Capítulo XII:
En medio de aquel inicio, una fiesta que alejaba los dolores y padecimientos de la guerra, dar un toque de calma y seguridad a los presentes que habían vivido, en carne propia, lo que era la lucha y la supervivencia en el frente, todo quedó congelado en el momento en que tres figuras aparecieron en la entrada al parque del "Hospital Gemilli". La música se detuvo, los chicos dejaron de hablar, reír, Sarah y Jimmy habían parado sus juegos que tenían con Perrine, mientras que los presentes dirigían sus miradas hacia donde estaban los tres Eds. Éstos permanecieron de pie, enfocando la mirada hacia ese punto en especial.
Tenían que estar soñando con ese momento. Eddy movió la cabeza, estaba en la Realidad, no se hallaba inmerso en algún "Mundo de Fantasía", sino de que estaba allí, de pie junto a sus dos amigos. Francesca apoyó su mano en la espalda de su novio y éste la miró a los ojos. Qué hermosa se veía aquella italiana peli negra. El corazón del joven de baja estatura le latía a más no poder, igual que una locomotora que avanza sin un maquinista que la dirija. Ella se había quedado en Romagna para continuar con las labores del frente junto a las otras.
Por su parte, con Doble D y Ed, ambos tragaron saliva y pensaron que tanto Eila y Sanya como Erica habrían cambiado, desde el lado emocional, tras volver a sus países y encontrarlos reducidos a escombros y cenizas. El intelectual miró al fan de la Ciencia Ficción. Éste hizo lo mismo, preguntándose si debían efectuar el siguiente movimiento pero fueron sus piernas quienes les "traicionaron", dirigiéndose hacia donde estaban las tres chicas, las cuales iban acompañadas por Minna y Trudie. Mio los observó, Kevin y Nazz pusieron una expresión de acompañamiento hacia aquellos dos jóvenes, los cuales no sabían qué les iba a deparar el destino.
- No quiero ni ver.- Dijo Sarah, temiendo por lo que pudiera ocurrir entre Ed y Erica, tapándose los ojos pero Perrine le habló.
- No deberías tener miedo; sino confianza.- Le animó la chica de la Galia y ella volvió a ver.
- Perrine tiene razón, Sarah, solo ten esperanza de que puedan salir las cosas bien.- Añadió Jimmy.
Rolf continuaba en la parrilla pero aún no se había preparado la comida, sino de que estaba, todavía, sobre la mesa. Ahora tenía la mirada y toda su atención enfocada en los dos Eds que iban caminando hasta la entrada que daba al parque.
- Por mis antepasados, amigos, les deseo mucha suerte en esto.- Pidió el extranjero, sosteniendo con fuerza un pequeño trapo blanco entre sus manos y que lo apoyaba, con todas sus fuerzas, contra el pecho.
Era como si estuvieran caminando hacia el cadalso, siendo observados por las personas que presenciaban su "ejecución". El sudor les perlaba a ambos jóvenes, a pesar del apoyo que habían recibido, tanto de sus amigos como de Ed y Eddy, los dos no podían dejar de sentir que un miedo les iba carcomiendo por dentro. Cada paso que daban era como si arrastraran cadenas y que las tres chicas se estuvieran alejando aún más, mientras que ellos se hundían en un "Mar" de temor. Doble D sacó un pañuelo de su bolsillo derecho y se secó aquel líquido que le corría por la frente. Era una noche fresca pero parecía como si hubieran estado por el desierto, sin detenerse ni probar agua y alimento. Ed lo miró.
- Tranquilo, todo estará bien.- Le prometió y cuando se dieron la vuelta, ya estaban a pocos metros de donde estaban Erica, Eila y Sanya.
Minna y Trudie se habían retirado y estaban a un costado del parque, en el lado Oeste, observando a los dos amigos en silencio.
- Dios, ¿por qué toda esta tensión?. Siento como me estuvieran torturando por dentro. Hasta me late el corazón a más no poder.- Quiso averiguar Eddy aquel sentimiento.
- Ellos temen de que, por lo ocurrido en Peach Creek, durante el "Día de la Amistad", esas acciones hayan provocado la destrucción de los países de Erica, Eila, Sanya y el mío.- Respondió Francesca a la pregunta de su pareja.
- ¿Cómo?. Pero...¿tú lo estás?. No sé si será cierto o no lo que estoy pensando. Me hallo confundido.- Alegó el chico de baja estatura, mientras que la peli negra lo miraba de frente.
- Dime una cosa: ¿Qué dice tu consciencia?. No tu corazón, sino la que mencioné. Escúchala.- Le aconsejó la italiana y él permaneció en silencio un rato, con los ojos cerrados, hallando la respuesta que necesitaba para ese temor.
