Capítulo X:
El "Hospital Gemilli" de Roma se había convertido en uno de los lugares, dentro de la Capital, en donde trasladaban a los heridos para su tratamiento. La entrada al edificio estaba protegida por las fuerzas militares de Romagna, mientras que, a unas cuantas cuadras que rodeaban el perímetro, protegido por fortificaciones y barricadas, podían oírse los estruendos provocados por las explosiones y los constantes intercambios de Artillería y bombardeos entre ambas facciones. Las ambulancias no paraban de llegar con nuevos pacientes que requerían ayuda inmediata, muchos habían sido civiles que no tuvieron tiempo para huir de las grandes urbes. Mismo panorama se repetía en las otras regiones de Italia, donde casi todo el territorio nacional estaba bajo dominio de las Kanker, exceptuando el Norte, donde los militares habían podido rechazar al enemigo y establecer un "Puente Aéreo" con Romagna para entregar medicinas, alimentos, armas, municiones y otros pertrechos para los que resistían en la Capital.
A unas pocas cuadras, hacia el Oeste, se había establecido el nuevo Cuartel General, provisorio, de las "Witch", el cual estaba ubicado en el edificio del gobierno nacional, en donde las Oficiales estaban reunidas con los Altos Mandos de las Fuerzas Armadas de Romagna, discutiendo los próximos movimientos de tropas, contra-ofensivas para recuperar el territorio nacional y la defensa de sus fronteras, ya que los otros Ejércitos "Shadow Neuroi" se encontraban apostados en Karsland, Suomus y Orussia, lanzando ataques relámpagos contra las posiciones de la resistencia.
Volviendo al "Hospital Gemilli", algunos de los chicos de Peach Creek habían quedado internados para que se recuperaran de sus heridas. Los Eds, Kevin y Nazz eran los que más se encontraban lastimados tras los combates y la metralla recibida por parte del invasor. Lo que habían recibido, en el frente de combate, iba a sanar con el tiempo, pero también quedaban aquellas esperanzas de poder reconquistar Romagna de las garras enemigas. Las Kanker habían demostrado ser, desde este nuevo punto de vista, unas personas despiadadas, frías y sin corazón. Atrás quedaron aquellas hermanas que buscaban conquistar el Mundo "a su manera", ahora era totalmente distinto: Una invasión sin descanso, una que consumiría todo rastro de Fe de que tuviera un Futuro la Humanidad. Todo estaba pendiendo de un hilo muy fino, frágil, que ante el mínimo movimiento podía destruirse y caer con todos ellos al vacío.
Ubicados en el Piso 4 de aquel enorme hospital, los Eds estaban recostados en sus camas, recibiendo la visita de las chicas, quienes habían ido allí después de terminar con su turno de vigilancia sobre los Cielos de la Capital Italiana. Habían pasado dos semanas desde la caída y los esfuerzos por expulsar a las Kanker seguían estando ubicados en niveles muy bajos, tocando el piso. La moral en las tropas seguía en alza, pero también estaba la cuestión de logística y con las oleadas de refugiados que iban para otras partes de Europa y del Mundo que aún estaban libres de la influencia "Shadow Neuroi".
Eddy fue el primero en reincorporarse, estaba cansado de estar acostado en aquella cama y se levantó con dificultad, ya que sus piernas le seguían doliendo, aunque el dolor iba bajando, poco a poco, tenía que usar un bastón para caminar con "normalidad" por el Hospital y el enorme parque que contaba éste. Francesca había llegado temprano, cerca del Mediodía para verlo, por lo que fue hasta su habitación que compartía con sus otros amigos. En ella halló a Doble D durmiendo pacíficamente y Ed, quien estaba leyendo sus cómics que Sarah le había traído desde Brittania.
Al ver a su novia, ésta le dio un tierno beso en los labios y le tomó de la mano para que fueran a caminar por el enorme parque que contaba el edificio.
