Sad story
Esa misma mañana, antes del almuerzo...
Tomoyo sencillamente no se comprendía. ¿Por qué es que estaba llena de culpa cuando no hizo nada malo? Mientras el chofer la llevaba hacia la escuela la pregunta estuvo bailando en su cabeza por todo el trayecto. Analizando bien las cosas, solo estaba apenada de haberse impuesto de golpe frente a todos; sin aviso alguno se había rebelado frente a sus compañeros para ya no ser la siempre dispuesta y servicial Tomoyo Daidouji… Y ellos no tenían la culpa de esa decisión. Bueno, al menos no todos.
Ella nunca había tenido problemas en ayudar a los demás, sobre todo cuando las cosas también eran de su interés o la involucraban. Ser amable era algo que nacía de su interior. Jamás había actuado por conveniencia frente a los demás, sus acciones eran honestas.
Bien, quizás no siempre, aun recordaba como había hecho todo un circo de favores y preguntas indiscretas cuando Chiharu estaba jalándose el cabello porque Yamasaki no le dejaba las cosas en claro sobre que eran (Un drama: se habían besado en sus últimas citas, la esperaba a la salida del colegio y hasta hablaban durante las noches… Pero ya iban a cumplir un mes así y la pobre no sabía si era de esos chicos que daban por sentada una relación o todavía no eran novios, y cuando ella preguntaba si eran novios Yamasaki solo sonreía y empezaba a cantarle Onion de One ok rock-tan buena canción y con ese título-, lo cual hacía todo más incomprensible. Chiharu llegó al punto en que dijo que iba a dejar lo que fuera que estuvieran teniendo, y fue cuando Tomoyo decidió intervenir, porque sabía cuanto su amiga amaba a Yamasaki, y aunque él no era de los amigos más cercanos de Tomoyo, sabía que era de los chicos que más valían la pena en esa escuela como para dejarle por un juego raro de él; ella creía firmemente que solo la molestaba porque sencillamente él era así, no porque no la quisiera . En esa ocasión Tomoyo se valió de esa susodicha popularidad que tenía con los chicos, sí había alguna forma de sacarle provecho a ese status quo más valía fuera en ese momento. Se metió en sus grupitos de chicos y reía de sus chistes que muchas veces no tenían sentido; se ofreció a ayudarles para resolver tareas, y para su suerte terminó cantando con unos chicos en una fiesta improvisada. Después de unos días pudo meter bien el tema de Yamasaki y Chiharu; primero se hizo la tonta diciendo que no entendía para nada a los chicos, menos cuando se enamoraban.
-Mira a Yamasaki-san; Chiharu-chan es de las chicas más lindas y amables, y él no quiere ser novio de ella". Lo dijo con tono lastimoso, ganando que algunos se rieran, después uno bufó y dijo:
"-¿De qué hablas Daidouji? Yamasaki y Mihara son novios"
-Pero ella dijo...
-Son novios. Que Yamasaki este jugando para fastidiarla no significa no sean novios.
-Los chicos son raros.
-Por favor, no nos metas en el mismo saco que él-Dijo otro
Esa tarde Chiharu se tranquilizó y espero porque Yamasaki dejará de jugar. El día del primer mes de novios formalizaron finalmente y Tomoyo dejó de inmiscuirse entre los chicos… Pero los favores siguieron cayendo. No solo de los chicos, también de las chicas. No solo su grupo, sino todos los grados que encontraron su talento. La popularidad de Tomoyo se extendió de "la chica linda y educada" a "la super linda y super servicial".
Todos siempre le pedían cosas porque creían ella era tan abnegada que solo le faltaba dejar su herencia familiar, tomar un avión e ir a hacer actos altruistas por todo el mundo. La idea no era mala, y tampoco tenía problema en que pensaran eso de ella, para nada; ser así nunca le costó, ni siquiera lo fingió… Pero había llegado a un punto de quiebre.
Estaba decepcionada; sabía que sus compañeros podían ser chismosos, intrigosos y muchas veces sus comentarios eran malintencionados...pero nunca pensó que las cosas llegaran a un nivel para robarle, y probablemente, utilizar su celular para bromas pesadas contra ella (con suerte serían solo llegaría a eso).
