Que me Alcance la Vida…

Capítulo 24: El plan se desmorona

Luego de varios días Paty, su bebé y los cuatro caballeros que la protegerían, iban camino a un puerto español en donde se mezclarían con pasajeros de un barco que iría directamente a América en donde Elroy y Eleonor los esperaban ansiosamente pues sabían el peligro que estaban corriendo, sin contar que aun no estaban enterados de la existencia del bebé Stear.

Por otro lado en la capital de Francia, Evan y Terry eran recibidos en la base más importante en donde se encontraba Petain y por supuesto sus nuevas órdenes, o por lo menos el porque habían viajado hasta ese lugar, así que ambos decididos entraron en el edificio que estaba repleto de personas caminando de un lado a otro con papeles en las manos, todos vestidos de militares tanto hombres jóvenes como ancianos, así como una que otra mujer que se encontraba en el lugar, en la entrada ambos fueron abordados por dos soldados que pedían sus identificaciones.

Coronel Summersfield, frente oriental-dijo Evan mostrando su identificación

Teniente Grandchester frente oriental-dijo Terry

Pasen, tenemos órdenes del coronel Petain para llevarlos con él-dijo uno de los soldados encaminándolos hasta el lugar privado que Petain tenia asignado para él solo

Petain por su parte tenía una visita por lo que su molestia fue evidente al ver al soldado entrar sin su permiso- Soldado…-dijo Petain con una mirada seca y evidente molestia

Perdóneme señor, pero el Coronel Summersfield y el Teniente Grandchester están aquí-dijo el soldado

Está bien, hazlos pasar, y no pierdas la compostura por algo así-dijo Petain haciendo sentirse apenado al soldado que al salir dio el paso a las visitas

Evan entró antes que Terry, mientras este mostraba una señal de respeto ante su superior que era Phillipe, pero no duró mucho pues la mirada tranquila de Terry se convirtió en una llena de molestia e incredulidad.

Mientras tanto en Belleray, todos habían comenzado con sus actividades normales, como habían sido durante los últimos meses, aunque todos notaban la falta de felicidad y vivacidad de Candy dentro del hospital, pues a pesar de estar en guerra era ella quien mantenía en paz a sus amigas y por supuesto le contagiaba su alegría a los pacientes, sin embargo, ahora era mucho más difícil pues se le notaba distraída pues aunque cumplía con su trabajo, a veces su mirada se perdía en el horizonte.

Candy era una chica diferente, muchos hablaban a sus espaldas, criticándola pues solamente había ido un par de días al frente y había regresado totalmente traumatizada mientras varios de ellos habían ido meses al frente y habían regresado con más ganas de cumplir su trabajo, otros murmuraban que quizá ella era la hija rebelde de una familia rica y por eso no había durado mucho en el frente pues los Grandchester y los Andley eran famosos en Inglaterra, y Candy parecía ser muy amiga de ellos.

Más sus amigos sabían que las largas horas de insomnio sentada sobre la rama del árbol más alto del jardín y su mirada perdida en el horizonte esperando el amanecer tenia un nombre y apellido, Albert Andley. Michael había intentado hacerla entrar en razón y que no se preocupara, aunque sabía que era en vano, pues el mismo estaba preocupado por Paty y el bebé que estaban en un lugar seguro con protección, ahora como estaría Candy sabiendo que Albert estaba en manos de los alemanes.

Mientras tanto Albert cada día que pasaba pensaba en el grito que escuchó a lo lejos antes de entrar en la inconsciencia y de sentir que lo arrastraban hasta una carreta en donde lo habían transportado a la base alemana más cercana, misma que era en donde Haig y Pershing se reunían para sabotear todas las operaciones aliadas.

Habrás estado ahí en ese momento-se preguntaba Albert mientras estaba acostado en su cama de cemento totalmente adolorido por la tortura que había sufrido minutos antes en donde habían querido sacarle información acerca de estrategias militares

Andley-dijo uno de los alemanes- levantate, el jefe te llama-dijo como una orden

Albert fingió no entenderlo mientras le veía fijamente y encogía los hombros

Sabes bien que me entiendes, levantate de una vez… no me hagas ir por ti-dijo el hombre

Albert lo seguía viendo sin decir una sola palabra fingiendo no entender lo que decía, así que el soldado entró y colocó unas esposas en sus manos mientras lo pateaba al piso, este como estaba débil cayó estrepitosamente raspándose los brazos, mientras el soldado alemán reía, para luego pedirle a sus compañeros que lo ayudaran a llevarlo donde el jefe en donde lo seguirían torturando para que diera información.

