Capítulo 14 Empeños

Cristina se encuentra disfrutando su verano, le encanta que la casa finalmente haya terminado sus expansiones. El espacio se estaba volviendo claustrofóbico, enfrente de ella está la cuna de Lani.

Empieza a mecerla mientras le tararea una melodía relajante y así poder hacerla dormir, añora el día en el que ella y Lulú crezcan para poder escucharlas hablar. ¿Qué clase de voz tendrán? Se imagina a Lani con la voz de esa actriz que interpreto a Canario blanco en televisión y a Lulú con la voz de su madre cuando era niña.

Loan tímidamente se sienta a su lado pero tiene una sonrisa sencilla mientras observa directamente a Cristina. La pelirroja nota a su hermana observándola, es de la misma manera en la que ella la miraba cuando quería hacerla acceder a una cita.

─Muy bien. ¿Qué planeas? ─Pregunta Cristina apartándose de la cuna.

─Bueno, ahora que lo preguntas, un amigo de partidas en línea me dio una idea interesante.

─Ay por dios, es de esos que piden fotos primero. Lo sabía, debo limitar tu acceso a internet. ─Responde Cristina preocupada.

─Primero, la paranoia es lo mío y segundo, me refiero a que su padre es abogado y tiene información sobre la bolsa. Resulta que Disney pronto absorberá el canal AMC y lo convertirá en subsidiaria. ─Explica Loan con entusiasmo.

─¿Subsidiaria? ¿Enserio? ─Pregunta Cristina entusiasmada.

─ ¡Sí!

─Genial. ¿Eso que rayos significa? ─Cuestiona todavía con el entusiasmo fingido.

─Oh vamos Cristina, eres tú la que va a la universidad. Pero en fin, si compramos acciones antes de la fusión podremos obtener ganancias millonarias solo para nosotras, solo necesito cincuenta dólares tuyos. ─Pide Loan abriendo la palma.

─Oh vaya, cincuenta dólares en algo que no conozco…. No sé, siento que no es conveniente.

─Además lo que hace se llama información filtrada y es totalmente ilegal. ─Añade Liby bajando un libro.

─Igual que ese tipo francés con el que te reúnes para jugar calabozos y dragones. ─Responde Loan con los brazos cruzados.

Liby simplemente se encoge de hombros y vuelve a su libro, aunque le da miradas sospechosas a Loan.

─Entonces Cristy, ¿Qué dices?

Cristina lo piensa, por un lado suena a algo arriesgado pero solo son cincuenta dólares. ¿Qué puede salir mal? Sí Loan tiene razón podrá pagar su escuela sin necesitar el dinero de sus padres, sería lindo lograr algo así de grande por su cuenta.

─Bueno, tienes mí dinero. ─Responde la pelirroja sacando un billete de cincuenta dólares.

─Añadan veinte dólares míos. ─Dice Liby dándole a Loan un billete.

─ ¿No nos habías regañado por ser ilegal? ─Cuestiona Loan con la ceja arqueada.

─Si, pero me gusta el peligro tanto cómo me gustan las novelas de misterio y calabozos de dragones. La vida al límite es tan genial

Loan y Cristina sonríe mientras cuentan el dinero, solo dos días para que puedan ser más ricas de lo que ya son.

Lynn llega a su lado con unos pendientes y collar de perlas.

─Chicas, que bueno verlas. Necesito que me hagan un favor y arreglen esto. Es para la fiesta de celebración de Lori por su ascenso en la compañía. ─Explica Lynn dándoles el collar y aretes. ─Confío en ustedes.

Loan y Cristina ven el collar, la rubia sonríe al darse cuenta de que puede conseguir más dinero e invertirlo. Sera doblemente rica.

Loan y Cristina entran a una casa de empeño, aunque la pelirroja se ve insegura.

─Te lo digo Chum, participare en un programa de realidad donde nos mandan a una isla y nos ponen a competir en retos locos. ─Dice un adolescente de cabello naranja hacia el cajero. ─La última vez que participe termine en estado catatónico pero ahora soy más listo.

─No lo sé Scott, ese tiburón enserio te dio pelea. ─Responde el cajero obeso.

─No lo sé Loan, nuestra madre enserio adora ese collar. ─Dice Cristina. No entiende cómo es que los roles se invirtieron, Loan suele ser la que se pone nerviosa.

