¡Hola a todos! ¿Cómo están? Espero que bien.
Aquí les traigo un nuevo capítulo que si puedo decir, es el que me da más orgullo hasta ahora. Voy a pasar a responder los reviews.
andres888: Que bueno que te gustara, estoy segura que hay días más agitados. que ése. Y sobre el foro, lo voy a pensar, gracias
SCP-048: La verdad, a mí también me llega a enojar mucho. Lo explicaría, pero me tardaría mucho, tal vez luego lo diga. Pero tienes razón, la forma de ser de las chicas influenciará mucho.
J0onas Nagera: Si, el pobre necesita vacaciones de todas ellas. Espero que este capítulo también te parezca interesante.
Starco Fantasma: En la película, yo siempre creí que el amigo en el baúl era niño, y según recuerdo, el amigo quería a Frankie para él solo. Gracias por tu voto.
Lancerot2000: Gracias. Espero te guste la continuación.
Trickgl01: Al primer review, tal vez puedas hacer una historia con eso. Y el segundo, Es cierto, mientras haya comida y suficiente papel de baño y un baño, todo está bien, jajajaja.
Dark-Mask-Uzumaki: Gracias, al final me anime con esta historia, llevaba con ella en la cabeza desde hace un año pero apenas me anime a hacerla. Entiendo que no te guste la caricatura, no les gustó a muchos pero si te animas a verla, tiene mucho que ver con la pelirroja que mencionas ;)
Y te entiendo, es difícil tener a alguien que te quiera y que sepa cocinar.
Gracias por tu voto. Y no. No harán esa clase de cosas ;P Pero espero que igual te guste el capítulo.
Ahora, formalidades. The Loud House le pertenece a Nickelodeon, y Mansión Foster le pertenece a Cartoon Network.
Disfruten el capítulo.
Cap. 2. ¿Qué es éste lugar?
Domingo en la mañana. La familia Loud; aún en pijama, ya se encontraba despierta después de terminar de desayunar algo también hecho por Lincoln, ya estaban listas para levantarse de la mesa cuando Lori saca sus lentes de sargento y su silbato, el cual sopla para llamar la atención.
-¡Escuchen todos, hoy es domingo! ¡Día de labores!- Dijo Lori con su tono de mando. Todos comenzaron a quejarse.
-Pero Lori, el día de labores es entre semana.- Habló Lincoln recordándole eso a su hermana mayor.
Por la respuesta de su único hermano hombre, Lori lo miró con enojo y apretando los dientes mientras se inclina amenazadoramente a su cara. -No discutas conmigo, enano. Soy la mayor y literalmente deben obedecerme.- Se alejó de la cara de Lincoln; quien se puso a temblar por lo ocurrido, y volteó a ver a sus demás hermanas menores. -¡Ahora muévanse a sus habitaciones, cámbiense de ropa, y a trabajar!- En respuesta, las hermanas volvieron a responder.
-¡Tengo que practicar para el roller derby! ¡Tengo que conseguir mi boleto para un concierto! ¡Hay rebajas en el mall! ¡Tengo práctica de baile con listón! ¡Tengo lucha en el lodo con mis amigos! ¡Ya las hicimos el jueves!- Esos y muchos otros quejidos se escuchaban, hasta que Lori los silenció con otro silbatazo.
-¡No les estoy preguntando! ¡Ahora muévanse!- Dijo antes de soplar su silbato una vez más y con eso, los hermanos Loud fueron a sus habitaciones para cambiarse.
De nuevo en la habitación de Lincoln, él se iba poniendo los zapatos y voltea a vernos. -Ya se que les dije ayer sobre que Lori nos ignora y yo mantengo el orden de la casa. Abajo pareció mentira lo que dije, ¿verdad? Bueno, lo que en realidad pasó es que durante la ausencia de nuestros padres, Lori ENSERIO no prestaba atención a nada que no fuera su teléfono, así que olvida los días de labores. Yo hago mi labor de sacar la basura, y les trato de recordar a las chicas que hagan las suyas: muchas me ignoran, me lanzan cosas, me dicen que no las moleste, que las harán después, que no quieren hacerlas o...- Se escuchan pisadas acercarse al cuarto del chico. -O, la otra cosa que me piden lo verán en 3... Levanta 3 dedos. -2.- Baja un dedo. -1.- Baja otro dedo, dejando el índice, y con el mismo dedo apunta a la puerta. Y entran a su cuarto Leni, Lola y Luna.
