Capítulo VII:
El Cielo permanecía despejado, no les faltaba mucho para llegar hasta su objetivo: El Norte de África. Había algunos que estaban nerviosos, un poco, era común, la primera vez en un campo de batalla, donde, tal vez, no regresarían con vida. Nazz estaba enfocada en la misión, Jimmy permanecía cerca de Sarah y Perrine con la esperanza de poder luchar cerca de ellas, aunque también tendría que valerse por sí mismo algo pasaba en medio del combate. Eddy dirigió su mirada hacia el albino, éste lo miró al de baja estatura pero no dijeron nada, solo había silencio hasta que Yoshika fue la que dio un paso hacia adelante para hablar con ellos.
- Muy bien, escuchen, quédense cerca de sus compañeros, no se separen, permanezcan juntos y cuando empiecen los combates, ataquen con todo lo que tienen. Recuerden, si alguien resulta herido, no se le abandona. En cuestión de minutos arribaremos al Norte de África y puede que el ataque ya se esté iniciando.- Señaló la Sargento del Imperio Fuso ante los presentes.
- "Solo espero que todo lo que aprendimos resulte, es nuestra única opción".- Lanzó Doble D una plegaria al aire, perdiéndose en medio de la nada y con ello continuaron con el vuelo.
A pocos kilómetros de la "Línea de Defensa", los Ejércitos de aquellas Naciones estaban listos y en posición para contener el avance enemigo. Los Comandantes allí reunidos discutían sobre cuándo empezarían las Crueles con su ofensiva, muchos tenían la certeza de que sería en cualquier momento y que solo les quedaba esperar, como única opción. La incertidumbre, por su parte, hacía mella en algunos Soldados, quienes se paseaban nerviosos de aquí para allá, recibiendo consejos de sus Instructores y Oficiales de que mantuvieran la calma, de lo contrario, la moral se desplomaría en cuestión de segundos ante todos los demás. Igual que un virus que afecta a un organismo y luego ataca a los demás, en un "Efecto Dominó" imbatible.
Por su parte, en el "campamento" que levantaron las Crueles, éstas se hallaban a pasaban lista por última vez. Sus Ejércitos destruirían a los rivales que les opondrían resistencia, aquello sería una batalla de medio día y nada más, sin embargo, May era quien se mostraba preocupada por los futuros resultados y al ver que la "Segunda Colmena" llegaría en pocas horas, esperaba no tener que emplearla contra las defensas enemigas.
Hallándose en la "Sala de Operaciones", la rubia veía los informes, en formato digital, sobre las diferencias entre ambos bandos. Estaban igualados, pero desconocían, los defensores, de la presencia de la "Segunda Colmena". Después de la destrucción de la última, ellas no iban a permitir que se volviera a repetir el mismo error. Solo necesitaban acabar con ellos y de ahí toda África sería una "colonia" para los "Shadow Neuroi". Obviamente tendrían que hacerse cargo de las oleadas de refugiados que querrían defender sus hogares, las milicias de esos países también habían sido convocadas, teniendo sus antecedentes en la lucha contra el terrorismo y que no permitirían que unos "robots" se apoderaran de las tierras de sus Ancestros. Si ellas ganaban, aquellos que se alzaron en armas iban a ser ejecutados, un completo baño de sangre sin distinciones y los que se rindieran, tendrían que arrodillarse ante ellos.
- "Esta gente no se va a dejar pisotear por nosotras".- Pensó May, frunciendo el ceño y mostrando una expresión gélida ante la tenacidad de los pueblos africanos.- "Los Italianos fueron derrotados en 1896 en Etiopía cuando quisieron conquistarla y no fue hasta la llegada de Benito Mussolini al poder en los Años 20, cuando modernizaron sus Ejércitos".- Dio aquellos ejemplos, dentro del contexto histórico.- "Egipto va a ofrecer una seria resistencia ante nosotras, lo mejor sería enviar a un grupo bastante numeroso y amenazar con destruir las Pirámides".- Sonrió de forma malvada. Sí, ese podría ser el golpe demoledor que derribara cualquier intento de resistencia, todos conocían muy bien a los egipcios y no podrían permitir que aquellas magníficas obras del Pasado fueran borradas del mapa pero aquella expresión se borró, inmediatamente, justo cuando notó algo importante en uno de los libros de Historia que llevaba consigo.
Marie entró a la "Sala de Operaciones" y May dejó el libro abierto en un capítulo sumamente importante sobre la Historia de Egipto, uno que llamó la atención de la peli azul oscura, quien lo tomó y leyó unos minutos, recibiendo el permiso de su hermana para que pudiera verlo sin problemas. Acto seguido, ella lanzó una pequeña risa al aire.
