Capítulo 1.- Acto I

"Jean, los he traído."

Después de la conmoción con el dragón conocido como Stormterror en mitad de la ciudad, el hombre de cabello azul al que Amber nos presentó como Kaeya, Capitán de Caballería de los Caballeros de Favonius, nos invitó a la sede de los caballeros de Favonius.

Antes de eso, Amber le contó la historia de Aether, en donde estaba buscando a su familiar perdido, y que estaba en busca del dios Anemo. Estuve algo en contra de la idea de revelar el estar buscando al mismo Arconte de la nación, ya que no parecía muy buena idea revelar muchas cosas en el primer encuentro con alguien... Aunque eso incluiría que Aether me contó lo mismo y más la primera vez que nos vimos.

Miré a Aether de reojo, él tenía la mirada al frente. Suspiré. Este tipo parece tenerle mucha confianza a la gente, eh...

Yo, una vez más fui presentado como un aventurero, lo que me sacó del rango en el que Kaeya se interesaría demasiado por mí. No es específicamente algo bueno, pero me gustaría no involucrarme demasiado con la gente que gobierna esta nación y seguir adelante en mi viaje una vez saque toda la información necesaria de este mundo que pueda conseguir en este lugar.

En cualquier caso, ya estaba aquí, en la sede de los Caballeros de Favonius, y no había marcha atrás. Debería terminar esto rápidamente en caso de que nos interroguen acerca de lo que pasó ahí arriba. Cosa que ni siquiera nosotros mismos entendemos con certeza.

"... y cuando terminó los traje directamente aquí." Terminó de decir Kaeya la explicación de lo ocurrido en la plaza.

En la sala, además de Amber, Kaeya y nosotros tres, había una mujer de cabello rubio atado en una coleta y ojos azules. Tenía una camisa blanca con azul, negro y rojo. Mangas blancas con guantes azules y una pequeña capa azul sobre sus hombros. Usaba medias y botas blancas con bordados dorados.

"Viajeros traídos por el viento, Mondstadt les da la bienvenida." Habló con un tono sereno y elegante la mujer. A decir por la impresión general que daba, parecía ser alguien importante. Supongo que puedo entenderlo, teniendo en cuenta la escala del peligro que Aether y yo acabábamos de ahuyentar de la ciudad. La persona con más autoridad querría vernos en persona, tiene un poco de sentido.

"Soy Jean, Gran Maestra Intendente de los Caballeros de Favonius." Se presentó Jean. Dio una rápida mirada a través de nosotros tres. Se sentía como si estuviera en un examen y ella estuviera calificando cada aspecto de mí.

"Y ella es Lisa, la bibliotecaria." Continuó diciendo Jean, haciendo un ademán con su mano hacia... ¿Quién dijo justo ahora?

"¡Vaya! No esperaba encontrarte aquí, cariño." Dijo Lisa, la bibliotecaria que me atendió la primera vez que estuve dentro de la sede con la misma sonrisa satisfecha que la última vez ante mi sorpresa.

"Igualmente, señori... Lisa." Comencé diciendo antes de corregirme algo extrañamente, recordando la forma en la que me dijo que la llamara, para terminar sonando un poco más bajo de lo que planeaba. Lisa soltó una pequeña risa.

"¿Oh? Veo que ya son conocidos ustedes dos." Preguntó Kaeya, intercediendo en la conversación.

"Si, atendí a..." Lisa hizo una pequeña pausa mientras se giraba en mi dirección y me miraba con una sonrisa de disculpa. Ahora que lo pienso, no le dije mi nombre.

"Soy Myson, un gusto de nuevo." Le dije, esta vez dando yo la sonrisa satisfecha.

"Atendí a Myson justo ayer en la biblioteca. Estuvo casi todo el día dentro, parecía gustarle mucho mi compañía, fufu." Me guiñó el ojo mientras explicaba nuestra relación con el otro. Kaeya pareció entenderlo a su gusto, ya que asintió con la cabeza, como diciendo Así que así es como es...