Al terminar se le ordenó a otros soldados para que lo llevasen a su celda, más Rossie intervino como mano derecha de Haig y dijo a los demás que debían darle algo de comer y dejarlo en paz un momento pues era un prisionero importante y si lo mantenían con vida, podrían lograr algo dentro de la negociación. Así que Rossie llevaba a Albert hasta la cocina en donde Beth que servía ahora como cocinera y enfermera dentro de la base para los alemanes le daba algo de comer y comenzaba a limpiar discretamente sus heridas, mientras Rossie vigilaba la puerta.

Perdóneme Coronel le dolerá un poco pero no tengo anestesia para suturarlo-dijo Beth

Dejalo así… yo creo que de cualquier manera se volverá a abrir-dijo Albert

No… el Teniente pidió que lo dejaran en paz unos días, por favor Coronel váyase, no se exponga aquí-dijo Beth

No, yo tengo una misión, gracias por lo que intentan hacer, pero se están exponiendo demasiado, en realidad ya se me ocurrirá algo-dijo Albert

Apurate que vienen para acá-dijo Rossie

Bueno limpie lo que era más importante, llévese esto y estas gasas para limpiar lo demás-dijo Beth

Gracias…-dijo Albert tomando toda el agua que pudo y saliendo de la cocina mientras Rossie lo empujaba frente a los demás soldados

Lo llevaron de nuevo hasta su celda y cuando lo hubiesen dejado sin vigilancia, comenzó a limpiar sus heridas, mientras veía los moretones en su abdomen debido a las patadas de los soldados, solo sentir el antiséptico y rozar su piel ensangrentada le dolía, más al pensar en la sonrisa de la rubia oji-verde a la que amaba el dolor era solamente un sueño, pues lo que más le dolía era estar lejos de ella, más le tranquilizaba saber que Evan cumpliría su promesa de protegerla.


FLASH BACK

Evan y Albert habían estado platicando acerca de la posibilidad de que el propio Albert en lugar de matar a Pershing matase a Douglas, más era un dilema pues este era el padre de Evan y con justa razón eso le causaba un conflicto, pues a pesar de jamás ser una buena persona y nunca portarse como un padre para él, era su sangre y no podía presenciar tal acto.

Quiero tu respuesta Evan-dijo Albert mientras le veía seriamente

No lo sé William, el no fue el padre amoroso y atento, ni siquiera… fue como un padre pero yo…-dijo Evan

Sabes que eso podría ayudarnos sea lo que sea que pase, le atine o no-dijo Albert

Lo sé… pero imagina si le atinaras matarías a mi padre, y si no te estarías condenando tu-dijo Evan

No… si no atino simplemente entraría a la base alemana-dijo Albert

William, tu que crees-dijo Evan

Podríamos intentarlo, más no quiero que en venganza por lo que le pase a tu padre arremetas con mi familia, porque eso no lo voy a permitir-dijo Albert

No lo haría, creeme que no-dijo Evan

No hay nada que me asegure eso-dijo Albert

William, acepto que intentes matar a mi padre-dijo Evan de golpe

Está bien… pero necesito tu palabra de que no harás nada contra mi familia

No lo haré-dijo Evan

Está bien entonces debo irme, hablaré con Michael y Terry de esto-dijo Albert

Espera… seguramente no nos veremos después y yo… quería platicarte algo-dijo Evan

Es urgente?-dijo Albert

Un poco-dijo Evan

Dime de una vez entonces-dijo Albert

Es sobre Candy…-dijo Evan mientras Albert puso atención entonces a todo

Que pasa con ella?—preguntó Albert

Tu eres su tutor no es así-dijo Evan

Así es…-dijo Albert – no por mucho tiempo- pensó

Dime si ella aceptara ser mi esposa al final de la guerra tu me darías tu bendición-dijo Evan mientras Albert empuñaba las manos y su cara se tornaba seria

Eso es algo que deberías platicar con ella-dijo Albert

Pero… tu eres como su padre no…-dijo Evan mientras las palabras resonaban en la cabeza de Albert- entonces sabes que existe la posibilidad de que no regreses-dijo Evan

Y por eso quieres mi bendición-dijo Albert- si ella acepta ser tu esposa yo te doy mi bendición, con la condición de que la vas a proteger de todo aquel que quiera hacerle daño-dijo Albert

Claro, lo haré, incluso he comenzado a hacer todo y a convencer a mi padre para que los envie a todos de nuevo a Belleray-dijo Evan

Eso espero-dijo Albert

Claro que si… muchas gracias-dijo Evan sin poder contenerse abrazando a Albert fuertemente mientras este se quedo paralizado y lo unico que pudo hacer fue palmearle la espalda

FIN DEL FLASH BACK


De cualquier manera se que él la protegerá-dijo Albert para si mismo

Una semana más tarde Rossie salió por unas horas pues debía ir por Douglas y Jhon así que los alemanes aprovecharon para volver a torturar a Albert quien ya se había repuesto bastante de todo lo que le habían hecho los días anteriores, sin embargo, esta vez habían compensado todo lo que no le habían hecho durante una semana, sin embargo, sin darse cuenta Albert en un momento se quedó sin fuerza alguna y se desvaneció pegándose la cabeza con la esquina del asiento de la silla en donde era torturado, era tanta su debilidad que se abrió una herida bastante profunda en la cabeza.

