Capítulo 18.
Vocaloid no me pertenece.
Era ciertamente, una escena deplorable.
Con esa simple palabra se podría haber descrito la escena que los Kagamine daban en la entrada de la sala de visitas de la prisión local. Ella, aún usando su vestido de novia, pisoteado de las orillas inferiores, lleno de algo de lodo del camino, y de cenizas de cigarrillos, y de un notorio desgaste por la parte de arriba, de donde se había tenido que sostener fuertemente para evitar que se cayera mientras que se atoraba en cada esquina de mueble. Y Len, con su traje medio puesto, con su camisa desabrochada, y el chaleco extraviado.
Los dos se mostraban con expresiones carentes de gracia.
Por suerte, gracias a la intervención de Meiko, los oficiales les habían puesto juntos en la misma celda justamente antes de "procesarlos" por su supuesto crimen de incesto. Sólo hicieron falta algunas zarandeadas y la amenaza de daño en las áreas genitales del policía quien los había trasladado a la celda.
Sentados uno junto al otro, mirando de mala manera al oficinista ebrio que se había goleado la cabeza tan pronto como lo habían dejado allí adentro, y a una mujer de unos cincuenta años que no dejaba de parlotear acerca de lo infeliz que había sido su boda a los veinte años, y de cómo había asesinado a su marido cuando lo había descubierto en la cama con su mejor amiga, esa fue la noche sin sueño de los gemelos.
Ahora se trataba de algo más importante aún, y era el asunto del cual tenían que discutir con el sujeto que estaba del otro lado del cristal.
Tan pronto como empezaron a caminar, un sujeto de piel pálida y cuerpo ligeramente obeso, se levantó del asiento en el cual había estado sentado, hablando durante su hora de visita, entre una de las tantas casillas designadas para esto.
El sujeto caminó bastante cerca de los Kagamine, de Rin, para ser más precisos, cerca de Rin. En un principio, el sujeto no hizo más que golpear, o empujar, con ligereza a Rin, un simple choque de hombros, simplemente ignorado por la chica, pero correspondido por el sujeto con un "los siento".
Más al dar el inmediato paso siguiente, pisó con toda la suela de su zapato, el vestido de la rubia, jaloneándolo un poco, junto con la parte superior del cuerpo de la chica.
El sujeto hubiera dado una segunda disculpa, y de hecho, esa fue su intensión inicial, pero tan pronto como giró todo su enorme y voluminoso cuerpo, para poder encarar de nuevo a la Kagamine, esta ya se le había adelantado, soltando un fuerte golpe con la palma de su mano, que impactó con fuerza en la parte media de la mandíbula del tipo.
Por el ángulo del golpe, la torsión del cuello del hombre obeso, y a su falta de energías de la noche pasada, quedó fuera de combate ante aquello, cayendo sonoramente en el suelo de concreto frio y estático.
Tan pronto como la chica se dio la vuelta, se acomodó de nuevo la parte superior de su vestido, y regresando a su caminata, a seguida de su hermano, hasta llegar con el sujeto con el que tenían que hablar.
Allí estaba sentado, en un pequeño banquillo, sosteniendo un teléfono viejo conectado a la barrera que les separaba. Viéndose en su estado deplorable, con el cabello maltratado y desacomodado, la ropa suelta y ensuciada, y un aspecto facial que demostraba que no había tenido cuidado en semanas, ciertamente, se había visto peor.
Los chicos se sentaron en un par de banquillos que estaban enfrente del cristal, tomando el teléfono que permitía la comunicación entre ambos lados, sosteniéndolo a la altura de la oreja de los dos, y acercándose para escuchar mejor.
—Buenos días, Maestro— saludó Len por los dos, siendo contestado sólo por un ligero movimiento de la cabeza por parte de su representante.
—Fue un buen golpe— agregó —Quizá lo hubiera sentido más, si no hubiera pasado toda la noche drogado con pegamento industrial— rió un poco mientras miraba a un guardia intentando levantar al sujeto.
—No tenemos tiempo para esto— le interrumpió Rin.
—Tranquilízate…— intentó decirle su hermano, sujetando un poco su mano, pero fue apartada.
—Explíquenos, ¿Qué carajo pasó?— exclamó la chica, saliendo de cualquier clase de aura de tranquilidad que se le hubiera visto anteriormente.
— ¿Qué los jodieron?— sugirió desinteresadamente el sujeto.
—Sí, así es, que nos jodieron— repitió la chica con enojo de tener que seguir alguna línea de discusión para obtener respuesta.
— ¿Que puedo decir? Los jodieron bastante bien, diría yo, nada de tonterías, nada de juegos, directamente a la cárcel y sin escalas— se burló —Fue una buena jodida para ustedes— continuó diciendo.
—Sólo queremos saber porqué… nos jodieron— dijo Len con lentitud, adelantándose a su hermana a gritar cuantas groserías fueran necesarias.
—La última vez que revisamos, el incesto en sí no era ilegal— corroboró un tanto más calmada la chica.
—Igualmente, y de hecho, sigue sin serlo, créanme, que lo he revisado tan pronto como he recibido la noticia de que ustedes estaban detenidos— afirmó sin problema alguno, sacando un cigarrillo de por debajo de su saco, sin preocuparse de que el humo llegara hasta los pulmones de Rin, debido al cristal protector.
— ¿Entonces que ocurrió?— con aquello, Rin golpeó el cristal con la palma, mostrándose cada vez más y más enojada, deseando terminar con la última paciencia que le quedaba.
—Bueno… cuando dije que los habían jodido bien, lo decía en serio, y eso es porque este asunto, se ha movido desde arriba— dijo señalando hacia el techo.
— ¿Desde qué tan arriba?— preguntó Len, entendiendo la alegoría acerca del poder político, mientras que Rin esperaba explicaciones extras.
—Lo suficiente para que se tengan que preocupar— aspiró de su cigarrillo, preparándose para hablar —Verán, todo empezó desde hace un par de semanas, después de que ustedes hubieran hecho su numerito de revelarle a todos en la casa el asunto del incesto— dijo con burla, como si él no hubiera causado nada —Resulta, que nuestra queridísima Iroha contactó a un familiar suyo, alguien quien está dentro de la cámara de representantes, no me pregunten quien, no recuerdo ningún nombre en especial— evitó tener que revelar cualquier dato adicional.
Len y Rin se extrañaron un poco por aquello, pues desconocían que Iroha tuviera familiares de influencia en el gobierno del país.
—Verán, ella logró influenciarlo, para que lograra filtrar una propuesta, para permitir el matrimonio incestuoso— al decir aquello, pudo ver como las mandíbulas de los chicos prácticamente se caían —Era algo muy simple, el matrimonio incestuoso no está penalizado de manera directa, ni hay leyes que lo restrinjan, simplemente, no existe, y esta ley, entregaba igualdad en este nivel para los incestuosos— explicó con claridad —Habría sido aprobada por una mayoría significativa, si era colocada al lado de un grupo más de propuestas más valiosos que le restarían importancia relativa a esta, algo muy simple, usado en oriente y occidente—
—Y… entonces… ¿Qué pasó?— preguntó atemorizada el Kagamine, esperando a saber la razón por la cual aquello no había funcionado.