- Es algo complicado de decir pero, desde mi punto de vista, si tú estuvieras enojada conmigo, ya te habrías ido de aquí.- Respondió, ella asintió con la cabeza, esperando más al respecto.- Aún así, tú no te dejarías destruirte por las Kanker, no me echarías la culpa en cara cuando ellas atacaron. Sería confusión, miedo pero luego vendría la "Luz al final del Túnel".- Continuó hablando y de ahí la italiana se arrodilló ante él.
- Exacto: Tú no tienes por qué temerme, nunca te haría daño, porque no fuiste el causante de que destruyeran Romagna. Ellas están buscando eso, dividirnos, que nos peleemos entre nosotros para que puedan cumplir con su objetivo, pero están equivocadas.- El tono que Francesca estaba ejerciendo era uno cargado con determinación y una gran fuerza de voluntad que animaba a cualquiera que estaba abatido, moralmente, a seguir adelante por la lucha y liberación su Patria.
- Tienes razón. Las Kanker siempre han querido eso, en el sentido de que siempre estuvieron buscando nuestros puntos débiles para obtener lo que querían, tenernos como sus novios a la fuerza, arrastrarnos a perder nuestra libertad de escoger a la persona que queremos pasar nuestras vidas juntos. Siempre tuvieron ese sentimiento de que el Mundo estaba "en deuda" con ellas y podían hacer lo que quisieran, pero ya no más.- Ahora era Eddy quien contaba con ese apoyo de su novia, renovado y dejando atrás el Pasado.
- ¡Así se habla! ¡Ese es mi novio!.- Le felicitó Francesca, abrazándolo con fuerza. Él sintió el calor de la chica, el contacto con su cuerpo y el suyo era algo imposible de describir para Eddy, quien cerró los ojos un momento y se dejó llevar.
Pronto, una vez pasado ese instante, volvió la atención hacia donde estaban Doble D y Ed. Ambos chicos estaban ya cara a cara. El primero con Eila y Sanya, mientras que el segundo ante Erica. Ninguna de las presentes dijo algo, el viento se sentía tranquilo, un tanto fresco y que movía las ramas de los árboles con un suave arrullo. Minna y Trudie estaban a la espera de lo que ellas dijeran, Francesca y Eddy permanecían en silencio, al igual que el resto de sus amigos allí reunidos.
Una explosión lejana se hizo sentir, pero duró unos instantes, nadie quería hablar, solo ver los resultados de ese reencuentro. Parecía que sería una Eternidad la espera hasta que, de golpe, la primera en romper ese silencio fueron Eila y Sanya, las cuales fueron hasta Doble D. Él las atrapó y les dio un fuerte abrazo, rompiendo en lágrimas. No dijeron nada, comprendían muy bien el estado en el que se encontraban tras volver de sus países y hallarlos devastados por las Kanker. Erica fue la siguiente en quebrar la calma y corrió hasta Ed. El fan de la Ciencia Ficción no se soltó de aquel reencuentro, la rubia de Karsland estaba destruida tras presenciar la caída de su hogar en manos de las Kanker. Él le pasó su mano derecha por los cabellos, dándole ánimos para seguir adelante, que no debía estar así, que era fuerte y muy pronto se haría Justicia.
- Doble D, nosotras...nosotras queríamos...- Iba a decir Eila pero el chico les tranquilizó.
- Sé lo que van a decir: No hacen falta las disculpas, ustedes fueron a ver su hogar. No me puedo enojar con una misión sumamente importante para Sanya y tú. Tranquila, no pasa nada.- Le respondió con calma, siguiendo el consejo de Ed y ambas chicas se sintieron liberadas de aquel "peso".
- Ed, Karsland quedó destruida, muchas vidas se han perdido pero...¡pero no pienso dejar que las Kanker se salgan con la suya!. Juro que las llevaremos ante la Justicia y pagarán caro su osadía.- Dio su palabra, renovada por esa voluntad y determinación ante su novio y su reencuentro.
- Y lo haremos, Erica: Ellas van a pagar por cada vida que han arrebatado injustamente. Les daremos su merecido.- Auguró el chico, mientras que continuaba aquella liberación de dolor y sufrimiento.
- Así se habla, porque justo de eso queríamos hablarles.- Se acercaron Minna y Trudie hacia ellos.- Durante la cena lo discutiremos, ahora vayan y despejen sus mentes.- Concluyó la Comandante pelirroja, mientras que se retiraba junto a la Teniente de Karsland.
Volviendo, cada uno de ellos, a sus respectivos deberes y obligaciones, Ed y Erica se dirigieron hasta un tronco caído que cubría uno de los extremos del parque, tomando asiento, siendo asistida por el chico, el cual le pasaba sus manos por la espalda, animándola, dándole calor después de todo lo vivido. Por su cabeza contaba con una gran "tormenta" de emociones, por lo que suspiró, profundamente y miró al fan de la Ciencia Ficción.
