Forks, Washington, 2008
EDWARD POV
— Anoche un extraño ser ataco a Bella —susurró contra el teléfono—, Ella se encuentra ahora descansando.
— ¿Sabes lo que fue, hijo? — Aprieto el puente de mi nariz y poso mi vista en la hermosa mujer que descansa en el centro de mi cama, su cabello se encuentra esparcido completamente en la almohada, su rostro es una muestra de completa tranquilidad. La sola idea de perderle es inaceptable, no puedo vivir en un mundo donde ella no existe. No ahora que la he encontrado.
— ¿Edward?
— No —En el fondo identifico las voces de Rosalie, Alice y Esme preocupadas. Temen por lo que pudo haber pasado a Bella—. Ahora estoy en casa, Bella duerme. Los veo aquí en veinte minutos.
Suspiro y cuelgo la llamada; en silencio regreso al cuarto, me recuesto con cuidado junto a mi compañera, delicadamente pasó mis brazos alrededor de su frágil cintura, su cuerpo es lo más parecido que he visto a una muñeca de porcelana en toda mi existencia. Contengo una respiración y evito cualquier movimiento brusco que pueda causarle algún daño, su cuerpo busca el mío al sentir mis brazos rodearla. Sonrío cuando suelta un suspiro y se acurruca en mi pecho.
Amo la sensación de tenerla entre mis brazos, es ahí a dónde pertenece.
Cien años de amarga soledad han valido cada minuto y segundo, son ellos los que me han traído al preciado ser que duerme junto a mí. Mi sonrisa crece cuando los suaves rayos del sol inundan la habitación, Bella se remueve una vez más y suspira antes de abrazarme más. En segundos despertará, su corazón se ha acelerado marcando un cambio notable en los latidos de su corazón.
Ve su nariz arrugarse contra mi camisa antes de que comience a girar su rostro confundido, sus ojos se abren con cuidado, me ve confundida, entonces la realidad la asalta y se aferra a mi pecho.
— Ya ha pasado, amor —susurro en su oído—. No dejare que te pase nada.
Juro mis últimas palabras, nadie ni nada la tocará.
— Tu…tuve mucho miedo —su voz es un susurro—…sentí su odio.
Un sentimiento de dolor se instala en mi pecho, dolor por no poder ser yo quien tenga que lidiar con sus pesadillas, sus demonios. Un ser tan puro como ella no deberían ser quién sufriera. —: ¿Cómo te sientes?
— Tengo miedo —sus brazos se aferran cada vez más—. Miedo a que vuelva y no estés ahí.
La pego a mí — Siempre estaré, incluso cuando tú no lo quieras.
— Gracias —no hablo, sé que no necesita que lo haga, aguardo paciente—. Cuan…cuándo esa cosa me tomó, vi de dónde venía. Es el inició de todo, es la respuesta a porqué existimos las sirenas, al porqué hemos vuelto a pisar la tierra todas las sirenas.
— ¿Qué era? —pregunto con cuidado.
— Una vez fue un tritón.
— ¿Qué quieres decir con que fue un tritón? — La voz de Rosalie interrumpe en el cuarto, una mueca de preocupación se instala en sus labios — ¿Fue?
La sangre inunda las mejillas de Bella al percatarse de mis brazos a su alrededor, aguardo a que se aparte cuando comienza a moverse, sin embargo me sorprendo cuando me pega más a mí frío cuerpo, sonrío como idiota y la uno a mí. Rosalie y el resto de la familia a sus espaldas nos ven con una disimulada sonrisa al ver su acción.
Bella suspira y se vuelve acomodar entre mis brazos, beso sus cabellos, nunca imagine que podría estar tan cerca de ella.
— Se veía completamente transparente…
— Lo sé Edward, pero cuando me tomo…vi su verdadera forma. Era un tritón.
"No creí que fuera real" — Me giro ante los pensamientos de Esme.
— ¿Qué quieres decir? —La confusión destila en voz cuando me dirijo a ella— ¿Sabes lo que es? — Las miradas caen sobre ella mientras suspira cansinamente, se sienta en el sofá frente a la cama, su mente es una extraña maraña de pensamientos desorganizados.
