Los principales personajes quedan a Stephanie Meyer la historia es mía totalmente prohibida la reproducción total o parcial de la historia sin mi autorización
Capítulo 21
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Bella
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—Quiero llevarte a una cita —quise rodar mis ojos al escuchar a Edward sonar de esa forma, haciéndolo parecer nervioso y a la vez feliz.
Desde que había mencionado a su oficial al mando, había esperado en silencio a que Edward me diera malas noticias, pero no espere tener una conversación sobre algo que involucraba nuestro futuro. Algo que no habíamos hablado nunca. Él había sido claro en que quería que nuestro matrimonio fuera un matrimonio real, pero no sabía de qué manera podíamos ser reales con tanto pasando a nuestro alrededor al mismo tiempo desde que él había vuelto.
—¿Qué te hace creer que quiero salir contigo? —bromeé con él. Me miró pareciendo aturdido, pero descubrió algo en mi rostro porque sonrío y me tomó la mano haciéndome sentir como una tonta adolescente que quería soltar risitas y tirarme en su pecho y besarlo, mucho, tanto que me avergonzaba de pensarlo. Bajó la mirada en cuando el metal de los anillos de boda y compromiso chocaron con sus dedos, me miró y sonrió de nuevo, pero esta sonrisa era diferente.
Sabía que había muchas cosas molestándole desde que volvió. Es difícil explicar como Edward y yo nos complementamos de maneras extrañas. Lo conozco en cosas que sería difícil saber cuándo hemos estado lejos. Se que su tipo de sangre es O negativo y que tuvo una lesión en su pierna. El doctor Jacques se encargó también de hablarme sobre los efectos que los antivirales y antibióticos habían tenido sobre Edward. En ese momento había deseado abrazarlo y reconfortarlo a pesar de que estábamos enojados el uno con el otro y él estaba lejos.
La vida nos había deparado muchas cosas y muy pocas habíamos podido hacerlas juntos.
—De verdad quiero llevarte a una cita —susurró Edward devolviéndome a la realidad. Le toqué la barbilla, sintiendo su barba corta picar en mi mano, y asentí antes de intentar levantarme para darle algo de cenar.
Las cosas entre nosotros han sido fáciles, sencillas, Edward no es un hombre difícil, no tiene manías extrañas. Pasaba la mayor parte del tiempo haciendo ejercicio o viendo televisión. Aunque a veces lo había encontrado mirándome, haciéndome sentir nerviosa.
—Hice un poco de pasta.
Me incliné sobre la encimera poniéndome de puntillas y antes de poder tomar un plato de la encimera, los brazos de Edward me encerraron entre la alacena y su espalda y luego él enterró su rostro en mi cuello mientras sus manos se deslizaban por mi cintura de una forma que debería ser ilegal. Sus manos siguieron explorando y se detuvieron en mis costillas muy cerca de mis pechos.
—Eres una brisa fresca en un día lleno de calor y humedad. Tan hermosa.
Me giré porque quería verlo y deslizó su mano sobre mi mejilla antes de detenerse en el golpe que ahora solo era una tonta mancha amarillenta en mi rostro.
—Es bueno que el golpe se esté borrando.
—Estas siendo un poco manos largas hoy —me burlé de él sin poder evitarlo y Edward sonrió. Dejó un beso en el moretón de mi mejilla luego deslizó sus manos sobre mi cintura y se presionó sobre mí antes de levantarme en vilo y dejarme sobre la encimera para estar entre mis piernas.
—Me estoy enamorando de ti Bella. Estoy cayendo fuerte por todo lo que estoy sintiendo. No te imaginas todo el amor que quiere solo salir y explotar solo…
Mis ojos se llenaron de lágrimas. No había tristeza en ninguna de ellas, había sentimientos que no podía evitar, tanto amor, tanta pasión, estaba cayendo duro por el también y no quería evitarlo.