- Me alegra de verte, Francesca.- Rompió Eddy el silencio que había allí, mientras que daban un paseo por ese lugar, en donde podían verse a otros pacientes que estaba recuperándose de sus heridas.
- No te podía dejar solo. Eres mi héroe, me protegiste de aquella emboscada de Lee.- Mostró ella su agradecimiento por aquel noble acto. Al recordarlo, las mejillas del chico de baja estatura se volvieron carmesí por las palabras, cargadas con dulzura, que dio la italiana.
- Jejejeje, ha sido un placer. Un Caballero, siempre, debe dar todo por la persona que ama.- Reconoció aquello y habló con tono gentil. Eso había cautivado a Francesca. Desde hacía un tiempo, Eddy había empezado a cambiar esa personalidad de embustero y que solo pensaba en estafar. Ahora se lo veía más amigable, cordial y dispuesto en ayudar, aunque esto era solo un comienzo para aquel chico, pero, aún así, la peli negra admiraba ese cambio.
El paso lento del chico sobre el sendero construido en el parque se hacía sentir, a pesar de ir lento, sus piernas estaban recuperándose de las heridas y tras unas semanas en cama, sin poder salir a dar una vuelta, había perdido la capacidad para movilizarse por su cuenta, así que, ahora, era su oportunidad de hacerlo y también pasar el rato con su novia. Eddy notó esa energía que ella emanaba, esa positividad y confianza, algo que nunca había sentido pero, en esos momentos, comenzaba a filtrarse dentro de él.
- Oye, Francesca.- Le llamó el joven a ella, quien se giró para oírlo.- ¿Cómo te encuentras?.
- ¿Disculpa?.- Preguntó la chica.
- Es...- Tardó unos segundos en pensarlo bien, no quería que su próxima oración sonara "ofensiva" para ella, así que eligió, cuidadosamente, las palabras que usaría a continuación.- Es sobre lo ocurrido aquí, en Romagna, últimamente las "Witch" andan un poco distanciadas, no porque se pelearan, sino por...bueno, tú sabes.- Apuntó tras hacer una serie de movimientos con las manos.
- Oh, eso, sí.- Recordó la peli negra, quien cerró los ojos y quedó pensativa.- Es cierto lo que dices. No es que esté enojada, pero, debido a las órdenes del Cuartel General, Eila y Sanya partieron para Suomus y Orussia, mientras que Erica y Trudie fueron para Karsland junto a Minna. Volverán en unos días, ya que es una misión de reconocimiento, pero, al parecer, las Kanker se han afianzado muy bien en esos territorios y los piensan defender hasta la última gota de sangre.- Relató el gélido panorama en el que se encontraban ahora.
Eddy miró a su novia y luego hacia la parte de atrás del edificio. Sabía muy bien que Doble D y Ed no habían tenido novedades acerca de sus parejas desde hacía semanas, temían de que algo les hubiera pasado. Tanto el intelectual de gorra negra como el amante de la Ciencia Ficción hacían todo lo posible, mientras que se recuperaban, de no pensar en cosas negativas sobre el Futuro de las chicas. Tenían la Fe de que las volverían a ver, solo necesitaban esperar un poco más y de ahí volverían.
El chico de baja estatura contempló esa zona, respiró el hondo, el aire del Mar Mediterráneo se metió por sus fosas nasales, fresco y salado, soltando un suspiro a la espera de que las cosas mejoraran.
- Lo sé, yo también pienso lo mismo: De que Erica, Eila y Sanya estarán bien, de que volverán dentro de unos días pero, las últimas noticias del frente no son nada buenas. Las Kanker están dispuestas a continuar con la invasión, eso es un problema muy grave, ya que se temen oleadas de refugiados y no sabrán, los gobiernos, en dónde ubicarlos.- Relataba Francesca, mientras que continuaban con la caminata.-
- Debe ser terrible y más de que estas malditas nos tomaron por sorpresa. No hubo ni una sola posibilidad de establecer una sólida defensa.- Se sintió el joven de Peach Creek furioso.