—Durante unos años viví en Asia —comienza, su mente muestra lo que recuerda—. Conocí a una sirena, ella es como nosotras. Durante mi estadía ella habló de esta vieja leyenda. Hace nueve siglos el océano era gobernado por los seres del mar, sirenas y tritones vivían en paz.
"Sin embargo todo cambió cuando el gobernante fue asesinado y su hijo tomo el trono, él quería venganza, y para esto antes de morir su padre había creado un arma que reunía el poder de los siete mares."
"Su hijo gobernó con mano dura durante un siglo, entonces hubo un momento en los seres del océano creyeron que él cambiaría, se había enamorado, desgraciadamente nunca fue correspondido" —La voz de Esme se vuelve un suave murmullo—. "La joven estaba enamorada de un humano, estaba dispuesta a dejarlo todo por él, cuando él se enteró se encargó de que ningún ser fuera capaz de volver a la superficie, nos condenó a la frialdad del océano, por ello Bella, hija huiste hace años y a tus hermanas les costó el traerte de regreso"
"El océano congela el corazón de una sirena que no es capaz de subir a la superficie". "El tiempo pasó, y ella se reveló contra él. En compañía de las restantes de sus hermanas cavaron con él, hicieron uso de sus poderes bajo la influencia de la luna y lo condenaron al olvido…"
"esta mujer, Clarissa me dijo que como toda leyenda tiene algo de verdad, él vuelve cada tres siglos en busca de venganza contra la mujer que amo, y al hacerlo vuelve a cometer el mismo error…" "Se necesita de nuestra habilidad y un portal como el que existe en Irlanda o en la isla de la Push para terminar con él de nuevo, o al menos por tres siglos más". "Clarissa mencionó que ella ha estado presente cada vez que aparece, y que él siempre busca terminar con su especie cortando su respiración como humana o pez…
"pero también va tras a la mujer que amó, nunca la encuentra…ella me dijo que antes de que fuera derrotado juro volver y llevarla con él…" "Temó que seas tú, hija."
Veo a Esme sorprendido, cada palabra es verdad. Su mente me ha mostrado su reunión con esta misteriosa mujer, Esme sospecha lo mismo que yo, aunque no lo haya mencionado Clarissa" puede conocer más de lo que le contó, así mismo. Puede ser más antigua de lo que ella dice ser.
Contengo mi respiración y me dirijo a ella analizando mis probabilidades, esa cosa no puede volver por Bella. No puede. — ¿Existe alguna forma de contactar con Clarissa?
— No, Edward. Lo siento.
Me giro a la mujer entre mis brazos —: No te va a tocar de nuevo.
— Los quiero fuera de esto, a ti y tu familia Edward.
Niego, y con una seña pido que salgan todos de la habitación.
Tomo la barbilla de mi compañera con suma delicadeza, como si de porcelana se tratará, la elevo con cuidado viéndome reflejado en sus dulces orbes. — No me mantendré cruzado de brazos cuando alguien o algo busca matarte. No lo haré. Entiéndelo.
— Lo harás. No tienes razones —niega e intenta apartarse de mí, no.
No lo hará.
No más.
La sostengo entre mis brazos evitando su huida, y sin dudar dejo salir mis palabras — Isabella Swan —enfatizo su nombre— Me quedo porque quiero protegerte, eres mi compañera. Al volverme vampiro perdí mi alma, sin embargo cuando encuentras a tu compañera, tu amor eterno, la recuperas. Se vuelven uno.
"Eres mía, eres mi compañera, mi todo". —Tomo una bocanada de aire acercándome a sus labios— "No me voy porque aunque no lo llegues a creer, este monstruo tiene corazón, y es capaz de amar. No soy capaz de vivir sin ti. Te amo. Anoche casi te pierdo, nunca en toda mi existencia había temido tanto, así que olvida la ridícula idea de huir". —Besó sus labios, son dulces y cálidos, son más de lo que esperaba sentir— "No huyas más de mí, amor."
— Yo no…
Niego —; No mientas, pequeña mentirosa, también me quieres.
Junto nuestros labios una vez más, no puedo estar lejos de ella por más tiempo. La necesito.
— Prométeme que no huiras…—suplico.
— Edward…
—…por favor…— mi voz es un ruego desesperado.
Sus ojos no dejan los míos cuando sus labios se separan y permiten salir la liberación de mi alma— Ya no huiré, te quiero.
