Capítulo VIII:
La palabra "retirada" puede resultar "ofensivo", desde el punto de vista militar, ya que muchos lo consideran que se ha perdido una batalla sumamente importante y aquello acarrea una serie de problemas como la Logística, el envío de refuerzos para tratar de recuperar el terreno perdido y demás asuntos en cuestión. Sí, así sonaba aquel concepto ante las Kanker, quienes debieron ordenar el repliegue inmediato de sus huestes hacia el Frente Oriental de Orussia, en donde aún continuaban, una buena parte de las mismas, luchando para conquistar los campos petroleros y las industrias. Podían revertir la situación pero también estaba otro objetivo mucho más complicado: Las "Witches" habían llegado y la derrota en la Batalla de la Capital Provisional había sido un rudo golpe para ellas, sumado al despertar, el levantamiento cívico-militar que se desató en ambos países, donde se lanzaban oleadas de ataques relámpagos para expulsar a los "Shadow Neuroi", haciéndoles pagar muy caro por sus crímenes, sobre todo las "limpiezas" en las aldeas, pueblos y ciudades junto a los jóvenes que eran separados de sus familias para ser convertidos en esclavos de las Kanker y que trabajaran en las fábricas donde forjaban armas y máquinas junto a las minas de distintos minerales para la mejorar en su tecnología e investigaciones científicas.
Desde las puertas destruidas de aquella urbe que sirvió como "reemplazo" para la Capital original de Orussia, donde podían verse incontables restos de los Ejércitos invasores arrasados y en llamas, cubriendo todo en una espectacular hoguera, Doble D contemplaba cómo un grupo de militares iban dinamitando varias máquinas de guerra que habían sido abandonadas por el enemigo. Para él, en el fondo, le hubiera gustado conocer un poco más sobre esa civilización y su tecnología pero, rápidamente, se sacó esa idea de la cabeza. No valía la pena. Fue entonces que se alejó corriendo, uno de los miembros del "Cuerpo Imperial de Ingenieros" pidió que todos los que estaban cerca se fueran a resguardar debido a que harían detonar aquellas armas dejadas por el enemigo. El chico sintió que alguien le colocaba una mano encima suyo y al voltearse, descubrió que se trataba de Sanya. La chica de aquel país le hizo una seña de que le acompañara y cuando estuvieron alejados de la zona en cuestión, un feroz estruendo se hizo sentir, haciendo temblar las ventanas de los edificios y casas que no habían sido dañados por los combates.
La batalla había dado, como resultado, la victoria para ellas y sus Aliados. Gracias a la llegada de los Ejércitos de Suomus y Orussia, las cosas habían empezado a mejorar pero, desde el punto de vista de ellas, sobre todo de la Comandante Wilcke, esto era, apenas, un "descanso". Aún quedaban muchos caminos por recorrer, en el sentido de la guerra, por lo que los chicos de Peach Creek se estaban dando unos momentos para recuperar fuerzas, comer bien, entrenar, así como también disponer de un poco de ocio antes de volver al frente.
En el trayecto, Sanya notó a su novio que le tomaba de las manos, aferrándose ésta a su cuerpo, sin querer soltarse por ningún momento. Muchos dicen que aquello, en tiempos de conflicto armado, se aferran a lo que más aman. Un amigo, su pareja, su familia. Temen de que no los vayan a ver nunca más y aquel chico intelectual lo sabía. Respiró hondo, pudo notar que las mejillas de la albina se volvían de un intenso color carmesí, mientras que acurrucaba su cabeza contra el hombro izquierdo de éste y le acariciaba sus cabellos.
