias, primero muerto.

Ninguno de los empleados de seguridad preguntó por los hombres escoltando al señor Mancini, su único trabajo era evitar que no entrara gente sin invitación.

Durante dos horas, Brick tuvo que conformarse con ser sólo una sombra, caminando dos pasos detrás de Lion, empujando a todo el que intentara tocarlo, o acercarse para hablar con él, cualquier otra persona intentaría burlarse, obligarlo a hacer tareas vergonzosas para desquitarse por la vergüenza que lo hicieron pasar. Brick daba las gracias que Lion no hiciera eso… de manera pública. En otra ocasión descubriría cuál sería su verdadero castigo por burlarse del señor Mancini.

Pasearon por los brillantes pasillos de la mansión dónde estaban instalados, hasta el momento en que les pidieron reunirse para comenzar la subasta. En ese instante Lion desvió sin cambiar la sonrisa hacia el elevador, Brick lo siguió sin hacer preguntas. Un guardia les abrió la puerta, los escoltó hasta el sótano y ahí subieron al coche que los llevó al verdadero lugar de la reunión. Fue el mismísimo Boogie quien los recibió en la puerta.

Lion deslizó una nota en el bolsillo de Brick.

«11:25 reunión con Boogie.»

Tendría que esperar otras dos horas, el lunático que se atrevió a lastimar a Blossom sólo hacía negocios una persona a la vez y sólo durante cinco minutos.

Brick no sospechó que de ahí todo iría en caída.

El guardia personal de Boogie los esperaba en la entrada del salón, abrió la puerta y el previo entrenamiento de Brick tomó control de su cuerpo. Cubrió a Lion con su cuerpo, recibiendo las balas que iban dirigidas a él, el resto sucedió en un parpadeo.

Alguien al salir por la puerta activó una trampa que lanzó una enorme cuchilla hacia ambos. Brick recibió el corte que abrió su pecho de un extremo al otro. Lo siguiente que recordaría, mientras volaba hacia la locación segura más cercana, sería a Lion y a sus hombres sacándolo a rastras del sótano dónde se encontraban.

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—¿El italiano ese te traicionó? —quiso saber Butch, su pierna había empezado a rebotar en mitad de la explicación.

Brick suspiró. El corte le dolía como si lo hubieran hecho apenas, los cuidado de Princesa, sumados a los de Blossom ayudaron para disminuir la mayor parte del dolor que sintió mientras volaba. Ahora sólo quedaba la cicatrización, esperaba poder sentirse completo en unas horas.

—No —suspiró, apretando las vendas contra su piel—, si Lion lo hubiera planeado, ¿para qué sacarme de ahí y no dejarme morir? —Boomer golpeó la cabeza de Butch por la nuca—. El ataque no iba dirigido para mí, Boogie debía de haber tenido a Lion como objetivo, fue casualidad que yo estuviera ahí.

Blossom le tocó el hombro, apretando su mano debajo del rango de vista de la cámara. Si uno de sus hermanos, fuera de Brick o Blossom, pudiera leer mentes, no podrían seguir el ritmo de la conversación que sucedía entre ellos. No era que ellos pudieran hacerlo también, era simplemente el tiempo de su relación lo que provocaba la sensación. Con sólo recargar la cabeza en su hombro, Brick comprendió el miedo dentro de la chica.

Si él nunca hubiera contado lo sucedido con Lion, ella hubiera llegado a esa conclusión eventualmente, no mintió sobre la forma en que ganaba dinero durante su noviazgo, tampoco lo hicieron Butch o Boomer. No podía arrepentirse de ser él quien dijera la verdad, la mano de Blossom no le apretaba con el deseo de quebrarse los huesos, estaba angustiada, aterrada de cualquiera fuera el resultado de su encuentro con el tal Boogie, aunque no lo suficiente para tratar de controlar el temblor completo de su cuerpo.

Al responder al apretón de mano, Brick trataba de tranquilizarla, no estaba tan desesperado para volver a lanzarse al ataque sin pensar antes, Boogie ya había demostrado tener los medios necesarios para deshacerse de alguien, incluso ellos, sin sudar. El corte de su pecho era una prueba clara, al igual que la cicatriz de Blossom, dolía.

