Capítulo VIII:
Hay diversos pasos a la hora de iniciar una campaña de liberación, no es algo que se tome tan a la ligera, sino de que tiene que ser llevada a cabo con la máxima precaución y organización posible. Se debe conocer al enemigo, estudiarlo, no lanzarse como un suicida contra éste porque todo podría terminar en fracaso. También estaba el tema de la Logística y la cuestión sanitaria para los heridos que serían llevados a los distintos hospitales, así como también los fallecidos, aquellos que caían en combate.
Para Erica Hartmann, su corazón se había destruido cuando las Kanker lanzaron una ofensiva contra su hogar. No habían tenido piedad sobre nadie, ni siquiera en la población civil. Ahora había llegado el momento de hacer justicia, recuperar su Patria y para ello estaban aquellos miembros de "La Resistencia", entre militares y personas comunes que daban para proteger a aquellos que no podían y llevaban a cabo acciones de infiltración, sabotaje y atentados contra los "Shadow Neuroi". Ahora con la "Witch" y su "Escuadrón" en Karsland, la determinación y fuerza moral había vuelto a renacer, igual que la Naturaleza en Primavera, consiguiendo recuperar unos cuantos barrios de la Capital, así como también generar una oleada de movilizaciones por todo el Interior del país, obteniendo éxito tras otro con las expulsiones del enemigo de sus territorios.
La liberación de Karsland estaba yendo por un buen camino, sin embargo, en Berlín, las cosas no eran sencillas. El enemigo ofrecía una feroz resistencia, en especial por el Centro de la Ciudad, donde tenían instalado el Cuartel General y los refuerzos que venían desde el Norte de Europa y el Este eran continuo ir y venir, una "guerra de desgaste", como se diría en términos militares. La lucha armada por las calles capitalinas era infernal, tan parecida a antiguas disputas del Pasado, en donde el poder era el objetivo principal a cumplir.
Hallándose en medio de la guerra, el grupo de Hartmann observaba al enemigo que tomaba posiciones cerca de una serie de apartamentos, por lo cual, ella les hizo una seña para que atacaran rápidamente. Ella y su novio fueron los primeros en lanzarse contra el grupo conformado por la "Guardia de Élite" de May, tomándolos por sorpresa pero éstos reaccionaron, ofrecieron resistencia y se inició un feroz enfrentamiento.
La metralla de ambas partes destruía las paredes de los edificios y callejones en donde estaban parapetados Ed, Sarah, Jimmy y los otros. Yoshika y Lynne avanzaron, en zigzag y atacaron al primer "Shadow Neuroi". El albino se sumó y corrió hacia donde estaban ambas chicas, disparando su "Magia", causando que éste explotara por los aires y lo mismo la barricada que habían levantado los oponentes, llevando a que fueran dominando la calle. Erica se elevó por los aires y como un halcón que caza a su presa, voló en picada, lanzando sendas rondas de balas contra los invasores, quienes no tuvieron tiempo a nada, ni siquiera a una reacción. A la izquierda tenía a varios atacantes que diezmó con sus armas. Los casquillos caían del Cielo y justo sobre donde se encontraban Ed y los demás, llevando a que el chico sintiera uno de éstos en su espalda, caliente, humeando. Lo tomó y vio que pequeñas columnas de humo, visibles para él, salieran elevadas hacia los Cielos junto al estridente ruido que hacían aquellas poderosas "herramientas" que empleaba la joven para diezmar a los oponentes y despejar el camino.
A pesar de los bombardeos con Artillería y aviones que se lanzaban contra las posiciones enemigas, May resistía en el Cuartel General instalado en el Centro de Berlín, ubicado en el Palacio de Gobierno. La chica se lo tomaba todo con pinzas, calmada, relajada, sin importarle que estuvieran bajo asedio. Un nuevo temblor hizo que las lámparas del techo y éste se moviera y "danzaran" por un rato hasta que se calmaron. La rubia se encontraba almorzando y resguardada por la "Guardia de Élite" que la protegía todo el tiempo. A un lado se encontraba una serie de informes redactados por sus esbirros y que leía tranquilamente, mientras que en el exterior, sus Ejércitos se hallaban en posición y listos para defender la Capital hasta el final.
- ¿Aún no han habido noticias del avance hacia el Este?.- Preguntó ella, quien estaba en una reunión virtual con Lee.
- No, aún no. Marie se está preparando para llevar a cabo el plan de ataque, una vez que liquidemos a las "Witch" que se infiltraron en Suomus y Orussia.- Respondió la pelirroja, negando con la cabeza, llevando a que la rubia lanzara un soplido al aire. Éste se expandió y de ahí volvió la mirada hacia la pantalla.- ¿Qué quieres que te diga?. Son como las ratas, siempre encuentren un recoveco por dónde meter las narices.-
- Eso ya lo sé. Encima la contra-ofensiva que lanzó contra Romagna falló: Tu novio y Francesca destruyeron a mi avanzada de naves.- Agregó la chica y eso fue un duro golpe para Lee.
- Espera, ¿qué? ¿no me informaste al respecto?.- Preguntó la pelirroja y parecía ir perdiendo la paciencia.
- No es de mi incumbencia, además, tú querías que atacaran desde Karsland.- Le reprochó May.
- Aún así era tu responsabilidad. ¡No puedo creer que hayamos perdido a varias naves de suma importancia por esto! ¡Debiste hacerte cargo de asegurar los Alpes y los Apeninos!.- Exclamó Lee, golpeando la mesa con furia.
- ¡No me levantes la voz, sé lo que hago y ya verás que lograré expulsar a esas estúpidas de aquí, además de recuperar a mi Ed. No fracasaré y tengo a la "Quinta Colmena" de mi lado".- Llevó la rubia la "calma", aunque ambas no parecían coincidir en la situación en la que se hallaban, la pelirroja quedó en silencio un momento.
