Prólogo.- Acto III

A pesar de la emoción que sentía por al fin llegar a una ciudad desde que desperté en la playa, no pude evitar sentirme un poco intimidado por las grandes murallas que rodeaban a la ciudad. Respiré hondo una vez más para estar seguro de mi mismo y me dispuse a pasar a través de la puerta.

"Forastero y honorable viajero, ¡Bienvenido a Mondstadt!"

Sin embargo, antes de que pudiera lograr mi cometido, un hombre, de los dos que estaban a los lados de la puerta, se acercó a mi dirección. Tenía una armadura encima de él y portaba una espada en su cintura. Era un caballero. Un portero, para ser preciso. A pesar de que sus palabras al recibirme fueron respetuosas, su mirada desconfiada y el hecho de que su mano estaba justo arriba del mango de su espada no se veían muy acogedoras.

"Por favor, le rogamos nos facilite su nombre y apellidos, así como el destino al que se dirige. Los Caballeros de Favonius haremos todo lo posible para garantizar su seguridad".

"Ejem, mi nombre es Myson, me topé con la ciudad de Mondstadt por accidente en medio de mi viaje y pensé que sería buena idea conseguir equipo y suministros aquí, ya que perdí lo que tenía en un incidente."

El caballero portero pareció pensar un poco antes de hablar de nuevo.

"Myson… ¿De casualidad es usted proveniente de Fontaine?"

¿Fontaine?

Espera, espera, ¿Qué es Fontaine? ¿Otra ciudad? Debe de serlo, sí. En ese caso, debería dar una excusa acorde.

"N, no. No soy exactamente de Fontaine, sino de una aldea cercana."

"Ya veo… Muy bien, viajero Myson. ¿Le gustaría que le indicara los lugares dentro de la ciudad que le serían de ayuda?"

"¡…! ¡Sí, lo agradecería mucho! Señor…"

"Oh, disculpe mi descortesía. Mi nombre es Lawrence, de los Caballeros de Favonius."

Así que Favonius… debe ser el nombre de la orden de caballeros de la ciudad. Mientras guardaba la información nueva en mi memoria, el portero Lawrence me dio información acerca de donde conseguir el equipo adecuado que necesitaba dentro de la ciudad.

Después de un rato, entré finalmente a la ciudad, y comencé a caminar un poco por la calle principal de ésta. El ambiente era bastante agradable, podía escuchar a la gente teniendo conversaciones aquí y allá, el aire estaba impregnado con alcohol y comida deliciosa, también había olía a flores. A mis costados había varios puestos de comida, una floristería, y a mi izquierda estaba la herrería que Lawrence me sugirió visitar.

"El mejor lugar en Mondstadt para conseguir un arma y armadura es la herrería de Wagner. Puedes comprarle espadas, arcos, mandobles, lanzas y demás a menos de 1000 Moras. Puede fabricarle incluso encargos especiales si es que le entrega los materiales y el Mora suficiente."

Dado el contexto de la conversación, estos 'Moras' parecían ser la divisa que usaba la ciudad, lo cual llevaba a un cambio de prioridad en mi agenda. La obtención de Mora. Afortunadamente o desafortunadamente para mí, Lawrence pareció verme cara de pobre al no llevar nada conmigo además de mi ropa, pues sugirió, seguidamente de la herrería, una forma de conseguir Mora.

"Si no cuentas con suficiente dinero, puedes registrarte en la sede del Gremio de Aventureros que se encuentra en la ciudad. Puedes tomar un encargo y conseguir Mora al completarlo. Solo sigue por la calle principal e inmediatamente verás a tu izquierda una mujer de ropa verde y cabello negro detrás de un mostrador, ella te dirá el resto."

Tal como dijo Lawrence, pude ver un edificio a mi izquierda con un mostrador al costado, en su techo tenía telas moradas con un símbolo, seguramente el escudo del Gremio de Aventureros. Detrás del mostrador estaba una mujer de cabello negro y vestido verde con blanco. Era el mismo tipo de ropa que tenía la chica fuera de la ciudad, Lynn. ¿Todos los aventureros llevarán esa clase de ropa?

La mujer parecía haberse dado cuenta de mi presencia antes que yo de la suya, ya que me saludó desde lejos con una sonrisa, e hizo un gesto con su mano invitándome a acercarme. Quizá sea porque soy nuevo en la ciudad y quiere reclutarme en el gremio. Me hace las cosas más fáciles a decir verdad. Me acerqué a la mujer y ella me saludó enérgicamente.

