Capítulo II:

Mientras que se consumían los últimos fuegos artificiales sobre los Cielos de Berlín, hecho que quedó marcado como la "Reconquista de Karsland" en las páginas de los libros de Historia, la situación no parecía cambiar mucho, desde el contexto en el que se hallaban los presentes. Ed permanecía en el Palacio de Gobierno junto a Erica, la Comandante Minna y la Teniente Barkhorn, siendo estas dos últimas las encargadas de vigilar los movimientos que harían las Kanker sobre Europa. Hasta el momento, en la "Sala de Comunicaciones" instalada en uno de los pisos de aquel enorme edificio antiguo, se podía respirar un aire de suma importancia, en especial por el arduo trabajo que estaban llevando a cabo los operarios e ingenieros electrónicos para hallar algún indicio del enemigo.

Pronto, la puerta de la Oficina del Canciller se abrió y entró un Oficial, el cual les entregó un nuevo informe que se apiló, al igual que los otros, en uno de los costados de la mesa. Minna lo leyó y de ahí se frotó la cabeza con las yemas de los dedos, mientras que Trudie abría los sobres restantes para ver qué otra información había allí.

- Tengo que reconocerlo: Son muy escurridizas y saben cómo ocultar sus huellas.- Sostuvo la pelirroja con seriedad.-

- ¿Aún nada importante?.- Oyó la voz de Ed, quien se acercó hasta ellas.

Fue Minna quien negó con la cabeza ante la pregunta hecha por el fan de la Ciencia Ficción, por lo que se tuvo que encoger de hombros ante ese problema que tenían frente a frente. En sus manos tenía otros reportes y los leía uno a la vez, intentando hallar más datos pero todo era confuso. Un manto de "niebla" cubría las huellas de las Kanker, aún cuando hubieran capturado una gran cantidad de documentos y computadoras que ellas habían abandonado en Romagna y Karsland, éstas no brindaban lo necesario para darles caza. En un momento dado, dejó los papeles sobre la mesa y respiró hondo. Le dolía la cabeza y fue entonces que sacó un pequeño paquete con pastillas para paliar ese malestar. Las bajó con un poco de agua y de ahí sintió que dolor iba bajando.

- Oh, Ed, discúlpame que no te haya respondido antes.- Dijo la muchacha, quien se ponía de pie.- No, aún no hemos encontrado ni una sola pista del paradero de las Kanker y si esto sigue así, entonces se nos habrán fugado para siempre.

El chico tanteó sus dedos y miró a la Comandante.

- ¿Cree que podrían rearmar a sus huestes?.- Quiso saber y aquella pregunta era sumamente aterradora. Trudie se puso de pie tras terminar de leer los documentos y salió al exterior.

- Perdón que les interrumpa, pero voy a salir a tomar un poco de aire fresco. Siento que me va a reventar la cabeza.- Sostuvo y tras recibir un asentimiento con la cabeza, de parte de Minna, la mencionada salió al exterior, cerrando la puerta.

- Debería ir a descansar, Mi Comandante o salir un rato para despejarse.- Le propuso Ed, ya que ambas tenían unas profundas ojeras.

- Mientras que esas malditas estén allí fuera y tras arrasar incontables ciudades, pueblos en Karsland y el Mundo, no descansaré hasta verlas en prisión.- Dijo con firmeza y volvió a su asiento.- Entiendo tu preocupación, Ed, pero esta guerra ha entrado en su "Fase Central".- Dio a conocer aquel "diagnóstico" para el joven de Liberion.

- Eso...¿qué quiere decir?.- Inquirió el fan de la Ciencia Ficción, por lo que Minna tomó una postura seria a respecto.

- Significa que, tarde o temprano, una vez que liberemos Suomus y Orussia, partiremos a Liberion para liberarla.- Al oír eso, el chico sintió una profunda calidez y emoción por volver a su tierra natal, al hogar que lo vio nacer pero notó algo en el rostro de la Comandante.- Lo sé, estás pensando que un "pero" en este relato y sí, es verdad, lo hay: La misión sobre los otros dos países antes mencionados consiste en acabar con el yugo de las Kanker, sin embargo hay altas probabilidades de que nos lleve un buen tiempo en recuperar los dominios perdidos. Nuestros enemigos son muy poderosos y ya con ver su "demostración" contra los países que atacaron anteriormente, nos deja en tela de juicio que no las debemos subestimar.- Advirtió con frialdad, siendo oída por Ed.

