Capítulo V:
La "Enfermería" tenía una fila en sus puertas, en donde Doble D había pedido administrar el contenido de su experimento en una serie de inyecciones para sus amigos. Cada quien iba a recibir su dosis y de ahí esperarían un tiempo hasta que dieran los resultados concretos; algo que no se podía dejar de lado. Nadie se vuelve una "Witch" de la noche a la mañana y para esos chicos, esto apenas era el comienzo, pero, a su vez, debían poner manos a la obra: El Mundo continuaba en peligro por la expansión del temido "Imperio" que las Crueles querían instalar en todos los Continentes y ya habían arrasado enormes extensiones territoriales que iban desde África, Europa (Brittania se había logrado quitar de encima una de las "Colmenas" pero aún quedaban otras seis allí afuera) y lo mismo se podía decir de América Latina.
Los médicos y demás miembros del personal sanitario se fueron preparando, las jeringas estaban cargadas con aquel líquido resplandeciente y de color dorado. El primero en ofrecerse para esa prueba estaba en duda, muchos temían a lo desconocido y a sus posibles efectos, por lo que, desde aquella fila, Eddy los veía a todos ellos y sin decir nada, solo pensativo, fue juntando el coraje necesario para hacer frente a ese miedo.
- Bueno, ¿quién viene?.- Preguntó Rolf con interés.- Vamos, no sean gallinas.- Pidió pero nadie dijo nada.
- Oye, ¿por qué no vas tú, Rolf?.- Le "ofreció" Kevin al extranjero pero éste alzó las manos e hizo una señal de negación.
- No, no, sería de muy mala educación ir primero, amigo Kevin. Ve tú, Rolf esperará su turno.- Prometió pero eso llevó a que el pelirrojo alzara una ceja.
- ¿Acaso tienes miedo de eso?.- Preguntó Nazz y aquello dejó pálido al joven de Europa del Norte.
- Para nada, Rolf es muy valiente y no le teme a nada.- Dijo pero aquello no fue más que una simple fachada para ahorrar tiempo.
- Un momento, tú has dicho de que ese líquido perteneció a tu familia desde hace mucho tiempo y que se empleó durante la guerra contra esos "Neuroi". ¿Cómo es posible que lo desconozcas ahora?.- Quiso saber el pelirrojo, mientras que el otro estaba sudando frío.
- Bueno, bueno, sí, me asusta, ya que el chico Doble D lo mejoró bastante y, no es por temor, sino porque...- Respondió el peli azul oscuro, sin embargo, notaron que alguien se salía de la fila e iba hacia el frente.
- Si ya terminaron con su pelea de amor, entonces iré yo.- Dijo Eddy daba el gran salto y tomaba asiento en una silla que había allí, justo en donde el médico tenía una jeringa cargada y lista para inyectar.- Adelante, doctor.-
- Muy bien, antes que nada, respira hondo, si es que te dan miedo.- Le dio aquel sujeto un consejo pero el chico solo asintió con la cabeza y de ahí fue bajando el objeto hasta atravesar su piel y que el líquido bajara hasta quedar completamente vacío.
Aquello fueron unos pocos segundos, tal vez nada, pero Eddy se fue levantando, despacio, de su asiento y de ahí miró a los presentes. Todos quedaron en silencio y de ahí fue avanzando hasta que se aferró a una de las paredes que había allí, evitando caerse. La vista estaba clavada contra el piso, el sudor frío le perlaba la frente y varias gotas resbalaban hasta dar contra el mismo. Tragó saliva y pasó su mano por la frente, sin embargo, una de las enfermeras le tendió un paño empapado para que pudiera refrescar su frente.
- Veo que es cierto lo que dije.- Habló Doble D, quien llegó hasta donde estaba su amigo y éste alzó la vista.
- ¿Qué cosa?.- Oyó la voz de Jimmy.
- Sobre los efectos secundarios. A Eddy le debió haber dado una febrícula, pero descuiden, no es nada grave.- Llevó la calma a los presentes.
- Es increíble cómo lo soportó, no parece querer caerse contra el piso.- Observó Sarah con asombro, al ver que el amigo de Doble D y Ed seguía de pie.
- Tampoco es para tanto, solo estoy algo agotado, nada más que eso. Creo que me iré a recostar.- Dijo Eddy, mientras que se dirigía a la habitación que compartía con Francesca.