- Oye, Sanya.- La voz de aquel chico sonaba como si fuera un susurro, uno que recorría las calles desiertas de alguna ciudad cubierta por la nieve y el frío del Invierno. Una urbe en donde solo ellos dos, estando separados por una esquina o alguna avenida muy transitada, se podían ver, intentaban entablar comunicación pero el ajetreo de los coches, el ruido incesante que parecía jugarles una broma muy cruel, les impedía acercarse y que pudieran conocerse mejor. Ese obstáculo, desde el punto de vista de la realidad, era la guerra. Ambos habían pasado de ser simples amigos, Camaradas en la lucha a ser pareja junto a Eila. Para el chico de gorro negro, quien conocía muy bien su intento fallido de conseguir novia desde lo ocurrido con Nazz hace mucho tiempo atrás, en donde se sumaron los otros chicos del vecindario, le causaba un verdadero dolor en su espíritu sobre alguna posible falla, un error y todo se iría por la borda.
Aún así, éste sintió las cálidas manos de la chica del Imperio de Orussia. Un calor que le recorría su cuerpo y alimentaba su espíritu para seguir adelante. No había funcionado con Nazz, tampoco quería pensar con Marie. Aquello era cosa del Pasado, la rubia merecía estar con alguien más y la otra era mejor ni mencionarla. Él sintió aquellas manos sobre las suyas, tragó saliva. Maldita sea, los nervios le iban a traicionar y jugarla una mala pasada pero decidió hacer de tripas corazón, dejar de lado ese temor y de ahí empezar a forjar su camino hacia el Futuro con aquellas dos chicas.
Fue entonces que, tomando las manos de la albina, éste respiró hondo, cerró los ojos y se arrodilló ante ella.
- No me importa lo que pase de aquí al Futuro, juro que voy a hacerlas feliz a ambas, Sanya. Tampoco le temo a lo que suceda en el campo de batalla, yo estaré dispuesto a todo, incluso a protegerlas con mi vida.
Y por primera vez notó que Sanya comenzaba a dejar de lado ese silencio que tanto le rodeaba. Charlotte, Lynne, Yoshika, Kevin, Nazz y Mio notaron esa situación, por lo que optaron por tomar otra calle, evitando no interrumpir ese momento. Eila, por su parte, los observaba desde un pequeño edificio de cuatro plantas, el cual revisaba de que no hubiera gente atrapada y de ahí partió hacia aquel lugar.
Sanya, a su vez, no quería permanecer silenciosa, callada, sino de que deseaba compartir lo que salía desde lo más profundo de su corazón. Éste le pedía a gritos que hiciera algo. Aquello era lo más hermoso que un chico pudiera ofrecerle a una bella muchacha como la albina, pero los sentimientos pueden ser traicioneros. Se vuelven en tu contra, quieres hablar, expresarte ante la persona que tienes delante tuyo pero no lo logras. Terminas, como consecuencia de ello, pasando un mal momento y eso no formaba parte del "plan" de la chica. Pronto, ésta alzó la cabeza y de ahí inspiró hondo. El aire entró por sus fosas nasales hasta que se sintió "renovada" por lo que iba a hacer.
- Doble D.- Oyó hablar a la muchacha y éste prestó atención.- Eso que has dicho es lo más bello que oído en toda mi vida pero...- En aquel momento sintió que podría estar cometiendo un error o no. Los pensamientos pesaban sobre su cabeza igual que una montaña que cedía ante el inevitable embate de la Naturaleza pero, aún así, ella tomó las manos del intelectual con fuerza y lo miró a los ojos.-
En ese momento, sus manos dejaron de tomarse, cambiaron de posición y de ahí notaron, tanto Eila como las demás, que Doble D y Sanya se estaban abrazando con fuerza. Ninguno de los dos quería separarse y podía notarse que eso era un momento tierno entre los dos. La chica de Orussia hundió su cabeza contra el pecho del intelectual y notó que los ojos de la citada estaban humedecidos por las lágrimas. No eran de tristeza ni desolación, sino de otro tipo de emoción, uno en el que tanto ella como Eila conocían muy bien al respecto.
