Capítulo 5 ¿Qué es lo que quieres?

La mañana en la cama de Loan Loud, tan tranquila y el sol brillante le da a la rubia una agradable capa de calor. Solo puede acurrucarse en aquella comoda almohada.

El teléfono suena, interrumpiendo el dulce sueño de la rubia. Oprime el teléfono para escucharlo en alta voz.

─Bueno. ─Dice Loan todavía con el cansancio en su voz.

─Loan, este es diablo.─ Dice la voz del teléfono, con un tono que no parece humano. Haciendo que Loan se sienta ligeramente sorprendida. ─ Quiero que sepas, que yo no soy la razón por la que tienes tendencias esquizofrénicas. Pero si soy la razón que Lemy tenga tendencias voyeristas. ─Confiesa la voz haciendo que Loan abra los ojos por completo.

….

¿Nunca han sentido esa sensación donde no saben que desean? ¿Pensar que debes hacer lo que alguien más hace para estar feliz, sin embargo eso no es de tu interés?

Eso es lo que siente Loan cada vez que ve alguna película de romance. Si es objetiva no son malas películas, pero todas recurren al mismo mensaje y dirección. Incluso su comedia favorita, tiene ese mensaje sobre una vida compartida.

No le encuentra el punto. Sabe que es genial estar con las personas que amas, de hecho su plan de vida es vivir siempre en casa con sus madres y padre, es algo que goza y disfruta. ¿Pero con alguien externo? No entiende esa sensación, simplemente no es para ella.

Sin embargo eso no evita que pueda disfrutarlas a manera de entretenimiento. En especial si su hermana está a su lado. Disfruta de las visitas de Cristina, desde que ella está en la universidad ya no han hablado tan seguido. Ni siquiera por redes sociales.

Le hace pensar, lo triste que será cuando el resto de sus hermanas decidan hacer su propia vida. Inhala profundamente, después exhala con cierta tristeza.

Eso llama la atención de Cristina, siempre ha sabido cuando es que sus hermas están mal. En especial si es Loan, no logra describirlo pero siente una gran conexión con ella, como si fuera su destino estar siempre a su lado.

─ ¿Qué pasa Loan? Has estado decaída desde que llegue. ─Pregunta la pelirroja tomando de la mano a su hermana.

─Solo estaba pensando. Queda un semestre para que Lyra se gradué y seguro querrá ir a la universidad, pronto todas se irán y tendrán carreras. Mientras que yo seguiré haciendo criticas de videojuegos en el sótano. Al menos ustedes si tendrán algo para el futuro. ─Responde la rubia mientras ve el rostro de su hermana.

Cristina nota la angustia en el rostro de su hermana. Es tan adorable que a pesar de su edad, siga teniendo una inquietud infantil. Ella ve demasiadas películas y series de televisión. ¿No debería haber aprendido que a pesar de la distancia, ellas jamás dejaran de quererse?

─Vamos Loan, tienes un gran talento para el arte y la edición. Ganas más que yo con tus comisiones que yo con mi beca estudiantil. Eres la mejor. ─Afirma Cristina haciendo que Loan se sonroje.

Le agrada saber que es valorada por su familia, en especial por su hermanita. Tiene razón, que con lo que gana podría pagar su propia renta. Pero claro que prefiere utilizarlo para los gastos de la casa.

Se da cuenta que en sí, no era la sensación de apreciación la que le genera vacío. Es algo más.

En ese momento la conversación se interrumpe, dado un mensaje de texto en el teléfono de Cristina. Es un mensaje con nombre de usuario, parece que de una aplicación de chat anónimo.

─Ya sé que podría animarte. Hoy tengo una cita con alguien, dice que va a traer un amigo. Quizá algo de romance en tu vida te alegre. ─Asegura la pelirroja mientras le muestra el mensaje de texto.

─ ¿Una cita? No lo sé, jamás eh tenido una verdadera cita. A menos que cuentes el acompañar a Liena a su baile de graduación, o ir a mi baile con Lyra. ─Cuenta Lon algo sonrojada por su inexperiencia.

─Recuerdo esa noche. Desde ese día una tal Sam Sharp jr acosa a Lyra.