Mientras que continuaban con la inoculación de aquel líquido dorado, el chico de baja estatura deambulaba por los pasillos. Iba con un paso tranquilo, normal, sereno, sin embargo, a pocos metros de distancia empezó a sentirse más cansado, bostezando a más no poder y refregándose los ojos, intentando mantenerse despierto. En un momento dado, Eddy se apoyó contra una de las paredes y se refregó los ojos para quitarse aquella molestia pero parecía que le iba ganando la "pulseada". La vista se le nublaba, sentía sus ojos pesados, al igual que su cuerpo, como si llevara una mochila en su espalda, cargada hasta el tope.
No había tiempo que perder, debía moverse y llegar hasta aquella habitación, sin embargo, ya no tenía fuerzas para continuar caminando, sino de que se detuvo y quedó apoyado contra la pared, nuevamente y sintiendo cómo perdía el equilibrio. Se golpearía contra la piedra fría del suelo, pero alguien llegó a tiempo, agarrándolo por sorpresa y ayudándole a ponerse de pie.
- ¡Eddy!.- Oyó la voz de aquella italiana peli negra, la cual había aparecido frente a él.
- ¿Francesca?.- Reconoció a la joven, pero no tenía fuerzas para hablar.
- Tranquilo, vamos para mi habitación. Espera.- Pidió la peli negra.
Volviendo a la "Enfermería", los médicos habían pedido a los chicos que tomaran asiento y así redoblaron la inoculación. El segundo en recibirla fue Ed, quien, al instante de concluir con aquella "tarea", quedó profundamente dormido. Acto seguido, Kevin se desmayó, Sarah y Jimmy tuvieron fiebre, mientras que Nazz, Kevin, Johnny y Rolf sintieron mucho sueño y el último fue Doble D, el cual tuvo que sentarse, debido a que su cuerpo no parecía responderle a ninguna de las órdenes para moverse o hacer algún que otro movimiento.
- Amigo Doble D, ¿esto es común? ¿Estaba previsto?.- Preguntó el extranjero peli azul oscuro, pero el chico intelectual no podía articular ni una sola palabra.
Minna llegó corriendo y las demás "Witches" fueron para examinarlos.
- Dios, Johnny está inconsciente. Tengo que llevarlo a mi habitación.- Dijo la Sargento.
- Espera, voy contigo y llevaré a Jimmy hasta la mía.- Le dio Perrine una mano.
- Yo también iré con ustedes. Ven, Rolf, no te sueltes de mí y quédate a mi lado.- Añadió Lynne, la cual tomó al joven de Europa del Norte.
Mio junto a Trudie, Minna y Charlotte llevaron a Kevin y Nazz hasta la habitación, mientras que solo quedaba Doble D. Éste permanecía en su silla, veía algo borroso y sus ojos estaban por cerrarse hasta que notó que alguien iba hasta él y le ayudaba a ponerse de pie.
- Tranquilo, soy yo, mírame.- Le habló aquella chica de Europa del Norte al intelectual.
- ¿Eila?.- Preguntó y ella asintió con la cabeza, mientras que iban para la habitación que tenían ella y Sanya.
La inoculación había terminado y ahora solo quedaba esperar hasta que calmaran los efectos secundarios, así como también de que surgiera la "Magia" en ellos, aunque eso tomaría su tiempo. Cada una de las "Witches" fue hasta aquellos cuartos y se quedaron al lado de sus "Protegidos", sin largarse de allí, ya que era un día tranquilo, si es que podía decirse así a la calma en el frente de batalla.
Una vez que ellos fueron llevados hasta sus respectivas habitaciones, quedaron sumidos en un profundo sueño, uno que no esperaron que tendría lugar en esos momentos pero sucedió, pero había más en todo esto.
Sitio desconocido:
Eddy fue el primero en abrir sus ojos, le pesaba todo el cuerpo, sentía como si le hubieran tirado una montaña de escombros desde un edificio, su visión la tenía nublada por haberse despertado recién y al recuperarla, éste notó que algo extraño estaba ocurriendo. A su alrededor podía verse de que estaba en el "Cul de sac" pero el ambiente era frío, gélido, parecía como si estuvieran en pleno Invierno, a pesar de que era Verano y la evidencia certera eran los árboles, cuyas hojas estaban bajo un intenso color verde pero el aire mostraba la diferencia junto al Cielo plomizo, como si estuviera a punto de caer una nevada sobre el pueblo.