Edward limpió mis ojos y me sonrió antes de besarme de nuevo suspirando sobre mi como si mis besos le dieran alivio.
—Eres todo un romántico.
—Espero que de verdad te hayas lavado los dientes.
Me reí, nos reímos de su broma, antes de que Edward decidiera darme un beso que me dejó sin sentido. Enrollé mis piernas en su cintura atrayéndolo más cerca y él enredó sus manos en la mía, no había dudas de que ambos estábamos muy lejos de ser perfectos, pero mentiría si dijera que no lo amaba tanto como él estaba amándome en ese momento.
Su teléfono empezó a sonar sobre la mesa y él gruñó en mis labios molesto.
—Odio la tecnología. Mata momentos importantes —dejó un beso corto en mis labios antes de girarse a su celular y tomarlo en sus manos.
—Es mi padre —dijo un poco extrañado porque eran casi las diez de la noche así que contestó. Después de lo que parecieron segundos empezó a buscar las llaves y yo me acerqué puesto que maldijo por lo bajo antes de chocar conmigo.
—¿Qué está…?
—Un ataque al corazón —respondió y luego el teléfono se resbaló de sus manos. Lo tomé entre mis dedos antes de que este se estrellara en el piso, ya que él se había quedado inmóvil.
—¿Bueno?
—¿Bella? —balbuceó James al otro lado. De fondo se escuchaban los sollozos de los chicos —. Bella, estamos camino al hospital. Chelsea ella… ella no estaba bien esta mañana. Se lo dije y parece que colapsó. Bella no puedo hacer esto solo yo…
—Estaremos allí tan rápido como podamos. No te preocupes James, no estás solo —tomé a Edward y lo dirigí a la puerta tomando todo lo que necesitaba en mis manos. Él se dejó dirigir y yo me encaminé al hospital.
—Jamás había visto a mi padre tan feliz él —dijo vacilantemente y pegó su rostro a la ventana de mi auto pareciendo frustrado y asustado. Tomé su mano con la mía mientras aparcaba en el estacionamiento y saqué mi credencial antes de hacer a Edward bajar del auto. Sabía que no les estaban diciendo nada así que iba a hacer uso de mis influencias para averiguar qué era lo que estaba pasando.
En cuanto llegamos a la sala de espera vi a los gemelos de Chelsea, que se veían asustados. Me puse mi gafete y atravesé las puertas que ellos no podían pasar sin saludar a James, dejando a Edward. Me moví por los pasillos y extrañé mi trabajo. Llevaba días en casa y era estresante, aunque Edward y yo hablábamos de todo y de nada todo el tiempo. Varias enfermeras me saludaron antes de encontrarme con Harry quien me sonrió amablemente. No devolví el gesto. El hombre es un gran cardiólogo, uno de los mejores del país, pero es un bastardo y todos lo saben. Si una chica le sonríe él va y cuenta frente al mundo que se la folló de miles de formas que solo aparecen en las páginas web triple X. Aunque la mujer solo le haya dedicado una sonrisa.
—Creí que estabas de baja chica hermosa —me acusó y asentí antes de acercarme.
—Mi suegro está afuera. Con los hijos de Chelsea ¿Hay noticias?
Harry tomó el expediente de Chelsea y me lo extendió antes de asentir para que lo abriera. No podíamos abrir informes médicos si estos no eran los de nuestros pacientes, pero el hecho de ser casi la jefa del área de emergencias me daba muchas ventajas.
—Fue muy afortunada. Quiero operarla. Sus válvulas se obstruyeron y necesita un poco de ayuda así que le pondré un baipás. Está estable de momento. No sabía que eras la nuera de James Masen.
—No comparto muchas cosas de mí y lo sabes Harry — lo corté de forma brusca y revisando el informe médico — ¿Cuándo operarás a Chelsea?