—Verán…— se preparó para explicarlo, rascando el puente de su nariz—Como ya lo dije, el matrimonio incestuoso simplemente no es permitido por el sistema civil del país, de tal manera, que, de ocurrir un matrimonio como ese dentro de los registros, lo más probable es que únicamente se anularía— se acomodó un poco en su asiento —Mi idea, era inicial era, que ustedes dos se casaran por estas fechas, gracias a la intervención de mi hermano Thel, esto sería sumamente sencillo, y esto haría que se levantara suficiente polémica en todo el país como para apoyar a esa pequeña ley que permitiera el matrimonio incestuoso, permitiéndoles conservar su matrimonio—
Aquellos detalles no dejaban satisfechos a las mentes de los gemelos. Muy en el fondo, ambos veían al mismo Maestro manipulador de siempre, aunque se sentían un tanto usados también por Thel, quien se supone, les había dicho que su matrimonio ya era seguro.
—Surgirían dudas acerca de si era correcto que ustedes tuvieran hijos, y se supone que Mikhail los callaría a todos acerca de ese tema— agregó —Al igual que como habría minoría quien discutiría si era correcto para la sociedad que los hermanos se casaran, pero ustedes los tendrían a todos de su lado, pues con su matrimonio, saldrían triunfales como una pareja que recorrería hasta el final del mundo con tal de lograr su unión— rió un poco antes de soltar una bocanada de humo ente tosidos escandalosos y erráticos.
—Bien, ¿Y en qué punto nos jodieron?— levantó la voz la chica, de nuevo, desesperada por intentar saber la respuesta a la duda que tenía desde el principio.
—En primer lugar, fue el asunto de Teto— dijo con simpleza, esperando a que ese tema no requiriera demasiada explicación, pero aún así prosiguió —El plan original, al casarlos al periodo temprano de embarazo, era evadir el tema del embarazo, pretender que lo hacían por mero amor, pero Teto cambió todo eso, los mostró a ustedes como criminales, nada más, que se esforzaban por esconder un penoso pecado— movió la mano de manera casual —Ella puso al público en general en su contra, mostró un incesto oculto y penoso como el que se tiene que ocultar, no muy lejano a la realidad—
—Esa desgraciada perra— expresó Rin con enfado.
—Pero, eso nos deja hasta en donde estábamos ayer en la noche, justamente antes de que nos arrestaran de que nos dijeran incluso que el incesto era ilegal— agregó Len a través del teléfono, sintiéndose tan furioso internamente como su hermana.
—Bueno, como ya lo saben, las cosas estaban tan mal como podían, pero hizo falta que alguien se atreviera a colocar su situación como un crimen para terminar de joderlos— dijo con poco entusiasmo —Por desgracia, sólo hacía falta una sólo persona dentro del parlamento que propusiera una ley que volviera ilegales las relaciones incestuosos, tal como ocurrió en Francia en el 2007—
Volvió a tomar una bocanada de humo de su cigarrillo.
—Sólo hacía falta que esa persona fuera un cristiano, católico, musulmán, o de cualquier religión que prohíba de manera terminante el incesto, y tendría suficiente motivación para volver ilegal este acto, y la justificación que le podría dar la razón, sería el repudio de la gente al asunto de las relaciones entre hermanos, tal y como el que todo el país y el extranjero tuvo por ustedes— se explicaba con mayor claridad que la que hubiera usado antes con ellos, sacando el humo de poco en poco.
—No… no entiendo un carajo— dijo cansada Rin —De verdad, nunca esperé a que algo tan simple como lo nuestro, pudiera llegar a ser tan importante para tantos malparidos— se lamentó mientras miraba al suelo.
—No lo mires así— contestó Salta —Puede que la gente común no sienta tanto odio por el incesto como lo haría cualquier religioso quien lo considera un sacrilegio de los más grave a su sistema de creencias— se quedó un poco mirando al vacío —Cuando no hay una razón para no volver ilegal algo que les jode a estar personas a las que de verdad les arde, entonces ellos pueden promulgar las leyes que les plazcan, pues no será algo que al resto del mundo les importe— continuó diciendo.
—Entonces… eso fue todo, de pronto, logramos molestar a un político al que le pareció incorrecto que hiciéramos lo que nos gusta, ¿Y ya?— Preguntó Len anonadado por aquella explicación tan simplista.
—Así es, pero el asunto se tornó algo penoso al momento de que la información se filtrara— dijo Salta —Como sabrán, hay cierto tiempo entre cada trámite que requiere una nueva ley para marcarse como vigente, y en realidad, no había manera de que una ley que se propusiera desde hace dos semanas obtuviera un apoyo mayoritario, mucho menos algo que no pone en riesgo asuntos de mayor importancia como la economía o la seguridad social, que es lo que más preocupa a los políticos de este país—
— ¿Se filtró? Con quien, Y cómo— preguntó Rin comenzando a mortificarse, más que a simplemente enfurecerse.
—No lo sé…— admitió el Maestro —Según entiendo, la ley de la prohibición incestuosa había sobrepasado en popularidad a la ley que permitía los matrimonios incestuosos, y como lo sabrán, dos leyes no pueden de estar en conflicto, y esto fue de lo que se percató el familiar de Iroha, el problema, es que alguien más debió de haberse dado cuenta de esto, y en vista de que la ley estaba a punto de ser aprobada, alguien decidió que sería bueno llamar a la policía, y que estos tomaran la ley sin poder como una ley vigente, y los encarcelaran— después de decir esto, quedaba un juicio de los Kagamine en juzgar el asunto.
— ¡No me creo que haya oficiales tan peligrosamente estúpidos como para encarcelar a alguien quien violó una ley que ni siquiera está en vigencia!— exclamó Rin, con intención de que los guardias de seguridad y otros policías le escucharan.
—No los hay— respondió crudamente el Maestro —He estado las últimas horas haciendo preguntas a amigos que tengo dentro del sistema legal, y se de buena fuente, que los oficiales que les capturaron, lo hicieron de manera perfectamente deliberada, con excusa de los crímenes de falta a la moral, y de falsificación, cuando no se les puede culpar por ninguna de las dos—
— ¿Entonces lo hicieron sólo por gusto, así nada más?— preguntó ahora Len angustiado, sobretodo recordando el maltrato de los oficiales para los dos.
—Digamos que, a manera simple de verlo, fue un adelanto, pues ahora están ingresados al sistema por sospechas de crímenes contra la moral, por lo que será más fácil procesarlos cuando se apruebe la ley que prohíba el incesto, y ambos vayan a la cárcel— ni siquiera titubeó un poco al decir aquello, simplemente fue de una manera simple en como lo explicó, sabiendo que la indignación de los gemelos no podía ser mayor en esos momentos.
— ¿Y hasta aquí llegamos? ¿Algún fanático hijo de puta logrará mandarnos a prisión? ¿Qué pasará con mi bebé?— se puso a reclamar la rubia, sintiendo su sangre arder.