- Me siento...honrada de tenerte a mi lado, Doble D. Desde el primer día que nos conocimos.- Comenzó a hablar ella, dejando de lado ese secretismo suyo.- No podía dejar de mirarte cuando arribamos a Peach Creek. Era como si hubiera algo muy especial en ti, no lo sé, pero lo que reconozco es que tú eres un chico muy especial: Tienes un corazón muy grande, eres honesto y muy trabajador, no quieres que ninguno de tus amigos sufra o le pase algo. Eres la voz de la razón y, aún así, a pesar de tanto sufrir, sigues adelante. No te importa si la derrota duela o sea peor, quieres demostrar de que no eres un inútil y eso es lo más valioso que una persona como tú puede tener como "tesoro".- Añadió la chica, quien se secaba las lágrimas.
- Toda mi vida intenté superar ese obstáculo en el que nunca conseguiría novia, que estaría solo pero, reconozco que eso cambió el día en el que aparecieron. No fue con Nazz ni Marie Kanker, sino contigo y Eila.- En aquel momento, la peli plateada le escuchó, sonrió y bajó hacia donde estaban ellos.- Durante esos años, intenté ocultar todo rastro de emoción por alguien con la que pudiera compartir mi vida.-
Notó la presencia de la chica del Norte de Europa. Su corazón sintió un profundo calor que le alejaba los temores y la soledad del Pasado. Todo quedaba en la nada, del mismo se aprendía de sus errores, de los tropiezos para tener un Presente con el camino hacia el Futuro asegurado. La peli plateada caminó hasta él y los tres compartieron un fuerte abrazo. Respiró hondo, no las quería soltar, actuaba como el Caballero que era: Cortés, seguro y educado.
- Las amo.- Soltó el muchacho aquella carga que tanto "peso" le había traído a su corazón. Desde esos errores del Pasado, él no había vuelto a sentir alguna emoción hacia el tema del amor y conseguir pareja. Ahora se mostraba seguro de lo que haría y fue entonces que las besó a las dos en los labios, profundamente, sintiendo el tiempo se detenía.
Tal vez Dios o quien que estuviera metido en todo ese asunto, les estaba dando un tiempo de paz. Uno donde pudieran recuperarse de las heridas, sanar y luego estar preparados para volver al campo de batalla.
Tanto Ed y Erica, así como también Eddy con Francesca sonrieron al ver a su amigo en esa situación. El chico de baja estatura asintió con la cabeza y les dejaron en paz por un rato.
Minna y Trudie también notaron esa escena. La Comandante se sentía feliz por aquel chico intelectual, sin embargo, aquella felicidad duraría muy poco tiempo. Se habían instalado en el edificio de gobierno provisional, allí tenían establecido su Cuartel General junto a los operadores de radio y la "Sala de Operaciones", en donde se seguía cualquier movimiento de las Kanker. La pelirroja sirvió café para su amiga y ella, disfrutando de su calor en medio del frío que hacía esa tarde y con las reparaciones en marcha.
Hacía poco que habían tenido una reunión con los Generales de ambos países y ahora estaban enfocadas en localizar al enemigo. De inmediato comenzaron a llegar varios informes sobre lo que estaba ocurriendo Suomus y Orussia en esos precisos instantes. Minna los leía y asentía en silencio, reconocía que había comenzado lo que tanto se esperaba para todos ellos.
- Bueno.- Dio otro sorbo al café y de ahí lo apoyó en la mesa.- Se ve que las Kanker han despertado a los durmientes de Suomus y Orussia. Hay una gran cantidad de enfrentamientos y pérdidas de territorio para ellas, incluso en la Capital de la segunda nación, en donde parece que la estarán por ceder. Debo reconocer que ellas, aún siendo el enemigo, fueron unas grandes estrategas pero cometieron el error de abrir muchos frentes y eso les llevó a su destrucción.- Alegó Minna, cerrando los ojos y archivando los documentos en una carpeta, ya que éstos eran de suma importancia para la próxima operación.