El muchacho sintió un enorme peso que se le venía encima, cayéndole sobre el cuerpo y aplastándolo, igual que una avalancha en plenas montañas. Reconocía muy bien lo que era una situación que podía significar la muerte. Toda guerra estaba caracterizada en sobrevivir a la muerte y otras desgracias pero, en este caso, con recordar a Liberion, la tierra natal de aquellos chicos, le produjo un gélido escalofrío que recorrió toda su espalda y el resto del cuerpo, azotando en lo más profundo de su ser y de ahí llevó a tragara saliva por los nervios. Sus dedos tocaron sus muslos y de ahí unas cuantas gotas de sudor frío perlaron su frente.

- Estás asustado.- Reconoció Minna ese punto.- No hace falta que lo ocultes, lo entiendo a la perfección y es normal que sientas algo así.- Señaló la Comandante, quien alzó la mirada hacia Ed y éste no pudo quitárselos de encima.- Diste una muy buena batalla allí fuera junto a Erica. El "Alto Mando de Karsland" está pensando en condecorarlos después de que termine esta guerra. Eso espero.- Lo último lo dijo con un dejo de seriedad en su voz.

- Agradezco sus palabras de apoyo, Mi Comandante.- Señaló Ed y de ahí vio que la rubia yacía dormida en una de las habitaciones que se unían a la "Oficina Central", estando ésta muy desordenada, causando una risa en el fan de la Ciencia Ficción.

- No tienes por qué hacerlo. Ve y descansa, yo, quizás, más tarde, vaya a dormir un rato.- Le ofreció y sin decir más, Ed salió de la habitación, dejando a la pelirroja ocupada con sus asuntos.


Pronto, la Oficina quedó vacía, Minna regresó a su labor y de ahí notó que una carpeta de color negro no había sido revisada con anterioridad, por lo que la tomó, tras haber sido llamada su atención y la comenzó a ojear. Una página a la vez mostraba una serie de fotografías en las cuales se hallaban las Kanker junto a su abuelo, el Dr. Reginald, siendo aquellas jóvenes unas niñas y con ello se encontró con otra sección, en la cual estaban los trabajos que éste realizó toda su vida, como si fuera un "Diario Personal" al que siempre tenía algo que anotar.

Alzó una ceja, sorprendida y de ahí vio que las fotografías eran de las distintas "Colmenas" que habían sido destruidas.

- "Estas son las que estaban en el Mar del Norte, cerca de las Costas de Brittania y Galia, así como también la del Norte de África, la Antártida junto a las de Romagna y Karsland...No puedo creerlo, él...¡¿él las diseñó desde el final de la guerra?!".- Se preguntó Minna, asombrada.-

Justo en aquel momento, la puerta de la Oficina se abrió y notó que era Trudie la que venía para ese lugar. Acto seguido, cerró la misma y caminó hasta una de las sillas que se encontraban frente a la Comandante.

- ¿Quieres que traiga más café?. Luces muy cansada.- Preguntó la Teniente de cabello castaño oscuro pero su amiga no le escuchó, estaba atenta a la información que tenía ante sus ojos, por lo que ella se unió y al leer los primeros informes, ésta se quedó helada.- Minna...

- Sí, lo sé: Estuve trabajando todo este tiempo, en las sombras, bajo nuestras propias narices sin que nadie, incluso la Policía de Peach Creek y las Autoridades Locales se dieran cuenta...En simples palabras, les estaba dejando a sus nietas lo que sería conocido como su "Legado".- Apuntó la pelirroja con seriedad y de ahí cundió el silencio.

- De acuerdo, ahora que hemos descubierta esta última parte que nos quedaba por saber, aquí viene mi pregunta: ¿Qué hacemos ahora?.- Inquirió Trudie y de ahí vio que la Comandante se ponía de pie.