"¡Ad astra abyssosque! Bienvenido al Gremio de Aventureros."

Ad… ¿Qué?

"Eh… un placer, mi nombre es Myson, soy nuevo en la ciudad "

"Soy Katheryne, la recepcionista del Gremio de Aventureros."

"Señorita Katheryne-"

"Solo Katheryne está bien." Interrumpió con una sonrisa Katheryne. Algo acerca de su sonrisa me parecía misterioso, pero al no saber exactamente qué era esa sensación, simplemente la ignoré.

"Katheryne, lo tengo. ¿Hay algún requisito que deba cumplir para unirme al Gremio de Aventureros?"

Katheryne dio una sonrisa amigable antes de decir "No te preocupes, el Gremio de Aventureros no cobra una tarifa de membresía ni impone ningún tipo de deberes a sus miembros."

"Eso significa que no es obligatorio llevar el traje verde? Vi a una chica fuera de la ciudad usarlo."

"Probablemente te refieras a la señorita Lynn, ella acostumbra a cocinar cerca del puente de Mondstadt. Y respecto a tu pregunta, no es obligatorio portar el uniforme del gremio. Aún así, proporcionamos un uniforme a cada miembro nuevo."

"Ya veo…"

"En resumen, hay beneficios, pero no inconvenientes para convertirse en miembro."

Era una afirmación bastante atrevida, pero era casi cierta desde el punto de vista de varias personas. Siempre estarían aquellas quienes se molestarían por un trabajo urgente que los requiriera para participar, por lo que esa clase de personas dirían que si hay inconvenientes. En mi caso, lo veo demasiado bueno para ser verdad, pero… No estoy en una posición donde pueda quejarme y ser quisquilloso con mis opciones. Además, Lawrence me recomendó el Gremio de Aventureros, por lo que debería estar bien.

"Entonces, ¿Le gustaría unirse, señor Myson?"

"Si, por favor." Fue una respuesta rápida. No tenía razón alguna para no hacerlo, al menos no alguna que pudiera ver a primera vista.

"¡Esta bien! Sin más preámbulos, ¡Le doy oficialmente la bienvenida al Gremio a nuestro nuevo aventurero!" exclamó con felicidad Katheryne. El que lo gritara me avergonzó un poco, ya que atrajo la atención de un par de personas y ojos curiosos se posaron en mí. Intenté no prestarle atención mientras estaba apunto de preguntar las misiones disponibles.

"Aquí está su Manual del Aventurero, y aquí tiene su uniforme del gremio." Katheryne me entregó un libro y una bolsa del tamaño de mi antebrazo, que contenía el traje verde que ella tenía, pero en su versión masculina.

Le dí una hojeada rápida al libro. Tenía información sobre varias criaturas, entre las cuales encontré al Máscara, el cual parecía tener el nombre de Hilichurl. Parecía que no era sólo uno, y hay muchos más de ellos en las áreas lejos de los humanos. También encontré más tipos de limos además del que encontré de camino aquí, e incluso había 'Ladrones de tesoros'. Parece que no sólo hay información de monstruos, sino directamente cualquier objetivo que el Gremio de Aventureros vea como una amenaza.

Después de varias páginas, también había marcados lugares llamados 'Dominios', con cosas que se pueden obtener en ellos. No estoy muy seguro de lo que sea un dominio, por lo que lo investigaré a profundidad más tarde.

Cerré el libro y miré de nuevo a Katheryne, viéndome con una sonrisa. Es cierto, necesito preguntarle acerca de las misiones. Guardé el libro en la bolsa y le pregunté.

"¿Hay alguna misión disponible ahora mismo?"

"Hmm, debería haber algunas, aunque… ¿Vienes sin un arma?"

"Oh, lo que pasa es que… Perdí la mía antes de entrar a la ciudad, y no tengo… Mora, suficiente para conseguir otra, es por eso que pedí me gustaría pedir una misión cuanto antes."

"Así que es eso. En ese caso, podemos proporcionarle un arma temporal hasta que consiga una nueva con el dinero de sus misiones, solo necesitaría cubrir el Mora por rentar el arma con una porción del Mora recibido de sus misiones."

"Entonces, me gustaría rentar una espada, por favor."

"Enseguida."

