Holis holis, pese a que aun estoy en mi ciclo, no les dejaré sin cap...hay que aprovechar que las cosas están tranquilas de momento (muy sospechoso la verdad).
Respuesta a Huyhyper2112008: MAMÁÁÁÁÁÁ. TENGO UN COMENTARIO. Oh dios mío, esta pasando ...debo calmarme. Ok, ok, solo respira. Muchas gracias, que digas eso en serio lo valoro, me alegra saber que ves mi historia de esa forma. Y sí, Tenma y Aoi volverán a juntarse ¿como, cuando, en donde? Eso no diré, pero espéralo con ansias
En el capítulo anterior, nuestra querida Idol le dio la gritada de su vida al doctorcito ¿Cómo se lo tomó? Bueno, lo averiguaremos. En serio me emociona por fin publicar este cap, después de comerme y estar al día con las 17 temporadas de Grey's Anatomy, espero haber escribir un buen primer día de trabajo en el hospital. Las canciones que hay son "Dile al Sol" y "Doblar y comprender" una la menciono y la otra coloqué una estrofa, esa misma que estas viendo (es opcional escucharlas...y también el MORNING FLOWER ALARM, lo reconocerán). También agregar que, tenemos un nuevo invitado. Además de ayudar a la historia, nos dará muchos momentos de humor, lo mismo digo con los demás que aparecerán.
Espero que toda la info que he puesto sea correcta
Ninguno de los personajes me pertenecen (excepto los Oc's) son propiedad de Level-5
Bien, adelante
Capítulo 5
Doblar lo que fue
Maldita nostalgia
Que salta la tapia
Y viene a morder
Doblar el final
Doblar tu silencio
El último aliento
Dejarte marchar
Doblar y comprender
¿Por qué te fuiste así? ¿Por qué?
¿Por qué amanece, aunque no estés?
¿Por qué sin ti no sé volver?
Y hoy, te escribo por última vez
Te quise y siempre te querré
Adiós mi barco de papel
"¿Por qué?"
"¿Por qué lo hice?"
Esa era la gran pregunta. Irónicamente no sabía la respuesta de sus propias acciones. En lugar de aclarar las cosas, solo terminó empeorándolas más, sin contar el hecho que la cantidad de culpa que sentía aumentó de manera drástica. La persona que antes era la más importante en su vida le había dejado bien claro que no deseaba saber nada de él, tras esa llamada telefónica sus ánimos quedaron por los suelos. Su cabeza era atormentada de manera horrible por las palabras de odio de su antigua mejor amiga, el odio contra sí mismo, la impotencia de no poder cambiar el pasado y la ira por su propia estupidez.
"Es un buen punto, aun así ¿Qué le vas a decir?"
"Debí haberte hecho caso Kirino-senpai, debí pensar lo que iba a decir ¿De qué sirvió tomar toda una tarde reuniendo fuerza de voluntad para llamarla de nuevo? Solo terminé haciendo el ridículo"
"¡¿POR QUÉ DEMONIOS VUELVES A APARECER EN MI VIDA CUANDO YA TE HABÍA BORRADO POR COMPLETO DE ELLA!"
"Solo fue una coincidencia, no era mi intención traerte de vuelta esos dolorosos recuerdos"
"QUE TE DISCULPES NO BASTA"
"Lo sé, no existe manera de enmendar mi error"
"PUDRETE, QUÉMATE, VETE AL MALDITO INFIERNO Y NO VUELVAS A APARECER ANTE MI VISTA"
"Merezco eso y más"
"TUVISTE QUE QUEDARTE EN JAPÓN, NUNCA DEBISTE VENIR. ASÍ NUNCA ME HUBIERAS ESCUCHADO EN TU MALDITA RADIO Y JAMÁS VOLVERÍAS A RECORDAR MI MISERABLE EXISTENCIA"
"Tienes razón, haberte ignorado todo este tiempo te lastimó. Y si jamás hubiera venido, no te estaría generando más dolor abriéndote esa herida"
"¡SÉ DE PRIMERA MANO QUE ERES UN MALDITO IDIOTA!"
"Así es Aoi, soy un maldito idiota. Un iluso que tontamente hizo una llamada de disculpas pensando que eso arreglaría el problema, en ningún momento pensé en tus sentimientos. Lo siento"
Se sentía la peor persona del mundo en esos momentos, no quería hacer nada, ni siquiera levantarse de ese sofá. Por un momento pensó que sería buena idea hablar con sus amigos para quitarse peso de encima…"NO" de inmediato canceló la idea, conocía a sus amigos lo suficiente "De seguro estarán haciendo apuestas acerca de cómo me fue o algo así" pensó el médico "Y ganó el que haya apostado a que se enojaría conmigo"
"¿Y piensas hacer algo al respecto?" preguntó su conciencia
"No, no le veo sentido pelear por algo roto. Mucho menos si esa persona no quiere verte"
MORNING FLOWER ALARM
Ese ruido lo despertó de su sueño "¿En qué momento me quedé dormido?" pensó extrañado, aun un poco adormilado extendió su mano hacia su teléfono que dejó sobre la pequeña mesa de estar. Observó la hora al iluminarse la pantalla, este decía que eran las cinco de la mañana "Uff que suerte que dejé programada la alarma, no me gustaría llegar tarde mi primer día". Después de tomar una ducha rápida eligió una camisa gris, una corbata roja y un pantalón negro. Tras preparar su desayuno, confirmó la dirección y el horario de su nuevo empleo, debía llegar a 525 East 68th Street New York, NY 10065 antes de las siete de la mañana. El New York-Presbyterian además de ser el #1 de la ciudad también era el #4 del país, sin contar el hecho que fue reconocido entre los 10 mejores de la nación en 11 especialidades. Se podría decir que si te ofrecían trabajo aquí, tu carrera como doctor ya se encontraba hecha "Para colmo dicen que es mejor hospital infantil de la zona, con razón el jefe dijo que varios matarían por estar en mi lugar".
"Eres un médico con mucho talento Matsukaze, alguien de tu calibre no merece hacer su especialidad en un país tan seguro como este. Por eso te recomendé, nadie más que tú merece esto"
De verdad, bajo su punto de vista no existían palabras suficientes que lograran transmitir la inmensa gratitud que sentía a su jefe. Mejor dicho su antiguo jefe, esto iba a ser una gran oportunidad para él.
"En caso de que tengas en tus paredes colgados algún tipo diploma o certificado sé de sobra que ninguno de ellos vale algo ¡PORQUE SÉ DE PRIMERA MANO QUE ERES UN MALDITO IDIOTA!"
Las venenosas palabras de Aoi volvieron a oírse en el interior de su cabeza. Sin embargo, esta vez no causaron el mismo impacto que antes, el joven médico soltó un suspiró "Deja de pensar en eso. Es cierto que la lastimé, pero no debo dejar que eso me afecte, ella ya formó su vida y parece ser muy feliz. Lo mejor que puedo hacer es dejarla ir y seguir mi propio camino" dicho y hecho tomó su bolso deportivo y salió de casa.