—Escucha, no me quedaré con los brazos cruzados, de acuerdo, esos bastardos jodieron con ustedes, y como ustedes son de mi propiedad, significa que jodieron conmigo— aclaró Salta, viendo como Len tranquilizaba a su prometida, colocando sus dos manos sobre sus hombros —Verán, normalmente, el incesto es juzgado como cargo adicional a las violaciones ocurridas en la familia, aunque por sí mismo, es también condenado, o usado para probar trastornos mentales— apagó su cigarrillo contra el cristal antibalas —Se supone, que un juez debe de decidir si lo que ustedes hicieron fue un verdadero crimen de abuso sexual, o si fue una relación consensuada de todo momento— rápidamente volvió a sacar otro cigarrillo para empezar a fumar.
— ¿Cómo pueden juzgar eso? Nosotros ya hemos dicho que lo nuestro en consensuado, y es más que evidente para cualquiera que haya estado cerca de nosotros que no tenemos una relación violenta ni nada por el estilo— se puso a reclamar el rubio, sintiéndose ofendido por la manera en la que los demás juzgaban la relación.
—Bueno, hasta lo que el mundo ha visto, podría tratarse de una violación equiparada— dijo Salta sin ningún retoque en sus palabras —Pudiste tu haber manipulado mediante violencia física o mental, de tal manera que le hagas sentir segura y protegida a tu lado, pero que en realidad abusas de ella constantemente— explicó metiendo en cigarrillo a su boca tras haberlo encendido con un pequeño cerillo —O quizá Rin te controló a ti de manera indirecta, sabiendo que tu dependías de su compañía y de su aceptación, de tal manera que lograría aprovecharse de ti—
Aquellas ridículas teorías que tanto proponía el Maestro, demostraban la manera en la que serían juzgados, no sólo por la sociedad, sino también de manera legal.
—El juez, quien espero sea alguien con una mente abierta, decidirá si enviarlos a prisión, quizá a ambos, quizá sólo a uno, o tal vez en meterlos a un hospital psiquiátrico a que los curen de su terrible enfermedad mental— rió un poco tras haber dicho eso, mirando las disgustadas miradas de la pareja —Lo más fundamental, será que ustedes dos no mencionen, ni por equivocación, el hecho de que tuvieron relaciones sexuales antes de los dieciocho años, esa será la única regla que les impondré en este caso— les advirtió mientras los señalaba con el dedo índice, cambiando de manera repentina su mirada.
—De acuerdo ¿Para cuándo será la primer sesión?— se apresuró a preguntar Len.
—Lo será dentro de unos cuatro días, quizá antes— dijo para sorpresa de ambos —Intenté mover algunas de mis influencias, y logré que todo funcionara de manera más rápida posible y sin retraso alguno— intentó dejar en clara su postura, pero al parecer la idea no había sido mucho del agrado de los chicos.
— ¿Y para que quiere que sea lo más rápido posible? ¿No me diga que aún tiene sus putos planes marcha?— preguntó Rin mientras que golpeaba su frente con la palma de su mano, pese a la mirada retadora de su gemelo ante su creciente mala palabrería.
—Claro que si, tienen que quitarse de encima las acusaciones de actos contra la moral antes de que aprueben la ley que prohíbe las relaciones incestuosas en cualquier manera, de otra manera, tendrán tanto peso para acusarlos, que sería imposible para mi eliminar los cargos en su contra a menos de que no fuere fingiendo sus muertes— dijo sin tono de broma.
—Quizá eso sería lo mejor— opinó Len de la nada —De verdad, esto ha sido muy estresante, y si no salimos bien parados de esto, nuestro hijo los sufrirá más aún al nacer— se sintió consternado al decir esta verdad tan incómoda.
—No te preocupes Len, que de cualquier manera, no permitiré que nadie nos vuelva a joder de esa manera, es una promesa, para ti y para nuestro bebé— le confió con todo lo que le quedaba de palabra.
—No saldrán mal parados de esto— comenzó a decir de nuevo —Como ya les dije, planeo que el juicio llegue a su resolución en menos de un mes, para ese momento, la ley que prohíbe el incesto, no podrá haber entrado en vigor—Se silenció un rato con intención de encontrar un mayor dramatismo —y a lo que es más, intentaré pedir una apelación para su caso en especifico de matrimonio, con tal de poder garantizar un amparo para su caso en especifico—
Aquellas palabras no parecieron tener sentido para los oídos de los jóvenes, quienes no sólo dudaban de sus conocimientos jurídicos y legales, aunque pensaban que el Maestro también lo hacía.
—Verán, una apelación es básicamente denunciar un error o un fallo dentro de un proceso que involucre a la ley, en este caso, usaré este recurso cuando se desee invalidar su matrimonio, haciendo como si se preguntara al gobierno "¿Por qué?"— hizo una expresión de comillas sobre su cabeza —Si el juicio de ampara funciona bien, se supone que deberá de demostrar que sus derechos ciudadanos se están violando al no permitirles casarse, pues no hay necesidad de que este no les permita casarse— explicó como si fuera el plan más simple del mundo.
Len dudó unos segundos mientras que Rin ya había llegado a la conclusión deplorable que su hermano había encontrado.
—Maestro… de verdad, no creo…— volteó a ver a su hermana un poco dudoso —No creemos… bueno… usted dijo que no estaban permitidos los matrimonios incestuosos entre hermanos— Salta asintió —Entonces, si esto no se especifica en la constitución del país, el que nos prohíban casarnos no estaría violando ningún derecho nuestro— el Maestro asintió de nuevo —Entonces no habría motivo de ningún juicio, y por tanto no podríamos defendernos de nada— terminó argumentando el joven.
—Ya lo hemos visto y pensado en cómo sería— agregó Rin —Hace un tiempo pensamos en cómo podríamos casarnos si es que alegábamos por nuestro derecho constitucional de formar una familia— Se sintió apenada de tener que recordar eso —Créanos, le preguntamos a un juez de manera inocente, y el sujeto se escandalizó de sólo pensar en una corte que considerara el incesto como correcto— dijo amargamente mientras que se sentía ridícula por recordar aquello.
—Sí, así es, de hecho, el juicio debería de realizarse buscando la conexión entre ustedes y el registro civil de su matrimonio— miró a los gemelos tensarse ante aquella posibilidad —Pero no se preocupen por eso, Thel cubrió sus huella a ustedes bastante bien, antes juzgarían al juez del distrito por eso— aseguró de manera irreal —No, lo que pasa, es que su caso funcionará como un tipo de modelo que permitirá crear una legalidad, una laguna por así decirlo, dentro del concepto de la unión civil, que permita a los hermanos casarse—
Esperó de nuevo que se entendiera lo que decía, pero en esta ocasión, entendió que debería de explicar un poco más.
—Verán, se supone que la ley que propuso el familiar de Iroha, contenía varias excepciones o condiciones con las cuales se supone, se podría permitir el matrimonio incestuoso— se puso a decir de manera simple, sonriendo internamente al saber que los gemelos no contaban con su astucia —al realizar esa apelación, se supone que se empezará a discutir el porqué no se permitiría una relación incestuosa, y con suerte, según tenemos planeado que ocurra, el modelo de su matrimonio será usado para determinar lo que sería legal o no en un matrimonio incestuoso—
— ¿Entonces vamos a exigir un derecho que aún no existe realmente en la constitución?— preguntó sumamente confuso el chico, mientras que Rin no dejaba de caer en la incredulidad.