La chica se quedó mirando hacia afuera, en las calles se podía respirar un cierto aire de paz pero, tras toda gran batalla, vienen las dudas de cómo seguir. Uno diría que ya estaba todo solucionado pero no de esa forma, sino de que tenían que estar atentas. Se dio media vuelta y miró de reojo a la Teniente, quien sintió esa mirada punzante que tenía su amiga.

- Cuando los Romanos se enfrentaron a los Bárbaros, aún cuando establecieron el Imperio, sus fronteras siempre eran atacadas de forma constante, por lo que levantaron puestos de avanzada, murallas, empalizadas y fortificaciones junto a los campamentos para vigilar de que los invasores no pasaran. Cuando llegó la "Crisis del Siglo III D.C", Roma nunca pudo recuperarse y los "Pueblos Germánicos" aprovecharon esa oportunidad para atacar las tierras imperiales, por lo que tuvieron que llegar a una serie de acuerdos que fueron pactar con ellos a cambio de dinero y así servirían en los Ejércitos, así como también luchar contra los otros grupos étnicos que estaban avanzando por otras direcciones.- Dio a conocer esa referencia histórica, con las manos en la espalda y de ahí volvió sus pasos hacia donde se encontraba la castaña oscura.

- Hm, la Historia misma nos está juzgando.- Apuntó la Teniente con seriedad y le servía una taza de café.

- Te lo agradezco pero ya bebí demasiado. En cualquier momento ya no voy a tener sangre en mis venas.- Dijo aquello, entre chiste y de que estaba llena de aquella bebida, riéndose un poco para mitigar la tensión que se respiraba en el aire.- No sé si la Historia nos estará juzgando ahora o será por las acciones que tomaremos aquí al Futuro, pero de algo estoy segura: Suomus y Orussia deben ser liberados cuanto antes.- Sostuvo Minna seriamente, dejando atrás el "momento cómico".

- Hasta el momento, con respecto a eso último que dijiste, las Kanker han estado movilizando una gran cantidad de fuerzas hacia el Este para capturar los campos petroleros y las industrias que fueron trasladadas por órdenes del Gobierno Imperial. Aún así, el peligro sigue latente. La Capital de Suomus está fraccionada en dos zonas por las que se pelean por su dominio las Fuerzas Armadas y los "Shadow Neuroi", mientras que en la de Orussia pasa lo mismo. Si quieren triunfar contra ellas, lo que necesitan es "agitar el avispero".- Dijo Trudie, en opinión suya y que fue oída por Minna.

- Espera, esa idea que diste no es mala.- Le respaldó la Comandante y su amiga quedó sorprendida.- Es genial, pero espero que Eila y Sanya puedan cumplir con la misión: Necesitamos atraer a las Kanker lejos de su objetivo cuanto antes o todo lo que hemos hecho se nos inclinará en nuestra contra.- Fue el pedido que hizo la pelirroja.


Volviendo a los bosques fronterizos entre Suomus y Orussia, el "Escuadrón" que lideraban Eila y Sanya se abría camino entre los senderos cubiertos por la nieve y la vegetación de la zona. Los bombardeos continuaban en la distancia, mientras que se podía apreciar un pueblo en la lontananza. La albina y la peli plateada hicieron una seña de que se detuvieran y de ahí tomaron posiciones, justo en las colinas que bordeaban el lugar y donde ambas observaron el perímetro para ver si era seguro.

- ¿Es seguro?.- Preguntó Mio pero la peli plateada negó con la cabeza.

- Mira: En estos momentos se está desatando una feroz batalla contra los "Shadow Neuroi".- Le dio Eila los binoculares a la Mayor Sakamoto y ésta lanzó un gruñido al aire, ya que no se esperaban que el enemigo rondara por allí. Acto seguido, tanto la peli negra del Imperio Fuso y las dos amigas sacaron sus armas de fuego y la katana. Mismo movimiento ejecutaron Doble D y Nazz, acompañados por Rolf y Johnny, quienes encendieron su "Magia". El chico intelectual fusionó la suya con el arma que tenía consigo, mientras que se reunían para discutir la próxima movida contra el enemigo.

- Muy bien, escuchen con atención, ya que el tiempo apremia y necesitamos ganar el máximo posible: La situación en ese pueblo es sumamente complicada y vamos a tener que atacar con todas nuestras fuerzas si queremos liberar a Suomus y Orussia de las garras de las Kanker.- Dijo Eila a los presentes.