- ¿De verdad crees que podríamos tener problemas, May?.- Preguntó Marie a la rubia, quien no podía dudarlo.
- Recuerda que cualquier error, incluso el más pequeño de todos, puede condenar el éxito de una misión.- Sostuvo con seriedad y cerró los ojos.
- Ya, pero tampoco es para ponerse así: Esto no es la Batalla de Magnesia.- Enfatizó y comparó aquellos tiempos con los del Pasado.
- No, por supuesto que no, pero los egipcios se confiaron en que podrían vencer a las huestes del Rey Antíoco III El Grande de Siria y perdieron en la Batalla de Panio, ante el poder de las Falanges enemigas.- Resaltó la rubia y eso llamó mucho la atención de su hermana.
- Vaya.- Marie se aclaró la garganta y buscó las palabras adecuadas para no levantar alguna sospecha o dudas sobre la capacidad intelectual de la rubia.- Para serte sincera, has aprendido mucho estos días y eso es bueno.- Apoyó sus manos en los hombros de la joven.- Ya verás que vamos a triunfar: Para hoy, al Atardecer o quizás mucho antes, nuestra bandera flameará sobre El Cairo.- Auguró con confianza, mientras que se retiraba del lugar, ya que tenía que preparar a sus fuerzas.- No te demores mucho, Lee ordenará que avancemos.- Pidió, como último consejo y tras asentir con la cabeza, se retiró de la "Sala".
Volvió a su libro, la lectura del mismo: La Batalla de Panion, la derrota del Egipto Ptolemaico a manos de los Seléucidas, el cual se anexó nuevos territorios bajo su Imperio hasta la llegada de una futura Potencia. Los Generales Publio Cornelio Escipión El Africano/"Africanus" de Roma y Aníbal Barca de Cartago. Uno que fue el vencedor en la Batalla de Zama, triunfó en Asia Menor sobre el Rey Antíoco III El Grande de Siria pero que fue obligado a exiliarse junto a su familia por la supuesta "acumulación de poder" dentro del Senado de Roma, algo que muchos de los miembros, como lo fue Marco Porcio Catón, temieron de que Escipión pudiera ascender hasta proclamar la Monarquía, un viejo sistema que no querían volver a ver en la Ciudad del Tíber.
El otro, Aníbal Barca, el hijo del famoso Amílcar Barca, quien inició la conquista de Hispania y que luego su hijo continuó junto a sus hermanos y Generales Asdrúbal y Magón, al igual que con el Jefe de la Caballería, Maharbal. Conocido como el "Padre de la Estrategia" pero que el Senado de su Patria ignoró todos los pedidos para poder concluir con la campaña contra Roma, siendo vencido en la Batalla de Zama por "Africanus" y con ello volviendo a Cartago. Luego fue traicionado por la Oligarquía que estaba instalada en el poder, viendo que Aníbal se estaba haciendo cargo de los asuntos económicos y encarcelando a los que se llenaban los bolsillos con el dinero del pueblo, tuvo que exiliarse junto a su gente y luchar en varios Reinos hasta su muerte.
Sí, ellas podían convertirse en los Generales Escipión y Aníbal, solo necesitaban una victoria que pusiera en jaque a sus enemigos, derribara la moral en sus filas y que llevara a la caída absoluta de todas las demás fuerzas militares que estaban imponiendo resistencia. África sería la tumba de todos ellos, su plan no podía caer; contaban con un vasto Ejército, podían ganar, de eso no había dudas pero May se fijaba hasta en los detalles más minúsculos para que no afectaran al avance.
Pronto, la muchacha fue llamada para presentarse y estar junto a sus hermanas, así que salió afuera y contempló a las tropas que atacarían al enemigo en cualquier momento. Antes de irse, la muchacha dejó el libro de Historia Antigua abierto, con la ayuda de un señalador, en el capítulo sobre Asia Menor y el Imperio Seléucida, de ahí puso rumbo hacia el exterior.
Ante los Ejércitos, Lee, May y Marie se dirigieron con una mirada seria, fría, calculadora. Miró hacia aquellas tierras, solo unos pocos kilómetros, la victoria estaba al alcance de sus manos, solo un puñado de idiotas podían ofrecer resistencia, una que sería en vano. Fue así que Lee se acercó hasta el palco y comenzó a hablar ante las fuerzas desplegadas allí abajo.