-Linky, necesito que me cubras con mi tarea. No puedo perderme las ofertas.- Dijo Leni ya con su bolsa en mano.
-Brother, enserio necesito que me cubras esta vez, mis amigos dicen que este concierto va a rockear y tengo que conseguir mi boleto antes de que se acaben.- Dijo Luna juntando sus manos suplicando.
-Voy a tener un concurso muy pronto, y necesito ensayar mi baile. ¡Y más te vale que me ayudes con mi tarea!- Habló Lola jalando de la camisa de su hermano mayor.
-Chicas, yo...- Quería negarse, pero entre los ojos de cachorro que le hacían sus hermanas mayores, mas los ojos furiosos de la menor, no pudo. -Está bien.- Dijo después de soltar un suspiro.
-¡Te debemos una!- Dijeron las 3 al mismo tiempo mientras salían del cuarto. Pero Lola regresó y le dijo recargada en la puerta. -Y cuando regrese, necesitaré de tus servicios para practicar para el concurso. Así que te avisaré cuando regrese para que tengas todo preparado.- Y con eso, la princesa se fue cerrando la puerta.
Lincoln suspira frustrado antes de vernos. -O... me piden que las cubra o que haga sus tareas mientras salen a hacer sus cosas, incluyendo a Lori. Y eso de que me deben una... Será para otro momento, ahora tengo otras 3 tareas, mas la mía, por hacer.- Con eso, Lincoln sale de su cuarto.
Ya era medio día y la mayoría ya habían terminado sus tareas, por lo que se fueron a hacer las cosas que querían. Con excepción de Lori, quien había terminado de lavar la ropa desde hace tiempo y desde entonces a estado hablando por su teléfono en la sala, y Lincoln; con quitar el cabello del lavamanos, tender las camas, y aspirar, el pobre peliblanco apenas estaba haciendo su labor de sacar la basura, arrastrando las tantas bolsas hacia el bote de basura de la acera.
-Ugh, al fin. Sólo falta que tire esto y tal vez pueda descansar un poco.- Se dijo Lincoln feliz con la idea de un buen descanso, pero... -¡AAH!- Algo lo hizo caer de espaldas. -Auch. ¿Qué pasó?- Se preguntó recargándose en sus brazos.
-¡Lindo baúl, Loud!- Gritó a lo lejos su vecino, el señor Quejón.
-¿Baúl?- Y vio lo que lo hizo caer. En efecto, sí era un baúl de madera con muchos colores. -¿Cómo llegó esto aquí?- Se preguntó mientras se levanta.
-¡Lincoln! ¡¿Por qué pierdes el tiempo ahí tirado?!- Gritó Lori viéndolo desde el barandal de la entrada.- Detiene su enojo cuando ve el mueble. -¿Y qué es esto?- Preguntó con duda.
-No lo sé. Estaba aquí afuera cuando sacaba la basura.- Respondió Lincoln encogiéndose de hombros antes de revisar con cuidado el baúl. Cuando termina, voltea de nuevo a ver a Lori. -Aparte de la cadena y el candado; lo que me es raro si puedo decir, no tiene dirección o algún nombre de su dueño.- Terminó de decir y miró a su hermana esperando a que dijera algo.
Lori miró el baúl pensando pero sin mostrar interés. -Mmm... Bueno, literalmente lo único que se me ocurre es que nos lo vinieron a dejar y por el ruido que hacen todos nadie lo escuchó. Tráelo acá adentro.- Dijo mientras texteaba y entraba a la casa. Con duda, Lincoln se preparaba para empujar el baúl. -¡Pero primero deja la basura en su lugar!- Gritó desde adentro de la casa. El peliblanco gruñó antes de hacer lo indicado y luego se puso a empujar lo mejor que pudo el baúl adentro de la casa Loud.
Ya adentro, Lincoln jalaba del mueble de madera, y vio a Lori recargada en el marco hacia el comedor mientras seguía texteando. Viéndola ahí, dejó salir algo que lo aquejaba. -Oye Lori, ¿Qué tal si estás equivocada?- La mencionada detiene su texteo y ve a su hermanito sin expresión alguna. -Puede ser que nos lo hayan traído por error y lo está esperando su verdadero dueño con la llave para abrirlo, por algo debe tener esta cadena.- Dijo mientras toma de la cadena y la levanta lo mejor que puede para mostrar su punto. -O puede ser que...- Iba a seguir hablando, pero Lori lo detiene con mostrar la palma de su mano.