- ¿Qué hago aquí?. Pero...un momento.- Intentó indagar el chico de baja estatura, pero, ante su sorpresa, se encontró con aquella carroza del "Día de la Amistad", las evidencias que Jimmy había plantado en su contra y demás. Recordó que habían estado investigando sobre ese asunto hasta que fueron emboscados por las Crueles y con los chicos del barrio listos para darles su merecido pero habían sido salvados por esa chica de cabello negro y que provenía de Italia. Su mente comenzó a procesar todo lo ocurrido pero se preguntando por qué estaba allí.- No lo entiendo, esto es imposible, si estábamos en Europa.- Recordó y tras ello comenzó a oír pasos.- ¡Alto, ¿quién anda ahí?!.- Preguntó y tomó una posición de combate, sin embargo, notó de que se trataban de rostros conocidos.
- Eddy...¡Eddy!.- Se alegró Ed de verlo, mientras que le daba un fuerte abrazo, provocando que al chico se pusiera pálido ante la falta de aire hasta que lo soltó.
El joven cayó al piso, de rodillas, recuperando su color normal y de ahí miró a los presentes que se hallaban allí.
- Oigan, si esto es como esa película llamada "El Origen" espero que sepan de que esto no es nada gracioso.- Señaló Kevin, viendo que todo el ambiente seguía callado y gélido.
- Amigos, amigos.- Pidió Doble D la atención de los presentes, pero entre ellos surgieron conversaciones que él no pudo detener, todos tenían miedo a lo que podría estar pasando, incluso cuando alzaba la voz para que le escucharan, sin embargo, todo era en vano.- ¡Amigos, por favor, escuchen, esto...!.
No tuvo tiempo para poder completar su oración, ya que, de golpe, el suelo comenzó a temblar violentamente y una serie de misteriosas "Torres" de color ébano emergieron desde las profundidades de la tierra. Los escombros volaron por los aires pero aquellas "máquinas" no parecían detenerse, sino de que abrieron su "Centro" y comenzaron a verse unos intensos rayos de color violeta, lila y rojo que aumentaron su intensidad hasta disparar contra la posición en la que se hallaba los chicos.
Basto con un solo disparo para convertir a Peach Creek en una zona devastada por la guerra y el pánico comenzó a cundir entre ellos. A pesar de los intentos de Doble D en calmarlos, aquello resultaba en vano y más cuando vieron, desde una enorme pantalla que se desplegaba hacia ellos, en donde aparecieron las Crueles, quienes estaban disfrutando de ese momento pero que, en el "mensaje" era uno que estaba cargado con tintes de odio y burla. Uno en el que pudieron apreciar, la destrucción de todo lo que ellos conocían y en especial las "Witches", cuyos cuerpos estaban tirados contra el piso, cubiertas de serias heridas y bajo un charco de su propia sangre.
Eddy fue el primero en ver hacia aquella imagen y lo que sintió fue un profundo vacío que se iba extendiendo a más no poder, cubriendo cada parte de su alma. Cerró los ojos, su amiga...aquella italiana...¿cómo podía estar ocurriendo eso?. No tenía palabras que le ayudaran a describir lo que sentía hasta que, desde lo más profundo de su ser empezó a emerger una intensa luz de color dorado, igual que el Sol, el oro mismo y que aumentó hasta tomar forma en él y que llamó la atención de los presentes, quienes se dejaron llevar y encontraron lo mismo que había obtenido el amigo de Ed y Doble D.
Pronto, aquel "Mundo" desapareció de sus ojos.
Fuera del Sitio Desconocido:
Nazz fue la primera en abrir los ojos, había sido una pesadilla, su frente estaba perlada por el sudor, así que se levantó, con dificultad y fue hacia el baño para refrescarse el rostro, quitarse aquello que tenía consigo y de ahí volver a la cama, sin embargo, algo le llamó su atención. En medio de aquel sitio, el cual no era la habitación que compartía con Minna, Trudie y Mio, se hallaban los demás chicos de Peach Creek, allí, dormidos pero uno por uno fueron despertándose.
- Ufff, Dios, nunca en mi vida soñé con algo así.- Balbuceó Kevin, quien se refregó las manos por la cara.
- Dios, Kevin, ¿estás bien? ¿Necesitas algo?.- Se ofreció Nazz para ayudarle pero él negó con la cabeza.
- No, estoy bien, solo que...un momento.- Miró el lugar.- Esta no es la habitación de la Comandante Minna y las otras.- Recordó aquella diferencia y se giró hacia la rubia.- No lo entiendo, ¿qué hacemos aquí?.