Su mirada se movía de un lado para el otro, como si buscara algo que fuera la solución a los problemas que tenían. De reojo, observando cada cosa que estaba en el Cuartel General de ella, la hermana de May llevó su mano hasta el rostro y parecía lanzar una risa junto a una sonrisa que se formaba en sus labios.
- ¿Hay algo gracioso que me quieras compartir?.- Preguntó la otra pero ésta no dijo nada. Quedó en esa postura y comenzó a reírse por un buen rato.- Mama tenía razón: A veces me das miedo cuando te quedas en ese estado.
- Oye, más respeto con mama. Tanto ella como papa nos educaron muy bien y cómo ser unas Kanker. Ni tú, yo o Marie vamos a ser aplastadas por ellas, ¿te queda claro?. Y si me río es porque me gustaría ver que intenten tomar los otros países. Para cuando vayan a Liberion, no saben lo que les espera.- Le espetó, al principio, Lee y de ahí pasó a adquirir una postura más seria con respeto a la anterior, que era de risa y burla.
- Bueno, a pesar de la derrota que sufrieron mi avanzadilla de naves, te cuento que mis Ejércitos sobre el Este de Europa han capturado una serie de fábricas militares en varios "Polos Industriales" de suma importancia, así que es un buen botín.- Añadió la rubia.
- Excelente, aunque no se irá ese error que cometiste en los Alpes y Apeninos. No estamos para jugar, May, sino en una guerra que debemos terminar ya mismo. Me tengo que ir, más tarde volveremos a hablar: Gana esta batalla y ni se te ocurra ser humillada.- Le dejó aquel aviso y la transmisión terminó, dejando el aparato a oscuras.
- Ya verás que ganaré, yo no pienso ser derrotada como tú en Italia. Barrieron el piso contigo.- Respondió con burla a ese desafío, mientras que otro estruendo hacía sacudir los cimientos del edificio.
Tomó su vaso con gaseosa, aunque deseaba algo más "fuerte". Le había pedido a uno de sus esbirros de que le trajera un vino para celebrar, junto a sus hermanas, de la victoria que conseguiría frente a Erica y su grupo. Disfrutaba de la comida, el sabor y el olor que emanaba incitaban a la chica para que continuara degustándola. Llevó el tenedor y se llevó otro bocado a la boca, masticándolo y disfrutando de su contenido. Soñaba con que estaba almorzando junto a Ed, compartiendo una cena romántica y a la luz de las velas, mientras que un grupo de Sirvientes les estaban sirviendo vino y otros platos del país. Podía ser una especie de "Monarquía" para que no hubiera temor a una rebelión frente a la tiranía, sin embargo, la chica sabía muy bien que todo intento de libertad o derechos debían ser destruidos cuanto antes.
- La vida misma gira alrededor de su eje. Los seres humanos no saben apreciar lo que es el amor. Viven en una fantasía de que éste es la solución para todos los conflictos. Cuán equivocados estaban. Eso no te da de comer, brinda un techo, etc. Solo es para apaciguar los apetitos, continuar con la línea sucesoria en las personas.- Dedujo la rubia y tras hacerle una seña a uno de sus lacayos, éste le sirvió un poco de vino que habían encontrado en una de las mansiones de Berlín. El contenido rojo parecía brillar ante los ojos de la chica, mientras que se derramaba en el interior de la copa de cristal. Lo tomó y llevó hasta sus fosas nasales. El dulce aroma que salía desde su interior llegaba hasta su interior y le creaba una fantasía de que él estaba a su lado.- Pronto, tendremos ese sueño, Querido Ed.- Se prometió y tras completar esa "ruleta" de pensamientos, fue sacada de los mismos cuando se abrieron las puertas y un grupo de esbirros le mostraron, en una pantalla, lo que estaba ocurriendo.
Allí podían verse a las Fuerzas Armadas de Karsland avanzar sobre el territorio nacional, recuperando las principales ciudades e infraestructuras que habían caído ante el empuje enemigo. El Norte estaba convertido en una auténtica zona de batalla, mientras que el Este era el único frente activo por donde iban y venían los Ejércitos al mando de May. La "Quinta Colmena" había llegado a las puertas de Berlín, mientras que la batalla por ésta iba en aumento. Las calles de la urbe capitalina eran un auténtico polvorín, las bajas que estaban sufriendo ambas partes eran enormes pero eso no le importaba a la rubia hasta que localizó a Ed, quien era un auténtico "Caballero" que destruía a todos los oponentes que se interponían en su camino.
- Suficiente de sueños estilo "Disney": ¡Vamos al frente, ahora!.- Ordenó May, mientras que iba saliendo del Palacio de Gobierno y enfilaba hacia las calles.
Hoy iba a ser un gran día para ella.
Tal y como se había descrito anteriormente: Karsland era un auténtico "Infierno", un campo de batalla donde la sangre corría a raudales por todas partes, la destrucción era inigualable, mientras que las Fuerzas Armadas de ese país, motivadas por Erica Hartmann, se lanzaban a la lucha por recuperar su país, la chica de cabello rubio se hallaba en Berlín junto a sus amigas y su novio. Sobre las calles de la urbe podían apreciarse caídos de ambos bandos y por todas partes. Era un escenario triste, dantesco.
Un nuevo oponente cayó atravesado por Ed. Su "Magia" estaba elevada, hallándose al lado de su novia eran imparables, mientras que también protegía a Sarah y Jimmy de posibles emboscadas, ya que aquellos seres eran traicioneros, podían atacarlos desde cualquier frente por lo que tomaron todas las medidas necesarias para apaliar cualquier intento mortal de éstos. Pronto, la rubia ordenó cargar contra el Centro, teniendo gran parte de la ciudad bajo su control, empujando a los oponentes hacia un cerco que nunca antes se había visto.