-¿Daidouji-sempai? Buenos días.
Tomoyo estaba por pasar la entrada hacia el colegio cuando a su izquierda estaba llamándole Eriol Hiragizawa, acercándose con esa sonrisa que solo podía clasificarse entre "encanto inglés".
-Buenos días, Hiragizawa-kun. ¿Siempre llegas tan temprano?-Tomoyo sonreía animada ante la sorpresa de su encuentro, pero se le hacía curioso que ahora que habían sido presentados iban a empezar a ver en el colegio. Como si Sakura les hubiera abierto los ojos.
-Quisiera, pero siempre vengo con Sakura-san a clases y ella no es exactamente madrugadora-Suspiró hondo y negó un par de veces de forma tan dramática y falsa que se ganó la risa de Tomoyo.
-¿Y donde esta ella?
-Despertando, espero-Sonrió juguetón. A Tomoyo le palpitó veloz el corazón con esa sonrisa-. Me adelante porque unos compañero me pidieron ayuda con su equipo de basketball. Aunque...no pregunté dónde estaban las canchas-Torció un poco el gesto; estaba tan metido en sus propios asuntos que no se había tomado la molestia de conocer a fondo su propio colegio.
-Puedo acompañarte, si gustas. Conozco este lugar como la palma de mi mano-Se ofreció Tomoyo, usando todo encanto innato que tenía.
-¿De verdad? Pero creo tienes algo más que hacer, si llegaste tan temprano…
-Descuida, puede esperar eso, no es tan importante. ¿Vamos?-Eriol sonrió y asintió solo una vez.
Unos minutos bien acompañada con alguien que le recordaba que su vida escolar tenía salvación era lo que necesitaba para iniciar esa mañana.
Esa misma mañana, después del almuerzo...
Antes guardaban un secreto, e incluso cubrían y ayudaban por la causa del mismo para que todo fuera teniendo un curso tranquilo… Y ahora tenían otro secreto, uno muy grande, que sí lo contaban iba a desatar todo y lo que fuera que estuviera pasando acabaría en un parpadear. Lo peor era que las cosas que las cosas se habían complicado de un modo en que ya no sabían si sus dueños iban a querer que ellos fueran los que revelaran todo lo que con meses habían estado tramando.
-¡Argh!-Sakura se revolvió el cabello tan fuerte que las flores que adornaban su cabello se cayeron sobre la mesa-La odi-...No, no, no puedo odiar a un ser vivo. ¿Ella es un ser vivo? Quisiera que no lo fuera ¡Ah! ¿Ves lo que me obliga a pensar esa mujer?
Sakura era la que menos podía con eso. Del poco tiempo que llevaba conociéndola, Syaoran se había dado cuenta de que Sakura Kinomoto en verdad seguía una vida de paz interna y de ver lo positivo en todas las personas; le costaba mucho trabajo, sobre todo en una escuela donde los chismes eran pan de cada día y las personas podían decir más cosas a tus espaldas que de frente, aun así, Sakura se había mantenido a flote, alejándose de todas esas malas vibras y buscando a las chicas más pacíficas y decentes de todo el lugar -que por en su mayoría eran amistades de Syaoran-. Pero esa tarde había encontrado que Sae Kashiwagi era no solo una persona que había evitado para no alterar su buena vibra y buenos pensamientos, esa chica de lápiz labial coral y uñas del mismo color era peor que un gato negro pasando en frente cuando caminabas bajo una escalera.
-Sakura, tienes que….
-No, no me digas que me calme. Sé que para ti es más fácil, Tomoyo-san es… Bueno, ya no sé que es para ti-Syaoran rodó los ojos-, pero Eriol-kun es mi hermano. Kashiwagi esta jugando con los sentimientos de mi hermano, lo esta manipulando ¡Utilizando! ¿Cómo puede aprovecharse de él que no le ha hecho nada malo?
