Capítulo 1.- Acto III
Poco después de mi encuentro con la Maestra Jean, decidí aprovechar un poco el tiempo con el que contaba antes de mi reunión con Aether, que serían al menos tres horas, para completar mis encargos del día de hoy. Estoy seguro que a ella no le importará que no vaya estrictamente enseguida. Después de todo, la Gran Maestra Intendente debe tener muchas otras cosas que hacer, ¿No es así?
Busqué un lugar un poco apartado de los ojos de la gente y me teletransporte hacia mi primera misión. La subyugación de 5 monstruos cerca del Gran Árbol en la región que, según el mapa, se llama Levantaviento. Una vez en el lugar, me tomó menos de 5 minutos encontrarlos. Eran cuatro Hilichurls con diferentes elementos y... ¿Qué es esa cosa?
Me detuve sobre mis pasos y me escondí, sacando el Manual del Aventurero y buscando en él que clase de monstruo estaba en el prado, relajado mientras los Hilichurls a su lado bailaban. Tenía el tamaño de un niño, y flotaba en el aire. Parecía estar cubierto de una túnica azul con pelaje en la parte superior, dos cosas que parecían ser orejas largas sobre su cabeza y una máscara que guardaba cierto parecido con un doctor de la plaga, o algo así, tampoco sé mucho que es un doctor de la plaga.
Tenía un bastón en sus manos y estaba cubierto por una especie de burbuja a su alrededor. El manual lo describía como una criatura del abismo capaz de controlar poderes elementales, también puede controlar a los Hilichurls y hablan un idioma antiguo. Eso quiere decir que es inteligente, eh...
Sé bien que es algo que tengo que hacer, pero me gustaría al menos confirmar si no es realmente solo alguien a quien el gremio llamó monstruo y comenzó a cazar. Me acerqué al Mago del Abismo lentamente y cuando estuve a cierta distancia, se dio cuenta de mi presencia.
"Eh…" No sabía que hacer, y solo esperé una especie de reacción de su parte.
El Mago del Abismo pareció poco interesado en mi presencia, mirándome por unos segundos también, antes de flotar lentamente hacia mí, deteniéndose a unos cuantos metros y señalándome. Ladeé la cabeza confundido antes de entender lo que estaba haciendo. Era una señal de ataque.
Una burbuja de agua salió disparada desde su bastón hacia mí. Tardé en reaccionar a la acción repentina hasta darme cuenta que no solo era una acción, sino que ese era el ataque. Cuando la burbuja de agua impactó directo en mi rostro, sentí como si alguien de repente se le diera por golpearme en la cara con una bolsa rellena de gelatina. No exactamente lo peor que hay, pero la fuerza del impacto no era ningún chiste, y me mandó a volar unos metros, antes de aterrizar de rodillas clavando mi espada en el suelo.
"Totalmente hostil, lo tengo." Levanté la mirada para ver como los Hilichurls que estaban bailando hace un momento, ahora se dirigían hacia mí con sus armas. Decidí terminarlo rápido y decapitarlos sin mayores movimientos para no quedar expuesto ante el mago del abismo. Nunca dejé de moverme para no ser un blanco fácil, y a pesar de que siguió disparándome, no acertó una segunda vez mientras terminaba de eliminar a los cuatro Hilichurls que me atacaban. Ahora solo quedaba él.
"¡...!" Desapareció. Miré a mi alrededor para buscarlo con la mirada antes de que a mi derecha, el aire se tornara de un color azulado mientras chispas de luz gorgoteaban del vacío. Un segundo después, el mago del abismo apareció en ese lugar de nuevo, apunto de lanzar otra bola de agua hacia mí. Corrí hacia un lado para esquivarlo y corté con mi espada hacia la burbuja que lo protegía.