Empiezan a reír por eso. Mientras que arriba Lyra solo está revisando que tiene más de treinta llamadas perdidas de Sam. La chica arquea una ceja mientras revisa si se puede bloquear un número.

─Te acompañare, pero llevare mi ropa de siempre. ─Dice Loan sin ninguna intención de cambiar su sudadera.

─Loan, llevas usando esa sudadera tres semanas. ─Reclama Cristina tapándose la nariz.

─Yo ya hice mi elección. ─Asegura Loan cerrando los ojos y poniendo postura firme.

Cristina solo rodea los ojos y rocía a Loan con un perfumen. Por alguna extraña razón ella hace el sonido de un gato amenazado, incluso poniendo sus uñas en posición de rasguño.

...

En el auto, Lincoln es quien lleva a Cristina y Loan a sus respectivas citas. Lori también está allí, con una enorme sonrisa de oreja a oreja.

─De acuerdo, te dejas la sudadera pero literalmente quiero que recojas tu cabello. No quiero que el chico que me dará nietos piense que se casara con una desaliñada.

─ ¡Mamá!

─ ¡Lori!

─Lincoln no exageres, nuestra hija es una hermosa mujer y es obvio que ya está en edad para tener pareja.

─Mientes, mi hija apenas es una niña que empieza a experimentar. Dudo que siquiera haya querido esto.

─Eres tan adorable cuando te pones sobre protector. Pero mírala, tu hija ya tiene edad legal para beber. Creo que una cita no la matara, ─Dice Lori tratando de calmar a Lincoln.

Lincoln queda callado, mira por el retrovisor hacia donde esta Loan y la ve. Lori tiene razón, ella es una mujer adulta que gana su propio dinero. Quizá lo olvido por las tantas veces que ella ha jugado videojuegos con él, como siempre le pide una malteada de chocolate y la manera en la que ven caricaturas con las menores, todo eso tan solo el mes pasado.

¿En qué momento creció tanto? Ya no es una bebé, pero sigue siendo su primera hija. ¿Por qué es qué lo único que puede ver en ese asiento es a su hija como si tuviera once años?

Lori le limpia las lágrimas a su esposo, evitando que sus ojos se llenen de humedad para prevenir un accidente.

Loan ve la mirada de su padre a través del espejo. Se siente culpable por causarle a su padre tal angustia. En especial por culpa de algo tan irrelevante para ella, Cristina seguro se divertirá ¿Pero ella? Es algo que aún no puede contestar.

─Papá, descuida. Solo es una cita, además no creo que sea nada serió. ─Dice Loan mientras le toma un hombro a su padre.

Lori ve eso. Se siente conmovida por como Loan esta consolando a su padre, tan amable y dulce. Sin duda es una característica que saco de Lincoln, cosa que la llena de orgullo.

...

Lincoln y Cristina conversan en el estacionamiento del restaurante. Todo mientras Lori y Loan tienen una platican dentro de su camioneta.

─Loan, amor. Quiero que tengas mucho cuidado, los chicos tienden a ser bastante tontos a veces, pueden hacerte daño e incluso… Dejarte marcada de varias maneras. ─Esa última cosa la dice en voz baja.

Loan arquea una ceja, mientras ve como su madre trata de mantener la calma. Puede ver quizá una lágrima por debajo del ojo de Lori, no le gusta eso. Para ella su madre ha sido la mujer más valiente del mundo, verla así es algo que le produce un enorme malestar e incomodidad.

─Mamá. Estaré bien, no tienes que preocuparte. ─Dice Loan tratando de calmar a su madre.

─ ¿A quién engaño? Loan, no estás lista para las citas. ¡Solo te harán daño! ¡Ven conmigo a casa, veremos películas de transformers mientras comemos helado! ─Grita Lori tomando de los hombros a su hija, abrazándola con mucha fuerza.

Loan pone una mirada de desconcierto mientras le devuelve el abrazo a su madre, le da unas palmadas a su madre para consolarla.