La metralla no paraba de resonar, las explosiones sacudían los edificios, muchos ardían, colapsaban envueltos en llamas y humo, polvo, escombros. Sangre y devastación. Caído, heridos, gente que luchaba hombro con hombro por salvar a su hogar. Aún así, el enemigo no parecía demostrar signo alguno de debilidad o querer rendirse. Pronto, el combate pareció adoptar una extraña calma, cosa que no le agradó a nadie allí presente.
- Oigan, mire.- Les llamó Sarah la atención y señaló hacia la fila de los "Shadow Neuroi".- Parece que se retiran pero...no sé, hay demasiado silencio.
- Sí, tienes razón.- Respaldó Trudie las palabras de su "Protegida".- Es la calma que precede a la tempestad.- Advirtió la castaña oscura y fue entonces que se produjo que muchos no eran esperaban: "Paz".
Erica oteó el horizonte, Minna se acercó con Perrine hasta la posición en la que estaban Sarah, Jimmy y Trudie. Charlotte recargaba su arma, mientras que Yoshika, Lynne y Ed sentían que algo no iba bien en esos momentos. Ese silencio podía significar cualquier cosa para los allí reunidos, mientras que persistían los combates por las demás zonas de la Capital. El aire presentaba una "combinación" entre la sangre, el humo y la pólvora, mientras que una corriente fría bajaba desde las alturas y convertía a ese lugar en una postal desolada, un panorama de la guerra.
- Cuanta calma.- Señaló Yoshika, mientras que el polvo se levantaba por el viento.
- Sí, es verdad y no me gusta lo absoluto.- Apuntó Lynne con preocupación.
Trudie no sentía nada por los alrededores. Todo estaba estático, quieto, era como si el tiempo se hubiera congelado para siempre. El aire era denso y frío, casi cortante como una cuchilla de afeitar. Las columnas de humo se elevaban por los Cielos, distintos tonos de colores iban desde el naranja hasta el rojo entremezclados, el olor a quemado continuaba y era demasiado fuerte para aquellos que no estaban preparados para el combate. En un momento dado, Charlotte tomó los binoculares y buscó a los "Shadow Neuroi".
- Oigan, esos estúpidos no pueden de haberse retirado. Aquí hay gato encerrado, yo se los digo.- Advirtió la pelirroja de Liberion seriamente.
- ¿Cómo lo sabes? ¿Hay algún indicio?.- Deseó saber Perrine y de ahí se sintió un misterioso "sismo". Unas finas columnas de polvo acomodado y escombros pequeños se deslizaron desde aquel montículo en el que se hallaban pero todo fue un instante.
- Qué raro, aquí no hay terremotos.- Dedujo Erica.
- Esto no me gusta. Chicos, salgan de allí.- Pidió Trudie y de vuelta se sintió aquel movimiento telúrico.-
- ¡Otra vez está pasando, retirada!.- Ordenó Minna y tras alejarse del montículo, éste estalló por los aires, volando sus restos por todas partes. Restos de polvo y otros objetos que conformaban esa "colina" artificial se estrellaron, en gran medida, contra el piso pero los más grandes volaron hasta caer contra las fachadas de varios edificios. Un auto se incrustó en la cuarta planta de un hotel, las ventanas estallaron, las cornisas cedieron por el peso. Una densa nube de aquel material cubrió el lugar por un momento. Las alarmas sonaban en los coches que se encontraban en las calles. Confusión y dudas en medio de una zona de batalla que no oficiaba por un ganador.
En medio del polvo y los escombros, una figura oscura se recortaba en altura e impresión. Alzándose hacia los Cielos como una "Torre de Asedio", aquello que se movía con gran rapidez y ligereza tomó a las presentes por sorpresa. Frente a las chicas, las huestes "Shadow Neuroi" regresaban marchando y con May a la cabeza, la cual quedó cara a cara con Hartmann y las demás integrantes. Sonrió de manera burlona, casi segura de haber obtenido la victoria y fue entonces que los combates volvieron a estallar por toda Berlín.
- ¿Así que finalmente sales de tu escondite?.- Preguntó Erica con seriedad ante la persona que comandaba a los Ejércitos invasores en su tierra natal.
- Eso es una buena interrogante, pero no requiere una respuesta para alguien tan ignorante como tú.- Le espetó May, quedando en silencio y mirándose fríamente. Acto seguido, ella se dio la vuelta y contempló la lucha que se estaba generando por las calles de Berlín.- Ah, no hay nada tan "bonito" como la sangre derramarse y la esperanza que mermará.- Apuntó con desdén y burla.
- ¿A qué costo?.- En aquel momento, ella oyó esa pregunta y al voltearse, notó que cierta persona estaba al lado de Erica. El rostro expresaba un sentimiento de decepción hacia esa chica.-
- Oh, Mi Querido Ed, no hay por qué llorar por gente que muere en el campo de batalla. Ellos son números, nada más que eso.- Respondió la rubia Kanker pero aquello hizo enfurecer a Hartmann.
- ¿Números?. Son personas, gente con sueños, niños que vieron a sus padres morir por tus huestes, familias que quedaron separadas porque tú los convertiste en esclavos. Ellos no son números, sino seres humanos con sentimientos, futuro, corazón, que se preocupan entre ellos. No como tú: Eres mil veces peor que un monstruo, porque hasta ellos tienen más honor que tú. Eres un Demonio, una desalmada y si tanto viniste hasta aquí, ¡entonces deja las palabras y lucha!.- Exclamó Erica al final, soltando aquella furia por lo que había dicho la otra y llevando a que May se riera.