- Perdón, pero...- Iba a decir Johnny, quien levantó su mano.

- No hay tiempo, amigo, como bien dijo la Señorita Juutilainen, estamos escasos de tiempo. Rolf está listo.- Le interrumpió el extranjero y de ahí se preparó.

- Yo también.- Se unió Doble D y le siguieron los otros.

- Muy bien, es ahora o nunca: ¡Ataquemos!.- Ordenó la peli plateada y comenzaron a descender por las colinas hacia el campo de batalla.


En aquel pueblo, los "Shadow Neuroi" estaban arrasando con todo lo que había a su paso. Incendiaban las casas de los civiles, los expulsaban y tomaban a sus hijos como prisioneros, mientras que se preparaban para ejecutar a los padres, quienes intentaban protegerlos. Los negocios eran saqueados por éstos y todo intento de resistencia terminaba en vano, ya que el enemigo les superaba en número. En medio de toda esa barbarie, cuando estaban listos para fusilar a los padres de los jóvenes y de ahí llevarlos en calidad de esclavos de las Kanker para sus minas y fábricas, entre llantos, lágrimas y gritos de desesperación, un "Pelotón de Fusilamiento" cargó sus armas y estaban a punto de disparar.

Cuando el "Pelotón de Fusilamiento" iba a cumplir con aquella orden, una feroz descarga de fusilería cayó sobre ellos. La mitad se desplomó, destruidos, explotando por los impactos contra el pecho, mientras que otros se volteaban, dándoles la oportunidad a los civiles de poder huir de allí. Los atacantes buscaron a los responsables del atentados y de ahí volvieron a lloverles metralla sobre sus cabezas. Aquel grupo fue diezmado por completo, revelándose, desde el humo que salía de las edificaciones, las figuras de Eila y Sanya junto a Mio.

Por el Oeste llegaron nuevos refuerzos pero fueron emboscados por Doble D, Kevin, Nazz, Rolf y Johnny, quienes dejaron un tendal de restos mecánicos por todas partes y sus vehículos destruidos junto a algunas naves que fueron como apoyo. Había sido un grupo "pequeño" el que atacó al pueblo, sin embargo, una vez que la calma regresó, los civiles pudieron ver a sus salvadores.

- ¿Todos están bien? ¿Hay algún herido?.- Preguntó Eila, quien corrió hacia donde estaba su gente y vio que habían personas de distintas edades que vivían en ese lugar. Una de las mujeres se acercó hasta ella y le tomó de las manos, abrazándola con fuerza a la chica y su amiga.

- ¡Mil gracias por haber venido!.- Exclamó esa persona, quien estaba al borde de las lágrimas.-

- No tiene por qué agradecerlo, Señorita. Para eso estamos.- Dijo Nazz y miró la devastación causada por el enemigo.

- Sé lo que dirán.- Habló un hombre de unos 70 años, cabello y bigote blanco como la nieve, el cual se acercó junto a su familia.- Y sí, por desgracia, esos monstruos mecánicos nos han estado atacando día y noche. Estuvimos dos semanas defendiéndonos con la ayuda de los Destacamentos Militares y la Policía pero, por desgracia, hoy nos quedamos sin municiones. Dimos nuestra mejor batalla hasta que se nos agotaron las mismas.- Relató aquel anciano a los presentes.

- Y no solo eso, también han atacado otros pueblos y aldeas campesinas para llevarse a los jóvenes como esclavos. Los que no sirven, tales como gente discapacitada o enfermos los matan como si fueran perros.- Aquello fue relatado por uno de los nietos del hombre mayor.

- ¿Qué?. No puede ser.- Quedó Rolf horrorizado al oír eso, mientras que Eila y Sanya llevaban sus manos hasta la boca pero la veracidad de aquel joven se vio plasmada en el movimiento que hizo con su cabeza.

- Por desgracia, es cierto. Esos malditos han establecido sus "Puestos de Control" a lo largo y ancho de las fronteras con Suomus y Orussia. Entran y salen como si fuera su casa y la Capital la tiene repartida, ya que un sector, bastante grande, sigue siendo defendido por los militares. En los campos, aldeas y pueblos creíamos que estaríamos a salvo pero no fue así. Los invasores comenzaron a saquear todo lo que estuviera a su alcance, llevándose a los animales para sus Líderes, así como también las cosechas. Los campos que se defendieron han sido incendiados y les tiraron sal.- Continuó relatando el nieto del anciano.