—Algo así, en realidad, contaremos con el apoyo del familiar de Iroha para que pueda usar el caso como un modelo existente, como una demostración de que la ley que permita a los hermanos casarse, es posible y hasta necesaria para no restringir los derechos constitucionales de ustedes y de los demás incestuosos del país— en esta ocasión, no pudo evitar que saliera una pequeña sonrisa de sus labios, aunque fue algo socarrona en lugar de simplemente alegre.
— ¿Tan siquiera eso es posible?— salió Rin de su silencio durante unos momentos para denunciar aquello — ¿Y qué no se supone que ese "familiar" debería de ser lo suficientemente importante para usted como para que aprendiera su nombre?— protestó después de todo ese molesto intercambio de palabras.
—No tengo porque recordar sólo un nombre japonés en especifico, aunque no recuerdo que tan japonés era el nombre en realidad— intentó inútilmente recordar aquel nombre que tanto evadía a su memoria —Y en segundo lugar, esta son la clase de juicios los cuales los civiles, se supone, deberían de tener todo el derecho de realizar, pues así se mantiene la "democracia"— volvió a hacer comillas con los dedos en sus palabras —Tienen a un representante de su lado, se supone que tienen las de ganar—
—De acuerdo…— se rindió Len tras unos momentos de meditar lo que ocurría — ¿Pero en que constará ese juicio, el segundo, que se supone nos dará el derecho de casarnos?— preguntó esperando encontrar una verdadera y sólida respuesta.
—Muy simple…— contestó dando a esperar algo más —Se supone, que la propuesta debe de cumplir con un par de condiciones muy simples, quitando cualquier otro tecnicismo menos, como el asunto de los nombres en el apellido, o de las herencias familiares, o le derecho de vivienda…— dejó de lado aquellos asuntos —Se supone, que para una familia no tradicionalista como la de ustedes, la aceptación de un matrimonio incestuoso no daría más problemas que en occidente, aunque, ahora que lo pienso, muy probablemente sus padres ya los hayan dado por muertos, y ustedes se consideres ya huérfanos—
Rió un poco al decir aquello, recordando el golpe de Tobi en su rostro, a la vez que los gemelos lo miraban con un claro enfado que no dejaba lugar a ninguna clase de humor.
—Primeramente, debemos de comprobar, y se deberá de comprobar en cada caso de parejas que deseen casarse, que su unión no pondrá un riesgo genético para su hijo, es decir, tienen que demostrar que son capaces de producir un hijo o hija sanos, y no una aberración— dijo de clara, recordando aquel terrible problema —No tengo duda alguna en que Mikhail se encargará de convencer a cualquier jurado de que ustedes dos puede procrear hijos saludables, inclusive aunque no fuera a nacer verdaderamente sano— consideró ligeramente inapropiado decir aquello, aunque más inapropiado le parecía a Len y a Rin que tuvieran que estar seguros de que tendrían hijos sanos.
— ¿Y por qué no le hacen a un juicio a cada pareja heterosexual que se quiere casar? Ellos también pueden tener descendencia defectuosa, pero a nadie parece preocuparle eso— protestó Rin ante lo que ella miraba como un trato sin igualdad.
—Cualquiera puede producir descendencia defectuosa, cierto, pero recuerda que últimamente se ha hecho importante el tipo de estudios que se supone ayudan a las personas a saber que tan saludables pueden salir sus hijos— le aclaró mientras giraba un poco la vista para ver a los oficiales que comentaban cosas acerca de él —Por otro lado, es preferible para el gobierno el evitar a toda costa los nacimientos defectuosos, y una pareja incestuosa tiene prácticamente un campo minado ante esta posibilidad—
—Me parece que esto le permitiría al gobierno poner límite a quienes pueden casarse y quienes no— objetó Len —Es decir, cuanto faltará de esto hasta que se ponga a prohibir el sexo entre las personas porque pueden procrear "un error"— opinó de manera ligeramente paranoica.
—Se que ninguno de ustedes es tonto, y eso será bueno durante el juicio, que ustedes casi no tendrán que atender, más que diciendo y hablando de su experiencia médica con mi hermano, y otras cosas, no será mucho problema, o al menos eso creo yo— observó cómo se aproximaba el final de la hora de visitas en la prisión, por lo que debería de apresurarse —Lo que sería el resto del juicio, se tendrá que discutir y razonar acerca de los efectos negativos que tendría un matrimonio incestuoso, o mejor dicho, todos los matrimonios incestuosos en la sociedad— explicó con rapidez.
—Bueno, en lo que se refiere a eso, creo que sería más simple para las personas el simplemente meterse en sus malditos asuntos en lugar de andar indagando en los de otras personas— opinó la Kagamine, volviendo a su estado de molestia anterior.
—Eso es precisamente lo que los gobiernos deberían de decir en casos como estos— concordó el Maestro —Créanme, esta parte será algo difícil, pues la defensa del estado se podrá poner quisquillosa en esta parte, y puede que lleguen a la típica conclusión habitual que dicta que el incesto está mal solamente porque así lo dictan las leyes universales, y porque según dicen, es algo simplemente adoptado por las culturas del mundo entero de manera natural— terminó su segundo cigarrillo, apagándolo contra el mismo lugar en el que había apagado el primero —De hacer esto, entonces llegaríamos a decir lo mismo de siempre, que es malo sólo por ser malo—
Observó como los gemelos quedaban desalentados por este hecho o la cercana posibilidad de esto a ocurrir, por lo que el Maestro decidió intervenir con su idea de cómo sería el juicio, con tal de evitar que se rindieran ante el asunto antes de que siquiera ocurriera.
—Pero si me permiten decir aquello con lo que Thel más a defendido su caso— susurró lentamente con algo de desprecio —No existe una verdadera causa a la cual los sociólogos puedan atribuirle a la prohibición al incesto, o al menos no algo tan concreto como lo haría la psicología al explicar algún tipo de aflicción por un algo, o por una fobia— se levantó un poco tras haber susurrado —Hay teorías, que dicen que es por el simple orden social exigiendo, que de alguna manera, la prohibición del incesto marca el avance de la incivilidad a la civilización, pero realmente, nada en concreto que nos diga el porqué se ha prohibido—
—Ya hemos escuchado sobre eso— replicó Len algo incomodo —Si ellos dicen que está mal, supongo que siempre estará mal para ellos— sintió de nuevo la misma ira que recordaba de las veces anteriores en las cuales le habían dicho lo mal que estaba su amor por su hermana, sin que nadie más conociera de esto — ¿Si ellos dicen eso, entonces que ocurrirá? Si usted tiene razón, ellos pueden declarar su odio al incesto como algo natural, como algo cultural, ¡O incluso como algo que es necesario para la sociedad!— exclamó molesto de lo absurdo que se tornaría el asunto si todo terminara de esa manera.
