Capítulo 17: problemas

"Ouran high school host club no me pertenece, es propiedad de Hatori Bisco"

Eran justo las una de la tarde, el sol estaba en su esplendor y Kyouya estaba esperando que sus clases finalizaran, no había visto a la pelirroja por la facultad ni mucho menos en las clases que compartían y eso le preocupaba un poco, aunque le costara decirlo en voz alta le mando un mensaje, habían quedado de verse pero ella le canceló de pronto, fingiendo una molestia femenina, quiso pensar que tal vez su visita no la dejo dormir, y eso le traía cierta satisfacción a su ego, desde que Renge se obsesiono con él no había recibido atención de alguien que no fuera "clienta" dentro del host club.

El joven salió de su salón caminando tranquilamente para esperar a Tachibana en el estacionamiento de los alumnos de la facultad, pero para su sorpresa vio un joven cerrarle el paso antes de llegar al lugar, era Arthur el hijo del alcalde, el moreno se puso a la defensiva, tal vez no era un hombre violento, pero sabía defenderse sin sus guardaespaldas.

— ¿Tú eres el tipo que acompaño a Katherine, el día de la fiesta de mi padre? — dijo el muchacho con desdén.

— Tengo algo de prisa— comento con sarcasmo al muchacho, Arthur estaba furioso e intento empujarlo, siendo sorprendido por dos guardaespaldas del jovencito quienes alejaron de su amo al hijo del alcalde, ante algunas miradas curiosas que paseaban por ahí.

— ¡Solo quiero advertirte asiático!, que la familia Pritzker me la ofreció en matrimonio, y estoy a punto de aceptarla— comentó con desdén, viendo como la mirada de Kyouya se encendía en furia, cuando una voz femenina los interrumpió.

— ¡Arthur, yo no soy de nadie! — gritó aquella voz a espaldas de los chicos — así que deja de causar problemas, esos de casarse entre ricos, es muy siglo XIX.

Katherine se acercó a ver a aquel espectáculo, Kyouya ordenó soltar a Arthur, quien observó con pesar la mala cara de la pelirroja, la cual tenía una enorme mascada en el cuello, para cubrir las marcas que causó Jack en su cuello.

— ¿Supongo que viniste con mi hermano Jack? — le recriminó la jovencita mirándolo con odio.

— Perdóname, debí avisarte antes… — intentó explicar el muchacho sabiendo que Jack había hecho algo tonto con su media hermana, pero ella lo calló de golpe.

— No hay nada que disculpar, Arthur, no soy un objeto, así que puedes irte a celar a otra — la pelirroja contesto tajante, el muchacho miró avergonzado el rostro desencajado de la mujer que tenía enfrente, quien ahora tenía a un Kyouya muy sonriente en la espalda protegiéndola.

— Katherine, volveré si deseas, tu tía necesita verte más y yo igual, mi propuesta matrimonial esta en la mesa — contestó el jovencito, dándose la media vuelta ante la mirada de algunos curiosos que se dispersaron al ver semejante escena.

— ¿Con que ese sujeto, piensa que eres de él? — cuestiono el "rey demonio", por alguna razón eso lo estaban molestando, y aunque Arthur fuera el hijo del alcalde de Chicago, no vendría mal hacerle una visita junto con su equipo de seguridad, para dejarle unos "puntos" en claro.

— Arthur piensa, que soy un bonito trofeo— comento la chica, Kyouya la miró y notó que la mascada que traía en su cuello se había bajado un poco, dejando ver un par de dedos dibujados en su cuello pálido.

— ¿Qué te paso en el cuello Katherine? — susurró de manera amenazante, acercándose más a ella para ver la marca roja — ¿Quién te hizo daño? — agregó mientras la agarraba de manera amable, ella bajo el rostro apenada, el muchacho en un acto íntimo hacia ella levantó su rostro con la mano, intentando reprimir las ganas enormes de consolarla.

— No es fácil para mi hablar de esto, Kyouya — comentó ella, los recuerdos del maltrato de su medio hermano, le vinieron a la mente, las veces que él la dañaba, ya sea de manera mental o física.