- ¡Así me gusta! ¡Ataquen, mis Guerreros!.- Finalizó y estalló un nuevo enfrentamiento.
Como si se tratara de una marioneta que obedece a los movimientos de su maestro, aquella inmensa "Torre de Asedio" se lanzó contra las "Witch" y los defensores de Berlín. Despegando una serie de misiles y naves enemigas, esa "fortaleza" arrasaba con todo a su paso, igual que un tornado en plena ciudad. De un poderoso golpe de sus máquinas, varios edificios sufrieron severos daños en sus fachadas y otros colapsaron ante los ojos de aquellos que peleaban en las calles, retirándose de la zona de impacto.
- ¡Contemplen el poder de la "Quinta Colmena": Una auténtica "fortaleza viviente", una amalgama de distintas características y tecnología diseñado por los mejores lacayos del "Clan Kanker"!.- Mostró May aquella aberración, una monstruosidad mecánica que devastaba con cualquier cosa que estuviera en su camino. Erica y ella, por su parte, estaban combatiendo en el aire, mientras que Ed ayudaba en sacar a los civiles y combatir contra las huestes de la rubia.
Por donde mirara aquel fan de la Ciencia Ficción y los cómics era pura destrucción causada por la guerra. Veía a cientos de combatientes ser llevados en camilla hacia los hospitales y los montados por el Ejército. El olor a sangre, polvo y pólvora era inconfundible, uno dulce y pegajoso como la humedad del Verano. Veía a Sarah, Jimmy, Perrine, Yoshika, Lynne y Charlotte combatir, separadas de Minna y Trudie, contra una horda de esas máquinas que no cejaban en su empeño por destruirlos. Cada caído era reemplazado y al ver que su hermana podía estar en problemas, éste fue para ayudarles a liberar un poco el camino, pero cuando llegó hasta su posición, la "Quinta Colmena" le impidió el paso.
- ¡No, Ed, tú sigue, ayuda a Erica!.- Le pidió Sarah y eso le tomó por sorpresa, ya que no respondía con su clásico tono hostil, sino uno que reflejaba seguridad y fraternidad en sus palabras.
- ¡Pero, hermanita, no te puedo dejar sola, te pueden matar!.- Exclamó, intentando poner paños fríos. La pelirroja destruyó a unos cuantos que se hallaban en su camino, Jimmy lanzó varios ataques mágicos, provocando brechas en las filas enemigas y eso le dio la oportunidad a la primera de correr hacia donde estaba esa "frontera".
- Escúchame, no tenemos tiempo: Si May consigue ganar la Batalla de Berlín, entonces toda la moral y la esperanza colapsará. Habrán que tomarse decisiones y éstas es una de ellas: Vamos a resistir Jimmy y los demás. Tú ocúpate de May, ayuda a Erica y destruyan a esta porquería de chatarra.- Le encomendó esa misión a su hermano. Éste apretó los labios, metiéndolos para dentro pero viendo que no quedaba otra opción.
Lo pensó por unos segundos, el tiempo corría en su contra. Cerró los ojos y reflexionó.
- Te estás volviendo una verdadera mujer, Sarah: Fuerte, aguerrida pero dejaste de lado esa hostilidad hacia mí. Noto y puedo dar cuenta de ello, que Trudie te cuidó y educó bien. Mama y papa estarán orgullosos de ti y de mí cuando volvamos.- Dijo con confianza y una sonrisa. Luego de ello, se dio la vuelta para el frente, no sin antes dirigirle una mirada de respeto a su hermano.
- Tú también te estás volviendo alguien responsable, Ed. Ten cuidado, ¿sí? y hazme un favor.- Le pidió ella.
- Dímelo.- Aceptó el joven.
- Denle la paliza de su vida a May, que pague caro por lo que ha hecho.- Fue el encargo y el joven asintió.
- La enviaremos, junto a sus hermanas, ante la Justicia. Te lo prometo.- Juró éste y de ahí ambos partieron al campo de batalla.
Un feroz rugido gutural y metálico emergió desde las profundidades de la "Quinta Colmena". Las naves seguían saliendo y sus misiles se dirigían hacia donde estaban los hermanos, los cuales esquivaron éstos y dieron contra el suelo junto a otros objetivos fuera de la mira. Tres de esas máquinas voladoras apuntaron a Sarah, la cual les dio su merecido, destruyéndolas, mientras que Jimmy y Perrine distraían a aquella enorme "fortaleza viviente". Una de sus patas se dirigió hacia la "Guardiana" y su "Protegido" pero el chico albino trazó una serie de disparos mágicos al aire, los cuales golpearon a la estructura y provocaron un "incendio" que se fue expandiendo hasta alcanzar los primeros niveles. No tardaron en venir las explosiones, una serie de fragmentos ignífugos cayeron, como cometas, por todas partes, ardiendo y humeando a más no poder.
- ¡Excelente ataque, Jimmy!.- Le felicitó Perrine, quien concentró su fuego balístico contra las otras patas de la "fortaleza viviente".
- ¡Gracias, Maestra!.- Respondió el chico, dirigiéndose con respeto hacia ella.- ¡Aún así debemos continuar distrayéndola, necesitamos que puedan destruirla!.-
- ¡Tienes razón, hagamos que retroceda junto a sus huestes!.- Agregó la chica de la Galia e iniciaron una acometida contra la "Colmena", mientras que Charlotte, Minna, Trudie, Yoshika y Lynne ayudaban en despejar el camino.