—Eso lo sé— regresó Salta a su severidad anterior —Pero de soltarnos esa mierda, les diríamos lo que tenemos que decirles, que eso es una mierda— respondió con simplicidad, sin tener que complicar mucho el asunto —A este siglo, siguiendo con autoritarismos como esos, diciendo que algo es malo porque simplemente lo eso— Se lamentó —Vengo de un país en donde esta clase de cosas ocurrían a cada momento, y donde la ley no tenía porque tener sentido para ser algo oficial, y Thel también proviene de allá, el será quien les ayude más— les informó.
—Thel es un sacerdote, no creo realmente que su opinión tenga tanto peso como en otros casos— objetó el Kagamine.
—Pero él conoce bien acerca de lo que ocurre en este país, sabe el nivel moral al que se encuentra la sociedad, y tiene la confianza de ser una persona con suficiente ética y escrúpulos para hablar acerca de eso— les aseguró sin temor alguno —Además, tiene estudios en sociología de países bajos, no creo que le cueste trabajo convencer al juez acerca de porque el incesto tendría menores repercusiones que la aceptación del matrimonio homosexual, aunque esa sería una de las cartas menos validas que podríamos usar— recordó uno de los detalles que alguno de ellos habría recordado.
—Entonces… ¿Thel nos apoyará en el asunto? ¿Hasta qué punto?— preguntó Rin interesada mientras se acercaba un poco más al cristal, como si eso le ayudara a escuchar, no tanto como si pusiera en duda el favor del clérigo, sino como si de verdad estuviera preguntando el que tanto podría hacer él por ellos dos.
—Ya lo saben, él metería sus manos y todo su cuerpo entero, al fuego por defenderlos, de ser eso necesario— no necesitaba haber dicho aquello, pero pareciera que Len y Rin no supieran realmente el nivel de compromiso del sacerdote, por lo que se sintieron algo anonadados por aquello.
— ¿Y usted? ¿Porque de pronto tanto interés en nuestro asunto? Hasta donde recuerdo, sólo éramos un par de pecaminosos para usted— compartió Len aquel pensamiento, escuchando al mismo tiempo el sonido de la alarma que indicaba el final de la sesión de visitas.
—Ya saben que cada uno tiene su motivación en especifico, la de Thel es el proteger su amor imposible ante cualquier adversidad, y frente a todo pronóstico, mientras que para Mikhail, su motivación es llegar a los libros de medicina en donde se cuente como logró un avance en la humanidad o como evitó el mal del incesto— se levantó con lentitud, para hacer notar a los guardias que ya había escuchado la alarma —Ya les dije que mi origen es el de un país en donde cualquier clase de injusticia ocurría mientras la gente hacía una mierda para evitarlo, en fin, una moral de porquería y por los suelos—
— ¿Y quiere hacer justicia una vez por su vida?— le preguntó Rin.
—No tanto as— respondió el Maestro —Más bien, que quiero gozar de esta nueva cosa llamada democracia, y joder cuantos culos amarillos de políticos adinerados pueda con los procesos que esta nos brinda—
—Me parece bien— contestó sarcásticamente la chica, con una expresión neutral.
— ¿Cuánto tiempo más tendrá que estar tras las rejas?— le preguntó Len mientras que lo veía siendo sujetado por el hombro por un guardia, quien después le puso un par de esposas en las muñecas.
—Fue un juicio relámpago, sólo fue por posesión menor de narcóticos o alucinógenos, así que sólo pagaré la fianza y saldré en menos de cuarentaiocho horas— les avisó para cuando lo hacían caminar, soltando el teléfono en el proceso, alejándose sin siquiera despedirse.
—Bien, eso fue bastante informativo— dijo Len mientras colocaba el teléfono de su respectivo lado sobre su estante.
—Supongo que valió la pena, ¿Cómo se supone que arregló todo lo que nos contó si ha estado encerrado desde la misma noche que nosotros?— preguntó Rin extrañada.
—Según dice él mismo, estuvo hablando con su abogado durante toda la mañana, justo antes de discutir con Thel y con el doctor Mikhail acerca de todo lo que nos acaba de contar— dijo algo desanimado —Eso, o simplemente se lo inventó y lo hará cuando salga, dudo que alguien de verdad tenga tantas conexiones y contactos él dice— se levantó, dejando que su hermana hiciera lo mismo.
— ¿Y ese es el sujeto que nos representará legalmente? Vaya situación en la que nos hemos metido— se lamentó de manera sincera.
—Vámonos ya, Gakupo vendrá por nosotros en cuanto el asunto de la fianza esté arreglado—le informó Len mientras que la encaminaba a salir de la sala de visitas.
—Más le vale que no haya traído a Luka, no me sorprendería de ella que viniera aquí sólo para burlarse de nosotros— opinó Rin mientras le tomaba de la mano a su hermano y salían del lugar.
Y así era como habían desperdiciado toda su tarde, entre hablando con su representante legal y esperando al samurái en las afueras de la comisaría del distrito, sin contar que su mañana se había ido cuidándose el uno al otro en las celdas pequeñas del lugar, y buscando comida de calidad para humanos.
Aunque su noche tampoco fue tan placentera como lo habrían deseado, no al menos como la habría deseado Len, pues Rin iba con pensamientos nuevos y diferentes acerca de cómo sería defender a su descendencia.
Unas horas después. A decir verdad, unas muy silenciosas horas después.
Rin se encontraba en paños menores frente al espejo, tras haberse dado un baño. Tras unos momentos, empezó a mirar su propia figura justamente después de ponerse un camisón que, sorpresivamente, le llegaba hasta por arriba del muslo. Consideró aquella prenda ideal para dormir con ella, pues todavía necesitaría ir a cenar a la planta baja de la casa.
Pero al quitarse el camisón, notó como si vientre sobresalía un poco por el resto de su cadera.
Por supuesto, siempre se había parado en una posición que dejara mostrar más sus caderas, pero ahora era notorio que comenzaba a, como se diría de manera popular, inflarse como balón.
Le bastó tan solo unos segundos de análisis para percatarse de cómo comenzaría a cambiar su cuerpo de ahora en adelante. Se preocupaba ahora de manera un poco más realista acerca de su estado físico.
Era raro, pero pese a haber llegado incluso a ver el cigoto en la pantalla durante la ecografía, no se acostumbraba al hecho de tener a su bebé en su propio vientre, sintiéndolo algo inclusive preternatural, como si de alguna manera pudiera estar en otro lugar hasta nacer, pero no necesariamente dentro de ella.
Pese a la enorme alegría que tenía por sentir finalmente a algo que fuera parte de ella y de Len dentro de sí misma, no podía evitar comenzar a sentir algo de miedo debido a las fuertes tensiones que había tenido, y en especial a la terrible depresión que había sentido.
Intentó por lo tanto, aunque fuera únicamente como un inicio, sonreír, y tomar las cosas de manera positiva, intentando motivarse a seguir, ahora, por su bebé más que nada.
Pero su sonrisa decayó al instante al sentirse de nuevo como una víctima en aquella situación. Si era verdad que alguien de la policía había decidido joderlos únicamente porque si, entonces debería de comenzar a cuidarse de mejor manera, y procurar el mayor bienestar posible, no sólo para su hijo, sino también para Len.