- Aún así, con ese plan, el ataque se habría llevado a cabo, pero con algunas modificaciones.- Hipotetizó Francesca.- Igualmente, una contra-ofensiva para recuperar Romagna, Karsland, Suomus y Orussia se va a llevar a cabo, pero eso costará mucho tiempo y preparativos tanto logísticos como tácticos. Sumado de que, en primer lugar, hay que asegurar el interior de mi país y buscar la "Colmena" que responde a esta zona.
- ¡Las "Colmenas", me había olvidado de ello!.- Chasqueó Eddy sus dedos.- Tienes razón, pero de ésta última no sabemos nada al respecto.
- Tranquilo, ya veremos qué pasará más adelante cuando nos asignen una misión de reconocimiento.- Le prometió Francesca y esas parecían tener algún "mensaje secreto".-
- ¿Quiénes irán?.- Deseó el joven de baja estatura.
- Eso nos lo dirán Minna y Trudie cuando vuelvan de Karsland, pero esta tarea va a ser sumamente importante si queremos ganar Italia a como de lugar.- Auguró la peli negra.
- Solo espero que podamos hacer algo para revertir la situación. Esto ya se ha complicado y más.- Temió Eddy, justo cuando se oía una nueva explosión en la lontananza.
De vuelta en la habitación que compartían Doble D y Ed, ambos permanecían enfrascados en sus "deberes". El intelectual se había levantado cuando entró un joven Soldado, el cual fue enviado por el "Alto Mando", hallándose de pie ante el chico.
- ¿Sucede algo? ¿Hay novedades de Eila y Sanya?.- Preguntó el chico de gorro negro.
- Me temo que no las hay, por el momento. Pero dicen los médicos que ya será dado de alta junto a sus otros dos amigos.- Señaló el mensajero, mientras que se retiraba.
- Espere.- Pidió Doble D y éste se giró sobre sí mismo.- Si ve a Eila y Sanya, dígales que pienso continuar en esta guerra. No pienso retirarme ni nada por el estilo.- Le encargó ese mensaje.
- Tranquilo, sé que lo hará bien. A pesar del golpe recibido, de parte de las Kanker, podremos inclinar la balanza a nuestro favor. Pero, por ahora, continúen descansando, que esta noche ya podrán irse.- Le prometió el joven militar y salió de la habitación.
Doble D se levantó de la cama y caminó, ayudado con un bastón, hasta la ventana, en donde se quedó de pie, firme, quieto, contemplando el hospital, su enorme parque y más allá de los otros edificios que formaban parte del complejo, la Ciudad de Romagna, su Centro y el Casco Antiguo. Una serie de explosiones lejanas se hicieron sentir y columnas de humo continuaban alzándose por los Cielos, llamando la atención de los que estaban allí y los que combatían en las calles.
Ed, por su parte, habiendo estado concentrado en la lectura de sus cómics de Ciencia Ficción, notó la figura de su amigo de pie, mirando hacia el horizonte, silencioso y con las manos en su espalda. Dejó el objeto sobre su mesa de noche, al lado del velador (o lámpara) y se recostó contra la cabecera de la cama.
- Doble D, ¿estás bien?.- Le lanzó su pregunta, lleno de preocupación.
Solo hubo un movimiento de cabeza, en señal positiva.
- No te noto muy animado este día y no puedes ocultarlo. Dime, ¿estás preocupado por ellas?.- Volvió a lanzar una nueva interrogante.
- No, Ed, estoy bien, tranquilo.- Le dijo pero éste negó con la cabeza.
- A mí no me engañas, amigo. Estás sufriendo por Eila y Sanya. No te mientas a ti mismo.- Señaló y su amigo se dio la vuelta.
