Capítulo IV:

Flashbacks:

Toda su vida dedicada a la Ciencia, pudo haberla usado para el bien, sin embargo, cuando los deseos y pasiones se exacerban, anteponiéndose frente a las preocupaciones de las demás personas, es ahí cuando se corrompen y empieza una cadena de destrucción. Y ahora, después de tantos años de estar en el anonimato, ante las puertas del Más Allá, el Dr. Frederick Kanker se encontraba rodeado de sus seres queridos, quienes habían ido a verlo antes de partir. Sus tres nietas permanecían a su lado, siendo May la que más sufría por la tragedia que se avecinaba. Lloraba sin parar, mientras que Marie y Lee la acompañaban, aunque tampoco podían dejar de lado su dolor, ya que él había sido una persona muy amable, gentil, todo un Caballero y que se sentía orgulloso de todo, pero había algo que no conocían de él: Su Pasado.

- Mis nietas...Mis amadas florecillas.- Les llamó el anciano, girándose con lentitud y éstas se acercaron para hablar con él.

- ¿Qué sucede, abuelo?. Dinos lo que necesitas y te lo daremos.- Respondió May ante esas palabras, tomando sus manos, sin querer alejarse. El monitor de su ritmo cardíaco iba normal pero podía "traicionarlas" en cualquier momento.

Frederick se reincorporó en su cama, con dificultad, ya que el paso de los años, la vejez y la enfermedad había ido carcomiendo su cuerpo hasta dejarlo débil, frágil como una rama seca de un árbol, sin embargo, haciendo uso de sus pocas fuerzas, éste les señaló hacia una caja fuerte que yacía, detrás de una pared que se encontraba en el estudio.

- Allí...Cuanto más lo necesiten...tómenlo y úsenlo para terminar mi legado.- Decía el anciano, mientras que respiraba con dificultad.

Eso las tomó desprevenidas, ¿qué clase de secretos ocultaba su abuelo?. Lee se acercó hasta él y le acomodó las almohadas para que estuviera más cómodo, recostándolo sobre las mismas.

- Pero...- La pelirroja dudó de la veracidad de sus palabras.- Nunca nos dijiste lo que tenías allí guardado.-

Marie le acercó un vaso de agua, su garganta estaba seca y necesitaba ingerir líquidos. Una vez que éste tomó una servilleta y se secó los labios, las miró a las presentes, gozando de un poco de tiempo, a pesar de su salud deteriorada, tenía que revelar la mayor cantidad de información disponible para que ellas estuvieran listas para entrar en acción.

- Escuchen, niñas. Ustedes no habían nacido cuando yo, en mis tiempos de juventud, formé parte del "Proyecto Warlock".- Comenzó a relatarles aquellas "hazañas", si es que se las podía definir de esa manera.- Pero antes, debo ponerlas en contexto: Todo ocurrió en 1939, cuando aparecieron los "Neuroi", una raza alienígena sumamente poderosa, la cual comenzó a atacar a la Tierra y tuvieron su aparición en Europa. Todos los intentos de las Naciones por destruirlos fueron en vano hasta que se creó un "Cuerpo de Élite" llamado "Witches", quienes los combatieron. Pero, dentro de mi sector, había voces que estaban oponiéndose a que esas chicas hicieran todo el trabajo y nosotros tuviéramos que sentarnos y nada más. Sumado a todo ello, los "Neuroi" no dejaban de venir, destruías a uno, venía otros para reemplazar a los caídos, así que se los tenía que erradicar de la faz de la Tierra...Y de ahí vino el "Proyecto Warlock".- Relataba el anciano, sin escapársele algún detalle de suma importancia.- Cuando el General Mallory llevó a cabo un, por así decirlo, "golpe de Estado" para deshacerse de ellas dar por comenzado al mencionado trabajo, las cosas iban bien, sin embargo, el arma que creíamos que sería nuestra "llave" para la victoria terminó por pasarse al bando de los "Neuroi". Yo, por mi parte, a través de los restos de uno de estos que había sido destruido con anterioridad, comencé a investigar a fondo hasta que las "Witches" volvieron, destruyeron a "Warlock" y Mallory junto a muchos de nosotros terminamos siendo juzgados ante un Tribunal Militar y fuimos enviados prisión.- En aquel momento, las chicas tomaron asiento frente a su abuelo para seguir oyendo la historia.- Después de la guerra, fuimos liberados y tuve que alejarme de Europa, allí no podía llevar a cabo mis labores científicas y vine aquí, a Peach Creek, donde me instalé y tuve a mi familia, pero nunca dejé de trabajar en lo que pudo haber sido, no un arma perfecta, sino algo más elevado y eso era...- Se detuvo, el aire se había detenido por un aire en sus pulmones, por lo que Marie le ayudó a ponerle la mascarilla con el tanque de Oxígeno para que respirara normalmente.- Gracias, nieta querida.