"Ahaha..." No pude hacer más que reír mientras ponía una mano detrás de mi cabeza. Apenas hubo un silencio de dos segundos antes de que Lisa continuara hablando, pero fueron unos dolorosos dos segundos en los todos me vieron con diferentes expresiones.

"En cualquier caso, ¿Acaso vienen a ayudarnos, queridos? ¡Son tan adorables!" Lisa juntó ambas manos con las palmas abiertas mientras parecía divertirse con la situación, antes de que su humor pareciera decaer. "Desafortunadamente, llegan en mal momento. Con el resurgimiento de Stormterror, la ciudad está hecha un caos." Bueno, por supuesto que lo estaría, con esa cosa suelta...

"En pocas palabras, el flujo elemental y las líneas ley de la ciudad nos ponen en desventaja." Escuché un par de palabras desconocidas en su frase. ¿Debería investigar también lo que es una línea ley y eso del flujo elemental?

"Somos como un ovillo de lana en las zarpas de un gato. No puede haber una situación peor para una bruja... Mi piel está a una partícula elemental de arruinarse."

Estaba comenzando a impacientarme ya que no parecía que llegaran al punto por el cual nos trajeron aquí.

"Si no fuera por estas interferencias, los Caballeros de Favonius podríamos ayudarles mucho más. Por ahora, solo podemos ayudarles poniendo anuncios de personas desaparecidas." Habló Jean en tono de disculpas hacia Aether.

"Les pedimos que se queden en Mondstadt por un tiempo... Los Caballeros de Favonius te ayudarán a encontrar a tu hermana."

Aether pareció no gustarle demasiado la idea de dejárselo todo a los Caballeros de Favonius. "No puedo dejar que hagan todo el trabajo." Dijo mientras sacudía la cabeza ligeramente."

"¡Paimon también quiere ayudar!" Dijo Paimon apoyando a Aether.

Uh... personalmente preferiría quedarme al margen de la lucha contra un mismísimo dragón, pero viendo la situación actual, creo que decir que no simplemente sería insensible, por decirlo ligeramente. Suspiré pesadamente mientras miraba a Aether sin decir alguna palabra.

"Bien, entonces necesitamos un plan." Anunció Kaeya, pasando al siguiente punto en esta conversación.


Me encontraba dirigiéndome al área sureste de la región de Mondstadt. Ahí me encontraría con Lisa en el Templo de la Leona.

Durante la reunión estratégica que tuvimos en la sede, Jean nos contó que Stormterror usaba el poder de los Templos de los Cuatro Vientos abandonados, y que tendríamos que inspeccionar tres de esos cuatro templos, por alguna razón que no sabía. Parecieron evitar ese tema.

Al final, nos dividimos en tres grupos para investigar cada uno de los templos mientras Jean se encargaba de la seguridad de la ciudad. Amber, Aether y Paimon irían al Templo del Halcón, Lisa y yo al Templo de la Leona, y Kaeya iría por su cuenta al Templo del Lobo.

No había exactamente algo malo con esa distribución, pero algo se sentía extraño. Cosas mías, supongo.

El viaje al templo me resultó más largo que lo planeado debido a que los sentidos de la estatua no llegaban hacia esta parte de la región, por lo que tuve que guiarme con el mapa y seguir el camino de tierra hasta llegar al templo.

En el camino, sin embargo, logré ver otra Estatua de los Siete junto a un árbol de varios metros de altura. Como quedaba más lejos de lo que quedaba el templo desde el punto en el que estaba, decidí visitar ese lugar cuando estuviera de regreso.

Pude ver que desde la separación en los caminos que llevaban al sur, en el que estoy ahora mismo está mucho más descuidado, como si fuera raro que la gente viniera por aquí. También ví a unas cuantas personas a un lado del camino antes de pasar por un camino entre dos montes.

