Historias de mis hijas

Segunda historia: Lupa y su vista.

Un día tranquilo en la casa Loud, el espacio es limitado, hay artículos de construcción por todos lados ya que están haciendo una expansión y para colmo las maquinas que usan hacen mucho ruido.

Al menos la pequeña Lupa agradece que sus tías Leni y Lori están de viaje junto a sus respectivas hijas junto a sus tres hermanitas más pequeñas. Eso le ayuda a dormir un poco en la habitación de Loan ya que es la única vacía. No es que odie dormir en una habitación junto a Liby y Lacy pero si puede tener una noche solitaria la aprovechara.

El sonido de una taladradora despierta a la jovencita de cabello blanco quien se levanta de mal humor por eso.

-¡Lo siento chicas! Su padre desatornillo algo que no debía… otra vez. –Grita Lana desde fuera de la casa.

-¡No me especificaste que no debía hacerlo! –Se defiende Lincoln apenado.

-Lincoln solo vuelve a la cocina, yo me encargo de todo. –Pide Lana preocupada.

-Claro que no. Como mi esposa y hermanita es mi deber ayudarte con todo…. ¡Diablos eso enserio suena mal! –Grita Lincoln frustrado.

-¡Mamá! Si papi y la tía Lana no se callan enserio debemos ir a un hotel. –Grita Leia molesta.

Los gritos por parte de otras habitaciones se empiezan a hacer más fuerte mientras que Lupa simplemente sigue frustrándose cada vez más por todo ese ruido. Realmente hubiera sido más fácil haber comprado la casa del vecino y que algunas vivan allí para tener más espacio, pero según su padre eso le quitaría el sentimiento familiar a su hogar.

Suspira de manera cansada mientras se pone unos audífonos para escuchar música pero ve que no hay conexión.

-¡Rayos! La maldita remodelación arruino la red. –Grita Lupa furiosa mientras sale de la habitación y decide dirigirse a la ducha.

Ve la habitación del baño un letrero y lo lee en voz alta.

-Chicas debido a las reparaciones la tubería fue inhabilitada para evitar accidentes, tendrán que usar las duchas de su escuela o vivir con su suciedad. Si tienen necesidades urgentes hay una letrina en el patio. –Es lo que Lupa lee mientras suspira de manera cansada.

-Lo sé Lupa, tampoco aprecio el hecho de bañarme en las duchas de mi escuela. En especial por la mirada lujuriosa de esa chica Sam Sharp Jr. Es incómodo. –Dice Lyra de manera amarga. -… Como sea, es fin de semana ¿Quieres ir al cine para evitar este desastre?

-Paso Lyra, creo que solo caminare un poco por el vecindario. –Responde Lupa de manera tranquila.

-Date el gusto. –Lyra se retira hacia la cocina con una sonrisa.

Lemy sale de la habitación de Lyra también sin su camisa y solo usando su pantalón pijama.

Lupa lo ve con cierta sorpresa e intriga. Lemy nota eso y se confunde.

-¿Qué? ¿Un hermanito no puede visitar a una de sus hermanas mayores porque tiene pesadillas? –Pregunta Lemy algo indignado mientras va a su cuarto.

Lupa solo rodea con los ojos mientras camina a su habitación por algo de dinero en caso de querer salir a algún lado.

Dentro de su habitación Liby y Lacy están jugando con un enorme proyector de luces como aquellos que usan en películas de alto presupuesto.

-La tía Lisa fue muy amable al prestarnos esto. –Dice Liby feliz.

-Sí, ni siquiera tuvimos que preguntarle. Solo lo tomamos de su laboratorio y ella no puso quejas porque no nos vio. Es tan amable. –Añade Lacy con inocencia mientras conecta el enchufe.

Lupa abre la puerta en el momento exacto que la luz se prende. Sus corneas lentamente sienten toda esa luz golpeándolas. Incluso juraría que algo de humo sale de sus parpados.

