Capitulo 5: Enojo.

"Ouran high school host club no me pertenece, le pertenece a Hatori Bisco"


Después del percance con las estadunidenses, Kyoya se encontraba furioso, comiendo en el restaurant que había escogido Honey, que era de comida rápida, estaba harto de la comida "plebeya" pero los gemelos habían acordado que era lo mejor para la economía de Haruhi, además ellos, al igual que Tamaki, encontraban un placer por las cosas tan comunes que hacia la gente pobre y para su mala suerte, América estaba lleno de comida basura.

— Sonaban muy interesantes los apellidos que te grito esa chica— comento Hikaru, mientras mordía su hamburguesa, Kyoya clavó su mirada ónix en el chico de cabellos rojos, este después de masticar y tragar el bocado agrego— me pareció haberlos escuchado antes.

— No me sorprendería, después de todo ustedes son más apegado a Estados Unidos por la empresa de su madre— dijo Kyoya con fastidio, mientras se tragaba una papa frita con furia—quiero olvidar el asunto.

— Creo que fuiste muy grosero Kyoya-senpai, las chicas tal vez querían ser amables, además si ellas estaban rentando habitación en ese edificio, debe tener buena posición económica— murmuro Haruhi, mientras tomaba refresco con una pajilla.

Odiaba admitirlo, pero Haruhi tenía razón de nuevo, tal vez esas chicas eran hijas de personas importantes, esperaba que no tuvieran que ver con su empresa, pero sabía que de ser socias sus familias, las recordaría.

— Ya sé, dónde oí esos apellidos— grito Hikaru sacando su moderno celular a la vista de los demás miembros que lo veía expectantes— estaba viendo la sección de sociales del periódico local y vi el apellido de la chica Pritzker, es hija de un empresario famoso de Chicago, dueño de los hoteles Hyatt y la otra es nieta de uno de los dueños de la Cadena Wal-Mart.

A Kyoya casi se le atora la hamburguesa al ver que lo dicho por el gemelo demoniaco era verdad, ambas señoritas eran sumamente ricas y se encontraban en el top diez de familias millonarias en EU. Y él se había comportado como un completo imbécil por su mal humor.

— Lo más seguro, que sean tus vecinas— añadió Karou con malicia mientras levantaba una ceja — vaya Kyoya, generalmente no se te escapan estos detalles.

Kyoya se puso de pie y salió del restaurant ante la vista de todos.

— Karou, Hikaru, no pueden dejarlo tranquilo— los regaño Haruhi, poniéndose de pie ante unos risueños gemelos, salió del restaurant para ver a Kyoya.

El muchacho de lentes sentía que su cabeza iba explotar y antes de irse en contra de los gemelos prefirió salir a tomar aire fresco, eran demasiadas emociones en su interior, la reunión con uno de los socios de la empresa lo había dejado sumamente molesto, ver que lo menospreciaban por su edad lo enfureció , pero al comenzar a lanzar órdenes y mostrar su lado de "demonio de sangre fría", esa que solo los miembros del club habían experimentado, calló las bocas de aquellos dinosaurios; pero para la desgracia de las chicas americanas, ellas también recibieron un poco del "encanto Ootori" .

— Hola Kyoya-senpai ¿está más tranquilo?— pregunto la castaña acercándose un poco al joven. quien se había quitado las gafas y se daba un masaje en el arco de la nariz, Haruhi lo miro intrigada, hace mucho que no lo veía sin ellas y eso le trajo recuerdos de cuando tuvo un "acercamiento" de la verdadera personalidad de Kyoya, ella sintió un escalofrió ante ese recuerdo.

— ¿Tienes frio Haruhi?— Kyoya no podía dejar de preocuparse por la chica, aunque de una manera más sutil que el resto —. No debiste haber salido sin abrigo, el tiempo en Boston cambia constantemente—. Agrego, mientras se quitaba el saco de su traje y se lo ponía a la castaña.