- Buenos días.- Saludó ella y esos seres no respondieron, permanecieron callados, obedientes ante sus Comandantes.- Dentro de poco daremos por iniciada la ofensiva que pondrá punto final a los defensores en el Norte de África. Una vez que caigan sus fortificaciones y puestos de avanzada, Europa del Sur será nuestra y desde allí iniciaremos la expansión hacia el resto del Mundo.- El tono de su voz se fue haciendo intenso cuando fue acercándose a lo que buscaba.- Sin embargo...- Una pausa, tragó saliva y de ahí mostró una sonrisa de complicidad.- Hay ciertas escorias, ratas que se quieren meter en nuestro camino y arruinarnos la fiesta...¡y esas son las "Witches"!.- Exclamó y aquello fue un llamado de atención para los Ejércitos.- ¡Sí, ya me oyeron, ellas quieren destruir el legado de nuestro abuelo, además de que nos quitaron a nuestros novios pero lo van a pagar, les haremos sufrir una devastadora derrota este día y nadie nos va a detener!.- Juró, cerrando el puño.
El silencio perduraba pero ellas podían sentir esa lealtad que tenían aquellas creaciones artificiales y no eran unos estúpidos, no, tenían inteligencia, eran fuertes, ya había sembrado de devastación, muerte y destrucción varios puntos del Planeta y ahora ¿qué importaba si algunos querían defenderse?. Que lo hicieran, pronto serían pasto de las llamas junto a sus máquinas de guerra.
- ¡A partir de este momento comienza la caída de Europa y de todos aquellos que se interpongan en nuestro camino! ¡Sin piedad, "Shadow Neuroi", destruyan a todos los que vengan a entorpecer nuestra marcha!.- Finalizó Lee y tras ello se fueron encendiendo las naves, el campamento se levantó y de ahí iniciaron los preparativos para lanzar su ofensiva.
Rápidos y silenciosos, letales, la maquinaria comenzó a moverse, lo que antes era una "masa" uniforme se convirtió en un auténtico despliegue del aparato militar que ellas poseían consigo y apenas era el comienzo de algo mucho mayor que llevaban consigo. De improvisto, el suelo arenoso del Desierto de Sáhara comenzó a temblar y allí pudieron ver a la "Segunda Colmena", majestuosa, enorme, resplandeciente y repleta de refuerzos "Shadow" que habían llegado para ser la "Punta de Lanza" contra el enemigo.
Desde su nave Central, las Crueles contemplaron la marcha de sus Ejércitos. El "Frente Principal" iba a la carga y sería el que iniciara el ataque, las armas estaban listas, al igual que los demás aparatos aéreos.
- A mi señal, desaten el Infierno.- Pidió Lee a uno de los "Shadow Neuroi", quien asintió en silencio y partió para transmitir las órdenes dadas por la pelirroja.
Sobre la "Línea de Defensa" establecida por los Ejércitos del Norte de África, los Soldados ya habían tomado posiciones desde temprano, la Artillería, los tanques, las Unidades Mecanizadas junto a los barcos y los aviones estaban en posición. Los helicópteros no paraban de dar vueltas en el aire, trazando círculos hasta que desaparecían entre las nubes. Los observadores se hallaban vigilando de que el enemigo no apareciera. Uno de los Comandantes conversaba con otro sobre los resultados de la futura lucha, si es que llegaba a cumplirse.
- ¿Cómo cree que será este enfrentamiento, General Ahmed?.- Preguntó uno de ellos a un hombre de tez morena y un parche en su ojo izquierdo, además de lucir, limpiamente, el uniforme de Oficial. Ya había visto demasiada acción y estaba por retirarse del Ejército cuando fue llamado a las armas para defender Egipto de las garras enemigas. En ese momento, ante la interrogante de uno de los Oficiales, Ahmed apretó los puños con fuerza y miró al Cielo.
- Dependerá del éxito y la resistencia que podamos ofrecerles. El resto reside en el apoyo de Alá.- Respondió y el joven se quedó en silencio, justo cuando los exploradores volvían en un jeep que cruzó el Desierto del Sáhara a toda velocidad.
- ¡General, General, el enemigo se está moviendo, están a pocos kilómetros de llegar hasta aquí!.- Alertó uno de los enviados, mientras que el militar asentía con la cabeza.
Sabía muy bien que se acercaba la hora de pelear, volvió a elevar una plegaria al Cielo, pidió por la seguridad de su familia, su gente y de la Patria que lo vio nacer. Pronto, caminó hacia donde estaban las tropas y éstas respondieron con la moral elevada.