Ella también empieza a hiperventilarse. ¿Le está fallando a su madre no es así? ¿Qué quiso decir con ser marcada permanentemente? ¿Le harán daño a Cristina? Tanta presión en su mente empieza a hacerla llorar.

Lori se da cuenta de eso. Reacciona de inmediato mientras finge sonreír, quiere verse fuerte para su pequeña. Ella tiene que ser la madre más fuerte para la hija más fuerte.

─Lo siento hija. Es que, eres lo más importante en mi vida. La hija que siempre que si quería tener y literalmente moriría de saber que alguien te lastimo.

Loan le seca las lágrimas a su madre. Ver a alguien tan fuerte desmoronarse le quita esperanza, pero si quiere que su madre se sienta segura ella debe ser segura de sí misma. Le da un último abrazo para demostrarle que no pasara nada.

─Gracias mami. Te amo.

Los minutos pasan, finalmente las dos chicas están en sus citas mientras sus padres están en el camino a casa.

Dentro de la camioneta Lori sigue llorando. Angustiada por lo que podría pasarle a su pequeña.

─Lori, tu misma dijiste que ella ya es una mujer adulta. Además Cristina esta con ella, dudo que algo malo le pase. Aunque también estoy preocupado por ella. ─Dice Lincoln tratando de consolar a su esposa.

─ ¡Es mi niña! No debí haberla dejado sola. Debemos entrar allí, nos vestiremos de rabinos y la espiaremos. Creo que Leni tiene algún traje parecido. ─Dice Lori hiperventilándose mientras busca en los asientos cualquier cosa.

─Lori, vamos. ¿Qué tal si te ayudo a quitarte esa tensión y esperamos lo mejor para Loan y Cristina? ─Sugiere Lincoln dándole unas palmadas a su esposa.

─ ¿Y cómo me quitaría esa tensión? ─Pregunta Lori sin ganas de querer calmarse.

─Bueno, tenemos dos opciones. El mini golf esta cerca de aquí, e igual hay un motel para parejas, tú eliges.

Lori queda callada un segundo, lo piensa bien. Ve los ojos de su esposo, es tan tierno ver como se esfuerza de dos maneras diferentes para hacerla feliz, incluso le causa un sonrojo pensar que ahora es él quien actúa maduro en la situación.

─Supongo que unas cuantas rondas no me harán mal.

Lincoln sonríe por eso y decide llevarla al mini golf. Disfrutaran la noche, se la merecen.

Loan observa su teléfono, buscando actualizaciones de sus videojuegos favoritos. Según rumores hoy se filtraría una lista de novedades en cuanto a juegos de Nintendo. Quizá el nuevo F-ZERO que se ha estado rumoreando, necesita estar al tanto de esa actualización.

¿Por qué es que le atrae más un simple juego que una verdadera cita? No lo sabe, ni le importa realmente conocer la respuesta. Aunque debe admitir que Cristina se ve bastante feliz por esto, no sabe porque supone que ella planeo todo esto.

─Cristina. ¿No habrás hecho una cita doble a propósito para mí o sí? ─Pregunta Loan con un tono serio.

Cristina suda, pone una sonrisa algo tonta mientras mira a todas direcciones. Loan nota como empieza a revolver su cabello, riendo lentamente por los nervios. La rubia solo puede fruncir el ceño, dándose cuenta que fue engatusada por una tonta cita. ¡Podría estar jugando Call of Duty ahora mismo!

─Cristina.

─Está bien Loan, quizá manipule un poco la información. Pero es que al fin supe porque no sales con chicos.

Loan arquea una ceja por eso. Ve que ella está apuntando a la puerta y nota algo fuera de lugar en esa dirección. ¿Esa es Jamie Rosato? Hija de la señora Jordan y Mollie.

─Cristina… ¿Acaso crees que soy…

─ ¿Qué tal? Soy Jamie, tú debes ser mi cita Loan. ─Se presenta la chica ofreciéndole la mano a Loan.

Loan se calla y pone una sonrisa nerviosa, aceptando la mano de su cita. Riendo por la incómoda situación en la que se encuentra.

─Buena suerte Loan, lo digo en ambas maneras. ─Cristina guiña un ojo mientras se retira.

