¡ANTES! de que empiecen a echar tierra y pestes, las advertencias: Este fic fue realizado por DarkLady-Iria y RutLance -CrystalFairy, Batman, DC y otros detalles no son míos ni me interesan, solamente publico con la aprobación y consentimiento de la autora. No gano nada excepto pasar un rato más en la pc haciendo esto (en lugar de escribir xD) ¿Dudas? Las haré llegar a la autora. El crédito de esta historia no es en absoluto mío.

¿Qué onda, Raza? ¿Cómo les ha ido? Ha sido un fin de semana atareado, pero seguimos en la marcha. :)

Les confieso que soy gran fan de Damian, por lo que me debatía en qué traerles esta ocasión, ya que se me ocurren un buen de ideas. Aunque no niego que me partía de la risa pensando en lo que le pasaba al resto de los Robin's en el capítulo anterior. x3

Pasemos al único review:

~*~Shadir: Hemos de suponer que Bruce le dio la libertad de elegir qué hacer, así que ni modo, ni al caso quejarse. xD ¡Gracias por el review! :)

Y bueeeno, ya es bastante tardecito por acá, así que ¡disfruten el siguiente capítulo! ;D


Relatos épicos de una Batifamilia disfuncional.

Capítulo 5: Nunca dejen las llaves puestas.

- ¿Cuánto falta para comer?- Preguntó un molesto Tim a Dick, que le hacia caras y gestos a la pequeña bebé que estaba a su cuidado.

- Sólo lo que Alfred tarde al pasar por Bruce.- Le respondió y se dirigió a la infante.- ¿Quién es la bebé más bonita de Ciudad Gótica? ¡Sí, eres tú, Dami!-

Drake sólo atinó a girar los ojos, no era que la bebé le cayera mal o algo, simplemente tenía hambre, Jason había salido desde temprano y sin decir a donde, y no quería seguir oyendo a Grayson hablando con Damiana. De acuerdo, sólo estaban ellos dos para cuidarla, pero la hija de Bruce tenía su carácter pese a tener un año de edad, y en ocasiones le daba la impresión de que la bebita se traía algo entre manos.

- Oh, ¿Tim?-

- ¿Qué?- Preguntó desganado.

- ¿Podrías cuidar de Dami?- La dejó sobre el sofá, rodeándola de cojines.- Necesito ir al baño.-

- Adelante, ve.- Suspiró hondo.- Yo aquí la cuido.-

- Gracias.- Le sonrió antes de salir corriendo de la sala.- No me tardo.-

Suspirando otra vez, miró a la más pequeña de la familia Wayne. Vestida con un mameluco blanco con rosa de gatito, Damiana veía todo a su alrededor con curiosidad, como si analizara el lugar donde estaba. No quería pensar mal de ella, era un bebé por todos los cielos, pero no le gustaba que por instantes le clavaba una mirada bastante intensa, al grado de tornarse incómoda. Justo como lo estaba haciendo en ese momento.

- Basta.- Le cubrió la cabeza con el gorrito del mameluco para que dejara de verlo.- Alfred, llega ya.-

En lo que Damiana intentaba quitarse el gorro que le cubría, una canción empezó a sonar, proveniente del celular del mayor.

- ¡Stephanie!- Se llevó el aparato al oído, sonriente de poder pensar en otra cosa.- ¿Cómo estás? ¿Qué cuentas?- Se alzó del sofá, y se encaminó a la cocina en busca de agua.- Sí, no estoy ocupado.-

Al verse sola, la pequeña heredera Wayne frunció el ceño y llevó a cabo su plan.

- ¡Al fin en casa!-

Fue la manera en que Jason, que había estado toda la mañana de concensionaria en concensionaria buscando el automóvil de sus sueños, bajó del vehículo encendido y dejando la puerta abierta, para presumir lo que recién acabara de adquirir.