Pasé por ese camino y encontré un Hilichurl con melena roja y otros dos... seres un poco menores en tamaño, de color verde. Me escondí detrás de unas piedras y saqué el manual de aventurero de mi bolsa. Después de buscar un poco, encontré que se llamaban Samachurls dendro. Eran de baja estatura y tenían una especie de bastones o cetros más grandes que sus cuerpos. Parecían chamanes, y probablemente lo eran.

Como era el único camino que parecía haber, decidí simplemente atravesar el lugar lo más rápido posible y solo seguir con mi camino.

Mi plan funcionó, ya que al haber varios arbustos muertos espinosos en el camino, no les dio tiempo a los Hilichurls y Samachurls de reaccionar ante mi carrera y perseguirme. Terminé saliendo por el otro lado del camino sin un rasguño. No tardé mucho más en encontrar el Templo de la Leona y a Lisa fuera de éste.

"¡Lisa!" Exclamé desde la distancia. Lisa se dio cuenta de mi presencia y habló cuando llegué a una distancia más cercana.

"Hola, cariño." Me saludó. Debido a ciertas circunstancias, ella decidió salir un poco antes que yo al templo y llegó antes. "No te preocupes, no me hiciste esperar mucho, fufu." Rio mientras cubrió su boca con una de sus manos.

"Ejem, si..." Aparté la mirada de ella. Estaba tratando nuestra misión como si fuera una cita por el parque.

"Me conmueve que vengas a ayudarnos en una tarea tan peligrosa. No dudes en acudir a mi si tienes dudas." Habló en un tono confiado, colocando su mano sobre su pecho.

"Bueno, no es que haya querido venir a ayudar con todo mi esfuerzo y corazón, pero..." Me abstuve de decir esas palabras, y en su lugar asentí con una sonrisa tensa ante sus primeras palabras. Mientras estaba en ello, recordé una cosa.

"Por cierto, no quiero decirlo de mala manera, pero ¿Qué hace una bibliotecaria en un templo en ruinas como este?" Pregunté con genuina duda. Lisa pareció comprender el significado de mis palabras, y levantó su mano a la altura de su cara, con su dedo índice señalando el cielo. Era un gesto como si estuviera explicando algo simple.

"Esa es una buena pregunta. Es porque Jean confía en mí." Dijo con una actitud serena, diferente a su acto coqueto usual. Se sentía como una mujer de la que podía depender. Fue tranquilizador, aunque no diría eso en voz alta en mi vida. "Así que tú también puedes confiar en mí."

"S, si..." Respondí entrecortado. Por un momento me sentí embelesado por el aura que transmitía esta mujer. Alejé mi mirada de ella y miré las puertas del templo frente a nosotros.

"Incluso estando aquí afuera, puedo sentir una perturbación en el flujo elemental ahí dentro." Miró las puertas del templo con seriedad, que a mi vista parecían bastante normales. Quizá estos eran los poderes de una bruja. "Restauremos este templo a su estado normal para que pueda estar tranquila." Me dijo con una sonrisa, antes de abrir las puertas del templo, empujándolas.

Dentro de las puertas había... espacio. Literalmente, había una vista semejante al espacio exterior, como si mirara al cielo nocturno. Fue extraño de ver. Miré a Lisa, quien parecía no verse sorprendida por esto. Ella notó mi mirada desconcertada y rió un poco antes de hablar. "Entremos." Y caminó hacia el interior de las puertas, atravesando ese espacio dentro de ellas. Desapareció una vez cruzó, y la seguí de cerca para no quedarme atrás.

Pareció que algo me succionaba dentro una vez crucé esa especie de nébula y todo mi alrededor se volvió negro por unos segundos. Una vez recobré mi visión, parecía que estaba en un mundo completamente diferente.