Antes de entrar por el ascensor, se encontró con una joven de cabello castaño ondulado quien parecía estar de regreso de un trote matutino, resultó ser su nueva vecina. Después que ambos se presentaran le preguntó dónde se encontraba la estación de tren más cercana, a lo que ella se lo indicó. Para su buena suerte, estaba a dos cuadras girando la esquina a la izquierda. El joven médico le dio una brillante sonrisa agradecido por su ayuda, haciendo sonrojar a la joven sin querer.
Al llegar a la estación logró tomar el tren sin ningún problema, también consiguió un asiento libre. Le esperaba una media hora de viaje, así que sacó del bolso un libro y comenzó a leerlo. Tras un par de minutos escuchó algo que llamó su atención, al levantar la vista observó a un par de estudiantes con uniforme de secundaria, un chico y una chica. Ambos cantando compartiendo auriculares, si no mal recordaba esa canción era "Dile al sol". Letra estaba plagada de indirectas hacia él, le resultaba triste por esa razón. En cambio, para esos adolescentes o para las personas a su alrededor que reconocieron la canción, eran muy movida y alegre, acompañada de una voz angelical que causaba sonrisas a cualquiera que la oyera. Él tampoco pudo evitar sonreír, puede que escuchar las canciones de su amiga le deprima un poco. Sin embargo, no iba a negar el hecho que había logrado algo maravilloso. Expandir felicidad a muchas personas atreves de ellas, eso le animaba mucho, estaba muy orgulloso de ella. Lástima que nunca podría decírselo.
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"Uhm…quizás esta vez sí me confundí de dirección"
Frente a él tenía un gran. No, esa no era la palabra. Tenía un gigantesco edificio de granito lleno de ventanas azulinas. Mientras uno más alzaba la vista más podía apreciarse la altitud, algo le decía que era debido a que disponía de un helipuerto en la parte superior. A cada lado también nacían otros edificios similares con la misma cantidad ventanas, pese a ser más pequeños que el principal la gran cantidad de ellos seguía sorprendiendo. La entrada consistía en un largo túnel de techo de cristal con jardines verticales a cada costado. Por encima de este, en una de los muros superiores del fondo estaban talladas en el granito "NewYork-Presbyterian Weill Cornell Medical Center" confirmando que no se había equivocado de lugar.
"¿Colocar un amplio jardín antes de la entrada no bastó para impresionar cierto?" pensó con ironía el doctor, impresionado por la estructura del nuevo hospital donde trabajaría "Bueno, comencemos" comenzó a caminar hacia la puerta de vidrio con una sonrisa nerviosa en el rostro.
Una vez dentro, se acercó hacia la recepcionista y preguntó con todo respeto por el jefe de cirugía. La señorita sonriendo respondió gustosa diciendo que lo estaban esperando y que encantada lo guiaría hacia la oficina del jefe. Ésta era muy parecida a la de su jefe anterior, solo que un poco más amplia tapizada con una alfombra azul, a los extremos había estantes llenos de libros de medicina y al fondo una gran ventana mostrando el celeste cielo. Su nuevo jefe aún no se encontraba, así que decidió sentarse en una de las sillas a esperar "Un momento, estos libros son de…"
—Dr. Matsukaze, estoy encantado de tenerlo en mi hospital — giró y se levantó de la silla. En el marco la puerta encontró a un hombre de avanzada edad vestido con una corbata y bata blanca, camisa celeste y nos pantalones negros, blanquecina cabellera peinada hacia atrás, un bigote bien peinado bajo sobre su ancha nariz y sobre ella había unos anteojos redondos. El doctor le extendió la mano — que gusto por fin verlo en persona
—Lo mismo puedo decir Dr. Wembley — respondió con su perfecto inglés — conocer al hombre que escribió todos estos libros hace que gusto sea mío
—¿Los ha leído? — preguntó el médico sorprendido, a la vez que terminaban el saludo
—Por su puesto
—No creí que sería de mucho interés para los jóvenes
—Al contrario. Los disfruté mucho. Sin mencionar que me ayudaron durante el internado
—¿En serio? Me siento muy halagado — respondió el anciano con los ojos iluminados y llevando la mano a su pecho, parece que estaba muy orgulloso de su trabajo — siéntese por favor
—Muchas gracias
—¿El departamento resultó ser de su agrado? —Tenma se estremeció por la pregunta. No podía decir que le parecía muy exagerado, eso sería una falta de respeto. Sería mejor mentir con sutileza
—Claro que sí
—Me alegra oírlo, por un momento pensé que sería demasiado simple a usted — "¡¿SIMPLE?!" — Aunque, si gusta puedo buscarle otro
—No, no, no. Está bien, es perfecto
—De acuerdo — el castaño suspiró aliviado.
Por los siguientes minutos ambos doctores se quedaron hablando, ya sea tanto de las diversas instalaciones que disponía el hospital o de vez en cuando, acerca de los libros. También le indicó quienes eran sus empleados más confiables, en caso de que le surgiera alguna duda.
—Por cierto, entre mis doctores tengo uno que también estudió en Japón
—¿En serio? Eso no lo esperaba
—Solo fue por unos pocos años porque viene de Suiza, pero habla muy bien el japonés. Puede juntarse con él si gusta para hablar su idioma natal
—Esa idea me agrada mucho
—Hace unos minutos solicité que venga — en eso se escuchó como alguien tocó la puerta — Oh, vaya. Parece que ya está aquí. Adelante
—Buenos días jefe ¿ya llegó el nuevito? — preguntó el nuevo doctor entrando a la oficina muy animado. Justo cuando el Dr. Wembley estaba por responderle, se dio cuenta que ambos doctores se quedaron quietos al mirarse el uno al otro, ni siquiera estaban parpadeando. Tras unos minutos de silencio, el recién llegado preguntó en japonés — ¿Así decides aparecer después de tantos años? —su actitud cambió por completo, ya no parecía feliz como antes, sino más bien...un poco enojado
—No eres el mejor para decir eso, tú ni te dignaste en dar señales de vida — le respondió el castaño en un tono frívolo
—Tuve problemas
—¿Tanto tiempo?
—Ocurrieron cosas
—Viniendo de ti ¿por qué no me sorprende? — el jefe de cirugía no sabía que estaba pasando ¿sus doctores se conocían? ¿De dónde? No entendía que estaban diciendo. Aun así, sabía que la cosa no parecía ir bien
—¿Qué intentas decirme?
—No lo sé, tú deberías saber — esto le estaba preocupando, no paraban de mirarse con odio
—Uhm…¿caballeros? — preguntó el medico mayor en un intento de calmarlos
—Entonces — el joven médico se levantó de su silla — ¿tendré que acostumbrarme a ver tu cara todos los días?
—Así parece ¿Qué sucede? ¿Te enoja? —respondió dando una sonrisa burlona. El castaño avanzó hacia él "Oh no ¿acaso...van a comenzar a pelear?" pensó preocupado. En eso, ambos doctores extendieron sus brazos. El jefe de cirugía ya temía lo peor. Sin embargo, en lugar de comenzar una pelea en su oficina, resultó ser que solo chocaron sus palmas haciendo un sonoro saludo de manos.
—Para nada, será como en los viejos tiempos — respondió con… ¿una sonrisa resplandeciente?