—¿Entonces quién crees que pudo estar detrás de todo esto? —quiso saber Buttercup, levantándose del sillón, dando vueltas frente a la pantalla. Un león hambriento—. Si lo que dijo Alice es verdad, entonces Damien…

—No fue él —se apresuró a decir Brick—. No creo, Lion tenía el informe de una mula que utilizaba para ampliar su negocio, una que intentó robarle y terminó dentro de una caja —Bubbles giró la cabeza hacia Boomer—, quiero decir que lo mató, Bubbles, le cortó la cabeza y se la mandó a su madre. El chico de la foto era idéntico a Damien, y Kendall no me ha dicho lo contrario.

En la casa de Massachussets, todos los ojos viajaron a una esquina de la pantalla, dónde la imperturbable sonrisa de Kendall los observaba.

—Es correcto, el Damien que Lion Mancini mató es el mismo que se encargó de proporcionar las drogas para la señorita Bubbles —Kendall murmuró algo antes de responder—. Un estudio del profesor Utonio me da a entender, que también hizo lo mismo con la señorita Blossom.

También había una imagen de Kendall para observar en casa de Princesa, Blossom parpadeó en su dirección, esperando una explicación. El chico puso una serie de informes en ambas pantallas.

—Se trata de las velas aromáticas que utilizaba en sus estudios, su padre necesita una muestra de sangre de entonces para compararla con su sangre ahora. Ahora es nada más una mera conjetura.

Brick apretó la mano de Blossom antes de darle tiempo a levantarse.

Ya conocían la respuesta a esa conjetura. Era obvio. Demasiado fácil para considerarlo una amenaza.

Había sido Damien quién le habló primero a Brick sobre esa tienda, luego de espiarlos durante una discusión que tuvieron, ¿sobre que había sido? Algo estúpido seguramente, peleaban demasiado cuando empezaron a salir, incapaces de aceptar que pensaban distinto, sin querer ceder o entender que ambos podían tomar decisiones en la relación. Fue el amigo de Brick quién llegó un día con una cajita y una vela adentro.

—Le encantará el aroma —dijo él.

Brick ni siquiera pensó en negarlo, cuando abrió el frasco supo que a Blossom le encantaría, sonrió y palmeó a Damien en la espalda. Por supuesto a su novia le gustaría, ella consumía todo lo que tuviera un aroma de pino y limón. Ella tampoco preguntó dónde le compraba sus velas, y Brick llegó a pedir una absurda cantidad para su cumpleaños.

Porque Blossom nunca las apagaba mientras estudiaba.

—Por eso insistió en que él debía comprarlas —murmuró Brick, apretándose el puente de la nariz—. ¿Cómo no me di cuenta en ese momento?

—¿De qué hablas? —Bubbles alzó la voz, por un momento parecía que ellos se habían olvidado de que seguían en una llamada.

—Ya sabíamos que Damien se drogaba —respondió en su lugar Blossom, desviando la mirada—. ¿Pero que se supone que debíamos hacer? Los chicos no eran quién para decirle que hacer eso era malo, Butch lo hizo durante un tiempo para controlar su cerebro, adormecerlo un poco —ella también se apretó el puente de la nariz—. Era tan evidente que ninguno pudo ver algo malo en eso.

Ella y Brick regresaron su atención a la pantalla, dónde sus hermanos estaban, cuando Buttercup arrojó un florero contra la chimenea. Sus ojos brillaban y las manos le temblaban. Blossom pudo escuchar las palabras antes de que fueran pronunciadas.

—¿Lo sabías? ¿Todo ese tiempo supiste y no hiciste nada?

Fue Princesa quién se metió en medio.

—No te hagas la puritana ahora, tigresa. Fueron ustedes, fuiste , la que la llamó una puta y zorra cuando intentó advertirles. Tú le dijiste a Bubbles que Blossom sólo mentía porque quería robarle el novio, cogerlo como había hecho con el tuyo y reírse de ambas —las mejillas de Buttercup se encendieron, sus manos siguieron temblando, tratando de controlarse para no golpear la pantalla—. Sí, ella sabía e intentó hacer algo, hizo algo al respecto. Se sometió a consumir la misma droga que Bubbles para crear un antídoto, comprometió su cuerpo, sus poderes y su salud para que su hermanita la ingrata pudiera recuperarse.

Butch suspiró, cubriéndose la boca para no alterar a nadie.