Todo lo que ve es blanco mientras camina lentamente hacia atrás sin darse cuenta que llego a las escaleras y cae algunos escalones pero a medio camino Lyra la recibe. Ella no mide el peso de su hermanita haciendo que también caiga.

-No estoy bien. –Dice Lyra adolorida.

Las mujeres presentes y Lincoln corren de inmediato para ver que sucedió solo para ver la escena de Lupa con los ojos cerrados llena retorciéndose en el suelo y Lyra algo adolorida sobando su brazo.

-¡Rápido deshazte de la máquina de luz! –Grita Liby asustada.

Lacy corre rápido para tomar el aparato y confundida lo arroja al primer piso cayendo por el borde de las escaleras asustando a sus tías y madre. Ella inocentemente mira a Liby levantando el pulgar en señal de victoria.

-Bien hecho. –Grita Liby igual de alegre.

Lynn y Luan chocan su palma contra sus frentes decepcionadas por la idiotez de sus hijas.

-¿Ese es mi generador de luz? –Pregunta Lisa confundida.

-¡No siento mis ojos! –Grita Lupa adolorida.

…..

Dentro de la camioneta familia Lupa vendada de los ojos tiene una expresión de molestia mientras guarda silencio, esperando llegar a su destino. Lyra está a su lado con el brazo vendado.

Su padre sentado en el asiento trasero revolviéndole el cabello la consuela mientras que su madre conduce.

-Mira el lado positivo Lupa, el doctor dijo que la ceguera solo será temporal. –Dice Lucy tratando de consolarla.

Lupa solo gruñe enojada mientras muerde sus dientes con furia.

-Mala elección de palabras Lucy. –Comenta Lincoln decepcionado.

Lupa solo suspira molesta mientras espera a que el día termine de una buena vez. Dejando un silencio ligeramente incómodo.

-…Mi brazo estará bien también. –Dice Lyra tratando de llamar la atención.

Al llegar a su hogar tanto las hermanas de Lincoln como las de Lupa están esperando afuera con un cartel de bienvenida.

Al bajar del auto los cuatro caminan algo confundidos por ver ese gran cartel.

-¡Mira Lupa! Te preparamos una fiesta de bienvenida. –Grita Liby feliz.

-¿No es impresionante? –Pregunta Lacy con entusiasmo.

Lincoln, Lucy y Lyra golpean su frente al mismo tiempo mientras niegan con la cabeza.

Lupa solo puede poner una mueca de molestia por sentir que es una pésima broma hacia ella.

-…Fue idea de tu tía Luan. –Dice Lola algo apenada.

-¡No las vi quejándose por la idea! –Responde Luan indignada por la acusación.

-Tampoco dijimos que sí. –Responde Lynn de manera cínica.

-Y aun así están aquí. –Afirma Luan con seriedad.

Luna trata de decir algo pero se da cuenta de que su hermana menor tiene un punto. Ellas siguieron las bromas.

Luan se finge limpiarse polvo de su camisa mientras pone una mirada orgullosa por derrotar argumentalmente a sus hermanas.

Lisa se acerca a Lupa tranquilamente y saca de su bolsillo algo para guardarlo en la sudadera de su sobrina.

-Mañana cuando despiertes quítate el vendaje y úsalos. Son más cómodos y si bien no te permitirán ver si te protegerán del sol. –Instruye la mujer mientras le da un beso en la frente y le revuelve el cabello.

-Gracias tía Lisa. –Agradece Lupa de mala gana mientras camina hacia la puerta para ir a su habitación y descansar. Se tropieza con un patín y estampa su cara contra el suelo haciendo que se queje del dolor.

Sus hermanas a excepción de Lyra sueltan una pequeña risa por eso.

Lupa puede escuchar eso y se enoja ligeramente pero es capaz de perdonarlas porque de ser una situación inversa ella también se hubiera reído.

Carly se encuentra en la habitación de Lupa, Lacy y Liby tendiendo la capa de Lupa. Realmente incluso aunque ella no pueda ver le gusta la idea de hacer algo lindo por ella para que no se sienta tan mal con su condición.