Se hizo una promesa a sí misma, similar a la que se hizo Len la noche anterior, una promesa por procurar el bienestar de su futura familia. Aunque su concepto de bienestar se relacionaba más con sacarle los ojos a alguien con un tenedor en lugar de simplemente hacer feliz a Len.
De pronto, escuchó la puerta del baño abrirse, dejando ver a su hermano en un simple bóxer ajustado.
—¿Estás lista…?— le preguntó para darse cuenta de que aún estaba semidesnuda, cubriendo su pecho y sus partes bajas de manera instintiva, para después sentirse algo más natural al recordar que era ella quien le miraba.
—Ya casi estoy— contestó mientras sacaba una blusa casi tan ligera como la anterior, sólo que esta tenía encajes amarillos y estaba dividida en blanco y negro de manera vertical, similar a su traje usado durante su canción "Meltdown".
—Sabes, creo que podemos pedir que nos traigan la comida hasta aquí, si no quieres de verdad bajar a comer, ha sido un día algo duro y complicado— le sugirió amablemente mientras se colocaba una playera verde y unos jeans oscuros.
—No, está bien, de hecho, quiero bajar y ver comer a toda la familia Vocaloid— dijo con cierto tono de sarcasmo reconocido por su hermano, ya que era obvio que iba a enfrentar a aquello que más le incomodaba en la casa, y ese aquello, resultaba tener cabello rosado y gustar del atún.
—De acuerdo, pero que todo quede bien allá abajo, no quiero que nadie diga nada malo— le advirtió mientras ambos bajaban al comedor.
Una vez entrando en el enorme recinto que daba a la mesa en donde estaban la mayor parte de los vocaloids sentados, Len y Rin buscaron asientos a los lados de la larga mesa de madera barnizada con mantel blanco, a punto de servir el pavo al horno que había preparado.
Nadie saludó a nadie al entrar, al parecer todo estuvo tan calmado como nunca, o al menos así fue en cuanto los Kagamine hicieron acto de presencia. Luka pareció no agradar mucho de la presencia de los gemelos, pero tan pronto como guardaron silencio y se sentaron en sus sitios, ella permaneció igual de inerte que al llegar.
Pero pronto, o tan pronto como todos agradecieron por la comida, la tensión silenciosa comenzó a hacer cada vez más espeso el aire, hasta que Rin se atrevió a ser quien terminó con aquel momento, y no fue con otra cosa, más que con un reclamo.
—Dime, Iroha— comenzó diciendo de manera indirecta y yendo completamente al punto — ¿Cuando fue que tu familiar se enteró de que había una ley que iba a prohibir el incesto?— preguntó con una ligera sonrisa, solamente para disimular un poco su hostilidad.
—Bueno… no sería fácil decir— contestó la chica de cabello rosado mientras tomaba un poco de leche en un plato al lado de su porción de pavo —No sé exactamente cuando se enteró, pero sé que fue hace menos de una semana, e intentó advertirnos de eso anteayer— se quedó pensando por unos momentos mientras que Len y Rin se mostraban sorprendidos por aquello —Si… de hecho, llamó cuando ustedes dos estaban saliendo en la mañana, y otra vez más cuando estaban en la piscina, pero no quise molestarles en su día especial— pareciera ser que ella ni siquiera recordaba el escándalo que fue su captura durante la noche de ese mismo día que era tan "especial".
— ¿Y nadie supo de eso? ¿Porqué no nos avisaron?— preguntó de nuevo la chica Kagamine, intentando mantener su sumisión.
—Bueno, en realidad, él dijo que dejó el mensaje un par de veces con cierta voz femenina, pero no me dijo ningún nombre— contestó sin saber a que es a lo que se aproximaba, pues sus respuestas le servían más de lo que se imaginaba a ella —Él es algo raro, normalmente es distraído, muy listo, pero olvida detalles, creo que eso le ha servido para la política— rió un poco mientras le daba una sonrisa cálida a Rin.
— ¡Qué curioso!— agregó Rin mientras jugaba inocentemente con su cabello —Es como si alguien de esta casa hubiera sabido cierta información que nos hubiera podido ponernos a Len y a mí en riesgo— volteó a ver a su preocupado gemelo, quien le pedía con la mirada que no siguiera por el camino que iba —Ya sabes, alguien que buscase jodernos únicamente porque no tiene nada mejor en lo cual meter sus narices— dijo mientras tomaba un poco de su vaso de refresco de naranja.
Luka dejó de comer durante unos instantes al ver como la chica permanecía mirándole de frente, sin quitarle la maridad de encima, y sabiendo que se refería de manera implícita a ella.
—Por suerte, nadie en esta casa es tan descarada y cínicamente entrometido como para hacer eso, después de todo, cada uno tiene su vida, de seguro fue una persona sin pareja, amigos ni familia— continuó diciendo la chica mientras comía de su pavo, preparado por Kaito, en ayuda mayoritaria por Piko.
—Bueno…— opinó Luka mientras el resto de las personas sentadas se quedaban calladas —Creo que cualquiera que haya denunciado un acto penoso por parte de quienes habitan en esta casa tiene suficiente sentido común como para no necesitar de alguien quien siempre le cuide y le proteja, como si fuera una niña de cinco años que no sabe relacionarse con la gente— dijo mientras miraba a Rin con cierta fiereza.
Tan pronto como terminó de hablar, Len tuvo que detener la mano de Rin, que se aproximaba a tomar el largo cuchillo que estaba en el centro de la mesa con el que habían partido al animal muerto.
Pero por suerte, las tensiones se rompieron tan pronto como se escuchó la fuerte voz del médico gritando por el camino de las escaleras.
Al voltear a verlo, encontraron al sujeto calvo caminando hacia abajo, sosteniendo su celular en la mano derecha mientras que caminaba al lado de su hermano que era libre, quien lo tomaba del hombro como con la intensión de cuidar que no cayera por las escaleras mientras hablaba.
— ¡…Escucha bien…!— exclamaba al aparato — ¡No me importa lo que diga un estúpido intelectualoide "filósofo" se invente acerca de la "naturaleza" del hombre!— hacía las comillas con los dedos como si estuviera en presencia de quien hablaba — ¡Puedo comprobar de manera legal que Len y Rin no producirán genes defectuosos en su apareamiento, y ningún otro jodido experto en genética podría refutarlo!— continuaba gritando mientras que se acercaba a la mesa del comedor.
Todos observaron cómo se acercaba hasta una de las sillas vacías, entre Kiyoteru y Gakupo, quienes se sintieron algo incómodos, para después ver cómo el clérigo se sentaba del otro lado, entre Iroha y Miki.
—Sí, de acuerdo— contestó a algunas más palabras que les dijeron —De acuerdo, si, hasta luego— intentó despedirse de con quién platicaba —Si, eso mismo me dijo tu madre— insultó a aquella persona mientras que cerraba su cortaba la comunicación y volteaba a ver la mesa entera.