—Tal vez… —dijo en voz baja, buscando detener el temblor de Buttercup—, sea una buena idea empezar a callarte antes de explotar, BC —su tono de voz era suave. Estaba viéndola a ella y nada más a ella, sonrió cuando sus puños se aflojaron—. Ya sabes que nos arrepentimos después de decir las cosas sin pensar.

Sin poner resistencia, Buttercup cerró los ojos controló su respiración y dejó que Butch la arrastrara hasta sentarse junto a él.

—Lo lamento… intentaré pensar antes de enojarme.

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La tetera silbó al cabo de tres minutos, muy poco tiempo para una temperatura ideal de agua, pero la apropiada para lo necesario en el momento. Princesa vertió el agua en dos tazas idénticas, uno de los pocos recuerdos que conservaba de su padre, un antiguo juego de porcelana china que le obsequió antes del divorcio. No le guardaba rencor por la forma en que la crio, muchas horas de terapía le ayudaron a darse cuenta de eso, su padre nunca fue un hombre apasionado por la crianza. Aunque amara a su hija.

Brick estaba en el otro extremo de la barra, apretando un paño húmedo en su pecho, se trataba del tercero esa noche. No lograban comprender porque, de un momento a otro, la herida se abrió y él comenzó a sangrar de nuevo, lo único que ella pudo sugerir fue mantenerlo cerrado en lo que su cuerpo sanaba. Ya lo habían embadurnado con el ungüento creado por el profesor, Princesa le quitó los puntos para volver a coserlo y aún así la sangre parecía no cesar. Los dos llegaron al acuerdo de no despertar a Blossom, a menos que fuera una emergencia, quizá cuando el Rowdy se convirtiera en una fuente roja. Todavía lo tenían controlado.

Dejó una taza frente a él, sentándose en un banco libre bebiendo en tragos cortos.

—¿Al menos tienes teorías? —repitió él, apretando con fuerza el paño en su piel.

—Mi campo de medicina no me prepara para esto, sólo puedo imaginar que es estrés, o un mal movimiento al dormir —Brick farfulló al escucharla, resignándose a beber de todas formas—. Debería empezar a cerrar pronto, Bloss me dijo que usa el ungüento para su cicatriz.

Brick dejó la taza en el plato, empujándolo con suavidad hacia ella.

—La conversación pudo salir peor —murmuró. Por fin la sangre se detenía.

Princesa bufó, escondiendo una amarga sonrisa detrás del té.

—No creo que Buttercup lo diga con mala intensión —Brick arqueó una ceja hacia ella—. He intentado ver las cosas desde dónde ella las ve, y de verdad creo que se considera inocente, hasta cierto punto, de las cosas que ocurrieron con Bloss.

Mientras Brick empezaba a cerrar su camisa, observó a Princesa.

—No justifica que la trate así. Ni ella ni su hermana saben la mitad de lo que sufrió Bloss, y ella no ese capaz de alzar la voz más de dos veces —arrugó el ceño al sentir un tirón en la piel, algo a lo que debería estar acostumbrado, pero dada la anomalía de su herida empezaba a notar con claridad. Su cuerpo curándose—. Si estuvieran ahí sería más fácil comprender la situación, una llamada no da tiempo para explicar muchas cosas.

Princesa miró en dirección al pasillo, en el piso de arriba Blossom dormía en su habitación, hasta hace unos minutos Brick estaba con ella, asegurándose de que realmente pudiera descansar y no se quedara despierta toda la noche.

—Tal vez esto ayude —arrastró una memoria hacia él— llamé a uno de mis contactos mientras Buttercup gritaba por séptima vez, ha tenido tratos con Boogie en el pasado. No sé que tan confiable pueda ser, hace tiempo no hablo con los habitantes del bajo mundo.

Brick giró el plástico entre los dedos. Lion no tardaría en ponerse en contacto de nuevo, luego de asegurarse de que sobrevivió y estaba en condiciones para trabajar. No podía permitirse romper un trato con los Mancini dos veces, en especial cuando tenían conocimiento de Blossom, al menos su relación.

—¿Tú tienes ideas?

Princesa negó con la cabeza.

—No fui una villana mucho tiempo, y sólo era una niña en ese entonces. Sólo conseguía armas… no, incluso yo tenía estándares —hizo girar la taza en sus manos. Volteó a verlo cuando empezó a moverse en su asiento—. ¿Qué ocurre?