Loan suspira y se resigna a tener una cita. De todos modos, jamás ha pensado en salir con chicas. ¿Sera eso lo que le guste? Solo tiene que averiguarlo.

Loan y Jamie están cenando, tratando de encontrar algo que tengan en común. Loan ve que Jamie disfruta de sus almejas, eso la marea un poco. Desde pequeña ha tenido cierta repulsión a la gran mayoría de mariscos, solo siendo capaz de tolerar el camarón y pulpo frito. Pero no quiere ser grosera con Jamie, ella es la hija de la única amiga fuera de la familia de su padre. ¿Qué tal si la ofende y Jordan empieza a odiar a Lincoln? No podría quitarle a su padre una amistad, sino solo le quedaría hablar con ese granjero. Debe ser condescendiente por la amistad de su padre.

Jamie puede ver que Loan mira sus almejas con cierto disgusto, quizá debió haber ordenado algo menos oloroso en la primera cita. Ahora piensa que esto podría arruinar la amistad con sus respectivos padres, por lo que ella ha visto el señor Loud toma muy enserio los sentimientos de sus hijas.

─Entonces. ¿No estudias nada? ─Pregunta Jamie tratando de iniciar una conversación.

Loan deja de concentrarse en las almejas y ve a Jamie, ve que ella le está sonriendo mientras juega con su cabello. Qué curioso, le recuerda un poco a Cristina cuando está nerviosa.

─No realmente. Eh ido a cursos de diseño, pero nada que forme una carrera. ─Responde Loan bajando la mirada.

─ ¿Cursos de diseño? Que genial, eres costurera supongo.

─No ese tipo de diseños je, me refería a diseño gráfico. Me considero a mí misma dibujante.

─ ¿Dibujante? ¿Crees que me puedas dibujar como a una chica francesa? ─Pregunta Jamie riéndose.

Eso causa una risa el Loan, haciendo que escupa un poco de su filete. Se da cuenta de inmediato que le escupió un poco a Jamie, traga saliva intentando ver cómo arreglar ese desastre.

─Lo siento tanto, déjame te limpio. Creo que tengo una servilleta aquí. ─Dice Loan buscando de manera rápida algún papel en su mochila.

Jamie ve que la rubia empieza a respirar de manera rápida. Mientras que el movimiento de sus brazos se vuelve aún más errático, su ojo derecho empieza a abrirse y cerrarse sin poder parar.

Ella pone una mueca de angustia al ver a su cita perdiendo el control, debe hacer algo para que esa pobre rubia no se vuelva loca en la primera cita.

─Loan, calma. Yo tengo un pañuelo aquí.

─ ¡Lo encontré! ─Grita Loan sacando una vieja toalla. Ignorando a su cita ella se levanta y empieza a limpiarla.

La gente en el restaurante ve eso. No entienden cómo alguien se atrevería a ir vestida como Loan a un lugar con clase, hace que miren a la rubia con desprecio.

Cristina simplemente ve eso, sintiéndose avergonzada por tener que presenciar cómo su hermana lo arruina todo.

Un chico se sienta en la mesa de Cristina con una mirada romántica, pero sus intenciones son cortadas cuando ve a la pelirroja sacar un gas pimienta y apuntarle.

Loan finalmente termina de limpiar a Jamie, pero hace más daño que bien. Su ropa ahora está mal puesta, con un poco del sostén salido y el pelo totalmente despeinado.

─Uy… Creo que… emm… Yo tengo un sostén igual. Qué coincidencia ¿No? ─Pregunta Loan tratando de fingir una pequeña sonrisa.

Jamie solo tiene el ceño fruncido mientras ve con reproche a Loan. De inmediato ese semblante cambia a una mueca de auténtica alegría, le divierte mucho el ver que tanto se esfuerza por no arruinar su cita.

Considera que Loan es adorable. La ve como la chica que trata de complacer a otros solo para no quedar mal, cuando debería simplemente expresarse como es. Eso haría más natural la cita.

─Supongo que también conseguiste el sostén en una rebaja. ¿O me equivoco? ─Pregunta Jamie mientras se ríe.