Lo veo sonreír como si no hubiera sido cortante con él, pero lo conozco y él fue malo conmigo cuando fui una interna así que no merece mi respeto más de lo que le puedo ofrecer. Al terminar de leer el informe se lo entrego.
—En una hora. Jackson está con un trasplante de corazón y Mason tiene a un paciente con varios traumatismos en el quirófano cinco, pero va a terminar pronto. Puedo mantener a Chelsea estable ese tiempo sin arriesgarla. No seas una perra conmigo.
—¿Puedes dejar a su familia verla? —pregunto con esperanza y él niega antes de caminar hasta la máquina de café.
—Está en cuidados intensivos. Sabes las reglas. No la hemos conectado aún a las máquinas, pero lo haremos en media hora, tengo que bajar su temperatura para poder mantenerla libre de cualquier posible colapso.
—Diez minutos Harry. Y le diré a Candance que te de su número, pero tendrás que ser todo un caballero y no joderla con ella o te arrancare los huevos.
Los ojos de Harry se iluminan como si le dijera que voy a regalarle un millón de dólares y luego de pensarlo por un único segundo, se dio por vencido.
—Diez minutos. Y solo a través del cristal. No puedo hacer más. ¿Trato?
—Voy por ellos.
—Habitación 258 piso seis.
Me giré antes de que pudiera arrepentirse y cuando abro la puerta James, los gemelos y Edward se ponen de pie, pareciendo perdidos.
—Vamos, tenemos diez minutos para ver a Chelsea. Van a operarla en una hora.
James asiente, aún perdido y agradecido, antes de tomar a sus hijastros por los hombros y seguirme y Edward me abraza y besa mi mejilla.
—Te lo debo —me susurra. Sonrío y me encojo de hombros antes de dirigirlos por el área de cuidados intensivos cuando subimos al elevador me giro a ellos.
—Bien chicos, no van a poder tocar a su madre, pero pueden verla a través del vidrio. Necesito que sean muy silenciosos ya que es un área realmente silenciosa ¿Entienden? Su madre está en la última habitación del pasillo así que caminen hacia allá mientras hablo con la enfermera de turno. Les explicaré que harán y les daré los detalles después.
Todos salen en silencio y Tracy se levanta al ver que el elevador se abre. Me frunce el ceño y yo me acerco a ella dejando a los chicos avanzar. Luego de explicarle la situación me acerco a James quien está sosteniendo a sus hijastros apretados a su pecho sosteniéndolos mientras lágrimas silenciosas caen por sus mejillas y me giro para ver a través del cristal. Chelsea está dormida, ella se ve pálida y un poco despeinada, pero no hay nada fuera de lugar los chicos parecen perdidos sin ella y me pregunto por un momento ¿Como debió haber sido para James perder a su primera esposa?
Los hago seguirme a la sala de espera antes de empujar a Edward y a los niños a la cafetería mientras James se queda abrazándose con la mirada perdida. Soy una mujer fría. El hecho de ser un doctor del área de emergencias me hace ser fría, grosera y dura. Pero sé que es difícil ser quien está del otro lado.
Así que, dejando de lado los resentimientos o la aprensión que puedo sentir hacia mi suegro, le pongo una mano en el hombro y lo recuesto en la fría y dura silla de la sala de espera.
—Harry es uno de los mejores cardiólogos, no hay de qué preocuparse. Chelsea es fuerte, va a estar bien. Solo van a operarla para poner un baipás en su corazón y liberarán la presión en su corazón.
—Edward no lo sabe, pero Victoria murió cuando él apenas tenía dos años.
Sin saber que decir deslice mi mano de arriba hacia abajo por su espalda tratando de reconfortarlo.