Katheryne entró al edificio. Me quedé en el lugar un poco, pensando si una espada me sería más fácil de usar que algo diferente. Lawrence mencionó lanzas, mandobles y arcos también. ¿Debería intentar aprender a usar más de un tipo de arma? Y también, ¿Cuánto será la recompensas de las misiones de mi nivel? Quizá tarde mucho en conseguir el Mora para comprar un arma y no tener que rentarla…

La puerta del gremio se volvió a abrir y Katheryne salió de esta con una espada en sus manos, tenía una espada de color rojo y negro.

"Esta espada es llamada Espada del viajero, está hecha de acero y tiene en su empuñadura varias herramientas útiles, como tijeras, una lupa, ¡E incluso yesca! Te servirá mucho como una espada primeriza."

"Ohh… Se ve muy bien." Sostuve la espada en mis manos e hice unos balanceos para comprobar que no tuviera problemas con su peso. "¿Podría comprar esta espada en lugar de rentarla si es que consigo el dinero para ello?"

"¡Por supuesto! Varias de las armas que el gremio usa fueron forjadas por el herrero Wagner, por lo que tienen una calidad excepcional." Sus palabras tenían orgullo en ellas, y la espada realmente tenía una buena calidad, así que no pude refutarlo.

"En ese caso, creo que lo haré… Ahora que eso está arreglado, ¿Hay alguna misión disponible para mí?"


Luego de que Katheryne me permitiera ver algunas misiones de encargo que el gremio tenía, me recomendó elegir alguna que involucrara pelear un poco, para medir mi fuerza y determinar la clase de encargos que podría llevar a cabo.

"Recuerda, esta misión solo será para medir tu fuerza, si te ves incapaz de realizarla vuelve inmediatamente al Gremio, ¿Está bien? Hay muchos tipos de misiones para que realices, ¿Entendiste?"

"Entiendo, muchas gracias por el consejo."

A pesar de que no me creía muy fuerte, mi experiencia con 'asesinar' a un Hilichurl con un solo golpe de un garrote me era prueba de que no era completamente indefenso, por lo que me las arreglaría bien siempre y cuando no hubieran demasiados.

La misión que Katheryne me dio fue una relativamente sencilla de entender. Se trataba de derrotar a algunos Hilichurls bloqueando un camino en el camino de la Aldea Aguaclara al Viñedo del Amanecer. No reconocí ninguno de esos lugares, pero Katheryne me proporcionó un mapa de la región de Mondstadt. Estaba al sur de la región, a un par de horas de la ciudad caminando, por lo que partí de inmediato.

En el camino, encontré y activé otra de las torres esparcidas en la región. Aún no sé para qué sirven, pero tarde o temprano lo averiguaré. También pasé cerca de la Aldea Aguaclara, pero no me detuve ya que quería llegar antes del anochecer. En un punto dejé de sentir mis sentidos amplificados, como si me hubiesen metido en un lago hasta la cabeza. Fue un poco incómodo, pero quizá la estatua de la mujer alada no hacía efecto tan lejos.

El sitio de la misión estaba entre dos montañas, en el paso entre ellas. Tal y como la misión lo indicaba, había Hilichurls merodeando el lugar con unas barricadas en la mitad del camino. Fue curioso ver no solo a los Hilichurls que conocía, con melena café y máscara blanca y naranja, sino a unos con una melena roja y máscara oscura. Seguían siendo de la misma especie, sin embargo.

Me acerqué silenciosamente a ellos para tener el factor sorpresa a mi disposición, y estaba a punto de sacar mi espada.

Mi mano no tomó el mango de la espada. En su lugar, se posó ligeramente sobre la máscara del Hilichurl que maté por primera vez.

Fue una experiencia mala para mí, ya que no era un ser completamente irracional, y me dio la sensación de que podría haber llegado a hablar con el, de haberlo intentado un poco más.

Sin embargo, estas criaturas son enemigas de los humanos, ellos no dudarían en asesinarme si la oportunidad se les fuese dada. Es mi deber acabar con ellos antes de que ellos acaben a alguien sin la fuerza para defenderse, sí.

Engañando a mis sentimientos con esas palabras, desenfundé mi espada y dí un paso adelante, corriendo y apuñalando por detrás al Hilichurl más cercano a mí. Tomó un golpe y algo de sangre derramada para que cayera al suelo y se desvaneciera en cenizas, abandonando el mundo.

No será fácil hacer estas misiones, en un sentido diferente.