2.- Que no existe en Anasatero
Sinopsis: Lira, Yang y Coop discuten sobre las especies que no existen en Anasatero.
—¡No puedo creer que no existan los ponis de colores en Anasatero! —alegó Lira molesta.
—Ni los gatos extraterrestres —secundó Coop cruzando los brazos.
—Ni las chicas lunares —terció Yang con fastidio.
La menor de las hermanas Loud, el chico gato y el conejito sensualote playboy sex symbol guapísimo mijito rico 100% no furro… ¿de qué les estaba hablando? ¡Ah sí! Ellos tres estaban discutiendo sobre qué especies no se encuentran registradas como existentes dentro de la ciudad. Estaban instalados en una mesa de un restaurante.
—¡Sé que deben existir ponis en la ciudad! —exclamó Lira con decisión—. ¿Cómo es posible que existan los padrinos mágicos y no los ponis de colores?
—¡Por culpa de la supuesta inexistencia de los gatos extraterrestres mi vida fue un desastre por culpa de Señor Gato! —alegó Coop—. ¡Nadie nunca me creyó que esa bola lampiña fuera un extraterrestre que quería conquistar la Tierra!
—Me quiero follar a una chica lunar —comentó Yang con despreocupación.
Tras aquella frase, los otros dos clavaron su mirada cargada con sorpresa en el conejo. El aludido ni siquiera se inmutó. Se encontraba aburrido mirando para otro lado sujetando su cara con su mano y el codo sobre la mesa.
—¡Vamos! ¡Arriba ese ánimo! —intervine mientras doblaba unos manteles—. Esos registros solo dicen qué especies existen dentro de Anasatero. No dicen nada sobre lo que haya afuera.
—Eso quiere decir… —intervino Lira pasmada.
—Así es —afirmé con la cabeza.
De un momento a otro la pequeña se abalanzó sobre mí. Quedó sujeta del cuello de mi polerón, mientras que con sus pies pisaba mi estómago.
—¿EXISTEN LOS PONIS DE COLORES? —me gritó en la cara.
—Afuera, de Anasatero, afuera de Anasatero —respondí mientras intentaba recuperarme del grito—, o de este planeta —agregué mirando a los otros dos chicos.
Yang me regaló una rápida mirada antes de seguir mirando al vacío, mientras que Coop me observaba con sorpresa.