Con los brazos cruzados, sin emoción alguna y aún viendo a su hermano. -Mira Lincoln. Literalmente no tienes que dar tu opinión en ésta casa.-
Lincoln tiene cara de sorpresa y de enojo, abriendo la boca a más no poder. -¡¿QUÉ?!
Lori se vuelve a inclinar a la altura del peliblanco, aún lo ve sin emoción y con voz clara.-Literalmente sólo estás para ayudarnos a las chicas y a mí para facilitarnos las cosas que queremos conseguir y a hacer las tareas que no nos gusta. Que yo sepa, ninguna de nosotras te ha preguntado tu opinión o si quieres o puedes hacerlas, tu único deber como hermano es ayudarnos sin cuestionar ni quejarte. Y como literalmente soy la mayor y la que da las órdenes, no vuelvas a contradecirme o te haré un pretzel humano.- Se levanta aún si mostrar emoción y con los brazos cruzados. -Ahora sube ese baúl al ático.-
Lincoln escuchó todo lo que dijo. Algo dentro de él se quebró. Sí, le dolieron las palabras de su hermana, pero más que nada, estaba furioso. Su cara se fue enrojeciendo cada vez más mientras hablaba su hermana. Ahora sólo respiraba agitado, aún con la cara roja, los dientes rechinando y los puños apretados. Mientras Lincoln veía a Lori con furia, casi listo para pegarle; Lori arqueó una ceja. -¿Y bien?- Le preguntó casi desafiándolo a que le pegara.
El chico se resignó, y aún molesto, se puso a jalar el baúl. Lori lo siguió con la mirada y con una sonrisa burlona/triunfante. -Así me gusta.- Dijo satisfecha de haber ganado, y se dirigió a la entrada de la casa con una bolsa y las llaves del auto. -Ah, y Lincoln.- El mencionado que estaba a mitad de las escaleras, se detiene y la ve aún molesto. -Que esto no se repita.- Cerraba la puerta pero la vuelve a abrir. -Ah, y por cierto. Voy a salir con Bobby. No terminé mi tarea porque no quise, sólo falta doblar la ropa y guardarla en los cajones de todos. Quiero que lo hagas. Y cuando regrese, vas a ayudarme con mi pedicura, de nuevo. Ja, literalmente otra de las ventajas de ser la mayor, puedo hacer lo que quiera.- Dijo lo último con una leve risa. Y con eso cierra la puerta y se va. Lincoln suelta un quejido fuerte y furioso mientras sigue subiendo el baúl.
Con mucho esfuerzo, Lincoln logró subir el baúl al ático. Lo empujó hasta el fondo del ático bajo una ventana que le daba luz. Ya en esa parte, se puso a respirar para tratar de calmarse, pero le era muy difícil. Lori lo hizo enojar mucho.
-Literalmente soy la mayor. Literalmente puedo hacer lo que quiera. Literalmente debes hacer lo que diga o te haré un pretzel humano.- Hablaba Lincoln tratando de imitar la voz de Lori. -¡AGH! ¡Esto es lo que opino de ti, Lori!- Y se pone a patear unas cajas que estaban ahí, para luego patear justo donde está el candado. -¡Au!- Grito de dolor y se sujetó el pie.
Por la patada, el candado se rompió, ganando la curiosidad del peliblanco. -Mm.. No me haría daño si hecho un vistazo dentro.. sólo para saber si no se rompió lo que sea que esté ahí.- Y quita las cadenas. Respira hondo y abre el baúl.
-¿Eh? Que raro. No hay nada.- Adentro del mueble, sólo se veía negro. Oscuro. Nada. -Entonces para qué tenia puesto las cadenas.- Se preguntó Lincoln mientras se inclinaba más para ver más adentro, hasta extendió un brazo para tratar de sentir algo. -Tampoco puedo sentir algo aquí. ¿Qué tan profundo es esto?- Lo último lo comentó cuando quiso sentir el fondo del baúl, para solo agitar su mano a nada. Así que se inclinó más. Y más.
-¡¡AAAAAHHHHHH!
¡Cayó dentro del baúl!
Lincoln estaba aterrado. ¡No sabía donde iba a caer o si iba a salir vivo de eso! Por lo que sólo pudo cerrar los ojos con fuerza durante la caída esperando su final, hasta que cayó en algo.
-Ay... Rayos y truenos y...- Maldecía Lincoln sujetando su cabeza por el dolor, que por suerte no fue muy fuerte ya que donde sea que cayó suavizo la caída. -Espera, ¿estoy vivo?- Se preguntó ya abriendo los ojos, y se inspeccionó para ver que no esta herido, sólo vio que tenía... ¿Hojas en el cabello? Vio dónde había caído. ¿En un arbusto?. Y revisó a su alrededor. En lugar de ver ropa, juguetes, o lo que sea que hay en un baúl, vio un campo.
