Capítulo II:
En aquel mismo instante en el que los chicos eran condecorados y recibían las felicitaciones de la Veterana Anna Ferrara de Venecia y de las "Witches", el escenario comenzó a cambiarse, dirigiéndose a través de un vasto Cielo que se iba volviendo gris, frío y con una incesante lluvia que no parecía detenerse. Y con ello podía verse una nave de las "Fuerzas Shadow Neuroi" que atravesaba el Firmamento hasta detenerse en una enorme "Colmena", la cual se ubicaba en una zona completamente desconocida para los presentes y que estaba lejos de cualquier presencia satelital y de radares militares. Una serie de naves patrullaban los alrededores y el perímetro de aquel enorme baluarte de conquista, mientras que, en su interior, era un verdadero hervidero de actividad. Datos y más se intercambiaban como el dinero, de mano a mano, dejando constancia de que ellos no conocían el descanso, solo el trabajo para que ese "Imperio" pudiera establecerse a nivel mundial.
Algunos "Shadow Neuroi" conversaban entre ellos, en un "idioma" que solo aquellas tres hermanas podían interpretar y que para cualquier experto, incluso para un amante de la "Inteligencia Artificial" resultaba imposible de comprender. Uno de éstos pasó caminando hasta perderse en uno de los pasillos, en el cual podía verse una puerta de madera con detalles del Siglo XIX y bordes que iban del oro al plateado. En su interior podía verse a aquellas responsables yacer sentadas en un sillón y mirando a través de las pantallas los informes de las últimas novedades.
Marie se puso de pie y apagó las mismas, volviendo a sentarse, echando su cabeza hacia atrás y con ello venía un Sirviente, quien les traía algo para beber. Tomaron los vasos con una bebida refrescante y éste se retiró en silencio, mientras que fue May quien procedía a darle un trago para saciar su sed. ¿O acaso era algo más que les estaba pasando?. En la habitación había silencio muy profundo, gélido, casi como si se tratara de un Cementerio o el funeral de alguien.
Para las Hermanas Kanker, las últimas semanas habían sido de duras derrotas para sus fuerzas en los frentes que iban desde Europa hasta América Latina. Desde la caída de la "Tercer Colmena" que las cosas terminaron por convertirse en una serie de reveses nunca antes vistos. Aunque, aquella derrota militar no era lo único que les había afectado, sino de que, también, perdieron en otro "campo", uno privado y que esperaban ser felices, sin embargo, sus sueños fueron truncados por aquellas chicas con "Magia" y militares.
Lee era la que no decía, May y Marie conversaban pero sus ánimos estaban por el piso y para la pelirroja, sumando las heridas que sufrió tras su pelea con Francesca, ésta no paraba de sentirse una completa inútil cuando perdió a Eddy. Aún recordaba las palabras que éste había dado, de que no era ningún objeto suyo y que era libre de estar con quien quería, escogiendo a la italiana de cabello negro, situación que le llevó a pelearse contra ellos y en donde sufrió una muy humillante paliza.
- Bueno.- Habló May.- Este es el principio del fin de nuestro "Imperio". Fue un gusto haber combatido contra ellas.- Dijo, dando ese tono de despedida.
- ¿Qué quieres decir con eso, hermana?.- Preguntó Lee, poniéndose de pie y mirándola con frialdad.- ¿Acaso te vas a rendir?.
- Abre los ojos y déjate de perder el tiempo con ser Alejandro Magno. Ni siquiera les llegamos a los pies a él o incluso a los Faraones de Egipto. No, terminamos igual que el Rey Antíoco III El Grande de Siria tras la Batalla de Magnesia. Dos veces perdimos y más cuando teníamos la superioridad numérica para enfrentarlos y triunfar, pero nos dejamos llevar. Ahora, míranos, estamos en la ruina.- Le espetó y ambas quedaron cara a cara.
- Oh.- Lanzó la pelirroja un "suspiro".- ¿Entonces tengo una hermana que se quiere rendir?.- Preguntó y fue adquiriendo un tono burlón, a pesar de seguir abatida.
- ¡Yo no soy ninguna derrotista, solo estoy siendo honesta!.- Exclamó la rubia, alzando el tono.
- ¡No me hables así, May. Eres una Kanker, no una llorona, ¿me oíste?! ¡Aún no nos han vencido, solo es una demora en las operaciones!.- Exclamó pero nada parecía ir bajando la tensión.
- ¡¿Sí?! ¡¿Una "demora"?! ¡¿Cómo puedes decir eso cuando nos acaban de derrotar, ahora, en Praga?!.- Le reprochó la otra.- ¡Tú dices ser alguien pero solo vives una fantasía! ¡No tenemos nada para vencer a las "Witches", perdimos tres "Colmenas" y ahora no sabremos qué hacer de ahora en adelante!.- Añadió pero, en aquel momento, ella notó que Lee estaba mirando al piso, silenciosa. Temía de que le diera una bofetada pero no la hubo, sino de que se alejó y caminó hasta alejarse de ellas, volviendo a sentarse en el sillón.
