Yo nuevamente actualizando este pequeño respiro, espero sea de su agrado ya que el final será el próximo capítulo. Aún estoy trabajando en él.
Dulcecito311, me encantaron tus comentario y me hicieron emocionarme mucho y me alentaron a seguir aún más, gracias. Para este capítulo escuche Spring affair y Hot Stuff de Donna Summer.
Algo está apoderándose de mí, me tiene atrapada,
Creo que me estoy enamorando muy rápido
Espero esto dure, estoy enganchada a ti.
Spring affair
Como era de esperarse Sanosuke había empacado su consola a escondidas, el realmente no tenía intención de salir de la habitación pues odiaba ese tipo de lugares. En cambio su amigo metió todo lo necesario para meterse por lo menos a la alberca pues el mar le aterraba.
Makoto entro a la habitación, miró su reloj de pulsera , eran las 11 de la mañana y los chicos aún permanecían dormidos, observó a su alrededor y vio la consola en el suelo.
– ¡Arriba!, no hemos venido para que lo pasemos encerrados frente al televisor– con fuerza jalo las mantas de Sanosuke
–Aún tengo mucho sueño
–Bueno pues date un baño
El pelirrojo se quitó la sabana con la que había dormido por su propia cuenta y se levantó para ir directamente al baño.
Después de ducharse y vestirse ambos amigos bajaron al comedor, Yumi había dejado un par de emparedados de atún en la mesa y una jarra de agua de sandía. Mientras estaban almorzando platicaban sobre los trucos y los posibles ataques que podían hacer en uno de los niveles del juego cuando una de las chicas entro a la casa.
Megumi llevaba su traje de baño de una pieza, el pareo le cubría el trasero impidiendo que algún fisgón se deleitara con él. Sanosuke olvidó por completo la plática y se dedicó a observar a la amiga de su hermana.
–Venga chicos, deberían darse prisa y venir a la alberca, es patético que permanezcan encerrados en la casa, el día esta precioso.
–En un momento salimos– dijo apresuradamente.
Kenshin no podía creer lo que su amigo acababa de decir y la cara de sorpresa que tenía era graciosa, ni siquiera habían terminado su almuerzo cuando Sano se levantó y le hizo señas para que salieran juntos al jardín. Ambos llevaban bermudas, playeras y chanclas.
Kenshin quedo atónito, no podía creer lo que sus ojos dorados veían.
Kaoru no era nada pudorosa, su traje de baño consistía en dos piezas, a pesar de no ser una adulta su cuerpo resultaba ser todo un pecado. Su piel blanca comenzaba a tener un ligero bronceado, el cabello largo y negro se la había pegado a la espalda por culpa del exceso de agua.
Un codazo lo hizo salir de su trance
–Deja de verla de ese modo– Sanosuke le echó una mirada desdeñosa
–No la estoy mirando– decía mientras intentaba no verla.
–Mentiroso– el hermano de la chica intentaba mostrarse intimidante.
– ¡Kenshin! – Kaoru caminó rápidamente hasta él, en el proceso Kenshin observaba los pechos de la joven, estos parecían cobrar vida propia con cada movimiento. Lo tomó de la mano y lo guió a la piscina –El agua esta deliciosa
Sanosuke tenía los ojos muy abiertos, no iba a permitir que su hermana se aprovechara de su mejor amigo. La primera en entrar al agua fue ella y jaló consigo al chico que en ningún momento había puesto resistencia.
–No creo que sea bueno que entre al agua en estos momentos, acabo de desayunar.
–No pasara nada, solo estaremos quietos, a menos que quieras un par de clases de natación– ella le guiño un ojo de manera coqueta.
Kenshin le sonrió nervioso e intento apartar los ojos de ella pero eso no era posible, el agua cubría el perfecto y redondo trasero de la joven, discretamente paso la mirada dorada por el vientre plano y se detuvo en el ombligo, nunca en su vida había visto uno tan bonito.
– ¿Sabes nadar? – Kaoru comenzó a meterse al agua hasta que esta cubrió sus pechos.
–Un poco– contesto tímido.
–No te creo, te he visto en las competencias escolares y eres mucho mejor que Sanosuke en muchos aspectos…
–Traidora, mira que decir eso de tu único hermano es como una puñalada en la espalda– el aludido ya estaba en el agua, se encontraba entretenido conectando su celular a una pequeña bocina.
Kaoru sonrió dejando ver sus lindos dientes, amaba a su hermano y le encantaba hacerlo enojar. Después de un rato sin movimientos bruscos Kenshin empezó a nadar de un extremo a otro.
–Deberíamos jugar algo– Megumi colocó un dedo sobre su barbilla.
– ¡Tengo una idea!– Kaoru tenía esa expresión que tanto asustaba a su amiga –Hagamos parejas, tu ve con mi hermano y yo con Ken, ellos nos cargaran en sus hombros y tú y yo intentaremos derribarnos mutuamente.