- Es grave, ¿no?. Lo que pasó en Karsland.- Dedujo el chico y ella asintió con la cabeza.
- No hay palabras que me ayuden a describir lo que vi: Solo te puedo decir que era una devastación total. No hubo tiempo a nada, ni siquiera para establecer una defensa. Las Kanker lo tenían preparado desde hacia un montón, pero tengo la impresión de que ocultaron muy bien sus pasos con el empleo de interferencias. Alguna fuente que no hayamos visto antes.- Dedujo Erica tras contarle de lo ocurrido, viéndose escenas de la destruida Karsland.
- Tranquila.- Le habló Ed.- No hay que perder las esperanzas, aún podemos recuperarla.- Le animó a seguir adelante, sonriéndole y ella se sintió influenciada por eso, abrazándole con fuerza.
- Sí, es verdad. Ellas caerán y pagarán caro lo que han hecho.- Prometió y permanecieron allí, conversando y pasando el momento más tenso que había vivido aquella rubia.
La sanación de las heridas causadas por la guerra, el daño emocional hacia aquellos que sufrieron en carne propia la destrucción de sus hogares, la tierra natal arrasada por la guerra. Una reunión tranquila servía para calmar las aguas, preparar el cuerpo y la mente a la hora de volver al frente de batalla. Tanto los Eds como los demás chicos de Peach Creek tenían eso presente.
Pronto, con la calma llegando, el olor de la comida a la parrilla empezaba a inundar el ambiente por completo. Entre charlas y risas, se iban olvidando de lo que podrían tener presente durante la guerra. La angustia quedaba de lado, era momento de pasar una buena noche con la gente que uno amaba y no pensar en el mañana, aunque fuera por unas horas.
Aprovechando que la comida estaba asándose, cierto grupo de amigos había decidido salir de allí y dirigirse hacia un sitio más privado junto a tres chicas. El primero de ellos era Eddy, quien estaba tomado de la mano con Francesca. El dúo había llegado volando hasta posarse en la terraza de un edificio evacuado, donde tenían una espectacular vista de la Ciudad de Romagna bajo una noche dividida entre la paz y los combates que se estaban llevando a cabo en distintos sectores de la Capital. Invitándole a sentarse, el chico hizo caso y quedó al lado de la peli negra, la cual contemplaba su hogar.
- Es hermosa la vista, ¿no crees?.- Preguntó ella con un dejo de voz que iba entre la tristeza combinada con la esperanza.
No podía ignorar ese tono.
- Sí, lo es.- Respondió Eddy y fue acercándose hasta ella.- Igual cuando vine aquí contigo ese día.- Recordó y de ahí aparecieron esos flashbacks.
- ¿Sabes?. Es curioso, esta ciudad soportó, durante tanto tiempo, guerras, hambrunas, destrucción, la llegada de otros grupos étnicos como los Galos, Cartagineses, Germanos, distintos Reinos e Imperios hasta los "Neuroi" pero, siempre supo cómo salir adelante. A pesar de las pérdidas, mi gente ha sabido continuar, sin importar el costo. Tal vez esa sea la clave para vencer a las Kanker, no con palabras, sino de demostrarles que el Ser Humano no piensa ser esclavo de alguien que se cree superior.- Dio esas palabras tan inspiradoras que llamaron la atención del chico.- Aún cuando ellas tengan a sus Ejércitos y la tecnología de los "Neuroi" de su parte, estarán condenadas al hundimiento. El ego, el exceso de orgullo, eso es lo que provoca la caída de los que piensan que tienen todo ganado. La Historia misma lo ha demostrado en Europa y otros lugares.- Apuntó la peli negra, tomando a Eddy por los hombros y acercándose entre ambos hasta quedar unidos.- Todos tenemos que aprender de nuestros errores.
Qué buena palabra para aquel chico. Éste suspiró hondo y pasó a la acción.
- Antes de que te conociera, tal y como dije en Peach Creek, yo era alguien que no pensaba en otra cosa más que en mí mismo y el dinero. Solo eso. Vivíamos haciendo estafas que salían mal y terminábamos pagando el precio por nuestras acciones. Y lo ocurrido con Jimmy, durante el "Día de la Amistad", fue el punto final que marcó mi vida, al igual que la de mis amigos y me hizo reflexionar, que tenía que cambiar y me llevó tiempo, pero lo conseguí. Sé que me faltará un poco, pero, con el mencionado, podré ser alguien que tenga un Futuro por delante.- Reconoció aquello y eso produjo que Francesca expresara una sonrisa de satisfacción. Acto seguido, ella lo abrazó con fuerza y quedaron cara a cara.