-¡Qué asco! Este ponche sabe horrible. –Grita Lupa asqueada entrando a su habitación con un vaso y un bastón.

Carly se acerca y toma el vaso para notar que el ponche está demasiado rojo. La pequeña rubia rodea los ojos decepcionada porque Lupa no noto el obvio error que cometió.

-Lupa esto es concentrado. Te falto diluirlo. –Dice Carly algo decepcionada.

-Rayos, debí haberlo intuido desde el tercer vaso. –Responde Lupa molesta.

-¿Por tres vasos no notaste que bebías concentrado? –Pregunta Carly asustada.

-¡Estoy ciega! ¿Cómo voy a notarlo? –Grita Lupa algo indignada mientras deja la habitación.

Carly callada ve como su hermana se va mientras se pregunta la correlación entre ceguera y sentido del gusto.

Al día siguiente sentada en el sofá Lupa ajusta sus lentes al mismo tiempo que escucha la televisión mientras que sus hermanas y Lemy susurran algunas cosas mientras ríen.

Lemy voltea a Lupa y luego vuelve a hablar con sus hermanas para empezar a reírse.

-Ya se. Tengo una. –Anuncia una Liby con entusiasmo.

-Muy bien dila. –Pide Leia igual de entusiasta.

-¡Oye Lupa! ¿Cómo está el clima? ¡Ah se me olvido! No puedes ver. –Afirma Liby en tono de burla haciendo que las hermanas presentes se rían.

Lupa pone una mueca molesta tratando de ignorar la broma de su hermana mayor.

-Ignórala Lupa, solo esta celosa porque esos lentes te quedan geniales. Deberías verte al espejo para admirarlos. –Comenta Leia con un obvio tono de cinismo maléfico haciendo que de nuevo las hermanas se rían.

-Muy graciosa Leia, avísame cuando tengas más chistes obvio. –Responde Lupa de mala gana.

-Tratare pero dudo que los veas venir. –Vuelve a bromar Leia de manera malvada pero inocente.

-¡Oigan! Lupa esta ciega y debemos apoyarla, no reírnos de ella. –Grita Lyra con molestia mientras se acerca a sus hermanas.

-Descuida Lyra. Realmente amamos a Lupa, solo nos reímos un poco de ella para hacer que se sienta mejor. -Responde Lemy con tranquilidad.

-En su defensa yo también me reiría si esto le pasara a alguien más. –Añade Lupa malhumorada.

-Lupa no los defiendas. Ellos no pueden ver cómo te sientes, son bastante desconsiderados. –Dice Lyra regañando a sus hermanitas y hermano.

Las tres chicas y Lemy se quedan un segundo callado pero ponen unas miradas graciosas para empezar a reírse de inmediato.

-¿Qué es tan gracioso? –Pregunta Lyra indignada.

-Nosotros si podemos ver lo que Lupa siente, la que no puede es ella. –Bromea Lemy haciendo que sigan riéndose. Lyra poco a poco pierda la cordura mientras apuntas sus manos a Lemy como si quisiera estrangularlo.

-¡Muy bien chicas no me importa que se rían de mi condición pero Lyra está siendo atenta y no deben usar sus palabras en su contra! Además no estaré ciega para siempre y en el momento en el que vea un trasero lo voy a patear. Así que ya basta. –Ordena Lupa molesta a sus hermanas.

Sus hermanas y Lemy bajan la mirada desanimadas mirada algo intimidados por esa orden. Como si realmente sintieran el haber ofendido a Lyra.

Lacy lo piensa unos segundos y decide ir a la cocina para de inmediato volver con dos vasos.

-Lo siento Lyra, sabemos que esto es serio para ti. Prometo no usar tus palabras en tu contra. –Le da un vaso a Lyra y otro a Lupa.

-Descuida Lacy, sé que no lo decían con maldad. –Lyra le acaricia la cabeza a su hermanita.

Lupa escupe la bebida en el momento exacto que la bebe.

Lacy se empieza a reír por eso junto a sus hermanas menores.