Por su parte, desde los Cielos, Erica ascendió como un misil y atacó a May Kanker. Ésta permanecía en su posición pero al momento de recibir el impacto, la esquivó y contra-atacó a la rubia germana, golpeándola en el pecho y luego agarrándola del cuello, zamarreándola como si de una bolsa de papas se tratara, intentando desestabilizar su vuelo. Ambas se miraron cara a cara. La novia de Ed sentía una profunda ira contra aquella rival, quien gozaba de su sufrimiento y dolor por la destrucción desatada sobre Karsland.
- ¡¿Luchar contra mí para querer protegido a Ed?! ¡Ja, no me hagas reír, Hartmann! ¡Mi abuelo tenía razón: Ustedes, las "Witch" son fuertes pero cuando se trata del corazón de una persona no saben cómo actuar. No tienes una idea de cómo manejarlo y cedes como un castillo de naipes!.- Le espetó y volvió a golpearla en el estómago y el rostro, llevando a que su gorra de plato Oficial cayera desde las alturas junto a unas gotas de sangre.- ¡Deberías saberlo pero no me esperaba algo tan patético como tú!.
Cuando estaba por darle otro golpe, la chica de Karsland le detuvo el puño izquierdo y comenzó a ejercer presión sobre el mismo, haciéndole retroceder, a pesar de estar mareada.
Ed sintió como aquel objeto caía del Cielo y lo tomó. Estaba con algunas manchas de sangre en su superficie, mientras que unas gotas del mismo líquido vital cayeron sobre su rostro. Él se las quitó y notó cómo aquella chica estaba herida, habiendo sido tomada por sorpresa por la otra oponente, mientras que él estaba luchando en las calles contra sus huestes.
Le hervía la sangre y fue entonces que se lanzó hacia los Cielos, ascendiendo como un cohete, yendo para ayudarla.
Las fuerzas iban dejando a Erica, mientras que de May parecían retroalimentarse una y otra vez, llevando a que su puño fuera recuperándose y la presión aumentara en ella. Fue entonces que, efectuando un rápido movimiento, ésta se desprendió del agarre de Hartmann, lanzándole una patada que las separó unos cuantos metros y, acto seguido, voló hasta donde estaba, devolviéndole todos los golpes sufridos con anterioridad. Uno por uno, sobre todo por las humillaciones que tuvieron que hacer frente en Brittania, África, la Antártida e Italia.
Sus músculos se iban tensando cuando juntaba su fuerza física y volvía a atacar a la germana repetidas veces, quien intentaba defenderse pero era atacada sin parar. May parecía un toro que embestía a su objetivo, un tornado que arrasaba una ciudad sin piedad, un terremoto que azotaba la superficie y la quebraba, mientras que su oponente hacía todo lo posible pero la otra tenía una gran superioridad. En un momento dado, la oponente voló hacia arriba, hasta cierto punto y calculó su próximo y, tal vez, letal golpe que pondría fin a la que tanto le había costado destruir.
- ¡Hasta aquí llegaste, Erica! ¡Despídete de tu miserable vida, les haz fallado a todos ellos. Halla la paz...en la Muerte!.- Exclamó May y voló en picada hacia ella, lista para matarla.
Estaba a escasos metros de acabar con su oponente cuando una poderosa descarga de fusilería dio contra ella, tomándola por sorpresa y llevando a que saliera disparada hacia atrás, quedando una estela de humo por los alrededores. Cuando ésta desapareció, la rubia notó que alguien se había interpuesto en su camino, cubriendo a Erica y mirando a la oponente con una mirada fría.
- Se nota de que eres una persona...No, no te podría llamar así, ni tampoco una bestia: Eres basura, May Kanker, ¡¿oíste?!.- Oyó aquella voz y esas palabras tan afiladas como cuchillas que no le dieron tiempo a nada.
- Ed...- Dijo la rubia al descubrir la figura de su novio, quien protegía a la germana de su atacante y cargando otra oleada de "Magia".
- Te lo voy a decir de una: Vete de aquí, deja a Karsland y a Erica en paz, llévate a tus Ejércitos y no vuelvas.- Le ordenó y aquello fue destruyendo a la joven.
- ¿Cómo pudiste...?.- Preguntó ésta con furia.
- ¡Cállate!.- Bramó el fan de la Ciencia Ficción y los cómics.- Hasta aquí es donde llegó mi tolerancia hacia ti: Destruiste el país de Erica junto a los otros y la atacaste sin piedad. Te estoy dando la última oportunidad para que te largues o lo lamentarás.- Sentenció fríamente.- No tengo por qué explicarte nada, ni tampoco te debo algún favor.
May frunció el ceño al ver a Erica yacer en los brazos de su novio. Sintió rabia y apretó los dientes, por lo que se dispuso para cargar.
- Le haces un solo daño a ella y te juro que soy capaz de destruirte. No voy a tener piedad sobre ti.- Advirtió Ed seriamente.
Oyó el rugido de la "Quinta Colmena" y la rubia se lanzó hacia donde se encontraba la parte superior, montándose en ella como si fuera un jinete y comandando a la misma para entrara en acción.
- ¡Tú lo haz pedido, serás el único responsable por si mueres!.- Exclamó la chica Kanker, mientras que se iniciaba un nuevo enfrentamiento, esta vez entre Erica y Ed contra ella.
- Te dejaré con Yoshika para que te cure de tus heridas.- Le aconsejó Ed pero la rubia germana negó con la cabeza.
- Estamos juntos en esto, desde que nos hicimos pareja y juramos luchar el uno con el otro para vencerlas, así que no pienso quedarme atrás.- Se negó a descansar y apoyó su mano en los hombros del chico. Éste quería dar su opinión, que estuviera alejada del frente pero ella era una militar curtida en mil batallas y ésta era una muy personal, por lo que comprendió lo que significaba la lucha por su Patria, así que se puso de pie y encararon a May.- Debemos destruir esa "Colmena", solo así podremos ganar la Batalla de Berlín.- Sostuvo y su novio asintió con la cabeza.