—Lo mismo digo, solo que será mil veces mal divertido — aclaró con el mismo entusiasmo que antes. Al terminar de decir, eso ambos se rieron y se dieron un abrazo "¿Qué está pasando aquí?"
—¿Disculpen? ¿Me estoy prendiendo de algo? — ambos doctores dieron por finalizado el abrazo y voltearon a ver al médico de mayor rango
—Jefe ¿por qué no me dijo que era él quien iba a venir? — preguntó en inglés, apoyando su codo en el hombro de su amigo castaño — De ser así, le hubiera organizado una fiesta de bienvenida
—Un momento…significa que…¿se conocen?
—¿Conocerlo? Uff. A este tipo lo conozco desde la secundaria
—¿En serio?
—Claro —agregó Tenma — incluso fue mi compañero de piso cuando estábamos en la universidad
—Ah, caramba. Eso no lo sabía — dijo sorprendido el anciano ¿Cuántas probabilidades habían de contratar a dos doctores que estudiaron juntos y que se conocen desde pequeños? "Que pequeño resulta ser el mundo en algunas ocasiones"
—No se preocupe jefe, si tengo que mostrarle a mi nuevo compañero todo el hospital. Soy el hombre indicado para dicha tarea — respondió señalándose con el pulgar
—En ese caso te lo confío. Llévalo a la sala de titulares para que consiga un uniforme
—A la orden — dijo el doctor haciendo un pequeño saludo militar con los dedo medio e índice
—Ya pueden retirarse Dr. Matsukaze, Dr. Ameniya
La sala de titulares era una gran habitación tapizada de una alfombra negra, tenía unos sofás de color blanco cerca de la ventana del fondo, junto con unas pequeñas mesas. En una de las esquinas había una mini nevera, al lado una mesa con una cafetera y dispensadores de agua, cerca de la puerta a ambos extremos, estaban los casilleros de madera que cada uno de ellos tenía los nombres de los doctores en letras doradas. Para terminar, estaban los bancos blancos en el centro de la habitación para cambiarse los zapatos.
—¿Te gusta el color? — preguntó Taiyou apoyado en la pared con los brazos cruzados
—Si, aunque la verdad estoy acostumbrado al verde — respondió el castaño terminando de ponerse un polo manga corta y un pantalón azul oscuro
—Pues que lastima, es el único color que presenta el uniforme de titular — bromeó su amigo peli-naranja encogiéndose de hombros y negando con la cabeza — Además, ese color te beneficia porque combina con tus bellos ojos
—Ja ja, que gracioso eres — el pediatra puso los ojos en blanco al mismo tiempo que se ponía su bata blanca— ¿tienes idea lo raro que te verían si alguien te hubiera escuchado?
—Que importa, no es como si pudieran entendernos de todas formas y sabes muy bien que no voy por ese lado
—Eso me quedó muy claro, no tengo que recordarte todas las chicas que llevabas a casa para divertirte ¿cierto? — ahora colocó el estetoscopio sobre sus hombros
—¿No me digas que sigues enojado por eso? Diablos, no sabía que eras rencoroso
—No, fue hace mucho tiempo. Es solo que, me es inevitable enojarme un poco siempre que lo recuerdo — "Por el ruido no me dejabas dormir" su amigo peli-naranja se rio
—Qué recuerdos aquellos. Bueno ¿ya estás listo?
—Diría que sí —para finalizar revisó que sus zapatillas blancas estuvieran bien amarradas, no sin antes golpear las puntas sobre el suelo para colocarlas mejor
—Entonces vámonos — le dijo sonriendo, extendiendo su brazo como pidiendo que lo siguiera
Tenma siguió a su amigo a través de los desconocidos pasillos de su nuevo centro de trabajo, esperaba no perderse en el gran edificio durante sus primeros días.
—¿A dónde vamos? — preguntó el médico castaño acomodando su carné en el bolsillo izquierdo de la bata, el cual tenía un par de lapiceros y una pequeña linterna de alargada de forma cilíndrica. Además, por encima del bolsillo estaba el logo del hospital con un pequeño oso bordado
—Tranquilo, antes de comenzar nuestras rondas debemos ir a otro lugar
—¿En serio? ¿Por qué?
—Es que llegaste justo a tiempo para ver a los "patitos"
—¿Patitos? — inclinó su cabeza confundido
—Creo que en Japón les decían de otra manera, aunque ahora no la recuerdo — Taiyou se rio con vergüenza. Al ver que su amigo aun no entendía, decidió que era mejor explicar — Me refiero a los internos
—Ah, te refieres a los "pollitos"
—¿Así era como nos llamaban?
—Claro, nuestra residente decía que éramos su pequeño grupo de pollitos y que ella era nuestra mamá gallina
—Oh cierto, una mamá gallina que te daba de castigo remover protuberancias y exámenes rectales de ancianos por todo el día, si hacías un mal trabajo— para ambos doctores fue inevitable temblar por solo volver a recordar esos momentos
—Honestamente prefiero el término patitos. Es que por aquí dices que, cada residente debe ser como una mamá pata que debe enseñar a sus pequeños patitos a nadar solos, de lo contrario se ahogaran
—Ah, entiendo — respondió golpeando el puño contra su palma — ahora tiene sentido, porque les es difícil nadar por primera vez…
—Exactamente, como te decía. El día de hoy, al igual que tú mi querido amigo, esos pequeños patitos van a comenzar su larga aventura en este bello mundo de la medicina — "Ya veo, hoy es su primer día, que recuerdos me trae eso" — Aunque la única diferencia es que tú no eres novato
El doctor peli-naranja abrió la puerta de una habitación. Al entrar, el castaño se dio cuenta que también había más de un doctor sentado en las butacas. Todos se encontraban en el palco observando a un cristal que daba vista al quirófano vacío de abajo —Parece que todos venimos a ver lo mismo, esto de paso te ayudará a conocer a tus nuevos compañeros de trabajo —le dio un ligero golpe con el codo — Tranquilo, no muerden — no tuvo tiempo para responder su broma dado que las puertas del quirófano se abrieron. Detrás el jefe de cirugía entraron un montón de jóvenes universitarios, haciendo que más de un doctor observe al cristal. Algunos de los estudiantes estaban sorprendidos y maravillados de estar en esa habitación, otros tenían el mentón en alto con sonrisas engreídos observando a sus compañeros y por último estaban los nerviosos que temían por lo que harían durante las siguientes 48 horas. El Dr. Wembley se dedicó a darles el típico discurso de bienvenida, diciendo que los felicitaba por llegar tan lejos y que lo complicado recién comenzaba, esto hizo sonreír a más de un doctor ya imaginando que clase de torturas les harían pasar. De entre todos los jóvenes, hubo uno que a Tenma le llamó la atención.
—Taiyou...
