Los personajes y lugares pertenecen a Suzanne Collins. Esta solo es una historia creada desde la imaginación de una fan de los Juegos del Hambre.
CAPÍTULO 7
Es increíble la rabia que puede llegar a sentir una persona, la impotencia de no poder hacer nada para remediar las cosas. Es esa rabia que te hace cerrar las manos en un puño, apretar la mandíbula, casi hasta poder oír el rechinar de los dientes, el temblor en todo el cuerpo por controlar eso mismo, la rabia. Es esa impotencia la que hace que te piquen los ojos, conteniendo las lágrimas, es esa sensación de que te cogen el corazón y lo van estrujando poco a poco, es esa respiración acelerada que no podemos contener.
Katniss siente esas dos cosas, rabia hacia Gale por entrometerse, y así ella perder la oportunidad de hablar con Peeta, rabia hacia Johanna, por tampoco dejar que hable y que este tan cerca de su chico del Pan, rabia hacia el mismísimo Peeta, por no poder hablar con él, por dejar que Johanna se le acerque y ella no, rabia hacia todo y a todos. Y sí, también hacia ella misma, por no poder expresar lo que siente en palabras, por hacer sufrir a su chico del Pan aunque no sea esa su intención.
Siente desprecio hacia ella misma porque sabe que, como dice Haymitch, ni viviendo cien vidas merecería a Peeta.
Es ahí cuando se da cuenta que sus únicos pensamientos son hacía Peeta, que no quiere hacerle daño, ni que nadie se lo haga, si por ella fuera lo metería en una habitación blindada. Se da cuenta que inconscientemente a elegido por encima de todos y de Gale, a su chico del Pan, y que siente celos, hacia Johanna por estar tanto tiempo con Peeta, por que pueda abrazarlo y tocarlo, y ella no puede ni acercársele. Se da cuenta que tiene miedo de perderlo para siempre. De perder a Peeta.
Finalmente, el sentir los labios de Gale sobre los suyos, la saca de sus pensamientos, y se da cuenta de algo. Los labios de Gale, no son como los de Peeta, no saben igual, no se mueven igual, y no siente esa hambre que le recorre el cuerpo como cuando beso a su chico del Pan en la playa. Se da cuenta que no quiere esos labios, sino los de Peeta.
- Agh!-grita de dolor Gale, al Katniss bajar la cabeza y empujarla con fuerza hacia la nariz de Gale, causándole sangre en esta.- ¿Pero qué demonios has hecho?-le dice con rabia mientras se lleva las dos manos hacia la nariz, intentando parar el abundante flujo de sangre.
- Lo que te mereces, no vuelvas a besarme en tu vida, no te quiero de esa manera, solo puedo darte mi amistad, y como sigas interponiéndote entre Peeta y yo, no vas a tener ni eso.- le dice con rabia Katniss.
- ¡¿Pero qué estás diciendo?! ¡Siempre hemos sido tú y yo, o es ¿que ya no te acuerdas?!¡Ese Panadero es el que se interpuso entre nosotros, tú y yo estamos predestinados a estar juntos!- dice enfurecido.
- ¡No! ¡Te equivocas, nunca me plantee tener una relación más allá de la amistad contigo, tal vez, me llegue a confundir antes, no sé, creyendo que te debía algo por ayudar a mi familia cuando yo estuve en la arena y por sacarlos del 12 cuando ocurrieron los bombardeos, sintiéndome culpable porque Snow me tenía amenazada con haceros daño, pero ya está, te tengo el cariño que se tiene hacia un amigo!
- ¡Lo que estás diciendo es una locura! ¡Tú me quieres! ¡Y debemos estar juntos!-le dice mientras le agarra fuertemente del brazo, estampándola contra la pared otra vez.
- ¡Tú eres el que está loco! ¡Suéltame!-le dice mientras se intenta deshacer del fuerte agarre de Gale- ¡No te quiero a ti! ¡Quiero a Peeta! ¡Quiero estar con él!-le dice enfurecida, sin caer realmente en que acaba de admitir sus sentimientos hacia el chico del Pan.
- ¡No lo permitiré! ¡Tú eres mía!-le dice mientras aprieta cada vez más fuerte el agarre, sacándole un gemido de dolor a Katniss.
- ¡Tú a mí no me permites nada!-le dice mientras levanta la rodilla, rápido y fuerte, que impacta sobre los testículos del que fuera su amigo, haciendo que este la suelte y se desplome al suelo, gimiendo de dolor y lanzando maldiciones.- No te vuelvas acercar a mí, y mucho menos a Peeta, te lo advierto, la próxima vez no me importará clavarte una flecha.-le dice destilando veneno con cada palabra, mientras se va de allí, a paso veloz.
Mientras, Gale sigue en el suelo, retorciéndose de dolor…
N/A
Un saludo a todos los que os habéis tomado unos minutos en leer; Sinsajo: Una versión diferente.
PD: GRACIAS a todos los que comentáis, me gusta mucho leer vuestras opiniones respecto a la historia, GRACIAS también a todos los que seguís y le dais a favorito a mi historia.