Apenas le hizo algo, cortándola ligeramente antes de rebotar sobre ella y empujarme ligeramente hacia atrás. El mago lanzó un chorro de agua hacia mí. Usé la espada para desviar el chorro hacia arriba y agacharme, para cortar una vez más a burbuja. Esta vez usé el retroceso resultante para guardar mi distancia y seguir haciendo lo mismo tres veces más hasta que la burbuja simplemente explotó, dejando caer al mago al suelo con un sonido fuerte. No desaproveché ese momento y me lancé sobre él, apuñalando su torso con la espada. Desapareció de nuevo y apareció un segundo después detrás de mí, visiblemente herido y apuntando ambos brazos hacia mí. Instintivamente miré hacia abajo. Algo venía.
Me lancé a la izquierda para ver como el sitio en el que estaba parado hace segundos era azotado por un géiser de agua proveniente desde el suelo, desde un círculo mágico. No perdí tiempo y corrí de nuevo hacia el mago del abismo aún indefenso y corté tres veces alrededor de su cuerpo sin demora. Terminó por desvanecerse en cenizas rojas como el resto de monstruos.
"... Espero no tener alguna herida."
Me teletransporté hacia la ciudad luego de haber terminado otras dos misiones de subyugación para hacer la última de mis misiones del día de hoy. Había pasado ya una hora.
Al parecer tenía que entregar un par de materiales de alquimia a alguien en medio de la plaza de la fuente, al otro lado de donde estaba El Buen Cazador. Revisé de nuevo la bolsa en la que llevaba las cosas. Había… Mariposas, ranas, colas de lagarto... ¿Esto es para hacer alquimia?
No debería tener un mala impresión para esto, quizá se usen para hacer algo impresionante... Espero.
Además de eso, había unos cuantos cristales de diferentes colores, rojos, azules, morados y amarillos. Parecían contener poder elemental dentro de ellas. Cerré la caja de nuevo antes de llegar al lugar donde se suponía las entregaría. Lo primero que captó mi atención del sitio fue la mesa de piedra con líneas brillantes recorriendo toda su superficie. Esa debe ser la mesa de alquimia. Emitía un brillo hipnotizante, como si fuera a ser succionado a otro lugar si me le acercaba demasiado. Me pregunto cómo funciona-
"¿Hya?!" Escuché un jadeo a mi izquierda. Me giré para ver lo que sucedía, para encontrarme con una chica de cabello verde pálido en el suelo, y frente a ella una pequeña caja con viales de color turquesa. Puse la caja en el suelo y me agaché para ayudarla.
"¿Estás bien? ¿Te lastimaste?" Pregunté extendiéndole la mano derecha, mientras con la izquierda recogía la caja de viales, un solo vistazo dándome a entender que seguían intactos.
"Y, yo... Em... S, si… Estoy…" Su voz era muy baja, y tomó mi mano con algo de duda en sus movimientos. La ayudé a ponerse de pie y le entregué los viales.
"Ahem." Aclaré mi garganta para dejar de lado lo que acababa de pasar y comencé a hablar. "Tú eres la encargada de este lugar, ¿Cierto?" Di una ligera mirada a lo que había alrededor de la mesa de alquimia. Había libros apilados en el suelo, una estantería con frascos y suministros en la pared detrás de la chica, y algunos barriles también. El espacio estaba cubierto por una manta de unos metros de largo y ancho para cubrirlos del Sol. "Vengo a entregar algunos materiales como encargo del Gremio de Aventureros."
Al escuchar mi motivo de visita, la chica perdió un poco su timidez y respondió. "¡Oh, cierto! Sígueme, te diré dónde ponerlos." La chica colocó la caja de viales turquesa en una estantería y caminó detrás del edificio. La seguí y entramos por una puerta en la parte trasera, donde había una habitación con una gran mesa en el centro, sobre ella muchos más viales, matraces y recipientes de líquidos extraños, había huesos de animales y...
"Oh, ¿Qué hace el aquí?"
