No era mi plan seguir con este one-shot pero me emocione tanto con el primer comentario que quise hacer este regalo; habrá tercera parte, no prometo que rebase los cuatro capítulos pues aún estoy trabajando en otros fics y quiero concentrarme otra vez en ellos.

Astalina gracias por escribirme, me hiciste muy feliz, te mando un abrazo con mucho cariño.

Para este capítulo estuve escuchando Solo se vive una vez-Mónica Naranjo.

Sin más les dejo seguir.


La mayoría de chicos de la secundaria siempre preguntaban por su hermana, incluso los que se llegaba a encontrar en la calle y ya no estaban en el colegio con él. Odiaba que tantos estuvieran interesados en Kaoru, el mismo reconocía que ella era una chica extraordinaria, y no era porque fuera su hermana, si no que sobresalía en muchas cosas y eso hacía que llamara más la atención.

Pero había alguien que en verdad le irritaba y de ser posible le daría más de un golpe en su cara de niño lindo; Enishi Yukishiro, en verdad lo aborrecía.

Su hermana parecía toda una niña tonta cuando estaba con él, en más de una ocasión los había pillado besándose apasionadamente en uno de los sofás de la sala, lo peor era que el tipo le metía mano a su hermana y ella se dejaba.

Si, definitivamente quería romperle todos los huesos. Pero Sanosuke no era el único.

Su padre había sido específico cuando dio permiso de llevar a alguien con ellos a la playa, le prohibió estrictamente a Kaoru llevar al chico Yukishiro ya que tampoco era su agrado y ella entre berrinches había contestado que prefería quedarse en casa del abuelo Nenji.

Como gustes, aunque te quedes aquí le diré al abuelo que no puedes salir con ese muchacho.

Kaoru estaba roja de furia – ¡no puedes prohibirme verlo, él es mi novio…!

Yo invite a Kenshin, aun no me confirma pero estoy seguro que su padre lo dejara ir con nosotros– Sanosuke había interrumpido a su hermana, se estaba poniendo tan loca que temía que su padre cambiara de opinión y finalmente decidiera que solo irían ellos cuatro.

Kaoru lo miro iracunda pues le dio cortón a su reclamo, al cabo de unos segundos miró a ambos y sin decir más subió las escaleras muy enojada.

Si le sigues prohibiendo ver a ese chico se saldrá de control– decía Yumi que había estado leyendo un libro en la sala mientras sucedía aquello.

No me agrada ese tal Enishi, es muy mayor para nuestra hija; los de su tipo solo buscan una cosa…

Yumi lo miraba con incredulidad pues para ella resultaba ser un muchacho encantador.

¿Cuántos días serán? – pregunto Hiko mientras ambos estaban en la barra de la cocina cenando.

El viernes en la tarde partiríamos y regresamos el domingo por la tarde– Kenshin se sentía tonto al pedir permiso para ir a la playa pero tenía una gran motivación para hacerlo.

Está bien, pero debes hacer tus deberes antes ¿entendido?

El pelirrojo asintió con la cabeza y siguió comiendo mientras su padre abordaba otro tema.

Tras tres días de no dirigirle la palabra a su padre Kaoru se había resignado a no ver a su querido Enishi, odiaba quedarse en casa del abuelo pues él normalmente se pasaba la tarde con sus viejos amigos jugando damas chinas y era sumamente aburrido para ella.

Amaba al abuelo pero prefería ir de paseo a un lugar cálido.

Además el hecho de que Kenshin iría con ellos la había animado mucho, si bien estaba con Enishi a ella no le importaba darle un par de clases interactivas al chico pelirrojo. Así que haría aquel viaje inolvidable para él. Inmediatamente le hablo a su amiga Megumi para invitarla, Kaoru sabía perfectamente que su hermano alucinaba con ella y de alguna manera necesitaba distraerlo.

Finalmente dijo a su padre quien sería su compañera de habitación, él lo tomo de buena manera y la felicidad reinó en su persona pues mantendría a su preciosa hija lejos de la presencia masculina o al menos eso creía él.