—Dime — el castaño sonrió
—Te voy diciendo por adelantado, yo quiero a ese — respondió señalando a uno de los pequeños patitos tras el cristal, su amigo parpadeo en respuesta
—Hey, más despacio velocista. Apenas es tu primer día. No puedes elegir un interno todavía, sin contar el hecho que aun ni sabe sostener un bisturí
—Ya lo sé, por eso te dije "por adelantado"
—¿Por qué él? — el cardiólogo torció la cara con disgusto al observar mejor al interno —Tiene de incompetente
—Está aterrado, es normal
—Tampoco sabes en qué tipo de doctor se convertirá
—Lo sé — le dijo seguro de su respuesta, metiendo las manos en los bolsillos de la bata con suma tranquilidad
—¿Entonces por qué lo eliges? No ganas nada
—No lo sé, es una corazonada
—No puedes confiar en eso para escoger a un interno
—Creí que me conocías, sabes muy bien que siempre le atino — el médico peli-naranja enmudeció, era como si de repente recordara esas cosas — Supongo que ya vimos demasiado, es hora de ponerse a trabajar
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En uno de los tantos pasillos del hospital, cuatro internos vestidos con sus trajes celeste claro, se encontraban caminando casi arrastrando sus pies. Los dos primeros días siempre eran los más terribles. Sin embargo, era algo a lo que debían acostumbrarse, aun les quedaban muchos años por delante que incluso podrían ser peores.
—Ay, estoy exhausta
—También yo
—Ha sido un día de mierda
—Si que lo fue
Cerca de una de las paredes había unas camillas y una máquina expendedora. Después de comprar cada uno lo que quería se fueron a sentar, aunque uno optó con echarse boca abajo sobre las camillas.
—¿No se supone que deberíamos estar aprendiendo algo? Porque les juro que no aprendí nada
—Apenas es el segundo día Elliot, se paciente — habló un joven de tez pálida y cabello rojizo abriendo una bolsa de galletas integrales
—Cállate Heath — le respondió su compañero de grisácea cabellera y piel morena, levantó la cabeza para mirarlo y golpeó con los puños la colchoneta donde estaba echado— ¡tú ya hiciste una apendicectomía!
—Eso no debería sorprendernos. Dijeron que solo el mejor interno del grupo realizaría su primera cirugía supervisada, era obvio que lo elegirían a él — esta vez habló una chica de cabello rizado color verde. El chico de cabello plateado bufó
—Cierto, por un momento olvidé que era "Don perfecto" de quien hablaba — este volvió a tumbarse sobre la colchoneta y su amigo pelirrojo siguió comiendo sus galletas como si nada
—Lo único que hice el día de hoy fue dar de alta a los pacientes, y ayer solo me mandaron a archivar informes — ella suspiró — ¿Qué tal te fue a ti Sonny? — el joven nombrado apoyó su cabeza contra la pared con la vista hacia el techo, aunque tenía los ojos cerrados con pesar
—Terrible — ella al ver su cara tan abatida extendió su brazo y acercó la bolsa, el interno de cabello azabache abrió sus ojos verdes al oler el aroma de las frituras — Gracias Sandra — le respondió sacando un par de ellas y las llevó a su boca, ella le sonrió
—¿Qué sucedió? No pudo ser tan malo — oyó a su amigo peli plata reírse un poco, cosa que la extrañó
—El Dr. Reese me dijo que lo siguiera en todo momento y que debía hacer cualquier orden que me diera. Unas de esas fue ir por sangre. Lo sé, no suena la gran cosa. El problema es que tropecé y se me cayeron varias bolsas manchando todo el pasillo — Sandra llevó una de sus manos hacia su boca sorprendida — Al enterarse, me regañó y me ordenó que lo limpiara todo
—Es algo que le sucede a cualquiera, no veo por qué tanto enojo por un accidente
—Eso es lo gracioso, fue más de una vez — agregó Elliot volviendo a levantar su cabeza riendo —No importa qué clase de tarea le dieran siempre se le caía todo de las manos; expedientes, papeles de los informes, bolsas de sangre. Aunque, con esos dos pies izquierdos no me sorprende
—¡Elliot! — le regañó la joven
—¿Qué? Solo digo la verdad
—No es para que le digas eso, además ¿Cómo lo sabes?
—Simple, porque yo estaba allí. Me mandaron a suturar heridas en urgencias y él pasaba cada cierto tiempo — tras acabar de decirlo el interno comenzó a reírse — Lo hubieras visto, fue un espectáculo impresionante
—Te lo dije, terrible —respondió deprimido Sonny abrazando sus rodillas y apoyando el mentón sobre ellas, con una enorme nebulosa negra sobre su cabeza
En eso, se acercó al grupo otra interna de cabello rubio y ojos azules. En comparación a todos ellos que se conocían desde pequeños, ella fue incluida en su grupo bajo la tutela del mismo residente. Ella se acercó dando fuertes pisotones y apretando los puños con ira.
—¿Tú crees que eso es tener un mal día?
—¿Qué hiciste hoy Star? — le preguntó Heath de manera amable
—Pase todo este tiempo quitando protuberancias de espaldas y nalgas de ancianos. Esas cosas eran tan...viscosas...y tenían un olor que...Agh — ella arrugó el rostro con asco, sus compañeros de solo imaginarlo les dieron escalofrío, menos a uno — ¡¿tienen idea lo asqueroso que fue?!
—No, no tengo idea — el joven de cabello gris se sentó en la camilla y se cruzó de brazos al mirarla — aunque me imagino que no es la gran cosa
—¿Qué dices? Eres un rarito ¿sabes?
—¿Qué esperabas rubia? Has escogido cirugía. Debes tener un estómago fuerte, si no puedes soportarlo debiste elegir enfermería, allí sin duda pegan más las de tu tipo
—¡Tú ¿Cómo te atreves?!
—Si vas a seguir quejándote por esas cosas, mejor me voy — tal y como dijo, se levantó y comenzó a avanzar hacia otro pasillo — Cuídate mucho, princesita. No vaya a ser que uno de estos días alguien se desangre y tú te desmayas por ver un poco de sangre
—¡VUELVE AQUÍ! — fue en vano, Elliot ya se había ido
—Discúlpalo, no lo dijo en serio— dijo Sonny moviendo sus manos en un intento de calmarla
—Yo creo que lo dijo muy en serio — agregó Heath acabando sus galletas
—¿Tú crees? — bromeó Sandra
—Ay por dios ¿él siempre es así?
—Pues...
—Por supuesto
—Años de conocerlo y no ha cambiado nada
—¿Cómo pueden soportarlo? — preguntó Star incrédula
—Es un amigo, así que...
—Paciencia, mucha paciencia
—Te aguantas las ganas de golpearlo
Justo cuando la rubia estaba por sentarse con sus compañeros en las camillas, por el mismo pasillo por el que Elliot se había ido, apareció su residente. El Dr. Acker Reese. Al verlos relajados sobre las camillas, solo le bastó entrecerrar un poco los ojos para estremecer a los internos hasta la médula ósea.