—Un mensaje de Boomer, pregunta cuando debe recoger a Bloss para sus clases.

—¿Cómo pudiste permitirle que hiciera de cebo? —soltó—. De todas las personas, esperaba que tu te opusieras, a mí no iba a escucharme, pero a ti sí. ¿Por qué no dijiste nada? —al levantar la cabeza, Brick distinguió la irritación de sus ojos, hacía un enorme esfuerzo por no llorar, aunque seguramente, con un empujoncito, ella también explotaría como Buttercup, gritando a todo el mundo, buscando culpables para aliviar su dolor.

—Iba a hacerlo dijera lo que dijera, prefiero saber que hay alguien cuidándola, a darme la vuelta y no tener idea de si algo malo le ocurre. No cometeré ese error dos veces.

No dejes que el ave tome mucha agua. Era algo que Lion le repetía cuando trabajaba para él. Intentó hallar un significado, tal vez pudiera ser un refrán utilizado en la familia Mancini, pero nadie supo darle una respuesta. De alguna forma, Brick llegó a darle una interpretación propia, manipuló la oración en su mente hasta hacerla sonar lógica, algo a lo que pudiera aferrarse los meses que estuviera lejos de su novia.

Para Brick, eso era soltar un poco la jaula.

Aunque pudiera provocar que al final Blossom lo odiara. Mantendría la ilusión de que ella tenía el control, le permitiría creer que las decisiones las tomaba ella. Justo como le hacía creer a los demás. Sólo él y Boomer sabrían la verdad.

Cuando el momento de descubrir la verdad llegara, Brick sería capaz de aceptarlo, dejaría que ella le gritara hasta saciar el coraje de pecho. Porque sólo él y Boomer sabían lo furiosa que se pondría al enterarse.

—¿Y tú estás bien con eso? ¿Tener un ojo sobre ella y ya?

Levantó la improvisada venda sobre su pecho, justo como Princesa dijo, ya estaba cerrada la herida y con eso se detuvo el sangrado. Se terminó la taza de té de un trago, acomodándola en el plato. Se pasó la mano por el cabello, esperando que ese simple gesto se llevara las horas de dolor por las que pasó, las siguientes horas en las cuales su herida le recodaría lo vulnerable que era ahora.

—Butch puede parecer impulsivo, la gente no confía en él porque tiene cerebro de pájaro, da tres pasos y se le olvida que iba a hacer algo porque hay prioridad inmediata que debe de resolver —Princesa recargó la cabeza sobre las manos, todavía sin aceptar la excusa—. Si Blossom realmente estuviera en peligro, de nuevo, él será el primero en ponerse en medio. Es así. Lo haría por ti, por Buttercup, incluso por Bubbles. El idiota de mi hermano es el tipo que se utilizaría como escudo para proteger a otros.

—¿Aunque se haya acostado con tu novia?

Princesa se tapó la boca al darse cuenta de que había hablado en voz alta.

—Mierda… perdón, no quise decirlo así.

Contrario a la idea que ya se había hecho, de verlo enojarse y poner en peligro la estabilidad de la estructura de su casa, Brick empezó a reírse. La risa iba acompañada de gemidos, sosteniéndose el pecho para no volver a abrirse los puntos.

—Blossom nunca te dijo lo que pasó entre nosotros, ¿verdad?

Princesa abrió la boca para responder.

—N-no, me dijo que estaba saliendo con alguien. Fue hasta después que terminaron cuando me enteré de que se trataba de ti. ¿Acaso tuvieron una pelea o algo así?

—Algo así —apretó su pecho, conteniendo una nueva oleada de risa—, es verdad que yo me cabreé como el diablo con Butch cuando me contó, según Boomer estuve a punto de matarlo. El problema fue que nunca estuve enojado con él, estaba enojado conmigo. Blossom me había pedido irme a vivir con ella a Massachussets, fue la primera vez que me pidió intentar cambiar, hacer un esfuerzo por estar a su lado y no hacer mi vida en provecho del dolor de otros —Princesa arqueó una ceja, miró al pasillo como si Blossom estuviera ahí, luego regresó la atención a Brick—. No era nada grave, en realidad, ya vivíamos juntos así que no tuvo que ser nada horrible, ¿verdad? El problema comenzó cuando yo no respondí y salí del departamento. Estuve un mes fuera por un encargo de Lion, cuando volví Bloss me sentó en la cocina y ahí comenzó la verdadera discusión.