Makoto había notado que Kaoru era una chica muy intensa, por eso Enishi no le gustaba nada. Los había encontrado en su habitación muy cariñosos y eso fue lo que detonó prohibirle abandonar la sala cuando él estuviera, Yumi había alegado que no pasaba nada pues le recordaba lo que ellos hacían cuando eran jóvenes.

¡Eso era diferente, yo estaba loco de amor por ti desde que estábamos en el colegio y ese muchacho apenas lo conoció hace meses! – Makoto había perdido la calma, siempre lo hacía cuando se trataba de su adorada hija.

Yumi no siguió discutiendo sobre el tema pues sabía que él no se calmaría.


El viernes por la tarde Kenshin llegó en su bicicleta a la casa de Sanosuke, en su espalda llevaba una mochila, bajó apenas visualizó el garaje y se encontró con una escena nada agradable, Kaoru estaba en el jardín besándose con un muchacho mucho más alto que ella.

El ánimo que había conservado desde que Sanosuke lo invitó se esfumó tan rápido que estaba a punto de irse, pero la chica al separarse del tipo lo vió y lo llamo.

¡Kenshin te estábamos esperando! – se alejó de su novio y de la manera más ingenua camino hacia él y lo abrazó.

Enishi lo miro con cara de pocos amigos, tal parcia que le había molestado la interrupción y la manera en como su chica se dirigía hacia el pelirrojo.

Pensé que irías solo con tu familia y Megumi– Enishi miraba a través de sus anteojos redondos

Kaoru volvió a la realidad y se separó de Kenshin.

¡Kenshin al fin llegaste!, creímos que tu padre no te había dejado ir– Yumi había salido con una pequeña maleta en sus manos –anda ve a guardar tu bicicleta al garaje que ya nos vamos

Con gran alivio se esfumó del jardín e hizo lo que la madre de su amigo le decía.

De la que te ha salvado mi madre– Sanosuke había llegado con una hielera y la metió rápidamente a la cajuela –debiste ver la cara de ese idiota– decía en tono de burla –te habría golpeado en cualquier momento de no estar en casa y le habría hecho una escena a Kaoru.

El pelirrojo se sentía incómodo.

¿Ese quién es? –Enishi la miraba con una expresión fría.

Es amigo de mi hermano, nos conocemos desde que éramos niños– Kaoru no podía creer que estuviera celoso de Kenshin.

Kaoru sube a la camioneta– Makoto había presenciado todo y eso solo le hizo sentir un rechazo aún más grande, bajó las escaleras del porche con las llaves en su mano, al ver que su hija no se movía insistió –anda no quiero regresar si se te ha olvidado algo.

Kaoru apretó levemente los labios – luego nos vemos– y sin decir más obedeció a su padre.

Makoto se quedó parado en medio del jardín, con una mirada de desagrado esperó a que el joven se largara de su propiedad.

La familia ya estaba lista, solo faltaba pasar por Megumi; durante el trayecto la principal platica fue sobre lo desagradable que se portó Enishi con Kaoru y Kenshin.

Solo es un adolescente y además es como de la familia; Kaoru te dije que ese chico no me agradaba desde un inicio– Makoto manejaba con prudencia en las calles del fraccionamiento donde Megumi vivía.

Kaoru aún no se podía creer lo que había pasado y en cuanto Megumi subió cambió el tema.

El trayecto por la autopista fue tranquilo y hasta divertido, hicieron parada en una gasolinera y compraron snacks y bebidas; la madre de Sanosuke había comprado un six de cerveza ligera pues a pesar de ser noche hacía mucho calor.

¡Yo quiero una de esas!– Sanosuke se había asomado desde la parte trasera.

No tienes edad para beber alcohol– Kaoru se dió la vuelta y se llevó una botella de cerveza a la boca.