—¿Qué hacen holgazaneando aquí? — a pesar de que su voz era serena, se podía notar el ligero veneno que disponía — ¿Acaso olvidaron que aún tienen pacientes que atender? — reclamó sin apartar la vista de ellos. La mirada de eso intensos ojos azules los estaba matando, era como si tuvieran delante suyo a una serpiente, no por nada se había ganado ese apodo. Entre los internos le decían "El Crótalo Azul". Además de por su notorio color de cabello y ojos, este residente solía ser alguien muy estricto. Si alguno de sus internos cometía un mínimo error, no duda en ir a regañarlo para que de inmediato lo repare. Lo curioso es que no le era necesario utilizar muchas palabras, ya que con sus penetrantes ojos podía transmitir el mensaje sin necesidad hablar. A pesar de que ellos sabían que no había nada, los internos podían jurar por sus vidas que alrededor del residente había una gigantesca serpiente de escamas turquesas y que su gran cabeza estaba encima de él viéndolos directamente al alma, como si esta estuviera esperando cualquier mínimo movimiento de su parte para engullirlos enteros. De vez en cuando, salía una pequeña y delgada lengua negra por la comisura de su boca, haciendo que el terror aumentara. "Que su belleza no te engañe, puede ser muy intimidante cuando se lo propone" fue lo que dijeron las enfermeras ¿Por qué no les hicieron caso cuando lo vieron por primera vez? — ¿Tengo que repetir todo de nuevo?
—N-N-No, no, no Dr. Reese, no-nosotros ya nos íbamos —habló temblorosa Sandra
—Dr. Sonny Wright
—¡¿SÍ?! — gritó el mencionado asustado
—¿Terminaste el informe que te pedí?
—Eh…estaba p-p-por hacerlo
—¿Y qué estás esperando? ¿por qué sigues aquí holgazaneando? — Su irritación hizo que sus ojos brillasen y la enorme serpiente estaba comenzando a abrir sus mandíbulas siseando, siendo visibles esos colmillos de los que se notaba como goteaba el veneno. Los cuatros internos salieron disparados de la camilla, corriendo hasta el final del pasillo, el pobre Sonny volvió a caerse siendo ayudado de forma muy rápida por Sandra. Acker no pudo evitar llevar su mano a su frente y negar con cabeza — Internos — susurró. Observó la abandonada bolsa de papas en el suelo, la tomó y se sentó en la camilla para comenzar de comerlas. Después de todo, no podía dejar que se desperdicien ¿cierto?
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Tenma seguía presionando de manera constante el botón superior de su lapicero, haciendo que esos pequeños "clicks" llenasen la habitación mientras observaba las pequeñas notas autoadhesivas que tenía sobre la mesa. En ellas estaban escritas toda una lista de enfermedades como roséola, varicela, herpes, lupus, etc. El día de hoy se presentó una madre desesperada pidiendo ayuda, su hijo Ethan presentaba una fiebre por encima de los 39 grados y llevaba así más de una semana; no importaba que clase de medicamentos o líquidos se le dieron, no mostraba mejoría alguna. Además, en su abdomen comenzaron a salir extrañas marcas de sarpullido.
"La fiebre puede ser por el rasguño de un gato, leí algo de síndrome de Stevens-Johnson"
"Estoy muy seguro de que de eso no se trata" pensó el cirujano al recordar las palabras de la madre del pequeño, enseguida se sumó otra línea a la lista tachando las posibles enfermedades. La pobre señora en un intento de saber qué le sucedía a su hijo, buscó en internet un sin fin de enfermedades que se las entregó al doctor con la esperanza de ayudarlo a la búsqueda del problema. "La prueba rápida mostró que es una infección por estreptococo, pero ya pasaron 24 horas desde que le dimos amoxicilina y no dio resultado". En esos momentos se encontraba esperando una tomografía, el pequeño niño de cinco años estaba sobre una camilla a punto de entrar a la gran máquina de forma circular. Cerca había una gran ventana, que tras el cristal estaba el cirujano esperando el resultado que le dieran las pantallas tras el escaneo.
—Hola bro — dijo Taiyou en el marco de la puerta sosteniendo un café en cada mano. Entró a la habitación y se sentó en la silla de al lado — ¿ya descubriste lo que anda mal con Ethan?
—Aún no — el castaño gustoso aceptó el café que ofrecía su amigo. El doctor peli naranja tomó unas cuantas notas y comenzó a leerlas — espero que esto ayude, quizás es algún órgano interno el que esté fallando
—No puede ser lupus, no encaja con los síntomas y su sarpullido es distinto — tras su aclaración tomó un sorbo del café
—Eso mismo pensé. Tampoco puede ser enterovirus porque este presenta un sarpullido que suele estar en manos y pies. También descarté meningitis cuando vi que su punción lumbar salió limpia
—¿Los resultados de patología te ayudaron en algo?
—Los mandé tres veces, y siempre es la misma respuesta. Dicen que su prueba dio estreptococo
—Esto no tiene sentido — susurró frunciendo el entrecejo—¿tú que crees que sea?
—Tendría que ser estreptococo, pero que no presenta mejoría al darle antibióticos. Me resulta extraño— ambos cirujanos suspiraron
—Bueno, solo la tomografía nos dará más pistas. Mientras esperamos los resultados hablemos de otra cosa
—De acuerdo ¿de qué quieres hablar?
—Aoi y tú siguen hablando ¿cierto? — esto casi le hace escupir el café "De todas las cosas que podías preguntar ¿por qué ese tema? —Aunque creo que la respuesta es obvia, claro que sí. Ustedes eran tan unidos como el pan y la mermelada. Venga dime, estás evitando el tema desde ayer
—Uhm...ahora no — el castaño nervioso desvió la mirada
—¿Por qué?
—Te juro que lo explicaré más tarde...ahora no es el mejor momento — el cirujano entrecerró los ojos con sospecha. Aunque, si su amigo no quería hablar, no podía insistir
—De acuerdo, entonces dime ¿Cómo es ese asunto de ofrecerle una cirugía a los internos?
—Ah, eso — el castaño volvió a sonreír — les dije que, el que descubriera que le sucede a Ethan me ayudaría en mi siguiente cirugía y que tendrían mucha participación
—Le diste el caso a los internos para que hagan tu tarea, que sucio — se burló, apoyando el codo sobre la mesa para sostener su cabeza
—No te confundas — reclamó el castaño...demasiado serio— les di el caso porque necesitaba su ayuda para investigar y les ofrecí una recompensa a cambio de esta. No soy como tú
—Lo-lo dices por ese trabajo dual de tercer año ¿cierto? —le preguntó con una risa nerviosa
—No lo sé, dime tú — le dijo poniendo los ojos en blanco
—Por favor, eso fue hace años. Además, ya te dije que lo sentía y no lo hice a propósito — su amigo no le respondió —vamos, no seas tan rencoroso
—No lo soy
—Tu cara dice lo contrario. De todas formas ¿Qué estabas pensando para darles un caso tan complejo? Si se equivocan podrían hacerle daño a tu paciente
—Lo sé, por eso estoy investigando también
—¿Y si logras encontrar el problema antes que ellos?
—En ese caso, cuando venga un interno y acierte, sabré que es el ganador
—¿Y qué harás con la cirugía que prometiste?
—Igual se las daré, soy un hombre de palabra — su amigo parpadeó dos veces sorprendido
—¿Por qué les ofreces tanto? No te entiendo
—Son los cirujanos del mañana Taiyou, no tenemos que tratarlos como basura ¿sabes?
—Eso es cierto...supongo
Justo en ese momento, las pantallas comenzaron a iluminarse, significaba que los resultados de la tomografía ya estaban listos. Al darse cuenta de eso, ambos doctores acercaron sus sillas para observar dejando los vasos de café de lado. Para su mala suerte el escaneo de cráneo, pecho y abdomen mostraba el mismo resultado.