Un campo muy hermoso con árboles, más arbustos como en el que cayó, pasto verde en todas partes, flores de muchos colores y un cielo azul con nubes blancas. Un lugar muy tranquilo.
-¡Wooow!- Fue lo único que pudo decir Lincoln. Estaba asombrado y confundido al mismo tiempo. Salió del arbusto y caminó un poco mientras miraba alrededor, en su andar vio al cielo y ahí había un hueco rectangular y oscuro, que es por donde había caído. -¿Cómo es esto posible?- Se preguntó en voz alta, caminando de espaldas, hasta que chocó con un árbol. ¿Eh?.- No le dolió el leve golpe, toca el árbol y es delgado. -Un segundo. Está hecho de cartón.- Y revisa que de verdad el árbol está hecho de cartón, como los de una obra, un lado esta pintado y el otro no. Curioso, ve una flor cerca y nota que sus pétalos en realidad son crayones de muchos colores. Arranca uno de color naranja y se pone a rayar el árbol del lado sin color. En eso, hace una cara traviesa y mira en varias direcciones antes de escribir algo que lo hace reír con malicia y suelta un suspiro de alivio.- Aah, así esta mejor.- Dice feliz con lo escrito
De repente, escucha un ruido detrás de él. Se asusta un poco y retrocede hacia el árbol. El ruido viene de un arbusto que se mueve. Y de el sale... Un conejito, que sale corriendo. Viendo al indefenso animal, Lincoln se siente un poco mal por pensar que asustó al animalito. -¡Espera!- Grita, logrando llamar la atención del conejo. -Esta bien, no tienes que asustarte.- Habla tranquilamente mientras camina despacio hacia el animal, quien se volteó a ver mejor al extraño niño. -Ven amigo, acércate.- Acto seguido se inclinó y le extendió una mano, el conejo se fue acercando poco a poco. -No te haré daño.- Palmeó el pasto y lo sintió diferente.- ¿Eh?- Palmea más el pasto. -¿Esto es una alfombra?- Se preguntó antes de ver al frente. El conejito ya estaba frente a él, pero Lincoln se asustó un poco.
¡El conejo no tenia cara!. Y viendolo con más cuidado, Lincoln notó que no era un conejo de verdad. Es un conejo de peluche rosa con un moño pequeño y rojo en la cabeza. El animalito juguete inclinó la cabeza curioso a nuestro amigo peliblanco, como si lo mirara con curiosidad. En eso, muchos otros animalitos de peluche rodearon a Lincoln. Él los observó y noto que habían ardillas, cerditos, ositos y otros conejos, pero ninguno tenía cara.
Lincoln escuchó pájaros cantando y los vio en los árboles. Eran pájaros de colores de cuerda. También notó un pequeño estanque con patitos de hule flotando. Ellos tampoco tenían cara. Y parecía que también veían al peliblanco curiosos, hasta unos pájaros se le acercaron y uno posó sobre su cabeza. Lincoln estaba muy confundido. Miraba alrededor y a los peluches. Con muchas preguntas en la cabeza, pero sólo pudo decir una en voz alta.
-¿Qué es éste lugar?-
-¡Hola!-
Esa repentina palabra asustó a Lincoln, haciendo que se asusten los animalitos que lo rodeaban. Se levantó y agarró la cosa más cercana que tenía para defenderse de lo que sea.
-¡¿Quién esta ahí?! Tengo un... ¿churro gigante?- En efecto, era un churro casi del tamaño de Lisa, dejando aun mas confundido al pobre. Pero se sacude la cabeza para continuar hablando.- Y.. sé como usarlo.- Y empieza a hacer movimientos como si de una espada se tratase.
-¡Perdón! No quise asustarte.- Habló con pena la voz. Y escuchando con más cuidado, Lincoln notó que la voz era de niña. Pero no notó que los animalitos sacaban sus cabezas de los arbustos donde se escondieron.
-¿Quién eres? ¿En dónde estás?- Preguntó Lincoln sin bajar el churro/espada, mirando a todas partes.
-Es difícil de responder. Sólo quería saludar y darte la bienvenida a mi mundo dentro del baúl.- Dijo la voz.