No pasaron muchos segundos antes de que se diera cuenta de que era observado por todos, a la vez que comenzaba a sentir lo peligroso que sería quedarse al lado de Luka, siendo que él apoyaba tanto a los Kagamine.
Dudándolo un poco, tomó algo de carne de pavo, junto con algunas piezas, sujetándolas en su plato para después despedirse con unas —Buenas noches— y saliendo caminando del comedor, en sentido de las escaleras arriba, directamente a comer en su cuarto.
Aquella aparición y encuentro tan etéreo, se veía algo cada vez más común y constante en el médico, y a decir verdad, en el sacerdote también, por no decir que los dos se habían pasado la tarde y la mañana abogando por su hermano en un juicio relámpago.
Aunque por ahora el pobre Thel se sentía ligeramente abandonado, sentándose un poco incómodo en su lugar, mirando a ambos lados en busca de una explicación. No faltó mucho antes de que se diera cuenta de que haría mejor estando en su propio cuarto.
—Bueno, será mejor que me vaya a mi cuarto yo también— dijo algo incomodo mientras se levantaba un poco, intentando salir caminando a su cuarto con su plato de comida, pero fue detenido por Meiko.
—No se preocupe, usted no incomoda tanto con su presencia— dijo la castaña —Sabemos que usted es un tanto más respetuoso, por lo que nos agrada tenerlo en la mesa—
—Si, quédese un poco, que Piko preparó un excelente relleno para el ave— le pidió Miki mientras le jalaba de la manga de su atuendo de traje y corbata grises.
—Claro que nos agradará tener a alguien como usted en nuestra presencia, ¿O no?— dijo esta vez Luka, provocando una mirada algo angustiada en ambos gemelos, quienes decidieron mantenerse expectantes a ver qué era lo que ocurriría a partir de ese momento, pues no creían que Luka fuera capaz de rezongar a un sacerdote.
—De acuerdo, supongo que no sería perjudicial el sentarme a compartir un momento de tranquilidad— contestó Thel mientras volvía a acomodarse en su lugar, y a acomodar una pequeña toalla de tela en su cuello, sonriendo a toda aquella familia de diferentes padres, sin saber siquiera quien era esa última chica quien le había pedido que se quedara.
Ahora sería el turno de Luka en sacar a flote el tema incomodo.
—Dígame, padre…— comenzó hablando Luka —Usted debe de tener una preparación eclesiástica muy considerable— comenzó a hablar mientras dejaba de comer —Con una carrera llena de logros impresionantes en el campo de humanidades— continuó insinuando algo desconocido para el sacerdote.
—Bueno, soy sacerdote desde hace casi treinta años, en donde me pude titular con un título en sociología— dijo con poco orgullo, intentando no sonar a que presumía de alguna manera —Y conseguí un posgrado en una universidad de Praga, eso es todo lo que tengo— terminó de decir sin mucha dificultad.
—Supongo entonces que su juicio es el correcto, ¿O no?— preguntó de con cierto tono que discernía una trampa en su voz —Es decir, como sacerdote, y como una persona que ha hecho lo mejor de su vida, sabrá muy bien cómo y qué es lo correcto, ¿O me equivoco?— volvió a usar el mismo tono de aparente condescendencia en su voz, dando a demostrar que de hecho, sus palabras contenían de manera indiscreta la ironía.
—Sí, así es Luka, el padre Thel es un hombre sumamente calificado en el asunto al que se refiere— Intervino Rin mientras veía con enojo a la peli rosada —Si de verdad piensas que lo que hace está tan mal como lo crees, quizá es porque tengas una mente demasiado cerrada para comprenderlo— sonrió tan solo después de decir aquello, sintiéndose más que satisfecha en poder calificarla de una "mente cerrada".
En el comedor entero comenzó a sentirse la tensión, que sin darse cuenta, estaba arruinando la comida, una de las razones por las cuales el sacerdote hubiera preferido simplemente salir de ese lugar, pero si sitió obligado a dialogar un poco con la peli rosada que se sentía tan segura de su propia opinión. Quizá podría hacer algo.
—Tú eres Luka, ¿Verdad? ¿La chica quien habló de manera negativa de los chicos por televisión?— preguntó educadamente mientras que retiraba el pañuelo del cuello de su traje —Me imagino que debes de sentirte frustrada con lo que ha ocurrido últimamente alrededor de esta casa, y puedo decirte que lo comprendo— comenzó a decir con voz tranquila y calmada.
—No creo que usted entienda lo que yo he sentido— contestó la chica peli rosada con la misma sonrisa y el mismo tono, si siquiera sorprenderse por la respuesta del padre —Usted parece más bien la clase de personas la cual se conformaría con ver como algo malo o incorrecto se suscita frente a sus ojos y no hace nada más que aprovecharlo, y de esta manera poder ganara algo de fama para su iglesia— en esta ocasión, se escuchó algo más de frialdad en su voz, demostrando que ahora comenzaba a sentirse realmente ofendida por una actitud como esa.
—Sé cómo te sientes cuando observas algún acto de maldad, o incorrecto ocurriendo frente a tus ojos, pues yo he tenido que vivir con estos la mayor parte de mi vida— dijo con algo de cansancio, aunque no por hablar con la chica, sino al recordar aquellas cosas que le causaban pesar en su conciencia —Pero el asunto aquí, es que hay maneras de discernir la verdadera maldad de algo que es considerado una maldad sólo porque se ha convertido en tradición el rechazarlo— intentó argumentar el hombre de manera clara, comenzando a sacar un punto razonable a la conversación.
— ¿Llama una tradición a lo que la misma biblia prohíbe?— preguntó con aparente asco la chica peli rosada — ¿Se da cuenta ahora de cuál es mi problema con todo este asunto? Es el hecho de que usted piensa que todos en el mundo deben de ajustarse a las inmundicias ajenas, soportar la peste que se provoca porque un par de idiotas deciden hacer algo que va contra toda lógica y sentido común— expresó hasta el hartazgo, sintiendo que era la única que compartía su opinión de manera certera, pues incluso Meiko se había callado en ese momento y prefería no ponerse del lado de nadie.
—No se trata de calificar las cosas como simplemente malas— contestó insistente Thel,—Escucha, hay muchas cosas malas que se permiten en este mundo, y puede que la biblia haya sido escrita bajo un contexto muy diferente con respecto a lo que se entendía por maldad y por bondad en aquellos tiempos— con aquello dejó algo impresionada a la gustosa de atún —La moral es algo que no siempre será lo mismo en todas partes del mundo, y lo púnico que podemos hacer, es confiar en la palabra de Dios para poder guiar nuestras acciones, pero créeme que no hay cosa más falsa que colocar al amor justo y necesario como algo malvado sin siquiera una segunda consideración—
Se sentía algo culpable de seguir subiendo su voz, pero sabía que nunca podría llegar a expresar correctamente su punto si no se atrevía a enfrentarse a alguien quien no pareciera decidido a dialogar, siendo ese quizá su principal problema.