—Está limpio, esto es irritante —susurró Taiyou. En cambio, el castaño tomó las notas y comenzó a leerlas todas de nuevo ¿Qué era lo que no estaban viendo?
Resignado, el médico castaño no tuvo más remedio que llevar de nuevo a Ethan a su habitación "Otro estudio que ha fallado" allí estaba su mamá esperando noticias, él le dijo que, aunque la tomografía no reveló nada extraño seguiría indagando en el tema. Así de nuevo, otra vez, y otra vez. Cada estudio que le hacían al niño no lograba encontrar que estaba mal con él, claro que había algo ¿pero que era? ¿y dónde estaba el problema?
—Creo que tendrás que darle de alta — expresó con pésame el cardiólogo
—No puedo hacer eso — ambos vieron tras la ventana como la mamá del niño se sentaba en la camilla y comenzaba a acariciar su cabello — él tiene algo que no logramos ver. No podemos dejarlo ir así
—Te entiendo, pero no es un caso quirúrgico y sus resultados son normales. Ya no tienes motivos para que continúe aquí
—¿Y quieres que vaya y le diga que no encontré nada? ¿Qué debería rendirme?
—No le veo sentido que insistas en este caso
—Y si él...
—Cálmate, ya hiciste suficiente
El pediatra chasqueó con la lengua, le dolía admitir que su amigo tenía razón. Había hecho de todo y nada sirvió, dentro de unas horas tendrán más pacientes que quizás requerían más atención que el pequeño Ethan. No tenía más opción, debían hacer que el niño se vaya casa. Soltó un largo suspiro.
—De acuerdo, pero antes… — le entregó a Taiyou la tablet que tenía entre las manos, cada doctor disponía de una, así tenían a la mano la información de todos sus pacientes — revisémoslo una última vez
—Tenma, no creo que...
—Por favor — el peli-naranja aun en duda, volvió a mirar como la madre que acunaba a su hijo entre sus brazos mientras le cantaba una canción. Este tambien suspiró — está bien — tomó la tablet y su amigo cerró sus ojos para concentrarse mejor al momento de hacer el conteo
—Recuento de células blancas
—Dieciocho — aseguró deslizando sus dedos por la pantalla
—¿Número de plaquetas?
—500.000 aproximadamente
—¿Estado del paciente?
—Presenta fiebre alta y no responde a los medicamentos — "Debe ser una extraña presentación de estreptococos. Sin embargo, tiene muchas cosas en contra" pensó concentrado mientras fruncía un poco el ceño "Debe haber algo que no tuvimos en cuenta"
—Ah, mira. Patología acaba de actualizar los resultados— el castaño abrió los ojos enseguida — dice que la ultima prueba rápida resultó ser…negativa ¿qué? — esto tomó por sorpresa a ambos — ¿no tiene estreptococo? ¿Qué lógica es esta?
—Taiyou — su amigo levantó la vista de la tablet y vio al pediatra con las notas en la mano de nuevo —¿Por casualidad conoces esta enfermedad?
—De hecho, sí. Aunque nunca he visto un caso en persona — le respondió al castaño al leer el contenido de la señalada nota
—Cuéntame sobre ella — pidió el doctor temeroso
—Suele afectar a niños muy pequeños, aunque suele ser muy extraña, por no decir casi nula. Causa inflamación en los vasos sanguíneos de todo el cuerpo; sus síntomas son fiebre, lengua rojiza, es la piel aparecen múltiples manchas y las escleróticas se tornan rojas
—¿Y es cierto que puede causar un infarto?
—Solo si no se descubre a tiempo — el castaño asustado sacó su teléfono de su bolsillo — ¿Por qué miras tu calendario?
—Es el día diez de la fiebre — susurró "¿Ethan tenía los ojos rojos? ... No, la última vez que lo revisé estaba bien, aunque... desde entonces ha estado durmiendo todo el tiempo"
—¿Tenma? — Sin pensarlo dos veces entró en la habitación, el sonido de la puerta asustó a la madre haciendo que se levantara. Sacó del bolsillo la pequeña linterna que guardaba, con ella iluminó los ojos del niño y al levantar su párpado reveló sus sospechas, estaban teñidas de un intenso color rojo
—¡Taiyou, ven aquí enseguida! —entró rápido a la habitación y llevó el estetoscopio que colgaba de su cuello al pecho del niño. Tras escuchar los latidos del niño, frunció el ceño preocupado y se lo retiró de inmediato
—Denle inmunoglobulina — le dijo a la enfermera —Ayúdame a moverlo
—Claro —respondió quitando los seguros de la rueda de la camilla
—Dr. Matsukaze ¿Qué sucede?
—Señora Bridge — le habló el médico más calmado — es tal como usted sospechaba, Ethan tiene enfermedad de Kawasaki —la madre llevó sus manos a su boca asustado, a la vez que las lágrimas comenzaban a formarse en sus ojos — estamos a tiempo de prevenir daños cardíacos permanentes, pero debe ser ahora — al acabar de decir esas palabras sacaron la camilla de Ethan hacia el pasillo.
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Tras esos tensos minutos, por fin podía respirar tranquilo. Lograron atender a Ethan a tiempo, así que el niño ya no tenía ningún riesgo de sufrir algún infarto en el futuro —Señora Brigde, mire esto — el médico se acercó a la madre del niño con tablet en mano, en el cual se podía ver un corazón palpitando a colores blanco y negro —este es el ecocardiograma de Ethan. Esto de aquí es el líquido que rodea su corazón, al administrarle inmunoglobulina solucionará ese problema y necesitará otro estudio en 6 meses — la joven madre asintió con la cabeza mientras limpiaba sus lágrimas con un pañuelo —¿Recuerda sus notas? Gracias a ellas pudimos identificar el problema, jamás se me habría ocurrido que se tratara de eso. Se podría decir que usted le salvó la vida hoy — la madre de Ethan no pudo evitar abrazarlo mientras susurraba a gran velocidad "muchas gracias" —No hay de qué señora, es mi trabajo
—No Doctor, hablo en serio. En otro hospital, de tanto insistir que averigüen que tenía mi hijo, me trajeron un psiquiatra. Ellos pensaban que estaba loca por culpa de mi trabajo y mis escasas horas de sueño. Sin embargo, usted me creyó pese a que le di enfermedades absurdas en unas notas. Muchas gracias de verdad
El pediatra volvió a sonreírle, tras despedirse de ella volvió a entrar a la habitación de su hijo. Allí estaba Taiyou escuchando de nuevo el pecho del pequeño niño, después que intercambiaron unas cuantas palabras con la madre, él también se retiró.
—¿Esto fue otra acorazonada? — preguntó el cardiólogo al pediatra mientras caminaban por el pasillo
—Al principio no, solo eran mis fuertes ganas de querer ayudar a ese niño, después si lo fue. Algo me decía que no podía dejarlo
—Y aun sigues así de seguro con respecto a ese...