- ¿Tienes un plan?.- Preguntó éste.
- Sí, pero, en primer lugar, vamos a necesitar de una distracción tanto aérea como terrestre.- Sostuvo la rubia germana en esos momentos.
- Les ayudaremos.- Oyeron la voz de Lynne, quien fue con Yoshika y Charlotte.- Daremos cobertura aérea contra esa "fortaleza"; mientras que Minna, Trudie, Perrine, Sarah y Jimmy combaten en tierra.-
- Perfecto.- Sentenció Erica y llamó a los miembros de su "Escuadrón".- ¡Muy bien, concentren el fuego en ambos frentes mientras que Ed y yo nos hacemos cargo de "Ricitos de Oro"!.- Exclamó y tras acatar la orden, los presentes apuntaron sus armas y "Magia" hacia el enemigo, desatando una lluvia combinada de esos dos mencionados "elementos" que cayeron contra la "fortaleza", la cual resistía sin ningún problema.- ¡Muy bien, andando, Ed!.- Pidió y ambos volaron hacia el interior de la "Colmena", en cuyos primeros "pisos" estaban saliendo lenguas de fuego y humo negro.
May veía aquellos daños en la "Quinta Colmena". No les prestó mucha atención, aquella iba a sobrevivir, podría hacerlo e incluso aplastar a los "insectos" que tenía allí abajo. Nadie detendría sus planes, sus hermanas iban a estar orgullosas de que lograra ganar la pulseada por lo que evitaba cualquier debilidad en sus frentes y sobre todo en Berlín, donde las fuerzas enemigas estaban empujando a sus huestes hasta cercarlas por varios lugares. Por el Norte y el Sur aún continuaban combatiendo pero el Oeste era un verdadero desastre, mientras que el Este de la Capital pendía de un hilo y sabía muy bien que eso significaba la pérdida de una "llave" sumamente valiosa para el plan de sus hermanas.
En un momento dado, la fortaleza gruñó y de ahí fueron disparados varios misiles que terminaron siendo destruidos por dos personas que iban hacia ella. Frunció el ceño y en medio del humo los vio llegar.
- Entonces, ¿es así cómo termina todo esto?.- Preguntó con "decepción".
- May Kanker, quedas bajo arresto por múltiples cargos que van desde asesinatos en masa, genocidio, desplazamiento forzado de civiles, entre otros más. Ríndete ahora o sufre las consecuencias.- Le dio Erica aquel ultimátum. Ed veía a su novia y a la rubia de aquel clan seriamente.-
La rival lanzó un suspiro al aire, uno que se perdió y de ahí llevó sus manos a la cara, luego a su nuca y sonrió malvadamente. La germana quería lanzarse contra ella y hacerla pedazos pero su novio la contuvo.
- Puras palabras innecesarias, Erica Hartmann: Así es la guerra y deberías comprender su concepto.- Señaló con desinterés.
- Aún así, no te da la autoridad para hacerle daño a los civiles.- Le espetó la rubia "Witch".
- Si es así cómo quieres que terminen las cosas, ¡bien, que así sea!.- Exclamó, aceptando el duelo y tras ello volvieron las andanadas de misiles que volaron en todas las direcciones, rasgando el aire y dejando sus estelas por doquier. Ed contra-atacó y destruyó varios, mientras que un tercero impactó contra otro y de ahí se recrudecía la batalla. En tierra firme, Sarah y los demás no paraban de disparar a la "Quinta Colmena" por lo que May le ordenó que los pisoteara como si fueran basuras pero Erica se le lanzó encima, atacando su posición, dañando la cubierta y desatando una serie de explosiones, mientras que ambas se trenzaban en una feroz lucha cuerpo a cuerpo.
Ed voló hacia ellas. La pelea que tenían ambas rubias era imposible de describir con palabras. La superficie de la "Colmena" ardía bajo sus pies, el fuego y los disparos frescos que se lanzaron de parte de la hermana menor del fan de la Ciencia Ficción y los demás habían incendiado los hangares y los circuitos que comenzaron a estallar uno por uno, consumiendo todo en su interior. Tres nuevas explosiones se hicieron sentir y cuando subieron hasta arriba, igual que el material lanzado por un volcán en plena erupción, provocó que el techo se dividiera en dos, volando restos por todas partes hasta que pudo ver, ante sus propios ojos, algo que brillaba en su interior.
En un arrebato de furia, May agarró a Erica por detrás, en la nuca y se preparó para darle una serie de puñetazos pero la chica logró zafarse, dirigiendo el suyo hasta el rostro de la oponente, ejerciendo una fuerza descomunal que le partió la boca y la nariz. Oyó el crujir de los huesos en la zona del tabique y los dientes que se salieron de sus encías.
- ¡Considera esto mi "regalo" por los golpes que me diste antes, zorra!.- Exclamó la germana, mientras que la rival se ponía de pie, sintiéndose mareada. Tocó su nariz, sintió un profundo dolor que la atravesaba igual que una espada a la carne y algo caliente bajaba desde su interior. Luego sintió su boca "ligera" y cuatro dientes que tenía cayeron hasta su mano, entremezclados con la sangre.
- Mi rostro...¡Maldita hija de puta, mi rostro! ¡TE VOY A MATAR!.- Gritó la Kanker rubia, desatando toda su ira pero Erica no iba a caer como antes.
- Esto es por mi gente.- Le agarró del brazo y la inmovilizó, pero May seguía ejerciendo una feroz resistencia.- ¡Esto es por Karsland!.- Aquello desgarró el aire y le dirigió otro puñetazo, esta vez contra el pecho.- ¡Y esto es por querer lastimar a Ed y sus amigos!.- Bramó y dirigió una patada contra su mandíbula, llevando a que más sangre y dientes salieran despedidos por todas partes, igual que las esquilarlas de una granada al estallar.