- ¿Me lo dices a mí?. Yo tampoco lo sé.- Respondió ella, alzando sus manos, sin embargo, el pelirrojo se quedó congelado y mirando a ella.- ¿Qué? ¿Qué tengo?.
- Nazz...vuelve...vuelve a levantar tus manos, como hiciste antes.- Pidió el chico, quien intentaba ver si no era un sueño eso, ya que había visto algo.
- De acuerdo.- Dijo la porrista y cuando repitió la misma acción, ella misma se llevó una gran sorpresa al ver que sus manos estaban brillando como nunca.-
- Oigan, por favor, apaguen la luz, que quiero dormir.- Pidió Johnny entre sueños.- Un momento...- En aquel momento, el calvo se levantó al ver lo que Nazz tenía.- ¡Wow, ¿cómo lo hiciste?!. Me pregunto si...- Dijo el chico y de ahí vio que éste también tenía ese brillo en sus manos pero también en su pecho.- ¡Genial, soy como la "Antorcha Humana" de "Los Cuatro Fantásticos"!.- Exclamó emocionado el joven.
- Johnny, eso era con todo su cuerpo.- Le arruinó Kevin la posibilidad de ser feliz.
- Le quitas lo divertido a la vida.- Sostuvo el calvo, moviendo la cabeza con decepción.- No, pero en serio, miren, es algo pequeño pero es lo que Doble D nos contó.- Apuntó el chico, mientras que se iban despertando los demás.
- Esto me tiene sorprendido.- Alegó Sarah, quien también tenía lo mismo junto a Jimmy y Rolf.
- Todos estamos en la misma situación, amigos.- Oyeron hablar a Doble D, quien estaba en su cama.- Pero esto es, apenas, un comienzo. Nos tomará un tiempo ir manejando la "Magia" con sumo cuidado.
Y tenía razón, ya que, para esos momentos, las puertas de aquella "Sala" se abrieron y vieron entrar a las "Witches", quienes acompañaban a una mujer de cabello gris pero que, a pesar de su edad, se mantenía en buena forma.
- Veo que han despertado y menos mal, durmieron bastante.- Dijo Perrine a los chicos.
- ¿En serio? ¿Cuánto tiempo ha pasado?.- Preguntó Ed con interés.
- Casi nueve horas.- Respondió la chica de la Galia a los presentes, quienes se quedaron helados. Acto seguido, Mio les hizo una seña para que se fueran poniendo de pie y lo hicieron a la mayor brevedad posible, debido a la presencia de aquella mujer de cabello gris.
Ésta dio un paso al frente y llevó sus manos hasta la espalda, dirigiéndose hacia aquel grupo. Nadie dijo nada, podía tratarse de aquella a la que había entrenado a las "Witches" en el Pasado y ahora estaba ante una nueva generación. Ni siquiera Kevin pudo contener los nervios, mientras el sudor frío le perlaba la frente y ésta se volteaba para verlo.
- ¿Eres valiente o una gallina?.- Preguntó la peli gris.- Responde, ¿cuál es tu puesto en la escuela?.
- Soy...Soy Capitán, Señorita...- Dijo pero la mujer no se movió de allí.
- Me parece que la edad me está impidiendo oír bien o ¿es que acaso tienes miedo?.- Lanzó otra interrogante pero el chico pelirrojo no sabía cómo responder.
El pelirrojo se sentía como si estuviera en el Ejército y frente a un Oficial Superior que le hablaba con aquel tono firme, frío y serio. No podía mirarla a los ojos a aquella mujer y eso de que era Capitán del Equipo de Fútbol Americano de su escuela, pero él sabía muy bien de que, ahora, estaba metido en un asunto mucho más grande y no tenía oportunidad de igualar.
- Vamos, responde.- Le ordenó la Instructora, quien caminó de un lado para el otro de la Sala.- ¿Y tú qué? ¿Piensas que hay va a venir a ayudarte todo el tiempo? ¿Qué eres, la Princesa que espera a su Caballero?.- Preguntó la peli gris, ahora ante Jimmy, el cual estaba pálido.- En la guerra no te van a salvar si estás en medio de un combate, la unión está en todos lados y se combate como si fueran uno. Nadie te rescatará cuando quedes atrapado en un bombardeo de los "Shadow Neuroi".- Siguió con ese discurso, mientras que las "Witches" permanecían calladas, sabiendo muy bien el papel que ocupaba esa mujer.
Acto seguido, ésta dio media vuelta y quedó de espaldas con los demás.
