Capítulo XI:
Flashbacks:
Segundos, minutos, horas, eso era lo que las Crueles estaban causando ante todo el Mundo con su respectiva invasión. Se deleitaban, eso sí, con el padecimiento de muchas ciudades, grandes urbes que ahora parecían ser el escenario de alguna película de desastres naturales o del Apocalipsis Zombie, en donde todos intentaban huir o sobrevivir como podían. Reunidas en el Salón Central de aquel "Palacio", estaban viendo, acompañadas con unas buenas palomitas de maíz (pop-corn o pochoclo) esas escenas de desesperación, caos, muerte, destrucción. Un intento por ver quién quedaría vivo, incluso con cometer crímenes atroces como asesinatos y saqueos.
En ese momento, Lee se levantó del sillón y se dirigió hacia sus otras dos hermanas, las cuales apagaron la televisión para oírla.
- Bueno, bueno, chicas, parece ser que la primera fase de nuestro ha sido completada al 100%.- Anunció la pelirroja, quien estaba de pie ante ellas.- Así que...¿qué opinan si lanzamos la siguiente parte?.- Propuso y ambas sonrieron con malicia.
- ¿Por qué no?. Hagámoslo, demos una ofensiva contra esas "Witches".- Aceptó Marie y Marie asintió con la cabeza.
- No se diga más entonces.- Sostuvo la pelirroja y con un chasquido, uno de sus Sirvientes entró en escena, dándole la orden de que se lanzara un "Shadow Neuroi" hacia el territorio enemigo.
Era hora de iniciar la conquista del Mundo y nadie las iba a detener.
En uno de los sitios que disponían en su "Colmena", uno de sus combatientes robóticos fue saliendo de allí. De color oscuro con todos violetas y desplegando unas atemorizantes alas y su forma a un inmenso avión de combate B-52, éste salió con rumbo hacia esas tierras para iniciar el plan de conquista. Sus otros "Hermanos" estaban atacando varios puntos de Europa y África. Las Capitales de esos países estaban siendo reducidas a cenizas, una devastación que no se veía desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Como un depredador que localiza a su presa, aquella "máquina" despegó hacia los Cielos, majestuosa, imparable y con ello tenía una sola meta: Destruir todo lo que hubiera a su paso.
Humo, incendios descomunales, muerte y destrucción a su paso. Los bombardeos que realizaban los "Shadow Neuroi" aniquilaban todo rastro de vida, incluyendo en las profundidades de la tierra.
Fin del Flashbacks:
En la habitación de Perrine, la chica de Galia se hallaba sentada en una bella mesa decorada con toques de la Aristocracia y compartía una tarde de té con Jimmy. El niño albino disfrutaba de aquel encuentro con su "Guardiana" pero, en un momento dado, la joven dejó sobre un platillo su taza y se acercó a éste con la mirada, quedándose en una postura seria, algo que llamó la atención del amigo de Sarah. Éste no sabía qué podía querer la muchacha pero grande sería su asombro al descubrir lo que tenía planeado.
- Dime una cosa, Jimmy.- Habló Perrine con tono serio pero tranquilo.- ¿Te gustaría ser alguien que pueda resolver sus problemas por cuenta suya?.- Preguntó y aquello era un duro reflejo de la realidad que el albino no podía hacer frente. Tenía sus manos contra las piernas y la cabeza gacha. Aún recordaba aquella actitud severa que Trudie había tenido en la casa de Kevin cuando se quiso defender, diciendo de que los Eds se lo tenían bien merecido por lo ocurrido en aquella festividad. Acto seguido, alzó la vista y observó a su "Guardiana".- No me veas como Trudie, sin embargo, tampoco pienses que esto siempre será alegría y reuniones de té.- Señaló y se puso de pie, caminando hasta la ventana de su habitación, siendo bañada por los rayos del Sol.
- Es que...- Las palabras del niño se quedaron congeladas en su boca, pendían, inmóviles, pesadas pero deseaba expresarse, aunque eso resultaba imposible.- Es que...yo...