- ¡Este día defenderemos hasta nuestra última gota de sangre y aliento nuestra Patria! ¡Expulsaremos a esas invasoras que han destruido incontables ciudades, arrasado nuestras aldeas, campos y expulsado a innumerables familias de sus tierras! ¡Soldados, este será el día en el que haremos Historia y si caemos, nos llevaremos a cuantos de ellos al Más Allá!.- Dio su grito de batalla el General Ahmed, mientras que los hombres y mujeres, tanto efectivos de los Ejércitos como milicianos y voluntarios alzaron sus armas en señal de que iban a dar una buena pelea.- ¡SIN MIEDO, HERMANOS, PORQUE ESO ES LO QUE BUSCAN, QUIEREN QUE NOS VOLVAMOS SUMISOS, OBEDIENTES PERO YO NO PERMITIRÉ, NI NINGUNO DE USTEDES DEJARÁ QUE ELLAS NOS GOBIERNEN!.- Bramó y de ahí tomaron sus armas.
Les faltaban unos pocos metros para llegar hasta ellos, Lee divisó la "Línea de Defensa", una sonrisa se dibujó sobre su rostro y teniendo a sus hermanas a ambos lados, se dirigió hacia sus Soldados, quienes esperaban la orden final.
- Ahora: Desaten el Infierno.- Ordenó la pelirroja y sin decir nada, aquel Destacamento de Soldados fueron a preparar los cañones y demás armas de sus naves.
("Smokers Sighted", OST 09 de "Waterworld")
Aquellas armas estaban cargadas y listas para actuar, una serie de resplandores violeta fueron surgiendo desde el interior de las máquinas y los objetivos del primer bombardeo serían las fortificaciones y sistemas de defensa que contaban los Ejércitos del Norte de África.
- Ya están aquí.- Advirtió Ahmed y lanzó una plegaria a su Dios.- Alá, protégenos a todos nosotros.- Rogó por la ayuda espiritual de aquella Deidad, mientras que se veían los fulgores de los cañones enemigos. Inmediatamente, éste se puso de pie y corrió hacia los artilleros.- ¡Comiencen a disparar ahora, vamos a prepararles una "Cortina de Humo" en este instante!.- Ordenó a todo pulmón y nadie dijo nada, desatando la primera oleada de proyectiles que impactaron contra el grueso blindaje de las naves enemigas, provocando, en su interior, una serie de sacudidas que las Crueles ni sintieron.
Una vez que la Artillería empezó con el "show", la Fuerza Aérea de aquellos países junto a la Armada se unieron para cumplir con su cometido.
- ¿Eh?.- Se preguntó Doble D y se alejó unos 20 metros en donde pudo atisbar las explosiones y columnas de humo que se alzaban desde abajo. Eila y Sanya fueron hasta donde estaban, él les asintió con la cabeza y la chica del Norte de Europa cargó su arma.
- El ataque ya ha empezado, ¡adelante, amigos, derrotemos a las Crueles!.- Les animó la peli plateada, quien descendió junto a Sanya y Doble D hacia el Desierto del Sáhara.
- ¡Primera ronda de proyectiles concluida, Mi General!.- Informó uno de los Sargentos de Artillería.
- Inicien con la segunda oleada, tenemos que contenerlas.- Ordenó éste, cosa que dejó un poco serio al otro.
- Mi General, con el debido respeto, no les estamos haciendo ni el menor de los daños posibles, a este paso vamos a perder toda la munición en pocos minutos.- Advirtió el militar pero Ahmed ya había tomado su decisión.
- Es una orden, Sargento Primero Arath y se debe cumplir al pie de la letra.- Dejó confirmada su posición y voluntad, por lo que éste debió reconocer su tenacidad y partió para dar sus palabras a los demás.
Nuevamente comenzaron los cañoneos contra la "Primera Línea" enemiga, sin hacerles casi nada de daño pero que les permitiría ganar el mayor tiempo posible. Ahmed contemplaba con el rostro frío, a pesar de que el sudor le perlaba la frente, éste se mantenía en su posición. La Artillería no cesaba bajo ningún precepto o tiempo, continuaban con el ataque sin cesar hasta que comenzaron a notar algo más que avanzaba hacia ellos.
Elevándose majestuosamente, igual que los "Cuatro Jinetes del Apocalipsis", las naves de avanzadilla "Shadow" aparecieron delante de las fuerzas enemigas, provocando que los defensores no pudieran responder con el debido tiempo y de ahí empezaron con los bombardeos sobre las posiciones antes mencionadas. Las cargas de aquellas naves caían con un estrepitoso silbido que rasgaba el aire igual que una cuchilla y las primeras edificaciones cayeron por las devastadoras explosiones, en especial los arsenales de armas y municiones, los cuales levantaron enormes columnas de humo negro y unas lenguas de fuego que parecían tocar los Cielos.