- Igual que la República de Roma hizo con las tierras de Cartago tras la "Tercera Guerra Púnica".- Dio a conocer Doble D aquella triste referencia histórica. Acto seguido, miró al chico.- ¿Qué se sabe de los otros pueblos y localidades? ¿Han podido resistir? ¿Adónde piensan ir?.- Preguntó, ya que aquello era crucial.

- Al Oeste se han estado dirigiendo muchos campesinos, militares, médicos y policías, ya que se está hablando de que las ciudades costeras no han caído pero no podemos confirmarlo: Todas las antenas de radio, así como la televisión e Internet han sido destruidas por los Ejércitos enemigos.- Respondió el joven a la pregunta del chico intelectual.

- ¿Y no tuvieron ni una sola señal?. Hablo antes de la caída.- Lanzó Doble D otra pregunta y eso dejó pensativo al muchacho pero alguien más se unió.

- Con su permiso, yo soy el Comisario de este pueblo y sí, hace unos días recibimos, desde el "Comando Radioeléctrico" de la Jefatura, un mensaje encriptado pero no pudimos terminar de descifrarlo ya que cayeron todas las comunicaciones por los bombardeos enemigos.- Se acercó un hombre de cabello rubio y barba, además de lucir el uniforme correspondiente a la Fuerza Policial.

- Doble D puede ayudarles a descifrarlo.- Habló Eila y eso tomó por sorpresa a su pareja. Él la vio, sonaba segura y tenía su confianza.

- Sí, es verdad, él sabe de este tipo cosas.- Añadió Sanya y aquello fue como un "regalo" que no podía aceptar.

- Bueno, sí, puedo pero eso sería quitarles el crédito al resto del "Escuadrón".- Sostuvo, mientras que intentaba mantener el equilibrio.

- No digas tonterías, Doble D.- Habló Kevin y dio un paso hasta quedar frente a frente con él.- Gracias a ti y tus investigaciones, pudimos luchar contra las Kanker, destruimos a una buena parte de sus Fuerzas y lo mismo las "Colmenas", hemos liberado Brittania, África, la Antártida, Romagna y ahora Karsland. Estoy seguro de que podremos cumplir lo mismo aquí y en Orussia sin problemas pero, en este momento, necesitamos de tu ayuda con ese mensaje. De no haber sido por ese trabajo que hiciste con el contenido de los barriles de Rolf, ya estaríamos siendo esclavos de esas malditas. Ahora es tiempo de brillar.- Le respaldó el pelirrojo y, por primera vez, colocó su mano en los hombros del intelectual, dándole su apoyo.

- Cuenta también conmigo, Doble D. Esta gente necesita toda nuestra ayuda y tú eres capaz de descifrar este tipo de mensajes.- Añadió Nazz, dándole su apoyo.

- Sí, chico Edd, Rolf también piensa lo mismo y pensar que antes eran un dolor de cabeza para el vecindario, ahora las cosas han cambiado y mucho.- Se unió el extranjero y fue entonces que el joven de Liberion sintió las manos de Sanya sobre su espalda.

- Trabajaremos juntos en esto. Utilizaré mi equipo de comunicaciones para que podamos descifrarlo.- Agregó la albina, quien tenía confianza en su pareja.

Se tomó unos momentos para pensar y de ahí fue cuando supo que era cierto. Las palabras de sus amigos y las dos chicas eran ciertas. Él había sido una parte muy importante en todo el desarrollo de la guerra contra el "Imperio Kanker". De no haber sido por el gran trabajo que había hecho con la creación del "Elixir" para que pudieran obtener la "Magia" y combatir a las huestes enemigas, todo hubiera seguido igual. Fue entonces que recapacitó, volvió a recuperar la confianza en sí mismo y puso las cartas sobre la mesa.