Ella trastabilló y miró hacia abajo, llevándose una imagen que la devastó: Sus huestes habían sido acorraladas y no tenían con qué seguir la lucha. Todos los frentes estaban cerrados y tanto los militares como los que conformaban el "Escuadrón" de Erica estaban abatiendo a todos aquellos que siguieran oponiendo resistencia. Hasta donde alcanzaba la vista, podía verse un auténtico "mar" de "Shadow Neuroi" destruidos, en llamas. El olor al combustibles de las naves y demás máquinas de guerra que ardían por las calles era indescriptible junto a la pólvora. Se puso de pie, tenía que dar una orden pero su cuerpo destruido a golpes junto a la debilidad que tenía consigo le impedía mantenerse allí, como la líder que era.
Oyó los pasos de Hartmann y al voltearse, May supo que todo había terminado.
- Este es el fin de tu dominio sobre Karsland: Vendrás conmigo para ser juzgada por tus crímenes. No te preocupes, tus hermanas también se unirán a ti.- Le dijo y aquello era una completa humillación.
- ¿Para ser encerradas en una celda de prisión? ¿Vivir como unas reclusas?. No.- Negó con la cabeza lentamente, siseando las palabras por la falta de dientes, colocándose un paño entre la nariz y la boca para evitar que siguiera perdiendo más de ese precioso líquido.- Mi abuelo se sentirá sumamente orgulloso cuando mis hermanas hayan aplastado a tus amigas en Suomus y Orussia. Liberion...será un "bastión inexpugnable"...todas sus esperanzas desaparecerán.- Auguró la rival, mientras que caminaba hacia el borde de la "Colmena", mientras que ésta era envueltas en llamas y humo.-
- ¡No me vengas con esas estupideces, May! ¡Estás demasiado grandecita para este tipo de fantasías!.- Exclamó Erica y le señaló.- ¡Ahora, vendrás conmigo, quieras o no!.- Exclamó y de ahí fue avanzando ante la negativa de la oponente, quien iba retrocediendo hacia el borde.- ¡Si llegas a tirarte, iré a por ti!.- Amenazó pero, repentinamente, una feroz explosión se desató por el lugar, provocando un "terremoto" que lanzó a la chica de Karsland contra el suelo y a la joven Kanker hacia el vacío.- ¡NO!.- Gritó y se lanzó para agarrarla, manteniéndose en el aire pero el peso de la oponente la arrastraba hacia el mismo destino.
- ¡Erica, déjala ir, te quiere matar!.- Intervino Ed, mientras que corría hacia donde ella se encontraba, sintiendo como si la propia "fortaleza" fuera a desplomarse en cualquier momento. Restos que formaban parte de la misma caían, como si se fueran simples papeles, revoloteando e impactando contra el piso.
- ¡Si la dejo ir, se saldrá con la ayuda!.- Exclamó la muchacha, defendiendo su posición.- ¡Irá ante la Justicia, no me importa cómo pero la llevaré hasta allí!.- Prometió la mencionada.
- ¡Siempre habrá otra oportunidad, ahora no lo vale, te arrastra hacia el vacío!.- Intentó el fan de la Ciencia Ficción en convencerla, notando la sonrisa burlona que tenía May en su rostro.- Por favor, no lo hagas, no quiero perderte.- Pidió y aquellas palabras llegaron hasta el corazón de la rubia germana, quien recapacitó y de ahí decidió tomar una decisión.
- ¡Jajajajajajajajaja!.- Estalló May en una sonora carcajada.- ¡Es una lástima, los dos vendrán conmigo entonces!.- Sentenció y cuando se soltó del agarre que ejercía Erica, utilizó sus fuerzas para tirarlos al vacío.
- ¡NO TE LO PERMITIRÉ!.- Bramó la rubia germana, mientras que remontaba vuelo junto a Ed, quienes vieron, por unos instantes, la sonrisa burlona y llena de superioridad en May, la cual desapareció en medio de las aguas que daban al Río Rin,
Las últimas carcajadas de la oponente quedaron en el aire hasta disiparse para siempre. Su cuerpo quedó allí, bajo aquella superficie antes mencionada, siendo vista por Ed y Erica. Ambos se pusieron de pie y vieron que las explosiones habían debilitado la poderosa "coraza" que protegía al "Núcleo" de la "Colmena", por lo que ambos lanzaron un poderoso ataque final contra el mismo. En cuestión de segundos, el interior se sobrecalentó y comenzó a estallar, mientras que la pareja huía por el aire y los que estaban en tierra mantenían la distancia ante el futuro estallido, el cual se produjo y de ahí vieron, con sus propios ojos, testigos de una larga batalla, que la "Quinta Colmena" había sido destruida, sus fragmentos diminutos caían por todas partes como una inofensiva "nevada" y los Ejércitos "Shadow Neuroi" que quedaban iban huyendo de allí en sus naves, de forma apresurada, presos del pánico, mientras que eran perseguidos por los defensores del país.
La Batalla de Berlín había terminado, pronto, las noticias sobre la victoria en la urbe capitalina se hicieron eco por el Interior de Karsland, llevando a que las Fuerzas Armadas y "La Resistencia" fueran recuperando más territorios perdidos hasta expulsar a los invasores fuera de sus fronteras correspondientes.