- No tienes por qué agradecerlo, abuelo.- Respondió la peli azul.- Sigue, es muy interesante todo esto. ¿Qué era lo que tenías en mente?.

- Sí, no era un arma lo querías, ¿entonces?.- Se unió Lee y el hombre las miró a las tres con un semblante serio.

- Aquello que todos desean, por lo que se matan en guerras sin sentido: El poder, mis nietas, eso es lo que yo ansiaba para esta familia...y ustedes...- En aquel momento volvió a toser pero se controló.- Ustedes van a ser quienes lleven a cabo mi legado por nosotros, los Kranker.- Dijo el hombre con orgullo en ellas.- Ustedes son la luz de mi vida, las quiero muchísimo y en donde esté, me sentiré complacido de que lleven a cabo esta misión.- Juró y de ahí cerró los ojos por un rato para descansar.

Toda esa historia, podía parecer inventada por alguien que ya estaba en el "ocaso" de su vida, pero ellas no se ilusionaban, le creían al anciano y éste les volvió a hablar una vez más.

- No dejen que nadie se interponga en su camino. Este Mundo va a ser de ustedes y quien sea lo bastante ingenuo como para venir y darnos batalla, ustedes los harán pedazos. Por eso, cuando abran mi caja fuerte, encontrarán algo de utilidad...una "vía de escape" para cuando las cosas se vuelvan complicadas.- Dijo y fueron hasta esa parte de la habitación, en donde Lee halló lo que buscaban. Frederick les dio la contraseña y allí lograron abrir la puerta, en donde se encontraron unos tubos de ensayo que contenían un líquido negro y algo viscoso junto a una radio de comunicaciones.

- Abuelo, ¿qué es todo esto?.- Preguntó May con dudas.

- Eso...Eso es lo que...les llevará...hacia...el poder...y la...victoria...- Dejó aquel último mensaje, mientras que sus fuerzas lo iban abandonando. Las tres hermanas corrieron para estar a su lado, llorando, pidiendo de que volviera pero ya era tarde para el ex-Dr. Frederick Kranker. Su hora había llegado y rodeado de sus nietas junto a otros familiares, le dieron una sepultura en el Cementerio de Peach Creek, su pueblo natal.

Aunque él estuviera muerto, sus nietas iba a completar con aquel legado que les había dejado y un tiempo después, las tres ingirieron aquel líquido de los tubos de ensayo y conservaron la radio de comunicaciones hasta que llegara el gran día.

Solo tenían que esperar.


Fin del Flashbacks:

El jeep en el que viajaban Minna, Trudie, los Eds y Francesca, además de venir acompañados por los chicos del barrio, estaba subiendo por las calles hasta que la italiana se puso de pie y señaló hacia un sitio en donde se encontraban varias patrullas de la Policía detenidas, sus luces estaban prendidas, mientras que un agente les daba el paso para que pudieran bajarse y encarar a las tres chicas que seguían atadas al poste de luz.

- Allí están, Trudie: Atadas y listas para ser arrestadas.- Señaló la peli negra, por lo que su amiga se encaminó hacia donde éstas se encontraban.

- Oh, qué genial: Policías.- Gruñó Marie, alzando la vista hacia la peli castaña oscuro.

- ¿Qué hacemos ahora?.- Preguntó May, la cual estaba entrando en pánico.

- No se preocupen, chicas, no tienen nada con qué acusarnos.- Les animó Lee a sus otras dos hermanas.

Trudie se detuvo tras caminar hacia ellas y les dirigió una fría mirada.

- May, Marie y Lee Kranker, ustedes tres quedan bajo arresto por acoso e intento de abuso hacia los Eds.- Dio a conocer los cargos a los que ellas se enfrentaban.

- No tienes nada, ni hemos hecho nada.- Se defendió la pelirroja ante esas acusaciones.