- Muy bien, empecemos con lo principal: ¿Dónde está la Jefatura de Policía?.- Preguntó el chico y dos agentes le acompañaron hasta la misma, sumando a Sanya, quien fue a su lado para trabajar en el mensaje.- Amigos, escuchen, volveremos dentro de poco. Nos reuniremos en la Plaza Central del pueblo y de ahí les contaremos todo lo que hayamos conseguido.- Pidió el muchacho y tras concretar ese punto de reunión, pusieron manos a la obra.


Rolf y Johnny se quedaron allí y aprovecharon para inspeccionar los alrededores de aquel pueblito. Era uno pequeño, no de grandes extensiones y en donde podía sentirse ese aire a tiempos pasados. La mayoría de las edificaciones eran de mediados a finales del Siglo XIX y principios del XX, aunque, por desgracia, la mayoría habían sido pasto de las llamas. El extranjero arrugó el entrecejo, formando una triste expresión al ver los campos con sus sembradíos incendiados por completo, por lo que soltó un aire de pesadez que se entremezcló con el ambiente gélido de la región. Acto seguido, sintió la mano de Johnny sobre sus hombros.

- Esto va a llevarles un tiempo en recuperarse. La mayoría son personas dedicadas a las actividades rurales y las pequeñas industrias.- Rescató el chico calvo, llevando a que el extranjero asintiera con la cabeza.

- Lo sé y eso es algo por lo que puedo ver en los ojos de Eila y Sanya: La preocupación por el Futuro de su gente.- Indagó Rolf, adquiriendo una postura seria.

- Mira que no me gusta ser pesimista ni nada por el estilo, pero temo mucho por lo que pueda pasar, no solo aquí, sino en todo el Mundo. ¿Recuerdas cuando veíamos "Historia del Mundo Antiguo" en la escuela, Rolf?.- Rescató Johnny aquella referencia al Pasado y su amigo asintió.

- Sí, todas las guerras traen desgracias. Nadie sale ganando, todos perdemos, porque luego viene la reconstrucción y eso llevará su tiempo.- Respondió a la pregunta que le hizo su amigo.

- Imagínate lo que fue para Roma tener que salir adelante tras las "Guerras Púnicas": Una gran cantidad de fallecidos por los combates, la crisis que se había desatado por ver qué se hacía con las tierras que debían repartirse para los campesinos, ya que el "Ager Publicus" ya estaba en poder de otras personas, sobre todo de ricos terratenientes, ¿qué podían hacer?. Cuando los Hermanos Tiberio Sempronio y Cayo Graco propusieron esas leyes agrícolas, les saltaron a la yugular los poderosos que habían en el Senado y terminaron muertos. Las "Guerras Civiles" que Roma tuvo que hacer frente después, las cuales empeoraron aún más la situación, llevaron a que Julio César fuera el que pusiera un cierto nivel de orden hasta que fue Augusto, el que sería, más tarde conocido como el primer Emperador de la Dinastía Julio-Claudia, en donde hallaría la "Pax Romana" hasta que se desató la "Crisis del Siglo III D.C".- Dio el chico un repaso de lo ocurrido en los tiempos pasados, mientras que el viento gélido movía sus cabellos.

- ¿Tú crees que puedan haber problemas tras la guerra?. A veces pienso que habrán personas que estarán a favor de las Kanker. Es fácil quebrar la mente de los que son vulnerables y de corazones tan frágiles que los convierten en seres de oscuridad. Yo temo por eso.- Dio a conocer Rolf aquella teoría tan escalofriante, por lo que se hizo la "Señal de la Cruz".- Que Dios nos proteja si algo así llega a suceder.

- No, no lo creo.- Oyó la voz de Johnny.- Piensa: ¿Las Kanker querrían tener seguidores en sus filas?. No, ellas solo piensan por sí misma. Están exaltadas en su imagen y personalidad, como si un "Aura de Divinidad" las envolviera y protegiera pero no es así. Ni la gente con razonamiento se inclinaría a favor de ellas, que son unas genocidas y seamos sinceros, ¿tú sabes los que habrán muerto desde que comenzó esta maldita guerra?.- Indagó Johnny, mientras que tomaba un pequeño fragmento, el cual resultó ser parte de un chip que tenían los "Shadow Neuroi", lo lanzó al aire y disparó una "Bala Mágica" que terminó por reducir aquello en una diminuta lluvia de polvo.- Lo único que han causado es muerte y destrucción. Oleadas de refugiados que no saben en dónde quedarse por miedo a los bombardeos enemigos y las "limpiezas" que están haciendo. Los más desesperados lo habrían hecho pero, creo que, en estos momentos que estamos transcurriendo, hasta ellos mismos usarían la Lógica y dirían que no hay que hacerlo. Además, las Kanker los tomarían como esclavos o los matarían, simplemente, porque no les importa la vida de los demás. Solo están para ellas mismas.- Concluyó el chico calvo, mientras que le daba una palmada en los hombros al extranjero peli azul oscuro.