Estaba sobre lo que podía llamar una fortaleza de piedra. Delante de mí había unas escaleras llevando más adelante. En la distancia hacia adelante podía ver el resto de la estructura, que era de un tamaño considerable, como de una parte de Mondstadt. A los alrededores no había nada, solo vacío. Me impresionó el contraste que hacía este lugar con el mundo exterior.

Caminé por las escaleras hasta llegar junto a Lisa, que estaba ya en la parte superior de estas.

Al llegar a su lado, escuché que susurró algo.

"Supongo que puedo intentarlo." Y cuando me vio llegar, solo caminó hacia adelante, dirigiendo el camino. La seguí mientras mirábamos la estructura más distante, que parecía ser nuestro destino.

Algo se sentía pesado en el ambiente. Era como si hubiera humo en el aire. Sentía que algo me estaba asfixiando, pero al mismo tiempo estaba completamente bien. ¿Me lo estaré imaginando?

"Lo sabía." Dijo Lisa, rompiendo el silencio que había. Me giré hacia ella y continuó hablando. "Hay una fuerte energía elemental que viene de lo profundo de este templo." Señaló el final del templo, donde yacía a estructura más alta.

Al terminar de caminar por el pasillo, fuimos recibidos por una fuerte corriente de viento que iba en ascenso. Lisa sugirió subirnos a ellas con las alas voladoras y nos llevó hacia un piso superior del templo, a una habitación.

Estaba vacía, excepto por unas cajas viejas en las esquinas hechas de madera, unos cuantos estandartes rotos en las paredes y una especie de cubo de piedra en diagonal en medio de la habitación, junto a una puerta llevando a la siguiente.

"¿Qué tan antiguo es este lugar...?"

"¿Quizá unos cuantos siglos de antigüedad?" Dijo Lisa sin mucha seguridad, aunque por la vista y el ambiente que daba este sitio, no me cabía la menor de las dudas de que podría ser el caso.

Caminamos directo hacia el cubo de piedra en medio de la habitación y Lisa presionó una parte de este, haciendo que se hundiera y comenzara a brillar. Poco después, la puerta comenzó a abrirse. Detrás de ella había un pasillo y cierta bola de baba de color naranja rodaba a través de ella. Era un slime Pyro.

"Déjamelo a mí." Lisa sonrió dulcemente antes de que un libro apareciera flotando de la nada a su lado y chispas de electricidad purpuras se materializaran en sus manos.

"¡Ohh!" Me sorprendí ante la repentina demostración de poder. Ciertamente estaba pensando en cómo lucharía Lisa en un lugar como este sin algún arma, pero el título de bruja no lo tendría de adorno, naturalmente. Las chispas moradas pronto se condensaron y se volvieron en una bola de electricidad que salió disparada en forma de rayo hacia el slime, quien no pudo hacer más que salir volando en la dirección contraria al rayo púrpura. Cayó de forma indecorosa en el suelo haciendo un sonido de chapoteo y poco después volvió a saltar, esta vez hacia nosotros y con intenciones hostiles en sus saltos.

Sin embargo, poco le sirvió ir a la ofensiva esta vez, pues Lisa soltó muchos más rayos morados al slime, en una sucesión rápida y sin piedad alguna. Después de unos pocos minutos, el slime ya había sido reducido a un charco de baba naranja en el piso, dejando atrás solo eso, baba. Creo que escuché o leí que incluso la baba de slime tiene valor en algún lado.

"Eso fue impresionante, Lisa." Le dije. Estaba comenzando a arrepentirme un poco por no tener una visión.

"Oh cariño, me halagas." Lisa tomó mi cumplido despreocupadamente y me sonrió antes de caminar hacia adelante. En la siguiente habitación había un cofre en el fondo, y en medio de ésta había una especie de estatua de una torre con alas. Tenía un símbolo grabado apuntando a cuatro direcciones diferentes.