— Katherine, no te obligare a hablar, se que es difícil, pero yo…

— ¿Qué lograrías si te lo digo? — le interrumpió la jovencita, observando el rostro descompuesto del Host, quien solo pudo abrazarla, dejándola perpleja.

— Tienes la protección de un Ootori, eso es de mucho peso en nuestro mundo — le contestó él, causando que ella confiara en aquel apuesto demonio que tenía enfrente.

— Jack vino a darme un mensaje… al parecer piensa que tú y yo, somo algo… y eso pone en peligro su herencia, es un idiota, se le paso la mano conmigo— dijo ella, Kyouya sintió que la sangre se le subía a la cabeza, quería hacerle daño a ese desgraciado, como se atrevía a golpear a una mujer y además un miembro de su familia.

— ¿Dónde está Katherine?, les advertí que te respetara— las palabras Kyouya eran amenazantes, pidió a Tachibana ir con él, ordenándole algo en clave, Katherine sintió un terror terrible, así que lo sujeto del brazo.

— No es para tanto, estaré bien solo es una marca, además tenemos la cita para ver tu matrimonio — Ella casi suplicó.

La mirada de vergüenza que vio Kyouya le hizo sentir el deseo de proteger a esa terca muchacha del idiota de su medio hermano, él se acercó a ella, y le dio un abrazo.

— No restes valor, eres más importante que cualquier reunión — la regaño, ella sintió un cumulo de mariposas volar en su estómago, estaba demasiado frágil para su gusto, lo empujo alejándolo.

— Soy más fuerte que esto — le contestó ella, mientras tomaba sus pensamientos y volvía a ser una mujer racional — ¿Dónde me invitaras el almuerzo?

Él no entendía del todo la dinámica de ambos, y por un momento quiso ahorrarse el complicado mundo de buscar mujeres hermosas y ricas que cumplieran el papel de esposa perfecta, de ser una Ootori.

— ¿Dónde tu quieras? — pidió a sus guardias subir con ellos a la limosina, mientras ella los conducía a un restaurante pintoresco de Boston, ella sacó de su celular algunas imágenes de mujeres de la sociedad americana, algunas bellas, pero tremendamente huecas a palabras de la chica.

— Dime, ¿alguna te parece suficiente?, podría concertar una cita con alguna de ellas, estarán deseosas de comenzar a ir a un "cortejo" decente.

— No, ninguna de ellas me agrada, necesito algo más que belleza para poder pasar el resto de mi vida con alguna de ellas, inteligencia, clase, son cosas que buscó de una dama.

Katherine estaba anonadada, por un momento pensó que el asiático aceptaría a cualquiera de ellas, después de todo solo necesitaba mantener un matrimonio hasta la muerte de su padre.

— Quedan cuatro meses, no me das mucho margen para escoger, aun podemos arruinar el noviazgo de tu amigo con Haruhi — le cuestiono ella, pero por alguna razón el vicepresidente del host club, estaba harto de intentar conquistar lo que él ahora sabía que jamás le pertenecería.

— No, Haruhi y Tamaki resolverán sus problemas, y yo estaré feliz por los dos, así que en algún momento tendré mi felicidad, no quiero ser una piedra para ambos, a pesar de tus protestas…

Ella miró al jovencito, parecía dolido aun, pero la firmeza de sus palabras provocó algo desconocido en ella, y antes de que pudiera hacer algo para detener sus palabras estas abandonaron su boca.

— Si no te gusta ninguna de ellas, podrías escoger alguien de confianza con quien fingir un matrimonio…

El chico sonrió ante las palabras de ella, y ahí la pelirroja había mordido el cebo del joven Ootori, quien ahora solo tenía que cumplir la mitad del plan que pensaba desde hace tiempo.

— Quien mejor que mi socia, ¿no es así Katherine? — y ella abrió los ojos horrorizada, ante la oportunidad y la trampa que ambos estaban tejiendo hacía el otro.

Tachibana sonreía, a veces la juventud sobre todo la de la clase alta, se complicaba solo la vida.

N.A. Un poco de adelanto de este capítulo, así el cazador acabó cazado.