- Vaya, sí que tienes una buena visión de las cosas, amigo pelonchas. Dejaste a Rolf sin palabras.- Le felicitó pero, cuando estaban por volver a hablar, notaron que Sanya iba hacia ellos.- ¿Eh?. La Señorita Litvyak, ¿qué estará pasando?.- Se preguntó con un tono medio de voz, casi parecido a un susurro pero Johnny se encogió de hombros.

- Veamos qué necesita.- Sugirió éste y pusieron rumbo hacia el lugar en el que se hallaba la muchacha.

- Señorita Litvyak, ¿qué pasó?. Por aquí no hemos detectado ni una sola señal enemiga. ¿Quiere que le ayudemos en algo?.- Preguntó Rolf con cortesía pero la albina negó con la cabeza.

- Hasta el momento no reportamos actividad en el frente. Todo está en calma, quieto, estático pero no podemos bajar la guardia.- Respondió la muchacha y eso era una señal.- Aún así...

La albina hizo una pausa, dejando a ambos amigos en silencio.

- Voy a pedir la evacuación de este pueblo y de los demás que estén, tanto aquí como en Orussia, para que los llevemos hacia las Ciudades Costeras del Oeste de Suomus y al Norte y Este de mi país.- Recalcó con un profundo tono de seriedad.-

- ¿Evacuar?.- Preguntó Johnny.- Pero, Señorita...- Ahí vio que la albina lo estaba mirando con esos ojos y sabía bien el por qué.- Digo, Sanya, puede ser peligroso, los caminos estarán vigilados por los "Shadow Neuroi".

- La gente de este pueblo y el Alcalde han tomado la decisión de irse cuanto antes. Además, recuerden, ellos están provisiones, no tienen más comida ni municiones para defenderse.- Les hizo recordar y aquello era un punto a favor de la muchacha.-

- De acuerdo, veo que ya han tomado su decisión: ¿A qué hora saldremos de aquí?.- Preguntó Johnny, viendo que ya no había nada más que comentar.

- En cuanto Doble D termine de descifrar el mensaje, iniciaremos la marcha hacia el Oeste.- Respondió la albina.

- ¿Y si están vigilados esos caminos?.- Quiso saber Rolf.

- Bueno, hay dos opciones: La primera será avanzar por el Norte, aunque nos llevaría más tiempo y el segundo sería ir hacia Orussia, mi tierra natal.- Dio a conocer esas dos alternativas.- Necesitamos un "Despertar" cuanto antes, amigos.- Sostuvo la chica y de ahí le siguieron el paso, justo cuando notaron que los primeros civiles iban saliendo con sus maletas y comenzaban a reunirse en la "Plaza Central".


El Hospital del pueblo también comenzó a ser evacuado, siendo sus pacientes llevados hasta las ambulancias y coches particulares, los que no estaban operados iban en esos vehículos, mientras que se iban vaciando los "Almacenes de Medicinas". Por su parte, en la Jefatura de la Policía, Doble D se encontraba con Eila en el "Comando Radioeléctrico" con la misión de descifrar el mensaje que tanto misterio había causado entre la población. El estridente sonido de los equipos de radio y el de Sanya eran una "cacofonía" sin igual, desprovista de un equilibrio, igual que un balancín donde uno subía pero cuando llegaba el turno al que estaba abajo, el primero no quería abandonar su puesto.