–Te has vuelto loca, no nos aguantaran
–No te vez tan pesada, anda súbete– Sanosuke se había acomodado para que Megumi se subiera, por otro lado Kaoru ya estaba en los hombros de Kenshin.
Durante un rato su principal distracción había sido aquel entretenido juego, quien llevaba la ventaja era Kaoru gracias al entrenamiento del Kenjutsu, había sido de mucha ayuda pues a pesar de ser delgada tenia fuerza. Era tan buena con el bokken que incluso sus compañeros le habían apodado "la princesa" de dicho arte.
La victoria fue de Kaoru, Megumi por más que había intentado tirarla al agua había sido inútil, incluso no sirvió de nada la altura de Sanosuke que era más alto que el pelirrojo, Kenshin al igual que Kaoru era muy hábil pues también asistía a una escuela de artes marciales, ahí le enseñaban Battojutsu.
Entre risas ambas chicas bajaron de los hombros de su respectiva pareja, Kenshin aun sentía un ligero calorcito en su nuca provocado por los muslos de Kaoru.
– ¡Vaya! Por un momento creí que tu altura sería una desventaja pero me equivoqué– como si se tratara de un niño pequeño Kaoru acarició la cabeza de él.
Había sido fácil cargarla, a pesar de ser un poco más alta que el notó que era liviana, obviamente aquel comentario lo hirió mucho y esa muestra de afecto lo había desilusionado.
Era consiente que no era muy alto y eso jamás le había afectado, hasta ese momento. Su padre era un monstruo pero tal parecía que él había heredado más cosas físicas de su madre que de su padre.
Sin más las chicas salieron y se fueron a sentar a las sillas junto a la alberca, se recostaron bajo la sombrilla para evitar que el sol les diera de lleno, Kaoru tomó algo que estaba sobre la mesita para después colocarse aquellas gafas oscuras con forma de corazón. Las piernas eran largas y Kenshin se sintió afortunado por haberlas tocado.
–Te dije que solo quería jugar contigo– Sanosuke estaba justo a su lado –todo lo ha hecho a propósito, le gusta que babees por ella, mi hermana realmente es una bruja.
Himura tenía sentimientos encontrados, no le gustaba ser el juguete de una adolescente pero le encantaba que ella le prestara atención aunque fuera de ese modo.
Le gustaba tener control sobre el chico, estaba mal jugar física y emocionalmente con el pero lo disfrutaba de alguna manera aunque eso la volviera un poco cruel.
Se puso los lentes para evitar que Kenshin se diera cuenta de que lo miraba, ahí estaba el, en el agua con su hermano hablando sobre algo que lo había puesto cabizbajo. Lejos de disfrutarlo eso solo la hizo sentir miserable, pensó en todo el tiempo que habían convivido y nunca había sido tan despreciable como en esos momentos.
Tras aquello ambos chicos salieron del la alberca, los ojos azules de Kaoru estaban fijos en el delgado cuerpo de su adorable pelirrojo, estaba secándose el cabello y el torso desnudo, un pensamiento turbio paso por su mente en esos momentos.
– Kaoru, Kenshin es solo un niño– Megumi conocía a su amiga y sabía que tenía todo su interés puesto en el menor –podrías ir a la cárcel.
– ¡¿Quieres callarte?! Alguien te podría escuchar– decía mientras miraba como los dos se metían a la casa.
–El año que entra cumplirás 18 y perderás tu oportunidad para averiguar que se siente besar al amigo de tu hermano.
Kaoru se levantó abruptamente y se quitó los lentes – ¡Estás loca!– su cara estaba totalmente roja.
– No seas mojigata, no te va– Megumi hablaba tranquilamente con una sonrisa en su boca –estuve pensando un buen rato en ello y me deberás una muy grande si yo distraigo a tu hermano y tú le dedicas tiempo a Kenshin , ya sabes, algo así como un amor de verano…
Kaoru se quedó pensativa y sin dudarlo aceptó el trato.
…
Ambas amigas se metieron corriendo y subieron las escaleras entre risas, Kenshin se asomó y vio a escondidas como Megumi jalaba un par de cordones del traje de baño de Kaoru, los colores se le subieron a la cara porque sus ojos habían presenciado eso que tanto había anhelado ver desde la mañana.
Los pechos de Kaoru no eran tan grandes como lo había supuesto pero aun así eran de su total agrado, su mente jamás se preguntó por cuál era el color de sus pezones y descubrir que eran de un tono rosado lo había pillado por sorpresa.
La chica inmediatamente se cubrió con sus brazos y pegó carrera hacia la habitación, Megumi venía retorciéndose de risa con el sostén entre sus manos.
–Esas dos están locas de remate– Sanosuke acaba de salir de bañarse, ya estaba vestido pero aun llevaba chanclas –sus risas se escuchan en toda la casa.
Sin decir nada Kenshin se metió al baño y puso el seguro, quería un momento a solas para meditar sobre lo que había visto momentos atrás.