- De acuerdo, como veo de que nadie tiene las agallas para decir algo, seré yo quien les pregunte esto: ¿Acaso saben muy bien lo que tienen ustedes dentro?.- Preguntó, girándose y mirándolos por el rabillo del ojo, viéndose un brillo en los mismos.
- "Magia".- Habló Eddy en un susurró.
- ¿Cómo has dicho?.- Quiso saber la Veterana y el joven se irguió.
- Es "Magia", Señorita.- Respondió, ahora con un tono firme y eso llevó a que la otra se mostrara complacida.
- Muy bien, así me gusta y de este modo se van a dirigir ante mí: Mi nombre es Anna Ferrara, soy de Venecia y seré su Instructora en el uso de la "Magia". Aquí los entrenamientos físicos quedarán unidos al mío y les advierto de que soy de la vieja escuela de enseñanza. Si alguien tiene una pregunta, hágala ahora.- Terminó por presentarse y fue Johnny quien habló.
- ¿Cuándo comenzamos a entrenar?.- Preguntó el calvo.
- Ahora mismo.- Respondió Anna y las "Witches" fueron hacia ellos.- Nadie domina la "Magia" en pocos días, así que andando, ¡todos a entrenar, ahora!.- Exclamó y dio unas palmada que se oyó por todo el lugar.
La orden dada por Anna Ferrara se cumplió. Los chicos de Peach Creek dejaron aquella Sala y emprendieron la macha hacia el exterior del Cuartel General, iniciando los entrenamientos físicos y luego vendría la parte más complicada para ellos.
El tiempo fue pasando, el cansancio se hacía presente, sin embargo, cuando la veneciana llegó hasta los presentes, ésta llevaba consigo un par de escobas que se las fue entregando a cada uno de los jóvenes, quienes se quedaron sorprendidos por eso.
- Disculpe, Señorita Ferrara, ¿qué haremos con estas escobas?.- Levantó Jimmy su mano. Anna fue hasta él, lo miró y de ahí fue hasta los otros.
- Muy bien, ya que su amigo quiere saber sobre el objetivo de lo que tienen ante ustedes, se los diré.- Dijo y con ello fue alejándose unos metros hasta llegar al Centro de la zona de entrenamiento, tomó una de las mencionadas y de ahí fue subiéndose a ella.- Con esto aprenderán a dominar el vuelo, lo usarán como su "guía" mientras que practican conmigo y quiero que lo hagan siguiendo mi ritmo.- Impartió las órdenes.
- ¿Vamos a...volar...allá...arriba...en los Cielos?.- La voz de Eddy se volvió un hilillo al apuntar a las alturas.
- Así es, ¿alguien tiene otra pregunta más que hacer?.- Respondió la veneciana y como nadie dijo ni una sola palabra, se sentó sobre la escoba y ésta comenzó a flotar en el aire.- Ahora es su turno, vamos, arriba.- Pidió y los presentes se miraron entre ellos.
Ed fue el primero en tomar su escoba y trató de sentarse pero se terminó por resbalar y caer al piso. Lo volvió a intentar una vez más y de ahí quedó colgando de la misma. Kevin y Nazz tampoco tuvieron la misma suerte, incluso se le quedó la punta de aquel objeto mágico clavado en el cuello de la remera blanca de la rubia, mientras que ascendía por los Cielos y el pelirrojo iba a por ella, pero con su escoba desviándose para cualquier sitio.
Anna negó con la cabeza al ver que esos chicos iban a necesitar una gran ayuda para poder salir adelante. Respiró profundo y tras dirigirse hacia donde estaban ellos, se quedó flotando en el aire, observándolos y cruzada de brazos.
- ¿Así piensan que van a ganar la guerra?. Esto no es como en sus películas donde salen victoriosos.- Dijo con un tono frío y de ahí miró a los que estaban abajo, siendo Eddy, Sarah, Jimmy, Rolf y Johnny con Tablón.- Ustedes, vengan aquí.
No dijeron nada, no querían hacerla enojar y ya estaban cometiendo un error muy grave ante su presencia, por lo que debieron aceptar lo que se venía encima como castigo. Una vez que quedaron todos reunidos, la veneciana empezó a hablarles.
- Una "Witch" debe ser alguien que está capacitada para pelear, emplear su "Magia" con el objetivo de proteger su hogar y a los que aman, no hacer una "exhibición" delante de sus Superiores, como si esto fuera una comedia o algo por el estilo. No, todo lo contrario y para ello aprenderán a manejar sus escobas como es debido.- Dijo Anna ante los chicos.