Respiró hondo, era hermosa a la Luz de la Luna, sus cabellos parecían brillar con la misma y con ello, una extraña fuerza de atracción los fue acercando, poco a poco, uniéndose, tomándose de las manos hasta que, finalmente, sus labios hicieron contacto, dando forma a un tierno y dulce beso.
Tanto Eila como Sanya estaban al lado de Doble D, quien no se soltaba del abrazo que les estaba dando. El ambiente permanecía estático, silencioso, no se movía ni una hoja de los árboles, solo podían oírse las voces de los tres que conversaban al respecto de lo ocurrido.
- Lamento mucho de lo que pasó en Suomus y Orussia.- Expresó el chico sus respetos hacia ellas, quienes tenían la mirada hacia a un lado. Él apretó el puño, no podía creer que las Kanker hubieran hecho algo tan horrible como eso.
- Doble D.- Intervino Eila, tomando sus manos con delicadeza y él dejó atrás su furia.- Entiendo que estés molesto por lo que pasó, pero no podemos dejarnos llevar por los deseos y la venganza, de lo contrario, seremos iguales o peor que ellas.- Él no podía negar aquellas palabras tan verdaderas que tenían las dos chicas. Sintió un tirón y notó que era Sanya la responsable, por lo que la acercó hasta él.
- Nunca fui muy comunicativa contigo, Doble D, pero, aún así, voy a revertir eso.- Comenzó a hablar, dejando el silencio que la abrumaba y lo miraba a los ojos.- Sé que triunfaremos, pero tampoco podemos considerar de que esta guerra vaya a terminar pronto. Aún así, si tengo que pelear hasta el final, lo haré y será a tu lado y con Eila. Los tres juntos.- Prometió y las dos no se soltaron de ese abrazo, además que le dieron un tierno beso que dejó al chico ruborizado.
No eran débiles, ni mucho menos cobardes. Habían pasado ese momento tan duro al ver sus tierras devastadas, pero, desde el fondo de sus corazones, la esperanza iba a resurgir como el Sol que aleja las sombras de la noche más oscura.
Ed tenía a Erica a su lado, sentía el calor de su cuerpo contra el suyo, esa sensación de agotamiento que desaparecía y se renovaba con nuevas energías tras estar en Karsland. Le había contado todo lo ocurrido allí, lo que vio y llevó a que sufriera ese momento tan duro en el que lloró sobre las ruinas de Berlín, además de que casi iba a irse para enfrentarse contra las Kanker ella sola. De no haber sido por la intervención de Minna y Trudie, las cosas se hubieran salido de control mucho más, por lo que la rubia recapacitó y ahora estaba al lado de su novio, quien le daba todo su apoyo tras ese duro momento vivido.
- No te eches la culpa contra ti misma, Erica. No tienes por qué hacerlo.- Dijo el fan de la Ciencia Ficción, mientras que ella tenía los ojos cerrados.
- Sé que no debería hacerlo, pero...una parte mía me culpa de no haber estado antes en Berlín para protegerlos. ¿Qué dirán de mí?.- Quiso saber la rubia.
- Tonterías, nadie supo que esto iba a ocurrir tan repentino. Fueron las Kanker quienes lo hicieron y encima atacar una ciudad...aún comprendiendo el tema de que en las guerras de hoy en día, todo vale, incluso atacar grandes urbes con población civil.- Reconoció el americano y de ahí miró a su chica.- Pero tampoco hay que perder las esperanzas. Piensa en lo que te pudo haber pasado, incluso si ibas tú sola.
- Pude haber muerto, eso hubiera sido algo mucho peor. Incluso me tomarían de prisionera, ¿quién sabe si tendrán compasión...?. No, no la tienen, son monstruos.- Señaló ella con seriedad en relación con las Kanker.- Aún así, ninguna de nosotras va a descansar hasta que ellas acaben tras las rejas y lo haremos juntos.- Prometió, mirando a los Cielos y luego a su pareja, con quien tuvo un tierno momento romántico junto al beso que él no vio venir.
Pronto, una vez sanadas esas "heridas" emocionales, volvieron a la fiesta, en donde la comida, la música y el buen ánimo sirvieron para aplacar, por unas horas, las tensiones por la guerra. Mañana sería otro día y uno muy importante en la vida de aquellos involucrados.
[Bueno, dos capítulos más y se termina este "Arco". Sé que ya vendría el final del mencionado pero, aún así, necesito desarrollar la parte de la lucha por Romagna y sus consecuencias.
Mando saludos y agradecimientos para Matfix, Franco M. Romano y los demás seguidores.
Cuídense, amigos. Les deseo una muy buena semana y nos vemos en el capítulo que viene.].