─Descuida Cris, solo será temporal. ─Asegura su hermana acariciando el cabello. ─Buenas noches amigos, venimos a empeñar este lindo collar de perlas. El oro es legítimo.

El hombre obeso lo toma y empieza a estudiar, incluso saca un monóculo para comprobar su autenticidad.

─Trescientos dólares. ─Ofrece el tipo.

─Oiga el oro es real y no es robado. ─Afirma Loan con el ceño fruncido.

─Cuatrocientos.

─¿Lo aumentaría si le dijera que lo uso la reina Isabel? ─Miente Loan para ver si puede sacarle más dinero.

─Ah, la perrita de Animal Crossing. La chica tiene clase, bien te doy setecientos y solo porqué la pelirroja es adorable. ─Dice el cajero guiñándole el ojo a Cristina.

Ella solo retrocede un paso por el disgusto que eso le provoca, no es que tenga nada en contra de la gente gorda pero sabe que puede tener algo mejor que un empleado de casa de empeño.

─Entonces chicas, ¿Alguna de ustedes quiere participar en un programa de realidad? ─Pregunta Scott sacando un panfleto. ─Me dan ciertos beneficios si consigo nuevos campistas.

─Oh no gracias, la idea de que millones de cámaras me filmen es demasiado para mí. Todos juzgándome, pensando en lo linda que soy para qué después me acosen en la vida real y me….

Cristina le tapa la boca a Loan, le quita el panfleto a Scott y recibe el dinero del cajero. Decide retirarse para que Loan pueda tener su ataque de pánico en el auto, aún piensa que es una mala idea pero lo hecho, hecho está.

─Solo terminemos con esto y hagámonos millonarias.

─Vaya, chica con actitud. Me gusta. ─Dice Scott sonriendo.

En la cena familiar, Liby se encuentra sirviendo la cena por petición de su madre. Le sirve un plato a su tía Leni.

─Gracias Liby, se ve delicioso.

─ ¡Imbécil! ¡Animal! ─Grita Liby asustando a sus tías y padre. Ve que todos la observan, se quita el audífono del oído izquierdo. ─¿Sucede algo con la comida?

─Liby. ¿No crees que es inconveniente escuchar el partido de los toros mientras cenamos? ─Cuestiona Luan con el ceño fruncido.

─Lo siento mamá, aposte dinero en el juego y debo estar pendiente a todo detalle. ─Se excusa Liby mientras le da otro plato a Lisa.

─Lo sé amor, pero exageras bastante con tus reacciones y eso que detrás de ellas no hay grandes acciones. ─Rima su madre con una risa, incluso con sus cubiertos finge un redoble de tambores.

Lincoln y las hermanas fruncen el ceño mientras ven a Luan, Luna le da un pequeño golpe de palma abierta a su hermana.

Liby le sirve su comida a Lily quien le agradece.

─¿Qué clase de imbécil te crío? Pedazo de idiota. ─Grita Liby aplastando el platillo de su tía.

Liby vuelve a la cocina mientras sus tías se quedan en silencio observándolas. La próxima vez que sea Lyra la que sirva la comida. Solo esperan que no haga lo mismo cuando les sirva la comida a las pequeñas.

Se escucha cómo tocan el timbre.

─Liby. ¿Podrías atender? ─Pregunta Lincoln con amabilidad.

─ ¡Demonios! ¿Qué te pasa? ¿Tienes ladrillos en el trasero? ─Cuestiona Liby de mal humor asustando a su padre. Nota otra vez que la ven con enojo o incredulidad. Se quita su audífono. ─¿Preguntaste algo papi?

Al día siguiente, Loan y Cristina se encuentran viendo las noticias de la bolsa de valores. Loan incluso tiene un abrigo de piel y lentes oscuros para pretender tener lujo. Cristina solo se encuentra ansiosa de escuchar las noticias de que le darán miles de dólares.

─¿Cómo van las noticias? ─Pregunta Liby entusiasmada.

─Han anunciado una próxima fusión. ─Responde Loan con una sonrisa.

─Ya huevo los millones llegar. ─Dice Liby emocionándose más. Ya quiere ser capaz de tomar un fajo de billetes y poder abofetear a la gente que quiera con estos.

─Shh, allí viene la noticia.

─Ahora en finanzas, Disney tiene noticias sobre la unión entre AMC.