-¿Baúl?.. Espera.- Mira al cielo para ver de nuevo el hueco. Suelta el churro y se pega en la cabeza con sorpresa. -¡Santo cielo! Con todo esto olvidé que estaba dentro de un baúl. Perdón por entrar así.-
-No tienes que disculparte, vi que te caíste, para mi es un alivio que no te hayas lastimado. Y si yo estuviera en tu lugar, también habría olvidado que estoy dentro de un mueble.-
Lincoln sonrió por la comprensión y amabilidad de la voz. -Oye, perdón que pregunte. Pero ¿sabes si ibas a alguna parte, o a quién le perteneces? Estaba preocupado de que te le perdiste a alguien y quería ver si te devolvía con tu dueño.- Preguntó Lincoln con duda.
-Ah, si se a quien le pertenezco.- Lincoln notó que la voz ahora estaba triste, y se sintió culpable. -Mi ex dueño buscaba deshacerse de mí, pero algo ocurrió que me hizo caer de su auto y aterrizar frente a tu casa.-
Aun culpable, Lincoln se frotó la cabeza. -Ah, bueno, eso resuelve el misterio de cómo llegaste a mi casa. Lamento si herí tus sentimientos.-
-Descuida, no lo sabías.- La voz sonó más tranquila.
Volviendo a sonreír, el peliblanco extendió su mano a... bueno, a todas partes. -Por cierto, me llamo Lincoln Loud.- Empezaba a sentirse un poco tonto por no saber a donde dirigir su mano para saludar, hasta que siente que algo rasca su pierna y ve que es el peluche de conejo rosa llamando su atención y extendiendo su pata. La cual Lincoln estrecha.
-Mucho gusto Lincoln. Puedes decirme "Amiga".- Terminadas las presentaciones, Lincoln levanta a la peluche. -¿Te digo algo, Lincoln? Me alegra haberme caído frente a tu casa, porque así pudiste venir. Aquí me siento un poco sola, a veces atrapada en este lugar.- Dijo "Amiga", usando el peluche se puso a ver alrededor.
Y Lincoln también mira alrededor. Notando que algunos árboles si parecen reales y tienen frutas y refrescos de lata. Y algunos arbustos parece que tienen dulces o galletas. -Pues, viendo bien todo, parece que uno si puede sentirse solo, aunque admito que es genial.-
-¿Crees que esto es genial? Déjame mostrarte algo.- Con la pregunta, la conejita en los brazos de Lincoln saltó (tomándolo por sorpresa) y ella, junto a los peluches y los pájaros empezaron a correr y volar.
-¡Oye! ¡Esperen!- Lincoln corrió para alcanzar a los animalitos. Hasta que llegó a un muro de arbustos, frente a él, un peluche de ardilla le hizo señas de que entrara, Lincoln lo hizo y no tuvo problemas para quitar las hojas y ramas. Al llegar al otro lado del muro...- ¡WOOOW!-
-¡Esto es mucho más genial!- Dijo la voz "Amiga" muy emocionada y feliz.
¡Había muchas cosas ahí! ¡Era una feria con muchos juegos! Había 3 ruedas de la fortuna girando rápido y de colores. Dos carruseles que giraban uno lento y otro rápido. Una montaña rusa grande. Sillas voladoras. Sillas locas. Juegos para ganar premios. Maquinas para sacar peluches, dulces y frituras. Incluso máquinas para duelos de baile y para fichas de juego. Pero lo que más destacaba era que había personas Lego jugando en ellas, todos sin caras.
Lincoln realmente estaba impresionado. -Tenías razón "Amiga". Este lugar es... ¡ASOMBROSO!- Gritó lo último alzando los brazos para enfatizar su emoción. Varias personas Lego cerca de él voltearon a "verlo".
Un pajarito de cuerda jaló un poco el cabello de Lincoln para llamar su atención y que lo sigua. Eso hizo y siguió al pájaro hasta llegar a un sencillo columpio de cuerdas con un cómodo asiento de cojín, bajo un árbol con hojas doradas que caían delicadamente. -¿Qué tal si descansas un poco?- Le ofreció "Amiga" a Lincoln.
-Claro, gracias.- Dijo Lincoln feliz, dirigiéndose hacia el columpio, siendo seguido por los animalitos de peluche, los pájaros y algunas personas Lego para hacerle compañía. Ya sentado, una persona Lego vestida como un mayordomo le ofrece una caja con jugo de manzana frío y un plato con galletas, que Lincoln toma con gusto y se empieza a mecer un poco.- ¿Te digo la verdad? Yo también sé lo que se siente estar atrapado. Pero no me molestaría estar atrapado aquí.- Dijo tranquilo antes de comer otra galleta.