Syaoran nunca hubiera creído qué tanto Sakura quería a Eriol sino la estuviera viendo en ese momento. Realmente ellos no eran hermanos de sangre, eran hermanos por el matrimonio de sus padres… Pero hasta ahora se daba cuenta que para Sakura eso no importaba, Eriol pertenecía a su familia y lo adoraba, en verdad estaba enojada y dolida de que estuvieran jugando de ese modo tan vil con Eriol.
Sakura estaba de tan mal humor que había machacado todas sus fresas y ahora quedaba una papilla que debía saber rica, pero no se veía apetitosa por toda la ira que fue descargada en ella. Ni siquiera habían podido ir sus respectivas clases después del receso porque Kinomoto simplemente no se podía quedar callada ni quieta... Además le tocaba la siguiente clase con Sae, totalmente imposible para ella soportar. Al final habían terminado escondiéndose en la sala de vestuarios del auditorio, nadie iría ahí por las próximas cuatro horas, y esperaba que en ese tiempo ellos tuvieran un plan más establecido.
Pero no se le ocurría nada.
-Tomoyo-san…¿quiere saber sobre Eriol-kun?-Preguntó, un poco más calmada que antes.
-Sí… Bueno, él día que robaron su celular estaba desesperada. Estaba por aceptar empezar a conocerlo-Sakura asintió lentamente-Él…¿la quiere conocer?
-Como no tienes idea. Esta loco por ella, de verdad.
-Ah…
Sakura sintió un vuelco en el corazón al ver como el rostro de Syaoran se agachaba al saber eso.
"Tomoyo Daidouji y yo fuimos novios por mucho tiempo… Ella terminó conmigo durante las vacaciones de primavera. Estas vacaciones…"
"Ella se enamoró de otra persona que aun no conozco…"
Sakura admiraba a Tomoyo Daidouji por una infinidad de cosas: era hermosa, era inteligente, tenía un aura angelical y era la persona más encantadora que había conocido. Desde la primera vez que hablaron Sakura la había alzado en un gran pedestal donde nadie podía bajarla, porque sencillamente era perfecta.
¿Por qué justamente tenía que fijarse en su ex novio?
Había que ser muy ciego para no darse cuenta, incluso hasta ella que era una despistada lo había notado, Syaoran aun sentía amor por Tomoyo Daidouji. ¿Cómo competir contra eso? Y aunque le dolía que Syoran aun continuara enamorado de Tomoyo -porque ella no se creía esa historia de que ya no lo estaba-, estaba más sorprendida de que su propio hermano fuera el causante de que él estuviera con el corazón roto en silencio.
-Dime quien es Étoile-Dijo Sakura a la defensiva.
-Dime quien es knight-Contraatacó Syaoran. Ambos muy tercos.
-¿A la cuenta de Tres?-Syaoran aceptó asintiendo con la cabeza-Una...Dos…¡TRES!
-¡Eriol Hiragizawa!- -¡Tomoyo Daidouji!
Ambos quedaron en silencio antes de gritar un ¡¿QUÉ?!
-¡Sí ella es Étoile, explícame porque Kashigawi esta usando todo lo que Étoile debería usar!
Desde que llegaron a la rápida conclusión de que Sae Kashigawi había robado el celular de Tomoyo para hacerse pasar por ella supieron que no iba a ser fácil para sus extraños y complicados amigos decir toda la verdad.
Si Sakura iba y le decía a Eriol sobre todo el asunto, él terminaría sintiendo curiosidad sobre quién era Étoile; si Tomoyo lo sabía, se pondría nerviosa y no sabría como actuar… Ninguno de los dos estaba preparado para un encuentro de ese modo tan casual.
Si ambos enfrentaban a Kashigawi, ella revelaría todo de una forma vengativa.
-Necesitamos ponernos a la altura de Kashigawi- Sakura arqueó una ceja y Syaoran se pasó una mano por el cabello- Será difícil, pero debemos hacerlo.
o~o~o
Un reloj en su muñeca, un collar del sol colgando en su cuello, los lentes de contacto verde, y ahora un llavero de Luna creciente que adornaba el zipper de su mochila, así era como Eriol había estado recorriendo los pasillos de la escuela en el primer dìa de la última semana del Adivina quien. Gracias a Sakura tenía una lista más detallada de quiénes eran las chicas que habían visto con las características que se habían estado dando, pero al parecer ninguna de las dos listas cuadraban bien con la otra, siempre había un objeto que faltaba. Eriol sabía que tendría que poner extra cuidado esos días si es que quería encontrar primero a su estrella.