Hubo un momento de pausa, ninguna de las dos dijo nada, sus expectativas y sueños estaban destruidos y lo único que quedaba eran los recuerdos de una campaña que estaba terminando de la peor manera para ellas. De golpe, Lee se volvió a poner de pie y miró hacia las pantallas que estaban apagadas.
- ¿Saben una cosa?.- Preguntó, dándoles la espalda, mientras que sus ojos se iban humedeciendo por las lágrimas, pero evitaba no estallar del llanto.- Cuando iniciamos esta guerra, temía de que llegara un momento como éste, en donde nuestros enemigos nos superaran con alguna estrategia o truco mágico, igual que el que hacen los Magos durante las fiestas de cumpleaños, ¿lo saben?.- Contó y tras ello, ninguna de las dos dijo nada.- Es sencillo darse por vencido, tirar la toalla al piso y listo, nos vamos por la puerta trasera del edificio. Lo es, pero no es fácil volver a entrar y yo no soy de aquellas que se rinden y es el final de la historia. No.- En ese momento, secándose las lágrimas, encaró a sus hermanas.- Nos han vencido, sí. Nos han destruido tres "Colmenas", así es y nos han quitado a nuestros novios, lamentablemente es correcto, pero, de aquí en adelante, ya no me importa lo que dicte mi corazón, lo único que haré será seguir a mi mente y en este momento tengo el alma más oscura y fría que las noches de Invierno en Peach Creek y quiero que ustedes también lo digan. Vamos, adelante.- Les animó pero ni Marie y May dieron un paso al frente.- ¿O es que acaso son cobardes y prefieren ver a los Eds en un altar con las "Witches"?.- Preguntó y aquello llevó a que la peli azul oscura cerrara los puños y golpeara una pared con fuerza.
Se quedó respirando profundamente y de ahí se quitó las lágrimas que bajaron, repentinamente, de sus ojos.
- Que se vayan al Infierno esas desgraciadas. Me quitaron a mi Doble D esas dos de Finlandia y Rusia. ¿Mi Bomboncito quiere estar con ellas?. Entonces yo se las devolveré...¡pero en un ataúd negro!.- Juró Marie, mientras que ese "veneno" le iba corrompiendo por dentro.
May miraba el cambio emocional en su hermana. Le temblaban las manos y las piernas, no sabía qué hacer pero aquellas palabras estaban haciendo mella en su interior, le animaban a que se uniera. ¿Para qué perder el tiempo?. Era una tontería el quedarse allí, de pie como una estatua cuando las cosas estaban poniéndose sumamente interesantes. De ahí, los rostros de Lee y Marie se dirigieron al de ella, quien tragó saliva.
- ¿Y bien, May? ¿Vas a decir algo o te vas a quedar allí como una estúpida?.- Le interrogó la peli azul oscura.- ¿Acaso quieres volver a ver a tu Ed tomado de las manos con esa rubia de Karsland?.- Y aquella "película", el momento en el que él le dijo sus verdades y que tuvo que irse de allí, habían sido más que suficiente para despertar una oscuridad gélida que yacía en su interior.
- No...- Dijo en voz baja.
- Habla un poco más alto, creo que no te escuché.- Le ordenó Lee, quien fue hasta ella.
- ¡NO!.- El grito que la rubia lanzó parecía que llevaría a que las ventanas estallaran por el temblor que produjo.
Su pecho subía y bajaba, su razonamiento estaba nublado por el odio y con ello estaban los deseos más terribles y peligrosos que una persona puede tener. En un momento dado, May encendió las pantallas y de ahí cobró "vida" la "Sala" en la que se encontraban.
- Quiero a Erica Hartmann muerta...¡Quiero que la fusilen, que la maten de la peor manera, no importa cómo sea, solo háganlo!.- Bramó la chica pero sus dos hermanas le detuvieron.
- Tranquila, ya conocerás el plan que llevaremos a cabo.- Prometió la pelirroja con una mirada seria en su rostro.
Una vez dicho eso, ella sacó una llave que llevaba en sus bolsillos, la cual tenía grabada la imagen de una Estrella en su Centro y de ahí procedió con abrir un cajón del escritorio que tenía y en donde leía los informes que les traían sus fuerzas. Acto seguido, en medio del silencio, consiguió una "Memoria USB", la cual conectó a una computadora y ésta transmitió toda la información hasta las pantallas, las cuales se encendieron y quedaron repletas de imágenes, datos y demás para lo que ellas tenían pensado efectuar.
- Esta vez no hay vuelta atrás, chicas: Ahora a todo o nada, ¿queda claro?.- Dejó ese último aviso a las dos hermanas, quienes asintieron en silencio.
[Este capítulo, sé que es corto, pero descuiden, solo será este, no se preocupen. Lo que trataré de hacer será escribir hasta el cinco inclusive.
Mando saludos y agradecimientos para Matfix, Franco M. Romano y los demás seguidores.
Cuídense, amigos y buen día Miércoles de mi parte.].