- ¿Oh?. Sí que las tenemos.- Respondió la chica de Karlsland, mientras que tomaba la evidencia que fue alcanzada por Kevin.- Esta cinta de video, la cual fue filmada por la Oficial Francesca Lucchini, nos muestra toda la evidencia que necesitábamos. Ustedes tres vendrán con nosotras, inmediatamente. Además, tienen algo más de qué contarnos.- Añadió y las vigiló de que no hicieran ninguna tontería como querer escapar.

- Desátalas, Francesca.- Le ordenó Minna y la italiana fue hasta ellas, cumpliendo con su cometido, poniéndolas de pie, sin quitarles la mirada de encima.

Las tres hermanas se quedaron mirando a las presentes, no tenían adónde ir, el camino estaba bloqueado y estaban a poco de entrar en la prisión, por lo que Marie se acercó hacia la mayor de ellas.

- ¿Y ahora qué hacemos?.- Le preguntó y la pelirroja se giró hacia ella.

- Es la hora, lo que él nos dijo, éste es el momento.- Ordenó y la peli azul recordó el momento en el que aquella persona les había dejado ese aviso para cuando estuvieran en problemas. De golpe, ella sacó una radio de comunicaciones, la cual se la pasó a May. Los policías y las tres Oficiales reaccionaron inmediatamente, apuntando sus armas para persuadirlas.

- ¡No hagan nada estúpido, entréguense!.- Les ordenó Minna junto a Trudie.

A pesar de estar rodeadas por las fuerzas del orden, Lee se dirigió hacia la rubia.

- Haz la llamada a nuestras "Fuerzas Especiales", hermana. Ahora.- Dio "luz verde" y ella encendió el aparato.

- Muy bien.- Respondió y de ahí sintonizó la señal.-

- ¿Qué demonios?.- Se preguntó Trudie al ver esa escena.

- "CQCQ", esta es "Chica Diente Dólar", quisiera ordenar una pizza larga de pepperoni con queso extra y...- Aquello terminó con un coscorrón por parte de la pelirroja, llevando a que la rubia se agarraba la cabeza por el dolor.

- ¡Esa no, idiota!.- Rugió la chica ante la tontería que acababa de hacer su hermana, mientras que la otra estaba mareada.

- Pásamelo a mí.- Pidió Marie y fue ella quien llevó a cabo la tarea.- ¡Oigan, pedazos de chatarra espacial, estamos en un grave aprieto. Traigan sus traseros metálicos AHORA MISMO!.- Demandó la peli azul, mientras que guardaba la radio de operaciones en su bolsillo y se le dibujaba una sonrisa burlona en su rostro.

Nadie podía dar crédito ni palabras a lo que acababan de oír. Ni siquiera los Eds podían describir aquello que tenían ante sí. ¿De qué se trataba todo ese asunto?. Las armas continuaban apuntándoles a las presentes y el viento silbaba frío desde el Océano Pacífico, meciendo las copas de los árboles y llevando a que las hojas que yacían caídas contra el piso se fueran volando, trazando círculos en el aire.

- ¿"Pedazos de metal"? ¿De qué están hablando?.- Preguntó Eddy a ellas.

- No...No...¡van a traer un Ejército de Robots!.- Gritó Ed, aterrorizado.

- Tonto, aún no se han producido robots en su mayoría.- Dijo Sarah con seriedad.- ¿O no?. Doble D, tú eres el que sabes de Robótica.- Se giró hacia el chico, quien estaba temblando del miedo ante lo que acababa de producirse. Sentía que algo se avecinaba, un mal muy peligroso. Sus piernas temblaban como gelatina y de golpe, los Cielos comenzaron a cubrirse de unas profundas nubes de color violeta oscuro y un misterioso "punto" negro que descendía desde el Firmamento, el cual tenía la forma de un avión formado por puntos de aquel mencionado más arriba. Todos los presentes se quedaron helados al presenciar ese momento, los ojos de las tres Oficiales y de los policías estaban en shock ante lo ocurría.

- Esto no es un Ejército de Robots...sino algo mucho peor.- Se oyó la voz temblorosa de Trudie.

- No puede ser verdad.- Se negó Minna con digerir esa escena.- Debe ser un sueño, una fantasía.

- Creí que habían sido destruidos en el Pasado.- Añadió Francesca, mientras que Eddy se acercaba para presenciar más de cerca.

- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Dónde?.- Quiso saber el chico de baja estatura ante lo que estaba produciéndose.- ¡¿Qué es esto?!.- Preguntó hacia las tres Oficiales.