Durante el almuerzo se sentó al lado de Sakura, la cual se comía con tanta hambre su sándwich de crema dulce y durazno que no estaba poniendo atención a nada más, ni siquiera a la libreta donde hacía la lista de chicas. Iba a decirle algo sobre que le molestaba el hecho de que parecía de qué él ni Étoile se encontraran, pero el sonido de un mensaje en su celular le interrumpió.
"Acabo de encontrarte. Sé que eres tú, no puedo equivocarme… No quiero esperar hasta el fin del mes. Por favor… Encontrémonos atrás del gimnasio al finalizar las clases. ¡Te estare esperando!"
-Sakura-san…-Su hermana volteó y se asustó al ver a su hermano tan pasmado con lo que fuera que estuviera leyendo-Mira esto…
Sakura tomó el celular y apenas pudo contener la mirada insólita ante lo que leía, y tuvo que morderse demasiado la lengua para no soltar mil y un palabras contra Kashigawi. Incluso estuvo apunto de hacerlo, pero cuando alzó la vista se encontró con Syaoran observando con curiosidad. Respiró un par de veces y se tranquilizó antes de devolverle el celular a Eriol.
-¡Mucha suerte hoy, Eriol-kun!
Sí Eriol no estuviera tan nervioso, se hubiera dado cuenta de que su hermana no era la de siempre, pero eso no le importaba en lo más mínimo en ese momento. Al menos no hasta conocer a Étoile.
o~o~o~
Sae Kashigawi no tenía el cabello corto ni largo, llegaba un poco más abajo de los hombros y era demasiado liso, y de lo negro que lo tenía parecía brillar bajo el sol; sus pupilas pardas eran grandes y era increíble porque sus ojos no eran tan grandes, incluso se afilaban un poco y lograba tener una mirada felina, con clase. Sus labios eran delgados y delicados; todo se ve bien en una figura esbelta y de altura promedio. De lejos o de cerca, la señorita Kashigawi era guapa, no había nadie que pudiera negar todas sus cualidades, y además, con la seguridad que desprendía, hacía que su presencia fuera más notoria. Eriol la conocía de vista, y desde siempre pensó que era muy hermosa… Pero sí, cierto, no le había puesto los ojos encima durante toda la semana porque jamás se había imaginado que alguien que siempre esta en los chismes de la escuela pudiera ser Étoile.
-¿Eres tú? ¿Eres Étoile?- Preguntó, no podía salir de su asombro. Pero era más que obvio que era ella. En su cabello llevaba un pasador de una mariposa de piedras rosadas, atada a su muñeca llevaba un listón de encaje blanco, también llevaba un sueter rosa puesto, y por último, el collar con la Luna creciente colgando de su cuello.
-¡Lo sabía, eras Knight! -Sae llevó sus manos hasta sus labios para controlar la gran sonrisa que se asomaba- Eriol Hiragizawa… Por fin pude encontrarte. Dios, esto...Apenas puedo creer seas tú.
Sae, de sorpresa, rodeó sus brazos alrededor del cuello de Eriol, que aún intentaba asimilar las cosas que estaban pasando.
¿Es que tenía dos personalidades? ¿La chica presuntuosa y la dulce?
Sae se separó de Eriol y suspiró, bajó la vista al suelo con una expresión que a Eriol le rompía el corazón. Su Étoile estaba tan feliz de verlo y él estaba tan distante.
-Lo siento, en verdad estoy contento de verte. Es solo que…
-Lo sé, y te comprendo, Hirawizaga-san-ella le dio una pequeña sonrisa-¿Podemos ir a algún lado a hablar mejor, los dos solos, frente a frente, por fin?
Eriol sonrió hacia ella y asintió un par de veces.
-Vamos.