Loan arquea una ceja. ¿Acaso no está enojada con ella?

─Bueno yo… Es… Es curioso que lo menciones, fue mi madre la que me lo compró. Si dependiera de mí no usaría nada bajo esta sudadera. ─Confiesa Loan con una risa fingida.

Jamie se sonroja al tan solo imaginar esa escena. Le da tentación de mojar la sudadera de Loan para ver si lo único que tiene es la susodicha, pero quedaría como una pervertida en público.

Loan también ve el rostro sonrojado de Jamie, nota que ella está viendo directo a su cuerpo. Se sonroja, pero no por sentirse alagada, sino por la idea de que alguien este deseando su cuerpo de manera sexual. La última vez que ella sintió algo sexual por cualquier cosa fue por ese tigre en el cumpleaños de su padre y eso fue cosa de una noche.

─Lo siento. Creo que me excedí con ese comentario. ─Se disculpa la rubia mientras se soba la nuca y desvía la mirada. Sonrojándose por la pena.

─ ¿Qué? ¡Ah! Descuida, a todas se nos escapa una que otra cosa privada. ¿Quieres nivelar la cantidad de secretos? Puedo contarte uno si gustas.

─Paso.

─Como gustes. Pero es un secreto jugoso. ─Indica Jamie guiñándole un ojo a Loan.

Desde lejos Cristina observa a ambas chicas conversar. Parece que la conversación va muy bien, incluso se recuperaron de ese silencio incomodo causado por Loan.

─Siento que empezamos con el pie izquierdo. Soy Lionel Sweetweater y tengo una banda. ─Dice el mismo chico al que Cristina rechazo otra vez tratando de sentarse.

─Bien por ti Lionel, pero por el momento estoy espiando la cita de mi hermana. ─Responde Cristina mientras ignora al tipo.

Lionel arquea una ceja, voltea a la dirección que ella ve y nota una cita lésbica. El chico se relame los labios mientras se imagina a él con las cuatro en cama.

─Dime. ¿Tu hermana es abierta de mente?

Cristina frunce el ceño mientras voltea a Lionel. Nota la mirada pervertida del sujeto, incluso tiene el descaro de relamerse los labios. No tarda en disparar el gas pimienta, pero en lugar de que el tipo se queje simplemente queda inconsciente. Eso confunde a Cristina, mira en la etiqueta y ve la patente.

─Gas del sueño de Lisa Loud. Si tu cita está siendo un idiota hazlo dormir. No usarse en mujeres embarazadas o si tiene una intención de violar. Este gas hace que el libido no sirva hasta dentro de veinte horas. ─Lee Cristina en voz alta.

Solo se encoge de hombros con una mirada desinteresada, mientras vuelve a espiar a Loan y Jamie. Pero nota que ninguna de las dos esta.

─La cuenta señorita. La joven rubia dijo que usted pagaría por ella. ─Dice el camarero pasándole su cuenta.

Cristina mira la cuenta. Grita por el costo mientras se desmaya por tremenda cuenta.

En el estacionamiento, Loan y Jamie ven las estrellas mientras esperan sus respectivos transportes.

Loan debe admitir que disfruto el pasar tiempo con Jamie, es una buena chica y posiblemente sería una gran amiga. De seguro adorara pasar tiempo con sus hermanitas o hablar con Liena sobre moda y estilo, además de que reforzaría la amistad entre su padre y las madres de Jamie.

Siente un beso repentino en sus labios, se da cuenta que es Jamie quien toma la iniciativa para algo más que amistad. No mentira, se siente alagada porque alguien tenga ese tipo de sentimientos por ella… Pero no le gusta en ese sentido.

Loan aparta a Jamie, ambas respiran agitadamente por eso. La rubia puede ver a través de los ojos azules de la chica el cómo ella también se siente apenada. No quiere hacerla llorar, pero sabe que de hacerla vivir en una falsa ilusión la lastimaría.