—Déjame adivinar —pidió Princesa con falso entusiasmo—, retorció las palabras para hacerlo ver como si tu no estuvieras enamorado de ella, y fuera una relación unidireccional, a lo que tú empezaste a gritar también y se te soltó la lengua y mencionaste la vez que se intentó suicidar.

Brick no respondió, movió la cabeza en gesto afirmativo torciendo los labios.

—Se fue a casa de su padre esa noche y no volvió hasta un día antes de que saliera su vuelo, para terminar conmigo por supuesto —Princesa volvió a llenar su taza, Brick bebió con avidez sin preocuparse por las quemaduras—. Imaginarás que cuando mi hermano me dijo que se cogió a mi novia, sólo pude pensar en que todo fue culpa mía y el pobre tuvo que soportar mi mal carácter.

—¿Y la razón por la que ahora no te molesta? No pareces incómodo con la idea de que pasen tiempo juntos, incluso me da la impresión de que algo sucedió.

Brick suspiró, haciendo girar la taza sobre la mesa.

—Es mucho más complicado que eso, ¿me incómoda la idea que el señorito sexo libre de mi hermano quiera proponer un trío? Totalmente, para vomitar. ¿La idea de que pueda estar en una relación con Blossom al mismo tiempo que yo? La decisión es de ella, no mía. Así que no, no me molesta porque no quiero poner una soga alrededor del cuello de Blossom ni obligarla a estar conmigo.

—Al menos tienes suerte de que te corresponda.

La respuesta, o la pregunta que Brick quería formular sobre la atracción de Princesa a Blossom se quedó en el aire, Blossom apareció en la entrada de la cocina tambaleándose para no chocar con las paredes.

—¿Qué hacen despiertos a esta hora? Pasa de medianoche.

—Es el consejo de pretendientes de Blossom, aunque nos falta Butch para estar completos —Brick parpadeó ante la velocidad con la que inventó una mentira.

—¿El qué?

Por eso fue fácil mentir, concluyó Brick. La chica estaba tan dormida que no comprendería el mensaje hasta la mañana siguiente. Cerró la camisa antes de levantarse, ver la tela enrojecida la pondría en sus siete sentidos en un instante.

—Charla entre dos personas que no pueden dormir, nada importante. Anda, será mejor descansar, Boomer te recoge mañana para volver a la escuela —besó su sien para convencerla, Blossom soltó una risa soñadora dejándose llevar.

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Howdy!

No sé cuanto tiempo ha pasado desde que vine por aquí… algo, imagino.

The 1652: Para mí el Butchubbles es una bella amistad, seguro hay alguien que los ve como pareja, no lo dudo, pero en mi corazón son amigos que llegan a hermanos. O una relación platónica de amistad. Yo hago lo mismo con libros, los leo la primera vez y la segunda o tercera leída son para ver que cosas no vi por devorar la lectura.

Brick es la cosa más complicada de entender y no entiendo por qué (?) Muchas veces ha dejado en claro como se siente pero pues igual lo malinterpretan. Y en realidad ese es uno de los detalles que más tuve en claro con él en esta historia, que sea el más estable para enfrentarse a los problemas, no sé si de oportunidad de profundizar con él, pero espero que al menos se haya dado lo suficiente hoy para entenderlo mejor.

Ayñ, que bueno que me dices que te agrada mi Brick, a veces yo lo veo y siento que estoy copiando el de Mortem pero diluido y no quiero que se vea así ToT. No sabes la calma que me das al decir que se siente diferente.

Jajajaja, pues viéndolo desde la perspectiva de Brick, hubiera MUY diferente la escena en la que Butch es sincero con él. Fue difícil sí, saltar de un tema de conversación a otro en la cabeza Butch, pero divertido.

Me alegra que te guste el capítulo, espero este también lo hayas disfrutado.

Aidil: En ese caso no fue Butch el mentiroso, fui yo (?) Se me pasó por alto ese detalle, upsi. Owwwsss, la interacción entre Butch y Bubbs es mi espacio de calma en este fanfic, son los únicos que no andan de intensos.

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En fin, mi cerebro está un poco drenado de energía, llevo semanas trabajando y editando imágenes para hacer libros en miniatura. Nos estamos leyendo en la próxima actualización.

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A gremlin high on caffeine