Antes de que cruzaran las puertas de la escuela un mensaje llegó al celular de Eriol. Probablemente de su madre preguntando porque no había regresado a casa con Sakura. Debía responderle para no preocuparla.
Pero no era su madre la que había enviado un mensaje.
"Numero desconocido:
No hagas caras, no digas nada. Kashigawi te esta engañando, ella no es Étoile.
Compruébalo tu mismo, te ayudare a descubrirlo… Dile que la llevaras a su cafetería favorita, Wonderland, como ella te había dicho"
Eriol estaba contrariado. ¿Quién era el que le enviaba un mensaje y le avisaba sobre algo que nadie debería saber? Sin duda era demasiado raro… ¿Debía ignorar la advertencia? Quizá alguien se había enterado, alguien que le escuchó hablar con Sakura sobre Étoile y ahora quería hacerle una broma…
-¿Pasa algo, Hiragizawa-san?-Sae volteó sus pasos y le sonrió con coquetería.
-No, solo avisaba en casa llegaría tarde-Eriol le sonrió con su habitual encanto- ¿Quieres que vayamos a Wonderland? Podemos probar esos pasteles de los que siempre hablaste. Quiero conocer tu lugar favorito.
-Ah...-Sae sonrió nerviosa. ¡En ninguna parte de las conversaciones con Eriol había leído sobre eso! Debía ser una conversación que se había perdido o incluso borrado del historial del celular de Daidouji, o quizá era parte de otro tema. No le quedaba más que sonreír y seguir actuando- ¡Claro! Acabaremos con la lista de postres como celebración.
Eriol sonrió.
-Mentirosa.
-¿Ah?
-¿Desde cuándo me has estado mintiendo, Kashigawi-san?-Eriol quitó su semblante calmado y amable para uno que demostraba lo realmente molesto.
-¿Por que me dices eso?
-Jamás me dijiste sobre esa cafetería, tu no eres Étoile. ¿Ya te divertiste lo suficiente burlándote de mi?
-¡No, no! Yo no me burlaba de ti. Hiragizawa-san, tu me gustas mucho, en serio. Yo quería...conocerte, pasar tiempo contigo. ¡Esta fue la única forma en que me hacías caso!-Sae estaba desesperaba, hasta empezaba a gritar.
-¿Engañandome y jugando conmigo? Eres bastante retorcida, Kashigawi-san. Si me hubieras hablado y sido sincera conmigo, hubiera sido muy diferente todo. Pero decidiste mentirme.
-¡No es cierto! Tú sólo pensabas en ella. ¡Por Dios, viniste a esta escuela por ella! ¡Yo te quería para mi!
-Sabía que era raro que Étoile pudiera ser tú-Suspiró en derrota, asqueado de la situación-Escucha, no sé cómo te enteraste de mi y de ella, y la verdad no me importa. Solo te pido que no vuelvas a buscarme, por favor. Compermiso, Kashigawi.
-¡Hiragizawa-san, espera! ¡Espera!
Sae gritaba mientras veía como Eriol se marchaba y la dejaba sola, ignorándola por completo.
-¡Te odio, Daidouji! No vas a quedarte con él.
A velocidad luz, la chica empezó a maquinar un plan para venganzarse. "¿Princesa de cuento o una loca del internet?" Revelaría, de la peor forma, como Tomoyo Daidouji prefería tener una vida por internet que en la real. Haría un escándalo en grande, rompería todo el status de ella. Iba a vengarse de ambos.
El celular de Sae indicó que tenía un mensaje. Un vídeo enviado desde un número desconocido… Ella gritando y Eriol rechazándola por completo.
"Dices algo sobre Étoile y Knight y este vídeo estará proyectándose mañana a la hora del almuerzo"
Sae empezó a voltear a todos lados, frenética de encontrarse a la persona que le había estado espiando todo ese tiempo. Maldijo mentalmente y aventó el celular contra el suelo, rompiendo la pantalla por completo. No iba a quedarse tranquila ante una amenaza.
Volví con un poco de mi retraso habitual, puff, pero fue un poco difícil terminar este capitulo a mi gusto. Espero también haya sido de su gusto como para seguir esperando por el siguiente.