-¡Ja! No pudiste ver que era solo concentrado. –Se burla ella con ánimos.

Lyra ve su vaso y nota que está lleno de agua. Arqueando una ceja ve a Lacy con confusión.

-¿Qué? Tu si tienes tu vista, debía traerte algo limpio para que la broma funcione. –Se defiende Lacy de manera tranquila.

-Debo admitirlo, eso de hecho fue un truco listo. –Dice Lyra algo impresionada.

-Soy más que una cara adorable. –Lacy le guiña el ojo a su hermana mayor de manera victoriosa.

-Me las van a pagar. –Afirma Lupa de manera amarga.

….

El día siguiente Lupa se encuentra leyendo un diccionario braille, hasta ahora solo puede identificar las vocales y la letra M, nunca se le ha sido fácil aprender el lenguaje de señas, incluso las más básicas se le hacen complicadas e inentendibles a su percepción personal por lo que esto resulta una tarea titánica para ella.

Sabe que su ceguera no es permanente pero le es imposible no visualizar el peor escenario de tener que vivir sumida en la oscura falta de visión de manera permanente. Lo único bueno de eso sería que siempre tendría una excusa para usar esos lentes grises que sus hermanas describen como geniales.

Aunque odiaría el resto. No poder ver los rostros de su familia de nuevo o en qué tipo de personas se moldearan, perder la oportunidad de leer libros que no se traducen al braille y perderse sus series de televisión favoritas. ¿Cómo poder simplemente escuchar la animación japonesa? Se supone que esa es un especulo en su mayoría visual.

-¿Lupa? –Pregunta la voz de su padre preocupado. Puede sentir que está cerca por la tonalidad tan tranquila que se escucha.

-Papá. ¿En qué te puedo ayudar? –Pregunta Lupa tranquila.

-Bueno pase porque te prepare un emparedado pero cuando llegue estabas llorando. ¿Sucede algo?

Ni siquiera se había dado cuenta de que está llorando. De no ser por su padre aún seguiría ignorando la humedad en sus mejillas. Se las seca para evitar verse débil frente a su padre. No puede saber que se ve ruda pero al menos puede pretender sentirse así.

-Hija vamos. Dime lo que te preocupa. –Pide su padre mientras la abraza.

Ella siente el tierno contacto de su padre y no puede evitar sentirse reconfortada mientras recuesta su cabeza en su pecho. Esa sensación hace que piense un poco, en que sienta la seguridad de poder sincerarse con alguien.

-Papá ¿Qué se siente perder para siempre algo que enserio necesitabas y no tenerlo de vuelta? –Pregunta Lupa insegura.

Lincoln escucha esa pregunta y se siente acorralado, realmente sabe que es perder a personas que ama pero jamás ha experimentado el perder una habilidad motriz.

Pero si conoce a alguien que si lo ha hecho. Alguien que a pesar de esa incapacidad ha sido una de las personas más capaces de seguir adelante con su vida de manera extraordinaria, siendo capaz de tener una hija propia y seguir siendo una gran veterinaria.

-No soy la persona correcta para contestar eso. Pero se de alguien que pasa todos los días con esa sensación.

-¿Quién?

-Tu tía Lana. Hace tanto ya que no la veo dar un paso pero… No necesita darlos porque en esa silla ella avanza cada vez más y mucho más lejos de lo que alguien con piernas puede. Es impresionante como no las necesita para resaltar. –Cuenta Lincoln con tranquilidad mientras recuesta a su hija en la cama.

-Amo a la tía Lana pero… Ella puede ver. Puede saber cómo son los rostros de su familia ¿Qué tal si yo no puedo recordarlos? –Pregunta la chica asustada mientras se aferra a su padre.

-Lupa tranquila, no solo es temporal sino que aunque no lo fuera aún podrías saber cómo somos porque podrías sentirnos. Todos los días si quieres podrías tocar mi rostro para memorizarlo y de seguro tus hermanas también harán que sientas sus rostros, al igual que tus tías y tu madre. Podrás recordar nuestros rostros. –Asegura Lincoln acariciando el cabello de su hija.