-¿Atrapado? ¿Cómo que también te sientes atrapado?- Preguntó "Amiga" curiosa.
-Bueno, es por mi familia, más en específico, mis hermanas. Pero es algo largo y difícil de explicar.- Dijo Lincoln mientras toma un poco de jugo.
-Inténtalo.- Insistió.
-Bueno. Lo mejor es que comience por decir que tengo 10 hermanas.- Empezó Lincoln como si fuera algo normal.
-¡10 hermanas!- Grito sorprendida.
-Jeje, si. 5 mayores y 5 menores.- Rio un poco Lincoln, acostumbrado a la reacción de la gente.
-¿Tus padres no conocen el condón o qué?- Preguntó desconcertada.
-Jeje, no sabes cuántas veces nos preguntan eso, excepto a las pequeñas. En fin, déjame hablarte de ellas para darme a entender...-
Y así estuvo Lincoln mucho tiempo. Sólo hablando sobre cómo son sus hermanas, su relación con cada una de ellas, y lo que hace por ellas. "Amiga", los animalitos y las personas Lego estuvieron a su lado todo el tiempo sentados y/o parados mientras escuchaban paciente y atentamente las palabras del peliblanco.
-Y bueno.. Sé que es mi deber como hermano cuidar de ellas, hasta de las mayores. Pero, a veces es... difícil.- Terminó de hablar Lincoln, con una cara relajada, como si hubiera liberado un gran peso de sus hombros.
-Wow, Lincoln. Apenas te conozco por un día, y puedo decirte; que eres muy listo, cariñoso, considerado, y siempre te sacrificas por los demás.- Dijo "Amiga" con admiración.
-Aaaww. Gracias por pensar eso de mí.- Dijo Lincoln sonriendo mientras se mece un poco más.
-Y si puedo decirte mi opinión. Tus hermanas no te tratan nada bien.- Dijo "Amiga" cambiando su tono de voz por uno más serio.
-Si...- Respondió aun sonriente, hasta que se dio cuenta de lo que dijo "Amiga" y se sobresalta. -Espera, ¡¿Qué?!
-Lo digo en serio. Tu hermana mayor, Lori, debería de escucharte más y debería de aprender que por ser la mayor no puede hacer lo que quiera siempre. Y tus demás hermanas deberían de agradecerte todo lo que haces por ellas, y deberían de recompensártelo más.- Dijo "Amiga" segura y seriamente. Mientras los animalitos y los Legos asienten con la cabeza.
-Bueno... hay veces en las que...- Lincoln trataba de pensar, hasta que escuchó un ruido de su celular. Lo saca y lo revisa, asustado de lo que lee. -¡Rayos! Ya se hizo muy tarde. Lori me está avisando que ya casi llega a casa, y lo mismo Lola. Y todavía no he doblado la ropa o preparado las cosas para ayudar a Lola. ¡Ambas van a matarme!- Se levanta del columpio y corre hacia el muro. Pero se voltea antes de atravesarlo. -Oye "Amiga". Me divertí mucho y muchas gracias por escucharme, no sabes lo mucho que necesitaba esto.- Dijo Lincoln de corazón.
-Yo también me divertí, y también gracias por escucharme. Puedes venir cuando quieras.- Lo invitó.
-Eh, si. Creo que lo haré.- Estaba por atravesar hasta que recordó algo. -Eh, oye. ¿Cómo voy a subir al baúl?- Pregunto algo apenado frotándose la cabeza.
-Jajaja. No te preocupes, te ayudaré. Cuando llegues abajo del agujero, sólo silba y una nube de malvavisco te ayudará a subir. Y cuando quieras entrar aquí, silba de nuevo, te tiras y la nube te atrapará.-
-Genial. Gracias otra vez "Amiga", te huelo luego.- Y atraviesa el muro de arbustos.
Ya Lincoln se asoma por el baúl y sale de él. Lo cierra y corre hacia la salida del ático, no sin antes voltear a vernos muy contento.
-Parece que encontré un nuevo refugio secreto que esta vez mis hermanas no pueden encontrar o molestarme. Me pregunto si volveré pronto.- Y con eso sale del ático.
Eso harás Lincoln, eso harás...
¿Siguen aquí? Qué bueno. Espero que les haya gustado.
No olviden escribir sus comentarios, sugerencias, pero no acepto groserías ni insultos. Y por favor, cuídense a ustedes y a sus familias.
Hasta la próxima.