- ¿Sí?.- Volvió a preguntar Perrine, volteándose y viéndolo por el rabillo del ojo.- No te quedes con las dudas. Si eso pasa, entonces te sentirás culpable, debes soltarlo ahora.- Le animó pero el chico no podía hacerlo, solo se quedó cabizbajo, por lo que la chica Gala fue hasta él y colocó sus manos alrededor de sus hombros.- ¿Te sientes culpable por lo ocurrido con las Crueles?.- Lanzó otra interrogante y de ahí notó que éste alzaba la cabeza para asentir.- Mira, ya te lo dijo Trudie: No eres responsable de esto, ¿sí?. Es otro asunto, harina de otro costal y no podemos quedarnos siempre en la postura de que los otros nos deben resolver nuestros problemas. No está mal en recibir ayuda, pero tampoco podemos abusar de la generosidad de la gente.- Continuó hablando y él la escuchaba atentamente.-
- Eddy es un bobo. Esa fiesta era para pasar el día.- Recalcó Jimmy sobre ese asunto que, aún, le hacía hervir la sangre.- No entiendo por qué lo tuvieron que agregar. Hubiera preferido que lo dejaran solo en Peach Creek.-
Perrine negó con la cabeza.
- A mí tampoco me cae bien ese chico. Lo mismo ocurre con Lynne y Yoshika, también lo ven con malos ojos pero tampoco podemos dejar solo a alguien y más en una guerra.- En aquel momento, la muchacha tomó una silla y se acercó al lado de Jimmy.- Entiendo que lo odies por lo que te hizo, pero tampoco puedes hacer una cosa. Alguien pudo resultar herido, como Doble D y Ed.
- Ellos no formaban parte de mi lista, originalmente, pero al ser sus cómplices, también debía hacer Justicia contra ellos.- Apostilló el chico de Peach Creek hasta que sintió la mano derecha de Perrine en sus hombros, nuevamente.
- Aún así estuvo muy mal lo que hiciste. Pero descuida, yo te enseñaré a cómo luchar por causas justas y de que seas un chico que pueda resolver esta clase de problemas cuando estés solo o en aprietos.- Le prometió Perrine, regalándole una sonrisa, cosa que no sería eterna. Jimmy comprendía de que estaba ante una joven de la Aristocracia Europea, por lo que tendría un camino por recorrer para su "evolución".- Te iré enseñando los pasos a seguir sobre cómo enfrentar un conflicto y...- Cuando estaba por llegar a ese "acuerdo", las alarmas comenzaron a sonar por toda la base militar.
- ¿Qué está pasando, Perrine? ¿No me digas de que son ellas?.- Preguntó el albino, abrazándola con temor ante aquello que se estaba gestando afuera.
La puerta de la habitación se abrió y con ello entró Yoshika con Lynne.
- ¡Se ha visto a un "Shadow Neuroi" a pocos kilómetros de la costa!.- Le informó la Sargento. Perrine se giró hacia el chico para hablar con él.
- Quiero que te quedes con los demás, ¿sí?. Yo estaré bien, no te preocupes. Volveré enseguida.- Prometió ella, sin darle tiempo al otro para decir algo al respecto.
Con un movimiento de cabeza, Jimmy obedeció y con ello, las tres amigas partieron hacia el aeródromo para tomar sus equipos y despegar hacia los Cielos.
Las alarmas que saltaron por toda la base habían detenido aquella "discusión", por así decirlo, de Eila y Doble D. Aquel repentino sonido casi llevó a que el chico intelectual se cayera de su silla por el susto pero fue agarrado por la amiga de Sanya, quien seguía al respecto sobre su "intromisión" en la habitación de la albina.
- Cuando vuelva, seguiremos hablando de esto. Ahora, ve con los demás y espera.- Pidió la peli blanca-plateada, por lo que el otro tuvo que responder.
La joven dejó la habitación, el chico tenía aquellas palabras que pendían de sus labios. Apenas había podido gesticular un par de las mismas pero todo fue en vano. Aquella muchacha no quería que hiciera algún tipo de perjurio hacia la albina, la cual seguía durmiendo profundamente y no parecía haber nada que la fuera a despertar en esos momentos. Por otra parte, aquel primer descubrimiento que hizo con sus investigaciones cautivaron su mente y, por un momento, se olvidó de que tenía que ir con los demás hasta aquel refugio. Nadie sabía qué rumbo tenía aquel enemigo hasta que lo descubrieran, así que se quedó allí por un rato más.