Las chicas celebran mientras se acercan al televisor para escuchar mejor.

─Ha habido una recesión. ─Anuncia el televisor.

Cristina y Liby empiezan a festejar, incluso Liby toma una matraca y la gira para hacer ruido. Loan solo se queda callada mientras sus dos hermanitas gritan por la emoción.

Cristina al notar que Loan se encuentra paralizada, de hecho ella no se encuentra sonriendo. Solo tragando saliva y temblando.

─¿Loan? ─Pregunta Cristina calmándose.

─¿Sí, Cristina?

─¿Eso no es algo bueno o sí?

─No, Cristina.

─…. ¿Estamos en problemas Loan? ─La voz de Cristina se quiebra al decir el nombre de su hermana.

─….. Sí Cristina.

Liby traga saliva, al menos ella no hizo la estupidez de empeñar el collar de su tía Lori. Les desea suerte para recuperarlo.

….

Algunas horas después, Loan entra contando dinero.

─Cien, doscientos, trecientos. Vaya, ¿Quién diría qué donar óvulos ya no sería tan rentable? ─Cuestiona Loan asombrada mientras guarda los billetes.

Cristina por su parte entra mareada, da unas vueltas con una sonrisa boba y cae al sillón.

─Oh vamos Cristy, aún necesitamos otros cuatrocientos dólares. No es momento de descansar. ─Regaña la rubia mientras su hermana hace sonidos inentendibles.

Se escucha el timbre y Loan abre la puerta, es Sam Sharp jr quien posa de manera provocadora. Eso solo la confunde, si intenta causar una reacción entonces está con la persona equivocada.

─Loan, rubia bonita. ¿Cómo estás? ─Pregunta la rubia entrando sin invitación.

─Samanta, no tengo fotos de Lyra para venderte….. ─Loan se da cuenta de que esa podría ser la respuesta a su predicamento. ─¿Sabes? Puedo conseguirte algo.

─Mmm, tentadora oferta. Enserio lo és, pero hoy de hecho vengo por tu hermano menor.

─Oye, Lemy es bastante joven para esas cosas. ─Responde Loan frunciendo el ceño.

─Relájate, tengo que pasar un tonto curso de regularización y eso implica tener un niño pupilo, el sistema me metió con tu hermano ya que el apesta en sus calificaciones. ─Explica Sam ofendida por la acusación.

Loan solo ve que Sam se retira hacia las escaleras en busca de la habitación de Lemy. Por prevención le envía un mensaje de texto a Lyra indicándole que no salga de su habitación, espera que le haga caso.

─¿Puedes creerlo Cristy? La acosadora de mi hermana enseñándole a nuestro hermanito, cosas de la vida.

Cristina solo gime por el mareo.

A la mañana siguiente, Loan empieza a tener un ataque de pánico por el hecho de que su tiempo se agota. Se supone que deben tener el collar listo para la noche y no se le ocurren excusas para retrasar la entrega, abraza su peluche de princesa Celestia mientras se pone en posición fetal.

Cristina se sienta a su lado y le da palmadas en su espalda, solo piensa en una idea que las pueda sacar de esta situación.

─ ¿Sabes? Siempre podemos ir al campamento Wawanakwa. ─Sugiere Cristina mostrando el folleto que le dio ese pelirrojo en la casa de empeños.

─ Oh sí, porque un millón de cámaras en mi cara me harán sentir mejor. ─Responde Loan con sarcasmo.

─Bueno, se me ocurre una idea. Mi amiga Courtney me ha dicho que muchas estudiantes pagan sus deudas estudiantiles yendo a ´´ciertos´´ eventos de baile. Ambas somos adultas así que…

Loan arquea una ceja y voltea a su hermanita, si lo que piensa sobre su sugerencia es cierto entonces ni un millón de años lo hará. Prefiere ser castigada a que el público la vea de esa manera.

….

─Muy bien hermana, el salón de eventos está reservado y los compañeros de trabajo de Lori están invitados. ─Dice Lincoln hablando por teléfono mientras anota algo en una libreta. ─La dirección y horario están puestas, así las chicas sabrán a donde ir. Descuida, me asegurare de que las niñas tengan una buena niñera.

Mientras Lincoln cuelga y se retira, Liena va a la cocina por utensilios de cocina pero el teléfono suena interrumpiendo su camino.