Cuando se giró para verlo, Ed pudo notar unas lágrimas que bajaban por los ojos de su amigo. Se aferró con fuerza al bastón, mientras que se secaba las mismas con el dorso de su brazo derecho, intentando no derramar más pero fue en vano. Se sentía débil y volvió a tomar asiento, escogiendo una silla que había cerca de su cama.
- Ya han pasado dos semanas desde que ellas se fueron a Suomus y Orussia, no hay novedades. Sé que puede deberse a distintos factores como el clima o que las comunicaciones no estén en un terreno apto para enviar mensajes, pero...ya no me puedo engañar a mí mismo, ni tampoco a ti, Ed: Estoy sufriendo por ellas, temo de que les haya pasado algo y más con las Kanker allí afuera, con una terrible sed de venganza. ¿Viste cómo estaban May y Marie?. Ya no eran las que nos acosaban antes, junto con Lee, ahora parecían distintas, como si hubieran cruzado hacia otro Mundo e intercambiaran cuerpos con sus otras versiones. Ahora están llenas de rencor, odio, furia, entre otros sentimientos y yo temo por ellas. Sé que son fuerzas, no lo voy a negar, pero las "Fuerzas Shadow Neuroi" ya no son como las que fueron anteriormente, ahora representan un peligro para todos nosotros. Mira cómo terminaron Kevin, Nazz, nosotros.- Dejó salir todo ese temor, mientras que llevaba sus manos a su rostro.- Lo siento, yo...yo...sé que un Soldado no debe llorar pero...pero...- No pudo seguir más, ya que Ed se le acercó y le dio un fuerte abrazo.
- Tranquilo, lo sé, lo sé...Es duro no saber qué es lo que les pudo haber pasado, pero ellas no son ni débiles ni tampoco cobardes: Son fuertes, saben pelear, tienen experiencia. Si se enfrentaron a los "Neuroi" en el Pasado, entonces ahora harán lo mismo con éstos, pero no te dejes acobardar por el miedo, ni tampoco te quedes con esa "carga" en tu interior. Déjala salir, libérate de la misma. Yo también pienso en Erica, una parte mía teme de que haya caído prisionera por parte de las Kanker, pero mi corazón y mi consciencia me dicen de que ella bien, lo mismo va para Eila y Sanya. Solo debes escucharlos, Doble D, puede que su respuesta no siempre sea la correcta pero, de algún modo, verás que todo se va a solucionar.- Le auguró su amigo, sin soltarse del abrazo.
Con el correr del tiempo, Doble D fue recuperándose de ese golpe emocional.
- Hola, chicos.- Oyeron la voz de Francesca, quien vino con Eddy hasta la habitación.
- Al fin, ya era hora de que me dieran el alta.- Suspiró Kevin, aliviado tras estar en camas un tiempo.- Necesitaba levantarme y estirar las piernas.-
Tanto él como Nazz había sufrido heridas un tanto serias durante aquella emboscada, en especial el pelirrojo. Ambos estaban recuperándose, aún así les llevaría un tiempo más. El chico de la bicicleta permanecía en su cama, mientras que Nazz se hallaba afuera, practicando con una espada de "Kendo" que le había entregado la Mayor Sakamoto, quien se encontraba de pie, observándola en silencio.
El muchacho se encontraba de pie, frente a la ventana, contemplando a la rubia, quien trazaba una serie de finos y elegantes movimientos con aquella "arma de entrenamiento". La veía saltar, golpear el aire, cortarlo como una cuchilla y de ahí atacaba a todo lo que "estuviera en su camino". Respiró hondo, había ido a buscarla cuando la batalla contra las Kanker había terminado, pero casi moría por la pérdida de sangre causada por el combate y las explosiones. Nunca estado cerca de conocer el "Más Allá", ni tampoco que sintió en su interior.
- Ah, buenos días, amigo Kevin.- Oyó la voz de cierto extranjero peli azul oscuro.
- Hola, Rolf, ¿qué haces aquí?.- Le devolvió el saludo al chico, quien entraba y tomaba asiento en una silla.