"Es un Monumento Electro. Sin duda alguna." Me confirmó Lisa. "Déjame intentar activarlo con un poco de energía eléctrica. Retrocede." Era impresionante como Lisa era capaz de cambiar su actitud de forma tan rápida pero natural en medio de la misión. Quizá podría considerarlo una especie de talento. Me aparté del camino y Lisa volvió a crear rayos con su mano derecha, disparándolos hacia el Monumento Electro. Éste comenzó a brillar y slimes comenzaron a salir del suelo. Parecían haber sido atraídos por el ruido del ataque.

Lisa los atacó con un ataque más fuerte que los anteriores, haciendo parecer que solo estaba calentando. El rayo púrpura se esparció a través de todos los slimes, haciendo daño en cadena repetidas veces hasta que todos explotaron y regaron el suelo con baba.

"Esto... está yendo de una forma más rápida a lo que tenía en mente. Siento que sobro un poco." Dije en voz baja con un poco de decepción. Hasta ahora no había ayudado en nada.

"Tranquilo cariño, tu momento llegará más temprano que tarde." Me animó Lisa.

Notamos que la puerta de la habitación se había abierto desde el momento en que el Monumento había sido activado. Me acerqué rápidamente al cofre de la habitación para revisar su contenido, pero no me encontré nada relativamente útil. Solo un par de hojas que emitían un color verdoso pálido, las cuales guardé en mi bolsa para analizar luego. Caminé hasta donde Lisa con una mirada decepcionada, para ella darme una mirada divertida.

"Es natural que no encuentres mucho en un lugar abandonado, ¿Sabes? Quizá encuentres más cosas en algún campamento Hilichurl. Ellos tienden a robar cosas y almacenarlas del exterior. En este lugar... Bueno, no hay mucho que tomar."

Continuamos por unas cuantas habitaciones más sin conversar mucho, hasta que llegamos a lo que parecía ser el último obstáculo antes de la última habitación del templo. Decidí hablar acerca de algo que me había picado la curiosidad desde un rato atrás.

"Oye, Lisa. Sobre el collar de tu cuello..."

"Oh, ¿Quieres saber sobre mi collar? ¿Es por eso que mirabas tanto aquí?" Dijo Lisa con intención de molestarme.

"N, no es… Si, es por eso, tenía curiosidad solamente."

"Estás bromeando... es mi Visión, ¿Ves? Seguro podrías haber hecho una mejor excusa para mirar aquí..." No parecía que creyera mis palabras y continuó burlándose de mí, por lo que pensé en algo que hiciera mis palabras convincentes.

"¡E, es solo que es más pequeña que las demás que he visto hasta ahora! Si, por eso quería saber si esa era tu Visión o tenías la verdadera en algún otro lado." Expliqué de la mejor manera que pude, con la mirada en el suelo. O mejor dicho, con la mirada al vacío. Estábamos caminando a través de plataformas flotantes que se movían en dirección a la última habitación.

"Oh, así que era eso, fufu. Bueno, esta es mi verdadera Visión. Quizá se vea un poco diferente, pero al menos tiene la misma forma. Deberías ver la de Kaeya en ese caso."

"¿La de Kaeya...?" Antes de indagar más en el tema, llegamos a la última habitación. Esa sensación de pesadez que sentí durante todo el recorrido llegó a un punto en el que me causó nauseas, por lo que apagué los sentidos de la estatua y la sensación desapareció.

Delante de nosotros estaba la fuente de esa energía caótica. Era un cristal de color turquesa, lleno de lo que parecía ser energía Anemo. Parecía estar apunto de estallar en cualquier momento.

"Rómpelo y podemos ir a casa y relajarnos." Me dijo Lisa con una sonrisa cansada y recostándose en una pared. Oye, oye, sé que tu eres quien estuvo peleando con los slimes, pero ¿No es demasiado dejarme esta cosa que parece que va a explotar en cualquier segundo solo a mí? "¡La idea de poner los pies en alto y relajarme me entusiasma demasiado!" Exclamó para sí misma, a fin de que yo escuchara también.