- Pero, Señorita Ferrara, esto resulta incómodo, hasta me lastima la piel.- Señaló Nazz.
- Duela o no, es solo pasajero, Señorita. Ahora, quiero que me sigan el ritmo.- Ordenó y callaron.- Muy bien, ahora memoricen lo que voy a hacer.- Pidió y comenzó a tomar posición sobre su escoba. Para ser una mujer algo mayor, tenía una gran destreza para dominar aquel "artefacto" mágico. Tenía una perfecta sincronización con la misma y no sentía miedo de caerse al vacío, cosa que era todo lo contrario para los chicos de Peach Creek.- Su turno.-
Algunos se miraron entre ellos, perdidos, con dudas, el sudor les perlaba la frente.
- No miren abajo, dominen su miedo, sean "uno".- Habló Anna, mientras que se quedaba sentada en su escoba y esperaba un progreso.
- ¿Quién empieza?.- Preguntó Sarah, la cual no quería abrir los ojos por miedo al vacío.- Ed, ¿lo harías tú en primer lugar?.- Preguntó.
Eso lo tomó por sorpresa al chico amante de la Ciencia Ficción, ya que su hermana era bastante hostil hacia él pero ahora se la podía un poco...preocupada, tal vez asustada por lo que estaba ocurriendo en esos momentos. Ed miró hacia abajo y sintió pánico, se aferró a su escoba y de ahí, temblando, intentando repetir lo que la veneciana había hecho con anterioridad.
Aquello llevó un par de minutos, aunque para él fue una eternidad hasta que llegó a dominar lo que tenía consigo, aunque esto era solo un principio. Acto seguido, le siguieron los demás.
- ¡Así me gusta!.- Exclamó Anna, dando un pequeño aplauso y de ahí volvía a adoptar su postura seria y fría.- Esto llevará su tiempo. Puedo sentir que su "Magia" apenas está germinando en su interior y cuando sean convocados al campo de batalla, es allí donde deberán desplegar todo lo que aprendieron conmigo. Ahora, regresemos a lo que estábamos haciendo.- Finalizó y reanudaron los entrenamientos.
Mientras tanto, llegando al Norte de África, las fuerzas "Shadow Neuroi" bajo el mando de May Cruel estaban arribando hacia las fortificaciones establecidas por los Ejércitos de aquellos países, en un intento por demorar su llegada hasta el Magreb, algo que sería sumamente complicada. La chica rubia, por su parte, contempló las defensas establecidas y ordenó parar el avance, quería "acampar" la noche previa a la gran batalla que iba a desatarse antes de que tomara Egipto, el Canal de Suez y con ello tendrían el acceso libre para invadir la Europa del Sur.
Acto seguido, la joven pasó a encender su pantalla holográfica y así reportarse ante sus hermanas, quienes estaban a la espera de su nuevo informe.
- "¿Cómo va la operación, May?".- Preguntó Lee a la rubia.
- He conseguido una serie de victorias a lo largo y ancho de África, sobre todo en el Este, donde ya no nos tenemos que preocupar por las fuerzas enemigas, quienes se han replegado hacia Arabia Saudita en masa.- Informó ésta con tranquilidad, mirándose las uñas esculpidas y de ahí señalando hacia el exterior, donde había establecido su "Cuartel General".
- "Perfecto, si necesitas ayuda, enviaremos refuerzos desde la "Segunda Colmena". Llegaremos allí dentro de poco".- Añadió Marie, mientras que la rubia disfrutaba de una bebida fría que le habían traído uno de sus "Shadow Neuroi".
- Descuiden, dentro de poco tiempo no quedará ni una sola ciudad de pie en el Norte de África, hermanas. Ya lo verán.- Prometió ella, mientras que daba por finalizada la charla.
[Espero que hayan pasado una muy Feliz Nochebuena y Navidad, amigos. Lamento un montón no haber subido este capítulo pero las Fiestas de la semana pasada me tuvieron muy ocupado. Pero aquí les traigo este nuevo capítulo, espero que lo disfruten.
Bueno, los entrenamientos con Anna Ferrara han comenzado y con ello veremos cómo será el desarrollo en los poderes de los chicos, sumado de que el Tiempo está en su contra y deberán detener el avance de May y sus hermanas sobre África cuanto antes.
Mando saludos y agradecimientos para todos ustedes.
Les deseo un buen comienzo de semana y hasta el próximo capítulo, Camaradas.].