Sin contenerme beso sus labios, han sido cien años en los que he aguardado por ella y finalmente está aquí.
— …no soy la mejor opción…—
— Shh… —La corto. Mi dedo índice descasa en sus labios—. No existe opción cuando tú siempre has sido la única.
BELLA POV
— Y bien, ¿qué haremos? — No han pasado ni más de doce horas desde que esa cosa me llevo, y desgraciadamente en dos días más hay luna llena — ¿sólo usaremos nuestros poderes en él? ¿así de simple?
Mi madre asiente con una mueca, está preocupada lo sé. —: "Debemos aguardarle en dónde se convirtieron" —agrega— "Ahí le atacaremos con nuestros poderes. Rosalie, lo congelaras. Bella intentaras evaporarlo, mientras Alice y yo lo contemos en un extremo de la cueva, al menos mientras lo contengamos". "Clarissa solía decir que la luz de la luna debía llegar a él antes de que sea llena."
— ¿No existe otra manera? —Me giro a Edward quién me sostiene entre sus brazos— No quiero arriesgar a Bella, y dudo que ustedes —apunta al clan Cullen— las quieran arriesgar.
Esme niega ignorando por completo a Edward.
Comprendo su preocupación, después de confesarme que me ha esperado por siglos no sabe lo que debe hacer para no perderme. Sin embargo, él no comprende que ni siquiera la muerte me alejaría de él.
— Repasemos —me giro a Alice—, nadaremos a la cueva. Y aguardaremos a que el ser extraño aparezca, después lo atacamos. Me suena a un plan suicida, pero es lo mejor que tenemos.
— ¿Qué pasa con nosotros? —Emmett ve preocupado a Rose— ¿Nos quedaremos como niños buenos aguardando?
Rose resopla molesta —: No idiota, estarán en la cueva en caso de que caigamos inconscientes o algo por el estilo. Siempre es una posibilidad.
Él asiente en comprensión y se gira a Carlisle quién habla ahora —: Faltan cuarenta y cinco minutos para que anochezca. Debemos ir a la cueva, ¿las seguimos?
Mamá asiente solamente, mis hermanas y madre comienzan a correr en dirección a la Push, habíamos decidido entrar por el agua, así los Cullen no romperían el tratado que tenían con los Quiliotes, los lobos de la Push.
— ¿No necesitas respirar, cierto? —pregunto a Edward una vez que hemos llegado a la orilla.
Enarca su perfecta ceja y niega, respiro aliviada a pesar de haber conocido la respuesta desde antes de tiempo, simple. Tenía que asegurarme. — "Vamos amor."
Asiento a Edward y entro al agua, mi cola aparece al tocar el agua. Respiro con satisfacción, la última vez que había podido transformarme en buenos términos había sido cuando había llegado a Forks recientemente. Edward entra al agua en seguida, juntos nadamos mar adentro, una vez dentro posiciono sus manos en mi cintura, el me abraza sin dudar, y sin esperar alguna señal de mis hermanas comienzo a nadar con Edward abrazado a mí.
Llego a la cueva con el resto de la familia a mis espaldas, tenía sus ventajas nadar más rápido que mi familia. Sonrío cuando salgo a la superficie, Edward sale del agua y analiza la cueva antes de girarse de nuevo a mí —: Ha sido maravilloso —sonrío—. Prométeme que volveremos a nadar juntos, y que me dejaras enseñarte mi mundo.
Asiento con una sonrisa en labios, él se inclina a mi altura y me besa. —Cuando esto termine lo primero que haremos será correr por los bosques juntos.
Edward sonríe de vuelta antes de unirse a sus hermanos y padre en la oscuridad de la cueva, se han apartado lo suficiente no solo para no salir heridos, sino también para evitar que el extraño ser se percate de su presencia en la cueva.
Pronto llego el momento en que el agua a nuestro alrededor comenzó a cobrar vida, me estremecí al sentir algo acariciar mi aleta, él había vuelto.
La oscuridad reino la noche rápidamente, y, una aurora mística creció en la pequeña isla…de lo más profundo del océano surgió danzando con una suave gracia. Ella estaba ahí, había ido a él, ella le amaba. Los restos de su espíritu sonrieron con regocijo los siglos de espera había valido la pena, tomaría a su amada con él y juntos regresarían a su mundo, al único lugar dónde pertenecían.