Había un Hilichurl acostado en una pared de la habitación. Viendo los movimientos de su pecho, parecía estar dormido y no, bueno, muerto. Me intrigó el que hubiera un Hilichurl en medio de la ciudad, dentro de un laboratorio. La chica de cabello verde volteó su mirada hacia mí antes de seguir mi línea de visión hacia el Hilichurl.
"¡Oh! Tranquilo, no hay nada que temer. Es amistoso." Dijo mientras se acercaba al Hilichurl y extendía los brazos, como señalando su seguridad respecto a la criatura a su lado.
"Pues ciertamente se ve inofensivo..." Mi mente divagó unos segundos mientras pensaba en mi primer encuentro con un Hilichurl. Su máscara colgaba de uno de mis costados y la toqué ligeramente, recordando esa vez.
"Así que si es posible la comunicación..." Dije en voz baja.
La chica posó su mirada en la máscara en mi cintura. "En realidad, no fue por mis propios métodos que pude lograr que colaborara. Tuve ayuda de una investigadora del Hilichurlio." Me dijo en una voz con un volumen apenas un poco más alto que el mío.
"¿Es así? Es interesante ver como se investigan esa clase de temas." Respondí. Mientras hicimos ese pequeño intercambio, subimos unas escaleras que llevaban a un segundo piso, donde había varias otras cajas, algunas abiertas y otras selladas.
"Puedes dejarlo por... aquí." Me señaló una esquina vacía del almacén y llevé las cosas ahí.
"Hmm..." Luego de poner la caja en su lugar, algo me llamó la atención. Era un pequeño cubo brillante que estaba colocado sobre una caja. Parecía que alguien lo había puesto como pisapapeles... ¿en este caso quizá un pisacajas? La estaba manteniendo cerrada, al menos.
El cubo resplandecía en el interior con un color gris que aumentaba y se reducía cada pocos segundos, y estaba hecho de un cristal transparente. Lo tomé con ambas manos y lo sostuve. "¿Puedo preguntar qué es esto? Se ve interesante." Le mostré el cubo a la chica que estaba mirando hacia otro lado, perdida en su mundo.
"¿Eh? Oh, eso es..." Se quedó viendo el cubo en mi mano mientras estaba a punto de explicarlo, pero su rostro se mostró confundido después de unos momentos, y no continuó hablando. "Ehm... ¿Tienes algún tipo de guantes o algo similar que impida el contacto directo con ese artefacto?"
"No, no lo creo..."Fue una pregunta extraña. Miré ambas manos mientras pasaba el cubo a la otra solo para confirmarlo, pero yo no uso guantes, lo estaba sosteniendo con las manos desnudas. "¿Es algo malo sostenerlo así?" Me preocupé por un momento, pero la chica sacudió la cabeza lentamente. Parecía más confundida que antes. "¿Qué es este cubo?"
"E, ese es un arefacto que creó Albedo, mi maestro, para catalizar la energía elemental exterior de los seres vivos, debería brillar según el tipo de visión que tenga la persona, o según el tipo de energía elemental que desprenda el objeto que entre en contacto con él. En el caso de una persona sin visión, debería apagarse para señalar la falta de control sobre los elementos, pero..." Miré el cubo de nuevo. Seguí brillando tenuemente con un color grisáceo, inmutado por mi toque. "Es la primera vez que veo que no reacciona a alguien..."
"¿Eso significa que no podré tener una visión?" Pregunté un poco de la nada. Esperaba que no fuera el caso, pero aunque no supiera del tema en cuestión, el relacionar las palabras energía elemental y no-reacción parecían tener un mal augurio sobre el tema de mí consiguiendo una visión.
"Yo... no estoy muy segura al respecto..." Se quedó en silencio por unos momentos, antes de hablar de nuevo. "Es algo fascinante..."
"¿Fascinante?" Repetí.
