Besarse en el hueco de una escalera, dándoles una diferencia de altura artificial.
Esta era probablemente la primera vez en su vida en que disfrutaba plenamente de una fiesta, aunque estuviera rodeada de miembros de la nobleza la compañía de su escuadrón, de sus amigos y familia adoptiva la hacían sentir feliz, las risas, las conversaciones y la seguridad que tenia consigo misma la ayudaba a sobrellevar todo, había saludado a sus hermanos al inicio de la reunión, termino bailando con los hombres de su escuadrón comenzando por el Capitán Yami, luego de ir pasando de uno al otro termino en brazos de Asta.
Dieron vueltas en la pista de baile con torpeza, el chico había dicho que no sabía cómo bailar, pero ella insistió en que no importaba, disfrutaba solo balancearse de un lado a otro con él, después de todo lo que sucedió durante la guerra la confianza entre ellos era absoluta, sus miradas se encontraron varias veces arrancando sonrisas cómplices de sus labios.
- ¿Puedo? – Les costó mucho convencer al demonio de asistir al evento, ataviado con un traje formal extendía su mano hacia la muchacha.
- Claro. – Noelle sonrió sin problemas, muchas miradas se concentraron en ellos con desconfianza sin embargo esto no era demasiado diferente de la forma en que observaban a Asta así que ignoro las miradas enfocada en disfrutar del momento.
- Ustedes dos son humanos muy peculiares. – Comento Liebe manteniendo sus alas cerca de su cuerpo.
- Puede ser, pero creo que realmente todos nosotros somos muy parecidos y distintos al mismo tiempo, eso es lo que nos ha permitido crecer tanto. – Contesto con una sonrisa muy amplia – Bailas mejor que Asta, has practicado para este evento.
- No voy a reconocer eso. – Negó relajándose con una sonrisa – ¿Cuándo vas a decirle a Asta sobre tus sentimientos? – Noelle tropezó el siguiente paso.
- ¿De que estas hablando? – Susurro.
- Es bastante obvio para todos en la base menos para Asta y Yami. – Respondió con una sonrisa – Díselo, te reto a que lo hagas.
- ¿Qué ganaría yo?
- ¿Quitarte un peso de encima? ¿Una respuesta? – Liebe ladeo el rostro mientras la canción llegaba a su fin, hicieron la reverencia de despedida.
Noelle se quedó pensando en sus palabras, observo como Mimosa le pedía a Asta el próximo baile, sintiéndose un poco insegura se sobresaltó cuando Yuno le pregunto para que fuera su compañera, desconfiada decidió aceptar, ellos no se llevaban mal pero tampoco podrían considerarse amigos.
- Sabes bailar.
- Mimosa me enseñó, si pensaba convertirme en el capitán del escuadrón tendría que asistir a este tipo de eventos.
- Tiene sentido. – Noelle se dejó llevar, la música siempre había sido un escape para su lamentable vida - ¿Qué sucede?
- Estaba pensando que es lo que has visto en Asta. – Contesto con honestidad – Es un ruidoso.
- ¿De que estas hablando?
- Estás enamorada de Asta. – Declaró firmemente lo que hizo que ella se detuviera ruborizada y con una mirada asustada – Entiendo que él no se dé cuenta de eso, pero pensaba que eras más valiente, de la misma forma en que repites que eres de la realeza deberías decirle que sientes por él.
- ¿Qué les pasa a todos?
- Supongo que todos queremos que sean felices.
- Todos están asumiendo algo equivocado, Asta quiere casarse con la Hermana Lily.
- Por curioso que parezca creo que Asta tiene una debilidad por las usuarias de magia de agua. – El comentario de Yuno solo hizo que sus mejillas se ruborizaran, extendió su mano para que salieran de la pista de baile – Solo que es muy denso para darse cuenta.
Noelle no pudo dejar de pensar en esas palabras por lo que termino buscando a Vanessa con la mirada, la bruja estaba en la mesa tomando con algunos hombres que la rodeaban, viendo que su primera opción no estaba disponible su mirada se enfocó en Finral, quien parecía algo incómodo.
- ¿Qué sucede? Pensé que estarías feliz.
- Finesse fue presentada oficialmente como la prometida de Langris, solo queda que fijen la fecha de la boda. – Finral se encogió de hombros – No debería sorprenderme, no hay manera en la que pueda competir con él y mi padre no me reconocerá como un Vaude nunca.
- Ella acepto.
- Sí.
