Los personajes y lugares pertenecen a Suzanne Collins. Esta es una historia creada desde la imaginación de un fan de Los Juegos del Hambre.
CAPÍTULO 14
Otro día, otra vez, y como todos los días desde la comunicación a Katniss que se tenía que preparar para ir al frente, se levanta temprano antes de su entrenamiento con la esperanza de poder hablar con Peeta.
- ¿Ya te vas? - Dice su hermana somnolienta, desde la cama donde ella y su madre duermen.
- Sí, Patito, sigue durmiendo, nos vemos a la hora de comer.
- ¿Peeta sigue sin querer hablar contigo?
- Sí- dice Katniss suspirando.
- Ten paciencia y sigue intentándolo, no es tan fácil para él, el no saber que puede llegar a ocurrir, después de todo lo que ha pasado.
- Tampoco es fácil para mí.
- Lo sé, pero Katniss, él acaba de salir de un infierno, y no querrá que puedas acabar en él, como le pasó a él, a Johanna y a Annie.
- Tal vez tengas razón, pero él tuvo que hablar conmigo por lo menos.- dijo ya en la puerta. –Me voy ya, que sino no podré verle y no quiero llegar tarde a un entrenamiento, no quiero tener que aguantar a Gale, más de lo necesario.
- Está bien.- Dijo volviendo a poner la cabeza en la almohada, ya que solo le quedaba una hora para tener que levantarse y prepararse.
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- Katniss- le llamó la Señora Everdeen a su hija.
- Mamá.
- ¿Vienes a ver a Peeta otra vez?
- Sí, ¿cómo está hoy?
- Está mejorando, poco a poco se le están yendo los moratones, y aunque lentamente, está ganando algo de peso.
- Eso es bueno, ¿sigue teniendo compañera de cuarto? - Preguntó de forma irritante.
- Sí, ya lo sabes. Tener a la señorita Mason, con él le viene muy bien Katniss, aunque sigue teniendo pesadillas y ella también, pero ella es la única que puede calmarlo cuando está en ese estado y es lo mismo también a la inversa, él es el único que puede calmarla.
- Bueno, voy a ir a verlo.-dijo Katniss irritada, mientras se giraba e iba hacia la habitación de Peeta, y a su pesar, también de Johanna.
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- Hombre descerebrada, cuanto tiempo – dijo con ironía Johanna.- Ya sé que no puedes vivir sin mí, pero yo no siento lo mismo, asique te puedes largar ya.- le dijo con burla y malicia a Katniss, desde la cama, al lado de la del Chico del Pan.
- Sabes que no vengo a verte a ti, cuanto menos te vea mejor, ¿no tendrías que estar correteando a por morfina, como un perro? Bueno perra.- dijo con la misma malicia y rencor Katniss.
- ¿Por qué no te vas a la mierda? Es más te ayúdame a irte- dice con rabia Johanna mientras se levantaba.
- ¡Basta las dos! –Les gritó Peeta, haciendo que las dos se girasen a mirarle.- Johanna déjanos solos por favor.-dijo con la voz más calmada.
- Está bien- le dijo después de unos momentos de silencio mirándose a los ojos.- Procura no pegarle tu mierda descerebrada.- dijo mientras salía de la habitación.
Katniss se giró para ir a encararla con rabia por lo que había dicho y también por la rabia al ver la complicidad que existe entre su Chico del Pan y ella.
- Katniss- la llamó Peeta, haciendo que dejase de ir tras Johanna y dejar de fulminarla con la mirada- Creo que querías hablar conmigo, ¿o prefieres seguir discutiendo con Johanna?
- No- dijo suspirando e intentando calmarse, mientras cerraba la puerta de la habitación y se giraba para mirarle.- Quiero hablar contigo, eso es lo que he querido todo este tiempo.
- Está bien, entonces hablemos.- dijo acomodándose mejor en la camilla.
- ¿Por qué no has querido hablar conmigo durante todo este tiempo? - Le preguntó Katniss apoyándose contra las barras del final de la camilla, a los pies de Peeta.
- Porque no quiero que vayas al frente de la guerra.- le dijo sin tapujos.
- Pero Peeta, ya te lo expliqué- dijo sorprendida.- No tengo otra opción, no tengo otra opción, hicimos un trato, no puedo dejar que retire su palabra, tengo que ser el Sinsajo y hacer los deberes que me dicen.
- Lo sé, te escuché, lo que hiciste para que pudiéramos ser rescatados del Capitolio, lo sé. Pero eso no quiere decir que me parezca bien que te tengas que ir. – dijo con frustración.
- Peeta- dijo mientras se acercaba hacia él.
- No te acerques.- soltó Peeta al instante, pero al ver la cara del abatimiento de Katniss agregó.- Por favor, solo, ¿Por qué no te sientas en la silla que es mejor?- Indicando la silla que estaba contra la pared izquierda de la habitación. Una vez que Katniss se sentó, siguió hablando.- Mira lo siento por cómo me comporté, pero tenía miedo por ti.
- ¿Por qué? – Preguntó Katniss, ansiosa por la respuesta.
- Mira, solo prométeme dos cosas.- le dijo Peeta evitando la pregunta.
- ¿El qué? Dime.- dijo Katniss inclinándose hacia delante en la silla.
- Lo primero que tengas mucho cuidado ahí fuera - le dijo sin apartar los ojos de ella.
- ¿Y lo segundo? - dijo hipnotizada con sus ojos azul cielo.
- Si te atrapan y no ves la manera de escapar, ni que te rescaten, haz lo posible para matarte.
- ¿Por qué? - dijo impactada, echándose hacia atrás en la silla.
- Porque no quiero que pases por el infierno que pasé yo ahí dentro- dijo angustiado.
N/A
Gracias a los que leéis mi historia, y mil gracias a los que tomaron unos segundos para comentarla, os lo agradezco muchísimo de verdad. Sois los que me dais cada vez más impulsos para seguir escribiendo. Como siempre una ronda de agradecimiento personal a aquellos que comentasteis: Amortetia, Sinsajo For Ever, Jeisonwolf, Guest y Lenna0813. También gracias a aquellos que han dado un seguimiento a mi historia, o a mí.
Hasta el próximo capitulo.
Blanca