Trudie la miró y notó que su amiga se mostraba mucho más seria al respecto. Después de lo ocurrido en Karsland, tanto la Comandante como la Teniente de cabello castaño querían ver a las tres hermanas en prisión, condenadas por todos los crímenes. Una parte suya buscaba que se empleara la "Pena de Muerte" pero eso sería algo que no traería ningún alivio a ellas ni a los que perdieron todo. Trudie suspiró, ella sabía muy bien que lo mejor, para las víctimas, era que las Kanker recibieran la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Eran un peligro, lo sabían muy bien pero ya vendrían los juicios contra ellas. Aún había una guerra que ganar.
- Bueno.- Oyó la castaña oscura la voz de Minna, quien respiró hondo, dio un tercer sorbo a su café y de ahí pasó a acomodarse en su silla para hablar con la Teniente.
- ¿Qué sucede?.- Preguntó Trudie a su amiga.
- He estado leyendo los últimos informes del frente y...- Hizo una pausa. El corazón de la castaña oscura latía a más no poder por lo que podría suceder, así que fue juntando el valor suficiente para encarar el posible peligro.- Se están produciendo levantamientos cívico-militares, armados, por Suomus y Orussia, un verdadero despertar que las mismas Kanker provocaron con sus crímenes.- Dio a conocer aquellos resultados.
- ¡Excelente!.- Festejó la chica de Karsland pero la Comandante le detuvo justo a tiempo.
- Aún así, los "Shadow Neuroi" siguen ocupando una buena parte del Centro y, sobre todo, el Este de Orussia, donde, según indican estos informes, se están preparando para conquistar los campos petroleros y las industrias que fueron trasladadas hasta ese lugar, debido a que el gobierno no quería perderlas.- Señaló Minna con seriedad, llevando a que la otra imitara ese gesto.
- Ya veo.- Comprendió Trudie la situación en la que se hallaban.- Nuestras probabilidades siguen siendo a medias, si queremos ganar todo el territorio y expulsarlas de Europa, para llevar a cabo la última campaña, entonces tenemos que ser 100% prácticas. Habrá que poner las cartas sobre la mesa e iniciar la siguiente movida antes de que ellas hagan una locura.- Apuntó ésta y Minna asintió con la cabeza.
- Y lo haremos. Ya todos saben qué hay que hacer, así que, por estas horas, que descansen: Mañana será un nuevo día en el campo de batalla.- Añadió la pelirroja y de ahí pusieron fin, por un tiempo breve, al trabajo.
Mientras tanto, en el Cuartel General de las hermanas Kanker, allí se estaban evaluando los últimos resultados obtenidos por parte de sus esbirros y los datos no eran muy alentadores. Lee contempló aquello y frunció los labios, en señal de que tendrían que recomponer las "Líneas" afectadas por la derrota en la "Capital Provisional". Sumado a ello, el "Despertar" de Suomus y Orussia les estaba causando otro gran problema, ya que las Fuerzas Armadas y los civiles estaban empujando a los "Shadow Neuroi" de sus posiciones, en especial en la frontera y se temía de que, tarde o temprano y si no lanzaban una feroz contra-ofensiva, tendrían un cerco por el Oeste, impidiéndoles salir de allí y convirtiendo el Este en un "pantano", un "lodazal" del cual tendrían que pelear hasta el final.
- Aún podemos ganar, solo tenemos que mover a las Divisiones que están acantonadas en el Norte, cerca de los Montes Cárpatos y de ahí podremos obtener el Este en pocos días.- Mostró Marie esa idea suya pero May no estaba muy convencida.