Las alarmas habían tomado por sorpresa a los demás integrantes de Peach Creek. Rolf se encontraba llevando a sus animales a otro refugio asignado para ellos. Eddy se encontraba Ed cuando notaron que les faltaba a su amigo intelectual, por lo que se giraron y volvieron hacia atrás.
- Eddy.- Le llamó su amigo amante de la Ciencia Ficción. El chico de baja estatura no dijo nada, por el momento, solo permanecía callado y a la espera de que no se fuera a referir con lo ocurrido con Jimmy o algo relacionado con lo mismo. Redobló la marcha por aquel pasillo.- Eddy, espera.- Pidió Ed y corrió atrás suyo.
- Solo busquemos a Doble D y listo, Ed, nada más.- Respondió el otro y notó a cierta peli blanca-plateada que se alejaba de su habitación, dejando la puerta entre abierta. Eddy hizo una seña al otro para que no siguiera avanzando y quedó detenido, a pocos centímetros de chocar contra la espalda del primero, mientras que éste husmeaba en el interior. Notó que las luces estaban apagadas, las cortinas corridas para que no entraran los rayos del Sol y una pequeña lámpara que proporcionaba un poco de iluminación a una mesa de escritorio en donde una figura se hallaba recortada y movía las manos, como si estuviera anotando algo en una libreta.- Doble D, ¿estás ahí?.- Llamó en voz baja a su amigo, quien no respondió, debido a aquel bajo decibel.- Doble D, vamos, ¿qué estás haciendo?. Deja eso para después.
De vuelta no obtuvo ninguna respuesta, por lo que tuvo que tomar una decisión: Fue abriendo la puerta y entró, despacio, en la habitación y caminó, en puntas de pie hasta el escritorio, en donde tocó los hombros de su amigo.
Éste pegó un respingo, casi se caía de la silla pero se agarró al borde de la mesa. Su frente estaba perlada por el susto y se la secó con el dorso de su mano izquierda.
- Eddy, ufff, menos mal que eres tú. ¿Qué pasa?.- Preguntó Doble D al chico de baja estatura, el cual se encogió de hombros.
- Nos están llamando para ir al refugio. ¿Y por qué no me escuchabas?. Te estuve llamando.- Respondió a esa interrogante, mientras que el intelectual de gorra negra señalaba hacia la cama en donde dormía aquella chica.-
- Esta es la habitación de Eila y Sanya, ésta última se encuentra dormida en su cama.- Señaló hacia aquella dirección, llevando a que Eddy contemplara la situación y luego volteara hacia su amigo.
Aprovechando aquellos momentos, Doble D guardó, en un pequeño tubo de ensayo, los primeros resultados de su investigación. Era pequeño, no podía negarlo, se necesitaría una buena cantidad de tiempo para llegar a la conclusión final, sin embargo, tal vez podría llevar a cabo una prueba en campo abierto. Solo necesitaba a alguien que quisiera ofrecerse como voluntario.
Salieron de aquella habitación, aunque el chico se quedó, por unos segundos, mirando hacia la dormida albina, quien no parecía haber captado aquella advertencia sobre un ataque enemigo en aproximación. Tuvo, por unos momentos, la idea de ir para despertarla, aunque, al final, debió retirarse de allí. No quería tener problemas con ellas, en especial con Eila, ya que había dejado ese aviso de que continuarían hablando más adelante.
Fue entonces que emprendieron la marcha hacia aquel refugio, sin embargo, el joven de gorra negra miró hacia atrás, para el camino que llevaba hacia afuera, en donde las "Witch" estaban por despegar. Su mano derecha que sostenía aquel tubo y la idea de poder ir hacia el exterior, hacer una prueba, lanzarse hacia lo desconocido, por lo que se alejó de sus amigos y empezó a correr hacia aquel camino.
- ¿Eh? ¡Doble D, espera!.- Intentó Ed con detenerlo pero aquel chico fue mucho más rápido que ellos. Tenía una corazonada y no podía desperdiciarla.
("Beautiful Day", U2)
En las afueras del Cuartel General, las "Witches" se hallaban en uno de los hangares, listas para despegar con sus "Unidades Striker" y las armas. Yoshika, Lynne, Perrine, Trudie y Mio irían al frente para detener a la amenaza que iba hacia ellos. Cada una de las presentes portaba sus armas para el combate, sumado de que Eila y Erica serían su apoyo por si las cosas se complicaban con aquel enemigo.