Cuatro sirenas se cernían en el corazón del océano, formando un circulo que evitara que el extraño ser tomará como rehén alguna de ella. La silueta se irguió orgullosa tomando su verdadera forma, una cola de pez le acompañaba, mientras que el lugar dónde debía poseer un rostro se formó la silueta de un joven de pómulos altos, su nariz era refinada y ojos aparentemente almendrados, delgadas hebras de lo que parecía cabello surcaba su rostro, ignoro al resto de las sirenas, hasta que la encontró, extendió una mano a ella, una clara invitación a unirse a él, primero se encargaría de terminar con su vida terrenal, y finalmente ambos de fundirían en los más profundo del océano.
Él, tan pronto vio el rechazo en sus ojos creo un remolino contra ella, y quienes le acompañaban, las jóvenes sirenas morenas le atacaron, le inmovilizaron en una de las esquinas de la cueva, evitando así que huyera, una cabellera rubia se encargó de que el extraño ser comenzara a congelarse, dejo lo que aparentemente parecía un rostro fuera lo único sin congelar.
— ¿Quién eres? —Demando la castaña mientras dirigía su poder al rostro de la criatura, su rostro era el de un joven apuesto de cabellos rizados, formado por agua.
El extraño ser emitió una mueca mostrando un intento de sonrisa al sentir su rostro ser quemado por su amada, negó presa del miedo al ver que ella no le reconocía después de todo el tiempo que pasaron juntos — Soy Alarick, amor mío…haz renacido en otro cuerpo, siento tu alma terrenal, pero sigues siendo mía.
Sorprendida por escucharle en su mente, y ver que era la única que le escucho, hizo a copio de su poder y se enfocó en incrementar la temperatura de este. El ser soltó un grito agonizante, al verse atacado por ella, sintió el odio recorrerle de nuevo.
— ¿Por qué has vuelto? — Le grito en su mente, por un segundo creyó que no le había escuchado, desgraciadamente, él había creado hace miles de años un vínculo, no obstante ella no tenía el conocimiento de esto.
— Te amé hace años, y ahora miles después lo sigo haciendo, y seguiré…ahora eres como yo, sé que no morirás…y, volveré el tiempo que sea necesario hasta que vuelvas a mí…—La castaña no dudo ni un segundo en seguir atacándole.
"Puedes atacarme y desterrarme todas las veces que quieras amor, pero al final siempre volverás a mí…" "No dejaré que vuelvas a ese humano iluso que crees pertenecer" — Y, sin mediar sus palabras, el magnífico ser ataco su mente con todos los recuerdos que había mantenido durante siglos tan celosamente, no todo había comenzado hace nueve siglos como Esme había apuntado, esa era su vida más reciente, sin embargo, el origen de ellos, los demonios del agua iniciaba antes.
— Volveremos a estar juntos, Anyanka, ya te aparte de él una vez, lo haré de nuevo.
La castaña no contuvo su odio al ver como el terrible ser la había alejado en más de una ocasión del amor de su vida, su vampiro y ella habían estado destinados desde el inicio de los tiempos, y él se había encargado de alejarlos siempre. Ahora que ella sabía el origen de sus almas no permitiría que volviera a ocurrir. Los minutos transcurrieron, hasta que la luna finalmente se posó sobre el estanque, está aún no era llena, sin embargo poseía algo especial, una luna que aparecía cada trecientos años únicamente, tanto los seres del agua como de la tierra observaron como el ser se consumía por completo hasta quedar en nada, la magia que las había convertido hace sesenta años en sirenas ahora se posaba sobre ellas terminando con él, centellantes luces subieron hacia el cielo, mientras que el extraño ser desaparecía por completo volviéndose nada.
Para cuando la luna se a parto del estanque las jóvenes cayeron inconscientes, mientras que los cuidadores de la noche corrieron a socorrerlas, evitando que cayeran en el agua. Cómo poderosos titanes tomaron a sus amadas entre sus brazos y emprendieron camino a su hogar, todo había terminado, ahora, ningún ser se atrevería a apartarles del amor de su vida.