El chico intelectual tomó lápiz y papel, siendo guiado por la peli plateada, quien tenía unos auriculares sobre sus orejas y pedía el máximo silencio posible. Todo quedó sumergido en la calma más absoluta, igual que en una Iglesia cuando se inicia la Misa pero, tan rápida como la lluvia que aplaca la sed de las cosechas y de las personas, Eila comenzó a escribir una serie de letras que fueron evolucionando a palabras, dentro del "Código Militar" y tras ello Doble D la observó. Una parte del escrito había sido concluido y de ahí vio que la chica se quitaba aquellos auriculares que le dejaron los oídos empapados por la concentración de calor corporal.

- Ufff.- Suspiró la peli plateada.- Necesitaba quitarme éstos de encima.- De ahí, miró hacia donde estaba la hoja de papel y le pasó los mismos al chico.- Tendrás que prestar mucha atención para esto, hablan muy rápido y suena como si estuvieran las montañas por el sonido del viento gélido que sopla por allí.

- Lo tendré en cuenta.- Respondió el chico y de ahí, tras tomar los auriculares, miró de cerca a Eila.- "Casi siempre estamos como "distanciados" por la guerra pero ahora que tenemos este momento a solas, no puedo negarlo: Ella es muy hermosa. Su cabello y sus ojos son muy cautivadores. Jamás creí conocer a una chica con una gran belleza, inteligencia fuerza".- Pensó y todo el peso de su ser le fue causando que sus mejillas fueran volviéndose carmesí, situación que fue observada por la chica de Europa del Norte.

- ¿Doble D?.- Oyó la voz de Eila, quien le sacó de sus pensamientos pero fue tarde para ocultar el rubor de sus mejillas.- Ohhh, ya veo: Nunca habíamos estado tan cerca desde el momento en el que Sanya y yo escuchamos de que te hallabas enamorado de nosotras.- Descubrió esa verdad y de ahí le tocó la punta de la nariz con uno de sus dedos.-

No había palabra alguna que le ayudara a describir lo que estaba sintiendo en esos momentos. Trató de mover la cabeza pero fue en vano, Eila lo sostuvo con delicadeza, acurrucando su cabeza contra su pecho y de ahí cerraba los ojos un rato. Podía sentir los latidos del corazón de Eila, era como "música", algo que le agradaba la tarde y que alejaba las malas experiencias. Quería cerrar los ojos un rato pero supo que no podía dejar atrás lo que podía significar la salvación para esa gente, por lo que miró a la chica.

- Hay veces en las que pienso que esto puede tratarse de un sueño, que despertaré en mi cama y será un día como cualquier otro en Peach Creek. Luego me doy cuenta de que estoy aquí, en medio de una guerra y que el Futuro de la Humanidad pende un hilo. Cuando estoy contigo y con Sanya, siento que el Mundo se calma, lo que me rodea adquiere paz y tranquilidad...No sé, tal vez sea una tontería.- Alegó el chico pero Eila negó con la cabeza.

- ¿Qué dice tu corazón?. La misma pregunta va para tu mente. Escúchalas.- Señaló la peli plateada y tomó de sus manos.

- Ellos...Ellos dicen que esto es real y que debo ser feliz al lado de ti y Sanya.- Respondió Doble D, un tanto confundido y de ahí fue cuando todas sus dudas desaparecieron con un tierno beso por parte de la muchacha, llevando a que todo el Mundo se paralizara, aunque fuera un por unos segundos.

Él la miró a los ojos, su sonrisa era preciosa y pensar que ella había sido fría y distante con él, al principio, pero, después, las cosas comenzaron a cambiar. De ahí, con sus energías renovadas, Doble D volvió al trabajo y tras unos minutos de escritura y pensamientos, logró descifrarlo.

- Será mejor anunciarlo ante los civiles y nuestros amigos en la "Plaza Central".- Propuso Eila, ya que la Jefatura estaba siendo evacuada y al ver que Doble D asentía con la cabeza, los dos salieron de allí con rumbo a las calles, tomados de las manos.


[Un capítulo que abarcó desde la acción al romance, un "Momento de Paz" en medio de tanta guerra, ¿no lo creen?. Bueno, antes que nada, les aviso que el total de capítulos serán de diez y bien largos; así que a prepararse.

Mando saludos y agradecimientos para Matfix y Franco M. Romano. Cuídense, amigos y les deseo un buen comienzo de día Jueves.].