Capítulo 7: Deseos
"Ouran high school host club no me pertenece, es obra de Hatori Bisco"
Kyoya estaba intentando dormir, con sus manos cubría sus ojos pero no podía concebir el sueño; sabía que había tomado la decisión correcta al dejar ir a Haruhi con Honey, pero aun así una parte deseaba haber despertado a la castaña y decirle sus sentimientos, se preguntó ¿Cuándo había comenzado a tener una fijación por ella?
Supuso que fue ese día en la playa, cuando fue atacada por esos sujetos y el intento de forma torpe demostrarle porque ella seguía siendo una chica, aunque Haruhi no entendió sus planes lo llamó una buena persona, algo que hace bastante tiempo no escuchaba.
Y aunque sabía de los sentimientos de los demás e intento ser malvado con ella para demostrarle que lo dicho era mentira, ella lo defendió de su padre y dijo que estaba orgullosa de él; Pero cuando vio que la relación entre ella y Tamaky había avanzado, se hizo a un lado y ahora ahí estaba sin poder dormir pensando en ella.
Un sonido incesante lo saco de sus cavilaciones, el timbre sonó de nuevo, observo el reloj de su cama, eran la tres de la madrugada, se puso de pie con parsimonia, no llevaba camisa y solo un pantalón de piyama negro, camino a abrir la puerta, dispuesto a mandar a volar al imbécil que lo haya molestado a esas horas de la madrugada, pero se encontró con Haruhi, iba a gritarle que si había vuelto loca de remate, con una aura azul a su alrededor se disponía a reclamarle, pero Haruhi lo calló con unas simples palabras:
—Tamaki me deja, se ira Francia por órdenes de su abuela— susurro la castaña. mientras rompía en llanto.
Kyoya estaba en shock, jamás pensó que el idiota de su amigo dejara a Haruhi, de repente unas ganas infernales de partirle la cara a francés se apoderaron de él, que se creía el muy imbécil, todos habían renunciado a Haruhi para verlo feliz y él la dejaba, justo cuando iba a salir para ir por su mejor amigo, una mano lo detuvo.
—Kyoya senpai, no me dejes sola— le suplico la castaña, Kyoya sintió que las paredes de hielo que había construido se derrumbaban, abrazo a Haruhi y le dio un suave beso en la frente, y sin que él lo esperaba Haruhi lo beso.
Sorprendido por aquel acto, intento alejarse de ella, pero las lágrimas que corrían por el rostro de la chica le confirmaban que si él lo hacía ella se podría aún más mal, y mentiría si confesara que él no deseaba ese acto precipitado, los labios dulces de la chica lo estaban volviendo loco, él se aferró a ella profundizando el beso.
El cerebro de Kyoya que le gritaba que lo que hacía no era correcto, que hacer justo lo que pensaba hacer con Haruhi no estaba bien, pero el pensamiento fue mandado al diablo cuando Haruhi lo tomo por el cuello acercándola más a ella, Kyoya la cargo y la llevo a su cama, la puso en ella sin dejar de besarla y empezó a deslizar su mano por su cuerpo, esperando que Haruhi le digiera que se detuviera, pero la protesta no llegó, así que Kyoya prosiguió bajando su boca para besar el cuello blanco de la castaña y quitándole el saco que ella llevaba, ella empezó a acariciar su pecho desnudo.
Un dulce sonrojo adornaba las mejillas de ambos, mientras el moreno proseguía con su estela de besos hacia el escote de la chica, recibiendo un gemido en respuesta, definitivamente ahora no podría detenerse, subiendo un poco su blusa, se dispuso a besar aquel vientre plano, hasta que Haruhi gimió un nombre:
— T-amaki…
Kyoya escucho el sonido incesante del despertador, el sudor perlaba su frente y las manos cubrieron su rostro, todo fue un maldito sueño, nada había ocurrido. Visiblemente excitado, fulmino al infernal aparato con la mirada lanzándolo a la pared provocando que se rompiera en pedazos, él había tenido ese tipo de sueños antes, pero la protagonista no era la novia de su mejor amigo;
"Debes sacártela de la cabeza, incluso mis sueños me dicen que ella está enamorada de Tamaki" pensó para sí mismo, antes de golpear una almohada.
En el apartamento de frente, Katherine se levantó de su escritorio, se había quedado dormida mientras hacia una investigación de su nuevo vecino. La pila de su tableta estaba casi por agotarse así que la conecto a la luz.
"Bueno al menos la luz ya volvió" pensó mientras miraba los resultados que le había dado su investigación:
Kyoya Ootori, tercer hijo varón del magnate de negocios Yoshio Ootori, diecinueve años, soltero, estudiante de la prestigiosa academia Ouran.
"Diablos el tipo no tiene nada útil, es un joven rico reservado" pensó Katherine frustrada.
Después recordó las fotos que había tomado de Kyoya cargando a la chica castaña, quería vengarse del mal rato que le había hecho pasar el moreno ese día a ella y su amiga, Además no sería mala idea acercarse a él, después de todo en Japón la empresa de sus padres era muy reconocida y su amistad seria benéfica.
Tenía planes definidos y debía llevarlos a cabo. Ella conocía una persona que, aunque a años de no verla, el contacto jamás se había perdido, ella estudiaba aun en Ouran, tal vez conocía el circulo en el que se movía Kyoya; tomando su móvil realizo una llamada.
— Hola, quisiera hablar con la señorita Renge Houshakuji. Dígale que Katherine Pritzker quiere hablar con ella —dijo Katherine a una de las criadas de la mansión de Renge, después de algo de movimiento detrás de la otra línea escucho la característica voz de su amiga—. Hola amiga. ¿Cómo estás?, sé que ha pasado tiempo desde que nos vimos en ese internado en Francia, tu padre me dijo que te habías ido a estudiar a Japón, y le pedí permiso de que me visites en EUA ¿Qué dices?, ¿quieres pasar un fin de semana en América?
En el departamento compartido, Tamaki se despertó a lado de Haruhi, verla dormir era una de las cosas que más le traía paz consigo mismo, recordó aun como su bella novia lo miró con profundos ojos castaños y le dio una sonrisa. Ante eso no había tenido el valor decirle la verdad, la confesión fue guardada y las dudas lo nublaban.
— Tamaki volviste de tu viaje—dijo Haruhi dándole una sonrisa.
— Sí, querida princesa quería verte en cuanto llegue, pero al no encontrarte casi caigo en un colapso, ¡no vuelvas a darme ese susto de muerte! — la regaño Tamaki dándole un fuerte abrazo de oso— casi llamó al FBI para tu búsqueda.
— ¿Cómo llegue a la casa? — preguntó la castaña confundida.
— Honey te trajo, princesa tengo que saber algo… ¿Aún me amas?
— Por supuesto, ¿crees que dejaría que estuvieras conmigo si no fuera así?— le confesó Haruhi— organice una salida junto con los demás para celebrar tu regreso de los viajes de negocios.
Tamaki la abrazo de nuevo casi asfixiándola ante esa declaración: "Mi linda Haruhi, veré la forma de quedarme contigo a pesar de todos los problemas".
N.A. Ya quedó este capítulo, soy una floja desconsiderada, pero ya verán pronto un poco más de esta historia. Y si, soy mala con el pobre de Kyoya, mira que ese sueño 7w7