—Sin duda, sé que será un gran doctor en el futuro
—Ya veo, entonces no volveré a dudar — en eso, el pelinaranja vio cómo dos personas venían corriendo a toda velocidad desde el fondo de otro pasillo — hablando del rey de Roma, será mejor que te deje ya que tienes una cirugía que ofrecer — el castaño se rio por el comentario—Por cierto... Insiste
—¿Que? — confundido inclinó su cabeza
—Sea lo que te haya pasado entre Aoi y tú, insiste. No te rindas, has como el día de hoy — el cardiólogo se retiró sin esperar respuesta alguna
"¿Tú como sabes eso?"
—¡Cr-creo saber que...podría tener Ethan! —dijo el interno sin aliento intentando hablar. Esto lo sacó de su trance — Dr. Masu…Matsu…¿Masu?
Tenma tuvo que evitar reírse, sabía que varios de sus nuevos colegas aun no podían pronunciar su apellido por resultarles difícil ¿Qué les había pasado a estos jóvenes? "Parece como si ambos hubiesen corrido una maratón". Uno vino cargando una gran cantidad de hojas que las apretaba contra su pecho evitando que caigan, y la otra tenía en su mano una libreta con un sin número de post it's en el interior
—S-sí, lo...que él d-dice...s-señor —agregó la chica
—¿De verdad? ¿Qué averiguaron? — preguntó el castaño
—Las posibles enfermedades de Ethan—levantó una hoja de la gran pila y se aclaró la garganta — estas pueden ser…
—No no —negó con su dedo índice, cortando las palabras del interno— no me digas que contiene la lista. Si se supone que lo sabes, dame tus argumentos
—Ah...pu-pues…
—Mira y aprende querido — le susurró su presumida compañera — Señor, Ethan tiene meningitis
—Uhm…me lo afirmas ¿eh~? — susurró el pediatra colocando el índice y pulgar bajo su barbilla— ¿Cómo estas tan segura?
—Por su repentina urticaria y también explicaría su alta fiebre. Fue algo simple de ver
—¿Estas completamente segura de ello?
—Por supuesto que si señor — aseguró colocando cada mano sobre sus caderas
—Interesante. Es un buen punto y posees un gran argumento — ella mostró una gran sonrisa orgullosa y digna de esas palabras — pero lamento informarte que no lo es. Existen más de 25 enfermedades que cumplen con esas características. De hecho, meningitis fue de las primeras opciones de descarté por ser de las que menos coincidían con el caso. Sin mencionar los posibles virus de los casos de intoxicación por llevarse objetos indebidos a la boca, es común que los niños de esa edad lo hagan. Por lo tanto tu afirmación es errónea por cualquier ángulo que se vea ¿Qué más tienes? — la seguridad de la chica desapareció en un instante. Es más, hasta podía jurar que escuchó como un cristal rompiéndose... el otro interno ahora esta aterrado
Así se la pasaron por los siguientes minutos, dando sus argumentos de que posibles enfermedades podía tener el niño, a lo que el médico experimentado les refutaba en un instante negando todos y cada uno de los argumentos... demostrando cuan equivocados estaban. Hubo un punto en el que dejaron de estar parados y comenzaron a caminar por el pasillo haciendo que los internos lo sigan...como pollitos siguiendo a su mamá gallina. Esto sucedió porque el cirujano se dio cuenta, a pesar que sea de poco a poco gracias a todos sus fallos anteriores, estaban llegando a la respuesta final. Llegaron a una zona del especial en concreto, que estaba a escasos pasos del pizarrón donde estaban anotadas todas las cirugías, haciendo que los internos se preguntasen que hacían allí si aún no tenían respuesta, pero fueron ignorados.
—¿Qué le parece lupus?
—Imposible. Su urticaria es distinta y no se extendió hasta la cara. Además, no posee dolor en las articulaciones— la interna hizo un puchero
—Uhm...e-entonces — tartamudeó el otro interno, ya había fallado demasiadas veces, no quería que llegara un punto donde el titular se enojara con él — creo que podría ser…—justo cuando iba a buscar algo en la pila de papeles que traía consigo, por jalar una hoja hizo que todas cayeran hacia el suelo. Su compañera aguantó su risa, en cambio el interno no aguantó sus ganas de llorar, formando un par de gotas en sus ojos — lo siento — "Ay, jamás creí que lloraría frente a mi jefe"
—No hay problema, fue un accidente — el médico se arrodilló para recoger las hojas del suelo, esto fue sorpresa para ambos internos. Al recoger una de las hojas el joven de cabellos negros se tensó. Por el sobresalto del interno, supo que esa era la enfermedad que iba a decir antes, así que sin dudarlo leyó sus apuntes — ¿Qué te hace estar tan seguro de que podría tratarse de esto?
—Es que...coinciden sus síntomas, la fiebre, la piel... — susurró el joven frotando sus pulgares
—Eso ya lo sabemos ¿Qué más? — dejó su lado amable de lado para comenzar a ser un poco más duro con él
—No responde a los tratamientos y sé que los estudios revelaron que es estreptococo... pero creo que ellos se equivocan, es imposible. Debe tratarse de esa enfermedad
—Uhm…bien ¿Qué más?
—¿que?... "¿Qué más?"
—Tus argumentos tienen sentido. Sin embargo, en el informe que les di nunca dije que Ethan tuviera las escleróticas de color rojo ¿por qué sigues insistiendo?
—C-con todo respeto señor, no hay manera que usted sepa eso — susurró apretando sus puños
—¡¿Que dices tonto?! Muestra más respeto, es un titular — le reclamó su compañera
—Pero es cierto, según investigué los ojos se vuelven rojos al pasar diez días y la última vez que usted lo revisó fue el día nueve. Tiene sentido que no lo sepa porque los otros días los pasó en casa. Y en caso de que haya sido hoy, tampoco lo sabría porque Ethan estaba dormido, creo que si revisamos sus ojos podríamos comprobarlo. Debe tratarse de la enfermedad de Kawasaki
—¿Lo supones o lo sabes? — preguntó el castaño entrecerrando sus ojos, esto asustó un poco al pobre interno — Responde
—... Lo sé, estoy seguro. Y creo que debería ir a confirmarlo antes que su corazón se detenga
—¿Estás diciendo que es tu palabra contra la mía?
—¡Así es! — su compañera estaba muda por esa respuesta ¿Cómo pudo hablarle así a un superior? En eso, como si de repente el interno hubiera recordado con quien hablaba, volvió a ponerse nervioso — disculpe, disculpe, n-no lo quise de-decir así…— el pobre chico ya se esperaba lo peor, por lo que se cubrió el rostro con sus antebrazos. En lugar de eso, escuchó una risa... aunque, no parecían que fueran con la intención de burlarse
—Es correcto
—…¿Qué?
—Todo lo que dijiste es correcto
—¿No que nos pidió ayuda porque no sabía qué era lo que tenía? — preguntó la chica
—Sí. Así es
—¿Entonces cómo lo sabe?