─ ¿Hola?... aja….. Muy bien….. Cristina Loud, muy bien. Yo le avisare. ─Asegura Liena tomando la libreta y cambiando de hoja, anotando una dirección para Cristina.

Cristina y Loan se dirigen a la cocina en busca de un bocadillo antes de ser castigadas.

─Oye Cristina, la agencia de fiestas dulce conejita llamó diciendo que tienes un evento a las diez P.M., dejé la dirección en la libreta. ─Anuncia Liena mientras se retira a la cocina. ─No sabía que las fiestas infantiles eran tan noche.

Loan y frunce el ceño y ve a su hermana menor quien sonrojada sonríe para ocultar sus nervios.

─Quizá mande una audición desde antes jeje. Pero el lado positivo es que son setecientos la noche más propina. ─Se excusa la pelirroja para disgusto de su hermana.

Loan, decepcionada de su hermanita decide dejar pasar esta noche. De todos modos esos lugares tienen equipos de seguridad para evitar que les pase algo a sus bailarinas. Toma la libreta y lee la dirección y nombre de lugar.

─Salón de eventos, el gorrión plateado. ─Lee Loan algo confundida. ─Debe ser algún bar lésbico.

….

En el salón de eventos, Lincoln, Lori y Lynn se encuentran platicando en la mesa mientras beben vino. Las demás no deben tardar en llegar por lo que no deberían embriagarse tanto.

─Literalmente eres adorable Lynn, seguramente Loan y Cristina debieron dejar el collar con el mejor joyero de la ciudad. ─Dice Lori alagando a su hermana.

─Lo sé, pero se supone que debería haber estado listo para esta noche.

─Oye, la perfección lleva tiempo. Por eso nuestras hijas tardaron nueve meses en salir. ─Asegura Lincoln tomando a ambas de la mano.

─Cariño aquí no, mis compañeros de trabajo no saben que soy endogámica. ─Pide Lori algo sonrojada.

─Las fotos en Facebook de Lana los ponen en evidencia. ─Dice una mujer morena en el fondo.

─Sí, solo no decimos nada por órdenes del gobierno. ─Responde un tipo de piel gris.

─Oh cállate Sintclare, Roger ¿Qué te dijo el compañero de mi hermanita?

─Mantenerme sutil en el ambiente. No tienes que ser tan mala.

Lincoln ignora la conversación, lo único en lo que puede pensar es que ese tipo gris tiene una cabeza muy grande para su cuerpo y no tiene nariz. ¿Si quiera es humano?

En el salón de eventos, Cristina se encuentra vestida de monja mientras que Loan tiene una mascarilla puesta para que no reconocieran su rostro a futuro. Aun así no deja de sentirse insegura ante esta idea, quizá decir la verdad y ser castigada no sea tan mala idea.

Llegan al recibidor donde un hombre de monóculo se encuentra anotando a los que llegan.

─Buenas noches amigo, venimos para entretener a los invitados. ─Anuncia Cristina con una sonrisa confiada.

El hombre solo arquea una ceja, la convención de monjas fue ayer pero bueno, no conoce la mentalidad de los hombres de negocios.

─Pasen a los vestidores, en unos minutos salen. ─Indica el hombre.

─Gracias señor Cobblepot. ─Responde Cristina leyendo el nombre del gafete.

Ambas hermanas caminan hacia los vestidores.

─Soy yo ¿O ese tipo parece un pingüino? ─Susurra Loan aunque el sujeto las escucha.

El hombre toma su paraguas y le apunta a las dos. Se siente tentado a hacerles daño.

─Hoy no Oswald, hoy no. ─Se dice a sí mismo.

Tras pasar los minutos, Cristina se encuentra frente al escenario. Todo el público se confunde al principio mientras Loan prende la música para que Cristina baile.

─Ay vaya, es de esos shows. Que buen gusto Loud. ─Dice Roger mientras saca billetes.

Algunos hombres se acercan mientras con varios billetes, Cristina trata de tomar algunos, pero por error se tropieza en su vestido de monja cayendo fuera del escenario.

─ ¡Cristina! ¡El dinero! ─Grita Loan entrando a escena y tomando los billetes. Levantando su dinero por accidente muestra su trasero al público. Se sonroja al escuchar los gritos de los hombres.