¡Tú tampoco tienes edad! –Sanosuke estaba muy indignado porque a su hermana se le había otorgado un permiso especial.

Kenshin empezó a reír por lo gracioso de la situación que no estaba preparado para lo siguiente que escuchó .

Toma Kenshin– Kaoru extendió su brazo y le ofreció su botella –Si quieres probar puedes hacerlo de la mía.

¡Eso es asqueroso Kaoru! – su hermano la miraba con horror.

Los ojos azules de su hermana tenían un brillo especial – ¿Si Megumi te invitara de la suya también seria asqueroso?

Sanosuke instantáneamente se puso colorado –Menuda arpía.

Los tres rieron con ganas.

¿Entonces te animas? –Kaoru mantenía su sonrisa.

Kenshin levemente sonrojado y con timidez tomo la botella, Kaoru se había dado la vuelta completamente en su asiento para ver mejor al chico, recargó la cabeza sobre sus brazos los cuales estaban apoyados en la parte superior del sillón.

La expresión de la chica era encantadora, sus preciosos ojos tenían unas espesas pestañas y sobre su nariz unas sutiles pecas que no había notado hasta ese momento.

Armándose de valor tomo un trago del amargo y gaseoso líquido, no era la primera vez que tomaba cerveza, su padre con anterioridad le había dado aprobar un día que estaban en casa haciendo una carne asada en el jardín trasero. Esta sería su segunda vez.

Makoto pasó del carril de alta velocidad al de baja, bajo su ventanilla y encendió un cigarrillo, mientras tanto Yumi dio otro trago a su bebida para luego depositar el envase en una bolsa de plástico.

Kenshin le devolvió la botella a Kaoru, ella la recibió y sin apartar los ojos del chico bebió nuevamente.

La casa que habían rentado era amplia y en efecto a pesar de estar cerca de la playa tenían una gran alberca con forma de gota, el jardín tenía un césped de buena calidad y una gran variedad de flores de clima tropical.

La planta baja contaba con un mini bar y un comedor de madera, la sala modular era de color arena y la cocina a pesar de ser sencilla tenía un mobiliario precioso. El primer nivel contaba con tres recamaras, dos con dos camas y su propio baño, la tercera tenía una cama matrimonial y una terraza con vista al mar, un par de sillones grises invitaban al usuario a permanecer bajo la sombra de una sombrilla.

Kaoru y Megumi fueron las primeras en bajar su equipaje de la cajuela y subieron lo más rápido posible para escoger la habitación de su agrado.

Ella lo sabe– Sanosuke bajaba la hielera.

¿Qué cosa? – Kenshin tomo una pequeña caja de madera con despensa justa para los días que estarían ahí.

Que te gusta y lo sé por la manera en cómo te mira.

No me ve de manera especial, creo que estas malinterpretando las cosas.

Si como no, Kenshin ya no le sigas el juego…

Sanosuke cuando vuelvas por tus cosas llévale esto a tu hermana– Makoto se quitó las gafas de sol con forma de corazón que tenía puestas en la cabeza y se las dejó sobre uno de los asientos junto con una bolsa de color rosa chicle.

Sin poner objeción entraron a la casa, colocaron las cosas sobre la encimera y regresaron por su equipaje.

...

¿Qué te traes con el amigo de tu hermano?

¿Tan obvia he sido? – Kaoru acomodaba su ropa en un par de cajones.

¿No crees que podrías estar sobrepasándote con él?

Megumi no te traje para que me des clases de moral, solo quiero pasar un buen fin de semana antes de regresar al frio invierno de nuestra ciudad – esta vez la chica amarraba su largo cabello en una coleta alta, irritada con las preguntas de su amiga.

La puerta se abrió de golpe haciendo que ambas voltearan.

Olvidaste esto en la camioneta– su hermano entró sin pedir permiso y le entregó en su mano la bolsa y los lentes.

Para la próxima toca, Megumi podría estar cambiándose.

El chico la ignoro y salió cerrando la puerta tras de sí.