La cueva cayó en tinieblas tan pronto los místicos seres abandonaran, sin embargo, de la oscuridad surgió una joven de cabellos tan negros como la oscuridad, observo al cielo, su amor había sido desterrado de este mundo una vez más y ella no había llegado a tiempo para salvarle, no terminaría así. Ella no lo permitiría. Esta vez el regresaría y estarían juntos una vez que se deshaga de ella, su carcelera. Había esperado setecientos años para verle de nuevo, y ahora que había tenido un atisbo del que una vez fue su señor y el amor de su vida no se permitiría perderle.
Ella tomaría el lugar del maligno ser que había osado rechazarle, con esa decisión en mente se lanzó a las profundidades del océano. La profecía se había cumplido finalmente, ahora le correspondía hacer su parte, debía volver a dónde inició todo, así su señor sería capaz de volver al mundo.
Solo esperaba que cuando el viera la forma en la cual volvería no le odiará como ya lo hacía ella misma al no haber sido capaz de obtener antes su corazón.
ROSALIE POV
Sostengo mi cabeza con una mano, me mata el dolor. Los recuerdos me atacan inmediatamente, me muevo más rápido de lo esperado, Emmett impide que me ponga en pie, le veo y sonrío. Todo acabo.
— ¿Cómo estás?
— Siento como si un ser maligno se hubiera llevado toda mi energía, pero estaré bien.
— Me alegra escuchar eso —me giro a la voz de Bella, descansa en su forma humana recargada en Edward—. Él no nos dará problemas por ahora, posiblemente en tres siglos más. Nos aseguraremos de volverle a desterrar, al menos hasta que encontremos la manera de terminar con él en definitiva.
— ¡Maldición! —Giro a ver a Alice, sostiene su cabeza entre sus manos— ¿Qué demonios pasó? Siento como si Cynthia hubiera cantado de nuevo.
Río sin contenerme, Alice nunca cambiaría —: Tranquila Alice —digo—, solo ha sido un tritón malvado está vez.
Las risas no se hacen esperar, todo ha terminado finalmente; el pez estaría fuera de agua por trecientos años más. "Parece que tendrás a tu sirena durante un buen tiempo, cuñadito" —pienso a Edward, él asiente besando la frente de mi hermana.
— Y, cómo todo ha terminado —comienza Carlisle llamando la atención de todos—. Esme, quería hacerlo de otra manera, pero me doy cuenta que no hay mejor momento que ahora—. Observo como este se pone en su rodilla y saca del interior de su pantalón una pequeña caja, contengo mis lágrimas, es asombroso. Finalmente podrán estar juntos—. Esmeralda Platt, ¿me concederías el honor de pasar mi eternidad junto a ti?
El sí de Esme resuena por toda la habitación, me atrevo apostar que casi todo Forks la ha escuchado aceptar. Carlisle pone el anillo de compromiso en su mano izquierda y la besa, no puedo aguardar a que Emmett le imite. La carcajada de Edward me distrae por completo, él niega a mis pensamientos, tendría que decirle a Bella que le enseñe modales. No es adecuado que se la pase leyendo mentes sin permiso.
Sonrío con malicia, antes de llamarle —Edward—él asiente en reconocimiento— "Comienza a preocuparte por tu situación, no sabes con quién te has metido. Bella es alérgica al matrimonio. Emmett te puede parecer incapaz, pero ella le supera".
La manzana de Adam del vampiro tiembla, lo había conseguido. Mi sonrisa crece cuando veo pensar y susurrar en su oído — Edward. Te amo, pero con una boda es suficiente, podemos hablarlo después de un par de décadas.
La habitación se llena inmediatamente de risas, mis hermanas y madre ya conocían a Bella tan bien como yo para saber que no aceptaría.
— Ve lo de esta manera Ed —le llama Jasper—, tienes una eternidad para proponerte.
— Y ella una para que te rechace —intervino Emmett con una sonrisa—. Aparentemente, seguirás con cinturón.
— Dime que es mentira amor —sus palabras son un ruego desesperado, casi siento pena por él—, por favor.
— Edward, es un papel y ya, lo hablaremos en un par de décadas.
Las risas y llantos de felicidad no se hacen esperar, todo había terminado. O al menos así sería por los próximos trecientos años.
Y aquí termina la primera temporada, espero que nos volvamos a leer pronto. Y no en meses.
At. A.