- He estado ocupado, ayudando en los refugios y también practicando con mi "Magia". Veo que tú estás mejor.- Señaló el hijo del Pastor.
- Podría decirse que sí, aunque me darán el alta, tal vez hoy. Aún así, tengo que estar preparado para cuando volvamos al frente. ¿Tú sabes algo al respecto?.- Habló y lanzó esa pregunta pero Rolf negó con la cabeza.
- Aún no hay novedades, la Comandante Wilcke y la Teniente Barkhorn no han vuelto de Karsland. Misma situación ocurre con Eila, Sanya y Erica.- Informó el peli azul, mientras que daba un triste panorama.
- Ya veo...- Kevin miró al piso, cerró los ojos y suspiró.- Están Francesca y Eddy por el parque del hospital, pero Doble D y Ed todavía no han salido de su habitación. Me preocupan.- Enfatizó y mostró ese sentimiento que nunca había expresado.
- Créeme, yo también me siento mal por ellos. Solo espero que esas tres chicas vuelvan sanas y salvas de allí. Pero las Kanker, Dios, hermano, están locas. Ya no están en sus cabales.- Apuntó y Rolf asintió con la cabeza.
- Totalmente cierto: Son un peligro, no solo para nosotros, sino para ellas mismas. Están cegadas por la ira y la venganza. No descansarán hasta obtener lo que quieren y esto ya es lo más duro que nos tendremos que enfrentar.- Agregó el extranjero.- Pero, escucha bien, Kevin, a partir de ahora, vamos a tener que pelear de un modo más "sincronizado", esta derrota que sufrimos a manos de las Kanker en la Capital de Italia, ha sido solo el principio.- Dio ese consejo.
- Lo sé, será un poco difícil pero no nos podemos quedar aquí, ocultos mientras que ellas hacen lo que quieren. Cuenta conmigo.- Prometió el pelirrojo y se dieron la mano.-
- Por cierto, para animar un poco el ambiente, traje algo para comer: Unos malvaviscos, podríamos asarlos esta noche y también traje algo de carne de mis reservas, ¿qué te parece si invitamos a los chicos?.- Propuso Rolf.
- Buena idea. ¿Esta noche? ¿Y en dónde?. Recuerda que afuera hay "Toque de Queda", desde las 19 hs hasta las 6 AM.- Le hizo recordar ese punto.
- Descuida, hablaré con los encargados del Hospital y si nos dejan hacerlo en el parque, total, los árboles son muy grandes y frondosos. Sus copas nos serán de "Escudo" para que el enemigo no vea el fuego ni tampoco el humo.- Prometió el extranjero, quien se puso de pie y fue para buscar a Yoshika con la intención de contarle lo que tenía pensado hacer esa noche.
Mientras tanto, en las calles de Romagna, cerca del hospital, Sarah y Jimmy se encontraban junto a Johnny y Tablón bajo el cuidado de Charlotte y Perrine. La chica de la Galia había propuesto ir a dar un paseo por las zonas controladas por los militares en la Capital, aprovechando de que, por esos momentos, reinaba una paz provisoria. Atravesando las calles céntricas de la urbe, podían apreciarse sus edificios, tanto antiguos como nuevos junto a los hogares y negocios que atendían al público, a pesar de la guerra. Muchas de estas personas tenían sus vidas allí con sus trabajos, si se iban, lo perdían todo, una vida entera a la basura, por lo que se negaron a irse de Romagna y permanecieron allí hasta que la guerra terminara de algún modo u otro.
Jimmy alzó la mirada y notó que algunos edificios habían sido alcanzados por los bombardeos, su interior estaba ennegrecido y abandonados por sus dueños, así como también habían escombros que eran recogidos por los equipos de "Defensa Civil" para favorecer el movimiento por las calles y veredas. De vez en cuando se oían estallidos por los intercambios de disparos entre ambos bandos, así como también de los ataques aéreos y de Artillería.