- ¡Listas para despegar!.- Anunció Trudie, haciendo la señal a los operarios del hangar.
- ¡"Unidades Striker" preparadas para el despegue!.- Agregó Eila, quien se hallaba enfocada en la misión.
- ¡Armas cargadas!.- Se unió Yoshika y con ello, la primera en despegar fue ella, seguida por Lynne y Perrine. Las tres primeras "Witches" dejaron las instalaciones y trazaron su ascenso hacia los Cielos. Acto seguido, las otras les siguieron el paso, elevándose majestuosamente.
En formación, despegando bajo aquellos Cielos despejados, las chicas pusieron rumbo hacia el Oeste, siendo observadas por Doble D, quien se quedó sin palabras. No había palabra alguna que le ayudara a describir lo que estaba viendo. Giró su vista, el Sol daba contra sus ojos y usó sus manos para cubrirse de aquel intenso brillo, sin embargo, aquel sonido que producían las "Unidades Striker", tan parecido a los aviones de combate que la Humanidad ha sido testigo.
- "Ahí van la Sargento Yoshika, Lynne, Perrine, la Teniente Trudie y la Mayor Sakamoto...un momento, ¿Eila no está con ellas?".- Observó el chico y de ahí, justo pasando sobre su cabeza, volteándose por aquella ráfaga, notó a la chica peli plateada y su "Unidad Striker", cuyo modelo era un "Messerscharf BF 109 G-2" y portaba una MG 42 y una metralleta Suomi M1931 en sus manos.
- Eddy, allí.- Señaló Ed hacia donde se encontraba su amigo, quien en estaba de pie, con la vista clavada en los Cielos.
- ¿Estará bien?.- Preguntó el chico de baja estatura y fue corriendo hasta donde se encontraba.
Anotaba cada detalle, incluso el más pequeño que hubiera visto en su libreta. Su mano izquierda la sostenía con firmeza y la derecha escribía todo lo que había allí, siendo aquel joven de Peach Creek testigo del poder que las "Witches" tenían consigo y con ello, llevando a que sacara aquel tubo con el líquido brillante, la posibilidad de poder ayudarlas en esa guerra. Tal vez habría una posibilidad de inclinar la balanza a su favor, aunque, por otro lado, llevaría un cierto tiempo en poder ir juntando todas las piezas para que, como resultado, lo que tanto buscaban.
Justo cuando se encontraba tomando nota, una mano se apoyó en su hombro, él se volteó y notó de que era Eddy quien se hallaba frente a él.
- Oye, ¿estás bien?. Te noto muy enfocado en lo que tenía Rolf en esos barriles.- Preguntó el chico de baja estatura en aquel momento. Su amigo dirigió sus ojos, una vez más, hacia los Cielos y allí pudo ver a las "Witches" en formación para atacar al enemigo. Después de eso, Doble D sacudió su cabeza para hablar con Eddy.
- Descuida, estoy bien, es solo que...hay algo que nos puede ayudar para vencer a las Crueles.- Respondió a esa pregunta. Su amigo alzó una ceja y fue Doble D quien sacó el tubo del bolsillo derecho de sus pantalones, mirándolo con aquel brillo que llegaba hasta sus ojos.- Puede que esto sea la clave para que inclinemos la balanza a nuestro favor.
- Genial, pero ¿cómo lo harás, Doble D?.- Quiso saber Ed con curiosidad.-
- Descuida, con el tiempo y el esfuerzo dedicado podré hallar la forma de que les demos una mano.- Prometió, aunque habrían fallos, al principio, hasta dar con el resultado deseado.- Por otra parte, habrá que escucharlas y obedecer lo que nos ordenen.- En ese momento, el tono de voz en el chico intelectual se volvió.- Y eso va para nosotros: No podemos vivir con las estafas y más en una guerra. Si ellas van a entrenarnos, entonces acatamos sus órdenes al pie de la letra, sin rechistar. Si debemos despertarnos temprano, lo hacemos. Las "Witches" han sido muy amables en que nos creyeran cuando sucedió lo del "Incidente del Día de la Amistad", así que es momento de devolverles ese favor.- Sostuvo éste y eso dejó perplejo a Eddy.