El ataque había empezado, las barricadas y alambradas instaladas habían quedado reducidas a montañas de escombros junto a unos cuantos sistemas de defensa anti-aérea, los cuales ardían a más no poder. Los barracones y puestos de avanzada habían sido evacuados, mientras que las bajas, entre muertos y heridos, mantenían ocupados a los miembros del "Cuerpo Sanitario", quienes los cargaban en camillas hasta los hospitales construidos bajo tierra.
- ¡No se rindan! ¡Valor, Soldados, Valor!.- Les alentaba el General Ahmed pero él mismo reconocía de que todo estaba perdido. La Artillería había terminado con su segunda oleada y los barcos estaban cubriéndolos, poniéndose bajo la mira del enemigo.- "Alá, protégenos".- Rogó el militar a su Dios, mientras que el aire se llenaba de gritos y órdenes entremezcladas.
- Los barracones y el Cuartel General ya son pasto de las llamas. Al igual que los arsenales y los puestos de avanzada.- Informó Marie a Lee.
- Excelente, que May vaya al frente y se ocupe de eliminar la resistencia de esos militares y de ahí ya nos aseguraremos unas vastas extensiones de territorio desde el Norte de África y Europa del Sur.- Ordenó la pelirroja, mientras que la otra se ponía en marcha para que se reanudaran los bombardeos.
Huidas, gritos, heridos, sangre, fuego, todo eso conformaba un "auténtico cuadro" de devastación, muerte y destrucción. El General Ahmed y sus Comandantes seguían exhortando a que se continuara combatiendo pero aquello ya parecía tener un parecido con la Batalla de Cannas, en donde Aníbal Barca masacró a las Legiones de Roma y causó cientos de bajas, incluyendo la muerte muchos Senadores.
- ¡General, a este paso nos exterminarán a todos: Debemos dar la orden de evacuación, ahora!.- Se acercó uno de los Oficiales de aquellos Ejércitos.
El pobre moreno no tenía las palabras necesarias para que le ayudaran a describir lo que sentía por dentro: Ira, decepción, odio. Esas tres emociones le impedían decir lo suficiente y ahora estaban ante el mayor desastre militar de la Historia. Habían resistido el mayor tiempo posible, sin embargo, viendo que el enemigo continuaba con su avance, éste debió tomar una decisión sumamente "trágica".
- Nuestra prioridad es proteger a los civiles y a nuestros heridos. Den la orden de...- Pero cuando estaba por finalizar su oración, desde el "Puesto del Radar", un grupo de operarios habían detectado algo que se acercaba hacia ellos.
- ¡Mi General!.- Llamó el Mayor a cargo de aquella estación y pudieron oír una voz por la radio.
Ahmed corrió y tomó el auricular para ver quiénes eran.
- Identifíquense.- Ordenó con seriedad.
- "Soy la Comandante Minna Wilcke de la 501* Ala Conjunta, "Strike Witches".- Se presentó la muchacha y dejó sorprendido al General.
("Saving Pearl Harbor", OST de "Medal of Honor: Rising Sun")
- Estamos sobre ustedes y volando en su ayuda, resistan.- Pidió la pelirroja, mientras que veían el ataque desde arriba. Una vez que terminó la comunicación, Minna y las demás tomaron sus armas.- ¡Muy bien, amigos, es tiempo de darles su merecido a las Crueles, recuerden todo lo que les dijo la Sargento Yoshika y demostremos de lo que estamos hechos!.- Ordenó la joven y con ella dieron un feroz grito de batalla que se hizo sentir por todo el Firmamento.
Los Eds y sus amigos asintieron con la cabeza: Era la hora de demostrar de lo que habían aprendido y del poder que ahora poseían en su interior.
- ¡No les fallaremos, Comandante Wilcke!.- Juró Eddy y junto a Ed y Doble D fueron los primeros en descender, seguidos por los demás y las "Witches".
La Batalla de África acababa de comenzar.
[Tal y como prometí, este capítulo y el último serán largos, sumado de que, ahora, el combate acaba de iniciar pero no será uno sencillo: Van a tener que poner todo lo que aprendieron sobre la mesa si quieren triunfar.
Por otro lado, amigos, espero que hayan pasado unas excelentes Fiestas de Navidad y Año Nuevo. Quedan los Reyes Magos y para ello les traigo este nuevo capítulo y luego empezaré a escribir el último para ir cerrando el "Arco II". En Febrero iré con el tercero.
Mando saludos y agradecimientos para todos ustedes, en especial para Matfix: Muchas gracias por el apoyo y las felicitaciones, amigo.
Nos estamos viendo. Cuídense y buen comienzo de día Martes de mi parte, Camaradas.].