Piensa que si no pueden ver su cara entonces no podrán reconocerla, con ciertos nervios empieza a menear el trasero de un lado al otro provocando emoción de los sujetos.

De hecho aunque no despierten ningún deseo sexual, debe admitir que ser alagada es reconfortante. Al levantarse y voltear ve a los hombres con billetes listos para arrojarlo, sin saber bien cómo bailar provocativamente mueve sus caderas de izquierda a derecha.

─ ¡Quítate los zapatos! ─Grita Sintclare.

Loan hace caso y los hombres gritan, decide también quitarse los calcetines para el deleite de su audiencia.

En el fondo Lori arquea una ceja, jura que ese suéter se le hace familiar pero no tiene sentido que su hija haga ese tipo de cosas. Quizá ya ha bebido muchas copas de vino.

Lincoln se siente confundido, se supone que había contratado no había contratado entretenimiento, sería una cena sencilla.

Loan ríe mientras la gente los anima, mientras aún conserve su mascará todo estará bien. La gente vino para ver piel así que se los dará, decide quitarse el suéter para gusto de todos.

Lori deja caer su quijada, solo hay una persona que no lleva nada más que un sostén debajo de un suéter grueso. Rompe su copa de vino y se levanta, Lincoln al reconocer quien baila se desmaya y Lynn cierra el puño por la ira que siente al ver a su hija así.

─Eso es, muévelo todo. ─Grita Roger pero Lori le arremete un puñetazo.

Lori se sube al escenario y se pone frente a Loan, dejándola congelada.

─ ¿Mami? ─Pregunta Loan congelada.

Lori con una vena a punto de reventar toma a su hija de la oreja y la empieza a sacar del escenario.

Cristina traga saliva, decide mejor irse discretamente antes de que alguien…. Siente la mano de alguien en su oreja y ve que es su madre Lynn. Está totalmente muerta.

….

─ ¡Sin televisión, sin teléfono, sin salidas, sin, comida, sin nada! ─Grita Lynn mientras Loan y Cristina se mantienen abrazadas. ─No solo arruinaron la fiesta de Lori, sino que también se expusieron cómo mujeres indecentes en contra de todos los valores que les hemos inculcado. ¿Qué tiene que decir en su defensa?

─Bueno…..

─ ¡Cierren la boca! Su madre y padre se encuentran llorando por la decepción que sienten en este momento. ¿Puedo preguntar qué cosa las hizo hacer tremenda estupidez?

─Vamos mamá Lynn, de seguro tu hiciste algo loco en tu adolescencia. ─Asegura Cristina con una sonrisa nerviosa. Ve cómo Lynn in inhala y exhala por la furia. ─…. Al parecer no.

─Bueno…. Yo quizá me haya enterado que había una fusión de valores próximamente. ─Dice Loan sonrojada.

─ Oh vaya, información bajo la mesa, eso es ilegal. ─Dice Lynn fingiendo calma.

─Así que invertimos, pero se nos ocurrió que si invertíamos más podríamos ganar más, por lo que pensé que si empeñábamos el collar de mamá temporalmente lograríamos ser millonarias. ─Prosigue la rubia.

─Hurto.

─Pero las finanzas nos salieron un poquito... muy mal y no obtuvimos el collar. Por lo que tuve la idea de hacer un baile privado está noche y recuperar el collar. ─Finaliza Cristina con la mirada baja.

─Indecencia pública. Excelente. ─Termina Lynn cruzando los brazos. ─¿Algo más?

─Puede que no hayamos recuperado el collar de mamá. ─Responde Loan temblando.

Lynn se queda callada, sonríe mientras ve a las dos abrazarse. Empieza a reír al escuchar eso último.

Cristina y Loan algo confundidas se miran entre sí y luego a Lynn, empiezan a reír nerviosamente.

─¿Saben? No sé que hacer. ─Dice Lynn mientras sigue riendo.

─Nosotras tampoco. ─Dicen Loan y Cristina al unísono mientras ríen.

Lentamente las ríes se vuelven más frenéticas, incluso Lynn golpea su rodilla para relajarse.

─ ¿Qué creen que deba hacer? ─Pregunta Lynn sin poder quitar su sonrisa.

─Emm…. ¿Recompensarnos por nuestra honestidad? ─Pregunta Cristina riendo.

Lynn aumenta el volumen de su risa y señala a las chicas, ellas también siguen riendo.