Los soldados alemanes en ese momento comenzaron a entrar en pánico pues la recomendación de Rossie era no hacerle nada, pues era un militar importante, así que corrieron a levantarlo para luego llevarlo a la enfermería en donde cerraron las puertas y llamaron al médico para que revisara a Albert, de casualidad Beth pasaba por el lugar y los alemanes la llamaban para que lo revisara

Que le hicieron!-dijo Beth alarmada al ver el estado de Albert y sobre todo ver como la sabana que la camilla se teñía de rojo cerca de su cabeza

Estábamos jugando, por favor ayudalo, o Douglas nos matará-dijo el hombre

Llamen al médico-dijo Beth comenzando a parar la hemorragia de Albert – Coronel que hace por favor…-pensaba Beth

Varios minutos más tarde el médico llegó y su primera impresión asustó a los soldados pues su semblante no era muy esperanzador, y para su mala suerte Jhon y Douglas venían llegando junto a Rossie, uno de ellos fue hasta los Coroneles y Teniente para decirles lo ocurrido y lo unico que recibió en respuesta fue una bala que le atravesó el cráneo matándolo al instante

Pero Douglas-dijo Jhon

Idiotas, les dije que había que mantenerlo con vida-dijo Rossie

Ah! el plan se va por la borda-dijo Douglas

Vamos a ver como está-dijo Rossie

Douglas llamó a sus hombres que de inmediato estaban parados frente a él mostrando respeto- quédense aquí viendo hacia afuera y entréguenle sus armas a Jhon-dijo Douglas

Si señor-dijeron los soldados

Jhon…-dijo Douglas- matalos a los cuatro-dijo como susurro mientras iba junto a Rossie a ver el estado de Albert

Dentro de la habitación solo se escucharon los cuatro disparos de Jhon hacia los soldados que caian uno a uno en el frio suelo de cemento como castigo por haber desobedecido sus ordenes, mientras tanto en silencio veian como Albert era tratado por el médico con la asistencia de Beth.

Casi una hora más tarde habían logrado estabilizar a Albert, más su estado era delicado y no estaban seguros de si el despertaría. Douglas se quedó hablando a solas con el médico dentro de la habitación mientras Rossie y Beth hablaban fuera en voz baja

Que paso…-dijo Rossie

Lo comenzaron a torturar, tiene una herida enorme en el cráneo, puede que no sobreviva-dijo Beth preocupada

No puede ser, debo informarles-dijo Rossie

Dile solo a Evan-dijo Beth

Pero no sé en donde esta, se suponía que hoy vendría con nosotros y nada-dijo Rossie

No puede ser, pero hay que decirle a alguien porque sino…-dijo Beth

Sino que…-dijo Jhon

Si Albert no se recupera, todos sus esfuerzos serán en vano-dijo Beth

Tan grave está-preguntó Jhon

Tiene una herida enorme en la cabeza, el Coronel Haig, habla con el médico adentro-dijo Beth

No puede ser, idiotas-dijo Pershing, que estaba manchado de sangre

Este manchado, ven conmigo te daré ropa para cambiarte-dijo Beth

Está bien… vamos, Rossie te quedas y esperas a Douglas-dijo Jhon

Si claro-dijo Rossie respirando por fin pues un poco más y Pershing los descubre

Douglas salió junto al médico cerrando la puerta tras el mientras veía que Rossie esperaba solo frente a la puerta que lo separaba de Albert.

Y Jhon-dijo Douglas

Paty lo llevó a cambiarse-dijo Rossie

Ah… se encargó-dijo Douglas

Si señor, estaba manchado con la sangre de los soldados y se deshizo de los cuerpos-dijo Rossie

Idiotas, ahora retrasaremos todo, bueno de cualquier forma va a morir-dijo Douglas

Pero no nos conviene que sea ya, ahora que todo iba tan bien-dijo Rossie

Lo sé… maldita sea, pero ahora tu y Paty se encargaran de cuidar las veinticuatro horas a William, no dejen que muera el desgraciado, por lo menos no ahora-dijo Douglas

Si señor-dijo Rossie adoptando una posición de respeto

Me iré por un momento, quedas a cargo de William-dijo Douglas

Como ordene-dijo Rossie pensando como avisaría a Evan si tenia que estar ahi durante las veinticuatro horas del día.

Continuara…