Trudie se quedó congelada, su mirada no cambiaba del asombro y terminó por dar a conocer una noticia que nadie se esperaba o que, mejor dicho, desconocían aquellas personas.

- Los "Neuroi" pero hay diferente en estos.- Respondió la chica de Karlsland.

- Estás en lo cierto.- Se oyó la voz de Lee.- Porque éstos son los sucesores y se llaman los "Shadow Neuroi".- Respondió con un tono de orgullo en su voz.

El viento comenzó a aumentar su intensidad, las nubes se arremolinaban, parecía que iba a desarrollarse un tornado. Los árboles se doblaban como si fueran de papel, un par de éstos que se encontraban en las lindes de los bosques cayeron estrepitosamente, incluso en la casa de Rolf, el cual destruyó parte de su cerca y provocó que los animales entraran en pánico, por lo que el chico debió perseguirlos y devolverlos a su respectivo lugar.

- ¿Quieren saber una cosa?.- Preguntó la pelirroja ante todos ellos.- Nosotras somos las sucesoras del legado de nuestro abuelo, el Dr. Frederick Kanker.- Dieron a conocer ese dato sumamente importante.

- ¡¿CÓMO?!.- Quiso saber Francesca, mientras que el viento los empujaba.- Tiene que ser una broma.

- No, para nada, niña estúpida: Nuestro abuelo los creó, empezando desde el fallido "Proyecto Warlock". Conocía muy bien su estructura y funcionamiento. Fue un gran hombre, incomprendido por gente como ustedes, quienes destruyeron sus sueños pero ahora estamos aquí para completar con su misión.

- ¿Y qué piensan hacer? ¿Conquistar el Mundo?.- Preguntó Eddy a ellas y éstas sonrieron malvadamente.- ¿Qué?. Oh...Oh no...¡no!.- Gritó del terror.

- Están locas, no pueden hacer una cosa y más si su familia participó en semejante proyecto.- Se negó Trudie en creer aquello, sin embargo fue Minna quien le tomó de los hombros, llevando a que comprendiera la situación.

- Básicamente estás en lo correcto, Gertrud Barkhorn.- Es increíble lo que nuestro abuelo llevó a cabo, además contamos con una gran parte de la tecnología "Neuroi", de sus predecesores. ¿Se piensan que él dejaría que se convirtieran en diminutos cristales para desaparecer ante sus ojos?.

Ellas quería más y ese deseo lo iban a cumplir para su difunto pariente, sin importar lo que sucediera. Las tres Oficiales seguían en posición, pero Eddy dio un paso al frente para encarar a las responsables de que siempre les hacían sus vidas miserables.

- ¿Acaso no les basta con Peach Creek, Crueles? ¡¿Ahora quieren todo el Mundo?!.- Gritó el chico de remera amarilla y raya roja.-

- ¡Correcto!.- Respondió Lee.- Y usaremos a los "Shadow Neuroi" para completar con la última voluntad de nuestro abuelo, esclavizaremos a la Humanidad y con ello ustedes se casarán con nosotras, mientras que nos convertimos en las dictadoras de la Tierra.- Sostuvo ella y comenzaron a reírse de una forma maniática.

- ¡Eso no sucederá, Crueles!.- Juró Eddy a todo pulmón.

- ¡Basta de charlas!.- Ordenó la pelirroja y una luz cayó sobre ellas, llevando a que desaparecieran.- Que comience la conquista del Mundo.

- Nos veremos luego, chicos.- Se despidieron las tres chicas de ellos.

Pronto, ante sus propios ojos, las hermanas Crueles desaparecieron, dejando a los presentes sin palabras. Las nubes comenzaron con alejarse del lugar, el Sol volvió a brillar, el viento se calmó y era una suave brisa pero el rastro de destrucción que ellas dejaron y la conmoción en los chicos del barrio y las tres Oficiales permanecía a flor de piel.

Una nueva amenaza acababa de surgir en el Mundo.


[Nuevo capítulo y con ello agradezco a quienes han comenzado a seguir esta historia.

Se acaba de revelar el Pasado de las Crueles y con ello el surgimiento de los "Shadow Neuroi". Las cosas se han complicado para nuestros protagonistas.

En el siguiente capítulo veremos cuál será el plan para enfrentar a esta amenaza.

Nos estamos viendo, amigos. Cuídense y buen comienzo de día Domingo de mi parte.].