- Espera, espera, más despacio, Cerebrito.- Pidió Eddy, moviendo sus manos en señal de que no aceptaba lo primero.- ¿Has dicho de que debemos dejar atrás las estafas? ¿Qué mosca te picó?.- Preguntó con seriedad a él.
- Ya lo oíste, Eddy: Se terminó. Tal vez, más adelante, puedas volver con ello, en Peach Creek, aunque creo, como bien dijo Perrine sobre Jimmy, esto también para nosotros: Tarde o temprano tendremos que madurar.- Alegó el chico de la gorra negra.
- ¿Sí?. Qué interesante.- Le espetó su amigo.- Pero ellas son combatientes, militares, nosotros solo somos simples estudiantes.- Dijo y caminó hasta quedar cara a cara.
- Te puede gustar o no, pero ellas maduraron desde que vieron sus tierras natales arder en llamas por los "Neuroi". La guerra no es para nada bonita, pero ¿qué harás a caso contra una fuerza que supera a la Humanidad en tecnología? ¿Qué harás?. Esto no es "Día de la Independencia" o "La Llegada". Es el Mundo real y tenemos que pelear con ellas a su lado, de lo contrario, podemos decirle adiós a nuestra libertad.- Dio aquel mensaje que penetró en lo más profundo de Eddy, el cual se dio media vuelta y miró hacia el Sur, para donde las "Witches" habían enfilado rumbo y de ahí hacia el Oeste.
Ed caminó hasta él, quedando a pocos pasos de su amigo de baja estatura.
- Doble D tiene razón, Eddy: Yo no quiero ser forzado a casarme con una de las hermanas Crueles, tengo mucho por qué vivir y disfrutar. Tú también, lo mismo Sarah y los otros. No estamos para pelearnos por las estafas. Podremos regresar con ellas cuando queramos pero ahora...yo también quiero devolverles ese favor a las chicas. Además, recuerda que fue Francesca la que nos salvó la vida y si ellas pierden, nosotros también nos hundimos.- Dio aquel amante de la Ciencia Ficción, por primera vez en su vida, unas palabras tan emotivas y ciertas que dejaron al joven sin respuesta junto a su frente que se perlaba por el sudor frío.
Por su parte, en el refugio, allí reinaba una calma sin igual; pero, a pesar de todo ello, Nazz se hallaba apoyada contra una de las paredes, limando sus uñas en un intento por liberarse de aquel aburrimiento. Podía ver a Sarah y Jimmy jugar con las muñecas y Kevin charlar con Rolf, Johnny y Tablón, sin embargo, aquella rubia no parecía muy enfocada en quedarse encerrada en una habitación subterránea, un búnker, por así decirlo...En un momento dado, cuando sopló sobre sus dedos para quitarse el polvo de aquellas uñas, ésta miró a su alrededor y notó que faltaban tres personas.
- Oigan, chicos.- Les llamó la chica a los presentes. Todos dejaron de hacer sus actividades.-
- ¿Qué sucede, Nazz?.- Preguntó Kevin, acercándose a ella.
- Los Eds no han bajado con nosotros hasta aquí, ¿les habrá pasado algo?.- Quiso saber con un ligero tono de preocupación.
- Oigan, es cierto, Ed y Eddy venían detrás nuestro. Tablón los vio pero luego desaparecieron.- Añadió Johnny más información junto a su "amigo" de madera.
- Genial, de seguro el bobo...- En aquel momento Sarah se detuvo y recordó las primeras palabras que Trudie tuvo con ella, siendo una de ellas su comportamiento hostil hacia su hermano mayor.- No es extraño que se hayan ido, pero deberíamos ir a buscarlos...idiotas.- Una vez que propuso eso, Kevin estaba por salir junto a Rolf y Nazz pero, en aquel momento, la puerta del búnker se abrió y vieron que los tres amigos bajaban de allí, por las escaleras.
Notaron que Doble D sostenía aquel tubo entre sus manos, mientras que Ed iba hacia el Centro del refugio pero Eddy se lo notaba con una mirada estoica, perdida, aquellas palabras que tuvieron afuera lo habían puesto en una encrucijada que él mismo debía responder ante ella.
- Aww, el chico Edd parece que le interesó lo de mis barriles.- Oyó la voz de Rolf quien iba hacia Doble D.