Su madre le contó un cuento de alguien que vivía perdidamente enamorado de ella, dedicándole su juventud y energía a falsas esperanzas. Mientras lentamente ese sentimiento se volvía algo más doloroso para esa persona, al punto que quedo despachado. Cuando era niña y hasta el día de hoy, solo siente lastima por quien haya sido el protagonista de ese cuento. ¿Quién estaría dispuesto a aferrarse a algo sin esperanza? No puede hacerle eso a Jamie, ella no lo merece.

─Mira Jamie. Eres una mujer hermosa, me demostraste que tienes buen sentido del humor y me divertí mucho contigo. Como diría mi tía Luna, tú rockeas. ─Confiesa Loan haciendo que Jamie se sonroje por eso. Pero al percatarse de que iba por sus labios de nuevo ella se aparta. ─ .Quiero ser tu amiga, enserio me encantaría pasar tiempo contigo pero no de esa manera. ─Dice la rubiaa bajando la mirada.

Jamie puede entenderlo, no quiere decir que eso no la decepcione pero a fin de cuentas ella no sabía que Loan prefería a los chicos, según Cristina jamás mostró interés en ellos. Eso le dio una idea, pero fue la equivocada al parecer.

─Bueno. Espero que el chico encuentres, pueda hacerte sentir como tú me hiciste sentir. ─Dice Jamie tratando de no llorar.

¿Un chico? ¿Acaso ella cree que Loan la despecha por un chico? No puede dejar que piense en esa falsa idea. La rubia se sienta al lado de Jamie y la abraza.

─Tampoco me quiero algo con ningún chico. ─Dice Loan con un tomo muy bajo, casi inaudible.

Eso sin duda llama la atención de Jamie, se supone que la rechazo porque no le gustan las chicas. Pero si tampoco quiere un chico. ¿Qué es lo que quiere?

─No te entiendo Loan. Pensé que eras heterosexual, por eso me rechazaste. ¿No es así? ¿O simplemente no soy yo quien te gusta? ¿Qué es lo que quieres?

─ ¡No! Me agradas Jamie, de hecho me gustaría que vinieras de vez en cuando a casa para que charlemos. Pero es que no encuentro ningún deseo hacia tu cuerpo, ni hacia el cuerpo de un chico, ni al de otra chica. Lo más cercano a ese tipo de deseo fue el haber perdido mi virginidad con un tigre y ni siquiera puedo decir que eso me lleno de amor como todos presumen que es.

─Repite lo del tigre. ─Pide Jamie preguntándose si escucho bien es aparte.

─Simplemente no me importa. Chicos, chicas. ¡Me da igual! No soy como mi padre como para querer concebir en una montaña rusa, en la exhibición de lagartos del zoológico o viendo la masacre de Texas. Ni tampoco soy Cristina diciendo: Mírenme, tengo una cita con un chico guapo, ahora síganme por favor. No soy nada de eso, solo soy una chica que no quiere tener ninguna relación con nadie. ─Explica Loan mientras su voz se vuelve cada vez más fuerte. ─Cada vez que veo a papá besar a sus esposas me da igual, es lindo que se amen y adoro eso. Pero no lo mío, no me veo a mi misma así; Podría estar con ellos y amarlos pero no me interesa mucho el tener ese tipo de relación, ya sea sentimental o sexualmente. ─Termine ella mostrando que en verdad se siente frustrada, suspira fuertemente mientras cubre su rostro con hartazgo.

Jamie callada le da unas palmadas a su espalda. No entiende de lo que Loan habla, al menos no del todo. Pero puede ver que ni ella misma sabe lo que quiere decir.

─Lo siento Jamie. No eres tú, soy yo. No sé realmente que quiero. Solo me siento feliz conmigo misma, no tengo ninguna necesidad de estar con alguien que no sea mi familia y ni siquiera en el sentido romántico o sentimental. Simplemente es porque me gusta estar con ellos.

─Entonces, eres asexual. ─Afirma Jamie pero en su tono se refleja la duda que siente con la declaración.

─ ¿Asexual? ¿Te refieres a esas personas que no se casan?

─Es algo más complicado que eso. Pero básicamente no sientes la necesidad de tener relaciones más allá de amistades, ni de manera física o sentimental.