—Hace un par de horas lo comprobé, fue tal y como dijiste. Ethan tenía la extraña enfermedad de Kawasaki, el no revisar sus ojos hubiera sido un error garrafal que le costaría la vida. Ese pequeño pudo haber fallecido y tú lo notaste. Por la forma en la que me respondiste, significa que te preocupaste más por el paciente que por la imagen que darías a tus superiores, sin mencionar que aseguraste que estaba equivocado ¿sabes cuanto valor se requiere para eso? Hiciste un muy buen trabajo —el titular se levantó del suelo —ven, sígueme
—Pe-pero…¿y el paciente? — preguntó el interno
—Él está bien, no te preocupes
El interno no lo podía creer ¿había logrado acertado al diagnosticar a ese niño? ¿con una enfermedad tan extraña como esas? Aun le era difícil aceptarlo. Despacio recogió cada una de sus hojas. Al tenerlas todas en pila como antes, de nuevo las apretó contra su pecho y se levantó siguiendo al titular por el pasillo.
—Dime tu nombre — dijo Tenma destapando el plumón frente a la pizarra — tal y como lo prometí, tú me asistirás
—¿H-HA-HABLA EN SERIO? — el pobre tenía que hacer un sobre esfuerzo para evitar que todas esas hojas volvieran a caerse de sus manos
—Claro, te lo ganaste. Dímelo — sabía que sería mucho más fácil leer su carné. Sin embargo, el cirujano quería que el joven lo dijera en voz alta para terminar de creérselo. El interno a paso robótico dejó sus hojas sobre una camilla cercana y regresó hacia la pizarra
—W-Wr-Wright — susurró nervioso mientras se frotaba las manos
—No te escuché ¿acaso ya no quieres la cirugía? Bueno — dijo el castaño titular encogiéndose de hombros
—Sonny Wright — respondió esta vez alzando un poco más la voz
—Más fuerte — el pediatra su mano detrás de la oreja
—¡Dr. Sonny Wright! — más de una enfermera u otro doctor lo vieron de reojo por el ruido. Al percatarse que lo dijo muy alto, se sonrojó de inmediato cubriendo su boca con las manos
—De acuerdo Dr. Wright — se giró y comenzó a escribir en la pizarra, colocando su nombre debajo del suyo— te espero en el quirófano 3 a las cuatro de la tarde. No olvides lavarte y no llegues tarde — aclaró el castaño sonriendo
—S-Si, mu-muchas gracias
"Lo sabía. No me equivoque contigo"
—¡NO ES JUSTO! — gritó la otra interna. Esto rompió por completo el feliz ambiente que antes se había creado, ambos voltearon a ver a la chica — Doctor, este tipo se está robando MI cirugía
—¿Qué dices? ¡Eso no es cierto! — negó con la cabeza a gran velocidad en dirección al cirujano
—Claro que lo es ¡eres un maldito ladrón!
—¡Mentirosa!
—El único mentiroso aquí, eres tú — lo acusó señalándolo con el dedo
"Eh…¿Qué?...¿Qué está pasando aquí? pensó el castaño obviamente confundido
—Yo me dediqué a investigar todo sobre el Kawasaki, pero él apareció y se robó mi información, por eso vinimos corriendo
—Eso no es cierto Doctor, vinimos corriendo porque ella me reto a una carrera — explicó excusándose — dijiste el primero en llegar se queda con la cirugía
—¿Cómo crees que diría tales cosas? ¿quieres hacerme quedar mal? ¿Robarte por lo que tanto trabajé no te bastó? ¡¿no te da vergüenza?!
—¡Yo no me robé nada!
—Claro que sí ¡yo debería estar en la cirugía!
—Ya cálmense por favor — ambos internos giraron sus cabezas para ver al titular "están llamando demasiado la atención" — ¿Cuál es tu nombre?
—¿Voy a reemplazarlo? — preguntó la chica con los ojos iluminados
—¿Ya no le asistiré? — en comparación a su compañera, él preguntó con notorio miedo
—Ninguno de los dos casos, veré si puedo hacer espacio para que ambos puedan asistirme
—¡¿De verdad?!
—¿De verdad?
—Sí. No me interesa quién se copió de quién, tampoco saber cual de ustedes dos ideó todo un plan para robarle al otro. Ambos me demostraron que investigaron mucho, así que con eso me basta — "Con tal que se calmen, esta bien…aunque, esto no era parte del plan original" pensó avergonzado
—Entiendo doctor — la chica se paró recta y orgullosa hinchó su pecho— mi nombre es Dra. Star Amberson
—Muy bien. Entonces Dra. Amberson, Dr Wright, los espero a ambos en el quirófano 3 a las cuatro de la tarde — Al ver como ambos asentían con la cabeza, dejó el plumón al acabar de escribir el nombre completo — Haremos una Funduplicatura de Nissen, repito que no olviden lavarse ni llegar tarde ¿De acuerdo? — Parece ser que estaban más tranquilos que antes, así que ahora si era buen momento para retirarse "Espero que no se peleen de la misma manera en el quirófano. De lo contrario, sería mi responsabilidad si algo sale mal por su culpa" fue lo que pensó mientras se alejaba. Cuando estuvo lo bastante lejos de ellos, el joven de cabello azabache le reclamó a la rubia, quien se encontraba haciendo un pequeño baile de la victoria.
—¿Cómo pudiste? ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?! — Sonny apretó sus puños con furia, pero de sus ojos se formaban pequeñas lagrimas — yo me había ganado la cirugía justamente, en cambio tú…— Star se cruzó de brazos se lo miró con arrogancia
—Dile a tu amigo que para ser cirujano no solo debes tener un estomago fuerte, sino también una mente astuta — esta respuesta lo dejó helado a Sonny — Manipularte fue demasiado fácil, usa esto como experiencia, quien sabe cuándo alguno de tus amigos haga lo mismo — eso le tocó una fibra sensible ¿acababa de acusar a sus amigos?
—Ninguno de ellos harían eso ¡No te atrevas a comprarlos contigo! — "Metete conmigo si gustas, pero no los incluyas a ellos en esto" — Y tampoco creas que te vas a escapar de lo que me hiciste, no dejaré que vuelvas hacerlo de nuevo
—¿Me estás retando? ¿quieres que compitamos para ver quien es mejor robando cirugías?
—Como quieras— respondió sorbiendo su nariz y retirando sus lagrimas con el dorso de la mano — no me asustas
—Está bien cara llorosa, acepto— "Será fácil, dado que eres patético" ambos internos apretaron sus manos, aceptando el reto—Hasta luego querido y gracias por el pase
—La próxima vez, seré yo quien te lo diga
¿Se esperaban que Taiyou apareciera? GGG no iba a quedarse solo como mencionado, no no no, será literalmente nuestro celestino ¿y se esperaban que aparecieran nuestros "queridísimos" personajes de Ares-Orión"?
Lo sé, en el cap anterior dije que odiaba dichas temporadas, y no me retracto de ello, pero no negaré que tiene muchos personajes que me encantan. Dado que no me gusta crear muchos Oc's (solo los hago si son estrictamente necesarios) decidí usarlos aquí. Adoro escribirlos, me divierte tanto como con "Los dioses" y les tengo pensado unas sub-tramas muy buenas
Star y el Dr. Wembley son Oc's, no se preocupen, pero son super relevantes
Espero que el primer día de trabajo de nuestro doctorcito haya sido de su agrado, y nos esperan por atender muchos otros pacientes más ¿y qué demonios tienen que ver con la música? Ah mi amigo, eso lo veremos en el próximo capitulo.