- Agradezco muchísimo de que me hayas dado permiso para experimentar con ello.- Dijo el intelectual.- Aunque esto va a llevar su tiempo, tal vez tenga que tomar un par de muestras extra para investigar más a fondo.-
Y mientras que esa charla se llevaba a cabo, Eddy tomó asiento en un sillón para reflexionar sobre la charla que habían tenido afuera. Solo necesitaba su tiempo y con ello llegaría la decisión final.
Volando hacia el Oeste, el grupo de las "Witches" se encontraba a pocos kilómetros de donde se había avistado al enemigo que sobrevolaba aquel espacio aéreo. Mientras que la Mayor Sakamoto estaba en constante comunicación con Minna, Trudie era quien les acompañaba para el combate a posteriori. Eila revisaba junto a Yoshika, Lynne y Perrine el área, pero no habían rastros de aquel oponente. Debajo de ellas, el Mar del Norte estaba tranquilo, sereno, algunas olas que se movían sobre su superficie y el Sol que brillaba intensamente, pero eso no era nada bueno.
- Esto no me gusta para nada.- Advirtió Trudie a Minna desde la radio.
Sentada en su Oficina y acompañada por varios Oficiales, la Comandante estaba al habla con la castaña oscura.
- El radar nos muestra de que están cerca, pero...- En aquel momento, la joven miró de fijo la pantalla.- ¿Qué?. Es extraño.- Advirtió la muchacha.
- ¿Qué ocurre?.- Se acercó Eila a Sakamoto.
- "Están sobre la posición del objetivo, pero...no podemos detectarlo con nuestros radares y satélites. Algo debe estar fallando. Mantengan los ojos bien abiertos".- Oyeron la voz de Minna desde el otro lado.
- Recibido, Minna. Cambio y fuera.- Tomó Trudie la radio y dejó aquel mensaje.
- No me gusta para nada esto de lo que tienen las Crueles, ¿acaso estarán jugando con nosotras?.- Preguntó Perrine al respecto.-
- Todo puede ser. Recuerda que estos "Neuroi" no son como los que combatimos hace años atrás.- Apostilló Yoshika, quien trazó un círculo y quedó cerca de la chica de la Galia.
Desde el Cuartel General, Minna estaba inspeccionando el seguimiento de sus amigas, pero el radar continuaba marcando de que no había ningún "Shadow Neuroi" a la vista. La pelirroja atisbó la vista, azuzó sus sentidos y, guiada por una extraña sensación de peligro, se puso de pie y corrió de allí hasta el exterior, para los pasillos; llamando la atención de los Soldados y Oficiales que se encontraban allí.
De golpe, las alarmas comenzaron a sonar por todo el Cuartel.
- ¿Qué será esto? ¿Otro enemigo?.- Preguntó uno de los Comandantes pero cuando fueron a verificarlo, todo volvió a la calma.
- Esto no me gusta y puede que la Señorita Minna sepa lo que pasa allí afuera...Tal vez nuestra tecnología no está del todo preparada para saber en dónde se ocultan esas ratas, Señor.- Informó uno de los operadores de radar, cuyos instrumentos se estaban volviendo locos.-
- Charlotte.- Encontró la pelirroja a la chica de cabellos naranja, quien se hallaba con su avión, revisando de que estuviera en buenas condiciones.-
- ¿Eh?. Minna, ¿qué sucede?.- Pegó un salto la joven desde el asiento hasta tocar el piso.
- Ven, te necesito en el frente. Que Erika se quede aquí junto a los chicos, pero...- En aquel momento, la pelirroja se quedó callada unos segundos.
- Sí.- Inquirió la americana y de ahí notó de que esa decisión podía traer consecuencias.-
- Que venga Doble D con nosotras dos. Yo me haré responsable de todo esto.- Dejó aquel mensaje, Charlotte no discutió nada de eso y partió para el búnker.
[Nuevo capítulo y lamento mucho la demora, amigos pero estos meses estoy atado de manos con otros asuntos. Pero, dejando de lado eso, espero que les guste este nuevo episodio.
¿Cuál será el plan de Minna con respecto a Doble D? ¿Qué pasará con las "Witches" en este momento tan tenso?. Eso lo veremos en el capítulo que viene.
Cuídense y buen inicio de semana, amigos.
Nos estamos viendo.].