Loan se pone a pensar sobre eso. Realmente a lo largo de su vida jamás ha vivido un drama por no tener pareja, ve que sus hermanas prueban citas y que su padre es feliz con diez parejas. ¿Pero ella?

No tiene la fantasía del pórtico que su padre tenía a su edad. No se ve como su abuela teniendo muchos partos, solo se ve a sí misma jugando videojuegos mientras conversa con su familia, sintiendo que esa es su vida ideal.

─Desees lo que desees, espero que estés feliz contigo misma Loan y no te preocupes. Me divertí mucho en esta cita, me encantaría ser tu amiga. ─Dice Jamie abrazando a Loan.

Loan siente el cálido abrazo de Jamie. Debe admitir que se siente lindo, en especial se siente bien saber que ahora tiene una nueva amiga, ojala y sea fanática de algunos videojuegos. Le corresponde el abrazo hasta que llegan por Jamie.

Los minutos pasan. Loan ve como Jamie se va en el auto de sus madres mientras se despide.

─ ¿Cómo estuvo tu cita cariño? Loan y tú se veían muy juntas. ─Pregunta Mollie esperando con muchas ansias una respuesta positiva.

─No es como esperaba, pero creo que es aún mejor. ─Responde Jamie mientras ve por la ventana.

Jordan y Mollie sonríen por ver el rostro enamorado de su hija. Aunque la sonrisa de Jordan no dura mucho por ser interrumpida, gracias a unas patadas en su vientre.

En el estacionamiento Loan juega con una consola portátil. Es una reliquia ya, pero ha logrado hacer que se mantenga funcional.

Cristina se sienta a su lado, con una enorme sonrisa por querer detalles de la cita. Incluso tiene un pequeño cuaderno para tomar nota. Sabe que emocionarse por cosas así a su edad es tonto, pero tratándose de Loan y su primera cita es algo que no tiene límite de edad.

─Entonces….

─ ¿Entonces?

─ ¿Veremos a Jamie seguido? ─Pregunta Cristina acercándosele.

Loan piensa un segundo. ¿Debería decirle a Cristina la verdad? ¿Evitar que tenga esta falsa concepción de ella? ¡Nah! Sera más divertido ver su cara cuando se dé cuenta.

─Claro. ─Responde Loan riéndose.

Cristina solo chilla por escuchar eso, mientras empieza a escribir en esa libreta.

En el auto, Cristina sigue escribiendo en la libreta. Pensando en planes para futuras citas dobles con Loan y Jamie, incluso haciéndose la tercera rueda. Ya espera un gran futuro para el ´´Jamoan´´ o quizá ´´Loamie´´

─Entonces. ¿Cómo te fue Loan? ─Pregunta Loan con una sonrisa débil en su rostro.

─Bien. Descubrí que soy asexual e hice una nueva amiga.

Loan ríe al escuchar la pluma de Cristina romperse en ese mismo segundo. Sintiendo como todos esos planes se desploman como si fueran una torre a la que recién le dio un avión en pleno once de septiembre.

Lori y Lincoln quedan callados por eso. Parece que tienen un pequeño conflicto interno, pero no parece durar mucho. Solo les basta compartir miradas para llegar a una simple respuesta.

─Bueno Loan. Si eres feliz así, entonces nos alegramos por ti. ─Dice Lori sin ninguna duda en su voz.

─Además, significa que no tengo riesgo de convertirme en abuelo por lo pronto. ─Añade Lincoln con una obvia alegría en su voz.

Lori le da un codazo a Lincoln, haciendo que se queje por el dolor.

Loan se ríe de eso mientras consuela a su hermanita, quien se siente desilusionada por no ser capaz de emparejar a Loan con nadie. Definitivamente esta es la vida que más le gusta.

….

Antes de ir a dormir Loan revisa que tiene un mensaje. Oprime la contestadora.

─Loan, esta es Sam Sharp Jr. Estaba espiando a tu hermana Lyra en la ducha de la escuela. ¿Sabías que tiene un tatuaje con tu rostro en el glúteo?

Eso último hace que Loan abra los ojos por completo, mientras pone una expresión de incomodidad.

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Dicho esto yo soy PenguinArrow alías un crítico más y nos leemos pronto.