Lupa piensa en lo que dice su padre mientras recibe su cariño. Algo en la seguridad en la que su padre le dice esas palabras hace que se sienta un poco más segura. No es capaz de ver pero de alguna manera puede visualizar el como su padre le da un abrazo.

Una semana después. Carly, Lacy, Liby, Leia y Lemi están en el jardín esperando a Leia.

Leia tiene un regalo listo para dárselo a Lupa en caso de cualquier cosa pasara. Algo que quizá le ayude a su hermana mayor.

-Descuida Leia, es obvio que Lupa estará bien. –Dice Lemy consolándola con una frotada de cabeza.

Leia no responde por solo pensar lo peor, aunque aprecia que él la cuide emocionalmente.

-¡Miren están llegando! –Anuncia Liby entusiasmada.

Ven como Lyra estaciona la camioneta con Lupa aun usando sus lentes grises.

Los presentes se decepcionan por ver que Lupa sigue ciega. Pero saben que lo mejor para ella es permanecer con la misma actitud de siempre para indicar que nada cambiara entre ellas.

-Muy bien actúen natural. –Susurra Liby.

¡Hey Lupa! …. No estas usando pantalones. –Se burla Lacy haciendo que sus hermanas y hermano finjan una risa tranquila.

-¡Lupa es un lindo día! Lástima que no puedes verlo. –Añade Lemy de manera forzosa.

Leia nota con curiosidad la sonrisa siniestra que tiene Lyra, eso se le hace raro ya que ella suele ser tranquila y completamente alegre. ¿Qué le causara esa sensación de satisfacción maligna?

Lupa sale del auto tambaleándose de manera rítmica con una sonrisa feliz.

-¿Saben? Lupa se mueve de manera curiosa, no pareciera que ella… ¡Lupa tiene su vista de vuelta! ¡Corran! –Grita Liby aterrada.

Todos ven como Lupa levanta su bastón y pone una sonrisa de maldad pura, incluso sus dientes parecen tomar una forma afilada dándole la apariencia de un demonio mientras corre hacia ellos con decisión de hacerles daño.

Todas ellas y Lemy corren hacia distintas direcciones llenas de pavor. Carly es la única que no corre al saber que no le pasara nada porque no se burló de Lupa.

En la noche Leia con el cabello despeinado y el ojo algo morado se encuentra tratando de dormir pero algo de dolor en su brazo le impide dormir tranquila.

Siente una luz cegarla un poco y ve que Lupa está entrando. Nota que ahora usa unos lentes cuadrados que la hacen parecer algo nerd.

-No son mis favoritos pero los necesitare de ahora en adelante. Incluso se pueden polarizar. –Lupa aprieta un botón en el centro de los lentes y estos se tornan grises. Los devuelve a su estado normal para ver mejor a Leia.

-¿Viniste a presumir tus lentes? –Pregunta Leia aún enojada por los golpes que Lupa le dio.

-No; Eso es un extra jeje. La verdad es que vengo a ver si quisieras pasar la noche conmigo en el cuarto de Loan y Cristina, ellas están no están así que podemos aprovechar. –Sugiere Lupa tranquila.

-Bueno mi compañera de habitación tampoco está así que también está libre mi cuarto. –Dice Leia algo insegura haciéndole espacio en su cama.

Lupa sonríe por eso y decide pasar la noche con su hermanita. Después de todo aún agradece el regalo que ella le dio esta mañana.

Lupa toca el regalo que se encuentra en el bolsillo de su sudadera y lee una dedicatoria en braille.

´´´Aunque no me veas te demostrare lo mucho que te amo. Con cariño Leia´´

….

Notas

1 Segundo one shot de estas historias y espero que les haya gustado

2 Siempre se aceptan sugerencias al ser esto historias hechas por mera diversión más que seriedad.

Dicho esto yo soy PenguinArrow alían un crítico más y nos leemos pronto.