Mientras Lisa ignoraba mi mirada acusatoria, me giré hacia el cristal y saqué mi Espada del Viajero. La puse por detrás de mí para tomar más impulso, corrí hacia adelante y la balanceé en horizontal sobre el cristal.

En efecto, el cristal explotó.

"¡¿Guah?!" Aturdido, cubrí mi cara con ambas manos mientras saltaba hacia atrás. Unos segundos después, me descubrí y ví que delante de mí se encontraba una especie de piedra flotando en el aire. Se veía como una bola de cristal rodeada de alas, y por supuesto, era de color turquesa.

Miré a Lisa y ella lo explicó. "Se llama anemóculus. Podrías describirlo como viento solidificado..." Lisa se acercó a mi, mientras que frente a nosotros se iluminaba el suelo y creaba una especie de holograma con rombos en él. A pesar de no estar seguro, esa cosa gritaba 'salida' por donde lo mirara.

"... El Dragón del Este, la Leona del Sur, el Lobo del Norte, el Halcón del Oeste..." Comenzó a decir. "Ellos son los protectores de los Cuatro Vientos de Mondstadt, y están relacionados con Barbatos, el Arconte Anemo." Su voz era seria, alejada de cualquier actitud juguetona anterior. Incluso se veía afligida. "Dvalin... Ese es el verdadero nombre de Stormterror. Alguna vez, antes de que la gente le pusiera ese sobrenombre, fue el Dragón del Este. Es por eso que Dvalin solo puede canalizar tres de los Cuatro Vientos." Podía notar un rastro de dolor en su tono de voz. Debe ser un tema realmente sensible. "Porque desde el principio se ha ido consumiendo a sí mismo."

"..." Me costaba decir palabra alguna. Intentaba procesarlo todo mientras pensaba qué haría a uno de los supuestos protectores de Mondstadt atacar a su ciudad. "¿Por qué... Haría algo así?" Dije, aunque sin intención de ser respondido. Aun así, Lisa contestó mi pregunta.

"Supongo que por odio. Odio hacia Mondstadt. Impulsado por el odio, se volvió más poderoso que el propio viento y, así se convirtió en Stormterror." Dijo, y no formuló más en su respuesta.

"..." Miré hacia el holograma aguardando frente a nosotros. Se había incrementado en tamaño, como anunciando que si no iríamos hacia el, él iría a nosotros y nos sacaría de aquí. "Por ahora, deberíamos volver, ¿cierto? Nos merecemos un descanso por nuestro arduo trabajo." Dije despreocupadamente, sonando lo suficientemente natural para no parecer ignorante del tema anteriormente hablado, pero lo suficientemente forzado para dar un indicio de que esta conversación terminaba aquí. Por ahora, eso era.

"Cariño..." Lisa me miró con los ojos bastante abiertos por un par de segundos, antes de suavizar su mirada y sonreír de nuevo. "Seguro que sabes cómo leer el ambiente, ¿No es así? Tienes razón. Deberíamos ponernos en marcha. Jean se alegrará por saber que la misión fue un éxito. También podrías venir conmigo y te contaré el resto más tarde." Lisa pasó su mano suavemente por mi hombro mientras me adelantaba y se colocaba sobre el holograma que indicaba la salida.

"Por supuesto." Le contesté y me paré a su lado. La luz del holograma se volvió más brillante al punto de ser cegadora y sentí como mi cuerpo y conciencia volvían a ser succionados a algún otro lugar.


-Notas del autor-

:Aquí comienza el nuevo capítulo de la historia. Cada capítulo será dividido en alrededor de 10 partes y terminará con un evento importante en la historia para dar paso al siguiente.

:El nombre del Prólogo fue 'Memorias que el viento se llevó'. Cada capítulo tendrá su nombre revelado cuando dé paso al siguiente