- Entonces ella se lo pierde. – Noelle miro como Finral parecía sorprendido – Ella estaba dispuesta aceptar a cualquiera de los dos para cumplir con lo que le ordenaron, creo que no sería alguien que coincidiera con los Toros Negros ni contigo.
- Vaya, escuchar eso de un miembro de la realeza es curioso, estoy seguro de que has recibido una crianza parecida a la de Finesse. – Noelle apretó su mandíbula - Me refiero al protocolo, tu vida ha sido difícil.
- Podríamos decir eso.
Hubo un murmullo que llamo su atención aparentemente las personas se habían enfocado en la pareja que hacían Yami y Charlotte bailando en el centro de la pista, para sorpresa de Noelle ambos tenían una excelente coordinación y lograban que el otro brillara, una leve sonrisa se extendió por sus labios, pudo percatarse de la forma en que se miraban.
- Yami es tan denso que no se ha dado cuenta de lo que hace en la Capitana Charlotte. – El comentario de Finral capto su atención – Bueno es obvio que a ella le gusta.
- ¿Qué?
- ¿No te has dado cuenta? Ella se comporta igual que tu con Asta. – Noelle quería gritar hasta que parpadeo sintiendo como su corazón se aceleraba.
- ¿Dónde está?
- Creo que ha salido por la puerta principal hace unos momentos.
Noelle encamino sus pasos hasta la puerta que llevaba al recibidor principal, una escalera en la parte posterior daba hacia las habitaciones preparadas para los invitados, Asta estaba a mitad de subirlas cuando lo llamo por su nombre para detenerlo, el aludido se detuvo en el escalón para girarse a observarla.
- ¿Noelle?
- ¿A dónde vas?
- Te estaba buscando.
- ¿Qué pasa? ¿Alguien te molesto? – Ella sonrió siempre se preocupaba tanto por ella.
- No, nadie me molesto. Solo había algo que necesito decirte. – Escucho su corazón latiendo con fuerza dentro de su pecho mientras le empezaba a faltar el aire.
- ¿Segura que estas bien? Tu cara esta roja.
- Si. Asta… Me gustas.
- También me gustas, Noelle.
- No, no me refiero a que me gustes como amigo, me gustas como… te gusta la Hermana Lily. – Las últimas palabras eran dolorosas de pronunciar.
- Oh, pero Noelle… ya no me gusta la hermana Lily de esa forma.
- ¿No?
- No. – Asta se llevó la mano al cabello en un gesto nervioso – Liebe me dijo que tenía que prestar atención a mi alrededor y olvidarme de la Hermana Lily.
- Eso te hemos dicho todos, es una idea tonta las monjas no se casan.
- Sí, bueno, pero siempre había sido mi deseo. – Asta balbuceo nervioso – Me di cuenta que…
- ¿De qué?
- Realmente me gustas, Noelle. – Repitió con una sonrisa amable – Me gustas mucho, por todo lo que eres. Es solo que hoy te ves tan hermosa, que… Me recuerda que eres una princesa.
- Por supuesto que soy una princesa, soy de la realeza. – Dijo con su tono orgulloso.
- Por eso sé que no debía intentar nada, parece que me gustan los imposibles. – Los ojos de Noelle se abrieron con sorpresa y la decepción en su ki fue tan perceptible que pensó que estaba equivocado – Noelle. – Llamo para atraer su atención, cuando levanto la mirada se encontró con el hecho de que se inclinó para besarla, lo que normalmente no ocurriría ya que era más alta que él, pero gracias a las escaleras tenía unos centímetros adicionales.
No podía imaginar que daría su primer beso en medio de una escalera, con un banquete real lleno de nobles en el salón, ni que fuera él quien lo iniciara o que Liebe seria quien le explicaría la situación, estaba agradecida con todos, pero este era un momento peligroso por lo que puso sus manos contra su pecho para alejarlo.
- Espera, esto es un poco arriesgado. – Murmuro con el rostro ruborizado – Mejor cuando volvamos a la base, conversemos.
- ¿Segura? ¿No estas molesta?
- Si, no. – Se rio honestamente con alegría lo que se contagió al chico que se relajó alejando el pensamiento de que la había ofendido – Ahora tengo una buena razón para terminar de aguantar a los nobles.
- Si necesitas ayuda aquí estoy.
- ¿A dónde ibas por cierto?
- Al baño.
La respuesta la avergonzó por lo que negó rápidamente con su cabeza diciéndole que lo esperaría en el salón a su regreso, Asta asintió emocionado lo que se notó al verlo subir saltando los escalones.