"¡Oh! L. lo siento… no quise decir algo extraño... Yo solo..." Bajó la mirada y movió su cabeza a un costado.
"Está bien, no te preocupes." Intenté calmarla un poco. Hablando de introversión... "Aunque, ¿Estaría bien de mi parte si pidiera que investigaras un poco más al respecto? ¿Necesito dar un pago o...?"
"¡P, puedo hacerlo! Si... tengo el equipo adecuado. Llamaré a mi maestro para pedir algo de información al respecto, puedes venir luego." Se veía interesada en el tema, por lo que alejé la culpa de poder estar molestando o interrumpiendo alguna investigación que tuviera, y le tomé la palabra.
"Oh, por cierto, mi nombre es Myson. Me registré en el Gremio de Aventureros hace poco menos de una semana, es un placer." Me presenté, haciendo que la chica volviera a parecer algo nerviosa.
"Oh, em... Mi nombre es Sacarosa, una investigadora de alquimia. Si estás de acuerdo, me gustaría investigar más sobre mi condición... Si es posible." Me pareció un poco gracioso la cantidad de incertidumbre que tenía Sacarosa al hablar. ¿Así es como se ve un alquimista normal...? ¿Y qué ocurre con ese nombre? Ese era... si, el nombre científico del azúcar.
"Que..." No, no lo digas. "Que nombre tan dulce." Maldita sea, Myson.
Evadí su mirada con una sonrisa incómoda ante el mal chiste que acababa de hacer. Seguro la molestará…
"Pfft."
¿Hm?
Miré a Sacarosa, quien para mi sorpresa se encontraba intentando aguantar la risa. Cubría su boca con ambas manos mientras, aún más para mi sorpresa, los costados de su cabello comenzaban a elevarse y bajar rápidamente.
¿Esas son...? Parecían una especie de orejas. Ahora que lo veo mejor, la parte interior es de color rosa, por lo que sí son orejas. Que curioso... ¿Eso significa que no es humana?
"Uuu..." Mi mirada bajó de su cabeza a su rostro. Sacarosa me estaba mirando como si estuviera a punto de llorar.
"Oh, disculpa si te incomodé, es solo, bueno..." Me disculpé con ella.
"Es solo que... mis oídos son una característica hereditaria bastante... diferente a la de los demás. Intento ocultarlas lo más que puedo. Por favor no las veas demasiado." Parecía que sus oídos eran un tema sensible para ella.
"Lo lamento... aunque, no creo que sea algo malo mostrarlas tampoco. Y si hablamos de características diferentes, creo que el que yo no haga reaccionar a esta cosa está en el mismo nivel, dada tu reacción."
"Bueno, quizá tengas razón... Solo me avergüenza un poco recibir muchas miradas curiosas de los demás."
Intentando socializar más con mi recientemente adquirida amiga, conversé un poco más con ella acerca de su investigación, la bioalquimia. Me contó cosas acerca de las que trabaja, como huesos de animales, plantas y sus modificaciones, y la... disección de Hilichurls. No indagaré mucho más en ese aspecto, pero bueno. Pasó algo de tiempo y cuando salí del lugar el Sol casi estaba en su punto más alto, se acercaba el mediodía y me encontraría con Aether cerca del Buen Cazador.
Esperando en el lugar, preguntándome qué estaría haciendo Aether, me topé con cierto alguien caminando despreocupadamente por la plaza. Se balanceaba ligeramente, con sus pies moviéndose de forma inestable y apenas consciente de su entorno. Después de unos segundos, finalmente ocurrió lo que cualquiera esperaría después de observar por un poco de tiempo. Tropezó con uno de sus propios pies y estaba a punto de caer al piso de la plaza.
Con un ligero pisotón al suelo, me impulsé hacia su dirección y pude evitar que cayera, sosteniendo su abdomen y espalda para darle soporte.
"¿Oh? ¡Pero sino es Myson!"