—Ella era tan feliz todo el tiempo, yo era un amargado —su voz se pierde en la sala de espera vacía en la que estamos. Escuchamos la puerta abrirse, pero ninguno presta atención a lo que pasa a nuestro alrededor. Él necesita silencio y yo le doy lo que pide —. Era, ella era muy enérgica ¿sabes? Amé muchísimo a esa mujer Bella, por años. Ella era mi luz. Estaba feliz de tener una familia porque yo había sido un huérfano y había logrado mucho por mí mismo. Un día llegué a casa y Edward estaba llorando. Victoria estaba en el piso a pasos de su habitación ella estaba llena de leche. Había sido un aneurisma, algo que solo había explotado en su cabeza sin aviso y se la había llevado. Dios, ni siquiera sabía cómo cambiar un pañal. Pero de pronto ella estaba muerta. Mi hijo no había comido en todo el día y yo solo estaba allí de pie aún sin creerlo —se rio secamente. Después se levantó y yo me giré, pero él estaba de pie viendo a Edward quien parecía un fantasma, ambos estaban pálidos.
—Es un poco difícil mirarte a los ojos hijo y no ver a tu madre reflejada en ellos, la amaba tanto. Solo quiero que Chelsea esté bien —susurró de pronto volviendo a sentarse. Dejé a Edward sentarse con su padre antes de que la puerta se abriera y James se tensara al ver al hombre parado en la puerta. Estaba borracho, lo sabía porque los chicos se tensan removiéndose en sus asientos y el hombre huele como si se hubiese tropezado con una botella de vodka y se la hubiese vaciado encima.
—¿Cómo está su madre chicos?
Reconozco que ver al padre de los gemelos me sorprende, pero me levanto y luego un guardia de seguridad aparece tras él.
—Chelsea está bien. Ahora los chicos también están bien. Deberías ir a casa Grant —digo suavemente. El hombre me dirige una mirada airada antes de dar un paso hacia mí, pero Edward se interpone entre nosotros.
—Piénsalo dos veces amigo —le dice en voz baja y el hombre inclina la cabeza para mirar a Edward a los ojos.
—Debemos ir a casa. Vamos a subir al auto —dice Gran a los gemelos.
—Me niego a dejar que los chicos suban al auto contigo —contesta James y Grant da un paso más. Edward le pone una mano en el hombro y de repente hay dos guardias en la entrada.
—Señor, creo que debe irse —dicen ambos hostilmente. Grant se quita la mano de Edward del hombro con brusquedad antes de tropezarse para salir airadamente.
Pasan tres horas antes de que Stanely, una enfermera del turno nocturno, salga y me salude.
—Chelsea lo está haciendo bien chicos —dice en voz alta y James tiene los ojos cerrados —. El Doctor Harry aún la está operando, pero terminará en un par de horas ¿Por qué no van a casa a descansar?
—¿Papá? —le preguntó Edward a James, quien solo suspira, y se levanta.
—Bien. Volveré en cuanto los chicos estén dormidos.
Se lleva a los gemelos y Edward lo deja irse mientras nos sentamos. Pasan dos horas más y yo dormito un poco en las sillas del hospital antes de escuchar a James volver justo cuando Harry abre la puerta y sonríe abiertamente mientras nos mira.
—Chelsea está estable. En un mes más o menos estará lista para volver al ruedo. Ella estará bien.
James encierra su rostro en sus manos y Edward lo abraza torpemente antes de que ambos lo escuchemos llorar abiertamente. Mis ojos se llenan de lágrimas y cuando los ojos de Edward se encuentran con los míos los de él también tienen lágrimas.
Quien me diga que no está enamorada de este Edward le crecerá más nariz. Es simplemente imposible no amarlo. JPV nena, gracias por subir los capítulos y poner tu mano mágica a cada publicación ¿Reviews?
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morenita88 bienvenida a la historia!
Como toda historia, tiene que tener un final, pero todavía quedan unas semanas para llegar a él. Todavía tiene que pasar... :P
Agradecemos a todas las personas que leen y siguen la historia, ya sean lectores fantasmas o dejan un comentario. Para estas últimas os nombramos en agradecimiento:
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