Haruhi iba a negarse, pero al ver a Kyoya más tranquilo, se contuvo; Comenzaba a sentir algo de culpa, ella iba a dialogar con el moreno y no había pronuncia más que dos palabras, además, la caballerosidad que mostro con ella le recordó a cierto rubio cabeza hueca.

— ¿Qué ocurre Haruhi? — pregunto, al verla tan pensativa.

— ¿Sabes algo de él, Kyoya?— Kyoya suspiro ante esa duda, era obvio que los pensamientos de ella serian para Tamaki.

— Solo sé, que Tamaki sigue en negociaciones con varios socios, al parecer las acciones del grupo Suou han bajado considerablemente en estas fechas— aclaró seriamente, la mirada de la chica se llenó de preocupación.

A kilómetros de distancia, Tamaki estaba fastidiado de ver cifras y cuentas con los empleados de su abuela, él solo quería volver a estar con su novia, llevarla a pasear por Boston y si ella lo permitiera, irse lejos, a Francia, para hacer una hermosa familia libre de los perjuicios de la sociedad donde había crecido, donde Haruhi seria siempre vista como una "plebeya" por lo socios de la compañía y por su misma abuela que tampoco recibía bien que su nieto fuera un bastardo y no escogiera a la señorita Ecleir,.

Aun recordaba la conversación que ambos habían tenido, la mujer entro con gesto recio a las oficinas donde el rubio tenía su equipo personal de trabajo, el joven solo suspiro al verla, desde hace meses se encargaba de la administración de los hoteles de la familia.

— Tamaki, necesito hablar contigo en privado— lo llamo su abuela, el dejo el escritorio de su oficina y la siguió por un pasillo largo, donde los empleados le dedicaban una mirada curiosa.

Ambos entraron a una pequeña recepción, la mujer le dio una mirada severa, Tamaki tembló, sentándose en una silla rosa, que era su único soporte. La anciana permanecía imponente, de pie ante su nieto

— Tamaki he recibido una oferta de parte un emporio estadunidense llamado Grupo Hyatt, quieren comprar nuestra empresa y me han ofrecido cincuenta millones de dólares por ser ellos los dueños de los hoteles Suou— las palabras salían tranquilas de su boca, mientras en su asiento, su nieto abría los ojos alarmado.

— ¡Que! ¡No puedes vender todo!— gritó Tamaki bastante alterado, por la posibilidad de que su abuela vendiera las acciones por tan poco.

— Los préstamos que hemos pedido para mantener tanto el instituto como los hoteles, han hecho que nuestras acciones bajen considerablemente, eso sin contar la renuncia de varios de nuestros proveedores y socios más importantes, si no vendemos la empresa ahora, iremos a la quiebra en menos de seis meses— añadió la anciana, fulminándolo con la mirada.

— Abuela, debe haber otra solución, cincuenta millones es muy poco dinero, con eso no podremos mantener el instituto— expuso Tamaki, la anciana negó con la cabeza.

— Lo sé, se perdería la alcurnia del apellido Suou, además que los tratamientos de tu madre, estos no podrían seguirse manteniendo por más de un año—agregó la anciana, ante cada palabra el corazón de Tamaki se achicaba—. La única solución, es que aceptes la propuesta de la señorita Tonerre o busques una mujer que te otorgue algún beneficio, algo económico que esa "inteligente" novia tuya, no puede darte.

Tamaki estaba devastado, él amaba a Haruhi y estaba dispuesto a desafiar a todos por ella, pero jamás imagino que la empresa estuviera a punto de la bancarrota y que eso significara perder el instituto y los tratamientos de su madre.

— Además sabes muy bien Tamaki, que la beca que tiene tu novia es por parte de la fundación de la que es dueño tu padre, si caemos en la bancarrota ella junto con otros becarios perderán las oportunidades que tienen en este momento, dejaríamos alrededor de cincuenta estudiantes sin apoyo— la voz de su abuela destilaba veneno, levantando una ceja hacía él, pregunto— ¿Quieres que tu linda Haruhi se quede sin educación?