- ¡Hey, Tim! ¡Dick!- Llamó a los dos a gritos, sabiendo que Alfred ni Bruce estarían en casa.- A qué no saben que fue lo que me compré.-

- ¿Qué pasa? Te llamo luego, Steph.- Se despidió al saber que Jason no lo dejaría en paz hasta que le mostrara lo que fuera que había hecho esa vez.- ¿Qué ocurre, Jason?-

- ¡Reemplazo!- El mayor le pasó un brazo por los hombros para saludarlo.- ¿Donde está Dick? Tengo algo que mostrarles, y estoy seguro que se ahogarán de la envidia.-

- Dick está en el baño.- Le respondió cruzándose de brazos, molesto por el mote con el que el otro le llamara.- ¿De qué se trata?-

Sin dejar de sonreír con sorna, Todd decidió contarle al menor...

- Me compré un carro, ¡y no cualquier carro!- Alzó los brazos, casi como estuviera frente al vehículo y no delante del otro muchacho.- Es toda una belleza, mi bebé. Un deportivo negro como la noche, rojo como la sangre.-

- ¡Uff! Y de seguro lo compraste a nombre de Bruce, ¿no es así?- Drake frunció el ceño, temiendo que el día terminaría en una tragedia, y aún tenía hambre.

-Hey, Jason.- Los dos voltearon a ver al recién llegado.- ¿Por qué tan alegre? ¿A qué hora regresaste?-

- ¡Dick!- Jason le rodeó los hombros con un brazo, sin dejar de sonreír.- ¡Si vieras lo mucho que me alegra verte!-

- ¿En serio? ¿Y porqué?-

- Jason se compró un auto a nombre de Bruce.- Le respondió Tim, que seguía malhumorado.- Y lo trajo para presumírnoslo.-

- Así es.- Todd juntó sus manos dando una palmada.- Quiero ver la envidia escurriendo por sus poros. Sí.-

- Cállate, estoy seguro que sólo nos meterás en problemas gratis.- El más chico se estaba decidiendo por pedir comida a domicilio, en lo que el mayor comenzó a buscar algo con la mirada.

- No lo niegues, enano. Me tienes envidia.-

- ¡Claro que no!-

- ¡Eso es mentira y lo sabes! ¡Se te nota en toda la cara!-

- Hey, chicos.- Grayson le habló a los dos, mas no le hicieron caso.

- ¡La cara es la que yo te voy a romper si sigues diciendo eso!-

- ¡Admítelo, estás celoso, Reemplazo!-

- ¡Deja de llamarme así!-

- ¡CHICOS!-

- ¿¡QUÉ!?- Tim y Jason voltearon a verlo, mientras ambos tenían un puño cerrado en las ropas del otro.

- ¿En donde está Dami?-

Drake soltó de un empujón a Todd y se giró a donde estaba el sofá. Sólo estaban algunos de los cojines que Richard colocara momentos atrás.

- Maldición.-

*CRASH*

Los tres voltearon a ver la puerta al oír el estruendo, se vieron entre sí, sintiendo que se les revolvía el estómago y corrieron a la entrada.

- Se puede saber, ¿qué pasó aquí? ¿Porqué hay un automóvil estrellado allá afuera? ¿Y porqué nos encontramos a Damiana en el asiento del acompañante?-

Sólo para encontrarse con Bruce, que no lucía muy contento, seguido de Alfred, que cargaba a una no muy quieta Damiana.

- ¡Bruce, Alfred!- Tragó saliva, sabía que el día no iba a terminar bien, faltaba que por lo que ocurriese se quedara sin comer.

- ¡Dami!- Suspiró aliviado al ver que la bebita estaba sana y salva.

- ¡Mi auto!- Gritó al ver el vehículo estrellado contra una parte del muro que rodeaba la Mansión Wayne.

Bruce y Alfred intercambiaron una mirada, así como la bebé cambió de brazos.

- Iré a poner la mesa, Amo Bruce.- Anunció y miró a los tres muchachos.- Les deseo buena suerte, jóvenes amos.-

Y los dejó a merced de un padre y su hija, que compartían el mismo gesto reprobatorio en sus caras.

- Sabía que estaba planeando algo.-

Fin del capítulo 5


Advertencia: Ningún bebé fue lastimado en la producción de este capítulo, excepto el auto de Jason. ¡Nos vemos! ;3