Los festejos no se hicieron esperar y desde los Cielos, Erica y Ed fueron testigos de aquella emoción que tanto había costado obtener desde el comienzo de la invasión enemiga. La rubia germana se abrazó con fuerza a su pareja, girando en el aire, sintiéndose feliz por el resultado que tanto había ansiado y las lágrimas no se hicieron esperar. Ed la miró y puso sus manos sobre el rostro de la chica, sintiendo su calor y de ahí vino un fuerte abrazo por parte de la mencionada.
- Nunca lo habría conseguido sin tu ayuda y la de mis amigas, Ed.- Le agradeció la muchacha.
- No digas eso, Erica: Tú misma lo obtuviste. No eres débil, sino, todo lo contrario, una gran militar, una excelente Soldado. Lo que May dijo no vale para nada.- Le respaldó el joven, dándole esa motivación, mientras que se secaba las lágrimas.
- Lo sé.- Comprendió ese mensaje y miró hacia Berlín.- Hemos ganado la batalla, pero la guerra continúa. Sin embargo...- En aquel momento, ella le tomó de las manos al chico, acercándolo hasta su rostro.- Sé que juntos vamos a poder triunfar. Hoy hemos salvado muchas vidas.- Sostuvo y le dio un tierno beso en los labios, llevando a que éste, ahora, se ruborizara, mientras que le colocaba la gorra de plato Oficial sobre sus cabellos rubios.
- Que se informe a Francesca y lo mismo a Eila y Sanya: Karsland ha sido liberado junto a Berlín.- Pidió Minna a los militares a cargo de la "Sala de Comunicaciones" en el recién capturado Cuartel General de May y éstos acataban la orden de la pelirroja.
En el exterior de aquel edificio, ubicado en el Centro de la Ciudad, Sarah, Jimmy, Perrine, Charlotte, Yoshika y Lynne estaban descansando, recuperando sus fuerzas cuando los vieron llegar a ellos dos: Ed y Erica descendieron del Cielo, siendo recibidos por los festejos entre la población civil y los militares, donde no faltaron los fuegos artificiales y la música tradicional de dicho país. La pelirroja notó que su hermano veía ruborizado, al igual que la germana y tomados de las manos. Era evidente de que ya eran pareja desde hacía un buen rato pero no podía dejar de lado que un beso se había producido en medio de las celebraciones.
- Bueno, al parecer toda Karsland está siendo limpiada de la presencia enemiga.- Se acercó Yoshika hacia la pareja.
- ¿En serio?.- Preguntó Erica con asombro por lo que estaba oyendo, mientras que la Sargento asentía con la cabeza.
- En efecto.- Alegó y de ahí notó que Sarah se iba acercando a ellos.
- Luchaste bien, hermano. Te felicito por lo que haz hecho hoy.- Dijo la pelirroja con emoción y le dio un fuerte abrazo fraterno.
Nunca había recibido algo así, por parte de Sarah, sin embargo ella ya había cambiado. Erica notó esa muestra de afecto y con ello fue hasta donde estaban sus amigas, las cuales les felicitaron, mientras que Minna y Trudie se dirigían afuera cuando recibieran lo que estaban esperando.
- Oigan, ¿y May?.- Quiso saber Charlotte pero la rubia negó con la cabeza.
- Cayó al Río Rin. No la hemos vuelto a ver.- Respondió a esa pregunta.- Me hubiera gustado haberla llevado ante la Justicia.
- No te preocupes. Ella y sus hermanas son como la mala hierba: Nunca mueren.- Dijo Ed, yendo hacia donde estaba ella.- Yo creo que habrá una nueva oportunidad.- Auguró y después de ese momento, la germana le tomó de las manos.
- Donde quiera esconderse, iremos a por ella y la llevaremos ante la Justicia. No podrá ocultarse de nosotros.- Dio su palabra y de ahí, mientras que se lanzaban los fuegos artificiales al Cielo, la rubia le dio otro beso a su novio, siendo observados por sus amigas y demás, en medio de los festejos.
Karsland había sido liberada de las garras enemigas.
Mientras tanto, en la frontera entre Suomus y Orussia, bajo los Cielos nublados y el frío que se hacía sentir en la piel, el "Escuadrón" liderado por Eila y Sanya habían puesto pie en sus respectivas tierras natales, acompañadas por Doble D, Kevin, Nazz, Mio, Johnny, Tablón, Rolf y la Mayor Mio Sakamoto. El aire gélido golpeó los rostros de aquellos chicos que no estaban acostumbrados al mencionado clima. Se hallaban ante los bosques de tundra ubicados entre el Norte y el Este de Europa. Una región salvaje e inhóspita que no conocía el fragor de la guerra, pero, más allá de esos paraísos forestales, se hallaba el frente de batalla. Uno del cual iban a enfrentarse contra sus peores enemigos y así liberar aquellas naciones de su yugo.
Fin del Arco V: "La Liberación de Karsland"
[Me tomó mucho tiempo pero, finalmente, este "Arco" ha llegado a su fin y solo nos quedan dos. Sí, me duele, desde lo más profundo de mi corazón, anunciar que esta historia está terminando pero aún quedan aventuras y batallas por librar en estos últimos ya mencionados.
Ahora vienen las preguntas: ¿Qué habrá pasado con May? ¿Logró sobrevivir a la caída en el Río Rin? ¿Cómo será la lucha por liberar Suomus y Orussia?. Todo esto y mucho más lo veremos en el próximo capítulo del nuevo "Arco".
Dejaré este fic en hiatus hasta la semana que viene y así conseguir más inspiración para los próximos capítulos.
Agradezco un montón el apoyo recibido por parte de Matfix, Franco M. Romano y los demás seguidores de Fanfiction y Wattpad.
Muchas gracias, amigos. Nos estamos viendo. Cuídense y buen inicio de día Jueves de mi parte.
Próximamente: "Arco VI: El Despertar de Suomus y Orussia"