- El Frente Norte es un "Castillo de Naipes", el mínimo movimiento que nos salga mal, terminará por hundirnos. Estoy recibiendo mensajes encriptados de mis fuerzas allí y ya no pueden hacer nada con el avance de los militares de Suomus y Orussia, los están aplastando y, para colmo, tampoco podemos dirigir ataques sorpresa sobre los Alpes y Apeninos contra Romagna y Karsland, ya que las "Witches" están estacionadas en la "Capital Provisional" de Orussia. Un intento de bombardeos por allí será el fin para nuestra flota.- Comentó la rubia con tono serio y moviendo sus manos sobre el mapa holográfico.
- ¿Qué sugieres entonces?.- Preguntó la peli azul oscura pero la otra estaba callada.- Lee, ¿quieres aportar algo?.- Pidió ésta pero la otra también se mostraba muy concentrada en sus pensamientos y planes a Futuro.- Mierda, nunca creí que una estrategia como el terror, la misma que usamos contra los civiles y militares, traería, como consecuencia, un despertar en ambos países. Si queremos continuar con esta guerra y es obvio que lo haremos, debemos cambiar de táctica. No sé, tal vez simplemente conquistar y no atacar a las poblaciones civiles.- Propuso Marie pero esa fue una tontería que llegó hasta los oídos de Lee.
- ¿Acaso oí mal? ¿Quieres quedarte sin mano de obra esclava y permitir que se formen grupos de "Resistencia"?.- Le lanzó la pelirroja aquella interrogante.
- No, por supuesto que no, pero creo que tendremos que buscar alguna táctica mejor. Quizás incendiar las zonas urbanas con todos ellos adentro, no sé.- Se encogió de hombros y de ahí fue a atender un llamado.
Lee la vio alejarse y fue hasta donde estaba May.
- No creo que sea mala la idea que dio Marie.- Le respaldó la rubia a la mencionada.-
- Lo debatiremos en el Futuro, ahora no. Escuchen las dos.- Pidió Lee la atención de ambas hermanas, quienes dejaron de hacer sus actividades.- Acaba de llegarme un informe muy importante: El "XIX Ejército Shadow Neuroi" está cercado en el Sur de los Cárpatos y no pueden avanzar hacia el Este de Orussia. A su vez, el "V Grupo de Élite" ha tenido que retirar una cuarta parte de sus Fuerzas para proteger el Oeste de una posible ofensiva enemiga. No está confirmado pero temo de que esto se vuelva más complicado y más con esas "Witches" que están alzadas junto a los otros.
- ¡Carajo!.- Gritó la rubia con furia y golpeó la mesa.- ¡Lo teníamos cerrado el Sur, ¿qué pasó?!.- Quiso saber ella.
- Créeme, es mejor que no lo sepas.- Sugirió la pelirroja y de ahí mostró, en el mapa holográfico, una serie de "Cruces" de color rojo, en las cuales se mostraban las derrotas sufridas hasta hace poco.- Aún contamos con buenas "Reservas" en el Noreste y el Noroeste de Suomus pero habrá que trasladarlas en la "Sexta Colmena" para no sufrir bajas con respecto al enemigo. Tengo que agregar que nuestras fábricas y laboratorios continuarán creando más huestes pero debemos protegerlos de los bombardeos enemigos.- Pidió que se tomara nota sobre esos puntos y le hicieron caso.- Si las "Witches" y los idiotas de Peach Creek quieren guerra, entonces se la daremos. ¡Vamos a revertir la situación, cueste lo que cueste!.-
[Bueno, un capítulo que tuvo romance y que concluyó con un momento de suma tensión. Las Kanker se están preparando para el "A todo o nada". Una futura contra-ofensiva en el Este de Orussia está por producirse.
Vayan preparándose porque, ahora, solo nos quedarán dos capítulos más y esta semana iré terminando el "Arco VI".
Por otra parte, continuaré traduciendo al inglés esta historia. Agradezco muchísimo sus reviews, amigos. Mando saludos y agradecimientos para todos ustedes, en especial para Matfix y Franco M. Romano.
Cuídense y les deseo un feliz Domingo de mi parte, Camaradas.
Hasta la próxima.].