─Funciono en tres por tres. ─Añade la pelirroja haciendo reír con mayor fuerza a su madre.

Ambas hermanas se miran mientras ríen mientras Lynn pone una mano en su cara y se carcajea.

─ ¡Ya está bien, pedazo de imbéciles! ─Grita Lynn de repente mientras se levanta.

Ambas hermanas se callan y ven a su madre con una vena sobre saliendo.

─Van a recuperar el collar, volverán a casa y cumplirán su castigo. Por el siguiente mes no quiero oírlas decir nada o yo mismo hare que las encierren. ─Amenaza Lynn levantando el puño y retirándose.

Loan y Cristina ven en silencio el cómo Lynn se retira y azota la puerta de su habitación.

─Quizá sea mal momento para decir que atropellamos el buzón también. ─Dice Loan en voz baja.

….

En la tienda de empeños, Scott habla con Chum nuevamente.

─Vamos amigo, necesito el equipo de campamento. ─Dice el pelirrojo al tipo.

─Lo siento amigo, son trescientos dólares o nada.

Loan y Cristina entran a la tienda.

─El collar, lo necesitamos de vuelta. ─Pide Cristina con el ceño fruncido.

─Mil dólares.

Ambas hermanas se sorprenden al escuchar el precio, él solo les dio setecientos que por exactamente el mismo collar. Tiene el dinero pero preferiría el precio original.

─ ¡Oye! ─Se queja Cristina.

─Lo siento pelirroja, son negocios. ─Responde Chum encogiéndose de hombros.

─ ¿Sabes? Si buscas dinero fácil podrías participar en….

Cristina golpea al pelirrojo en el estómago para que se calle. Saca el dinero de su bolso y lo pone en la caja. Al recibir el collar lo arrebata de las manos de la mano del tipo, quiere decir que ni siquiera pudo tener una ganancia de esta basura de experiencia.

Loan y Cristina ven a Lori caminar de un lado al otro, no se ve tan enojada cómo Lynn pero tampoco se ve alegre.

─Chicas, siento que el castigo de Lynn no es necesario. ─Dice Lori con los ojos cerrados.

─Bueno, terminamos aquí. ─Asegura Cristina confiada mientras se levanta.

─ ¡Siéntate imbécil! ─Grita Lori.

─Supongo que no. ─Se queja la pelirroja.

─Así que las castigare de manera diferente. Literalmente este catálogo del campamento Wawanakwa me dio una idea. ─Anuncia la mujer sacando un folleto.

─Mamá, ese es un programa de realidad. Sabes que no me llevo bien con las masas viéndome. ─Reclama Loan poniéndose nerviosa.

─Aunque está noche probaste que con una máscara estas bien, lo sé amor y jamás te haría pasar por esa ansiedad social…. Por eso te inscribí de pasante. ─Dice Lori tomando una mochila azul del suelo y lanzándosela a su hija.

─Supongo que también seré una pasante. ─Afirma Cristina bajando la mirada.

─No amor…. Tú pasaras tiempo de calidad con tu padre. ─Dice Lori con una sonrisa malvada.

─Eso no suena tan mal.

Lincoln con un equipo de montañista y dos mochilas de viaje sale de su cuarto.

─Ese programa era poco para ti y así que tú y papá irán a carrera alucinante. ─Anuncia la mujer.

─Cristina, gracias por esto amor. Sabes que amo estar a tu lado, acepto tu disculpa. ─Dice Lincoln abrazando a su hija y cargándola para llevársela. ─Nos la vamos a pasar bien, yo también llegue a participar en tele realidad con mi padre y fue lo mejor que pudimos haber hecho.

Cristina se da cuenta que su padre no se callara, pero lo peor de todo es que ese programa durara todo el verano, sus vacaciones enteras.

─Mami no lo vuelvo a hacer, solo no dejes que me lleve. ¡Mamá! ─Suplica Cristina.

Loan solo baja la mirada mientras se da cuenta que tendrá que ser la esclava de un presentador al que le gusta torturar a sus concursantes. Solo espera que haya más internos con ella.

─Espero que su pequeña inversión haya valido la pena amor. ─Dice Lori mientras se pone su collar de perlas y toma a su hija para sacarla de la casa.

Sin notas está vez.

Dicho esto yo soy PenguinArrow alías un crítico más y nos leemos pronto.