"No esperaba encontrarte aquí tan pronto, Margaret. ¿No deberías estar en la taberna? O mejor aún, descansando. Estabas a un segundo que arruinarte el rostro." Le dije con un suspiro a una aún somnolienta Margaret, mientras la llevaba a una de las mesas fuera de El Buen Cazador.
"No te preocupes por eso, jaja. ¿Qué haces tú por aquí?" Cambió el tema sin darle importancia a mi aviso,
"Terminé mis comisiones y estoy esperando a un amigo, siento que será un día largo... Aunque apenas es mediodía." Le pedí a Sara, la mesera del restaurante, un coctel de camarones sobre papas fritas, platillo que me llamó la atención, y una pasta a la boloñesa a petición de Margaret.
"Y que lo digas, seguro que esta noche caeré dormida apenas toque mi cama." Resopló ella mientras probaba su platillo, casi instantáneamente cambiando su expresión molesta a una de satisfacción. "Mmm~ Debo decir que sabes cómo mejorar el ánimo de una dama, aunque sería aún mejor si en lugar de una comida casual me invitaras una copa en la taberna." Levanté la vista del plato de camarones, que aún estaba estudiando con la mirada, para mirar a Margaret.
"¿Entonces ahora te estoy cortejando?" Le pregunté.
"¡Es broma!" Rió mientras volvía a morder un bocado de su plato. "Relájate, chico. ¡Mondstadt es una ciudad romántica!" Me dijo, su voz resonando con un ligero tono jovial en ella.
"Ciertamente, ese paisaje me suena a que podría invitar a una chica pasando a una cena y terminar casándome la semana siguiente." Bromeé mientras apreciaba la ciudad bañada por la luz del mediodía, rebosante de actividad. "Aunque según los acontecimientos de ayer, ¿puedo suponer que la atmósfera es el doble de enérgica en tiempos de paz?"
"Supongo que tienes razón... Aun así, es impresionante el que la gente esté así de activa justo después de un desastre como ese." Me respondió.
Continuamos comiendo en silencio, cada uno en su propio mundo. Mientras lo hacía, observé más detenidamente a Margaret. Tenía ojos y cabello rubio, al igual que la mayoría de los ciudadanos de Mondstadt, y su vestido blanco y rojo era bastante agradable a la vista. Más que nada, el sombrero marrón oscuro que llevaba puesto le daba a su apariencia general un toque de elegancia que, personalmente, encontraba cautivador.
"¿Buscas algo en mi seno?" Escuché de repente, notando que mi campo de visión en algún momento se había quedado estancado en el área del pecho de Margaret mientras mi mente divagaba en otro sitio. Levanté la vista hacia sus ojos y ví que me miraba con una sonrisa divertida. "Sé que soy atractiva, pero quizá quieras disimularlo un poco más, ¿sabes?"
"... No estaba prestándole atención a mi mirada." Fue lo único que fui capaz de decir, bajando la mirada a mi plato casi vacío, avergonzado.
Luego de terminar nuestra comida, hablamos por un poco más de tiempo antes de que Margaret finalmente cediera a tomar una siesta para no caer inconsciente durante su turno nocturno en la taberna. La despedí para luego pedir como postre una gelatina de menta para pasar lo poco que quedaba antes de mi reunión con-
"¡Ah, Myson! ¿Puedes darle a Paimon un poco de eso?" Escuché un grito agudo desde varios metros al sur, en dirección al Gremio de Aventureros.
Parece que finalmente llegaron. "Paimon, Aether. ¿Cómo les fue?"
-Notas del autor-
:Al fin pude terminar y publicar el capítulo, tuve un poco de bloqueo creativo y los estudios no ayudaron mucho, pero se logró... aunque fuera después de un mes.
sh1rog4n3: El capítulo 13 (Cap1ActII(2)) no está cortado, termina con la línea 'El Sol estaba comenzando a subir al cielo. Eran las 8:00 am.'