De eso ya hacía meses, ahora el joven Tamaki evitaba ver al rostro de su querida castaña, como le diría que tenía que terminar su noviazgo, él sabía que si Haruhi se enteraba lo dejaría, así de noble era la chica, pero él no viviría sin ella. Su egoísmo lo obligaba a mentirle a todos.

Una vez que pagaron sus consumos, Kyoya ordeno a su chofer llevarlos al edificio donde vivía Haruhi, cada quien tomo su rumbo, por lo que la chica se quedaría sola de nuevo es su hogar.

La soledad la reconfortaba, pero desde que Tamaki se alejaba de ella esta le dejaba u vacío en su pecho, intentaba ignorarlo y aprovechar la ausencia del rubio para estudiar, pero la falta de las ocurrencias de Tamaki en su vida le producía una infelicidad que solo lo demás miembros podían opacar; pero lejos, y viéndose en su habitación sin compañía, se sentía asfixiada.

Necesitaba hablar con alguien, pero ya era muy tarde, de pronto observo el costoso saco negro, recordó que no se lo había devuelto a Kyoya, era muy tonto de su parte caminar de madrugada hacia los edificios donde residía el host. Pero la terquedad en su cabeza la obligo a ponerse los zapatos e ir con el "rey entre las sombras" después de todo, un poco de aire frio le vendría bien.

Mientras tanto, Kyoya revisaba constantemente un documento, la lista que tenía después del filtro de Haruhi, no lo convencía, tendría que salir con las más "llamativas" pero dudaba que su agenda le diera tiempo para hacerlo con las diez candidatas que habían quedado, todas eran hermosas pero aún seguía sintiendo ese amor por su amiga y a pesar de lo mucho que luchaba por estar tranquilo, la ausencia de Tamaki le daba una oportunidad de conquistar a la castaña.

Meneo la cabeza ante ese pensamiento, y se dejó caer en el costos sofá de cuero negro, cubriendo su rostro con aquel papel impreso, cada día se volvía un poco más cretino, pensó para sí mismo, decidió preparar una taza de té, los pronósticos anunciaban una tormera eléctrica y él quería estudiar un poco antes de dormir, de pronto, el intercomunicador del edificio sonó, extrañado, se acercó a ver quién lo llamaba.

Al ver que era Haruhi, ordeno al guardia que la dejara pasar. Esta se acercó a la puerta de acceso, donde un malhumorado Kyoya en ropa de dormir la recibía.

— Senpai, lamento molestarlo olvide cuál era su piso, venía a devolverle esto — contesto rápidamente al verlo en piyama, mientas estiraba la mano para entregarle el saco que él le había puesto en el restaurant.

— Haruhi ¿Por qué diablos me entregas esto? son casi las 12 de la noche, te pudo haber pasado algo — la regaño fuera de su puerta, mientras le arrebata la prenda de la mano.

— Vamos, estamos dentro del campus de la universidad, es muy seguro— se defendió Haruhi, mirándolo seriamente —. Además se del insomnio que padece así que sabía que no los despertaría.

— Eso es lo de menos, ¿sabes la taza de violaciones que se da en las universidades de este país? sigues igual de imprudente desde ese día en la playa, a veces pienso que olvidas que eres mujer Haruhi— le respondió molesto.

Haruhi iba a refutar su comentario, pero un sonido estremeció las ventanas del edificio y un brillo ilumino aquel pasillo oscuro, la castaña tembló al saber de qué se trataba, Kyoya no tuvo tiempo de reaccionar, solo pudo soltar un respingo al sentir a Haruhi en sus brazos.


N.A. ¡Dios! por fin edite esto, tuve que releer lo mismo que había escrito hace dos años, y si pudiera regresar al pasado me daría un golpe por tonta, pero bueno chicos debo aclarar que, si habrá interacción de mi Oc con Kyoya y haremos dudar a Haruhi de muchas cosas. Saludos.