—Tenemos como seres humanos, la capacidad de discernir, de distinguir y de procesar nuestros conocimientos— comenzó a hablar firmemente —creo firmemente en que somos la creación del señor, y que él nos entrega la capacidad de entender y de pensar, así como la capacidad de amar— se paró un poco de su asiento mientras decía esto último —No defiendo la maldad de ninguna manera, no apoyo el incesto que un abusador propinaría en sus propias hijas, como se ha visto miles de veces antes, sino que apoyo la unión de un par de personas quienes se aman de manera pura, y cuya única maldad no ha sido el ir en contra de la voluntad de Dios, sino de la ignorancia y de la abnegación del hombre— con esto detuvo su monólogo.
—Lo lamente mucho— contestó Luka al instante, mirando por lo bajo —Pero si esa es la única defensa que tiene, no entiendo cómo podría llegar a defenderlos "legalmente"— dijo dejando en evidencia el hecho de que sabía del juicio próximo —Usted debe de entender que el incesto, lo que ellos dos hacen, ese repugnante juego que ellos dos tienen, es algo malo, sin necesidad de requerir una justificación biológica, genética o teológica, es algo que va contra lo establecido, y contra lo natural, y contra la sociedad, y eso ya es suficiente para prohibirlo— y con aquello, ella terminó de exponer su punto.
—Esa debe de ser la cosa más estúpida que te he escuchado decir— dijo Rin riendo de la desesperación de haber tenido que permanecer callada mientras le había escuchado — ¡¿Estas admitiendo que piensas de manera tan estúpida como "El incesto es malo sólo porque lo es"?!— Le exigió saber — ¿Y esperas a que esa sea una verdadera justificación?— le gritó mientras que golpeaba las palmas de sus manos en la mesa, siendo detenida por Len antes de que decidiera encaminarse a lesionar a Luka.
— ¡Rin, tranquilízate, esa es sólo su opinión!— le pidió Len mientras le detenía, asustando a Miku y a Kaito, quienes sestaban sentadas al lado de la chica.
—No es sólo mi opinión, Lenny, es la opinión de todos los que no están enfermos— habló Luka con resentimiento de tener que hablarle así a Len.
— ¡Pues no me importaría tener que enfrentarme a todos los sanos de este mundo con tal de defender lo que me importa!— respondió Rin gritando, más a Len que a Luka, dándole a entender su postura defensiva.
—No se tiene que molestar— dijo Thel mientras que intervenía entre ambos, evitando así que comenzaran una pelea debido a sus diferentes pensamientos —Luka tiene razón, así todos piensan en la sociedad, y esa clase de ideas son inamovibles— expresó con algo de seriedad mientras se comenzaba a retirar, volviendo a meter su asiento en la mesa —Tenemos que cambiar la manera en la que la sociedad lo ve entonces, nos lleve los que nos lleve, supongo que es por ahí por donde deberíamos de empezar— dijo con simpleza, antes de dirigirse a la salida del lugar —Muchas gracias por la comida, lástima que no pudiera quedarme— y después de eso salió.
Después de eso, Len soltó de los hombros a Rin, sintiéndose más tranquilo que antes, aunque ahora angustiado. Mientras que Rin se volvía a sentar lentamente en su lugar, viendo como Luka volvía a sentarse de igual manera, para continuar con la amarga comida.
Poco se sabía acerca de cómo se podría desarrollar el asunto con las ideas de Salta, del Mikhail e incluso con los ideales del padre Thel de "cambiar la visión de la sociedad". Volverían a quedarse sentados, esperando lo peor, pues pronto les tocaría demostrar que su amor no era la enfermedad que todos decían que era, y defenderse de una buena vez.
Fin del capítulo 18.
Muy bien, ya he terminado este capítulo, confórmense con que no me he tardado más de dos semanas, pero era necesario que subiera esto lo antes posible, antes de entrar al instituto, pero mi decidía me hizo que terminara de escribirlo hasta el lunes —_—
En fin, tal y como lo leen, entro de nuevo al instituto, me lleno de los pensamientos negativos que me agobiaron en el verano, y no puedo evitar sonreír antes mis recuerdos tan frescos y tan vívidos.
En fin, no me quiero poner sentimental, en especial con lo último que he visto.
Cada día me convenzo más y más de que no queda mucha esperanza para el LenxRin, creía que en facebook encontraría una salvación, o algo que fuera más allá de la imagen que veía en Pixiv, pues pocas veces es agradable pasar el rato allí, sabiendo que te encontrarás con cualquier adefesio que se le ocurra crear a los japoneses. Pero era todo lo contrario, pues en facebook no sólo tenemos la misma mierda, incluso en páginas que claman ser 100% de la pareja, sino que ahora van cargadas con un extra de estupidez comprensible, debido a que hablamos el mismo idioma ahora.
No importa en continente, Len siempre será un puto en toda la expresión coloquial mexicana de la palabra. Y Rin, no creo que tenga mucha fama, mucho menos tantos fans. Aunque ni hablar de la pareja en sí, que ni siquiera gusta entre los fans de Len.
Hasta allí llegan mis informes de mis investigaciones de ese sub—fandom de facebook.
En fin, como pueden ver, no se mucho de política, ni de problemas legales, sólo tomé ejemplos de la vida real de algunos informes que he leído de mi ciudad, procesos cuestionables, vagos y raros, y por supuesto, corruptos, o si no, no sabría ni en qué país estoy.
Como pueden ver, mis carencias se reflejan en mis personajes, una manera de proyección, según recuerdo haber leído.
De igual manera, ahora Rin se verá más activa y furiosa, y que por cierto, que hace más daño a un feto en desarrollo ¿Una madre deprimida o una en constantes enojos? Tendré que investigarlo.
Y de Luka, se que ustedes dirán que la trato como la mala. No, no quiero que sea tanto como "la mala", les juro de verdad, que hay personas que tienen la real y verdadera convicción de que el incesto es malo sin importar la forma, ni la situación, ni el contexto, de hecho, mentiría si dijera que las palabras de Luka fueron completamente sacadas de mi cabeza, esa investigación de facebook me sirvió para ponerme en contacto con algunos grupos de odio a la pareja y cuestionarles, y bueno, pasó más o menos lo que vieron arriba, no tan serio, pero algo similar.
Y bueno, ya se ve más decidido todo, como pueden ver, ahora Len y Rin se refirieron más a su bebé de manera masculina, pues ya he decidido su género, si es que nace bien, claro.
En fin, no quiero seguir dando insinuaciones, mejor me voy, tengo que preparar un el arco argumental de otro de mis fanfics y empezar a planear el lemon de "compromiso".
Gracias por haber comentado en el capítulo pasado a:
Lilliam: No lo es, pero puede que llegue a serlo :P
Len—kun02 and SweetRinNeko: Sí, habrá MikixPiko, me gusta esa pareja.
cristal12997: Gracias :3
Magus: Ya todos tendrán su merecido
DarkRei y Ruichibinekokawaii: Meiko no es mala xD
Danny—Miku: Jeje, si, nuevo padrino xD
En fin, lamento tener que irme así de rápido, pero ya es tarde y tengo que recargar mis tanques de imaginación xD.
Comente, y comparta, me ayudaría mucho :3
BYE_.—
P.D.: Casi llego a los 100 uwu