Podían apreciarse vehículos que iban y venían por aquellas calles que tanta Historia conocían, tantos recuerdos en los civiles y que, en un parpadeo, todo podía terminarse para cualquiera que deseara tener un Futuro en Europa o en otras partes del Mundo que conocían. Nadie podía creer, en su sano juicio, que las Kanker hubieran atacado, de esa manera, a aquellos países. Para Jimmy era una "suerte" de presentimiento, algo iba a gestarse en lo más profundo del corazón de aquellas hermanas y se dio su resultado, uno que nadie esperaba ver o ser testigo.
El albino corrió unos metros hasta quedar cerca de Sarah y Perrine, ya que se había alejado. La peli rubia-plateada le pasó su mano por los cabellos al niño y le sonrió. Le traía mucha ternura saber de que su "Protegido" iba progresando en su día a día para ser un hombre de verdad y enfrentar los problemas. Sarah se mostraba más tranquila con su hermano, no lo atacaba ni insultaba, pero eso llevaba su tiempo. Nadie podía mejorar de la noche a la mañana y aquello era una tarea que debían seguir trabajando juntos.
- Esta Ciudad es hermosa. Me encanta.- Rompió Jimmy el silencio.
- Y que lo digas. Cuando acabe esta guerra, prometo llevarte a París para que la veas.- Prometió Perrine, poniendo su mano en los hombros de éste.- Oh, por cierto, miren lo que hay aquí.- Les mostró una galería de modas, a la cual entraron.
- Tablón y yo iremos a dar una vuelta por los alrededores. No nos tardamos, Señorita Clostermann.- Prometió Johnny, quien no tenía ese mismo gusto que Sarah y Jimmy.
- Muy bien, pero avísanos en dónde estás. No te pierdas.- Le dejó la joven de la Galia ese aviso, cosa que éste asintió y partió para cumplir con su cometido.
- ¿Una pequeña fiesta?. Mmmmm.- Rolf le había contado a Yoshika sobre ese plan que tenía en mente, sin embargo, el tema era la seguridad. La nipona permaneció pensativa un rato, mientras que el extranjero esperaba su respuesta.- No estaría mal hacer algo como eso y más para celebrar de que los chicos están mejor pero...el tema es que el fuego y el humo atraerían al enemigo, aún con los árboles.
- Lo sé, hay una gran posibilidad de que ellos nos vean, sin embargo, tampoco estaría de malo hacer algo así; los chicos Ed y Doble D han estado muy callados últimamente y es por Eila, Sanya y Erica. Desde que salimos de Brittania, ellas tres, al igual que Francesca, quieren llevar a las Kanker ante la Justicia a cualquier precio.- Señaló el peli azul oscuro con seriedad en su voz, mientras que la Sargento lanzaba un suspiro.-
- Es verdad lo que dices: Yo también estaría en sus zapatos. Hace semanas que no hay novedades de Erica, Sanya y Eila. Conozco a Trudie y Minna, sé que ellas saben pelear muy bien juntas pero...son esos momentos en los que te aferras a la esperanza de que no les habrá pasado nada y de que volverá.- Se detuvo y volvió a pensarlo.- Sí, tienes razón, Rolf: Hagámoslo.- Concluyó la nipona y de ahí tomaron sus caminos para llevar a cabo la organización de aquel evento.
[Quedan tres últimos capítulos y terminamos con este "Arco", luego vendrá el siguiente. Bueno, el que viene va a estar enfocado en Erica, Eila y Sanya junto con Minna y Trudie en sus respectivos países, mientras que, en Romagna, se llevará a cabo los preparativos del mencionado evento.
¿Qué pasará en el frente? ¿Cómo podrán recuperar sus tierras?. Eso lo veremos en el capítulo próximo.
Mando saludos y agradecimientos para Matfix, Franco M. Romano y los demás seguidores de Fanfiction y Wattpad.
Cuídense, amigos. Buen día Martes de mi parte y hasta la próxima.].
